Es que la prudencia rige los actos de todo el hombre,de toda la vida y todas las demás virtudes del hombre dejan de serlo,no bien dejen de ser regidas por la prudencia.
La valentía sin prudencia se convertirá en arrogancia;
la virtud sin prudencia será ostentación,cuando no presunción.
La prudencia no reconoce excesos,no se extralimita nunca;
sabe del justo equilibrio en todas las cosas y en todos los momentos.
Pero,¡cuidado!, no confundas prudencia con timidez,con miedo,con no querer arriesgarse,porque entonces habrás caído en la cobardia y en ninguna parte habrás leído que la cobardia sea una virtud;
como la prudencia nos aleja de la arrogancia,también nos aparta de la cobardia.