Tus labios son el instante en que te conocí, son la promesa...
que deja a mi alma perpleja.
Tus labios son la flor sin pintar, así, al desnudo, en su color natural.
Tus labios son la lluvia sin tormentas, son la sangre de mis venas la secreta osadía que me aqueja.
Tus labios son mi sueño sin dormir, el pasaje oculto al frenesí, el idilio del contacto en una brisa de verano.
Tus labios poseen mi mundo en su palabra, la parte viva de mi calma pues haces que te extrañe cuando callas.
Tus labios son el rojo de mi fresa, la parte dulce de mis metas, la añoranza más perfecta, el deseo y la sorpresa.
Tus labios son la poesía sin decir, la luna por salir, una dorada campana y su talán, y el profundo pecado de este Adán.
Tus labios son el fuego del sentir, un hermoso espejismo feliz, la piel que me quema al latir, son la rima al escribir.
Esos labios me tientan a volar por su arrecife, a esconderme en sus comisuras, a entregarme a la locura, pues me invaden el aliento y me matan, cuando los tienes entreabiertos.
Esos labios, me roban pensamientos, me pierdo y desespero pues me muero por probar, tan sólo un beso.