RECUPERANDO TU PODER PERSONAL
Si tu relación atraviesa por dificultades grandes o pequeñas. Existe un requisito determinante que Tú deberás cumplir, si esperas rescatar tu relación y volver a conectarte con tu pareja. Tú tienes que verte a ti mismo (a) con realismo. Y cuando se dice realismo, se dice ciento por ciento, absolutamente, sin paliativos. Nada de ponerse a la defensiva, nada de negar las cosas: absoluta sinceridad. Si tú empiezas a discutir, a ponerte rígido (a), de manera terca, es indudable que saldrás perdiendo. Aunque el objetivo sea rescatar tu relación y volver a conectarte con tu pareja, si tu no empiezas por reconectarte contigo mismo (a).
Podrás cambiar a tu pareja de las tinieblas a la luz del día, podrás deshacerte de tu pareja y conseguir otra mejor, pero eso no establecerá la menor diferencia, a menos que tú decidas antes “limpiar la casa” que está dentro de ti.
El viaje no empieza contigo y tu pareja; empieza sólo contigo. Tienes que recuperar las fuerzas para volverte una persona que tiene cualidades, inspira respeto y no se conforma sino con un amor activo y duradero. El cambio comienza desde adentro, al ponerte en contacto con quien tú eres y cuando decides que hacer con tu amor, tu vida y tu visión. Tu transparencia y tu propósito deben volverse claros como el cristal. El arreglo y el rescate dependen de ti. Proceder con cualquier otra actitud mental es llegar al fracaso garantizado, al fracaso miserable. Por eso tienes que ponerte bien contigo mismo. Acepta que no estas siendo crítico (a), ni sincero (a) contigo mismo, sino, no estarías en dificultades con tu pareja.
De hecho Tú te encuentras en una relación que se ha descarriado, una relación llena de dolor, confusión o vacío, y por ello, Tú has perdido contacto con tu propio poder personal, tu dignidad, tus normas y tu estimación. Has permitido que el dolor, la desilusión y actitudes autodestructivas te invadan. Has permitido que se esfumen muchas de tus esperanzas y tus sueños, has dado entrada a muchas cosas que no deseabas, has permitido que te invada la apatía, y en el camino, probablemente, has dejado que tu pareja te maltrate con el paso de los años. Pero lo mas importante: Te has maltratado a ti mismo (a). Has culpado de ello a tu pareja o a las circunstancias, debido a tu situación en la vida, en lugar de hacer un esfuerzo por encontrar dentro de ti las respuestas verdaderas. Has perdido contacto con esa parte de ti, a la que llamamos núcleo de la Conciencia.
Ese lugar en que Tú estás absolutamente definido (a), el espacio interior en que se centran tus mayores fuerzas, instintos, valores, talentos y sabiduría. Recuerda: hubo un tiempo en que sabías quien eras y lo que deseabas. Creías en ti mismo (a), y tu vida estaba llena de esperanza y optimismo. Estabas en contacto con el núcleo de tu conciencia. Estabas centrado (a) en este núcleo, que Dios nos dio, y que te define a ti de manera única. Y ahora puedes volver a este núcleo.
Esta no es una charla absurda de “autoayuda”. Esto es lo que Tú tendrás que superar.
Lo que es cierto e innegable es que quienes triunfan están en contacto con su núcleo individual de conciencia, conscientes de su valor y de su sentido de valía personal, y no solo se tratan a sí mismos con enorme respeto, sino que hacen que los demás los traten con ese mismo respeto. Viven con una engrandecedora claridad interna que les dá una confianza inquebrantable acerca de que ellos pueden determinar la calidad de su vida. Se han situado en el núcleo de su conciencia, han exigido su derecho a llevar una vida plena, y se han negado a aceptar poco de ellos mismos o de los demás.
La verdad no es siempre fácil de escuchar, pero siempre será la verdad. No te permitas evadirla y, al hacerlo, te engañes a ti mismo (a) por tanto, escucha: si Tú no arrancas todas las capas que deforman tu vida, todo lo negativo y todos los mensajes que producen dudas, y si no vuelves a ponerte en contacto con tu núcleo de conciencia, entonces, aprendas lo que aprendas, tendrá principios erróneos que seguirán saboteando tu relación. Seguirás empantanado (a), en el dolor, la culpa, la ira, y la confusión. Puedes apostar que así será.
Puedes recuperar tus fuerzas y tus poderes, de manera que puedas construir algo extraordinario de ti mismo (a). El poder al que me refiero no es un poder que te hará dominar a tu pareja. No te dará más dominio sobre ella, ni te permitirá ganar mas discusiones.
No se trata de arrancar cosas a los demás para que tu puedas tener más. Se trata de poder dar y elevar a quienes te rodean. El poder del que hablamos es el que surge de una profunda convicción: inspiración, creación, experiencia de tu vida y tu relación a un nivel totalmente distinto. Es el poder tranquilo y apacible de la dignidad y de la valía. Cuando Tú te centres en tu núcleo de conciencia y empieces a crear tu propia experiencia, notarás que el mundo incluyendo tu pareja, empezará a relacionarse contigo de otra manera. Así lo escribió Emerson: “Lo que está detrás de nosotros y lo que está frente a nosotros palidece en comparación con lo que está dentro de nosotros”.
En la medida en que vayas avanzando en el conocimiento de ti mismo (a), irás descubriendo como puedes volver a ponerte en contacto contigo mismo (a), como puedes hacer que regreses a ese núcleo de fuerza que has tenido desde que naciste. A medida que pienses en como devolver el honor y la nobleza a tu corazón y tu espíritu, empezarás a acercarte al mundo con fuerza, y no con debilidad. Comprometete ahora mismo a exigirte más a ti mismo (a) y para ti, en todos los terrenos de tu vida.
Buscar en el núcleo de tu conciencia, redescubrír tu fuerza interna y tu afán de grandeza podrá ser el acto mas importante de tu vida, y el regalo más grande a tu pareja.
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