Las Tres Gemas preciosas
Cuenta
una historia , que un hombre por una de esas cosas extrañas de la vida atrapó a
un Ángel. El Ángel le dijo: Amigo humano,
ahora soy tu prisionero , te podré recompensar si me liberas dándote tres
preciosas gemas.
El Ángel
prometió darle la primera gema estando aun prisionero del hombre , la segunda
gema cuando le soltara de los grilletes a los que lo había encadenado, y la
tercera gema cuando llegara el Ángel al Reino de la Luz.
El hombre
aceptó y pidió la primera gema.
El Ángel extendió
su mano y le dio la primera gema , el hombre quedó sin habla al ver tan
preciosa gema en su mano , enorme y
brillante , como ninguna otra cosa por él conocida.
Entonces
el hombre liberó al Ángel, que voló hasta la cima de una Montaña , ahí dejó la gema y le dijo sube por ella, que es
tuya.
El hombre
desde abajo , miraba a lo lejos que en la cima de esa montaña efectivamente
brillaba esa gema superando al brillo del mismo Sol.
El hombre
se angustió al advertir que le sería imposible por falta de fuerzas el subir
hasta la cima de esa montaña , para tomar la Joya.
El hombre
le dijo al Ángel, si por falta de fuerzas no puedo alcanzar la cima de la
montaña para tomar esa gema, cuanto menos podré alcanzar la gema que me
obsequies dejándomela allá muy lejos en el Reino de la Luz donde tú moras .
Y el
Hombre añadió: No te hubiera dejado escapar de mis manos, te hubiera obligado a
darme esas gemas preciosas, pues, de
todos modos , le las hubieras entregado.
El Ángel
replico: ¡Qué ignorante eres! Tan solo
en libertad puedo hacer el milagro de obsequiarte gemas, ahora tienes una gema
que se llama la Voluntad, esa te llevará a cualquier parte , incluso a la cima
más alta.
Y así
gracias a la Voluntad ascenderás, y cuando llegues a la cima , tendrás la
siguiente gema que se llama el Discernimiento.
El
Discernimiento te hará saber que el Reino de la Luz , no está lejos de ti, ni
tan siquiera fuera de ti , la Gema más
preciosa , está dentro de ti mismo.
Y esa
gema que está dentro de ti se llama…
bueno , tú sabrás su nombre , pues no hay palabras humanas para nombrarla. Pero tú sabrás sin duda de su gran valor.
Alcoseri