La Historia del Francmasón que perdió
la Gracia de decir mentiras
Los tiempos eran económicamente difíciles, y el Francmasón Pedrito Lajas decidió
buscar una fuente de ingresos. Atraído por el dinero fácil, decidió convertirse
en algún tipo de Líder Religioso. Se compró una larga túnica y bordo una enorme
cruz en ella y salió en busca de incautos. Visitó numerosas zonas de su ciudad y
lugares de culto, pero no tuvo la más mínima suerte: incluso las zonas donde había
gente inculta ya contaban con algún pastor, sacerdote o líder religioso permanente,
posteriormente buscó en otras ciudades y
nada , todos incluso lo tomaban por un Loco y lo echaban de la zona
violentamente. La verdad era que el Francmasón Pedrito Lajas, no era muy hábil para
embaucar a los demás con mentiras, siempre terminaba diciendo la verdad; y pera
tal efecto no era digamos un buen estafador. Seguro si el Francmasón Pedrito
Lajas fuera un buen mentiroso aunado a
los conocimientos masónicos hubiera desbancado a cuanto sacerdote, pastor o líder religioso que le
pusieran enfrente.
Cansado y hambriento, el Francmasón
Pedrito Lajas se detuvo en una pequeña ciudad al pie de las montañas. En la plaza de ese poblado se había reunido
una multitud enfurecida. Preguntó, y el Francmasón Pedrito Lajas ¿qué pasaba? y
se enteró de que la chusma había cogido a un ladrón estafador y lo iban a
linchar.
—Este Ladrón ha robado nuestros
ahorros, con timos y mentiras —le explicó un poblador de aquel pueblo—. Lo
hemos denunciado a las autoridades pero le
protegen, pero finalmente le hemos conseguido capturar. Estábamos discutiendo
qué hacer ahora con él, si quemarlo o ahorcarlo.
El Francmasón Pedrito Lajas se quitó
su túnica con la cruz, y se la colocó al
estafador y con una potente voz
autoritaria de francmasón les ordenó lo liberaran, y el ladrón quedó libre.
—
Cuando recapacitaron los pobladores
de esa ciudad , gritaron: ¿Qué has
hecho? —Luego los asombrados espectadores añadieron —. ¡Ha llevado Meses atraparlo!
—Le he condenado al peor de los
castigos —contestó el Francmasón Pedrito Lajas —. Que sufra el peor de los tormentos
que es tratar de estafar a los demás
como un francmasón disfrazado de Líder
Religioso.
Y es que el Francmasón Pedrito Lajas,
luego de un buen tiempo en Logia Masónica, había perdido la gracia de decir
mentiras, y había adquirido ese extraño Don de solamente decir la verdad,
seguro algo incómodo para algunas personas.
Alcoseri