La Masonería Paranormal. Parte #14
Hoy expondré un tema Paranormal
relacionado con la Masonería; que me contó hace ya unos años un hermano masón
(omito su nombre), de algo muy extraño que
le ocurrió a ese buen hermano masón de cuando fue un joven ajefista (Asociación Juvenil
para-masónica) ; seguro esto sucedió en una dimensión paralela a la nuestra.
El relato es el siguiente:
Era un Joven ajefista, cuando un
hermano masón, recién iniciado en la masonería, decidió donar varios ventiladores
de pedestal de esos clásicos marca Philips de los de antes , eso de antes del
año 2000. En su compañía y de otro hermano masón fuimos a llevar, desempacar de sus cajas y conectar los aparatos en aquel templo masónico , en una
logia en otro municipio fuera del área metropolitana
en algún lugar de México , en lo que denominamos Logias foráneas.
Al llegar a la puerta del templo,
cuando la tenida se desarrollaba, que estaba cercana a la plaza principal de
aquel municipio (se omite el nombre del municipio y de la entidad federativa),
mi hermano masón que donaba los aparatos
ventiladores me impidió la entrada, bajo la alegación de que yo no era a un masón.
El venerable salió , oyendo su argumento, así le contestó: "Déjala entrar
a nuestro hermano ajef , suspenderemos los trabajos , porque él también y el masón solo que no ha
sido aún iniciado.
Hacía un calor terrible, y eran justo las 8:30
de la Noche, aun las logias no contaban con sus minisplits con los que ahora
cuentan la mayoría de las logias del
caluroso norte de México.
Sin entender lo que él quisiera
decir, entré en el templo que a aquella hora se encontraba en penumbras , vi
que era un salón enorme, cuyas paredes laterales se encontraban revestidas por
cortinas negras que bajaban hasta el suelo, adornadas con calaveras y huesos,
el calor al interior de aquel recinto masónico , era parecía más intenso que en
el exterior.
De pronto aquello estaba en penumbras
, se iluminó.
Al fondo había una mesa que parecía
estar en un nivel por encima del piso del salón y, detrás de ella, había una
pared blanca sin ninguna cortina. Había una luz blanquecina que parecía
iluminar no sólo la mesa con también irradiar una cierta luminosidad hacia el
resto del templo. Por más que yo intentase, no pude ver dónde quedaba la
lámpara que producía tal claridad.
En cada lado del salón había una
inmensa mesa, flanqueada por innumerables sillas de respaldo alto. Mientras las
mesas como las sillas parecían ser hechas de madera maciza trabajada. En las
mesas estaban colocadas varias espadas, dando la impresión de que cada ocupante
de una silla tendría una espada a su derecha, que apuntaba hacia el ocupante de
la silla al frente.
Intrigado con aquella extraña
decoración, miré hacia arriba y la belleza del techo hizo que mi corazón
disparara un suspiro profundo. Era la parte más hermosa de aquel extraño
escenario y el más hermoso conjunto de luz y belleza que mis ojos jamás antes vieron.
Su formato era el de una bóveda,
aparentemente, hecha de acrílico colorido, sobre el que parecía incidir una luz
del cielo estrellado de aquella noche de verano. Su color pasaba de un azul
metálico a un azul intenso en el centro. De pronto apareció una luz violeta
intensa al centro tipo fuego, la bóveda en
sus cercanías y de oro los bordes de las nubes que lo decoraban. En el lado
opuesto al de aquella luz violeta, una luna llena brillaba en todo su
esplendor, y su color plateado parecía incidir y contagiar a las innumerables
estrellas que salpican aquella maravilla de la bóveda de aquella logia.
Del centro de aquel maravillosa bóveda
brotaba un rayo de luz intensa y amarillenta que incidía directamente sobre una
biblia, que se encontraba en el centro del salón sobre el altar de los
juramentos.
Deslumbrado con aquella maravilla que
se descortinaba sobre mi cabeza, me preguntaba cómo alguien podía construir
algo tan bello. Al mismo tiempo me intrigaba el origen de aquella luz que lo
iluminaba, una vez que yo no veía ninguna lámpara. Pensé ser la luz de una lámpara
de halógeno, una vez que ésa era una noche
bastante con un cielo bastante despejado no era capaz de tal intensidad, no
pensé fuese la luz del cielo estrellado tampoco, o la luz que provendría del
alumbrado público colándose por un
tragaluz o ventana en el techo.
Mi atención se dividía entre la
observación de aquel maravilloso escenario y la insistencia de mi hermano masón
para que yo apresurara el conectar los aparatos ventiladores. A pesar de la
viva impresión que aquello me causó no se atreví a hacer ninguna pregunta, o
comentar con quien fuera sobre el asunto. Pensaba que, acostumbrados a ver
aquello, para ellos no era ninguna novedad y los que no fueran masones, serían
tan ignorantes como yo.
Cuando algunos años de ser ajefista y
después de iniciarme en Orden, mi más secreto deseo era revisar aquella
maravilla de aquel templo que visite, pues yo sabía que no todos los templos
serían absolutamente iguales. Fue una gran deseo volver ya como masón y mirar a
detalle aquel templo, así en la primera oportunidad que tuviera, y ver a
detalle aquel templo tan bello. Esperé ansioso la oportunidad de volver a esa
ciudad y visitar el templo que tanto me había impresionado. Esta oportunidad
surgió casi dos años después de mi iniciación.
Al entrar en aquel templo, de nueva
cuenta, lleno de ansiedad, mi corazón casi se paró. El techo era de
cemento , pobremente pintado , no muy
alto, y algunas figuras eran pintadas en él seguramente en los años 70´s u 80´s
sobre un fondo azul . No había cortinas y las sillas eran tan simples como
aquellas con las que me había acostumbrado en mi Logia , sillas de lámina
oxidada. Sin poder contenerme pregunté al venerable cuando había ocurrido el
cambio de toda la decoración de aquel templo. Me respondió que nada había sido
cambiado desde que había ido a instalar aquellos abanicos y que la decoración y los muebles que allí se
encontraban eran los mismos desde la consagración del templo en los años 40´s,
y que el cielo de la logia había sido retocado en 1978, cuando el padre del
venerable en funciones en ese momento había sido venerable en aquel año.
Luego comenzó la tenida , y mientras
proseguían los trabajos, mi cabeza daba vueltas para encontrar una explicación
para lo que yo había visto. De repente, me acordé de que al entrar en aquella logia percibía algo diferente, aunque
no sabía de qué se trataba. Y ese recuerdo acabó trayendo otra interrogante
profunda. Vino a mi mente el recuerdo de que, la primera vez que entré en aquel
templo, su puerta estaba orientada hacia el norte. (Y yo me acuerdo muy bien de
estar frente al oeste, teniendo la puerta a mi derecha) de aquella vez, la
puerta estaba orientada hacia el sur - y eso confirmé al salir, pues yo siempre
he sido bien orientado en ese aspecto.
De todo lo expuesto, el hecho
concreto es, que hasta hoy, no he encontrado una explicación para este hecho paranormal
y, por más que intento no puedo expresar por palabras ese maravilloso
escenario, así como no encontré a nadie que me dijese si existe algún grado o
si ya existió alguno, o rito, que usara aquella decoración.
El techo de algunas logias representado en imágenes de internet, daría
una pálida idea, si el mismo fuese abovedado allí representado teñía de oro y
azul violeta del cielo en su cercanía y
también los bordes de las nubes.
P.D.
Bien , este es el relato al que podríamos llamar sobrenatural o
paranormal dentro del contexto masónico, algo
que me contó ese hermano ya hace
tiempo, pero que no es el único , otro hermano masón también me relató algo muy
parecido, pero con otras implicaciones más extrañas y que no me dejan tranquilo
desde que me lo contó; y algo me pasó luego de mi iniciación , cuando fui a
dormir esa noche soñé que ingresaba a una logia luminosa , con hermanos masones
de luz , fue un sueño muy lúcido y vivencial.
Alcoseri