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General: FILOSOFÍA MASÓNICA Y FILOSOFÍA ACADÉMICA – Parte #2
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Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: Alcoseri  (Mensaje original) Enviado: 18/06/2019 14:53

FILOSOFÍA MASÓNICA Y  FILOSOFÍA ACADÉMICA – Parte #2

 

Estamos hoy, tanto las logias Masónicas como en las aulas  Académicas y la Humanidad entera, enfrentando el agotamiento de un modelo civilizatorio que prioriza el tener y se olvida del ser. Las constantes  crisis políticas y financieras a nivel  internacional representan sólo la fractura expuesta más evidente, pero es posible identificar innumerables sistemas de preservación de la vida comprometidos y muchas opciones funcionales, acusando una creciente ineficiencia y estrecho horizonte de supervivencia. En estas condiciones, los esfuerzos para soportar la Espiritualidad y proporcionar al ser humano un paradigma efectivamente dotado de universalidad, además de una base segura para el desarrollo de las demás ramas del saber, tanto como la acción educativa de la masonería, constituyen nobles esfuerzos intelectuales, que con el fin de preservar la especie y el bienestar de la humanidad. Como se  puede ver, ambos vislumbran la misma solución: la reposición de un paradigma centrado en el ser que tiene como consecuencia evidente imponer una corrección profunda al modelo civilizatorio vigente, de ahí la resistencia constatada.

 

Las diferencias de método y de estrategia pedagógica, sin embargo, implican resultados y potencialidades significativamente diferentes. La masonería, al trabajar con símbolos y alegorías, convive mejor que la Academia con el concepto de lo absoluto en abstracciones  y con la presencia de religiones que ofrecen soluciones particulares de acomodación y armonización del espíritu humano limitado y relativo, frente a la fuente creadora absoluta y eterna. Por otro lado, el símbolo, al indicar la posibilidad de muchas versiones sobre él, cada una de ellas válida para su entendimiento , su nivel de ser,  o en su grado de precisión y refinamiento, habilita mejor al hombre a convivir con la diversidad de opiniones y vincula esa diversidad, no a una evaluación mordaz tipo correcto-incorrecto, pero a distintos grados de discernimiento de los interlocutores. Por la misma razón, la masonería convive mejor con el carácter misterioso de todo aquello que se sitúa más allá del actual campo humano de percepción y admite, con más naturalidad, el hecho de que el mundo y la existencia comportan maravillas organizativas y cierta magia imponderable que tanto se encanta pues invita al desconcierto al mantener siempre un velo de misterio. La Academia, al contrario, frente a los rumbos asumidos por las cosas en la Modernidad, encuentra dificultad hasta para admitir la pluralidad lógica que sus propios estudios demuestran, no porque les falte fundamento, sino porque ella insinúa realidades situadas más allá de la materia, y eso compromete la demarcación científica vigente basada en la inmanencia. Se comprende la dificultad, pensando en el ajuste que será exigido de las ciencias para incluir en sus objetos aspectos no materiales. En cambio, la Academia opera con mucho más rigor lógico y metodológico, y la Masonería, en función de las características de los símbolos, opera una racionalidad impregnada de emociones y sentimientos que a veces ofuscan la lógica y le confieren cierta coloración mística para muchos sin sentido. Es en ese punto es que se sitúa la diferencia relevante que logramos identificar entre las dos escuelas.

 

La Masonería, al comprender que el ser relativo tiene origen en el ser absoluto, a quien designa de Gran Arquitecto del Universo, reconoce que el ser relativo posee descendencia divina y, a causa de ello, hace distinción entre ser humano y personalidad humana. Entiende que la personalidad humana representa la conciencia forjada en la experiencia de vida cumplida en el ámbito del tiempo y del espacio y que, en consecuencia, refleja valores y creencias determinadas por las circunstancias particulares que moldearon esa experiencia en el tiempo y en el espacio. Sin embargo, entiende que allí en el fondo de esa conciencia se sitúa el ser de linaje divino que, no estando sujeto a las limitaciones del tiempo y del espacio, es capaz de conferir al hombre una mirada y un discernimiento efectivamente universal, habilitándolo a realizar la segunda navegación de Platón y contemplar las leyes del Universo.

 

Una metáfora bastante usada en la Masonería es la de la piedra a ser trabajada por el albañil. Esta metáfora sirve para indicar que cuando el albañil o masón entra en la Orden, es una piedra bruta irregular, recién salido de la cantera, aun y esta persona iniciada tenga estudios académicos o universitarios  muy destacados, para la Masonería es una Piedra en Bruto , al mismo nivel que una persona con escasa educación, pero lo mismo recíprocamente pasa si un masón ingresa a una carrera universitaria , para la academia es un neófito, aún este tenga altos grados masónico. El trabajo del aprendiz se realiza en la piedra bruta y objetiva transformarla en piedra pulida de formato rectangular que pueda ser usada de forma útil en la construcción del edificio social. Aunque esta piedra pulida es el producto natural de la Logia Masónica, no representa el límite evolutivo. Esta piedra puede, aún, en ciertas circunstancias, sufrir metamorfosis molecular y transformarse en cristal, transparente y pasivo, que se limita a reflejar la luz emanada del Creador, si como en el argot masónico se le dice cristalizar el Ser, y sin duda habrá en Masonería otros niveles superiores a la Cristalización del Ser, esto denota que la instrucción y formación en Masonería es interminable, lo contrario a una carrera universitaria donde el estudiante se titula y listo, obtiene su título y a ganar dinero, y aunque si puede seguir estudiando obtener doctorados y maestrías y demás, pero en la Masonería siempre se aprende algo más con relación a uno mismo; esa frase “Conócete a ti Mismo”  es utilizada tanto en el mundo académico como en la Masonería, pero , en el mundo académico es solamente una frase con algún sentido vago, en Masonería el “Conócete a ti Mismo” es una frase fuerte que implica incluso un profundo Dolor, dolor en el sentido que cuando te conoces tal cual eres, ya no puedes ir a buscar defectos en los demás porque tú has constatado que los tienes, por ello el “Conócete a ti Mismo” en Masonería debe ir subrayado, claro implica dolor entre otras muchas cosas. Así, el ápice de la carrera masónica se da cuando ese ser logra recordarse a  sí mismo , observarse a sí mismo , sacar las objetivas conclusiones de ti mismo,  y de la estructura ontológica que moldea la existencia del Universo y la personalidad humana, comprendiendo su papel de entrenar y habilitar la mente para operar de modo competente, -lo cumplido, se retrae, silencia y, así, permite que el ser asuma el mando de la conciencia. De esta forma, finalmente, el ser humano pleno emerge y se pronuncia. Así bien podemos entender que en Masonería la frase sería: “Estúdiate a ti mismo” mientras que en el mundo Académico la frase seria: “Estudia lo externo”. Claro lo ideal sería como se explica en el Sufismo Islámico (que es algo así como la masonería del mundo islámico), estudia lo externo y lo interno a la vez.

 

Se observa que, en esta perspectiva, no es la personalidad humana, sino que es el ser el que tiene acceso a Niveles Superiores de Consciencia y que puede operar la filosofía correspondiente, pues ésta se sitúa más allá del alcance de la personalidad humana. Se observa, también, que el ser provisto de tal filosofía, siendo esa proveedora de los presupuestos orientadores de las ciencias académicas, conoce y domina la totalidad y, teniendo en vista esa totalidad, puede ejercer con justicia y propiedad su ciencia empírica. En ese caso, habrá alcanzado la condición de dialéctico que Platón, en la República, exige como característica del verdadero filósofo.

 

Se entiende, por lo tanto, que la Academia, frente a su estrategia didáctica, tiene como objetivo y horizonte aclarar el ser y hacerle apto para lanzar una mirada competente sobre el mundo, mientras que la masonería se revela un poco o mejor dicho mucho más ambiciosa: quiere hacer del ser humano una realidad concreta, quiere realizarlo en la práctica, o hacerlo realmente consciente de si como un ser  superior que, en potencia, forma parte del proyecto de la especie: virtualmente, despertar el Superhombre de Nietzsche que nos describe en así  habló Zaratustra

Alcoseri 



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De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 18/06/2019 17:04

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De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 21/06/2019 20:20


 
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