La masonería es uno de los vectores que probadamente es capaz de ayudar a los seres humanos a realizar esta investigación espiritual, esta introspección necesaria para la comprensión de nuestro ser interior.

La Masonería es un soporte que permite la transformación de un hombre sin conocimiento de sí mismo, en ser una persona capaz de entender la experiencia del misterio que es esta vida, así este despertar interno de la conciencia propiciado en Masonería , es que simultáneamente nos coloca en el camino de la mejora de la humanidad y de cada uno en particular.

"Conócete a ti mismo" dijo Sócrates.

Esta incitación a observarse como un ser pensante al elevarse por encima de los sentimientos y opiniones particulares que siempre son solo una ilusión de apreciación basada en criterios subjetivos es, en mi opinión, uno de los secretos del enfoque masónico.

Si la iniciación comienza tan pronto como se le retira al neófito la venda que le cubre los ojos, un momento intenso de estrés y emoción, la prueba de la cámara de la reflexión sugiere la verdadera conciencia de esta necesaria introspección.

El encierro bajo una tumba, dentro de un sarcófago , la oscuridad del lugar, la mórbida puesta en escena de un funeral , en la que toma parte el postulante a masón, todo al darse cuenta que esta ahí en su propio sepelio , ahora está presente el "VITRIOL", este juego de palabras desarrollado tan hábilmente.

Que VITRIOL quería darnos a entender "Profundiza en ti, muere, explora las profundidades de tu ser, percibe la oscuridad de tus pasiones, trabaja para rechazar tus instintos más viles y resucita en la Gran Luz como un hombre nuevo o una mujer nueva".

Los primeros tres grados de la experiencia masónica participan en proporcionar respuestas a las tres preguntas existenciales que la humanidad siempre se ha hecho a sí misma:

¿De dónde venimos? ¿Qué somos? ¿A dónde vamos ?

La respuesta, según los preceptos masónicos, parece estar en el corazón del simbolismo. Estas representaciones físicas de elementos aislados o asociados tomados con mayor frecuencia del dominio de iniciaciones de un remoto pasado, elementos iniciáticos que han cruzado los siglos o en su caso milenios para llegar a nosotros cargados de significado y valores.

El masón o la francmasona estarán más que interesados en analizar estos aspectos esotéricos iniciáticos de la Masonería para tratar de apropiarse de ellos y descubrir su quintaesencia espiritual.

El aprendiz de Masonería, como implica el ritual litúrgico , trabaja para "desbastar la piedra áspera, para despojarla de su aspereza y acercarla a una forma relacionada con su ideal destino".

Le corresponde a él darse cuenta de su descuido para analizar su gesto, adquirir la precisión y la habilidad necesarias para el cumplimiento de la tarea que le fue asignada.

Armado con el cincel y el mazo, herramientas dedicadas a su rango, es invitado a llevar a cabo sus resoluciones, trabajar y perseverar.

La Escuadra le recuerda la rectitud, el rigor y la devoción sincera y asidua gracias a la cual podrá progresar.

La palabra sagrada "B" que se le comunica durante su iniciación y que significa "En Fuerza" seguro expresa el esfuerzo que tendrá que hacer para dominar sus pasiones y mejorar.

Esta palabra sagrada es el nombre que, según los textos bíblicos, tenía una de las columnas fabricadas por el Maestro Hiram para enmarcar el pórtico del templo de Salomón, al pie del cual los aprendices recibían su salario.

Esta columna, ubicada en el norte, por definición femenina, cuya correspondencia alquímica es el mercurio marca la influencia del exterior sobre el interior de la acción del profano sobre lo sagrado de la cual el aprendiz tendrá que liberarse.

Es el símbolo de la receptividad pasiva, de la asimilación, de la rectificación y de la gestación de lo que precede al descubrimiento de la luz.

Si se le pregunta al aprendiz de dónde viene, el contestará que viene de la oscuridad, luego siendo compañero masón , irá en búsqueda de su ideal, y se esforzará por comprender lo que es.

Debe, en esta etapa masónica, deberá preguntarse qué separa al hombre del animal, y qué distingue al sabio de la bestia.

Al pasar de lo perpendicular al nivel, al tomar conciencia de uno mismo, de la inteligencia de uno, de la noción de libre albedrío, uno debe actuar de ahora en adelante como un ser que piensa por sí mismo y ya no como alguien que obedeció hasta entonces ciegamente.

La marcha del compañero también le permite explorar el plan divino mientras oscila y regresa a la línea recta tan necesaria. La razón debe ser su guía.

Tendrá que construir su experiencia analizando y preguntándose sobre los errores cometidos y acumulados. Trabajará para cultivar la razón y apropiarse de las artes liberales con las que participará en la "construcción del edificio".

Aunque ilusoria, la exploración del conocimiento humano es necesaria para el masón en su proceso de progreso. Sin embargo, el regreso al eje de Oriente le recuerda a él la busca del Conocimiento y no sólo de informarse vagamente.

La palabra sagrada para el rango de Compañero es "J", que significa "Él establecerá".

La segunda columna erigida en el sur de la entrada al templo de Salomón, donde los Compañeros reciben su salario, J es el complemento perfecto para la columna de B.

Debido a su posición, son el punto de partida y el punto final, el reflejo de la ley de lo binario, la frontera entre la vida masónica y la vida profana.

La Columna “J” se identifica con el sufrimiento de los alquimistas que simbolizan la energía expansiva, la fuerza creativa. Por definición "Masculino" ejerce, desde adentro, su influencia sobre el exterior.

Alienta al Compañero a transmitir, entrenar e instruir a su vez.

Si las calificaciones de aprendiz y oficial se basan en textos bíblicos, el Dominio se basa en una leyenda.

Hiram Abif, arquitecto y maestro constructor del Templo de Salomón, fue, según esta leyenda, asesinado por tres de sus Albañiles en grado Compañeros por no haberse rendido a sus exhortaciones para entregar la sagrada palabra de los Maestros. Esta palabra tan sagrada se perdió para siempre y fue reemplazada por una palabra sustituida para continuar el trabajo.

En este contexto, el mito de Hiram parece proporcionar un apoyo que nos compromete a penetrar en las dimensiones ocultas de la realidad humana y su sacrificio , sacrificio que abre perspectivas para la investigación espiritual.

Al circunvalar en el templo hacia atrás, el Compañero se ve obligado a volver a visitar su pasado y tomar conciencia del viaje de iniciación realizado mientras sugiere el trabajo que se proporcionará. Este viaje caminando hacia atrás resulta inusual, se le ve como sospechoso, también refleja el desorden que se ha asentado en lo que fue nuestro templo.

Es un paso atrás de ti mismo, una síntesis de tu experiencia, una transición a una nueva etapa, un nuevo estado.

La inversión y la visión del desorden y el caos, naturalmente, llevan a cuestionarse. Esta puesta en escena es macabra, la atmósfera pesada que reina en el templo nos ahoga , y lo coloca en una situación de incomodidad prestada por la sospecha.

El destinatario, a través del juego de roles de la ceremonia, reemplaza sucesivamente a los indignos compañeros y asesinos, el confidente capaz de recibir el secreto y luego el propio Hiram asesinado y resucitado.

Los compañeros instigadores del drama, interpretados por el Venerable Maestro y por los dos revisores siempre vigilantes, nos recuerdan que el hombre es falible e imperfecto y que puede, en cualquier momento y a pesar de su aparente sabiduría, dejar que reaparezcan sus instintos y su codicia. Los vigilantes en Logia nos recuerdan la enseñanza de Gurdjieff respecto a que alguien debe estar dentro de nosotros vigilante, observante , uno debe nombrar a Yoes observantes de cada lado de nosotros , uno viendo desde fuera y otro desde dentro, el rol del Venerable Maestro seria la del Yo Mayordomo , pendiente de que todo salga bien, así hasta que parezca el dueño Yo Amo de Cada , el Yo Real , Dios.

El lugar de entierro de Hiram es encontrado gracias a la rama de acacia, los supervisores observantes y vigilantes trataron de revivirlo sin éxito con las sagradas palabras de aprendices y compañeros. Luego se necesita la fuerza combinada de los tres maestros masones que dirigen la logia para devolverle la vida a Hiram por los cinco puntos de dominio de contacto , ya que se necesitaron tres para perpetrar su asesinato. Y es cuando Hiram resucita vuelve a la vida encarnado alegóricamente en el nuevo Héroe masón , el recién exaltado al sublime grado de maestro masón, el grado más alto de la francmasonería.

Hiram renace por la unidad encontrada.

En este momento, el Muy Venerable Maestro entrega al "nuevo HIRAM resucitado" la palabra sagrada sustituida "M-B", la orden renace del caos, las obras reanudan la logia que cubre la serenidad.

"M-B", que se traduce por "hijo de putrefacción", pero también por "hijo del padre", trae al nacimiento no tanto físico sino espiritual del hombre resucitado de su tumba.

Esta palabra sagrada sustituida, además del hecho de que permite la continuidad del trabajo, también nos indica que la sabiduría y la verdad sólo pueden adquirirse a costa de investigación personal y no simplemente dando una conferencia.

¡También podemos, en esta etapa, preguntarnos acerca de la existencia de la verdadera palabra sagrada masónica! ¿Existe? ¿Será conocida por un pequeño grupo de Masones?

¿No podemos imaginar que todos pueden ser intrínsecamente depositarios y que es necesario buscar en uno mismo la parte de la divinidad que nos anima?

¿No podemos imaginar que esta palabra perdida es en realidad el nombre del Gran Arquitecto del Universo?

¿Esta palabra perdida no nos remite al Génesis, a la palabra creativa que da vida a los elementos al nombrarlos?

Algunos hermanos masones aseguran que poseer la verdadera palabra sagrada le otorga al Masón un enorme poder, leyendas alrededor de la “Palabra Perdida” hay muchas. Incluso se dice que el Mismo Cristo fue acusado de robar del Templo de alguna forma esta palabra y usarla , para sanar enfermos y hacer milagros.

Estas diferentes preguntas nos devuelven a nuestro compromiso masónico inicial que nos exhorta a salir de la oscuridad para buscar la luz.

Sin embargo, el curso está marcado con preguntas permanentes y las respuestas que creemos que encontramos incansablemente nos envían a nuevas preguntas.

Descubrí que el proceso masónico, es un viaje iniciático sin fin, no se puede trasmitir , no se puede comprar , no es el tema de ningún curso magistral, se construye a diario, se enriquece con las experiencias acumuladas, se alimenta del contacto con los hermanos de la logia, es el generador de una transformación lenta e imperceptible que da forma a nuestros sentimientos y nuestra razón.

En conclusión, me gusta como masón ir por este viaje emocionante hacia el interior de mí mismo. Que no dudo me convierta en un mejor hombre, un hombre capaz de brindar paz y serenidad a mi entorno nacional, mundial , a mi círculo familiar y claro a mis hermanos masones.

Alcoseri