LA MASONERIA FRENTE AL MUNDO COMTEMPORANEO

Si al aprendizaje de los diversos conocimientos que son base de la cultura, humana, se une siempre el estudio preliminar de la historia de cada una de las ramas del saber, no podemos excluir de este esencial requisito, a los conocimientos masónicos, de tal forma, que a nuestro juicio, para llegar a la fácil comprensión de lo que realmente es nuestra Orden, se requiere forzosamente acudir al estudio de sus antecedentes históricos.
Creo firmemente, que las desviaciones en que por desgracia incurren gran cantidad de masones, se deben al desconocimiento del desarrollo histórico de la Institución.
Nuestra posición en este punto es bien categórica, al estimar que la masonería tiene, en el apego a sus tradiciones, su principal base: en las tradiciones que han de conocerse por medio del estudio de su historia. En esta ocasión por obvias razones no profundizaremos en la historia de nuestra Institución, resaltaremos brevemente sus principios de sustentación.
Ser masón no es solo haber sido iniciado, prestado, con más o menos devoción unos juramentos y observar las liturgias, como se observa una ordenanza para no ser excluidos de la colectividad a la que se ingresa.-
LA MASONERIA REQUIERE LA CAPACITACION PLENA DE SUS IDEALES, DE SUS PRINCIPIOS, DE SU PROYECCION EN LA VIDA DEL HOMBRE. HAY QUE ESTAR TOTALMENTE INTEGRADO EN ELLA, SIN TALES REQUISITOS, SE PERTENECERA A LA ORDEN PERO SE ESTARA MUY LEJOS DE SER MASON.
Quien crea que ser MASON consiste en poder ejercer libremente, sin cortapisa alguna, el derecho de expresar su opinión, aun cuando esta sea totalmente opuesta a los lineamientos de la Orden y no admita además el ser instruido en su historia y sus atecedentes y excluya la necesidad de observar rigurosamente, tanto sus postulados, como sus formas externas, no ha entendido correctamente la masonería y su presencia en Ella, representara un constante peligro para su estabilidad, no pretendo en esta exposición, llenar vuestras conciencias de minuciosos antecedentes históricos acerca de la masonería, si no breves lineamientos que os ayuden a conocer más tarde los principios filosóficos que sustenta nuestra institución. EL HOMBRE HA BUSCADO A TRAVES DE LOS SIGLOS UN IDEAL, QUE LE AYUDE A SUPERAR LAS INTERROGANTES ACERCA DE LA VIDA Y LA MUERTE, ACERCA DE DIOS Y LA FORMA ESPIRITUAL DE IDENTIFICARSE Y ALCANZAR LA GRACIA DEL SER SUPREMO. ACERCA DE LA CONDUCTA MORAL QUE LE PERMITE UNA RELACION CORDIAL Y AMABLE CON SUS SEMEJANTES.
El ideal que el hombre ha buscado a traves del correr de los siglos, lo avizora claramente en nuestra institución. Porque nuestra institución es una asociación de principios verticales, filosóficos, filantrópicos, altruistas, progresistas y universales.
ES UNA INSTITUCION QUE TIENE COMO DIVISA EL ESTUDIO DE LA FILOSOFIA MORAL QUE NOS LLEVA AL CONOCIMIENTO Y A LA PRACTICA DE LAS VIRTUDES, en consecuencia, es requisito mínimo que los masones se comporten de acuerdo con las leyes morales: es la condición mínima de la supervivencia de la masonería, la cual sobre este punto, salvo raras excepciones puede enorgullecerse de la conducta de sus miembros a título individual y de sus acciones colectivas de beneficiencia y caridad.
ES ASI COMO LA MASONERIA SE HA CONVERTIDO EN UNA GRAN INSTITUCION.-
La masonería es deísta es decir que acepta todo aquello que sea comprensible por medio del razonamiento y por consecuencia, es ajena al rezo, a la ofrenda y al sacrificio por persona alguna, admitiendo cocciones, ni verdades reveladas, la masonería nos enseña a caminar con seguridad a traves de las tentaciones y peligros que nos acechan, y ha conocer de un modo filosófico, practico, y, radical, LO QUE EL HOMBRE DEBE A DIOS, ASI MISMO Y A SUS SEMEJANTES.
¿Por qué obligaría la masonería a hacer tan CLARA expresión de los deberes que el hombre tiene acerca de Dios?, sabemos que en la mas franca y completa acepción de la palabra, la masonería no es precisamente una religión, por más que esencialmente tenga enseñanzas que pudieran considerarse religiosas o tal vez un misticismo concentrado, y, en este caso resultaría incongruente que una institución seria como la nuestra, impusiera como principio inviolable, la creencia en la existencia de Dios. (Landmark XXIV).
Huyendo del dogmatismo de toda definición, dejemos a cada uno de los hermanos que piense en Dios y lo adore en la forma, modo y lugar que mejor le acomode, bastándonos como única guía para esta veneración que el Dios en que la masonería cree, NO ES EL DIOS ANTROPOMORFO DE LAS RELIGIONES IDOLATRAS, ni el Dios sanguinario y cruel de los barbaros, SINO EL PENSAMIENTO ABSTRACTO SOBRE LA RAZON SUPREMA DE LA VIDA UNIVERSAL, UNA COMPRENSION RACIONAL SOBRE TODO LO EXISTENTE, que será mas y mas perfecto a medida que el principiante acepte que donde debe elevarse el altar para su veneración NO ES OTRO QUE LA CONCIENCIA HUAMNA, solo asi será más puro SERA DE CONCEPCIONES MAS AMPLIAS, DE ACCIONES MAS ELEVADAS Y DE PRINCIPIOS PERFECTAMENTE DEFINIDOS.
La masonería no es, como se ha creído y difundido infortunadamente, una institución de carácter dogmatico, o bien, como se ha interpretado en otras ocasiones, practica oculta o cabalística o ridícula adoración de fetiches.
Yo señalo desde la más alto de esta tribuna de la elocuencia: LA MASONERIA NO CONSTITUYE UNA “MAFIA” PODEROSA, MENOS AUN, COMO INGENUAMENTE ALGUNOS CREEN UNA AGENCIA DE COLOCACION DE EMPLEOS.
En realidad la masonería al irse integrando, paulatinamente, fue tomando de todas las religiones, todas las posiciones filosóficas, de todas las sectas y asociaciones secretas de la antigüedad, de las cofradías y fraternidades, LO POSITIVO, LO NOBLE, LO ELEVADO, asi por ejemplo, de LOS MISTERIOS DE ISIS, EGIPCIOS, TOMO LA CREENCIA EN LA INMORTALIDAD DEL ALMA; DE LOS CIRCULOS MAGICOS DE LOS ASIRIOS-CALDEOS, EL AFAN ESTROLOGICO DE LA INVESTIGACION DEL UNIVERSO, QUE DESPUES SE TRANSFORMA EN LA ASTRONOMIA; DE LOS MISTERIOS PERSAS, EL AFAN DE NO MENTIR; DEL HEBREO, SU RIGIDA MORAL; DEL GRIEGO EXQUISITO Y POETA, TODA SU ARMONIA Y TODA SU IMAGINACION. DE CADA GRUPO FUE TOMADO LO PLAUSIBLE, PARA FORJAR SU PROPIA FILOSOFIA.
El fundamento eminentemente moral de la masonería, ha impulsado a sus integrantes a participar en forma activa, imparcial y diligente, en el proceso histórico de nuestra Patria, INDEPENDENCIA, Y REVOLUCION. Ya que sus columnas se sostienen firmemente por personas que realizan un trabajo para superarse libremente de las cadenas, DE LA MISERIA, DE LA IGNORANCIA Y DE LA INJUSTICIA. ALGUNOS DE SUS MIEMBROS REALIZAN SUS ESFUERZOS EN FORMA MATERIAL, LOS OTROS ARTISTICAMENTE DESPRENDIENDO SU ESPIRITU QUE SE PLASMA EN EL CONCIERTO DEL AMOR Y LA POESIA, OTROS EN EL CAMPO DE LA CIENCIA, DE LAS LETRAS, DE LA PEDAGOGIA, impregnando de esta manera la atmosfera que aspiramos de la FRAGANCIA SUAVE DE LA LIBERTAD, DE LA IGUALDAD Y DE LA FRATERNIDAD, PUNTALES CUYA RECIDUMBRE NOS HA IMPULSADO A SALIR DE LOS ABISMOS PROFUNDOS DE LA INMORALIDAD, Y ELEVARNOS HASTA LA CIMA DEL PROGRESO, COMO CORO TUMULTUOSO DE AGUILA BRAVAS EN MEDIO DEL ESTRUENDO HOMICIDA Y SANGRIENTO DE NUESTRO MUNDO.
Es menester reiterar con Martí que la masonería es una forma activa del PENSAMIENTO LIBERAL, que nuestra institución tiene entre otros objetos, borrar de la mente de los hombres, los prejuicios, DE CASTA, COLOR, ORIGEN, RELIGION Y NACIONALIDA destruyendo el fanatismo y la superstición que se aviva en el crisol de las pasiones insanas.- EXTIRPANDO LOS ODIOS RACIALES, POLITICOS Y RELIGIOSOS, MEDIANTE LA FORMULA DE QUE, EL SER HUMANO ESTA DOTADO DE FACULTADES QUE DESARROLLA LIBREMENTE PARA SATISFACER SUS NECESIDADES FISICAS, MORALES E INTELECTUALES Y CORDIAL, FRATERNAL Y JUSTICIERAMENTE PIENSE EN LA HUMANIDAD COMO UNA GRAN FAMILIA UNIVERSAL CUYOS ESLABONES RESONANTES NOS UNEN POR EL AMOR LA SABIDURIA Y EL TRABAJO.
Por insuperables principios la masonería no motiva, ni acarrea prosélitos y mucho menos recurre al terror, ni a la coacción disciplinaria, ni a la frágil subyugación momentánea, para aumentar sus miembros, ni mucho menos ofrece premios o avances rápidos a los grados que despierte a los neófitos ambiciones y personales intereses, por el contario nuestra institución en forma serena y justiciera llena al hombre de PRUDENCIA, RECTITUD, VALOR Y FILANTROPIA, DE VERDAD Y CONOCIMIENTO, Y , LO HACE FUERTE COMO EL HURACAN, PLENO DE BELLEZ COMO TODA AURORA, LO BAÑA CON EL CANDOR DEL SABIO Y DEL APOSTOL, HASTA CONVERTIRLO EN UN SANTO LAICO, QUE AME LA VIDA, QUE SE SUPERE EN ELLA Y ALCANCE EN LA TIERRA LA FELICIDAD A QUE OBLIGA NUESTRO BREVE TRANSITO TERRENAL.
Nuestra institución alienta en el hogar y en la calle y sus hombres sobresalen en todas las disciplinas en la cátedra, en el taller, en el sindicato, en el surco, en la tribuna pública. Su pensamiento vive, es tan vigente sus palabras y son siempre actuales sus afanes, EN LOS QUE ALIENTA DON QUIJOTE Y CRISTO, LOCOS DEL IDEAL Y DEL AMOR.
La masonería jamás se estanca. Responde con acción, trabajo, y entrega a los constantes aldabonazos que llaman a su puerta, suma sus enseñanzas doctrinales a LOS CAMBIOS POLITICO Y SOCIALES, A LOS AVANCES TECNICO Y CIENTIFICOS, A LA SUPERACION FILOSOFICAS Y ECONOMICAS, A LAS TRANSFORMACIONES ARTISTICAS Y CULTURALES, Y , PROYECTA SABIAMENTE A SUS HOMBRES EN LA POLITICA, EN LA EDUCACION Y EN LA CULTURA.
Si el hombre libre y de buenas costumbres, asimila la esencia doctrinaria de los principios de sustentación de nuestra institución, se capacita para intervenir en el proceso dialectico-histórico de la Patria, y si entiende a la política como una ciencia de servicio a los demás, se abocara a la solución de los problemas económicos, políticos, sociales, y culturales que afectan a la comunidad en que radicamos.
Acorde a esta conclusión resulta obsoleta la prohibición de hablar sobre política en las logias simbólicas, no se justifica a la luz de la ciencia esta prohibición, ya que nos encontramos capacitados moral e intelectualmente para hacerlo.- Además no solo nos compete hablar de política, nuestra obligación en forma individual, es participar activamente dentro del proceso de dignificación de la política, PARA QUE LA POLITICA SEA REALMENTE UN A CIENCIA AL SERVICIO DE LOS DEMAS.

LUIS JUAN MUÑOZ LAMONEDA