La etapa eufórica puede ser reemplazada por un estado de malestar que conduce a depresión transitoria o reacciones de pánico o ansiedad. Un estado de confusión que puede conducir a sofocos. La fase de éxtasis puede ir acompañada de un estado de ausencia mórbida de la voluntad que, además, pueden ser buscadas por ciertas sectas para que sus sujetos pasivos e inactivos.

Un cigarrillo de marihuana equivale al consumo de 5 a 15 cigarrillos de tabaco. La edad promedio de aparición del cáncer de garganta para los consumidores de cannabis endurecido es de 30 años.

Debe saber que el delta-9-thc o tetrahidrocannabinol , tarda mucho tiempo en eliminarse del cuerpo: su vida media es de 3 días, es necesario esperar de 10 a 30 días para evacuar definitivamente un cigarrillo de cannabis y luego que una dosis similar de alcohol se elimina en 6 horas, de heroína en 8 de cocaína en 2 En términos de delincuencia, la despenalización tendría el efecto de aumentar la importación de otras drogas mucho más dañinas. De hecho, los círculos de la mafia que retiran del cannabis un maná significativo Re ventilarían su actividad si la llegada del dinero resultante de la hierba se cortara bajo sus pies. Nos arriesgamos a ser sometidos a una ola de polvos de todos los colores o pastillas de amor de todas las formas.

Entonces, por todas estas razones, estoy decididamente en contra de la despenalización.

Dicho esto, ofrezco el tercer tema del dilema del burro de Nasrudin , y en el contexto de este foro masónico , resultará el más controvertido.

La masonería es una religión.

Es divertido anunciar esto en un entorno conocido entre Masones, que resulta polémico. Aun así, creo que es verdad, la Masonería es una religión El secularismo defendido por los masones no los protege contra esta afirmación. Además decir que existimos masones fanatizados en lo relacionado a la Masonería, digo existimos porque me incluyo como un fanático masónico.

El secularismo es la práctica libre de todas las religiones, hacer del secularismo un caballo de batalla es una forma de defender su parcela en la parroquia masónica.

Me hice la pregunta de qué caracteriza a una religión.

Hay Dios, en Masonería es el GADU.

Existe el lugar de reunión, el templo, idéntico en todos los países. Están las costumbres, la asistencia, las fiestas, la forma de pensar.

Si un extraterrestre ajeno a religiones y masonería , visitara ambos templos, el templo cristiano y el templo masónico, la verdad no notaria gran diferencia

Ahí está el rito y el atuendo .

De hecho, hay todo lo que conecta y religa a los seres humanos y que tiene una cierta permanencia y ahí estamos, masones y religiosos con más similitudes que diferencias.

Sí, creo que la Masonería es la más útil de las religiones, donde es necesario tener fe en el ser humano, tener necesariamente fe en uno mismo , en en Masonería en donde sabes que Dios no va a venir a hacer lo que uno tiene que hacer por uno mismo .

En todas las religiones, Dios es la imagen del Ser Humano magnificado , por tanto tener fe en el hombre es tener fe en Dios.

Y como con todas las religiones, existe en la masonería el mito de un hombre extraordinario con un destino tan inusual que sólo podría haber sido dibujado por una mano divina, tal es el caso de Hiram Abiff el héroe masónico, con un parecido extraordinario a Jesús el Cristo.

La masonería es una religión porque tiene la intención de mejorar al hombre y a toda la humanidad, profesando que cada hombre es un hermano, abogando por la libertad individual, la igualdad compartida, y la fraternidad ofrecida.

Decir que la Masonería es una Religión es una gran ofensa para muchos masones , que defenderán que la Masonería es la antítesis de la Religión.

Como en todas las religiones, la religión masónica tiene su procesión de absurdas prohibiciones y obligaciones que como en religión pocos o nadie llevan a cabo. En Logia prohibido hablar política , cuando en cada sesión masónica o tenida, se aborda directa o indirectamente de temas políticos, en Logia prohibido hablar sobre religión, en Logia prohibido grabar, burilar o cincelar secretos, en Masonería se tiene obligación de prestar juramento sobre las regulaciones actuales y futuras sobre un libro eminentemente Religioso como es la Biblia, en Logia usted no puede moverse libremente: si en Logia está absurdamente prohibido incluso caminar si no es dextrógiramente , incluso en logia moverse libremente está prohibido como lo haría usted en cualquier iglesia, sinagoga o mezquita, que sea ha de Respetar el ritual del tronco o saco de beneficencia en donde todos están invitados a dejar sus limosnas.

Sí, creo que la Masonería es una religión, y aún y todas son complejidades y prohibiciones , la Masonería viene siendo o mejor dicho resulta ser la Religión Perfecta.

En Masonería todo el tiempo nos sentimos como el Burro de Nasrudin , si, entre decir o no decir, entre hacer o no hacer, entre provocar el cambio o no provocarlo, entre creer que con la acumulación de Grados Masónicos , te iluminarás o que terminarás con más grados masónicos , más confundido que antes.

Creo que hasta este punto , muchos masones ya sabrán quién es Nasrudin, un masón que no conoce quién es Nasrudin , eso como un Mexicano que no conoce los tacos.

Pero volvamos al dilema del Burro de Nasrudin ,entramos en la Masonería de la Misma manera que entramos a una iglesia , listos para ser diferentes en la práctica, para ser buenos , comprometidos a encontrarnos a nosotros mismos y encontrar el camino hacia el otro de la misma manera, listos para hacer gestos para pronunciar palabras que No necesariamente entendemos.

El Masón trabaja al aire libre porque el Gran Arquitecto del Universo se esconden en las estrellas, y es a través de esta apertura que el corazón del hombre está vinculado al cuerpo de lo divino.

Ser masón es saber que el espacio está formado por dos partes, una profana y la otra sagrada.

Está aprendiendo que lo que está arriba es como lo que está abajo, está aprendiendo que hay algo arriba. Nuestro compromiso nos proporciona una moraleja que nos acompaña en nuestras acciones y gestos seculares o de la vida profana.

Dicho esto, para hacer bien al burro de Nasrudin tenemos que mirar a la otra opción.

Y, por otro lado, se dice que la Masonería no es una religión.

La demostración más fácil de que la Masonería no una Religión es la ausencia de dogmas. Aquí no hay obligación de creer en un Dios revelado y antropomorfo. En el ámbito de la conciencia personal cada masón , se pasa por alto las prohibiciones impuestas hace 300 años, como esa de que la mujer no es aceptada en Logias .

El artículo en las constituciones de Anderson sobre Dios y la religión habla de un estúpido ateo y un libertino irreligioso.

Lo que implica que uno puede ser ateo, no creer en Dios mientras tenga una cierta conciencia de lo sagrado.

El Masón es libre de sus propias convicciones o de su ausencia de convicciones , y de ahí que no es necesario para el masón rendirle cuentas a nadie. El Masón el libre de interpretar el simbolismo masónico como le venga en gana , incluso el masón es libre acomodar o interpretar su idea de qué o quién es El Gran arquitecto del Universo.

Para ingresar a la masonería, el bautismo o la circuncisión no son criterios de admisión o rechazo. Si trabajamos en el recinto del templo de Salomón, todos sabemos que sólo tiene una dirección simbólica e histórica, a diferencia de cualquier iglesia que brinde definiciones precisas a sus símbolos, la masonería deja libre a sus seguidores para interpretarlos, para cada Masón tendrá un particular sentido todo lo que se le explica en Masonería, incluso en Logia nadie te impondrá una idea precisa de qué es o qué no es la Masonería .

La verdad en la masonería no es una, sino una multitud, revela una faceta de cada obra presentada, de cada piedra cortada.

La masonería si afirma en algunos lugares la existencia de un gran arquitecto, pero no obliga a ninguno de sus miembros a adherirse a una definición precisa de este GADU. Lo que es más, no hay un símbolo en la masonería, que represente a Dios El Gran Arquitecto del Universo. Dios no puede ser representado de forma gráfica , simbólica, numérica o escrita.

Ni dios ni maestro, esta famosa aclamación anárquica bien podría nacer de la boca de una persona con información masónica privilegiada.

La búsqueda del maestro masón es la palabra perdida, esta palabra en los textos es la de un hombre, no de una deidad, la enseñanza masónica lo convierte en de un mortal, a una imagen inmortal, ya que representa sólo el arte de perpetuarse en las generaciones de masones porvenir .

Mientras que la religión trae palabras de verdad, La Masonería tiene para todos los idiomas un alfabeto de símbolos cuya lectura individual es, en última instancia, intraducible. Los rituales nos dicen que la masonería nos pide que amemos la justicia, que la veneremos , todo servir a la Humanidad de todo corazón. Pero no es una cuestión de justicia divina, es una cuestión de justicia humana en sí misma. Lo que se construye por juicio y con la razón ya que están vinculados.

De hecho, los textos de masónicos nos animan alienar nuestro juicio personal como de un increíble valor , o sea , lo que tú creas, pienses, hagas o digas , será respetado y valorado por todos los masones, ¿qué religión haría esto? En las religiones lo que tu pienses , creas , hagas o digas, no tiene importancia.

No, la masonería definitivamente no es una religión.

Así es, mis hermanos masones y no masones, todavía tengo que valorar mi condición de burro para concluir. ¿Por qué les sugerí hoy 6 de marzo de 2020 este tema?

En las enseñanzas del Sufismo Islámico el Burro representa a veces el cuerpo físico, otras veces nuestra condición animalizada básica, nuestro yo emocional, pero no por ello es algo despreciable , sino algo necesario de controlar. Recordemos que el sufismo es la masonería del mundo del islam.

Por tanto no hace falta decir que si lo hice de burro todavía tengo mi opinión sobre los temas anteriores.

He estado pensando durante mucho tiempo en un espacio pequeño que me parece cautivador.

Lo llamé el punto de inflexión.

Este punto de inflexión es donde la mente está lista para inclinarse hacia un lado más que el otro. Es el microsegundo donde se decide el acto, el infinitamente pequeño que conllevará todas las consecuencias de la elección. Puede estar en el límite que fija el paso del iniciado, ya sabes, entre los cuadrados en blanco y negro del adoquín de mosaico de una Logia . Esta caminata en Logia es en el límite, para llegar al punto de inflexión, es bastante enigmático. Se asemeja a la actitud del burro de Nasrudin . Al escribir este relato me llego al comienzo del razonamiento.

El límite no se establece para estacionarse allí, se hace para ser inspeccionado y luego abandonado cuando llega el punto de inflexión. El iniciado masón no puede permanecer en la contemplación de fuerzas complementarias sin elegir, sin tomar una opción.

La posición inestable en un pie, en la parte superior del punto de inflexión, nos permite contemplar el ángulo más amplio posible, pero no podemos quedarnos allí en el Momento . Tenemos que elegir. Es decir uno deber decidir.

El peligro es no poder hacerlo, permanecer paralizado por la observación, no poder extraerse de las fuerzas opuestas.

Todo es verdad y su opuesto también. La falacia nos permite demostrarlo todo.

¿Es nuestra elección arbitraria? Si por supuesto. Todas las elecciones históricas que el tiempo nos permite analizar nos devuelven a esta enigmática: micro-zona.

Hay algo fascinante al respecto, en nuestra historia personal , existen momentos que decidieron y nos marcaron para todo el resto de nuestra vida. Es un momento muy fuerte, imagina por ejemplo el momento que nació tu hijo, el día que conociste a tu esposa. Está claro en la preparación previa, en el camino trazado, todo lo que hay antes del momento en que nos encontramos en la trinchera de la vida. Frente al vacío, frente al otro lado. El momento crucial es cuando un impulso muy leve nos volcará. El resto es solo una consecuencia.

Pero el momento en que la decisión de saltar se une al acto es el momento más intenso del evento.

Se tiran los dados. La historia humana en su conjunto está marcada por puntos de inflexión.

La historia individual es igual de importante. Todos tendremos que enfrentar un último punto de inflexión, ese momento al borde del reino de los muertos cuando llegue el momento de partir al Eterno oriente.

Todos tendremos que vivir un momento en el que tendremos por un lado lo que fue nuestra vida y por el otro lo que será nuestra muerte. Sin ser suicida, estoy ansioso por saber de este momento.

Es un punto único, el punto de la verdad última, el punto del vacío final.

Este punto está bastante bien simbolizado en la historia Masónica.

Un día, un aprendiz de Masón le pregunta a su maestro masón cómo se las arreglaba para saberlo todo y tener la actitud correcta en todas las circunstancias.

Es por lo que soy, dice el maestro masón. Y pregunta el aprendiz de masón ¿Pero aun así busca aprender?

Escucha, respondió el maestro, te doy un sobre cerrado. Tras mi muerte y sólo después de mi muerte, te autorizo ​​a abrirla y acceder al gran conocimiento del dominio de sí mismo y de tu entorno.

El aprendiz de masón guardó el sobre sin abrirlo hasta la fecha anunciada.

La noche después de la muerte del maestro, y que el maestro masón ocupaba su columna en el Eterno Oriente, el aprendiz elige un lugar y el momento donde sería agradable para él recibir el último gran conocimiento masónico.

Con manos temblorosas, rasgó el sobre y extrajo una pequeña tarjeta de cartón.

Eso es todo lo que contenía.

En un lado de la tarjeta estaba escrita por la mano del maestro en letras blancas sobre un fondo negro "todo lo que está escrito en el otro lado es cierto".

El aprendiz volteó la pequeña tarjeta de cartón, y estaba escrito por puño y letra del maestro masón en letras negras sobre un fondo blanco "todo lo que está escrito en el otro lado es falso".

Alcoseri