El Símbolo en Masonería 

Partamos que lo que se entiende por símbolo en el mundo secular o profano, no es lo mismo que se entiende de símbolo en Masonería; y de ahí comencemos a abrir nuestra mente a otra nueva dimensión de la realidad.

Vamos a poner el ejemplo que es símbolo o signo de trafico   de Stop o Alto, representaría para todo el mundo hacer un freno , frenar nuestro coche , o parar nuestro andar o parar nuestra marcha. En cuanto en Masonería un símbolo masónico  cualquiera representaría de manera muy personal lo que nuestro entender consciente sugiera, todo para que posteriormente gracias a esto , todos aprendamos un mismo lenguaje simbólico, con el cual todos los masones del universo  estemos de acuerdo; esto se explicaría con la idea que al mentalizar estos símbolos masónicos , y que algo se active en nuestra psique , así,   en un estado superior de consciencia y todos entremos con consenso. Suena algo complejo , pero sin duda es lo que pasó en el pentecostés bíblico       

Vayamos al ideograma chino representa directamente el objeto o, como sugiere su nombre, la idea. Es independiente de la expresión oral y será entendido por aquellos que hayan aprendido las reglas aunque no conozcan las lenguas habladas de las que constituye la escritura, en este caso el idioma chino .

Un ejemplo, abreviatura y no símbolo: si escribe "doce", me entenderán los que practican matemáticas , "XII" en números romanos tendrá, en cambio, un significado, independiente de su pronunciación en diferentes idiomas, será entendido por todos los usuarios del alfabeto latino.

El símbolo es solo una abreviatura en sentido literal. Se está globalizando y no se puede reducir a nuestros propios límites.

Es un camino hacia lo Universalmente masónico, que todo masón entenderá , que representaría el símbolo de la Escuadra y el Copas entrelazados.

El ingeniero , el bailarín, el músico, el alfarero, todos aquellos que ejercen una profesión y no un simple oficio están en contacto con la realidad, resonarán con el breve texto que sigue. Aquellos que descubrirán allí un aspecto desconocido del mundo, encontrarán allí una clave para aprehender lo inexpresable.

Cuando hablamos de "luz en Masonería ", no se trata de luz física, sino de lo que le corresponde en los mundos superiores y que solo puede concebirse mediante una transposición analógica. La luz física es sólo un símbolo de esta Luz superior donde está el Gran Arquitecto del Universo. Dado que los masones de todo el mundo  recurrirán constantemente al pensamiento simbólico, es bueno intentar ahora identificar cuál es el símbolo.

Origen del término

Un símbolo (del latín: simbŏlum, y este del griego σύμβολον) es la representación perceptible de una idea, con rasgos asociados por una convención socialmente aceptada. Es un signo sin semejanza ni contigüidad, que solamente posee un vínculo convencional entre su significante y su denotado, además de una clase intencional para su designado.

Llamamos símbolo a un término, un nombre o una imagen que puede ser conocido en la vida diaria aunque posea connotaciones específicas además de su significado corriente y obvio. —Carl Gustav Jung.

Entremos en detalle a palabra Símbolo que  deriva como dijimos  del griego sumbolon, sumbolon, que se usaba para designar una cosa compuesta de dos partes. El sumbola, sumbola, representaba en Grecia las dos mitades de una tableta o de cualquier objeto que se hubiera roto durante un contrato y que cada una de las dos partes contratantes conservaba en memoria del acuerdo.

Sumbola también podría usarse como un signo de reconocimiento entre dos individuos al unir las dos piezas.

El verbo sumballein, sumballein, significa reunir, ensamblar, y deriva de bolein, bolein, lanzar, porque sumballein originalmente tenía el significado de lanzar juntos. Desde este punto de vista, su antónimo, diaballein, diaballein, el origen de nuestra palabra diablo, significa arrojar, separar.

Lo que hemos aprendido de etimología grecolatina, encenderemos de la raíz de las palabras en español , y así  conservar su significado original  

Gran parte de la naturaleza del símbolo se deriva de esta etimología.

El símbolo, huella de una Unidad perdida, de una palabra perdida , es el recuerdo de una vieja alianza del ser humano  con las realidades superiores y divinas. Y como todo lo que es originalmente estaba incluido en esta Unidad, todo lo que existe, de este mundo o de los demás, puede concebirse como una de las dos partes de una realidad total, con la condición, sin embargo, de no considerar estas partes como iguales y complementarias, lo oculto no tiene nada que ver con lo que se muestra. Así, los  seculares o profano viven en el  mundo de la separación y no de la unidad que se requiere en Logia Masónica (la luz física se separa de la "luz francmasónica"). Pero al mismo tiempo, como símbolos, recuerdan lo que está al otro lado de la línea divisoria (la Luz superior es el objeto de una reminiscencia que provoca la luz física). Desde este punto de vista la función del símbolo es al menos mostrar una cosa en su realidad truncada que referirse a eso solo que la devolvería a su integridad si  la separación desapareciera. En resumen, los símbolos tienen el mismo estatus que las palabras que significan eso a lo que tratan de explicarnos.

Y, como el profano o el laico no masón  no considera las cosas de esa manera, sino que se detiene solo en lo que son en sí mismos, sin tener en cuenta la realidad oculta que designan, por eso los símbolos siempre han servido como un signos de reconocimiento entre los iniciados masones . Cuando leemos la Santa Biblia o Libro de la Ley , entendemos los masones  que detrás de esas frases escritas hay un significado superior que va más allá de la simple literalidad. 

El símbolo en Masonería es lo que permite vincular las cosas de abajo con las de arriba y todas juntas para unir al meditador a su Principio divino. En este sentido, el simbolismo masónico  es la antítesis de todo lo que separa, del pensamiento analítico y conceptual que no deja de trazar fronteras entre las cosas a la fuerza descendente, se por tanto ese Ego diabólico , que separa las hipóstasis del Principio Supremo.

Así en ese sentido, al mismo momento en que en el altar de la Logia Masónica  se colocan la escuadra y el compás sobre la Santa Biblia , todo un océano de luminosa  información, se conecta a nuestras  humanas almas y se iluminan, y una luz de entendimiento se iluminan nuestros cerebros y purifican nuestros corazones con el fin de que, en un ambiente de intelectualidad y perfecta armonía, estemos entregados a buscar los senderos de nuestra colectiva superación.

La base metafísica del símbolo masónico 

Los símbolos otorgan a los miembros de la masonería o francmasonería un lenguaje particular, con expresiones que solo los francmasones luego de años de meditación y estudio pueden comprender a plenitud. Constituyen mecanismos pedagógicos que permiten el conocimiento de las doctrinas secretas masónicas, por lo que suele decirse que éstas están contenidas en los símbolos, lo que les confiere la posibilidad de su permanencia y actualidad.

Estos símbolos tienen un triple sistema de decodificación: uno está basado en la tradición y le da a cada uno de los símbolos y al conjunto de los mismos determinados significados, que constituyen una suma de mensajes-enseñanza tradicionales; otro es la libre especulación filosófica, basada en el ejercicio de la racionalidad y la libertad humanas para la interpretación; y por último el acceso a un secreto masónico difícilmente entendido desde el exterior de la Masonería , a la cual solamente tienen acceso masones , que han comprobado su filiación sincera  a la Masonería luego de décadas, pero que esto nada tiene que ver con grados masónicos  .

En ambos casos, los símbolos masónicos cumplen la función de comunicar ideas por medio de mensajes visuales. El receptor del mensaje debe decodificarlo, es decir, reconstruir su sentido, o darle uno, lo que supone el conocimiento del código o hermenéutica utilizados, esto es, del sistema de convenciones socializadas que sirve para interpretar los símbolos, lo que suele implicar un acuerdo social respecto de la asignación, más o menos detallada, de un significado a un significante, lo que constituye un proceso en constante evolución.

A estas observaciones extraídas del máximo secretismo masónico , conviene añadir otra, esta vez extraída de la metafísica universal.

Si una cosa simboliza a otra, no es en virtud de una convención o simplemente porque la naturaleza  humana está hecha de tal manera que lleva a elegir tal cosa como símbolo de otra, sino porque todas las cosas derivar de realidades no humanas, a saber, los Principios Superiores; llevar su firma en consecuencia; y así los expresa.

La antigüedad inmemorial de los símbolos

De ahí que, cada vez que intentamos localizar la aparición de un símbolo en la historia, nos encontramos con que es imposible fijarle un origen espacial o temporal concreto. Porque lo que señala aquí es en realidad el origen no humano del símbolo. Por ejemplo, la Cruz no comenzó a ser un símbolo con el cristianismo, como comúnmente se cree, sino que se encuentra en todas partes, en los tiempos más remotos y con el mismo significado: el de la dominación sobre este mundo (rama horizontal) y en todos los demás (rama vertical). De esta forma, hay que decir, no que la Cruz sea un símbolo porque Cristo fue crucificado, sino que murió en la Cruz porque es un símbolo.

La pluralidad de significados adjuntos al símbolo

Teniendo su fuente principal en la Divinidad Infinita, los símbolos incluyen un número ilimitado de significados. Y, en primer lugar, estos se escalonan a lo largo de un eje vertical que va desde el símbolo mismo hasta el Principio Supremo, pasando por todas las estaciones intermedias, sin que, sin embargo, estos significados superpuestos se contradigan entre sí; pues, por el contrario, complementan y armonizan. En segundo lugar, estos significados se distribuyen a lo largo de un eje horizontal, lo que significa que en este mundo cada categoría de existentes está, paso a paso, en relación de correspondencia con todas las demás. Finalmente, estos significados también se refieren a las realidades de los mundos inferiores que también tienen su origen en el Dios único.

El aspecto dual de los símbolos

Del hecho de que los símbolos pueden referirse tanto a realidades superiores como inferiores, se sigue que siempre tienen un doble aspecto, luminoso y oscuro, positivo y negativo. Así la Noche, símbolo de los hechizos malignos, pero también de la Indiferenciación de principios; del número apocalíptico 666, tanto el número de la Bestia como el número solar; del León, emblema del Anticristo y del Mesías todos juntos; de la serpiente que se manifiesta a veces como un demonio tentador, a veces como guardián de este Conocimiento superior representado por las manzanas de oro del jardín de las Hespérides o el vellón de oro en el haya del bosque de Cólquida. Sucede que los dos significados, benéfico y maléfico, del símbolo se representan juntos: tal es el caso del caduceo, del bastón brahmánico y también de la serpiente Shêsha o Ananta,que rodea Meru, la montaña polar, y que los Devas y Asuras, Ángeles y Titanes tiran en direcciones opuestas.

El símbolo como instrumento de realización

Porque el símbolo condensa en él un número ilimitado de significados, es por excelencia el soporte de todo pensamiento efectivamente sintético y el instrumento de quienes trabajan sobre sí mismos para borrar el corte que los separa de este mundo, de los demás y de la Divinidad misma.

Porque el símbolo refleja, entre las realidades superiores, aquellas que, en virtud de su trascendencia, no pueden ser imaginadas, concebidas o representadas de otra manera, es el único capaz de despertar el Intelecto, el órgano de la inteligencia cosas divinas.

Regresemos al concepto masónicos del Símbolo 

La Masonería se sirve de diferentes símbolos y emblemas para el uso exclusivo y reservado de sus miembros, que se transmiten por tradición desde tiempos inmemoriales, y cuyo secreto significado o interpretación sólo puede ser explicado a través de años de dedicación en constante estudio masónico. 

Estos símbolos y emblemas constituyen una lenguaje secreto, sumamente indescifrable para el profano, pero para el masón son claros y sirven para que los masones se entiendan entre sí, en todas las circunstancias de la vida, cualquiera sea su idioma en cualquier parte del mundo en que se encuentren, pudiendo así disfrutar de las inapreciables ventajas de comprensión que les otorga la institución. 

Es exactamente como una Torre de Babel pero a al inversa, todos comprendemos entre sí en una mismo lenguaje de símbolos. El carácter para unificar criterios en base a la institución a base de símbolos y emblemas, toques y palabras, impone a todos los masones el deber de respetarlos, mantenerlos y transmitirlos íntegramente tal como se hallan contenidos en las liturgias de los tres grados, liturgias admitidas, revisadas y sancionadas por maestros masones y por las antiquísimas y tradicionales prácticas que nos han sido legadas por nuestros antepasados masones- El simbolo de la Torre de Babel; es la confusión, según se nos presenta en la Biblia.

 La idea en torno a la cual está relacionando en un relato en la que el hombre quiso alcanzar un nivel superior de desarrollo haciendo uso de su saber profano. Este es el significado de una construcción hecha a capricho por el hombre. Pero lo que lo que nos dice puede comprenderse que el logro de un nivel muy superior requiere que se siga una enseñanza no profana, y que con ningún conocimiento meramente profano, puede considerarse digno para construir un edificio del orden espiritual. No podemos desarrollarnos espiritualmente mediante nuestras propias ideas .

 Tenemos que someternos a una enseñanza superior en este caso la masonería. Nuestros conocimientos deben cimentarse en una Verdad – sólida – en este caso la Fraternidad, la Igualdad, la Libertad y la Tolerancia, cosas fuera de estos conceptos ya sean países o individuos estarán mal cimentadas y caerán. Y este conocimiento o Verdad. Le podemos llamar piedra, la torre de Babel estaba construida de barro cocido, se dice que la humanidad hablaba una sola lengua y un solo lenguaje y que tras la caída de la Torre produjo la confusión de lenguas. 

Si tenemos idea que tenían ladrillos, ladrillos es un material hecho por manos humanas, en lugar de piedras solidas hechas por la Naturaleza. El Fenómeno Masónico es: El lugar dónde todos volvemos a comprendernos entre sí, mediante un lenguaje simbólico iniciático, contrario a lo que sucedió en la Torre de Babel

Alcoseri