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General: ¿VENECIA ES LA ATLANTIDA CRISTIANA? (NEXO CON JUAN MARCOS)
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Respuesta  Mensaje 1 de 148 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999  (Mensaje original) Enviado: 19/01/2015 22:54
 
 
 

República de Venecia

De Wikipedia, la enciclopedia libre
 
Serenìsima Repùblica Vèneta
Serenissima Repubblica di Venezia
Serenísima República de Venecia

Rotari's Italy.svg

697-1797

Flag of the Habsburg Monarchy.svg

Bandera Escudo
Bandera Escudo
Ubicación de República de Venecia
República de Venecia, 1796
Capital Venecia
Idioma principal véneto y latín
Otros idiomas dalmático, istrorrumano, griego medieval
Religión Católica romana
Gobierno República
Historia  
 • Establecido 697
 • Disolución 17 de abril de 1797

La Serenísima República de Venecia nació como ciudad-estado en el norte de Italia, a orillas del mar Adriático, y luego reunió a todos los vénetos del Triveneto, Istria y Dalmacia. Existió como tal desde el siglo IX hasta 1797. También recibe el nombre de Serenissima Repubblica di San Marco, pues San Marcos es su santo patrono.

La Serenissima se constituyó progresivamente como Estado durante la Edad Media y se convirtió en una de las principales potencias económicas del mundo, ocupando un lugar preponderante en los intercambios comerciales entre el Mediterráneo occidental y oriental. Además, con sus instituciones oligárquicas notablemente estables durante casi un milenio, representó un papel político esencial.

A partir del siglo XVI experimentó una fase de declive político y territorial, eclipsado por un extraordinario desarrollo artístico, hasta que desapareció en 1797, vencida por Napoleón Bonaparte, pasando posteriormente a ser dominada por el Imperio austríaco y el Reino de Italia.

 

 

Historia[editar]

Orígenes[editar]

Se tiene como fecha de la fundación de Venecia el año 421, en el cual los habitantes de la región, ante la amenaza de las invasiones de longobardos y hunos que habían destruido la capital, Aquilea, se refugiaron en las marismas de la desembocadura del Po, en la laguna situada en el golfo, entre la península itálica y la balcánica, llamado más tarde precisamente golfo de Venecia. Las construcciones de esta época eran simples edificaciones lacustres, erigidas sobre palafitos. En razón de esta estratégica característica geográfica, Venecia tuvo desde entonces una gran independencia respecto a sus dominadores gracias a la barrera natural de la cadena de islas en una laguna profunda que impedía un ataque de caballería o infantería.

Dependencia del Imperio bizantino[editar]

Cuando el general Belisario conquistó para el Imperio bizantino gran parte de Italia en el siglo VI, Venecia pasó a formar parte del dominio de dicho imperio, dependiendo administrativamente de la ciudad de Rávena, sede del poder imperial en la península itálica, y estando gobernada por un oficial militar, el magister militum,[1] y subordinado a este, estaban los tribunos que ejercían la autoridad política en sus distritos.[2] La historia legendaria establece que para reemplazar a estos tribunos Paolo Lucio Anafesto fue elegido como el primer dux a finales del siglo VII. Sin embargo, el primer dux histórico surge de la revuelta en el exarcado de Rávena contra la iconoclasia del emperador, y contra el magister militum; es elegido el veneciano Orso Ipato como dux. Con la revuelta suprimida, el emperador reconoció al dux y le concedió el título de hypatos (cónsul). No obstante, Venecia siguió siendo una provincia del exarcado de Rávena, y se siguió nombrando al magister militum. No obstante, con la conquista lombarda del exarcado de Rávena, la provincia de Venecia permaneció en solitario bajo el gobierno del dux Orso Ipato, en calidad de gobernante autónomo manteniendo la fidelidad al imperio bizantino.[3]

Independencia y expansión[editar]

Máxima expansión de la República de Venecia; en rojo territorio veneciano (oscuro original, claro temporal)(en italiano).

La decadencia del poder imperial en el siglo IX fue aprovechada por Venecia para actuar de forma independiente con los francos y con los eslavos sin seguir los dictados del Imperio. Con la recuperación de la iniciativa bizantina en Italia en época de Basilio I, este concedió al dux veneciano el título de protospatharios, equiparándolo a la familia imperial.[4]

La ubicación de Venecia en en una laguna natural hacía arriesgado el intento de conquistarla, en tanto el arte naval europeo en la Baja Edad Media estaba muy poco desarrollado. Precisamente, fueron los marinos venecianos quienes colaboraron con el desarrollo de la construcción naval en Europa por razones primordiales de necesidad: Venecia poseía un territorio continental muy pequeño, por lo cual su fuente principal de subsistencia fue el comercio en el Adriático, y ante ello el estímulo a la navegación marítima se había transformado en una necesidad y, a la vez, en fuente de poder político y financiero.

En la Alta Edad Media, Venecia prosperó como nunca antes gracias al control del comercio con Oriente y a los beneficios que esto suponía, expandiéndose por el mar Adriático, aproximadamente desde 991 con el reinado del dux Piero II Orseolo, bajo cuyo régimen empezó la expansión veneciana por las costas de Dalmacia. El hecho que muy pocos estados de la época poseyeran los conocimientos navales de los venecianos favoreció a éstos en el desarrollo de una flota comercial y militar muy extensa para su época, que les sirvió para instalar puestos comerciales en cada rincón del Mediterráneo oriental.

En realidad, como la expansión político-militar del Imperio bizantino se concentraba en las rutas de tierra firme, la corte de Constantinopla dejaba fácilmente las islas mediterráneas a la ambición mercantil de los venecianos, que las aprovechaban como avanzadas comerciales hacia Asia Menor y el norte de África. La expansión territorial veneciana fue tan exitosa al punto que a mediados del siglo XI una bula papal reconoció la soberanía de Venecia sobre toda la costa oriental del Adriático.

La ubicación de Venecia en el medio del mar Mediterráneo le permitía un activo rol mercantil entre Bizancio y el resto de Europa, además su ubicación en el extremo norte del Adriático la defendía de ataques marítimos debido a su dominio militar sobre Dalmacia; tales circunstancias aumentaron el poderío veneciano en una época cuando las flotas comerciales en el Mediterráneo eran raras. No obstante, otras repúblicas marítimas de Italia empezaron a competir abiertamente con Venecia, como fue el caso de Pisa, Amalfi y Génova.

Los venecianos sostuvieron especialmente una fuerte rivalidad comercial y militar con la República de Génova, situada en el extremo noroeste de Italia, y que paulatinamente aumentó su influencia comercial en el Mediterráneo Oriental y en el mar Negro. Pese al aumento del poderío genovés entre los siglos XIV y XV, Venecia pudo mantener su hegemonía comercial sobre Génova a largo plazo.

Otro factor clave del éxtio veneciano fue la tolerancia religiosa y social de la República Veneciana hacia los judíos y musulmanes, de hecho esta tolerancia de los venecianos en materia religiosa les permitió comerciar libremente con los estados islámicos del Norte de África, sirviendo de valiosos intermediarios entre éstos y Europa, sin que las diferencias religiosas fueran obstáculo alguno para las relaciones comerciales.

Paralelamente, una política similar era seguida hacia el judaísmo pues se permitía libremente el asentamiento de comerciantes judíos en territorio veneciano, permitiendo a éstos ejercer el comercio e industria libremente, además de beneficiar a Venecia por darle acceso a las redes de contactos financieros que las comunidades judías de toda Europa habían conseguido preservar.

Del mismo modo, la Reforma Protestante de inicios del siglo XVI no tuvo mayor acogida en Venecia pero ello no impidió que los venecianos mantuvieran excelentes relaciones comerciales con países del Norte de Europa que habían abrazado el protestantismo, pese a las presiones de los Estados Pontificios y de España durante la Contrarreforma. A pesar que desde inicios del siglo XVI el Vaticano había intentado que Venecia implantase en sus dominios el Tribunal de la Inquisición, los gobernantes venecianos rechazaron aplicar en la práctica toda medida que les privase de sus relaciones comerciales con los no católicos.

Apogeo de la República[editar]

República de Venecia (naranja) y sus territorios en los siglos XV y XVI.
Gentile Bellini: Procesión en la PLaza de San Marcos (1496), 367x745  cm, Galleria dell'Accademia, Venecia.

Después del año 1100, Venecia era ya una gran potencia mediterránea en los planos económico, político y militar, al punto que podía ofrecer sus servicios como flota naval al propio Imperio bizantino y ganar gracias a ello privilegios comerciales excepcionales en Constantinopla, el mayor centro comercial de Europa en esos años, empleando para este fin una combinación de diplomacia y poderío mercantil.

El rol intermediario de los venecianos les permitió ejercer un control casi completo sobre los intercambios comerciales europeos con el Oriente Medio, mientras que los reinos musulmanes del Mediterráneo recurrían también a Venecia como intercesor comercial con el resto de Europa. La República Veneciana, más interesada en la preservación del comercio internacional que en la expansión religiosa o militar, aparecía como el intermediario mercantil ideal para los reinos mediterráneos de cualquier religión a partir del siglo XII, lo cual le permitió a Venecia acumular grandes riquezas y ganar ventajas comerciales.

La flota veneciana, por su poderío y gran tamaño, fue determinante para realizar el saqueo de Constantinopla en la Cuarta Cruzada en 1204, acelerando con este hecho la decadencia del Imperio bizantino. Como consecuencia de la severa debilidad bizantina, Venecia logró anexionarse Creta y Eubea a inicios del siglo XIII, expandiendo aún más su poder y riqueza, llegando las flotas comerciales venecianas a instalar bases comerciales inclusive en las orillas del mar Negro, específicamente en la actual costa de Crimea. Esta expansión hacia territorios de la Rus de Kiev le permitió a los comerciantes venecianos instalarse en los puntos más occidentales del comercio asiático, ganando con ello un privilegiado acceso a los valiosos productos traficados por la Ruta de la Seda desde China. Esta importantísima ventaja comercial, inexistente para otros estados europeos de la época, fue explotada excelentemente por los venecianos.

Die Ca' d'Oro, palacio en el Canal Grande, construido entre 1421–1442
Venecia por Canaletto, 1738-40.
 
http://es.wikipedia.org/wiki/Rep%C3%BAblica_de_Venecia


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Respuesta  Mensaje 2 de 148 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 20/01/2015 00:40
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Respuesta  Mensaje 3 de 148 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 20/01/2015 00:45
 
VENECIA TIENE LA CUALIDAD DE SER UNA CIUDAD QUE TIENE LAS AVENIDAS Y LAS CALLES SOBRE EL AGUA
 
Cerca de 354.000 resultados
 

Respuesta  Mensaje 4 de 148 en el tema 
De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 20/01/2015 00:53
 
VENECIA, TAMBIEN TIENE LA CUALIDAD DE HABER SIDO UNA CAPITAL EN UN CONTEXTO ECONOMICO DE EUROPA (FUE UNA POTENCIA) E INCLUSO CON UN GUETO JUDIO MUY IMPORTANTE. LOS PRIMEROS BANCOS EN EUROPA FUERON CREADOS EN DICHA CIUDAD. ESTO TAMBIEN EXPLICA SU NEXO CON EL 911
 
  • El Ghetto de Venecia | VisitandoEuropa.com

    www.visitandoeuropa.com/venecia/...venecia/ghetto-venecia.html
     
    2 Jul 2014 ... Información para visitar el Ghetto de Venecia (Gueto de Venecia), el lugar donde
    los judíos vivieron aislados por cientos de años. Ubicación ...
  • Gueto de Venecia - Wikipedia, la enciclopedia libre

    es.wikipedia.org/wiki/Gueto_de_Venecia
    [editar]. A partir de 1516, la República de Venecia creó regulaciones onerosas a
    los judíos ...
  • Venecia y sus lagunas :: Los Judíos en Venecia

    www.venicethefuture.com/schede/es/251?aliusid=251
    Los primeros asentamientos judíos en la laguna véneta se remontan a los siglos
    XI-XII, pero su presencia está documentada sólo desde la mitad de 1300, ...
  • Venecia - Antiguo Gueto Judío del siglo XVI | VIAJAR a ITALIA

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    15 Nov 2009 ... Para conocer uno de los barrios más populares de Venecia, sin afluencia de
    turistas, debemos visitar el antiguo Gueto Judío que se estableció ...
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    www.laiglesiamayorsectadelahistoria.com/?s=100&a...
    21 Oct 2013 ... Es comprensible la postura de Venecia al negarse a expulsar totalmente a los
    judíos, ya que sin ellos, perderían a grandes prestamistas y ...
  • Il Ghetto : el barrio judio en Venecia. La judería. - Guiadeviaje.net

    www.guiadeviaje.net/italia/venecia-ghetto.html
    Il Ghetto : el barrio judio en Venecia. Las sinagogas y el memorial al holocausto.
  • El Gueto - Venecia.es

    www.venecia.es/visitar-venecia/cannaregio/el-gueto.htm
    Los primeros judíos llegaron a Venecia entorno al siglo XIV, y eran sobre todo
    mercaderes y banqueros, que vivieron respetando siempre las condiciones, ...
  •  
  • 'In the Ghetto' - El barrio judío de Venecia - xixerone.com

    www.xixerone.com/2012/.../el-gueto-judio-de-venecia.html
    18 Sep 2012 ... En la zona norte de Venecia, lejos del bullicio de San Marco y Rialto, se
    encuentra el Gheto o barrio judío de la ciudad. Hoy en día, la palabra ...
  • Barrio judio en Venecia - minube

    www.minube.com.ar/rincon/barrio-judio-a150864
     
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  • Respuesta  Mensaje 5 de 148 en el tema 
    De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 20/01/2015 00:56

    Historia de la banca

    De Wikipedia, la enciclopedia libre
     

    La historia de la banca comienza con el primer prototipo de banco de comerciantes del mundo antiguo, que hacía préstamos de granos a los agricultores y negociantes que transportaban bienes entre las ciudades desde aproximadamente 2000 a. C. en Fenicia, Asiria y Babilonia. Posteriormente, en la Antigua Grecia y durante el Imperio romano, los prestamistas hacían empréstitos y se añadieron dos innovaciones importantes: aceptaban depósitos y cambiaban dinero. Existe evidencia arqueológica para este período en la Antigua China y la India de préstamos monetarios.

    En el sentido moderno del término, la banca tuvo sus inicios en Italia, en las ricas ciudades del norte de Italia, como Florencia, Venecia y Génova, a finales del periodo medieval y principios del Renacimiento. Las familias Bardi y Peruzzi dominaron la banca en la Florencia del siglo XIV y establecieron sucursales en muchas otras partes de Europa.[1] Quizás el banco italiano más famoso fue el Medici, fundado por Juan de Medici en 1397.[2]

    El desarrollo de la banca se propagó del norte de Italia a toda Europa y tuvieron lugar varias innovaciones importantes en Ámsterdam durante la República de los Países Bajos en el siglo XVI, así como en Londres en el siglo XVII. Durante el siglo XX, el desarrollo en telecomunicaciones e informática llevaron a cambios fundamentales en las operaciones bancarias y permitieron que los bancos crecieran dramáticamente en tamaño y alcance geográfico. La crisis financiera de fines de los años 2000 ocasionó muchas quiebras bancarias, incluyendo a algunos de los bancos más grandes del mundo, y generó mucho debate sobre la regulación bancaria existente.

     

     

    Antecedentes[editar]

    Monetarios[editar]

    La historia de la banca depende de la historia del dinero: del grano-dinero y ganado-dinero utilizados desde al menos 9000 a. C., dos de los primeras cosas entendidas como disponibles para trueque.[3] [4] Obsidianas de Anatolia, empleadas como materia prima para las herramientas de la Edad de Piedra, eran distribuidas ya en 12500 a. C., con un comercio organizado en el IX milenio a. C.[5] [6] En Cerdeña, uno de los cuatro sitios principales con depósitos de obsidianas en el Mediterráneo, este comercio fue reemplazado en el III milenio a. C. por el comercio de cobre y plata.

    Cronología de eventos importantes[editar]


    Respuesta  Mensaje 6 de 148 en el tema 
    De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 20/01/2015 01:07

    La Banca

    5. 1. En el siglo XII, los Templarios de-sarrollaron técnicas crediticias: operaciones de cambio, giros, transferencias de fondo. En Alemania e Italia empe-zaron a surgir empresas familiares ban-carias. Al principio los bancos presta-ban sobre la base del propio capital. Pero los banqueros fueron utilizando los depósitos que les confiaban los ciuda-danos para dar prestamos… Después aparecieron otros instrumentos financieros, como la letra de cambio o el cheque bancario. Durante el siglo XII al XIV, los bancos empezaron a otorgar recibos por los depósitos, evitando el traslado físico de las monedas, por lo comenzaron a ser negociables. A partir de este hecho, apareció la Banca de Emisión…

    Monografias.com

    5. 2. La banca, propiamente dicha, se organiza en la Edad Media. El Banco de Venecia,

    1157 ó 1171); la Taula de Canvi, de Barcelona, de 1401; el Oficio de San Jorge, de Géno-va, de 1407; las instituciones de crédito creadas por varias municipalidades (Frankfort, 1402; Florencia, 1473; Núremberg, 1498) y los establecimientos privados de cambistas y prestamistas judíos difundidos por toda Europa. Con organización compleja, aparecen, en 1609, el Banco de la ciudad de Barcelona y el de Ámsterdam; el del Giro de Venecia y el Banco de Hamburgo, en 1619; el Banco de Inglaterra, en 1694, y los Bancos de emi-sión, que surgen en la segunda mitad del siglo XVIII y se generalizan en el XIX: Banca de Francia, en 1803; de Noruega, 1816; de Austria, 1817; de Dinamarca, 1818; de Bélgica, 1850; de España, 1856; de Rusia, 1860.

    5. 3. El Banco de Ámsterdam (1609-1819) compraba monedas extranjeras y emitía dinero respaldados con los depósitos que poseía. Los pagos elevados de dinero debían hace-rse con los billetes de dicho banco. Se convirtió en uno de los principales bancos de Europa. Su vinculación con la Compañía Holandesa de las Indias Orientales determino su disolución en 1819.

    5. 4. El Banco de Hamburgo (1619) se convirtió en el Bancomark. Aceptaba depósitos, pero no emitía banknotes.

    5. 5. El Banco de Estocolmo (1656) era un banco privado fundado por Johan Palmstruch. Tenía autorización para emitir billetes, pero quebró por emitir billetes en exceso sin el respaldo necesario.

    5. 6. El Banque Royale de Paris (1716) fundado por el escocés John Law. Emitía dinero de curso legal respaldado con sus inversiones en la Compañía del Mississippi que buscaba oro en Luisiana (EE.UU). …los billetes de este banco no estaban debidamente respaldados, dejando a muchos parisinos quebrados.



    Leer más: http://www.monografias.com/trabajos101/historia-banca-banca-judia/historia-banca-banca-judia.shtml#ixzz3PJpDPm94
     

    Respuesta  Mensaje 7 de 148 en el tema 
    De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 20/01/2015 01:12
     

    EL ORIGEN DE LA BANCA

    El cambista y su mujer, cuadro de Quentin Massys.
    Mamá yo quiero saber de dónde son los banqueros que los encuentro muy galantes.

    En el clásico Son de la autoría del inmenso Miguel Matamoros, se puntea que los cantantes "son de la loma y cantan en [el] llano". Pero los banqueros, si bien son muy galantes, no vienen de la loma, aunque sí operan en el llano.

    Los primeros indicios de actividades de préstamos datan de tiempos tan antiguos como la época de Abraham, ya que los sumerios desarrollaron un sistema de manejo de deuda entre bienes intercambiables (para ese entonces el dinero como tal no existía). Con el paso del tiempo, y principalmente en eventos de ferias e intercambios se realizaron diversas actividades de tipo bancario, préstamos y letras de cambio.

    Fue un acto de guerra que dio lugar al establecimiento de los criterios y normas para la creación de las primeras nociones o conceptos del primer banco primitivo. Y esta fue lo que llamo, la primera gran coalición de guerra en el mundo: Las Cruzadas. Y en ese tenor, los primeros exponentes de establecer algún tipo de régimen bancario fue La Orden de los Pobres Caballeros de Cristo (en latín, Pauperes Commilitones Christi Templique Solomonici), mejor conocida como los Caballeros Templarios. Esta orden fue una de las más famosas órdenes militares cristianas. Fue fundada en 1118 o 1119 por nueve caballeros franceses liderados por Hugo de Payens tras la Primera Cruzada y se mantuvo vigente por lo menos dos siglos.

    Uno de los aspectos en los que la orden se destacó de una manera extremadamente rápida y sobresaliente fue a la hora de afianzar todo un sistema socio-económico sin precedentes en la historia, con el objetivo de recolectar los fondos necesarios, así como, la de administrar un buen número de posesiones en Europa, para la dura tarea de crear un frente en ultramar que les hizo proveerse de una increíble flota y que permitiera subsistir al ejército defensor en Tierra Santa".

    La Orden de los Templarios recibió muchas posesiones, donaciones, bienes muebles e inmuebles, incluso muchos nobles confiaron en ellos como guardianes de sus riquezas. Pero para asegurar el manejo de todos esos bienes, se estableció en Francia una serie de redes de encomiendas que se esparcían por prácticamente toda la geografía francesa y que no distaban unas de otras más que un día de viaje. Con esta idea se aseguraban de que los comerciantes durmieran siempre a resguardo bajo techo y poder así garantizar siempre la seguridad de sus caminos.

    Más adelante en el tiempo, otro evento sustentado en la guerra, conjuntamente con circunstancias históricas xenofóbicas fueron las que dieron origen a los primeros bancos con intereses. Esto comenzó con el hecho de que los judíos fueron expulsados de España en 1492, y muchos de ellos se refugiaron en Constantinopla y otras ciudades y puertos del Imperio Otomano. Desde esos puntos comenzaron a tener intercambios comerciales con la ciudad más próspera de esos tiempos: Venecia, y un gran número de ellos emigraron a esa ciudad. Sin embargo, otro evento trágico estaba por comenzar. Para el año 1506 tuvo lugar la Guerra de Cambrai, o también llamada la Guerra de la Liga Santa, esto hizo que muchos judíos buscaran refugio en Venecia. Al principio, estos no fueron recibidos con agrado, pero luego se encontró que los judíos tenían un bien muy importante para los gastos de la guerra: dinero para prestar. Pero además, se estableció que esas operaciones debían estar sujetas al pago de impuestos. Lo que decidió el gobierno de entonces, para evitar los problemas de rechazo de los cristianos de la ciudad, fue aislar en un mismo lugar a todos los judíos y desde allí pudieran realizar todas sus "obligaciones y compromisos con su religión". Los judíos fueron confinados en una antigua y abandonada fundición de metales. En el italiano de esa época, la palabra fundición se escribía gheto. Por esta razón a la vieja fundición se le comenzó a llamar el "ghetto nuovo". (De ahí es que se estigmatiza la palabra ghetto con los judíos). En ese hábitat debían permanecer durante las noches, y todo el día durante las festividades cristianas, a las cuales se les tenía prohibido su presencia.

    Cuando estalló la guerra entre Venecia y el Imperio Otomano, las autoridades venecianas decidieron confiscar los bienes de los "judíos turcos' y solo años después que terminara la guerra, lograron un acuerdo en el cual se les devolvían sus antiguas pertenencias, aunque se les limitó a que no podían participar en el comercio al detalle, sin embargo, sí podían participar en las importaciones mayores sobre todo del oriente medio. Pero su mayor logro fue que les permitieron que se ocuparan de los servicios financieros. ¿Por qué a los judíos sí, y no a los cristianos? Por decisiones católicas terrenales concebidas por cánones religiosos. En el III Concilio de Letrán en 1179, se estableció que se consideraba pecado y que serían excomulgados los cristianos que prestaran dinero con interés. Pero además, solamente cuestionar que la usura no era pecado era considerado una herejía, lo cual fue decretado por el Concilio de Viena en 1312.

    Hasta en las bellas artes se quiso dejar constancia de ello. En el fresco del Duomo de Florencia, se hace referencia al infierno basado en la obra La Divina Comedia, de Dante Alighieri, en esa pintura se puede visualizar que en el séptimo círculo del infierno se tiene reservado un espacio para los usureros. Si un usurero quería ser enterrado con la bendición de la Iglesia, debía pagarle a ésta una indemnización.

    Por su parte los judíos encontraron cómo burlarse de los jerarcas cristianos y encontraron su tabla de salvación en el Antiguo Testamento y con ello poder ejercer la usura. Fue la interpretación que apreciaron en el libro del Deuteronomio, 23, 20 "Del extraño podrás exigir interés, mas de tu hermano no lo exigirás". O sea, que los judíos sí podían cobrar intereses a los cristianos, pero no a otros judíos.

    Los judíos realizaban sus transacciones de préstamos en una mesa con un mantel verde con sillas. El nombre "banco" deriva de la palabra italiana banco, que significa "escritorio". Cuando se armaba "la de Troya" por el cobro abusivo de los intereses, algunos deudores inconformes, de rabia rompían los bancos. Entonces se decía que ese judío estaba en "bancarrota" (banca-rota), de ahí el origen de esa palabra tan pesarosa y traumática.

    El más famoso de los prestamistas judíos se llamó Shylock. En realidad es un personaje ficticio de la obra literaria El mercader de Venecia, de W. Shakespeare. Esta obra se basa en los cuentos y anécdotas de la época y sobre los préstamos judíos los cuales fueron recopilados por Giovanni Fiorentino, a finales del siglo XIV en su libro Il Pecorone (El Zopenco). La obra de Shakespeare narra la historia del deseo de un cristiano (Antonio) para que el judío (Shylock) otorgue un préstamo a su amigo (Bassanio), quien urgía de tres mil ducados. Shylock accede a otorgarle el préstamo, pero con la condición de que Antonio ponga una libra de su propia carne como garantía en caso de que Bassanio no llegara a pagar el préstamo. Aunque es una obra de ficción, no deja de analizar asuntos económicos y de los problemas del antisemitismo de la realidad de la época veneciana.

    Pero para el gran desarrollo comercial y con ello de préstamos que estaba experimentando la Edad Media, había un problema. Cómo calcular los intereses. Para esa época todavía se utilizaba el sistema numérico del grandioso Imperio Romano ( I, II, III, IV, V....) el cual no servía para realizar cálculos matemáticos complejos, ni para las conversiones de diversas monedas. Entonces un joven italiano de Pisa, llamado Leonardo de Pisa, aunque más adelante se le conoció como Fibonacci, creó un sistema para resolver todos los problemas de intereses y cambio de monedas. Este sistema se conoce como la "sucesión de Fibonacci". La esencia de este sistema es que cada número es la suma de los dos anteriores (0,1,1,2,3,5,8,13,21,34...) y el cociente entre un número y su inmediato anterior es de aproximadamente 1,618, o denominado "número áureo". Esto permitió el cálculo matemático para las importaciones que se concentraban en Pisa, para las conversiones de las distintas monedas, para la contabilidad comercial y sobre todo para el cálculo de los intereses de los préstamos.

    Los primeros bancos aparecieron en la época del renacimiento en ciudades como Venecia, Pisa, Florencia y Génova. Las más poderosas eran las casas florentinas, entre ellas las de Bardi, Peruzzi y Acciaiuoli. Pero las tres quebraron por la falta de pago de sus dos principales clientes: el rey Eduardo III y el rey Roberto de Nápoles. Como se nota, las casas de préstamos italianas tenían sus altas y sus bajas dependiendo del cumplimiento del rey de turno. (Algo parecido en nuestros tiempos modernos)

    La vida comercial en Venecia, Pisa y Florencia continuó con un gran dinamismo y entre las mayores de Europa. Más adelante en el tiempo, surgió una familia cuya incidencia en la banca, la política y el clero tuvo una ramificación trascendental en el desarrollo del Renacimiento: los Medici. Para que se tenga una "pequeña" idea del poder que esta familia logró consolidar, basta señalar que: Dos Medici fueron papas (León X y Clemente VII); de la rama femenina, dos fueron reinas de Francia (Catalina y María); y tres fueron duques (Florencia, Nemours y Toscana). Los Medici dejaron un legado tan impresionante en Florencia en las artes y en la arquitectura, que todavía hoy los turistas pueden apreciar estas maravillas. Entre las que podemos mencionar, el monasterio de San Marcos y la basílica de San Lorenzo, y el apoyo que recibieron Miguel Ángel y Galileo para el desarrollo de sus obras. Entre sus "asesores" tuvieron al más brillante pensador político del Renacimiento: Nicolás Maquiavelo, quien luego dedicó a uno de ellos su famoso libro El Príncipe.

    Entre las diversas actividades lucrativas, los Medici crearon el banco Medici e incursionaron en las primeras letras de cambio modernas que se concibieron. Como inicialmente no podían cobrar intereses, ellos establecieron que el beneficiario de la letra de cambio les asignara una cantidad de sus beneficios por haber puesto (el banco) su dinero en riesgo. Otra característica del banco fue la meticulosidad con que llevaron sus cuentas y su capacidad para abrir otras sucursales en Europa. Los Medici establecieron el primer concepto de diversificar las operaciones bancarias, ya no solamente en préstamos, sino también, en operaciones de divisas.

    De acuerdo a los historiadores, el primer banco moderno fue el Banco di San Giorgio, fundado en Génova, Italia, en el año 1406. La originalidad de las operaciones bancarias de los italianos fue rápidamente copiada por los países del norte de Europa, principalmente los holandeses, los ingleses y los suecos.

    En el siglo XVII se fundó en Holanda el Amsterdamche Wisselbank (Banco de Cambio de Ámsterdam). Aparte de resolver el problema de cambio de divisas por múltiples monedas en las provincias, fue pionero en abrir cuentas a los comerciantes para guardar su dinero y con esto se creó el primer sistema de cheques, y también, el de poder hacer transferencias bancarias que para ese entonces se consideraba muy favorable. Por ese tiempo, era norma de las entidades bancarias mantener en sus "bóvedas" casi la misma cantidad de dinero que adeudaban a sus clientes. O sea, que en cualquier momento podían devolver el dinero a todos sus clientes.

    Para esa época, se fundó en Suecia, el Banco de Estocolmo, este banco aparte de realizar las operaciones ya establecidas, introdujo la práctica de prestar dinero, y con ello, el de operar con los fondos de los depositantes, manteniendo una reserva parcial para hacer frente a los retiros de los depositantes, ya que, por primera vez, se había determinado que no todos lo iban a hacer al mismo tiempo.

    Mientras tanto, en la Inglaterra Victoriana, se fundaba en 1694 el Banco de Inglaterra. Fue creado para ayudar a financiar las operaciones de guerra. Ya para 1709 se convirtió en el primer banco británico que se le permitió emitir acciones, y así fue por muchos años. Más adelante se le otorgó el privilegio 1) intercambiar deuda pública por acciones del banco y 2) un monopolio para la emisión parcial de billetes de banco.

    Un punto extraño es que mientras Italia desarrollaba todos los mecanismos bancarios junto con los otros países del norte de Europa, España no comprendió el "nuevo negocio bancario". Para realizar sus operaciones bancarias utilizaban la ciudad de Amberes. España estaba imbuida en su gran riqueza de oro y plata del nuevo mundo. Pero aprendería más tarde, y de manera dolorosa, que el dinero no estaba en los metales, sino en el crédito del negocio bancario.

    El primer banco moderno fue el Banco di San

    Giorgio, fundado en Génova, Italia, en el año 1406.

    La originalidad de las operaciones bancarias de los

    italianos fue rápidamente copiada por los países

    del norte de Europa, principalmente los holandeses,

    los ingleses y los suecos.
     
    Cualquier observación, favor dirigirse al autor aespinp@gmail.com


    Bibliografía consultada: El Triunfo del Dinero, Neill Fergurson; Historia de la Euforia Financiera; John Kenneth Galbraith. Wikipedia.

    Respuesta  Mensaje 8 de 148 en el tema 
    De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 20/01/2015 01:38
     

    La isla Atlantis y el origen egipcio del nombre de España

    Publicado el 13 de junio de 2013| Deja un comentario
     
     
     
     
     
     
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    Georgeos Díaz-Montexano, Scientific Atlantology International Society (SAIS)

     

    Uno de los más misteriosos papiros mágicos que fue creado en algún momento entre la visita de Solón a Egipto y los tiempos de Platón, demuestra de un modo más que claro y manifiesto como para entonces los egipcios orientaban sus planos, esquemas o mapas, hacia los cuatro puntos cardinales mirando hacia el Norte y de espaldas al Sur, quedando el Este a la mano derecha y el Oeste a la izquierda, como hacían (y aún hacemos) la mayoría de los europeos, y no de cara al Sur como se expone en todos los libros de textos de Egiptología.

     

    Osiris está de pie, sobre el orbe o circulo de la tierra con el dios Geb (Tierra) en su interior. El mundo se halla sobre las nueve naciones del mundo, representadas por nueve arcos, los que a su vez representan simbólicamente las aguas del gran Océano y debajo de este una gran franja roja que representa las tierras rojas de los desiertos occidentales. Osiris ha sido representado de cara a la puerta o entrada Norte del mundo y de espaldas al Sur, quedando hacia su brazo derecho el Este y hacia el izquierdo el Oeste, que aquí vemos en la parte superior del plano. Encima de la cabeza de Osiris vemos el nombre de Nut (Diosa que representa el Cielo), a su pies, junto a la Puerta del Este, Geb (dios que presenta la Tierra). En el ángulo del suroeste, a sus pies, por la parte de atrás, la Diosa Neftis y en el ángulo del Sureste, Isis, a sus pies por la parte delantera que mira al norte. Por la misma parte delantera, mirando hacia el norte, arriba, en el ángulo noroeste, Horus, y la parte trasera, a las espaldas de Osiris, en el ángulo del suroeste, Thot, dios de todas las escrituras, lenguas, ciencias y artes mágicas. El jeroglífico de la Vida, el Anj, aparece justo hacia la parte noroeste, frente a Horus, lo que coincide con una de las denominaciones del Amenti o región occidental, Anje.t, “Región de la Vida o de los Vivientes”. (Pap. Salt 825. London).

    Osiris está de pie, sobre el orbe o circulo de la tierra con el dios Geb (Tierra) en su interior. El mundo se halla sobre las nueve naciones del mundo, representadas por nueve arcos, los que a su vez representan simbólicamente las aguas del gran Océano y debajo de este una gran franja roja que representa las tierras rojas de los desiertos occidentales. Osiris ha sido representado aquí de cara a la puerta o entrada Norte del mundo y de espaldas al Sur, quedando hacia su brazo derecho el Este y hacia el izquierdo el Oeste, que aquí vemos señalado en jeroglíficos en la parte superior del plano. Encima de la cabeza de Osiris vemos el nombre de Nut (Diosa que representa el Cielo) y a su pies, junto a la Puerta del Este, Geb (dios que presenta la Tierra). En el ángulo del suroeste, a sus pies, por la parte de atrás, la Diosa Neftis y en el ángulo del Sureste, Isis, también a sus pies por la parte delantera que mira al norte. Por la misma parte delantera, mirando hacia el norte, arriba, en el ángulo noroeste, Horus, y en la parte trasera, a las espaldas de Osiris, ángulo del suroeste, Thot, dios de todas las escrituras, lenguas, ciencias y artes mágicas. El jeroglífico de la Vida, el Anj, aparece justo hacia la parte noroeste, frente a Horus, lo que coincide con una de las denominaciones del Amenti o región occidental, Anje.t, “Región de la Vida o de los Vivientes”. (Pap. Salt 825. London).


     

    Esta evidencia incuestionable, constituye un nuevo soporte a mis investigaciones, hipótesis y teoría sobre el origen egipcio del relato de la Atlántida que, en efecto, como corroboran varios autores antiguos, Solón recibió de fuentes egipcias. En el Tomo II de mi Epítome de la Atlántida Histórico-Científica, dedicado por completo al estudio, traducción y análisis de numerosas fuentes egipcias (textos y mapas en papiros y pintados en paredes y techos de templos y tumbas) que evidencia una larga tradición que existía en Egipto desde mucho antes de la visita que Solón hizo a Sais entre el 590 y 580 A.C.

     

    Estos numerosos textos, planos y mapas muestran a una importante isla situada en el inmenso mar azulverdoso, justo delante de un canal estrecho que se correspondería con el actual estrecho de Gibraltar (Columnas de Hércules). Tal isla, en los más antiguos mapas iba acompañada del siguiente texto: “Ésta es el Gran Azulverdoso mar de la Isla de los Dioses -donde los dioses pusieron las aguas frías- y su longitud y amplitud no se dijo -ni siquiera- a Osiris”…

    Descargar el artículo en PDF para continuar leyendo…

    Más información sobre estas investigaciones en http://www.Atlantida.be

    Sobre el origen del nombre de España, recientemente ha sido propuesta la hipótesis de un origen egipcio. La misma se es desarrollada en un reciente libro del escritor Georgeos Díaz-Montexano , donde expone lo siguiente: “Hispania sería la pronunciación latina de una forma púnica como ‘Y-Span-ya, que según las más recientes y autorizadas interpretaciones significaría: “Isla de los Forjadores o Fundidores de Metales” (Cunchillos, 2000) . Otras viejas hipótesis proponían: “Isla del Norte” o “Isla de los Conejos”. Lo cierto es que si bien la segunda parte del nombre ha derivado en diferentes hipótesis, la primera parte, ‘Y, siempre ha sido aceptada por la mayoría como correspondiente al fenicio ‘Y (pronunciado I) ‘Isla/costa’. La antigua tradición de los fenicios y cartagineses de identificar a la península ibérica como una “Isla”, la conservaron los árabes y beréberes, quienes llamaron a toda Iberia con un único nombre, “Yazirat al-Andalus”, esto es: “Isla de Andalus o Andalos”. De Andalus -escrito en las más viejas grafías árabes como Andlws o Addlws- dicen algunas fuentes islámicas medievales que era el mismo Atlas o Atlante, hijo de Japhet o Jápeto. Por lo que los árabes realmente estarían denominando a Iberia como la “Isla de Atlas o Atlante”, que es justa la traducción de la denominación griega que Solón usó para la isla de la Atlántida, o sea, Atlantis Nêsos, “Isla de Atlas o de la Descendencia de Atlas”.

    Eso es lo conocido hasta hoy. Pero el autor ha logrado hallar numerosas referencias a una gran isla en el océano (La Isla de los Dioses), frente a un estrecho canal (Columnas de Hércules), que encaja en su títulos, denominaciones, descripción, y hasta en su ubicación (al ser representadas en muchos mapas antiguos egipcios, en lo que sería el Golfo de Cádiz) con la misma “Isla de Atlas o de Atlante” que nos describe Platón a través de Solón, con el nombre griego de ATLANTIS NÊSOS, que justamente se traduce como “Isla de Atlas” o “Isla de la Descendencia de Atlas”. Esta “Isla de los Dioses” -como reza en los textos egipcios- la cual tenía su comienzo en lo que sería el Golfo de Cádiz, tenía una metrópolis conectada con el mar por un largo canal -como la metrópolis de Atlantis descrita en el Critias- y su acrópolis, en la cual se hallaba el Trono Sagrado del mismo Osiris, Atum-Ra y Schu, y también la morada de su hijo Horus y de la diosas Isis y Maat, es descrita como “La Ciudad del Trono Acuático” o “La Ciudad del Trono de Agua” o “La Ciudad del Trono entre Aguas”. Justo como la Acróplis de Atlantis, la cual tenía, en efecto, su Trono, es decir, su Palacio Real, en una pequeña isla rodeada de varios canales circulares inundados del agua del mar que provenía a través del mismo largo canal que la conectaba con el mar. Mientras que el nombre egipcio para esta Acrópolis Acuática o entre Aguas, tal como aparece escrito (jw spA-n’t o jw spA-njw.t) se pronunciaría -en egipcio- como “Iu-Spaniu o Iu-Spania” (Spa = Trono de El que Eleva o hace Elevar o Sostiene en lo Alto (un epíteto del dios Shu, el mismo Atlas para los griegos) y nia o niu = Ciudad (y en algunas variantes mu o nu = Agua). “Iu-Spa.niu mu” se traduciría entonces como “La Ciudad de Agua o Acuática del Trono del (dios) que Eleva o Sostiene en lo Alto (Schu)” y justamente, en el Critias 113 se afirma que Solón había traducido los nombres originales al griego, guiándose por el significado de los mismos, al ver que los egipcios habían hecho lo mismo antes. Por tanto, el nombre de Atlantis Nêsos, que en griego significa: “Isla de Atlas o de la Descendencia de Atlas” es la traducción por significado y equivalencia del nombre original de tal isla representada en el “inmenso mar azul-verdoso de aguas frías cuyas dimensiones no conocía ni el mismo Osiris” (como rezan los textos junto a la misma isla), y justo delante de la boca de un estrecho canal.

    En la mayoría de los planos y mapas, debajo de la proa de la gran Barca Sagrada representada en el centro de la ciudad, se lee el nombre de la isla (jw) SpA-n.t o Spa-njw.t, (Iu)-Spani o (Iu)-Spaniu, “(Isla) de la Ciudad del Trono Acuático” o “Trono de El que Eleva (Schu/Atlas) de la Ciudad de Agua o Acuática”. En otro mapa datado en los inicios de la Dinastía XVIII, bajo la proa de la misma Barca Sagrada con el trono de Osiris se lee: “La Isla/Colina de la Ciudad de Agua o Acuática”. El jeroglífico que representa una colina también era usado como isla, según sostiene Lesko y otros importantes egiptólogos. Esta isla-colina o bien colina en una isla con una ciudad acuática, según Díaz-Montexano se correspondería con lo que Solón interpretó como una colina o monte de muy poca altura situada en una isla, que a su vez fue rodeada por tres fosos circulares inundados con agua del mar y que se hallaba conectada a su vez con la costa por un largo canal, o sea, la Isla-Acrópolis de Atlantis. Como en la mayoría de los mapas posteriores a la expulsión de los Hykso-Minoicos, esta ciudad acuática o del trono acuático, aparece representada con una grada o altar (Trono) sobre una gran barca sagrada (La barca de Mehen, la Circundada y Laberíntica), y esta acrópolis acuática estaba conectada con la costa del mar por una largo canal, justo como se describe en el Critias para la Acrópolis de Atlantis.

    En esta “Isla de los Dioses” vivían los descendientes del dios egipcio Schu, el Atlas de los griegos, y justamente en griego, Solón usó la expresión Atlantis Nêsos para referirse a la legendaria isla situada en el frío océano occidental, y Atlantis Nêsos se traduce justamente como “Isla de la Descendencia de Atlas”. Más que sorprendente resulta que en egipcio, “La Ciudad del Trono Acuático o de Agua” o “La Ciudad Acuática o de Agua del Trono de ‘El que Eleva o hace elevar hacia lo alto’ (un epíteto del dios Schu, el equivalente de Atlas o Atlante entre los griegos), se escribía en la mayoría de los mapas como jw SpA-n.t o jw SpA-njw.t, que se pronunciaría aproximadamente como Iu-Spani o Iu-Spaniu, incluso como Iu-Spania. Estos mapas que remontan a más de 2000 años antes de Cristo, serían pues las evidencias más antiguas del nombre que los griegos registraron como Ispania, a través de los fenicios, y los romanos latinizaron como Hispania, del que deriva el actual nombre de España.

    Según el autor, el nombre de la metrópolis o capital de la Isla de los Dioses donde vivía la Descendencia de Schu (Osiris, Isis o Maat y Horus aparecen en los mapas dentro de la isla), pasó a la península ibérica cuando los primeros fenicios llegaron a las costas de Iberia, y traspasaron las Columnas de Hércules, como ya no existía la gran “Isla de los Dioses” de la “La Ciudad del Trono Acuático o de Agua” o “La Ciudad Acuática o de Agua del Trono de ‘El que Eleva o hace elevar hacia lo alto’, o sea, Iu-Spania, la que ellos de seguro conocían por los mapas y escritos egipcios que ya en aquellos tiempos se editaban por centenares (como se ha estimado recientemente a juzgar por la gran cantidad de fragmentos conservados), y al creer que la península ibérica era una isla, tal como demuestra el mismo nombre de I-Spania, donde I se corresponde con el fenicio ‘y, ‘isla’ (tradición egipcia y fenicia que heredaron los árabes al llamar a toda Iberia como Yazirat al Andalus, “Isla de Andalus”), pues creyeron que esta gran isla no podría ser otra que la misma Iu-Spani o Iu-Spania, Isla de los Dioses que en los mapas egipcios era nombrada como la Isla de la Ciudad del Trono Acuático o Ciudad Acuática del Trono de ‘El que Eleva o hace elevar hacia lo alto’ (Schu/Atlas).

    Por otra parte, la asociación del mismo dios egipcio Schu con el titán Atlas de los griegos debió ser igualmente conocida por los antiguos autores árabes, pues al referirse al nombre de Iberia como la Isla de Andalos o Andalus (Yazirat al Andalus), algunos de los más autorizados y célebres autores islámicos afirmaban que este Andalos (en árabe clásico aparece escrito como Andlws o Addlws), era el mismo Atlas o Atlante, hijo de Japhet, el mismo que las tradiciones hebreas nombran como Tubal, hijo de Japhet o Jafet, y que afirman fue el primero que pobló la Iberia.

    Casi doscientos mapas egipcios que remontan a más 4000 años de antigüedad con la “Isla de los Dioses”, Iu-Spania, la Isla de la Ciudad Acuática del Trono de El que Eleva (Schu/Atlas), que bien podría ser la misma Isla Atlantis en el Océano Atlántico, delante de Gibraltar, con su “Trono Acuático” y su Gran Canal central, y las regiones paradisíacas adyacentes, son mostrados por el autor como soporte a sus hipótesis sobre el origen egipcio del nombre de Ispania.

    ATLANTIS . AEGYPTIUS . Las Fuentes Egipcias de la Historia de la Atlantida: Evidencias y pruebas indiciarias. Epitome de la Atlantida Histórico-Científica. Tomo II. Georgeos Díaz-Montexano. Scientific Atlantology International Society (SAIS). Turpin Editores. Madrid, 2012. 322 pp. ISBN-10: 1481244507 / ISBN-13: 978-1481244503. Ricamente ilustrado con más de doscientos mapas y textos hallado en Egipto en papiros, estelas, tumbas y templos.

     
    https://georgeosdiazmontexano.wordpress.com/2013/06/13/la-isla-atlantis-y-el-origen-egipcio-del-nombre-de-espana/

    Respuesta  Mensaje 9 de 148 en el tema 
    De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 20/01/2015 02:25
     

    ATLANTIDA/ATLAS/DOS COLUMNAS DE JACHIN Y BOAZ/ SERPIENTE DE BRONCE/PIRAMIDE/CAT/ GATO/GATE/PUERTA/NUMERO 33/VESCICA PISCIS/SEXO FEMENINO/SANTO GRIAL-ESTA TODO CODIFICADO

     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
    gate in Simple Gematria Equals: 33 ( g
    7
    a
    1
    t
    20
    e
    5
    )
     
    GEMATRIA DE GATE ES 33
     
    ¿QUE RELACION ESPIRITUAL EXISTE ENTRE LA SERPIENTE DE BRONCE Y EL MAR DE BRONCE?
     
     
     Juan 3:14: Y como Moisés levantó la SERPIENTE en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, (Cristo esta haciendo referencia al HIJO DEL HOMBRE EN TERCERA PERSONA. ¿PORQUE?)
    Génesis 3:14: Y Jehová Dios dijo a la SERPIENTE: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.
     
     
     
     
    CATOLICO/CAT-OLICO/CAT-EDRAL/CAT/GATO-EL OJO DEL GATO TIENE LA MISMA FORMA QUE LA DEL SEXO FEMENINO "VESCICA PISCIS"
     

    Nebulosa Ojo de Gato

     
    New York City Rockefeller Center 05 Atlas Statue And St Patricks Cathedral 


    Es una simbología relacionada en parte con España. Según la mitología griega, Hércules en su viaje a la Península Ibérica se atrevió a robar la fruta sagrada que cuidaban las Hespérides, hijas de Atlas, fundador de la Atlántida, cumpliendo así la profecía sobre el fin de ese reino de titanes, como estaba anunciado. Este relieve del Museo de Olimpia muestra maravillosamente este episodio. Hércules sujeta el cosmos ayudado por la diosa Atenea, que le pone un almohadón en la espalda, mientras el mismo Átlas le trae las frutas de las Hespérides. Es una versión muy peculiar del mito, pues Átlas coopera en su propia destrucción, y sitúa en España, Hesperia, ese jardín prohibido.

    Durante cincuenta años de su vida, el profesor Schulten efectuó investigaciones históricas y arqueológicas en la Península Ibérica en búsqueda de la Atlántida, y los últimos hallazgos parecen apoyar su hipótesis de que el reino andaluz de Tartessos, desaparecido en el siglo VI antes de Cristo, coincidía con la descripción que nos dejó Platón en el Timeo:

    “(…) Sabios reyes habían formado en esta Atlántida una vasta y maravillosa potencia que dominaba toda aquella tierra además de otras muchas islas, y algunas comarcas del continente, apoderándose de todas, desde Libia al Egipto, y de Europa hasta Tirrenia (…) Empero sobrevinieron diluvios y terremotos, y en un solo día y en una sola noche fatal, todos aquellos guerreros fueron tragados por la tierra abierta. Desapareció la Atlántida y he aquí por qué aun hoy no se puede recorrer y explorar aquel mar, encontrando la navegación un escollo en el fangoso lodo que dejó la tierra al abismarse”.

  • La correlación del Toro y la diosa, incluyendo la sangre del Toro siendo entregada a la Luna para la fructificación, también puede ser explicada a través de la coexistencia de su objetivo del procreativo. Cuando la cabeza del Toro es vista desde una perceptiva frontal, su cráneo y cuernos exhiben un asombroso parecido a los órganos uterinos de la hembra humana.
  • PUSSY CAT/VESCICA PISCIS/SEXO FEMENINO
    Vesica piscis
    TAURO/TORO/PLEYADES/7 COLINAS DEL VATICANO
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    Fermentation - nigredo - bread and wine of Christ

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    La vesica piscis (vejiga de pez en latín) es un símbolo hecho con dos círculos del mismo radio que se intersecan de manera que el centro de cada círculo está en la circunferencia del otro. Esta forma se denomina también mandorla (que significa "almendra" en italiano).
     
    APOCALIPSIS 3:14 (NUMERO PI) (7 IGLESIAS/PLEYADES/TAURO/TORO)
    3:14 Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto: (Numero PI=3.14. La iglesia de LA-ODICEA era una de las 7 IGLESIAS/PLEYADES ubicadas en ASIA MENOR/ANATOLIA/MONTE DE ARARAT. LAS 7 IGLESIAS TIENEN UN FUERTE NEXO CON EL ARCA DE NOE. LA GRAN PIRAMIDE ESTA DISEÑADA EN FUNCION AL MONTE DE ARARAT. Incluso observen tambien que LA-ODICEA comienza con la L/ESCUADRA Y A/COMPAS. Osea que en su mismo nombre esta CODIFICADA LA ALQUIMIA, osea la cuadratura de un circulo o cubicacion de una esfera que es la escalera de JACOB. CASA DE DIOS Y PUERTA DEL CIELO. LA GRAN PIRAMIDE, INCREIBLEMENTE, TIENE UN ORIGEN CIEN POR CIENTO CRISTIANO.)
    1 DE REYES 8
    7:21 Estas columnas erigió en el pórtico del templo; y cuando hubo alzado la columna del lado derecho, le puso por nombre Jaquín, y alzando la columna del lado izquierdo, llamó su nombre Boaz.
    7:22 (NUMERO PI) Y puso en las cabezas de las columnas tallado en forma de lirios, y así se acabó la obra de las columnas.
     
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    7:23 Hizo fundir asimismo un mar de diez codos de un lado al otro, perfectamente redondo; su altura era de cinco codos, y lo ceñía alrededor un cordón de treinta codos.

    7:24 Y rodeaban aquel mar por debajo de su borde alrededor unas bolas como calabazas, diez en cada codo, que ceñían el mar alrededor en dos filas, las cuales habían sido fundidas cuando el mar fue fundido.
    7:25 Y descansaba sobre doce bueyes; tres miraban al norte, tres miraban al occidente, tres miraban al sur, y tres miraban al oriente; sobre estos se apoyaba el mar, y las ancas de ellos estaban hacia la parte de adentro.
    7:26 El grueso del mar era de un palmo menor, y el borde era labrado como el borde de un cáliz o de flor de lis; y cabían en él dos mil batos.
     Everything is Connected and there are no
    coincidences
    GOD IS LOVE/DIOS ES AMOR
    LA VERDAD OS HARA LIBRE
    PAREMOS DE DEMONIZAR AL QUE PIENSA DISTINTO
     
     
     
     
     
     
     
     
    LA INFLUENCIA DE ESPAÑA (COLUMNAS DE HERCULES) EN LA INDEPENDENCIA DE EEUU EVIDENCIAN QUE LA MISMA ES LA NUEVA ATLANTIDA. ES POR ESTO QUE DE DICHA NACION SALIO LA MAYOR PREDICACION DEL EVANGELIO A NIVEL MUNDIAL, INCLUIDO EL CODIGO DA VINCI.

    Respuesta  Mensaje 10 de 148 en el tema 
    De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 21/01/2015 02:42

    La Atlantida - ¿Mitos o Verdades? [Megapost]

     
     
    La Atlantida - ¿Mitos o Verdades? [Megapost] 



    Si bien la historia nos ha dejado millones de legados, hay algunos que se han resaltado por sus detalles en particular. Algunos dejaron asombrados a muchos y aún no se ha descubierto la verdad. Muchos otros de estos son considerados por muchos como mitos, irrealidades, inventos. Aunque vale la pena investigar si es una farsa, o una realidad.

    http://www.taringa.net/posts/paranormal/17070205/La-Atlantida---Mitos-o-Verdades-Megapost.html

    mitos



    ¿Mitos o Verdades?



    verdades



    A lo largo de varios post voy a ir posteando distintos misterios, algunos muy conocidos y algunos no tanto, pero todos igual de interesantes...

    Tratare de hacerlo lo mas corto y menos denso posible para la comodidad del apurado lector

    Espero que les guste.



    leyendas



    Nº 1

    La Atlantida



    atlantida

    la atlantida


    La ciudad perdida, la ciudad del oceano, Atlantis, son algunos de los apodos para esta ciudad leyenda.

    La Atlantida fue una isla legendaria que se dio a descubrir en un texto de Platon: "Timeos y el Critias".

    Debido a que Platón afirmaba reiteradamente que esta ciudad existia, a partir del Romanticismo (segunda mitad del siglo XlX) se empezo a especular sobre su ubicacion. Sin embargo al no tener exito se dijo que la Atlantida, segun los textos del filosofo, tenia anacronismos y especificaciones imposibles, aunque Platon podria referirse a un diluvio o catastrofe en sus tiempos.

    Esta maravillosa ciudad perdida fue fuente de inspiracion de muchos escritores. Entre ellos, Julio Verne, Poe, y otros


    La Atlantida - ¿Mitos o Verdades? [Megapost]


    mitos

    Segun la leyenda, la Atlantis era la ciudad modelo, contaba con numerosos detalles que la ubicaban como la mayor potencia de todas:

    - Estaba ubicada en una posicion que le permitia acceso a culturas dispares como la Maya y la Egipcia.
    - Era decisiva en los avances de las culturas mundiales.
    - Eran viajeros, y al ser una isla, su fuerte era la naval, dominaba todos los oceanos del planeta.
    - Tenian un conocimiento cientifico mucho mas avanzado que las demas civilizaciones.
    - Su riqueza era inigualable.
    - Se destacaba tambien en la cultura en si, la musica, el arte y escultura.

    Acuerdense que todo esto era segun Platon, y la definia como una Utopia de ciudad, la ciudad perfecta.


    verdades


    Ahora bien:

    ¿CUANDO EXISTIÓ?


    leyendas


    Pregunta capciosa. No se sabe. Pero volvemos a recurrir a la sabiduria del gran Platon:

    La leyenda de la Atlántida parte de Platón hacia el 350 a.C., el cual, en los diálogos Timeo y Critias, cuenta la historia de una civilización floreciente que vivía en una isla "más allá de las columnas de Hércules" (nombre antiguo del Estrecho de Gibraltar).

    Él aseguraba basarse en el sabio griego Solón, que 200 años antes decía haber oído en Egipto que una isla había sido destruida "al oeste" como consecuencia de un gran cataclismo que la sumergió en las aguas en tan solo unas horas.

    En más o menos 20 páginas describe esta floreciente cultura, sus ciudades y abundancias y como debido a una afrenta a los dioses (eran adoradores de Poseidón) fueron castigados y una serie de cataclismos les sumergieron en las aguas.

    Hasta aquí podría parecer la típica historia moralista tan habitual en Mitología griega, pero numerosos estudiosos a lo largo de la historia han buscado su significado real pues en gran cantidad de culturas existen mitos similares a los de la Atlántida de Platón, según algunos de ellos existe una especie de memoria histórica o componente real en dicha historia y si bien la mayoría de las hipotesis fueron desestimadas por falta de pruebas o demostrada su invalidez, es cierto que de tratarse de un leyenda fue de gran difusión en una edad tan temprana del hombre que pervivió en diferentes y dispares culturas.


    atlantida


    ¿Donde se ubicaba?

    Como todas las preguntas que vamos a responder sobre mitos, hay diversas respuestas, pero las respondere como si fueran un hecho.


    la atlantida


    Aunque parezca ridiculo buscar una ciudad ubicada en unos textos, La Troya de Homero tambien se creia irreal hasta que Heinrich Schliemann la descubrió en 1903.

    (LEAN QUE ES INTERESANTE. NO SEAN PAJEROS)

    En el Mar Mediterraneo

    Del relato de Platón se deduce que la civilización atlante debió florecer hace más de 12.000 años. Este dato no puede ser exacto en ningún caso, puesto que en aquellos remotos tiempos todavía no existía ninguna cultura evolucionada que trabajara los metales, estuviera gobernada por reyes y dominara los mares con sus barcos.

    En cuanto a la localización del misterioso continente, el texto del filósofo ateniense lo sitúa "más allá de las Columnas de Hércules", y esto significaba, según la concepción de la antigüedad, en el océano Atlántico. Pero atención, recordemos que la fábula procede de los antiguos egipcios y, para ellos, la isla perdida se llamaba Keftiu.

    La fuente de información de Platón, Solón, pensaba naturalmente en griego, de modo que traduciría las indicaciones del sacerdote egipcio a su propia lengua, pudiendo producirse por esto algunos equívocos.

    Posiblemente los egipcios tenían en mente un lugar totalmente diferente al referido por Solón, ya que para esta civilización confinada en el valle del Nilo, el mundo conocido terminaba no ya en el Atlántico, sino en el mismo Mediterráneo.

    La teoría que desde 1909 ha sumado más adeptos afirma que la Atlántida fue Creta u otra isla cercana, la de Santorini. Por consiguiente, la civilización atlante se identificaría con la minoica. Son muchos los datos que apoyan esta tesis. Para los antiguos egipcios, Creta constituía un lugar de interés a causa de su cercanía y su fuerza, aunque resultaba casi inaccesible debido a su ubicación en mitad del Mediterráneo. Por otro lado, la decadencia y caída de esta civilización encaja con el dramático final descrito por Platón: hacia el año 1500 a.C. una tremenda erupción volcánica en la isla de Thera (hoy llamada Santorini) originó terremotos, tsunamis y lluvias de cenizas que acabaron por dar el golpe de gracia a aquella cultura de la Edad del Bronce, que ya había sufrido anteriores seísmos.

    La fecha es lo único que no concuerda, pues recordemos que, según Platón, la Atlántida debió florecer alrededor de 12.000 años atrás. Sin embargo, pudo ocurrir que el informador egipcio de Solón se hubiera basado para sus cálculos en uno de los calendarios lunares al uso en aquella época, confundiendo al griego, quien habría tomado los años lunares por solares. En tal caso, la fecha referida por el sacerdote sería el año 1200 a.C. aproximadamente, lo cual coincide, admitiendo un margen de tolerancia de dos o tres siglos, con la explosión de Thera.

    En cualquier caso, por bien que suene esta hipótesis, también tiene sus puntos débiles. Así, la clasificación cronológica de los diferentes estilos cerámicos de la isla de Santorini demuestra que esta cultura sobrevivió al menos cincuenta años a la erupción del volcán. La Atlántida no se hundió, por tanto, en este lugar. Y menores son las posibilidades de que se tratara de la cercana isla de Creta; Cnosos, el centro de la cultura minoica, no se colapsó hasta algunos siglos después de la erupción del volcán y, como todos sabemos, la isla continúa en su sitio.

    En el Océano Atlántico

    El relato de Platón hablaba de una enorme isla "más allá de las columnas de Hércules" este dato hacia suponer que debía encontrarse en el Océano Atlántico y durante siglos investigadores del tema la situaron en dicho emplazamiento. Dicha teoría fue totalmente rechazada en 1.950 cuando se demostró la tectónica de placas y se comprobó que no existen ni existieron vestigios de ningún continente sumergido.

    Hasta que dicho teórico emplazamiento se demostró que no era correcto, investigadores como Ignatius Donnelly, quien publicó su libro Atlantis: The Antidiluvian World en 1882, obra que conocería más de cincuenta ediciones y que sirvió de punto de partida para numerosas teorías posteriores. Donnelly estudió los enigmas de distintas culturas y elaboró a partir de tan misteriosos ingredientes una hipótesis irresistible: la Atlántida fue un continente entre Europa y América que se sumergió y que incluso llegó a constituir un puente terrestre entre ambos mundos.

    Los principales datos que corroborarían su teoría son los siguientes: la lengua de los aztecas posee asombrosas semejanzas con la de los egipcios. (Esto no es exacto, dicen los escépticos; el parecido procede de una interpretación errónea de los signos de la escritura azteca). Los egipcios no fueron los únicos que construyeron pirámides; también los antiguos pueblos centroamericanos levantaron este tipo de estructuras, de modo que debió existir algún contacto entre ellos. (Tonterías, afirman los detractores de Donnelly; una forma geométrica tan elemental puede inspirar a cualquier arquitecto espontáneamente, sin que tenga que copiar de nadie).

    Donnelly no ofrecía nuevas pruebas de la existencia de la Atlántida, sino una síntesis tan brillante como persuasiva de las ya existentes, echando mano de informaciones procedentes de campos tan diversos como la arqueología, la oceanografía, la filología, la geología, la historia, la mitología, la etnología, la zoología y la botánica para argumentar la historia de Platón y con la intención de demostrar que sin un continente que hubiera servido de puente las coincidencias que proponía no hubiesen podido darse.

    La Atlántida en América

    Al ser descubierto el nuevo continente surgió como es lógico una nueva teoría, ¿Podría ser América el continente descrito por Platón?, ¿era posible que las tierras descubiertas por Cristobal Colon fueran parte de la isla soñada?

    La respuesta parecía ser no, pues parecía muy improbable con la tecnología de la época que relataba Platón pudiesen realizarse viajes en barco a tan larga distancia y más cuando se describían flotas de 1200 barcos que conquistaban allá por donde pasaban con sus tropas. Un dato cuando menos curioso sobre esta teoría es el siguiente:

    En una sesión de trance realizada en 1933, el vidente norteamericano Edgar Cayce describió de una forma colorista y fantástica la vida en aquella antigua civilización, prediciendo, además, que una parte de ella sería encontrada en el año 1968. Y en efecto, un año más tarde de lo vaticinado se descubrieron en el fondo marino frente a las Bahamas ciertas estructuras aparentemente realizadas por la mano humana. La localización de la Atlántida en esta zona ya había sido propuesta por otros investigadores, que sin duda se remitían a los datos aportados por el geógrafo romano Marcelo, del primer siglo antes de nuestra era. Según él, el continente perdido habría estado integrado por siete islas pequeñas y tres grandes, la mayor de ellas de 1.000 estadios de diámetro, lo que equivale aproximadamente a 200 kilómetros.

    ¿Debemos, pues, buscar los restos de la Atlántida en el Caribe? La mayor de las islas antillanas, La Española, tiene un tamaño que coincide más o menos con el calculado por el sabio Marcelo. Sin embargo, estas especulaciones tienen muy poco que ver con la descripción de Platón. Las formaciones de piedra encontradas son según los expertos tan solo una formación rocosa insólita y no tienen nada que ver con la mano del hombre y aún en el caso de ser estructuras arquitectónicas creadas por el hombre parece muy poco probable que perteneciesen a la Atlántida que relataba Platón y con casi total seguridad serían parte de una cultura megalítica aun desconocida.


    La Atlantida - ¿Mitos o Verdades? [Megapost]


    CONCLUSION


    La tectónica de placas no deja lugar a dudas, no hay lugar para la Atlántida, ningún continente o isla de dimensiones como las descritas pudo haberse sumergido o inundado sin dejar pruebas de ello. Por lo cual tenemos que pensar que de ser algo mas que un mito deberíamos buscar la Atlántida entre las tierras ya conocidas, probablemente una isla mediterranea, alguna región europea que fuera mal interpretada en los mapas o traducciones de textos antiguos, otras hipotesis barajan la posibilidad de que se tratara de las Azores.

    Aún así no deja de ser fascinante como durante siglos se ha buscado un continente idílico y existen tal cantidad de textos a lo largo de la historia aportando pruebas de su existencia.

    Si Mr. Platon sabia que este relato era una farsa. Es posiblemente,el mayor Troll de la historia.

    Respuesta  Mensaje 11 de 148 en el tema 
    De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 21/01/2015 02:44
    La Atlántida, ¿ mito o realidad ?



    La Atlántida



    Prólogo

    Mientras la Humanidad se precipita hacia el futuro y se adentra en el espacio sin límites, sus horizontes se ensanchan también hacia atrás y su interés por conocer el pasado se hace cada vez mayor. Las fronteras de la civilización primitiva retroceden cada año un poco más.

    Los nuevos descubrimientos y la nueva información recogida gracias al procedimiento del Carbono 14 (que ayuda a determinar la antigüedad de ciertos instrumentos) hacen pensar que el hombre era ya civilizado, en grados diversos, miles de años antes del período generalmente aceptado y no siempre en los lugares que hasta ahora parecían idóneos, como el Creciente Fértil del Oriente Medio.

    ¿Dónde estuvo localizada la primera civilización? ¿Fueron las demás “exportadas” desde un núcleo central? ¿Existió alguna otra cultura, más antigua y con mayores conocimientos, que ayudó a formar Egipto, Sumer, Creta, Etruria, las islas del Mediterráneo y costas adyacentes, y que influyó incluso en las culturas americanas? En respuesta a todos estos interrogantes surge, difusa pero acuciante, una palabra semejante al eco de un pasado incierto, algo así como el nombre que se pronuncia en un océano brumoso. La palabra es... Atlántida.

    Para muchos, la Atlántida es el continente atlántico desaparecido; la cuna original de la civilización; una tierra dorada y bella que desapareció por una serie de convulsiones cuando se hallaba en la cumbre de su poder y que yace ahora en el fondo del océano, mostrando en la superficie sólo las cimas de sus montañas.

    Para otros, la Atlántida es sólo una leyenda inventada por el filósofo griego Platón, que la utilizó como escenario de dos de sus Diálogos, y que se ha conservado en la imaginación popular a través de diversas versiones desarrolladas durante siglos. Y para otros aún, es una auténtica precursora de las civilizaciones primitivas, atestiguada por documentos antiguos, aunque incompletos, pero situada no en él Atlántico, sino en otro lugar. Naturalmente cada una de las posibles localizaciones cuenta con numerosos partidarios.

    Si consultamos la enciclopedia, veremos que la Atlántida está considerada como “una leyenda” y que no entra dentro de la historia documentada. Sin embargo, geólogos y oceanógrafos coinciden en que algo semejante a un continente existió alguna vez en el Atlántico, si bien dudan a la hora de situarla dentro del ámbito de la Humanidad civilizada.

    Lo cierto es que la Atlántida está todavía junto a nosotros, ahora más que nunca. Forma parte de nuestra cultura, creamos en ella o no; ha sido tema de más de tres mil libros; ha inspirado a los clásicos; ha influido en la historia e incluso contribuyó al descubrimiento del Nuevo Mundo.

    Cada vez que se descubre una ciudad o una cultura submarinas —cosa que ocurre y ocurrirá con mucha frecuencia, debido al crecimiento paulatino del nivel de las aguas en el mundo y al hundimiento de algunas zonas de la costa—, la Atlántida surge como una palabra mágica en los labios del descubridor. El año pasado la Atlántida fue “descubierta” en el Mediterráneo, en la isla de Tera, que experimentó la desaparición de algunas partes de su territorio en el mar, a causa de antiguas erupciones volcánicas.

    Por otra parte, los admirables relatos de Edgar Cayce predijeron que en 1968 ó 1969 surgiría un templo atlántico cerca de las Bimini, en las Bahamas, y lo cierto es que se han observado algunas estructuras submarinas en los alrededores, que en el momento de escribir este libro se hallan en proceso de investigación.

    La leyenda de la Atlántida —si de leyenda puede hablarse— está en todo caso llena de vida y en constante autorrenovación, como esa otra tan conocida del ave Fénix. Mientras cada generación va aprendiendo de su gran memoria ancestral (el continente o paraíso perdido en el fondo del mar), surgen nuevas preguntas y se formulan nuevas explicaciones. Y con los equipos de investigación de que se dispone actualmente es posible que haya llegado el momento en que surja la solución de este antiguo enigma y la reconsideración de la antigüedad del hombre civilizado y del lugar en que apareció su primera gran civilización.




    La Atlántida: ¿leyenda o realidad?

    La Atlántida constituye la novela de misterio más grande del mundo. Su nombre mismo evoca un enigmático sentimiento de familiaridad y memorias perdidas, lo que es natural, puesto que nuestros antecesores han hecho conjeturas acerca de ella durante miles de años.

    Si buscamos la palabra Atlántida en una enciclopedia, podemos leer que se trata de un continente perdido y “mítico” y, entre otras referencias, veremos que fue descrita por Platón en el siglo IV a.C., en dos de sus Diálogos, Timeo y Critias, en los que hace referencia a una visita de Solón a Egipto. Entonces se enteró de que los sacerdotes de Sais guardaban documentos escritos acerca de “una isla-continente situada más allá de las Columnas de Hércules (nombre que se daba en la Antigüedad a Gibraltar) llamada Atlántida y que era el corazón de un grande y maravilloso imperio” y que tenía una población muy numerosa, ciudades de techos dorados, poderosas flotas y ejércitos de conquista e invasión.

    En su descripción de la Atlántida, Platón señala que,

    “la isla era mayor que Libia y Asia juntas (al parecer con el nombre de Libia se designaba la parte de África entonces conocida) y podía pasarse a través de ella al continente opuesto, que bordeaba el verdadero océano...”

    El filósofo griego describe la isla como un paraíso terrestre, mezcla de imponentes montañas, fértiles llanuras, ríos navegables, ricos depósitos de minerales y una numerosa y floreciente población. Este poderoso imperio “desapareció bajo el mar en un solo día, con su noche”.

    Según los cálculos de Platón, el hundimiento se produjo unos 9.000 años antes de su época; es decir, hace unos 11.500 años. Su alusión a este continente perdido - al que nos referiremos con más detalle en el capítulo 3 - fue, alternativamente, creída y puesta en duda a lo largo de los siglos. Parte de lo que Platón afirmaba tuvo su confirmación con el descubrimiento del “continente opuesto’” en 1492. Conforme aumentan los conocimientos sobre la profundidad del océano se sitúan cada vez más lejos en el tiempo los límites de la prehistoria de la Humanidad, y es posible que otros puntos del relato de Platón sean reconocidos como igualmente ciertos.

    Verdaderos o no, y cualesquiera que sean las connotaciones psicológicas, hay un gran flujo de la memoria de la raza que apunta hacia algún lugar del Atlántico, señalándolo como la cuna tribal o racial de un paraíso terrestre hacia el que fluyen las almas después de la muerte.

    Si la Atlántida hubiese existido, las tribus y razas que han poblado el perímetro a ambos lados del Atlántico lo recordarían, o al menos habría alguna referencia de ella en la memoria tribal o en los documentos escritos. En este sentido debemos dejar constancia de una curiosa coincidencia de nombres. El galés y el inglés antiguo situaron en el océano occidental el emplazamiento de su paraíso terrenal, que llamaban Avalan. Los griegos de la antigüedad situaron la isla más allá de las Columnas de Hércules y la llamaron Atlántida. Los babilonios ubicaron su paraíso en el océano occidental y le dieron el nombre de Aralu, mientras los egipcios colocaron la morada de sus almas “en el extremo occidental, y en el centro del océano” y lo denominaron, entre otros, con los nombres de Aaru o Aalu y también Amena.

    Las tribus celtas de España y los vascos conservan las tradiciones de su tierra natal en el océano occidental, y los galos autóctonos de Francia, especialmente los que habitaban las regiones más occidentales, conservaban la tradición de que sus antepasados provenían de algún lugar en el medio del océano occidental, como consecuencia de una catástrofe que destruyó su tierra de origen.

    Los árabes creían que el pueblo de Ad vivió antes de la gran inundación y fue destruido por las aguas como castigo por sus pecados. Las antiguas tribus del Norte de África mantenían las tradiciones de un continente situado al Oeste, y existen noticias de tribus llamadas Atarantes y Atlantioi, así como un mar actualmente seco, Attala y, naturalmente, las montañas Atlas. Cruzando el Atlántico advertimos que en las Islas Canarias (que en teoría constituyen las cumbres montañosas de la Atlántida) existen una serie de antiguas cavernas llamadas Atalaya, cuyos habitantes conservaban, incluso en la época romana, el recuerdo del hundimiento de la isla-continente.

    Tanto en América del Norte como en Sudamérica, nos encontramos con una serie de extraordinarias coincidencias. La mayor parte de las tribus indígenas conservan leyendas que dicen que su origen está en Oriente o que obtuvieron los adelantos de la civilización de unos superhombres llegados desde un continente oriental. El pueblo azteca conservó el nombre de su tierra de erigen: Aztlán, y la palabra misma, azteca, es una derivación de Aztlán. En el idioma azteca (náhuatl), atl significa “agua” y la misma palabra tiene igual significado en el lenguaje beréber del norte de África.

    Quetzalcóatl, dios de los aztecas y de otros pueblos mexicanos, era según se dice un hombre blanco, que usaba barba y llegó al valle de México desde el océano, volviendo a Tlapallan una vez concluida su misión civilizadora. En su libro sagrado, los maya-quichés se refieren al país oriental donde en un tiempo habían vivido como si fuera un verdadero paraíso, “en el que blancos y negros vivieron en paz” hasta que el dios Hurakan (huracán) se enfureció e inundó la tierra. Cuando los conquistadores españoles exploraron Venezuela por primera vez encontraron un reducto denominado Atlán, que estaba poblado por indios blancos (o que a los españoles les parecieron blancos), cuyos antepasados eran sobrevivientes, según decían, de una tierra inundada.

    Tal vez la más notable de todas estas coincidencias lingüísticas sea la que presenta el idioma inglés. El nombre mismo del océano en que nadamos, navegamos o sobrevolamos, Atlántico, podría ser un nexo de unión con la leyenda de las antiguas ciudades doradas que yacen en el fondo de las aguas. Ciertamente, la palabra proviene de Atlas, el gigante de la leyenda griega que sostenía el cielo. Pero, ¿acaso no era la propia leyenda de Atlas una alegoría de poder, el poder del imperio atlántico quizás? En griego, Atlántida significa “hija de Atlas”.

    Las leyendas sobre una gran inundación y sobre la desaparición de una civilización avanzada son comunes a casi todas las razas, naciones y tribus que poseen documentos escritos o tradiciones orales. Se ha sugerido que la similitud entre nuestros escritos bíblicos acerca del Diluvio y los de Sumer, Asiría, Babilonia, Persia y otras antiguas naciones mediterráneas podrían tener su origen en los recuerdos de una gran inundación ocurrida en el Oriente Medio. Pero, ¿serviría esto también para explicar las leyendas de inundaciones que se conservan en Escandinavia, China, la India y en la gran mayoría de las tribus aborígenes del Nuevo Mundo, tanto en América del Norte como en Sudamérica?

    Dichas leyendas, con sus reiteradas alusiones a sobrevivientes que levantaron una nueva civilización sobre las ruinas de la antigua, existen en todo el mundo y aparentemente se refieren a algo que realmente ocurrió. Sin duda, debe considerarse que si la tierra estuviese cubierta sólo por las aguas, éstas no habrían podido retroceder, ya que carecerían de un punto al cual dirigirse.

    De ahí que uno pueda presumir que la gran inundación, tal como la recordaron sus sobrevivientes, describía un fenómeno especial, acompañado de lluvias y perturbaciones climatológicas, durante las cuales a los sobrevivientes les pareció que el mundo entero había quedado bajo el agua. Son estos recuerdos, lo mismo que aquellos que hablan de un paraíso terrestre, habitualmente localizado en una isla hermosa y fértil en medio del Atlántico, los que unidos a las numerosas referencias de los autores clásicos a dicha isla, han fascinado a los hombres de todas las épocas y contribuyeron sin duda al descubrimiento y conquista de América.

    Quienes rechazan la teoría atlántica argumentan que tendrían que existir más referencias a la Atlántida en la Antigüedad que aquellas de las que disponemos. Sin embargo, considerando el estado de los documentos antiguos y considerando la posibilidad de que se descubran otros, resulta asombroso que tengamos todo lo que tenemos.

    Sabemos con certeza que algunos de los documentos relacionados con la Atlántida se perdieron, porque varias de las referencias de que disponemos aluden a otros más completos, que se han extraviado. Aparte de la destrucción general de los manuscritos griegos y romanos que tuvo lugar durante las invasiones de los bárbaros, una parte importante de la literatura clásica fue sistemáticamente eliminada, algunas veces por los mismos pueblos que la heredaron.

    El papa san Gregorio Magno, por ejemplo, ordenó la destrucción de la literatura clásica,

    “por temor a que distraiga a los fieles de la contemplación del cielo”.

    Amru, el conquistador musulmán de Alejandría, donde se hallaba la mayor biblioteca de la Antigüedad —más de un millón de volúmenes— utilizó los rollos de manuscritos de los clásicos como combustible para calentar los cuatro mil baños de la ciudad durante seis meses. Amru argumentó que si los libros antiguos contenían información ya existente en el Corán, eran superfluos, y si la que encerraban no estaba allí, no tenía valor alguno para los verdaderos creyentes.

    Nadie sabe qué referencias a la Atlántida pueden haber ido a parar al agua caliente de los baños de los conquistadores árabes, ya que Alejandría era tanto un centro científico como literario. Los conquistadores españoles del Nuevo Mundo continuaron esta destrucción de antiguos documentos. El obispo Landa destruyó todos los escritos mayas que pudo encontrar en la península del Yucatán, con la excepción de unos seis que ahora se guardan en museos europeos.



    Expansión "colonial" atlántica en el mundo, según Donnelly
    misterios



    Los mayas podrían haber proporcionado alguna información valiosa acerca del continente perdido, dado su origen y sus sorprendentes conocimientos científicos. Ello podría ocurrir todavía, si se descubriesen nuevos documentos.

    Aun cuando los escritos antiguos se han perdido, no faltan las obras modernas sobre la Atlántida. Se han publicado alrededor de cinco mil libros y folletos en los principales idiomas del mundo, en su mayoría en los últimos 150 años. El número mismo de obras sobre este tema demuestra el atractivo que ejerce el misterio de la Atlántida sobre la imaginación del hombre. En una ocasión, un grupo de periodistas ingleses hicieron una votación para designar las noticias más importantes que podían imaginar, y situaron la reaparición de la Atlántida en cuarto lugar, varios puestos por delante de la segunda venida de Cristo.

    Entre los miles de libros escritos en el pasado siglo y medio hay un pasaje en la obra de Ignatius Donnelly que merece ser citado como muestra típica de la firme creencia de muchos en la existencia de un continente atlántico, cuna de la civilización.

    Donnelly presentó al comienzo de su obra, publicada en 1882, trece proposiciones que todavía se distinguen por su fuerza, originalidad y sobre todo por su tono de absoluta certeza. Son las siguientes:

    1. Que en una época existió, frente a la boca del Mediterráneo, en el océano Atlántico, una gran isla que era lo que quedaba de un continente conocido por los antiguos con el nombre de Atlántida.
    2. Que la descripción que de dicha isla hizo Platón no es fábula, como se ha supuesto durante mucho tiempo, sino historia real.
    3. Que la Atlántida fue el lugar en donde el hombre se elevó por vez primera de un estado de barbarie a la civilización.
    4. Que con el discurrir del tiempo la isla se convirtió en una nación poderosa y muy poblada. La gran densidad demográfica impulsó a los viajes, lo que hizo posible que las costas del Golfo de México, de los ríos Missisipi y Amazonas, las del Pacífico en Sudamérica, las del Occidente de Europa y África, las del Báltico, el Mar Negro y el Caspio fueran pobladas por comunidades civilizadas.
    5. Que fue el verdadero mundo antidiluviano y también el Jardín del Edén; los jardines de las Hespérides; los Campos Elíseos; los Jardines de Alcino; el Olimpo; el Asgar de las tradiciones de los pueblos antiguos; que, en fin, representa el recuerdo universal de una tierra grandiosa, donde la Humanidad primitiva residió durante mucho tiempo en paz y felicidad.
    6. Que los dioses y diosas de los antiguos griegos, fenicios, hindúes y escandinavos eran sencillamente los reyes, reinas y héroes de la Atlántida y que los actos que les atribuye la mitología son rememoraciones confusas de hechos históricos verdaderos.
    7. Que las mitologías de Egipto y Perú representan la religión original de la Atlántida; es decir, la adoración del Sol.
    8. Que la colonia más antigua establecida por los atlantes estuvo probablemente en Egipto, cuya civilización reprodujo la de la gran isla.
    9. Que los utensilios de la Edad del Bronce de Europa derivan de la Atlántida, y que los atlantes fueron también los primeros que trabajaron el hierro.
    10. Que el alfabeto fenicio, padre de todos los europeos, proviene del que ya se utilizaba en la islacontinente.
    11. Que la Atlántida fue el lugar de asentamiento original del gran tronco de las naciones arias o indoeuropeas, al igual que el de los pueblos semitas, y posiblemente también de las razas turanias.
    12. Que la Atlántida sucumbió en medio de una terrible convulsión de la Naturaleza, en que la isla entera se hundió en el océano, con casi todos sus habitantes.
    13. Que sólo algunas personas escaparon en barcos o balsas, llevando a las naciones de Oriente y Occidente las noticias sobre la horrible catástrofe, que han llegado hasta nuestra época bajo la forma de las leyendas de la Inundación y el Diluvio que existen en los distintos pueblos del viejo y el nuevo mundo.

    El libro de Donnelly y los centenares de obras que le siguieron iniciaron tal vez un “movimiento” atlántico que ha sobrevivido, con variada intensidad, hasta nuestros días. Diversos escritores y estudiosos se han enfrascado en un nuevo examen de los libros antiguos que todavía se conservan y que tratan del tema, y han estudiado concienzudamente los mitos clásicos, las leyendas indígenas y los indicios relativos a esta cuestión que suelen hallarse en campos tan variados como los de la biología, la antropología, la geología, la botánica, la lingüística y la sismología. El material reunido es amplísimo y los resultados están sometidos a interpretación.

    Las cinco primeras disciplinas que hemos citado proporcionan, según la interpretación, una gran cantidad de información que indica que hubo una época en que un istmo de tierra conectó el nuevo mundo con el viejo. Pudo ser primero un paso terrestre y luego un gran continente que en definitiva se quebró en una serie de islas separadas. Esto no sólo explicaría algunos extraños paralelismos en estas ciencias, sino incluso ciertos rasgos culturales y mitos comunes.

    En lo que respecta a la sismología, la Atlántida es una de las zonas menos estables de la corteza terrestre y está sujeta a trastornos a lo largo de toda la plataforma submarina del Atlántico norte y medio, que se extiende por el fondo del mar desde el Norte del Brasil hasta Islandia. Dichos trastornos todavía pueden provocar alzamientos o depresiones de masas terrestres.

    Los recientes adelantos científicos, las nuevas técnicas arqueológicas para la precisión de las fechas históricas, las conclusiones revolucionarias acerca de la antigüedad del hombre civilizado, y sobre todo, el alcance y profundidad crecientes de la exploración submarina, han preparado el terreno para nuevos descubrimientos. En realidad, algunos podrían haber ocurrido ya, pero aún no son conocidos.

    Antes de que contáramos con todas estas técnicas, ya los teóricos e investigadores de la Atlántida habían alcanzado un punto en los dominios tradicionales de la investigación, más allá del cual no pudieron avanzar. En la actualidad, el área y los medios de investigación se han ampliado considerablemente.


    vida



    La Atlántida vuelve a ser actualidad

    La Atlántida ocupa todavía un lugar en las noticias. ¡Durante el año 1968 fue “redescubierta” dos veces! Una de ellas-en el Mediterráneo y otra en el Atlántico, frente a las Bimini, en las Bahamas, donde se dice que un templo de la isla-continente está elevándose hacia la superficie. La explicación de que la prensa haya identificado el edificio como un templo de la Atlántida está en la asombrosa coincidencia del fenómeno con la predicción hecha por Edgar Cayce en 1940, en el sentido de que en 1968 ó 1969 surgiría de las aguas, frente a las Bimini, un templo de la Atlántida.

    En el período comprendido entre 1923-1944, Cayce, un investigador de parapsicología y de los fenómenos extrasensoriales, que vivía en Virginia Beach, estado de Virginia, tuvo numerosas experiencias mentales, que llamó “relatos”, y concedió abundantes entrevistas acerca de la Atlántida, en las que explicó la vida en la Isla y los cambios operados en la tierra en general. Aunque numerosas, dichas revelaciones representan sólo una parte de sus predicciones, que han determinado la creación de una fundación que lleva su nombre y de una asociación con filiales en numerosas ciudades de Estados Unidos.

    Al describir el continente sumergido, afirmó que parte de él se hallaba bajo el océano, cerca de las Bahamas y, específicamente que las Bahamas mismas eran las cumbres de la isla Poseidia, que formaba parte de la “región occidental de la Atlántida”. En 1940 Cayce señaló los años 1968 o 1969 como el momento en que habría de volver a emerger una parte de la isla desaparecida, la porción cercana a las Bimini:

    “Poseidia —dijo—, será una de las primeras porciones de la Atlántida que volverán a levantarse. Se espera para 1968 ó 1969. ¡No está tan lejos!”

    Una coincidencia muy curiosa ha hecho que varios edificios pareciesen estar volviendo a la superficie, frente a las Bimini y en el extremo norte de Andros. Aún no se ha determinado qué son esas construcciones ni cuál es su antigüedad. Sin embargo, lo más extraordinario acerca de su aparición es que estos misteriosos edificios submarinos han surgido en el lugar exacto que había señalado Cayce en 1940. Dos pilotos comerciales los avistaron y fotografiaron desde el aire. Uno de ellos era un miembro de la fundación Cayce que los estaba buscando y que los vio mientras volaba en uno de sus itinerarios regulares, probablemente debido a que conocía la predicción de Cayce.

    Es interesante señalar que el avión ha sido un eficaz colaborador para los arqueólogos durante muchos años, ya que, en condiciones de buena visibilidad y de quietud de las aguas, ha sido posible descubrir y fotografiar desde el aire numerosos puertos, fortificaciones y ciudades antiguas.

    Al sur de este punto existe una depresión llamada Lengua del Océano, que tiene una profundidad de unos 6.000 metros, lo que coincide plenamente con el “relato” de Cayce en el sentido de que las antiguas tierras de la Atlántida situadas frente a las Bimini son el punto más alto de un continente sumergido. Una primera investigación submarina ha revelado que el edificio está construido sobre una base de rocas y que las paredes han sido cubiertas por la arena, lo que hace difícil verlas bajo el agua, en tanto que resulta fácil advertirlas desde el aire, ya que los trazos rectangulares de la construcción son más evidentes.

    Dado que los edificios están ahora tan cerca de la superficie, han debido tomarse medidas para protegerlos de los cazadores de tesoros que tienen mucho menos interés en determinar su antigüedad que en la posibilidad de saquearlos.
    Posteriormente se han encontrado otras ruinas submarinas cerca de otras islas del Caribe, entre ellas lo que parecía ser una ciudad completa, sumergida frente a la costa de Haití, y otra ciudad que se hallaría en el fondo de un lago. En 1968 se descubrió frente a las Bimini lo que parece ser un camino submarino (o tal vez una serie de plazas o de cimientos). Sobre la base de estos numerosos hallazgos, podría pensarse que parte del zócalo continental del Atlántico y el Caribe fue alguna vez tierra firme que se hundió durante un período en que el hombre estaba ya civilizado.

    Las construcciones submarinas que están emergiendo frente a las Bimini y a Andros están siendo estudiadas actualmente para determinar si formaron parte de un complejo cultural maya o de alguno todavía más antiguo, como predijo Cayce. Si pudiera establecerse su origen maya, ello no significaría necesariamente apartarse de la teoría atlántica, ya que los mismos mayas son, al parecer de muchos, si no descendientes de los sobrevivientes de la isla sumergida, por lo menos gentes que llegaron a un nivel de civilización relativamente elevado, gracias a los atlantes; una especie de ayuda a “naciones subdesarrolladas” en versión antigua.

    Una expedición a la isla de Tera, situada en el mar Egeo, directamente al norte de Creta, concentró la atención en una teoría según la cual lo ocurrido en la propia Tera — que aparentemente fue destruida por una explosión en el 1500 a.C. con el consiguiente hundimiento de una gran porción de tierra— fue el desastre real que llevó a Platón a hablar de la destrucción de un continente. Es sabido que un misterioso desastre se abatió sobre la avanzada civilización cretense, aproximadamente en la misma época.

    Antes, el imperio cretense era más avanzado que los que le siguieron. Poseía incluso agua corriente e instalaciones sanitarias sorprendentemente modernas, vasos de cristal de colores, cubiertos brillantes y modas muy elaboradas y precursoras en materia de vestimenta.

    En la Antigüedad, Tera fue también llamada Stronghyli, que quería decir “la rotonda”, pero después de la explosión, la parte noroccidental de la isla estalló y se hundió en el mar, dejándola con la forma de una media luna. Esta explosión y las convulsiones volcánicas consiguientes, al igual que las olas de las mareas provocadas por movimientos sísmicos, pueden haber sido una de las razones de la decadencia de Creta y de su conquista por los griegos aqueos.

    Sin embargo, las numerosas erupciones volcánicas ocurridas en el Mediterráneo a lo largo de los siglos, no significan que no haya ocurrido una aún mayor más allá de las Columnas de Hércules, como señala Platón. Lo interesante es que, apenas se halla cualquier territorio sumergido que pueda relacionarse con culturas arcaicas —y cada vez habrá más hallazgos, gracias a las nuevas técnicas de exploración submarina- surge la pregunta: ¿Es ésta la perdida Atlántida de la leyenda?

    Porque la Atlántida, la más antigua civilización o leyenda del mundo, según cuál sea nuestro punto de vista, nunca ha dejado de fascinar a la Humanidad, como lo demuestran los miles de libros y tratados ya escritos y los que siguen apareciendo acerca de un tema cuya existencia está todavía por constatar. Y sin embargo, esta leyenda o recuerdo de la raza merece todavía hoy la atención de la prensa.

    Es como si, comprendiendo que ahora existen mejores métodos de investigación arqueológica, el hombre moderno esperase recibir la confirmación de su propio pasado perdido y creyera que la ciencia moderna habrá de llenar las lagunas de la historia de la familia humana.

    En el momento mismo en que este libro estaba en prensa, habían aparecido o estaban por publicarse varios otros relativos a la Atlántida o a Tera. También han aparecido reimpresiones de obras escritas hace muchos años pero que todavía resultan pertinentes e informativas. Y, a mediados de 1969 una canción popular reflejaba el nuevo despertar del interés del público en la Atlántida y el deseo implícito en él de poseer mayor conocimiento acerca de nuestro pasado y de la edad dorada del hombre.

    Respuesta  Mensaje 12 de 148 en el tema 
    De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 21/01/2015 02:45

    Respuesta  Mensaje 13 de 148 en el tema 
    De: BARILOCHENSE6999 Enviado: 21/01/2015 02:47

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