El papa Francisco declara santos a dos pastorcitos de Fátima y saluda a Costa Rica
El pontífice saludó a la cámara de Radio Fides y dijo que en nuestro país 'está el mejor café del mundo'.
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13 de Mayo de 2017 - 16:08 HS
Pope Francis hugs Lucas Baptista during a mass at the Sanctuary of Our Lady of Fatima Saturday, May 13, 2017, in Fatima, Portugal. Lucas, whose medically inexplicable healing was the "miracle" needed for the Marto siblings to be declared saints. The boy, aged 5 at the time, had fallen 6.5 meters (21 feet) from a window in 2013 and suffered such severe head trauma that his doctors said he would be severely mentally disabled or in a vegetative state if he even survived. The boy not only survived but has no signs of any after-effects. (AP Photo/Alessandra Tarantino)
The pictures of Jacinta, left, and Francisco Marto, hang on the facade of the Sanctuary of Our Lady of Fatima, Saturday, May 13, 2017, in Fatima, Portugal. Pope Francis urged Catholics on Friday to "tear down all walls" and spread peace as he traveled to this Portuguese shrine town to canonize two poor, illiterate shepherd children whose visions of the Virgin Mary 100 years ago marked one of the most important events of the 20th-century Catholic Church. (AP Photo/Armando Franca)
Pope Francis (C) jokes with a little girl during his visit to the Shrine of Our Lady of Fatima in Portugal on May 13, 2017. The two young shepherds, Jacinta and Francisco Marto, who had visions of the Virgin Mary 100 years ago in Fatima, a Portuguese site now a global draw for pilgrims, were declared saints today during a mass celebrated by Pope Francis. / AFP PHOTO / POOL / STF
El papa Francisco declara santos a dos pastorcitos de Fátima y saluda a Costa Rica
Cien años después de que aseguraran haber visto a la Virgen María, los pequeños hermanos pastores Francisco y Jacinta fueron declarados santos este sábado por el papa en el santuario portugués de Fátima, ante medio millón de emocionados fieles.
"Declaramos y definimos como santos a los beatos Francisco Marto y Jacinta Marto", dijo el papa Francisco en la misa de canonización delante de la Basílica de Nuestra Señora de Fátima, cuya gigante explanada estuvo abarrotada de peregrinos, algunos con lágrimas en los ojos, venidos de todo el mundo.
En el santuario, que se encontraba bajo fuertes medidas de seguridad, se reunieron unos "500.000 fieles", según el Vaticano, por debajo de las estimaciones iniciales que preveían entre 800.000 y 1 millón de visitantes.
Los pequeños pastores, humildes e iletrados, murieron de gripe española a los diez y nueve años, respectivamente, algunos años después de haber visto en 1917 seis apariciones de la madre de Jesús. Ambos, enterrados en la Basílica de Fátima , se convierten en los santos más jóvenes de la Iglesia católica que no murieron en martirio.
"Como un ejemplo para nosotros, tenemos ante los ojos a San Francisco Marto y a Santa Jacinta", que con su fe en la Virgen recibieron "la fuerza para superar las contrariedades y los sufrimientos", declaró el papa en la homilía.
"Fátima es sobre todo este manto de Luz que nos cubre, tanto aquí como en cualquier otra parte de la tierra", abundó Jorge Bergoglio, muy devoto de la Virgen.
"Si Fátima no existiera, la historia de la religión en Portugal estos últimos cien años sería totalmente diferente. (...) Aquí, todas las nacionalidades y clases sociales se unen con el consuelo que ofrece María", dijo a la AFP el abogado portugués de 46 años Pedro Pestana, integrante de la multitud de fieles venidos del mundo entero a Fátima.
Muchos durmieron en la explanada, otros llegaron desde la madrugada. Pero todos aplaudieron al momento de la canonización.
Luisa Pacheco, una costurera de 48 años de Porto (norte), hizo su primer peregrinaje para cumplir una promesa hecha hace 30 años. "Caí enferma y prometí a Nuestra Señora que vendría a Fátima si seguía con vida en el centenario de las apariciones", dijo.
Francisco, el cuarto papa en visitar Fátima en medio siglo, cierra este sábado su peregrinación de menos de 24 horas al popular santuario visitado por millones de peregrinos al año.
Durante su corto viaje, el Papa Francisco escuchó que alguien le hablaba sobre Costa Rica así que se acercó a la gente que lo saludaba y escuétamente le dijo a la cámara de Radio Fides, que aquí se tiene "el mejor café del mundo".
Hace exactamente cien años, el 13 de mayo de 1917, Francisco, entonces de 9 años, su hermana Jacinta de 7 y su prima Lucia dos Santos, de 10, dijeron haber visto a la Virgen por primera vez. Ocurriría cinco veces más, siempre los 13 de cada mes.
Considerados como perturbadores del orden público, fueron encarcelados, pero luego liberados por presión popular.
A los niños, María les habría compartido varias profecías y entregado "Los tres secretos de Fátima".
Los dos primeros fueron revelados a mediados del siglo pasado: en el primero se daba una visión del infierno y el segundo hablaba de una guerra peor que las que había entonces.
El tercero sólo fue dado a conocer en el 2000, en Fátima , por Juan Pablo II, quien beatificó a los pastorcitos.
Se refería al atentado que sufrió el papa polaco el 13 de mayo de 1981 en la plaza de San Pedro, en el aniversario de la primera aparición de Fátima , y a la lucha entre el comunismo ateo y la Iglesia en el siglo XX. Dos "milagros" atribuidos a los niños portugueses y reconocidos por la Iglesia permitieron su canonización: el primero, la curación inexplicable en 1997 de una mujer portuguesa que sufría una paraplejía.
El segundo, la rápida curación sin razón aparente de un niño brasileño que sufrió un traumatismo craneal en 2013. Sus padres contaron en Fátima que el joven se recuperó sin secuelas cuando rezaron a los pastorcitos.
Aunque las apariciones de Fátima no forman parte del dogma de la Iglesia, es decir, no tienen que ser dadas por verdaderas por todos los fieles, Francisco y Jacinta integran desde hoy el panteón de miles de santos católicos.
Los Carmelitas descalzos obtuvieron un Breve apostólico de Paulo V para edificar conventos de su Orden en cualquier parte de la Cristiandad; fue este el primero que fundaron en la última parte del Monte Quirinal el año de 1606.
La iglesia se fundó en 1605 como una capilla dedicada a san Pablo para los carmelitas descalzos. La propia orden dotó de fondos a la obra del edificio hasta el descubrimiento en las excavaciones de la escultura conocida como el Hermafrodita Borghese. Scipione Borghese se apropió de ella, pero a cambio, y quizá para compensar su pérdida de influencia debido a la muerte de su tío y patrón, financió el resto de la obra de la fachada y prestó a la orden a su arquitecto, Giovanni Battista Soria. Estas concesiones, sin embargo, sólo se llevaron a efecto en 1624, aunque la obra se acabó dos años más tarde.
Después de la victoria católica en la batalla de la Montaña Blanca en 1620, que hizo retroceder la Reforma en Bohemia, la iglesia fue consagrada de nuevo a la Virgen María. Una imagen maltrecha había sido recuperada del ámbito de aquella batalla por Fray Domingo de Jesús María, de dicha Orden, de las ruinas de la casa de campo de un noble cristiano bohemio, a la cual se le atribuyó la victoria, llamándola Santa María de la Victoria. La imagen fue llevada a Roma por Fray Domingo, depositándose en Santa María la Mayor en presencia de Gregorio XV.
El nombre de Santa María de la Victoria, se dio ulteriormente, en conmemoración por haber reconquistado el emperador Fernando I la ciudad de Praga en 1671. Estandartes turcos capturados en el Sitio de Viena de 1683 cuelgan en la iglesia, como parte de este tema victorioso.
La iglesia es la única estructura diseñada y completada por el arquitecto del Barroco temprano, Carlo Maderno, aunque el interior padeció un fuego en 1833 y requirió una restauración. Su fachada, sin embargo, fue erigida por Soria en vida de Maderno (1624-1626), mostrando la inconfundible influencia de la cercana Santa Susanna de Maderno.
Su interior tiene una sola nave, amplia, bajo una bóveda segmentada baja, con tres capillas laterales interconectadas detrás de arcos separados por colosales pilastras corintias con capiteles dorados que apoyan un rico entablamento. Revestimientos de mármol que contrastan entre sí están enriquecidos con ángeles y putti de estuco blanco y dorado en bulto redondo. El interior fue enriquecido progresivamente después de la muerte de Maderno; su bóveda fue pintada al fresco en 1663 con temas triunfales dentro de compartimentos con marcos ficticios: La Virgen María triunfa sobre la Herejía y Caída de los ángeles rebeldes ejecutados por Giovanni Domenico Cerrini.
Sin duda, parte de la fama de este templo se debe a albergar una de las obras maestras del Barroco, la capilla Cornaro, espectacular y teatral espacio presidido por el grupo escultórico que representa el Éxtasis de Santa Teresa, de Gian Lorenzo Bernini, quizá la obra más conocida de este autor en el campo de la escultura. En la capilla situada frente a esta, dedicada a San José, se encuentra un grupo escultórico que representa el tema del Sueño de San José, obra del escultor Domenico Guidi, que se inspira en la obra de Bernini delante de la cual se halla.1
Looking east through nave on 23 June 1976, two days after the summer solsticeMary Magdalene's relics in the crypt
In 1976, Hugues Delautre, one of the Franciscan fathers charged with stewardship of the Vézelay sanctuary, discovered that beyond the customary east-west orientation of the structure, the architecture of La Madeleine incorporates the relative positions of the Earth and the Sun into its design. Every June, just before the feast day of Saint John the Baptist, the astronomical dimensions of the church are revealed as the sun reaches its highest point of the year, at local noon on the summer solstice, when the sunlight coming through the southern clerestory windows casts a series of illuminated spots precisely along the longitudinal center of the nave floor.[13][14][15][16][17]