El Cuento del Rey que se golpeó la cabeza en un WC

El gobernante de cierto país decidió un día que mandaría construir un WC o retrete imperial, si un  lujoso sanitario , con adornos de oro  y finas piedras preciosas , de modo que pudiese hacer de sus necesidades fisiológicas con toda pompa, dada la alta dignidad de este gobernante, toda para el deseable aplauso de la multitud que le aplaudía con adulaciones siempre. Pero cuando llegó el gran momento de inaugurar con urgencia ,  de ir a evacuar el vientre, al momento, su frente pegó fuertemente  en el marco de la puerta de aquel baño, y su corona fue derribada y abollada: el arco de la puerta  se había construido demasiado bajo, para a la altura de más  1.90 metros de altura  del gobernante .

El monarca aún  con un chichón morado en la frente, justamente encolerizado, ordenó por tanto que el jefe de los constructores debía ser colgado. Se preparó la horca, pero, mientras era llevado al lugar de ejecución, el operativo maestro constructor exclamó que todo era culpa de los trabajadores, los cuales habían hecho mal el trabajo de construcción.

El Rey, con su acostumbrado sentido de la justicia, llamó a declarar a los trabajadores, pero ellos rechazaron la acusación al explicar que los  Francmasones  habían fabricado el marco de la puerta de un tamaño erróneo, y los  Francmasones  dijeron que ellos sólo habían cumplido las órdenes del maestro arquitecto. Éste, a su vez, recordó al Rey que en el último momento Su Majestad, por su propia cuenta, había efectuado algunas enmiendas en los planos, cambiándolos, lo cual había causado confusión.

-Hagan venir al hombre más sabio del país -ordenó el soberano- ya que éste, sin duda, es un arduo problema y necesitamos consejo.

El sabio más ilustre fue traído en silla de ruedas, incapaz de mantenerse en pie, tan anciano (y, por lo tanto, tan sabio) era.

-Es evidente-dijo con voz temblorosa- que por ley el culpable debe ser castigado, y en este caso es evidente que el arco de la puerta del WC , y nadie más, es el culpable. Aplaudiendo su decisión, el Rey ordenó que el arco o marco  de la puerta causante de la ofensa fuese llevado hasta la horca, pero mientras era llevado marco de la puerta hacia allí, uno de los consejeros reales hizo notar que este arco o marco de puerta  había tocado la augusta cabeza real y no podía deshonrarlo la soga de ejecución. Mientras tanto, agotado por sus esfuerzos del terrible caso del golpe de su majestad en la cabeza , el venerable hombre sabio había exhalado su último suspiro y, por tanto, la gente no pudo dirigirse a él para que interpretase esta nueva observación. Los doctores de la ley, sin embargo, decretaron que la parte superior del marco de la puerta , era la que había tocado la cabeza de su majestad, y los marcos de al lado nada en absoluto,  pero igual se podía colgarse por el crimen al marco completo. Cuando el verdugo trató de poner el marco en el lazo, se encontró con que la soga era demasiado corta. Se llamó al fabricante de cuerdas, que pronto explicó que, en su opinión, la horca era demasiado alta. Sugirió que los carpinteros del cadalso habían cometido un fallo.

-La muchedumbre se está impacientando quería que el culpable fuera castigado , luego  -dijo el Rey- : y por lo tanto debemos encontrar rápidamente a alguien a quien colgar. Podemos aplazar el examen de los puntos más sutiles, como la culpabilidad, para una posterior y más conveniente ocasión.

Le llamaron a esto a un masón , que detenidamente había estudiado el caso , y el masón analizaba todo este proceso judicial, y dijo que nadie había preguntado al monarca su altura , o bien el monarca no había proporcionado los datos de que él media más de 1.90 metros de altura.

En un tiempo sorprendentemente breve, se midió a toda la gente de la ciudad de manera cuidadosa, pero sólo se encontró una persona que fuese lo suficientemente alta para ajustarse al castigo , a que fuera tan alto como el Rey,  al patíbulo. Era el propio Rey el único que podría ser capaz de ajustarse a la altura de la horca . Tal fue el entusiasmo popular al haber descubierto una persona adecuada, que el Rey tuvo que consentir, y fue colgado.

El Rey resultó por tanto ser el culpable de ser tan alto , y no ajustarse al estándar de aquel reino donde todos los súbditos  median entre 1.70 metros de alto en promedio.

-Gracias que encontramos a alguien dijo el Primer Ministro-, ya que si no hubiésemos satisfecho la ansiedad de la muchedumbre, indudablemente se habrían vuelto contra la Corona. Pero había importantes asuntos a considerar, ya que inmediatamente se dieron cuenta de que el Rey ante tanta confusión estaba ya muerto, y el marco de aquella puerta del WC estaba en el suelo y la muchedumbre la pisoteaba con coraje , por haber pagado en al cabeza del monarca .

-De acuerdo a la costumbre -anunciaron los heraldos por las calles-, y por costumbre era  el máximo  Líder Religioso decidirá quién se va a convertir en nuestro próximo gran monarca. Precisamente, el Líder Religioso dijo que nombraría Rey de Reyes a su imaginario Mesías, alguien que nadie veía , pero el Líder Religioso aseguraba que si existía . Ese Líder Religioso muy distinto de los ciudadanos sensatos con quienes nos hemos familiarizado siempre, y cuando se le preguntó porque su mesías imaginario debía gobernar, dijo inmediatamente: -Un mesías no defeca , por tanto no se golpeará en el WC , ni en ningún marco de puerta . -Esto se debía a que siempre respondía «el Mesía es el Rey de Reyes y lo será por siempre  >> ante cualquier pregunta. De hecho no pensaba en nada más, pues sentía una gran atracción por la figura de un mesías . Y así ocurrió que un Rey imaginario , con la debida ceremonia, fue coronado Rey de Reyes y señor de señores . Y así, el hábil Líder Religioso , era el único que escuchaba el Rey Mesías e interpretaba sus decisiones, y así que ése Líder Religioso y su camarilla de sacerdotes terminaron gobernando aquel Gran Reino .

De esto hace ya muchos años. Hoy en día, cuando la gente visitante de aquel Reino pregunta a los habitantes de aquella tierra por qué su rey es invisible , ellos responden: -A causa de la elección acostumbrada. Su Majestad desea evidentemente ser invisible y reinar a través de su clero de sacerdotes , y por supuesto le permitimos que permanezca como tal hasta que nos dé a conocer su próximo deseo , a través del máximo líder religioso de nuestra nación . En nuestro país, el clero y el rey invisible tiene pleno derecho a ser lo que quiera ser. Estamos satisfechos con eso, siempre que el Rey invisible  y sus visibles  sacerdotes no interfieran en nuestra vida de ignorantes , fanatizada, licenciosa y corrupta.

Alcoseri