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General: LOS "ANTIGUOS DEBERES" (OLD CHARGES):
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From: Kadyr  (Original message) Sent: 12/06/2025 02:01
LOS "ANTIGUOS DEBERES" (OLD CHARGES): TRADUCCION Y ESTUDIO CRITICO SOBRE DICHOS ANTIGUOS MANUSCRITOS
By Francisco Roldan

i] -CONICET (Argentina) Investigador Científico -especialista en Masonología Los llamados "Antiguos Cargos" o "Antiguos Deberes" (Old Charges) están compuestos por el material que ha sobrevivido hasta nuestros días de alrededor de ciento veinte documentos manuscritos, referidos a normas y reglamentos que gobernaban el arte y la ciencia de la construcción antes del surgimiento del sindicalismo moderno. Dichos documentos están datados desde casi trescientos años a seiscientos años atrás. El más antiguo conocido es el denominado "Regius" Ms. y según los expertos fue redactado hacia el 1390 CIRCA; Se trata de un extenso poema, de una rima arcaica denominada "doggerel verse", que se encuentra en el British Museum. El segundo en antigüedad es el llamado "Cooke" Ms., también propiedad del British Museum, datado hacia 1425 CIRCA. El tercero en este orden es el "Grand Lodge" Ms. Nº 1 que pertenece a la Biblioteca de la Gran Logia Unida de Inglaterra y está datado en el 1583. Muchos de estos "Antiguos Deberes" fueron escritos durante el siglo XVII y las primeras décadas del siglo XVIII, encontrándose en poder de Grandes Logias o en colecciones privadas.

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LOS "ANTIGUOS DEBERES" (OLD CHARGES): 
TRADUCCION Y ESTUDIO CRITICO SOBRE 
DICHOS ANTIGUOS MANUSCRITOS 
Por el Dr. JORGE FRANCISCO FERRO 
[i] 
- CONICET (Argentina) 
Investigador Científico - especialista en Masonología 
Los llamados "Antiguos Cargos" o "Antiguos Deberes" (Old Charges) 
están compuestos por el material que ha sobrevivido hasta 
nuestros días de alrededor de ciento veinte documentos 
manuscritos, referidos a normas y reglamentos que gobernaban el 
arte y la ciencia de la construcción antes del surgimiento del 
sindicalismo moderno. Dichos documentos están datados desde 
casi trescientos años a seiscientos años atrás. El más antiguo 
conocido es el denominado "Regius" Ms. y según los expertos fue 
redactado hacia el 1390 CIRCA; Se trata de un extenso poema, de 
una rima arcaica denominada "doggerel verse", que se encuentra 
en el British Museum. El segundo en antigüedad es el llamado 
"Cooke" Ms., también propiedad del British Museum, datado hacia 
1425 CIRCA. El tercero en este orden es el "Grand Lodge" Ms. Nº 1 
que pertenece a la Biblioteca de la Gran Logia Unida de Inglaterra y 
está datado en el 1583. Muchos de estos "Antiguos Deberes" fueron 
escritos durante el siglo XVII y las primeras décadas del siglo XVIII, 
encontrándose en poder de Grandes Logias o en colecciones 
privadas. 
La mayoría de estos documentos han sido publicados o bien en 
forma facsimilar o en transcripciones al inglés moderno; es 
necesario precisar, además, que muy pocos de ellos fueron 
impresos en el momento de su aparición siendo que la inmensa 
mayoría se reproducirían, de Logia en Logia, en forma manuscrita. 
En los últimos ciento veinte años muchos especialistas han volcado 
su atención sobre esta documentación única e irreemplazable y a 
partir de minuciosos estudios sobre diferentes estilos de redacción, 
errores de los copistas, giros idiomáticos locales o de ciertas 
épocas, etc. han logrado establecer "familias" de manuscritos con 
características particulares. 
El desaparecido erudito Prof. Douglas Knoop sostenía que, a partir 
del análisis de estos textos, pueden detectarse algunas trazas de la 
organización de los constructores (masons) en Inglaterra en el siglo 
XIV lo cual nos lleva muy cerca de los comienzos estimados de la 
llamada Masonería "Operativa", es decir, los masones 
efectivamente dedicados a la construcción. 
Los textos usualmente se encuentran divididos en tres partes: 
primero, una plegaria o invocación; segundo, la llamada Historia 
tradicional de la Masonería y del Oficio de la Construcción y 
finalmente la tercera parte consta de los "Deberes" (Cargos o 
Encargos) del Masón que debían ser leídos obligatoriamente al 
recientemente iniciado. 



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Reply  Message 2 of 7 on the subject 
From: Kadyr Sent: 12/06/2025 02:02
El siguiente ejemplo de invocación ha sido tomada del "Grand 
Lodge" Ms. No. 1 del año 1583: (el texto original ha sido transcripto 
a inglés moderno) 
"The Might of the Father of Heaven and the wisdom of the glorious 
Son through the grace and goodness of the Holy Ghost that are 
three persons and one god be with us at our beginning and give us 
grace so to govern us here or in living that we may come to his bliss 
that never shall have ending. Amen." 
Como se apreciará, del texto se desprende un carácter claramente 
religioso, reminiscencia medieval cuando el mundo del trabajo se 
encontraba organizado en gremios y cofradías imbuidos de espíritu 
cristiano. 
La parte histórica, usualmente demasiado larga para reproducirla 
aquí "in extenso", contenía relatos históricos y aún semi- 
legendarios a veces con grandes lagunas o errores cronológicos. 
Los siguientes extractos han sido tomados del "Beswicke-Royds" 
Ms., escrito, casi seguramente, en la primera mitad del siglo XVII. El 
manuscrito consiste en cuatro hojas de pergamino de alrededor de 
seis pulgadas de ancho cosidas de manera de formar, en conjunto, 
un rollo de seis pies con diez pulgadas de largo. El manuscrito 
pertenece a la Biblioteca y Museo de la Gran Logia Provincial de 
Lancashire (Eastern Division). Dicha parte histórica, con un relato 
sobre las Siete Artes y Ciencias liberales como encabezado, pasa 
luego a relatar hechos de personajes bíblicos y de la antigüedad. Es 
interesante señalar que las Siete Artes y Ciencias, constituyendo el 
Trivium y el Quadrivium, es decir, el curriculum normal de las 
universidades medievales, son objeto de estudio y reflexión en el 
actual 2º Grado (Compañero) de la Masonería Simbólica actual. El 
párrafo seleccionado, poniendo el énfasis sobre el rol de la 
Geometría, dice así: 
"... the ... seven liberal sciences be as it were all one science that is 
to say Geometry for thus may a man prove that all the sciences in 
the world be found by Geometry ... there is no man that worketh by 
any Craft but he worketh by some measure and no man buys or 
sells but by measure and weight and all is Geometry ..." 
La historia propiamente dicha comienza con los hijos del bíblico 
Lamech: Jabal, fundador de la Geometría; Jubal, fundador de la 
Música; Tubal Caín, fundador de la metalurgia y la herrería, 
mientras que la hija fue la descubridora del tejido. Ellos sabían que 
Dios tomaría venganza contra el mundo por sus pecados, pero no 
podían determinar si lo haría bajo la forma de un diluvio o una 
conflagración por lo tanto construyeron dos grandes Columnas, una 
de mármol, que no podría ser destruida por el fuego, y otra de 
"latomus" (ladrillos), que no podría ser destruida por el agua (en el 
texto, el copista invirtió el orden de los materiales pues el mármol, 
que no es dañado por el agua, puede ser calcinado por el fuego y el 
ladrillo primitivo, que es endurecido por el fuego, puede ser disuelto 
por el agua). Este relato, semi-histórico y/o semi-legendario, fue 
tomado de la obra Polychronicon que es una historia del mundo, 
escrita en el siglo XIV por el monje Ranulf Higden de Chester quien, 
a su vez, la había tomado del historiador judío-romano Flavio Josefo 
quien, también, la había tomado en préstamo del historiador griego 
Beroso (300 A.C.) quien, se supone, había utilizado una leyenda 
sumeria de alrededor del año 1.500 A.C. por lo cual el tema de las 
dos Columnas posee una respetable antigüedad. 
El relato continúa con el descubrimiento de las Columnas por el 
sabio Hermes Trismegisto quien transmitió el secreto a la 
posterioridad, lo cual permitió que el Oficio de la Masonería se 
constituyera durante la construcción de la Torre de Babel. El primer 
deber (charge) de los Masones les fue impuesto por el rey de 
Babilonia a un grupo de sesenta constructores enviados para 
ayudar a la construcción de la ciudad de Nínive. Luego aparece el 
episodio de la emigración de Abraham y Sara a Egipto, donde el 
patriarca enseñó las Siete Ciencias a los egipcios. Prosigue el relato 
con la figura de Euclides quien habría resuelto un problema de 
desempleo, surgido del tamaño de las familias de la nobleza de la 
siguiente manera: " ... And then the worthy doctor took the Lord's 
sons and taught them the science of Geometry…and all manner of 
worthy works that belonged to the building of Castles and all 
manner of Courts, Temples, Churches… Euclid charged his pupils to 
be true to the king and the lord they served and to be true to each 
other." 
El siguiente episodio es la tentativa de construcción del Templo de 
Jerusalén por David quien impuso los siguientes Deberes a los 
Masones y les pagó sus salarios. Luego de la muerte de David, 
el rey Salomón "performed out the Temple his father had begun 
and he sent after Masons into divers lands and gathered them 
together so that he had four score thousand workers of stone and 
they were named Masons and he had three thousand of them wich 
were ordained masters and governors of that work. And there was a 
king of another region that men called Hyram and he loved well 
King Solomon and gave him timber for his works and he had a son 
that was named Aynon and he was master of Geometry and he was 
chief master of all the Masons that belonged to the Temple…" 
Este personaje, hijo del rey Hyram y llamado "Aynon", es 
interesante y aparece en los Antiguos Deberes con una ortografía 
muy variable; llama la atención que no aparece en los relatos 
bíblicos referidos a la construcción del Templo. 0tro curioso 
personaje que figura en las diversas versiones de los Antiguos 
Deberes bajo ortografías diversas es "Naymus Grecus" (named 
Grecus, es decir, llamado Grecus) y ha sido asimilado con Pitágoras 
y con otros filósofos. 
Más adelante, el relato menciona a Carlos Martel (689-741 D.C.) 
asimilándolo un poco a su nieto Carlomagno, pues existe una 
tradición francesa del siglo XIII que afirma que Carlos Martel fue un 
benefactor de los masones canteros (stonemasons). 
Es necesario reconocer que la historia tradicional del Oficio de la 
Construcción que relatan los Antiguos Deberes, en sus distintas 
versiones, abundan en errores históricos, asimilaciones falsas y 
anacronismos. 
Seguidamente el relato pasa a las Islas Británicas y se afirma que 
"England all this season stood void of any Charge and Masonry until 
the time of St. Alban" y aquí es menester señalar la unanimidad con 
que los Antiguos Deberes atribuyen a San Albano un rol principal en 
el desarrollo del Oficio de la Construcción en la Inglaterra 
medieval. Luego continúa la narración diciendo que, en tiempos de 
dicho santo, "a worthy knight was chief Stewart to the king and 
have government of the Realm and also of making the town walls 
and he loved masons well and cherished them and made and made 
payment right good standing wages as the realm dis require for he 
gave them every three weeks 3s. 6d. their double wages whereas 
before that time through all the land a mason took but a penny a 
day…" Algunos eruditos del tema consideran que este importante 
aumento en los pagos confirmaría la teoría particular que los 
Antiguos Deberes fueron compilados luego de la Peste Negra, 
momento en que hubo un aumento generalizado de salarios en 
toda Inglaterra. 
Luego ocurre un período de inactividad en el relato hasta los 
tiempos del rey Athelstan y de su hijo Edwin quien amaba a los 
Masones mucho más que su padre pues dominaba la práctica de la 
Geometría y se afirma que "he got of his father the king a Charter 
and a Comission to hold every year an Assembly where they would 
within the realm and to correct within themselves by Statute 
trespasses if they were done within the craft. And he held himself 
an Assembly at York and there he made Masons and gave them 
charges and taught them the manners of masons." 
De esta manera, con variantes de alguna importancia entre versión 
y versión, culmina la parte histórica y en muchas de ellas, en este 
punto del manuscrito, aparece una instrucción acerca del modo de 
tomar un juramento sobre la Biblia al recién iniciado. 
La tercera parte está constituida por los Deberes, propiamente 
dichos, del Masón, es decir, el meollo de la cuestión; estos Deberes 
difieren apreciablemente de las Ordenanzas de los Gremios (Guild 
Ordinances), las cuales son susceptibles de un estudio particular 
posterior. El análisis de los Deberes enumerados en el "Cooke" Ms. 
(1425CIRCA) muestra que fueron tomados de un original más 
antiguo que los que figuran en el "Regius" Ms. (1390CIRCA) y los 
expertos coinciden en señalar una compilación -acompañada, tal 
vez, por una cierta depuración- hacia la mitad del siglo XIV. 
Los Deberes que figuran en el "Beswicke-Royds" Ms. son los 
que enumeramos a continuación: 
"Aquí siguen los dignos y sagrados juramentos de los masones, es 
decir: Cada hombre que es masón debe observar correctamente 
estos deberes; si usted se encuentra culpable de alguno de ellos 
usted debe enmendarse nuevamente; especialmente ustedes que 
han sido encargados observen muy bien de mantener estos 
Deberes pues es un gran peligro para un hombre renegar de sí 
mismo sobre el Libro. 
1. El primer deber es que usted será un hombre sincero con Dios y la 
santa iglesia y no caerá en la herejía o en el error por su 
entendimiento o por las enseñanzas de un hombre indiscreto. 
2. También usted será un vasallo (liegeman) sincero con el rey sin 
traición o falsía y si usted conoce alguna traición la enmendará si 
puede o si no avisará al rey o a su consejo. 
3. También serán sinceros unos con otros, es decir, con cada maestro 
y compañero del Oficio de masonería que sean Masones 
autorizados y usted los tratará a ellos como quisiera que ellos lo 
traten a usted. 
4. Y también que cada masón mantenga el secreto de la Logia y de la 
cámara verdaderamente y todo otro secreto que deba ser 
mantenido a la manera de la masonería. 
5. Y también que ningún masón sea un ladrón en la Compañía hasta 
tanto usted lo sepa. 
6. Y también que usted será sincero hacia el señor y el maestro a 
quienes sirve y sinceramente mirará por su provecho y ventaja. 
7. También que no hará ninguna villanía en la casa en la que el Oficio 
pueda ser injuriado. 
Estos son los Deberes Generales que todo masón debe cumplir, 
tanto maestros como compañeros." 
En el manuscrito figuran también otros Deberes particulares 
tanto para maestros como para compañeros: 
01. Primero que ningún maestro tome sobre sí ningún trabajo de un 
señor ni ningún otro trabajo sino aquél que él sabe que es capaz de 
realizar hábilmente de forma que el Oficio no caiga en descrédito y 
que el señor sea servido verdaderamente. 
02. También que ningún maestro tome un trabajo que no sea 
razonable de manera que el señor pueda ser servido fielmente con 
sus propios bienes y que el maestro viva honestamente y pague 
correctamente a sus compañeros el salario en la forma que el Oficio 
lo requiere. 
03. También que ningún maestro ni compañero suplantará a otro en 
su trabajo, es decir que si han tomado un trabajo o están como 
maestros de trabajo de un señor no los echará a menos que sea 
incapaz de habilidad para finalizar el trabajo. 
04. También que ningún maestro o compañero tomará un aprendiz 
para autorizarlo a ser su aprendiz si no es por siete años, y que ese 
aprendiz será apto de nacimiento y de miembros tal como debe 
ser. 
05. También que ningún maestro o compañero de autorización para 
hacer masones sin el consentimiento de sus compañeros, al menos 
cinco o seis. 
06. Y también que aquél que va a ser hecho masón sea nacido libre 
de buen linaje y no un vasallo y que tenga miembros derechos 
como debe tener un hombre. 
07. También que ningún maestro ponga la obra de un señor en 
tarea que se acostumbraba a hacer por jornada (p. ej. no hay 
sustitución parcial de trabajo por salario diario). 
08. También que cada masón pague a sus compañeros lo que 
merezcan para que no sea decepcionado por trabajadores falsos. 
09. También que ningún compañero calumnie falsamente a otro a 
sus espaldas para hacerle perder su buen nombre o bienes 
mundanos. 
10. También que ningún compañero, dentro o fuera de la Logia, 
conteste a otro despiadadamente sin causa razonable. 
11. También que cada masón prefiera al más anciano y le tenga 
respeto. 
12. También que ningún masón juegue a las cartas, azares o 
cualquier otro juego ilegal donde puedan ser injuriados. 
13. También que ningún masón use un lenguaje obsceno o caiga en 
la lujuria de modo que el Oficio sea calumniado y que ningún 
compañero vaya a un pueblo donde exista una Logia de masones 
sin un compañero que sirva de testigo que se halla en honesta 
compañía. 
14. También que cada Maestro y compañero debe ir a la Asamblea 
si está dentro de las cincuenta millas y está advertido que debe 
permanecer hasta la decisión de maestros y compañeros. 
15. También que todo maestro y compañero si ha traspasado 
(ofendido) debe esperar la decisión de maestros y compañeros para 
que se pongan de acuerdo si no pueden ir ante la ley de los 
Comunes. 
16. También que ningún masón construya moldes, escuadras o 
reglas para ningún masón rústico (rough mason). 
17. También que ningún masón coloque armazones, dentro o fuera 
de la Logia, para tener bloques moldeados hechos con moldes 
construidos por él. 
18. También que cada masón recibirá y cuidará de masones 
extranjeros cuando lleguen al país y los pongan a trabajar según la 
costumbre, si se tienen bloques moldeados en la obra se los pondrá 
a trabajar una quincena (fortnight) como mínimo y se le pagará su 
jornal y si no hay bloques para que coloque se lo asistirá con algún 
dinero para que pueda llegar a la Logia más próxima y también que 
todo masón servirá honestamente al trabajo y honestamente lo 
terminará si es a destajo o jornalero y recibirá su paga si lo merece. 
Estos Deberes que están aquí relatados y otros que pertenecen a la 
masonería los observará fielmente con el mayor de su 
conocimiento. 
Que Dios lo ayude 
por el contenido de este Libro." 
Muy brevemente hemos descrito la estructura general de estos 
documentos manuscritos genéricamente llamados Antiguos 
Deberes. Inmediatamente, se plantea la pregunta: ¿cuál era la 
función de estos manuscritos dentro de las Logias? En el relato 
histórico de los Antiguos Deberes se menciona al príncipe Edwin, 
hijo del rey Athelstan, que había recolectado los escritos y los 
conocimientos del Oficio de los Masones en la Asamblea que 
presidió en la ciudad de York; es un tanto dudoso que una copia de 
la historia tradicional fuese leída "in extenso" al candidato en las 
iniciaciones pero lo que parece suficientemente confirmado es que 
la posesión de una copia de los Antiguos Deberes, por parte de una 
Logia, validaba o legitimaba la existencia de la misma funcionando 
a la manera de una garantía de autenticidad. 
Una copia del "Sloane" 3848 M. tiene una anotación en el reverso 
que indica que fue terminada el 16 de Octubre de 1646 por un tal 
Edward Sankey. 
Los Deberes son de dos clases: a) generales, que establecen un 
código general de buena conducta y b) particulares, que se 
relacionan con la conducta en el trabajo. Alrededor de una veintena 
de versiones contiene un Deber para los Aprendices que es de 
marcado carácter operativo; un pequeño grupo de esta veintena 
contiene los llamados Nuevos Artículos redactados hacia el año 
1663. 
Se ha sugerido que la Historia Tradicional del Oficio fue redactada 
como contrapartida para las retribuciones requeridas por los 
Gremios del Oficio de acuerdo con una ordenanza de Ricardo II en 
el año 1388. 
En Los Antiguos Deberes aparecen algunas omisiones que 
resultan, al menos, extrañas: 
1. El Maestro debía ser liberado de la jurisdicción de la ciudad o del 
burgo (generalmente, el masón era un ave de paso). 
2. El enrolamiento de los Aprendices. 
3. Restricción de residencia. 
4. Persecución de trabajo falso (p. ej. esta tarea estuvo a cargo de la 
London Company of Masons hasta principios del siglo XVIII). 
5. Tentación de los trabajadores hacia la mala conducta. 
6. Trabajo ante la presencia del Maestro. (en grandes edificios esto 
era impracticable). 
7. Uso de Marcas (sólo un manuscrito hace referencia a esta práctica; 
en cambio, el Scottish Masons' Statutesprovee para el uso de una 
marca distintiva desde fines del siglo XVI. 
8. Asistencia a pobres y necesitados. 
En cambio, muchas cuestiones de las anteriores figuran en las 
Ordenanzas Gremiales (Guild Ordinances) relacionadas con los 
poderes de los pueblos y ciudades; esto señala un interesante 
campo especial de estudios relacionado con dos posibles modos de 
organización del Oficio de la Construcción a saber: uno dependiente 
de los poderes municipales, quizás más moderno en su 
constitución, y otro, más arcaico ligado al concepto de los 
trabajadores nómades o viajeros quienes, al igual que los soldados, 
sin estar atados a estados nacionales aún inexistentes, ofrecían sus 
servicios en forma peregrina e itinerante. 
Del análisis de estos documentos, se desprende también la 
existencia, de un aspecto referido a las prácticas rituales 
observadas por los masones en distintas situaciones. A 
continuación se consignan algunos ejemplos (el nombre del 
manuscrito citado figura, entre paréntesis, al final de cada párrafo): 
 "Que ninguna persona será admitida como Franc-Masón excepto 
que tenga veintiún años o más". ("Grand Lodge" Ms. Nº 2, siglo 
XVII). 
 "Existen muchas palabras y signos de un Franc-Masón para ser 
reveladas a usted las cuales, tal como usted contestará ante Dios 
en el grande y terrible día del Juicio, usted mantendrá secretas y no 
revelará las mismas a los oídos de nadie sino a los Maestros y 
compañeros de la dicha Sociedad de Franc-Masones, así me ayude 
Dios... etc. ("Harleian" Ms. 2054, manuscrito realizado por Randle 
Holme III, segunda mitad del siglo XVII). 
 "Estos Deberes que usted ha recibido los mantendrá bien y 
sinceramente sin descubrir el secreto de nuestra Logia a ningún 
hombre, mujer o niño, ni palo ni piedra, cosa móvil o inmóvil; 
entonces, que Dios lo ayude y su santo Juicio. Amén" ("Buchanan" 
Ms. 1670 CIRCA). 
 "Que usted será un hombre sincero con el rey, sin traición ni falsía, 
pero usted la enmendará si la hubiera o dará noticia o conocimiento 
al rey y a su consejo u ofíciales." ("H.F.Beaumont" Ms., 1690). Este 
párrafo puede ser comparado con el juramento que prestaba el 
Burgués Libre (Free Burgess) en Preston (Inglaterra) en el siglo XVII. 
 "Un lobezno (en la jerga masónica, la palabra inglesa Lewis se 
traduce usualmente como lobatón o lobezno) es uno que ha servido 
durante un Aprendizaje a un Masón pero que luego no es admitido 
de acuerdo con la costumbre de hacer masones ("Harris" Ms. Nº 1, 
siglo XVII). 


Reply  Message 3 of 7 on the subject 
From: Kadyr Sent: 12/06/2025 02:03
 "También usted llamará Masones a sus compañeros o Hermanos y 
no usará para ello un nombre tonto, ni tampoco tomará 
violentamente a la mujer de su compañero ni deseará 
impiadosamente a su hija ni a su sirvienta en villanía." 
("H.F.Beaumont" Ms., 1690). 
 "Si alguien es encontrado infiel en el mantenimiento de los tres 
signos fraternales y todos los puntos del compañerismo y las 
cuestiones principales relacionadas con los Secretos del Oficio." 
("Gateshead Ms., 1730CIRCA). Los llamados Cinco Puntos del 
Compañerismo, antes mencionados, figuran también en el 
"Edimburgh Register House" Ms. el cual es un catecismo masónico 
de 1696; los miembros del Gremio de Masones (Masons' Guild) de 
Lincoln, en el 1389, estaban encargados de asistir a sus 
compañeros excepto aquellos culpables de robo u homicidio. 
 Era obligación de los Hermanos asistir a la Asamblea anual si se 
encontraban en una zona que podía variar de tres a cincuenta 
millas; una regla del pueblo de Preston imponía una penalidad por 
ausencia a la Asamblea Anual popular a menos que el burgués 
presentara alguna buena razón; esta era una regla general de las 
cortes señoriales medievales.
GENEALOGÍA DE LOS ANTIGUOS DEBERES 
Este cuadro está colocado aquí para dar una idea de la riqueza y la 
gran complejidad de la familia de manuscritos masónicos 
denominados Antiguos Deberes dejando para más adelante un 
estudio más pormenorizado. Sin embargo, daremos algunas pocas 
indicaciones sobre los manuscritos o familias de manuscritos 
citados. 
El denominado Manuscrito Real o "Regius" Ms. está colocado 
primero a causa de su antigüedad pero no por ello debe 
considerarse que los demás derivan de él. En realidad, este 
manuscrito constituye, en si mismo, una clase aparte. Por el 
contrario, todos los restantes manuscritos derivan, más o menos 
directamente, del "Cooke" Ms., al menos en lo que se refiere a la 
historia legendaria del Oficio. En efecto, el gran relato histórico- 
legendario que figura en el "Cooke" Ms. reaparece, con algunas 
variantes, en los restantes manuscritos posteriores. 
La familia "Plot" incluye particularmente el "William Watson" Ms. el 
cual, de todos los manuscritos de los Old Charges es el más cercano 
al "Cooke"; sin embargo, corresponde cronológicamente a los fines 
del siglo XVII (1687) y representa una transmisión 
particularmente fiel de la tradición medieval. El nombre de familia 
"Plot" se debe al hecho que, el manuscrito (hoy desaparecido) 
descrito por el Dr. Robert Plot en su obra Natural History of 
Staffordshire(1686) pertenecía a este grupo o familia. El "Tew" Ms. 
pertenece a la segunda mitad del siglo XVII; el "Tew original" citado 
sobre el "Tew" Ms. es un intermediario que se supone que existió 
entre éste y un antiguo manuscrito de la familia "Plot". 
El "Atcheson's Haven" Ms. es del año 1666 y es uno de los más 
antiguos manuscritos provenientes de Escocia siendo necesario 
señalar que los Antiguos Deberes no aparecen en Escocia sino 
después de 1660. La pequeña localidad de Atcheson's Haven es 
conocida por haber conservado los archivos de su Logia que se 
remontan a 1598 y contienen, en particular, un ejemplar de los 
Estatutos Schaw (William Schaw's Statutes, 1598). 
El "Buchanan" Ms. corresponde también a la segunda mitad del 
siglo XVII; el "Beaumont" Ms. es de 1690, el "Portland" Ms. es de la 
primer mitad del siglo XVIII y el "Coleraine" Ms. (también "Bolt- 
Coleraine") es de 1728 lo cual comprueba la vigencia de los 
Antiguos Deberes después de la aparición de las Constitutions del 
Dr. Anderson que son la base doctrinaria de la llamada Masonería 
Especulativa o moderna. 
La familia "Roberts" está formada por manuscritos de la segunda 
mitad del siglo XVII y de la primera mitad del XVIII; uno de ellos fue 
impreso en 1722. 
La familia "Sloane" está subdividida en muchas ramas ("Thorp", 
"Hupe", "Sloane", "Embleton"). 
La familia "Grand Lodge" también se encuentra muy subdividida. 
Aunque muy alejada, por su contenido, del "Cooke" Ms. contiene, 
sin embargo, el manuscrito post-medieval más antiguo: el "Grand 
Lodge" Ms. Nº 1 del año 1583. Existen manuscritos mucho más 
modernos que son, sin embargo, más fieles al contenido del 
"Cooke" Ms., tal como el "William Watson" Ms. mencionado 
anteriormente. Esto demostraría que las diferenciaciones de la 
tradición manuscrita es antigua y puede remontar, por lo menos al 
siglo XVI. 
La familia "Spencer" está formada, principalmente, por manuscritos 
tardíos (primera mitad del siglo XVIII). Al igual que con la familia 
"Roberts", se han impreso algunos de ellos en 1728-29 y 1739. 
NOTAS BIBLIOGRÁFICAS 
 Los manuscritos "Regius" y "Cooke" han tenido varias ediciones. La 
primera edición del "Regius" fue la de J. O. Halliwell en 1840 en su 
libro Early Introduction of Freemasonry in England. Luego de la 
citada conoció otras ediciones. Citaremos la aparecida en el 
volumen I de las Quatuor Coronatorum Antigrapha con un 
comentario de R. F. Gould. La edición más reciente es de Estados 
Unidos, en el Masonic Book Club, 1970 (2º ed. 1975). Sin embargo, 
una de las más accesibles es la del Dr. Albert G. Mackey (1807- 
1871) en su Encyclopaedia of Fremasonry. 
 La primera edición del manuscrito "Cooke" es precisamente la de 
Matthew Cooke en su obra History and Articles of Freemasonry, 
Londres, 1861. También fue editado en fac-símil por G. W. Speth en 
el volumen II de las Quatuor Coronatorum Antigrapha con un 
comentario del editor. 
 Ambos manuscritos, "Regius" y "Cooke", han sido editados en 
forma sinóptica por los especialistas Knoop, Jones y Hamer bajo el 
título The two earliest masonic manuscripts (Londres, 1938) con 
una introducción y notas eruditas. 
 Numerosos manuscritos posteriores de los Antiguos Deberes han 
sido editados hasta hoy y una bibliografía general satisfactoria 
todavía no ha sido compilada; sin embargo, podemos citar las 
siguientes obras: 
o Poole, H.: The Old Charges, The Masonic Record Ltd., London. 
1924. 
o Gould, Robert F.: The Concise History of Freemasonry, Gale and 
Polden Ltd., London, 1920, Cap. III. 
o Poole and Worts: The Yorkshire Old Charges of Masons. 
o Hugham, W. J.: The Old Charges of the British Freemasons. 
o Sobre el Oficio de la Construcción en la Inglaterra medieval, la obra 
básica es: 
 Knoop and Jones: The Medieval Masons, 3º ed., Manchester, 
1967. La obra contiene muchos documentos tales como los 
Artículos y Puntos del "Regius" Ms., la Ordenanza de la Catedral de 
York de 1370, el Reglamento de Londres de 1356 y los Estatutos 
Schaw de 1598. 
¿QUÉ SON Y QUE NO SON LOS LANDMARKS? 
Los “landmarks” o linderos son reglas particularmente impuestas por la 
Masonería anglosajona. 
La palabra Landmark tiene su origen en los masones ingleses. Esta palabra 
habría sido tomada de la Biblia (Job 24.2 y Pr 22.28/23.10) y recuerda los 
linderos ––físicos y conductuales–– que no se deben violar. En masonería se 
denominan así las limitaciones que supuestamente ninguna Gran Logia 
puede derogar, ignorar o modificar, ya que en ellos están contenidos los 
principios y la esencia misma de la Fraternidad. Estas limitaciones, a las que 
llamaremos en adelante “linderos” ––cuando sea posible y con el fin de no 
usar la palabra inglesa–– son aquellos principios o reglas de gobierno 
masónico que supuestamente determina la naturaleza de nuestra institución 
y que por provenir de tiempos remotos, se tienen en su mayor parte por 
inviolables. Dentro de estos linderos se encuentra la masonería, fuera de 
ellos, no existe. Los que encarnan una tendencia quietista han llegado a 
sostener que la Masonería es un culto fundado en bases religiosas y cuyos 
dubitables principios originales ––los landmarks–– son inmutables. Hasta el 
fin del mundo, en consecuencia, no se pueden introducir modificaciones en 
los principios y fundamentos de la Masonería Original sin cesar de ser 
Masonería. Enfrentados a esta tendencia se encuentran gran parte de los 
masones latinoamericanos, partidarios de una masonería adogmática, que 
represente y encarne las fuerzas dinámicas frente a las tendencias estáticas. 
El vocablo Landmark fue empleado desde tiempos muy antiguos por los 
masones operativos ingleses para referirse a las prácticas, costumbres, 
leyes, y usos de la masonería. 
¿PERO CUALES SON ESTOS LANDMARKS O LINDEROS? 
Para Mackey son 25; para Mac Bride ––enconado y demoledor crítico de 
Mackey–– solo son doce; 8 para Pound; apenas 3 para Pike; 24 para Lecerff; 
54 para Grant de Louisville; 24 para Lawrence; 27 son los que se 
desprenden de lo actuado y aceptado en la Asamblea General de 
Francmasones llevada a cabo en Paris en el año 1523 (ver Anexo), y ocho 
son los que ––hasta donde sé–– conserva la Gran Logia de Inglaterra. 
Algunos de estos linderos son comunes, otros son bastante diferentes y en 
algunos casos se encuentran en total contradicción. Unos pocos linderos de 
las muchos que se encuentran en las numerosas listas coinciden o son muy 
similares a las Obligaciones contenidas en antiguos Estatutos de la Cofradía. 
¿Cuáles son entonces los verdaderos linderos? ¿Cuál es la forma de 
establecer esto? ¿Cuáles son los patrones de referencia que debemos 
emplear para identificar los genuinos linderos? Seguramente no lo serán 
solamente los 25 linderos de Mackey –– los que rechazo en gran parte por 
su falsedad ideológica, su sectarismo y su carácter tendencioso. Limitar 
nuestra atención a ellos significaría una grave omisión. 
Definir esta cuestión es de particular importancia en orden de eliminar falsas 
interpretaciones ––equivocadas o intencionadas–– que en forma gradual y 
progresiva han venido desnaturalizando la Fraternidad, apartándola de la 
región contenida en los antiguos linderos. 
¿A que obedece la existencia de tantos y diferentes linderos? Pareciera que 
intereses políticos y tendenciosos han sido los responsables primarios de 
este fenómeno. Resulta por demás importante determinar cuales de estos 
linderos son auténticos y en consecuencia imprescindibles para la 
conservación de la naturaleza de la Fraternidad, y cuales son los aderezos 
tardíos que respondiendo principalmente a intereses sectoriales, cuyo 
propósito ha sido ejercer con exclusividad el gobierno de la Orden e 
introducir una orientación definida, contraria a los principios de universalidad 
que nos han caracterizado. 
¿Cuáles son entonces los linderos que debemos conservar, y cuales son los 
que debemos descartar, en favor de la gran familia masónica? 
¿De que dependerá la adopción de unos u otros, si es que esta alguna vez 
se lleva a cabo? 
Pienso que esta decisión deberá tomarse a la luz de todos los antecedentes 
disponibles y en función de la clase de masonería que queremos para el 
futuro. 
¿Qué es lo que pensaban en este respecto algunos destacados 
predecesores? 
Albert Pike sostenía que “la masonería no es una religión. Pero enseña y 
conserva en toda su pureza los dogmas cardinales de la primitiva fe, 
que subyacen fundamentalmente en todas las religiones” 
A.G. Mackey decía que “la masonería es un sistema de moralidad velado 
en alegorías o ilustrado por símbolos. Las ceremonias son externas 
adiciones que no afectan a su esencia”. 
Para A.C.L. Arnold la “masonería es amistad, amor e integridad. Amistad 
que se sobrepone a las ficticias distinciones sociales, a los prejuicios 
de religión y a las condiciones económicas de la vida. Amor sin límites 
ni tibiezas que no conoce desigualdades. Integridad que ata al hombre 
a la eterna ley del deber”. 
G.F. Moore pensaba que la masonería “ es la ciencia de la vida en una 
sociedad de hombres, como signos, símbolos y ceremonias, que tiene 
por base un sistema de moralidad y por propósito el perfeccionamiento 
y dicha del individuo y la humanidad”. 
Oscar Posner indicaba que la vida separa a los hombres y que para unirlos 
se necesita un arte. “Un medio de este arte –no el arte mismo– es la 
masonería. Por tanto, la masonería es el medio de un arte que se 
esfuerza en unir a los hombres separados por la vida, a fin de que 
puedan entrar en una nueva comunión unos con otros”. 
Para el Gran Oriente de Bélgica, la Francmasonería es una institución 
cosmopolita, que tiene por objeto “la búsqueda de la verdad y el 
perfeccionamiento de la humanidad. Se funda sobre la libertad y la 
tolerancia; no formula ni invoca ningún dogma. 
Pide al que se presente a la iniciación que sea hombre honrado y que 
posea una inteligencia que le permita comprender y propagar los 
principios masónicos. Exige de sus adeptos, sinceridad en sus 
convicciones, deseo de instruirse y abnegación. 
Forma, pues, una sociedad de hombres probos, que, unidos por 
sentimientos de libertad, igualdad y fraternidad, trabajan 
individualmente y en común por el progreso social, ejerciendo así la 
beneficencia en el sentido más amplio”. 
Considerar estas opiniones idealizadas puede ayudarnos de alguna manera 
a delinear el tipo de masonería que queremos, pero también es importante 
considerar lo que somos y cual es la gran diferencia que nos distingue de los 
masones de otras partes del mundo. 
La Francmasonería puede ser considerada como formando dos grandes 
grupos: la Masonería anglosajona y la Masonería latina; esta división no es 
arbitraria, corresponde a dos grandes corrientes espirituales basadas sobre 
la diferencia de religión practicada por la mayoría de los habitantes de estos 
dos regímenes. Los países anglosajones profesan la religión reformada, los 
países latinos dependen de la religión católica romana. 
La religión reformada es tolerante, admite el libre examen, no lucha contra la 
Francmasonería; muchos pastores son, además, masones. 
La religión católica Romana es de esencia totalitaria, pretende la hegemonía. 
Adversarios de todo examen de su doctrina, está forzosamente en lucha con 
todo lo que no es ella. La Francmasonería, proclamando la Libertad en todas 
sus formas, se encuentra por este hecho como objeto preferente de las 
persecuciones de la Iglesia romana. 
Estamos insertados en una realidad diferente. Los problemas que agobian a 
nuestros pueblos no existen en el llamado primer mundo. No son en él 
conocidos y si algo le ha llegado, poco le importa. 
Nuestra realidad político cultural incide en un eventual replanteo de las 
características que definen a la Fraternidad. No se trata solamente de 
rescatar la masonería de eventuales desviaciones, se trata, 
fundamentalmente, de encontrar esa masonería que pensamos puede y 
debe representar un aporte verdadero no solo al perfeccionamiento 
individual, sino a la mejora de las condiciones particulares que afectan a 
nuestra realidad latino americana. No se trata ––al decir de Jean Jaures–– 
de conservar unas cenizas, se trata de avivar el fuego. 
De la extensa melange de linderos y de los variados intentos de codificación 
e imposición, se concluye que muy pocos conservan los rasgos de 
antigüedad. En su libro “La Masonería”, Emilio J. Corbière señala que hay 
tres sobre los cuales no hay dudas de que revisten el carácter de antiguos 
linderos. Son los siguientes: 
 La necesidad de que los masones se congreguen en logia. 
 El gobierno de la Fraternidad, cuando está reunido en logia, está compuesto 
por un maestro y dos vigilantes. 
 La necesidad de que cada logia, cuando se halla reunida, esté debidamente 
guardada (a cubierto tanto de profanos como de masones ajenos a la logia). 
Hay quienes podrán alegar que los secretos de la Fraternidad debieran 
considerarse como un antiguo lindero, sin embargo, en la actualidad esto 
carece de importancia, habida cuenta que los nombres de las autoridades 
son de dominio público, al igual que las actas de sus asambleas generales, 
su inscripción de los registros públicos de sociedades, sus enciclopedias, y 
los libros que dan detallada información de sus ceremonias, grados y ritos. 
Las mayores discrepancias que se desprenden de un estudio comparativo de 
los linderos conocidos, se producen con relación a la interpretación sobre lo 
que es el Gran Arquitecto del Universo, el Libro de la Ley Sagrada y la 
dogmática idea de la inmortalidad del alma. 
Estas discrepancias han producido polémicas doctrinarias, enfrentamientos y 
divisiones que persisten en nuestro tiempo. El tema no es nuevo. Oswald 
Wirth señalaba que “la discordia tiene su origen en divergentes 
concepciones en cuanto al carácter fundamental de la Francmasonería. 
Algunos quieren ver en ella una comunidad de creencias reducidas a la 
afirmación de la paternidad de Dios,  de la inmortalidad del alma, y en el 
reconocimiento de un Libro Sagrado, promulgado por la ley divina. 
Otros estiman que la masonería debe respetar todas las opiniones 
religiosas y filosóficas, para no exigir a sus adeptos sino una moralidad 
garantida... He aquí el doble punto de vista que todavía  divide a los 
miembros de una gran confraternidad, creada y destinada a unir a todos los 
hombres de bien. 


Reply  Message 4 of 7 on the subject 
From: Kadyr Sent: 12/06/2025 02:03
LA CUESTIÓN DEL GRAN ARQUITECTO DEL UNIVERSO 
El Gran Arquitecto del Universo es una fórmula relativamente moderna. Para 
algunos, un Dios polimórfico. Un símbolo de un principio generador para 
otros. 
La creencia en un Ser Supremo y en una vida futura no tiene nada de 
específicamente masónico. ¿Acaso ella no es también la ley fundamental de 
todas las Iglesias, la base de todos los cultos, y a este título, no es ella 
común a la casi totalidad del mundo profano? ¿Cómo aceptar en tales 
circunstancias que ella puede contarse entre esas “ceremonias, reglas y 
leyes juzgadas como absolutamente necesarias para distinguir a la Orden?. 
¿Dónde se encuentra la definición del Dios de los masones? Es inútil que se 
busque, pues tal definición no existe en ninguna parte como cuerpo de 
doctrina. Los términos de este “landmark” de Mackey no pueden ser 
interpretados más que en un sentido profano, vulgar, y bajo esa fórmula 
resulta incompatible con los principios fundamentales y el espíritu de la 
Orden Masónica. Son muchos los que sostienen que los masones están 
obligados a tener una “religión” y que no es posible la religión sin el 
reconocimiento de la responsabilidad del hombre respecto del Ser Supremo 
o Potestad que llamamos Dios, por lo que la necesidad de una religión 
requiere forzosamente la creencia en Dios. Esta definición resulta demasiado 
estrecha y mezquina. Una de las reconocidas clasificaciones de las 
religiones es la denominada “antiteística”, la cual contiene el ateísmo, el 
agnosticismo, el panteísmo y el animismo. En consecuencia, las “opiniones 
particulares” pueden recorrer todo el camino que va desde el más puro y 
refinado monoteísmo al ateísmo, pasando por el politeísmo, el naturalismo y 
el fetichismo. 
A pesar de que formamos parte de una gran fraternidad, poco es lo que 
sabemos respecto de la forma de pensar de nuestros hermanos, 
particularmente, aquellos que integran cuerpos considerados por algunos 
como irregulares. En el Convento organizado en 1877 por el Gran Oriente de 
Francia un pastor protestante, el hermano Federico Desmons propuso la 
supresión de la obligatoriedad de la creencia en Dios. Su brillante 
proposición fue aceptada por la Asamblea General. Veamos que decía: 
“Pedimos la supresión de esta fórmula porque si es embarazosa para la 
Veneratura y para las Logias, no lo es menos para los profanos que 
animados de sinceros deseos de formar parte de nuestra grande y bella 
Institución, generosa y progresista, se ven detenidos por esta barrera 
dogmática que su conciencia no les permite saltar. 
“Pedimos la supresión de esta fórmula porque nos parece extra inútil y 
extraña al objeto que persigue la Masonería. Cuando una sociedad de 
sabios se reúne para estudiar una cuestión científica ¿se siente 
obligada a poner en la base de sus Estatutos una fórmula teológica 
cualquiera? No, esto no se hace. Los sabios estudian la ciencia 
independientemente de toda idea dogmática o religiosa. ¿Por que no se 
debe hacer lo mismo en Masonería? ¿Es que su campo no es bastante 
vasto, su dominio lo suficientemente extenso, para que no le sea 
necesario poner pie sobre terreno que no sea el suyo? 
“Dejemos a los teólogos al cuidado de discutir los dogmas, dejemos a 
las Iglesias autoritarias al cuidado de formular sus Syllabus, pero que la 
Masonería quede en lo que debe ser, es decir, en una Institución abierta 
a todos los progresos, a todas las ideas morales elevadas, a todas las 
inspiraciones amplias y liberales. Que no descienda jamás a la arena 
ardiente de las discusiones teológicas que no han aportado jamás –– 
creedme lo que os digo–– más que turbulencias y persecuciones. ¡Que 
se guarde muy bien la Masonería de querer ser una Iglesia, un Concilio, 
un Sínodo, porque todas las Iglesias, todos los Concilios, todos los 
Sínodos han sido violentos y perseguidores!. Y esto por haber querido 
tener siempre el dogma como base. El dogma que por su naturaleza es 
esencialmente inquisidor e intolerante. 
“Que la Masonería, pues, se cierna majestuosa por encima de todas 
estas cuestiones de sectas o iglesias, que domine en toda su altura las 
discusiones, que permanezca siendo el vasto abrigo siempre cubierto a 
todos los espíritus generosos y valientes, a todos los investigadores de 
la verdad, concienzudos y desinteresados, a todas las víctimas, en fin, 
del despotismo y la intolerancia”. 
EL LIBRO DE LA LEY SAGRADA, UN SÍMBOLO QUE DIVIDE 
El “Libro de la Ley Sagrada” fue en los antiguos tiempos sola y simplemente 
el “Libro de la Ley”, libro que contenía los Antiguos Deberes, las reglas  ––los 
“Old Charges”– que regulaban la actividad de los gremios. Sobre él 
prestaban su juramento nuestros antepasados operativos. Existen indicios de 
esto, y en cambio, no existen rastros de que se prestaran ante ningún “libro 
sagrado”. En la Constitución de Anderson de 1723 no se decía nada sobre 
esto. Tampoco se decía nada en la reforma de carácter aclaratorio que 
Anderson efectuó en 1738.  Recién en el año 1760 la Biblia adquiere la 
categoría de “luz” de la logia. Sin embargo, en los altares de los masones 
operativos medievales no había ninguna Biblia. En ellos solo se encontraban 
las herramientas de trabajo: la regla, la escuadra y el compás ––estas eran 
sus luces. Ellas sí son indispensables para nuestros rituales. La presencia 
obligatoria de un “Libro Sagrado” va en contra de las exigencias naturales de 
la enseñanza iniciática, la que es inconciliable con el empleo ritual de 
símbolos a los que el mundo profano haya dado una determinada 
significación, que el Masón mal iniciado o poco instruido en su Arte no 
tenderá a superar. O. Wirth encuentra comprensible “que la Biblia conserve 
todo su prestigio ante aquellos espíritus religiosos que buscan en ella 
la palabra de Dios, haciéndola, a la par, la guía infalible de su fe; pero 
semejante veneración está muy lejos de poder imponerse 
racionalmente y constituye una característica anglosajona de la que no 
participan las razas latinas. Los masones anglosajones quisieron tener 
su Masonería particular y renunciaron al universalismo proclamado en 
1723”. Mi personal punto de vista ––compartido por muchos hermanos–– es 
que si no queremos representar una farsa, no debemos emplear la Biblia en 
testimonio de que pertenecemos a una Sociedad que acepta todas las 
doctrinas y enseñanzas bíblicas. 
Exigir un espíritu religioso es impropio de nuestra Orden. Quien señala los 
antiguos manuscritos para recordarnos que en ellos se hacia referencia a 
que las reuniones se consagraban a Dios, a la Santísima Trinidad, a los 
santos y a la Virgen, hay que recordarle que esto no significa absolutamente 
nada. En aquellos tiempos todos estaban obligados a pertenecer a una 
religión, quienes así no lo hacían o no lo manifestaban eran considerados 
herejes y eran candidatos a perder todo, incluso su vida. 
La religión, considerada como sistema de fe y de veneración, pertenece a la 
Iglesia y no a una organización fraternal. “La Francmasonería no es un 
credo, ni un dogma, ni señala determinado camino a seguir a fin de 
ganar la gloria. La Francmasonería no puede ser una religión porque no 
tiene dogma, y es harto sabido que no hay religión sin dogma. La 
Francmasonería no puede ser una religión, porque sus principios están 
en pugna con los dogmas de las religiones, y están en pugna con estos, 
porque estos se declaran eternos y materia de fe ciega y absoluta, 
mientras que aquellos están sometidos al criterio científico 
experimental, que puede modificarlos con el progreso de la 
investigación” (D. Victory y Suárez, La Francmasonería no es una religión). 
Las Constituciones de Anderson de 1723 no tienen ni confieren a la 
masonería un espíritu religioso. En este sentido es importante recordar 
aquella regla de interpretación de las normas jurídicas, según la cual ubi lex 
voluit, dixit; ubi noluit, tacuit (cuando la ley quiere, lo dice; cuando no 
quiere, calla). Y esto es precisamente lo que sucedió con estas 
Constituciones. No dicen absolutamente nada sobre la presunta 
obligatoriedad de la calidad religiosa ni de la obligatoriedad del polémico 


Reply  Message 5 of 7 on the subject 
From: Kadyr Sent: 12/06/2025 02:04
“Libro de la Ley Sagrada”. 
“Los Francmasones tienen su Biblia: las Constituciones de Anderson. 
Es este libro el que debe colocarse sobre el altar y sobre el que podría 
exigirse el juramento o promesa. Constituiría para el neófito un 
verdadero compromiso. De otra manera, nos parece masonicamente 
impío tratar de imponer un dogma religioso a una Orden cuya virtud 
esencial es la de “no admitir límite alguno en la investigación de la 
verdad” (Boletín de la Gran Logia de Francia) 
LA CREENCIA EN LA INMORTALIDAD DEL ALMA 
Mackey la hace figurar como el lindero 20º, Paton lo define como la 
“resurrección de los cuerpos y la vida futura”. Pike acepta la creencia en la 
vida futura, pero no en la resurrección. 
Esta supuesta obligación no puede considerarse como tal: 
1.- porque no existen vestigios de que al constituirse la Francmasonería 
moderna, fuera la creencia en la inmortalidad del alma algo que integrara el 
propósito de sus fundadores; 
2.- porque nada sobre el particular se consigna en la Carta Magna de 
Anderson de 1723, ni aún en los Reglamentos Generales de 1721, y si 
no fue móvil o ideal de la Gran Logia Inglesa en sus pasos iniciales, no 
puede exigirse a las demás Potencia que se fundaron posteriormente; 
3.- porque en razón de la íntima vinculación que tal creencia tiene con el 
dogma, es casi seguro que se introdujo en la Orden por aquellos 
místicos que adoptaron la tendencia dogmática en épocas ulteriores; 
4.- porque la creencia en la inmortalidad del alma integra la ideología de 
ciertas especulaciones filosóficas que guardan relación con algunos 
altos grados, no con los simbólicos, y deben eliminarse por el carácter 
adogmático de la Orden y en aras de su universalidad; (Derecho 
Interpotencial Público Masónico, Cap. IX, Art. 28). 
Pensar en nuestro tiempo en la “inmortalidad del alma” es inadmisible para 
quienes no comparten ideas religiosas que auspician este supuesto. Esta 
idea para ellos se resume en la inmortalidad del pensamiento y de las obras. 
Afortunadamente, la Gran Logia de Inglaterra ha dejado de lado la obligación 
de la creencia en una vida futura. 
El prestigioso jurista argentino Virgilio A. Lasca, en su obra “Derecho 
Internacional Público Masónico” señala que lo fundamental a considerarse en 
estas guías o pautas, debe inspirarse en lo esencial del contenido de las 
Constituciones de Anderson de 1723, y en modo alguno en las 
particularizaciones o peculiaridades que en cada jurisdicción masónica se 
han impuesto por las modalidades de ambiente. “Se impone una elevación 
espiritual para avizorar la gran obra a cumplir por la Francmasonería en 
esta humanidad ansiosa de paz y armonía para afianzar su progresivo 
mejoramiento. 
“Deben contemplarse todos los principios que tiendan a unir las 
Potencias, y desechar aquellos otros que son motivo de discrepancia, 
si es que comprendemos bien el Arte de construir una verdadera 
fraternidad. 
Sin embargo, las referidas Constituciones de Anderson no son de modo 
alguno un antiguo lindero, aunque sí pueden ser un patrón de referencia. La 
Constitución publicada por la Gran Logia de Inglaterra en el año 1723 es una 
verdadera reforma  de los usos y costumbres de la Masonería operativa, 
llevada a cabo por la necesidad de organizar la Fraternidad, a fin de reunir 
los elementos dispersos y coordinar sus esfuerzos. Esto está claramente 
explicitado en la página 73 del Libro de las Constituciones de 1723, en la que 
se puede leer: “...Habiendo sido ––en Inglaterra–– considerablemente 
interpoladas (¡no solo en la Biblia se hacían interpolaciones!) y mutiladas y 
lamentablemente alteradas las añejas Constituciones... nuestro antiguo 
Respetable Gran Maestre encargó al autor examinar, corregir y redactar, 
siguiendo un método nuevo y mejor, la historia, deberes y reglamentos 
de nuestra vieja fraternidad. En consecuencia, este último ha estudiado 
diversos documentos provenientes de Italia, de Escocia y de distintas 
regiones de Inglaterra ––entre los que encontró gran número de 
errores–– y de ellos, así como de otros antiguos archivos masónicos, 
sacó las Constituciones aquí publicadas con los Deberes y 
Reglamentos Generales”. 
Esta página ha sido sospechosamente puesta en la sombra por los 
historiadores. Conocemos una larga lista de antiguos documentos 
masónicos, y creemos que el famoso “Manuscrito Regio”, que data de 
alrededor del año 1390, es el más antiguo de todos. La “Carta di Bologna”, 
importante documento del año 1248, también es mantenido en la oscuridad 
por la mayoría de historiógrafos de la Fraternidad. ¿A que se debe este 
silencio?. ¿Tendremos que ver en esto una no confesada intención de 
británica preponderancia? 
La obra de Anderson no pudo evitar la aparición de susceptibilidades. 
Eduardo E. Plantagenet nos cuenta (ver Bases del Derecho Masónico, 
¿Landmarks u Obligaciones de Anderson?) que aquellos que permanecían 
fieles a lo que creían ser la verdadera tradición masónica, no querían admitir 
que esta podía haber sido realmente corrompida por alteraciones de todo 
orden. Es precisamente a estos hermanos a quienes se debe en 1722 ––en 
el mismo momento en que el trabajo de Anderson  era confiado a una 
comisión de revisión especialmente nombrada para su examen––, la 
publicación de una Constitución (“The Old Constitutions belonging to the 
Ancient and Honourable Society of Free and Accepted Masons”), copiada –– 
según lo declaraban–– de un documento manuscrito de más de quinientos 
años de edad (!). No cabe ninguna duda que fueron ellos quienes años más 
tarde ––¿en 1858 como se pretende?–– provocaron la publicación de una 
lista enumerativa de los “Landmarks”, o Principios Fundamentales e 
Imprescindibles de la Orden, que opusieron con éxito a las “Obligaciones de 
Anderson” Todavía hoy la Gran Logia Unida de Inglaterra hace de esos 
Landmarks la base de la ortodoxia masónica. Todavía hoy muchos hermanos 
creen que ciertos linderos están indisolublemente unidos a las Constituciones 
de Anderson. 


Reply  Message 6 of 7 on the subject 
From: Kadyr Sent: 12/06/2025 02:04
“Si confrontamos los Landmarks y las Obligaciones, continua Plantagenet, 
nos vemos fatalmente obligados ––de buen o mal grado–– a comprobar que, 
lejos de complementarse mutuamente, como nos induciría a admitirlo la 
doctrina anglo-sajona, ambos documentos se contradicen o se hallan en 
desacuerdo sobre más de un punto; que su respectiva autoridad “legal” está 
lejos de ser equivalente y, por último, que sus divergencias ––tan nefastas 
para la noble grandeza y la sublime universalidad del Ideal masónico–– 
tienen por origen un malentendido, tanto más afligente cuanto que él no 
parece ser, más que una deplorable consecuencia de la eterna 
incompatibilidad existente entre la letra y el espíritu. Estas diferencias no son 
fruto del azar ni de la fantasía del redactor; ellas son voluntarias, 
premeditadas y, lo que es más, meticulosamente definidas y puestas a 
punto”. 
Estas diferencias se acentuaron con el tiempo e impulsaron a los “antiguos” 
(la oposición de los “modernos” que rodeaban y apoyaban a Anderson) a 
volver a sus antiguos sentimientos, renegar de las Constituciones de 
Anderson, invocar la imprescriptibilidad de los linderos (landmarks) que ellos 
“habían descubierto” y provocar así la alteración del texto original de 
Anderson y después el paradojal maridaje de sus linderos con las 
Obligaciones. 
¿Qué son y que no son entonces los Landmarks? Debemos aceptar que 
hasta hoy no se conoce ni su número ni su naturaleza particular, y que 
ninguna de las nomenclaturas en curso reviste un carácter de autenticidad 
suficientemente notoria como para que podamos librarnos de la duda que 
nace de tan singulares contradicciones y de la visible puja que produce su 
cotejo. Unos pocos corresponden a los antiguos e inalterables linderos. Otros 
muchos no son nada más que tardíos agregados e interpolaciones que 
tuvieron como objeto primordial sustentar posiciones altamente criticables 
por lo poco masónicas. Ciertamente, no será posible a través de estos medir 
el grado de desviación que se ha operado en la Fraternidad, el alejamiento 
de los postulados que la animaban. Considerar que los llamados landmarks 
son el conjunto de rasgos propios y exclusivos de la Orden ––sin efectuar un 
previo análisis de los mismos–– puede llevarnos a cometer graves 
equivocaciones. Este análisis es ineludible para determinar si las 
Obligaciones de Anderson pueden o no ser consideradas como la Carta 
fundamental de la Masonería especulativa, o en su defecto, considerar como 
tal a los principios básicos de la Francmasonería Universal, aprobados en la 
Asamblea General de Francmasones reunida en Paris en el año 1523. 
No hay dudas de que todos estamos de acuerdo sobre la existencia real de 
determinados linderos no desprovistos de cierta autoridad y que pueden –– 
en cierta medida por lo menos–– representar algunos elementos esenciales 
de la regularidad masónica. Sin embargo, para que pudiésemos hacer de 
ellos bajo esta forma la base del derecho masónico, sería necesario todavía 
que esos linderos fundamentales fuesen codificados después de haber sido 
aligerados de todas las prescripciones cuya universalidad no está 
demostrada de un modo incontrovertible, o que no se ajustan estrechamente 
a la definición admitida para sus caracteres específicos. 
Los linderos que propuso Mackey son notoriamente posteriores al libro de las 
Constituciones de Anderson. En cuanto al resto, ¿qué título se podría invocar 
ante las circunstancias ya señaladas para conceder a los linderos en general 
una precedencia cualquiera sobre las Obligaciones de Anderson? El 
argumento de la anterioridad no puede ser utilizado; su autenticidad está 
sujeta a caución; su universalidad es discutible; su número es desconocido; 
nada define “oficialmente” su carácter; ni siquiera se puede pretender que la 
enunciación de los principales de entre ellos haya aportado un elemento 
nuevo para el establecimiento de los cuadros del derecho masónico. 
En la Constitución  “operativa” publicada en Londres en 1722 no se 
encuentra ninguna referencia que pueda servir de base para la justificación 
de los “landmarks” de Mackey. Por el contrario, se puede apreciar que por 
primera vez apareció esta expresión en el vocabulario masónico, en el 
artículo XXXIX de las Antiguas Ordenanzas, publicadas a continuación de las 
Obligaciones de Anderson: 
“XXXIX. Every Annual Grand Lodge has an inherent Power and Authority to 
make “new regulations” or to alter these, for the real Benefit of this ancient 
Fraternity: Provided always “the old Landmarks be carefully preserved…” 
Como en el decreto de aprobación de la Gran Logia se expresa que los 
textos de Anderson deben ser considerados como las únicas Constituciones 
de la Orden: 
“... and we ordain that these be received in every particular Lodge under our 
cognizance, as the only Constitution of Free and Accepted Masons amongst 
us…” 
No puede caber duda de que las prescripciones a que esta declaración se 
refería no eran otras que las editadas por los “Old Charges” mismos. 
Si consideramos estas prescripciones con la atención que se merecen, 
rápidamente notaremos que, adoptando el aspecto de una constitución 
operativa, ellas trazan muy claramente el cuadro espiritual de la Masonería 
especulativa, destacando las tradiciones que importa respetar para que el 
Masón virtuoso pueda “realizar” la iniciación y convertirse en un “Iniciado” –– 
en el sentido intelectual del término–– y para que la Orden conserve su 
fisonomía propia en medio de las instituciones profanas, dedicadas a la 
satisfacción fragmentaria y temporal de las aspiraciones trascendentes e 
integrales de la comunidad masónica. 
Enfrentamos así una verdadera disyuntiva: optar entre linderos u 
Obligaciones. Podemos embarcarnos en la difícil tarea (hasta hoy no 
acometida) de pesquisar y analizar todos los linderos que andan dando 
vueltas y decidir cuales de ellos son auténticos y vitales para el 
mantenimiento del carácter que identifica a nuestra Fraternidad. Reitero lo 
equívoco que puede resultar emitir una opinión acerca de los “antiguos 
linderos” considerando solamente los enunciados por Mackey. Nadie ha 
podido responder de que fuentes los ha extraído. Son muchos los hermanos 
que no aceptan la preferencia excesiva que se otorga a estos linderos por 
sobre las Obligaciones de Anderson, porque en algunos aspectos ellos las 
desvirtúan con una peligrosa pugna y en otros las repiten inútilmente. 
Lo que interesa ante todo es entenderse. Cuando se proclama que los 
antiguos linderos son “inalterables, inamovibles e inmutables” resulta 
positivamente cierto si se tienen en cuenta cuando menos las Obligaciones 
de Anderson, pero no si se considera la nomenclatura de Mackey, que ha 
invadido muchos terrenos para poder pretender cierto grado de 
imprescriptibilidad. No podemos detener la evolución misma , atándola a los 
límites infranqueables de un pasado muerto. La naturaleza no es 
estacionaria. “Las instituciones envejecen mientras la Humanidad rejuvenece 
sin cesar; los métodos pueden gastarse, las exigencias de los tiempos y del 
espíritu modificarse, las doctrinas corromperse, solo el “fin” permanece 
eternamente idéntico a sí mismo porque nosotros estamos “en el valle” y él 
está “en la cima”. 
“Si a nuestro turno osáramos expresar un “landmark” iniciático en apoyo de 
nuestra tesis, diríamos que lo que nos distingue específicamente de la 
actividad intelectual y social del mundo profano es precisamente que “la 
comunidad humana se esfuerza por realizar la doctrina” tentando a 
cada individuo, cada función y cada grupo a imponer la suya a los 
otros, mientras que la colectividad masónica no aspira sino a 
encaminar la Humanidad hacia “el fin”, haciéndolo perceptible a todos y 
dejando a cada uno el cuidado de encontrar su vía y de progresar por 
ella según sus fuerzas y sus posibilidades”. 
“Es por eso que la enseñanza iniciática no se presta a ninguna 
limitación espiritual; la glosa iniciática de hoy es esencialmente 
diferente de aquella cuyo texto nos dan los rituales del siglo XVIII, 
aunque el objetivo final siga siendo el mismo”. 
“Como conclusión se puede afirmar que las Obligaciones de Anderson, al 
igual que los Principios Básicos Constitutivos de la Francmasonería 
Universal del año 1523, constituyen los únicos documentos capaces de 
proporcionar una base sólida al derecho masónico. Desgraciadamente, los 
llamados landmarks o linderos, bajo su forma actual no solamente es nulo su 
valor, sino que, además de su imprecisión, su falta de coordinación y la puja 
enredada que evidencian sus términos, constituyen para la Orden un mal de 
una excepcional gravedad que sería de urgencia extirpar. ¿Es ello posible? 
No cabe duda de que sí. Bastaría solamente con no dejar que en la busca 
racional de la solución del problema la letra ahogue al espíritu y los 
particularismos estrangulen a la Fraternidad”.(E.G. Plantagenet) 
Los “antiguos linderos” ––los landmarks––, cuyo sentido real y número pocos 
masones conocen, han demostrado que solo convienen a las potencias 
masónicas, ya que les permite ––por la ambigüedad del término––  acusarse 
recíprocamente de la no observación de la antigua tradición de los Masones 
operativos, pecado del que todas ellas se hacen más o menos culpables 
cuando ello sirve a sus intereses. 
Felipe Woichejosky 
ANEXO 
ANTIGUOS LÍNDEROS 
PRINCIPIOS BASICOS CONSTITUTIVOS DE LA FRANCASONERIA 
UNIVERSAL APROBADOS EN LA ASAMBLEA GENERAL DE 
FRANCMASONES QUE SE REUNIO EN PARIS EN EL AÑO DE 1523. 
DE LA LOGIA FRANCMASÓNICA Y DE SUS MIEMBROS. 
1. Siete o más francmasones debidamente capacitados, reunidos bajo la 
bóveda celeste, a cubierto de indiscreción profana, para discutir y resolver 
libremente, por mayoría de votos, los asuntos que les interesen 
colectivamente, forman una logia francmasónica, similar a las de la 
Masonería operativa. 
2. Los trabajos en Logia se verifican durante las horas libres de ocupación de 
los reunidos, y de preferencia entre el medio día y la media noche, bajo la 
dirección de un Maestro Aprobado (presidente) y dos Celadores, también 
Aprobados (vicepresidentes). Las reuniones se efectúan ante los útiles de 
trabajo conocidos, colocados en el Ara del Medio en la forma acostumbrada, 
estando resguardada la entrada al recinto de la reunión por un Guardián 
seguro y resuelto, y un Experto retejador de los visitantes. Todos los que 
desempeñan cargos son elegidos por mayoría de votos de los francmasones 
reunidos, sea para una Asamblea o para un período determinado por ellos. 
3. Los francmasones reunidos en Logia, de acuerdo con las reglas y 
costumbres conocidas desde tiempos muy antiguos, pueden, previa 
averiguación respecto a los candidatos, iniciar a los profanos en los Misterios 
(Secretos) de la Francmasonería y examinar a los Aprendices y Compañeros 
para elevarlos a los grados de capacitación superiores inmediatos, tomando 
de ellos la promesa de fidelidad en la forma acostumbrada, ante los útiles 
simbólicos del Trabajo y de la Ciencia y comunicarles los signos, los toques y 
las palabras secretas de reconocimiento y de socorro, universales entre los 
francmasones. 
4. Es costumbre antigua, firme e inviolable, no admitir como francmasones a 
los hombres que tienen convicciones contrarias a los principios básicos de la 
Francmasonería, salvo en los casos de rebeldía franca de éstos contra la 
ideología de los grupos a que pertenecen. 
5. No se admiten como francmasones los esclavos, los menores de edad y 
los incapacitados física y mentalmente. 
6. Unión, Solidaridad y Cooperación son los principios de organización 
interna de la Francmasonería Universal. 
7. La inclinación al estudio y trabajo, la vida y costumbres sanas y normales, 
el comportamiento decoroso, el trato fraternal entre los asociados a la 
Francmasonería, la preocupación constante por el progreso y bienestar del 
género humano y por su propia perfección, son distintivas de un buen 
francmasón. 
8. Para poseer los derechos completos del francmasón dentro de sus 
agrupaciones y dentro del pueblo masónico en general, es indispensable e 
imprescindible escalar los tres grados de capacitación de Aprendiz, de 
Compañero y de Maestro, y conocer en esencia la Leyenda no alterada de la 
Masonería Antigua respecto a la Construcción del Templo de Salomón; 
contribuir económicamente para el sostenimiento de sus agrupaciones; 
asistir regularmente a los trabajos de Logia; preocuparse por los hermanos 
enfermos, perseguidos o caídos en desgracia y por sus familiares; ayudar a 
los hermanos viajeros y no abusar de la confianza de nadie. 
9. Son derechos esenciales de un francmasón: 
a) Voz y voto en Logia y en la Asamblea General (Gran Logia) de los 
Maestros Masones; 
b) Elegir y ser elegido para todos los cargos dentro de sus agrupaciones; 
c) Pedir la revisión de los acuerdos tomados en Logia ante la Asamblea 
General de los Maestros Masones; 
d) Exigir en Logia la responsabilidad de los elegidos en el desempeño de sus 
cargos; 
e) Pedir justicia francmasónica en casos de conflictos entre los asociados a 
las Logias afines; 
f) Formar triángulos y estrellas para trabajar Masónicamente en los lugares 
donde no es posible reunirse en Logia por razones de fuerza mayor; 
g) Disfrutar de socorro, ayuda y protección mutuas entre los francmasones; 
h) Visitar las logias ideológicamente afines y ocupar los puestos 
correspondientes a su grado de capacitación, previa identificación de su 
calidad de francmasón en la forma acostumbrada y segura, y 
i) Pedir el Certificado de Retiro de la Logia sin explicación de causas, 
estando en pleno goce de sus derechos. 
SON DEBERES PRIMORDIALES DE LOS FRANCMASONES, PUGNAR: 
10. Por el reconocimiento del principio de la separación de la filosofía de la 
teología. 
11. Por la libertad de pensamiento y de investigación científica. 
12. Por la aplicación del método científico experimental en la filosofía. 
13. Por el intercambio de los conocimientos y de las prácticas entre los 
hombres para el bien propio y de la humanidad. 
14. Por la libertad de conciencia religiosa y la prohibición absoluta a los 
clérigos de las religiones de inmiscuirse en asuntos políticos. 
15. Por la abolición de los privilegios de las castas de la nobleza y del clero. 
16. Por la prohibición de emplear a los esclavos en los oficios de los hombres 
libres. 
17. Por los derechos de los pueblos de gobernarse libremente, según sus 
leyes y costumbres. 
18. Por la abolición de los tribunales especiales de justicia del clero y de las 
castas de la nobleza, y el establecimiento de los Tribunales comunes, de 
acuerdo con las costumbres y leyes de los pueblos. 
OTRAS DISPOSICIONES CONSTITUCIONALES: 
19. Toda Logia Francmasónica es soberana, no puede inmiscuirse en los 
asuntos internos de otras Logias, ni elevar a grados de capacitación 
superiores a los aprendices y compañeros afiliados a otras Logias sin su 
conocimiento o la solicitud de ellas. 
20. Un pacto entre Logias significa la Cooperación y no la renunciación total 
o parcial de su soberanía. 
21. Siete o más Logias Francmasónicas de un territorio determinado pueden 
formar una Federación (Gran Logia) y tres o más Federaciones pueden 
unirse en una Confederación. 
22. Para preservar intactos los principios de Unión, Solidaridad y 
Cooperación no es recomendable la formación de dos Federaciones o 
Confederaciones sobre el mismo territorio. 
23. La Asamblea General de los Maestros Masones es la autoridad Suprema 
en el territorio de una Federación, dicta las leyes, nombra y controla su 
Gobierno Federal y elige a los representantes que forman parte de la 
Asamblea de la Confederación. 
24. Todo francmasón capacitado, electo para un cargo o representación, es 
responsable ante sus electores y puede ser destituido por ellos en cualquier 
momento. 
25. Entre los francmasones y sus asociaciones no pueden existir diferencias 
basadas en la distinción de razas, color o nacionalidad. 
26. Los principios de Universalidad, Cosmopolitismo, Libertad (no esclavitud), 
Igualdad (ante las posibilidades) y Fraternidad (como base de relaciones 
entre los hombres) son las metas de la Francmasonería. 
27. Como producto del pensamiento filosófico progresista, los preceptos 
básicos de la Francmasonería son sagrados e inamovibles. Estos preceptos 
no pueden estar en contraposición con los progresos de las Ciencias ni con 
las ideas avanzadas de épocas posteriores, por lo tanto los francmasones no 
pueden tergiversarlos ni omitirlos, sin perder su calidad de progresistas y de 
francmasones
 


Reply  Message 7 of 7 on the subject 
From: Kadyr Sent: 12/06/2025 02:05


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