¿Esta Cristo en Logias Masonicas disfrazado de Hiram?
¿Es Hiram Abiff el Jesucristo Masónico? ¿Es Hiram una marcara para
ocultar la figura Cristo y presentarlo más laico?
Debate en la Logia
Escena
Una Logia Masónica, iluminada por la luz tenue de 3 velas que
iluminan el Ara Sagrada y la Santa Biblia sobre ella, con Jaime Torres el Venerable
Maestro presidiendo en el Oriente. Los hermanos, divididos en sus
posturas, pidiendo el uso de la palabra, alzan la voz en un airado intercambio de
ideas, blandiendo argumentos como herramientas de constructores.
El Q:. H:. Pedro Grizel presenta un trazado
denominado “Cristo en Logia disfrazado de Hiram Abiff”
El tema del Trazada en
cuestión: la figura de Hiram Abiff y su supuesto paralelismo con Jesucristo. La
discusión arde con pasión, entre el simbolismo masónico y las sensibilidades
espirituales.
El Hermano José
Torres (con fervor, levantándose de su asiento) exclama algo airado :
¡Hermanos, escuchen! Hiram Abiff, nuestro Maestro de la Leyenda,
¿no es acaso un reflejo de Jesucristo? Su sacrificio, su lealtad, su muerte a
manos de traidores… ¿No resuenan estas imágenes con la pasión del Cristo? ¡Yo
digo que Hiram es nuestro Mesías masónico, un símbolo que encarna las virtudes
que todo masón debe imitar!
El Hermano Compañero Jesús García (pidiendo el uso de
la palabra , con tono firme):
¡Cuidado, hermano! ¡No mezclemos los planos! Hiram Abiff es un
símbolo, una alegoría, no un sustituto de Jesucristo. La Masonería no es una
iglesia, ni Hiram un redentor divino. Su historia, tomada de las Escrituras en
1 Reyes y 2 Crónicas, nos enseña integridad, sabiduría y resistencia frente a
la adversidad. Compararlo con Cristo es forzar una interpretación que la Logia
no sostiene oficialmente. ¡No caigamos en herejías!
Venerable Maestro Jaime Torrez (alzando la mano
para calmar los ánimos, pero sin blandir el mallete) expresa :
Hermanos, mantengamos el orden en el Templo. La Masonería, como
bien sabemos, es un arte de símbolos, no un culto. Hiram Abiff representa la
búsqueda de la Luz, la perfección del carácter, la lucha contra la ignorancia.
Sí, hay paralelismos con la narrativa cristiana: la traición, el martirio, la
idea de renacimiento. Pero, ¿acaso no es esto un eco universal de los mitos
iniciáticos? ¿No es Hiram un arquetipo, más que un Mesías?
Hermano René Gómez Primer
Vigilante (desde su trono ,
con tono apasionado) señala :
¡Arquetipo o no, Venerable, ¡no podemos ignorar la raíz
judeocristiana de nuestra Orden! La Masonería, nacida en las logias operativas
de Escocia en 1599, se forjó en un mundo impregnado de fe cristiana. Nuestros
rituales, especialmente en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, están llenos de
referencias bíblicas. ¡Juramos sobre el Libro de la Ley o la Santa Biblia!
Hiram Abiff, como Maestro Albañil del
Templo de Salomón, es un modelo de virtud, sí, pero también un Cristo o Héroe solar,
un ideal de sacrificio y dedicación que resuena con el mensaje evangélico. ¡No
es un sustituto, pero sí un reflejo!
Serafín Huertos el Hermano Orador (con voz grave, buscando
conciliar):
Hermanos míos , no nos perdamos en disputas estériles. La Masonería
no dogmatiza, no adora, no ofrece sacramentos. Hiram no es un dios ni un
profeta, sino un ejemplo. Su historia nos llama a imitar su compromiso, no a
venerarlo como divino. Jesucristo, para los cristianos, es el Hijo de Dios o incluso
Dios mismo ; Hiram, para nosotros, es el Maestro que nos guía hacia la verdad a
través del trabajo y la rectitud. Compararlos es tentador, pero reduce la
riqueza de ambos. ¿No es más noble ver a Hiram como un puente hacia la virtud
universal, sin encasillarlo en un molde religioso?
Hermano José Torres (insistiendo, con gesto
desafiante):
¡Pero, hermanos, no neguemos la evidencia! La Iglesia nos ve como
herejes, como “comecuras” que desafían su autoridad. Y no están del todo
equivocados, ¿verdad? La Masonería, con su secularismo, su defensa de la
separación entre Iglesia y Estado, no teme señalar las fechorías del
clericalismo. ¿No es Hiram, entonces, un símbolo de resistencia frente a la opresión dogmática?
¿No es un Cristo liberado de las cadenas de la teología, un modelo humano que
nos inspira a ser mejores, sin necesidad de altares?
El Hermano Pedro Gomis Segundo
Vigilante (con tono
sarcástico):
¡Dices de Resistencia,
Q:. H:. José Torres ? ¡Cuidado con
romantizar, hermano! La Masonería no es un club de rebeldes anticlericales. Sí,
muchos hermanos son laicos, anticlericales incluso, pero nuestra esencia no es
atacar la fe, sino construir fraternidad. Hiram no es un “Cristo político” ni
un mesías subversivo. Es un símbolo de la lucha interna del masón contra sus
propias sombras psicológicas , no un estandarte contra la Iglesia. ¡No
inventemos conspiraciones donde no las hay!
Juan Padriño Hermano Tesorero ( dice con vehemencia):
¡Pero no podemos ignorar el contexto, QQ:. HH:. ! La Masonería,
especialmente en países como México, ha sido un baluarte del pensamiento
juarista, del laicismo. Hiram Abiff, con su martirio, nos recuerda que la
verdad y la virtud a menudo se enfrentan a la intolerancia. Si algunos ven en
él un eco de Cristo, es porque ambos representan la lucha contra la ignorancia.
¡No es una blasfemia, es una inspiración!
Venerable Maestro (con solemnidad, alzando el mallete ) señala :
Orden, hermanos. Este buen debate
refleja la riqueza de nuestra Orden: la libertad de pensamiento, la libertad de
expresar ideas en logia, la diversidad
de interpretaciones. Hiram Abiff no es Jesucristo, pero su historia nos habla
de valores que trascienden las religiones: lealtad, sacrificio, búsqueda de la
verdad. Que cada hermano reflexione en su corazón. La Logia no impone dogmas,
sino que ilumina caminos. Procedamos con el siguiente trazado .
La Logia guarda un instante de silencio, mientras las ideas
resuenan en los corazones de los presentes, cada uno meditando su verdad en el
sagrado espacio del Templo.
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Este es un diálogo apasionado que refleja un añejo debate masónico
de las similitudes y diferencias entre Hiram y Cristo.
Alcoseri