Pagina principale  |  Contatto  

Indirizzo e-mail

Password

Registrati ora!

Hai dimenticato la password?

Secreto Masonico
 
Novità
  Partecipa ora
  Bacheche di messaggi 
  Galleria di immagini 
 File e documenti 
 Sondaggi e test 
  Lista dei Partecipanti
 EL SECRETO DE LA INICIACIÓN 
 Procesos Secretos del Alma 
 Estructura Secreta del Ritual Masónico 
 Los extraños Ritos de Sangre 
 Cámara de Reflexiones 
 
 
  Strumenti
 
General: ¿Qué significa: Silencio Hermanos, estamos en Logia?
Scegli un’altra bacheca
Argomento precedente  Argomento successivo
Rispondi  Messaggio 1 di 2 di questo argomento 
Da: Kadyr  (Messaggio originale) Inviato: 25/09/2025 16:56
¿Qué significa: Silencio Hermanos, estamos en Logia?

Hoy vamos a abordar , el que seguramente es el tema más abordado por masones fuera y dentro de Logias Masónicas, y me refiero a la Charla Interna , Parloteo Mental , ese dialogo mental que todos los seres humanos tenemos en nuestra mente .

Este es un tema milenario , no es nada nuevo y hoy apenas empieza a ser abordado por la psicología moderna y la neurociencia.

Y como vemos la frase “Silencio estamos en Logia” se refiere tanto silenciar el parloteo mental como, al de no emitir palabras innecesarias dentro de logias. Por tanto es un silencio mental y un silencio de emitir sonidos bucales.

Puede resultar paradójico , ya que los augustos trabajos en logias masónicas , son de diálogos ritualísticos constantes , emitir juicios, y exponer puntos de vista constantemente.

 

La masonería usa para este caso de silenciar la mente , el acto de la ritualización , ya que es una forma de conducir la mente por un riel  o vía , para que la mente no se desvíe.

 ¿Alguna vez te has preguntado quién es esa voz que no para de hablar en tu cabeza? Esa que te critica constantemente, que anticipa problemas que nunca llegan a suceder, que te mantiene despierto por las noches repasando conversaciones del pasado. Detente por un momento, escúchala ahora mismo. Ahí está, ¿verdad? Comentando, juzgando, planificando. Pero aquí viene la pregunta que podría cambiar completamente tu vida. Esa voz realmente eres tú. Jacobo Grenberg, el neurofisiólogo mexicano más revolucionario del siglo 20, dedicó su vida a desentrañar este misterio. Sus descubrimientos sobre la naturaleza de los pensamientos y la identidad fueron tan perturbadores para el establishment científico que algunos teorizan que su misteriosa desaparición en 1994 no fue casualidad. Lo que descubrió sobre esa voz en tu cabeza podría liberarte de décadas de sufrimiento innecesario o podría asustarte profundamente. Imagínate por un momento que te dijera que todo lo que crees saber sobre ti mismo, todo lo que consideras tu identidad, tus pensamientos, tus decisiones, no son realmente tuyos. Que eres como un prisionero que ha estado tanto tiempo en una celda que cree que las paredes son su propia piel. Greenberg no sólo  lo teorizó, lo demostró científicamente. Ahora mismo, mientras escuchas estas palabras, esa voz interior está probablemente comentando, evaluando, quizás incluso resistiéndose a lo que estoy diciendo. Pero quédate conmigo porque lo que vas a descubrir en los próximos minutos podría ser el inicio de tu verdadera libertad. Durante décadas, Greenberg estudió lo que él llamó la latisjilla neuronal, esa estructura invisible que determina cómo percibes la realidad. Pero su descubrimiento más inquietante fue sobre el origen de nuestros pensamientos. A través de experimentos con chamanes, meditadores avanzados y personas en estados alterados de consciencia, descubrió algo que la ciencia occidental se había negado a aceptar. La mayoría de los pensamientos que experimentamos no se originan en nuestro cerebro individual. ¿Te has preguntado alguna vez por qué cuando estás relajado y en silencio de repente aparece en tu mente la preocupación por algo que ni siquiera tiene que ver contigo? ¿O por qué ciertos pensamientos parecen llegar desde ninguna parte, especialmente los más negativos y destructivos? Greenberg descubrió que existe lo que él denominó un campo neuronal colectivo, una especie de internet mental en el que todos estamos conectados sin saberlo. Piensa en tu mente como un radio que está constantemente sintonizando diferentes estaciones. El problema es que nunca te enseñaron que tenías control sobre el dial. Has estado escuchando una mezcla caótica de transmisiones, algunas tuyas, otras de tu familia. otras de la sociedad y muchas otras que provienen de este campo colectivo de información que Greenberg identificó en sus investigaciones. Pero aquí viene lo verdaderamente perturbador. La voz que crees que eres tú, esa narrativa constante en tu cabeza es en realidad una amalgama de todas estas transmisiones. Es como un DJ loco que ha estado mezclando canciones toda tu vida y tú has creído que esa mezcla caótica es tu identidad. Greenberg trabajó extensamente con don Pachito, un chamán mazateco que tenía la capacidad de sintonizar conscientemente diferentes frecuencias de este campo neuronal. A través de mediciones electroencefalográficas, Greenberg documentó cómo don Pachito podía acceder a información que no estaba disponible a través de sus sentidos físicos, simplemente modificando la configuración de su rejilla neuronal. Lo fascinante es que cuando don Pachito entraba en estos estados, su voz interior se silenciaba completamente. No desaparecían sus pensamientos, sino que dejaba de identificarse con ellos. Podía observarlos llegando y yéndose como nubes en el cielo, sin confundirlos con su verdadera identidad. ¿Alguna vez has tenido esos momentos de silencio mental profundo? Quizás durante una meditación o contemplando un atardecer o en esos instantes justo antes de dormirte cuando de repente todo se aieta. En esos momentos dejaste de existir. Por supuesto que no. De hecho, probablemente nunca te has sentido más vivo, más presente, más genuinamente tú mismo. Greenberg descubrió que esos momentos de silencio mental no son ausencia de consciencia, sino presencia de nuestra verdadera naturaleza. Lo que realmente somos no es la voz que habla incesantemente, sino la conciencia silenciosa que puede observar esa voz. Es como la diferencia entre ser el actor en la obra de teatro y ser el espectador que observa la actuación. Pero entonces, ¿de dónde viene esa voz constante? Según la teoría sintérgica de Greenberg, lo que experimentamos como pensamientos personales son, en realidad patrones de información que fluyen a través de diferentes niveles de la rejilla neuronal. Algunos son memorias personales reactivándose, otros son programaciones sociales y culturales y muchos más son lo que él llamó ecos del campo colectivo. Imagínate que tu cerebro es como una antena extremadamente sensible. está captando constantemente señales de múltiples fuentes. Tus propias experiencias pasadas, los patrones emocionales de las personas cercanas, las corrientes psíquicas de la sociedad e incluso lo que Grenberg denominó archetipos activos en el inconsciente colectivo. El problema surge cuando confundimos estas señales con nuestra identidad. Es como si un operador de radio comenzara a creer que él es todas las voces que transmite su equipo. La confusión no está en recibir las señales, sino en identificarse con ellas. Greenberg desarrolló técnicas específicas para lo que él llamó desidentificación consciente. A través de ejercicios de atención que había aprendido de chamanes mexicanos, enseñaba a las personas a reconocer la diferencia entre el observador y lo observado, entre la conciencia testigo y el contenido mental que fluye a través de ella. Una de sus observaciones más profundas fue que cuando una persona logra establecer esta distinción de manera consistente, no sólo  se libera del sufrimiento innecesario causado por la identificación con pensamientos negativos, sino que también desarrolla la capacidad de modular conscientemente qué tipo de información permite que fluya a través de su campo neuronal. Has notado como algunas personas parecen irradiar una presencia especial, como si estuvieran sintonizadas en una frecuencia diferente, más elevada, más coherente. Greenberg descubrió que estas personas habían desarrollado lo que él llamó coherencia sintérgica, la capacidad de mantener un estado de organización neuronal que filtra naturalmente las transmisiones caóticas y permite que fluyan patrones de información más elevados. Pero aquí viene algo aún más fascinante. Greenberg descubrió que cuando alguien establece esta coherencia sintérgica de manera consistente, no sólo  transforma su propia experiencia, sino que también influye en el campo neuronal de quienes lo rodean. Es como sintonizar una emisora de radio con una señal muy clara y fuerte que comienza a mejorar la recepción de todas las radios cercanas. Ahora quiero que hagas un experimento conmigo. Por los próximos 30 segundos. Simplemente observa esa voz en tu cabeza. No trates de detenerla. No la juzgues. Simplemente obsérvala como observarías a alguien hablando en la habitación de al lado. Date cuenta de que hay una parte de ti que puede observar esa voz, lo que significa que tú no puedes ser esa voz. ¿Lo notaste? Esa sensación de espacio, esa perspectiva más amplia desde la cual puedes observar el flujo de pensamientos, eso es lo que Grenberg identificó como tu verdadera identidad. No el contenido que fluye a través de tu conciencia, sino la conciencia misma que puede observar ese contenido. Este descubrimiento tiene implicaciones revolucionarias. Si no eres tus pensamientos, entonces tampoco eres las emociones que esos pensamientos generan. No eres las historias que esa voz cuenta sobre tu pasado o tus preocupaciones sobre el futuro. No eres las etiquetas que has aceptado sobre ti mismo, ni las limitaciones que has asumido como propias. Greenberg trabajó con personas que habían sufrido durante décadas de ansiedad, depresión y todo tipo de trastornos mentales, y descubrió que muchos de estos padecimientos se aliviaban dramáticamente cuando la persona lograba establecer esta distinción fundamental entre el observador y lo observado. Una de sus pacientes, una mujer que había luchado con pensamientos obsesivos durante años, le describió su experiencia después de aprender las técnicas de desidentificación. Es como si hubiera estado en una habitación llena de radios a todo volumen, creyendo que era responsable de todas las voces que escuchaba. Ahora me doy cuenta de que puedo ajustar el volumen, cambiar las estaciones e incluso apagar algunas radios cuando quiero silencio. Pero Greenberg fue más allá. Su investigación sugiere que no sólo  podemos desidentificarnos de los patrones mentales destructivos, sino que también podemos sintonizar conscientemente con fuentes de información más elevadas. estudió a artistas, científicos y místicos que reportaban recibir insights y creatividad de fuentes que parecían trascender su conocimiento personal. A través de electroencefalogramas durante estados creativos profundos, Greenberg documentó patrones de actividad cerebral que sugerían que estas personas estaban literalmente sintonizando con frecuencias del campo neuronal colectivo que contenían información altamente organizada y evolutiva. Imagínate poder silenciar voluntariamente esa voz crítica y ansiosa y en su lugar sintonizar con corrientes de sabiduría. creatividad e insight que están constantemente disponibles en el campo de conciencia universal. Esto no es fantasía New Age, sino algo que Greenberg midió y documentó científicamente. Uno de los aspectos más perturbadores de su investigación fue el descubrimiento de lo que él llamó programas mentales parasitarios. observó que ciertos patrones de pensamiento no sólo  eran ajenos a la persona, sino que parecían tener una agenda propia, perpetuándose a través de la repetición compulsiva y resistiendo cualquier intento de modificación consciente. Has notado como ciertos pensamientos negativos parecen tener vida propia como si fueran entidades independientes que se alimentan de tu energía emocional. Greenberg propuso que algunos de estos patrones efectivamente operan como programas semiautón que han logrado establecerse en la rejilla neuronal individual, aprovechándose de momentos de vulnerabilidad emocional. La buena noticia es que también identificó técnicas específicas para desactivar estos programas. Una de las más efectivas era lo que él llamó testimonio neutro, la práctica de observar estos patrones sin resistencia emocional, sin alimentarlos con la energía de la reacción, permitiendo que se desvanezcan por falta de combustible. Pero quizás el descubrimiento más revolucionario de Grimber fue sobre la naturaleza de lo que realmente somos cuando nos liberamos de todas estas identificaciones erróneas a través de estudios con meditadores avanzados. y chamanes en estados profundos de consciencia, descubrió que existe lo que él llamó el testigo puro, una dimensión de la conciencia que es permanente, inafectable y que constituye nuestra verdadera identidad. Este testigo puro no piensa, no siente emociones perturbadoras, no tiene pasado ni futuro, simplemente es, observa, existe en un estado de presencia pura. Y según Greenberg, acceder a esta dimensión de nuestro ser no requiere años de meditación o prácticas esotéricas complejas. está disponible ahora mismo, en este instante, para cualquiera que aprenda a enfocar su atención correctamente. La técnica que Greenberg desarrolló basada en sus estudios con chamanes mexicanos es sorprendentemente simple, pero profundamente efectiva. Consiste en aprender a hacer la pregunta correcta en el momento correcto, no qué estoy pensando sino quién está observando estos pensamientos. Cuando haces esta pregunta sinceramente y diriges tu atención hacia el observador en lugar de hacia lo observado, algo cambia inmediatamente. Es como cambiar el foco de una cámara. Lo que estaba borroso se vuelve claro y lo que parecía importante se desvanece en el fondo. Greenberg documentó cambios neurológicos medibles en personas que practicaban esta técnica regularmente. Los patrones de ondas cerebrales se volvían más coherentes. La actividad en las áreas asociadas con la ansiedad y la rumiación mental disminuía significativamente y emergían frecuencias que típicamente se asocian con estados de claridad mental profunda y bienestar. Pero hay algo más. Greenberg descubrió que cuando alguien se establece consistentemente en esta perspectiva del testigo puro, no sólo  transforma su propia experiencia, sino que también comienza a influir positivamente en el campo neuronal de su entorno. Es como si su coherencia interior creara ondas de coherencia que se propagan a través del campo colectivo. Esto explicaría por qué la presencia de ciertas personas nos calma instantáneamente, mientras que otras nos ponen nerviosos sin razón aparente. No es sólo  su comportamiento o sus palabras, sino el estado de su campo neuronal, lo que percibimos a nivel inconsciente. Una de las aplicaciones más prácticas de estos descubrimientos es en el área de la toma de decisiones. Greenberg observó que cuando las personas aprenden a acceder al testigo puro antes de tomar decisiones importantes, sus elecciones se vuelven significativamente más acertadas y beneficiosas a largo plazo. ¿Has notado como las mejores decisiones de tu vida las tomaste desde un estado de claridad interior, mientras que las peores surgieron de estados de confusión mental y emocional? Según Greenberg, esto no es coincidencia. El testigo puro tiene acceso a información y perspectivas que no están disponibles para la mente condicionada. Imagínate poder consultar antes de cualquier decisión importante con esa parte de ti que no está influenciada por miedos, deseos compulsivos, presiones sociales o programaciones del pasado. Una parte que puede ver patrones y conexiones que la mente ordinaria no puede percibir. Greenberg también investigó lo que ocurre cuando múltiples personas acceden simultáneamente a este estado de coherencia sintérgica. Sus experimentos con grupos de meditadores mostraron que se crea lo que él llamó un campo sintérgico amplificado que puede influir positivamente en un área geográfica mucho más amplia de lo que uno imaginaría. Esto tiene implicaciones profundas para la sanación, tanto individual como colectiva. Si el sufrimiento psicológico surge principalmente de la identificación errónea con patrones mentales ajenos o destructivos, entonces la liberación de ese sufrimiento es posible para cualquiera que aprenda a desidentificarse conscientemente. Pero Greenberg fue aún más lejos. propuso que muchos de los problemas sociales y conflictos humanos surgen de lo que él llamó contaminación del campo neuronal colectivo por patrones de información destructivos que se perpetúan a través de las generaciones. Su visión era que si suficientes individuos aprendieran a establecerse en la coherencia sintérgica, podrían literalmente limpiar el campo neuronal colectivo, haciendo que patrones más elevados de información estuvieran disponibles para toda la humanidad. Esto no es utopía. Greenberg midió estos efectos en comunidades pequeñas donde varios individuos habían desarrollado coherencia sintérgica. Observó disminuciones medibles en conflictos. aumentos en creatividad y cooperación, e incluso mejoras en indicadores de salud física colectiva. Ahora, quiero que consideres algo. ¿Qué pasaría si todo el sufrimiento psicológico que has experimentado, todas esas voces críticas, todos esos miedos y ansiedades no fueran realmente tuyos? ¿Qué pasaría si fueran simplemente programas que has estado ejecutando sin darte cuenta y que puedes aprender a desactivar? La investigación de Greenberg sugiere que esto no sólo  es posible, sino que es tu estado natural. El sufrimiento psicológico innecesario es como un virus mental que se propaga a través del campo neuronal colectivo, pero contra el cual puedes desarrollar inmunidad aprendiendo a establecerte en tu verdadera identidad como consciencia pura. Una de las técnicas más poderosas que Greenberg enseñaba era lo que él llamó la pregunta liberadora. Cada vez que te sientes atrapado en un patrón mental destructivo, en lugar de luchar contra él o analizarlo, simplemente pregúntate, ¿quién está experimentando esto? No busques una respuesta intelectual, simplemente dirige tu atención hacia quien está haciendo la pregunta, hacia quien está experimentando la experiencia. hacia el espacio de consciencia en el que toda experiencia aparece y desaparece. Greenberg documentó que esta simple técnica practicada consistentemente puede desactivar patrones neurológicos que han estado activos durante décadas. Es como encontrar el interruptor maestro que controla todo el sistema de sonido mental. Pero hay algo más profundo aquí. Greenberg propuso que nuestra verdadera identidad como conciencia pura no es algo que tengamos que desarrollar o crear. Ya está ahí. Siempre ha estado ahí, simplemente ha estado oscurecida por capas de identificaciones erróneas. Es como el sol que siempre está brillando, incluso cuando las nubes lo cubren. Las nubes de pensamientos y emociones van y vienen, pero el sol de la conciencia permanece invariable. El problema surge cuando nos identificamos con las nubes y olvidamos que somos el sol. Esta perspectiva transforma completamente el enfoque hacia el crecimiento personal y la sanación. En lugar de tratar de mejorar o arreglar la personalidad, se trata de reconocer lo que ya somos más allá de todas las personalidades temporales. Grimber trabajó con personas que habían intentado durante años resolver sus problemas psicológicos a través de terapias tradicionales sin éxito duradero. Muchas de ellas experimentaron transformaciones profundas y permanentes, simplemente aprendiendo a desidentificarse de sus patrones mentales y reconocer su verdadera naturaleza. Una de sus investigaciones más fascinantes fue sobre lo que él llamó muerte del ego falso. Documentó que cuando una persona se establece firmemente en la perspectiva del testigo puro, los patrones de personalidad que antes causaban sufrimiento simplemente se desvanecen por falta de identificación. No es que la persona deje de tener personalidad, sino que la personalidad se vuelve fluida, flexible, apropiada para cada situación. En lugar de ser una camisa de fuerza rígida que determina todas las respuestas, imagínate vivir sin la tiranía de esa voz interior constante, sin las preocupaciones compulsivas, sin las críticas internas, sin la necesidad de mantener una imagen fija de quién crees que eres. Imagínate la libertad de responder a cada situación desde un espacio de claridad fresca en lugar de desde patrones reactivos del pasado. Esto no es fantasía. Greenberg documentó científicamente que este estado es accesible para cualquier ser humano que aprenda las técnicas correctas y lo más hermoso es que no requiere retirarse del mundo o adoptar creencias particulares. Simplemente requiere aprender a enfocar la atención correctamente. Una de las objeciones más comunes que Grindenberg enfrentaba era, si no soy mis pensamientos, entonces, ¿quién toma las decisiones? ¿Quién vive mi vida? Su respuesta era que las mejores decisiones y las acciones más efectivas surgen precisamente cuando no estamos atrapados en la identificación con patrones mentales limitados. Cuando accedemos al testigo puro, no perdemos la capacidad de pensar o funcionar. Al contrario, el pensamiento se vuelve una herramienta que usamos cuando es apropiado, en lugar de un ruido de fondo constante que interfiere con nuestra claridad. Es como la diferencia entre tener un martillo que no puedes dejar de usar golpeando todo constantemente y tener un martillo que tomas sólo  cuando necesitas clavar un clavo. El pensamiento, desde la perspectiva del testigo puro, se vuelve una función inteligente en lugar de una compulsión. Greenberg también descubrió que cuando las personas se establecen en esta perspectiva desarrollan lo que él llamó intuición sintérgica. la capacidad de acceder a información relevante que no está disponible a través del pensamiento ordinario o los sentidos físicos. No se trata de capacidades paranormales dramáticas, sino de una sensibilidad refinada que permite percibir patrones, conexiones y posibilidades que la mente condicionada no puede detectar. Es como tener acceso a una red de información más amplia y sofisticada. Muchas de las personas más creativas e innovadoras de la historia han reportado experiencias similares, momentos de claridad donde las soluciones aparecen completamente formadas, donde la inspiración fluye desde una fuente que parece trascender su conocimiento personal. Greenberg propuso que estas experiencias no son excepcionales, sino naturales cuando aprendemos a establecernos en nuestra verdadera identidad como conciencia pura. Es como sintonizar una emisora de radio de alta calidad después de haber estado escuchando sólo  estática. Una de las aplicaciones más transformadoras de estos descubrimientos es en el área de las relaciones. Cuando no estás identificado con tus patrones mentales reactivos, puedes relacionarte con otros desde un espacio de presencia auténtica en lugar de desde programaciones del pasado. ¿Has notado como en tus mejores interacciones con otros hay una calidad de presencia de conexión genuina que es completamente diferente de las interacciones mecánicas y reactivas? Greenberg documentó que esta calidad emerge naturalmente cuando ambas personas acceden, aunque sea momentáneamente, al espacio del testigo puro. Esto explica por qué algunas conversaciones nos energizan y nos inspiran, mientras que otras nos drenan y nos confunden. No es sólo  el contenido de lo que se dice, sino el estado de conciencia desde el cual se dice lo que determina la calidad de la interacción. Greenberg también investigó lo que ocurre en las relaciones íntimas cuando ambas personas desarrollan la capacidad de desidentificarse de sus patrones reactivos. observó que emergen formas de intimidad y comunicación que trascienden completamente los patrones típicos de conflicto y malentendido. Imagínate relacionarte con tu pareja, tus hijos, tus amigos, no desde las heridas del pasado o las expectativas del futuro, sino desde la frescura del momento presente. No desde la necesidad de defender una imagen de ti mismo, sino desde la libertad de ser auténtico. Pero quizás el descubrimiento más liberador de Greenberg fue que este proceso de desidentificación no es algo que ocurre gradualmente a lo largo de años. Puede ocurrir instantáneamente en cualquier momento, cuando la atención se enfoca correctamente. Es como despertar de un sueño. Un momento estás completamente absorto en el drama del sueño, identificado con el personaje que crees que eres en el sueño y al momento siguiente te das cuenta de que eres el soñador, no el personaje soñado. Greenberg enseñaba que podemos despertar de la identificación con nuestros patrones mentales de la misma manera. Un momento estás completamente absorto en el drama de tus pensamientos y emociones y al momento siguiente te das cuenta de que eres la conciencia que observa todo ese drama. La técnica es simple, pero requiere sinceridad. En cualquier momento de confusión, sufrimiento o reactividad, simplemente pregúntate, ¿quién está experimentando esto? Y luego busca al que está haciendo la pregunta. Busca al observador de la experiencia. No analices intelectualmente. No trates de encontrar una respuesta con la mente. Simplemente dirige tu atención hacia el espacio de conciencia desde el cual surge la pregunta. hacia el testigo silencioso que está presente antes, durante y después de todos los pensamientos. Greenberg documentó que esta simple técnica practicada sinceramente puede producir lo que él llamó saltos cuánticos de conciencia, transformaciones instantáneas en la experiencia que son permanentes porque no dependen de cambiar nada del contenido mental, sino de reconocer nuestra verdadera identidad. Una de sus estudiantes le describió su experiencia. Fue como si hubiera estado toda mi vida película en la pantalla, completamente absorta en la historia, sufriendo con los personajes, y de repente me di cuenta de que yo era la pantalla sobre la cual toda la película aparecía. Los personajes siguieron ahí, la historia continuó, pero yo ya no estaba identificada con ningún personaje en particular. Esto es exactamente lo que Grenberg observó una y otra vez. Las personas no perdían sus personalidades o su capacidad de funcionar. Simplemente dejaban de estar atrapadas en identificaciones que causaban sufrimiento innecesario. Hacia el final de su carrera, antes de su misteriosa desaparición, Greenberg estaba investigando lo que él llamó contagio de coherencia. Había observado que cuando una persona se establece firmemente en la perspectiva del testigo puro, su simple presencia facilita que otros accedan a ese mismo estado. Es como si la coherencia fuera literalmente contagiosa. Estudió a maestros espirituales, sanadores y otras personas que habían desarrollado esta capacidad y documentó que su presencia producía cambios medibles en la actividad cerebral de quienes los rodeaban. Esto sugiere que tu propio despertar no es sólo  para ti. Cada momento que pasas establecido en tu verdadera identidad como conciencia pura, estás contribuyendo a un campo de coherencia que facilita el despertar de otros. Greenberg propuso que estamos en un momento crucial en la evolución humana, donde suficientes personas están despertando a su verdadera naturaleza como para crear lo que él llamó una masa crítica de coherencia que podría transformar toda la experiencia humana en el planeta. Su visión era que los problemas fundamentales de la humanidad, el conflicto, el sufrimiento psicológico innecesario, la destructividad, surgen de la identificación errónea con patrones mentales limitados y destructivos y que la solución no está en cambiar el mundo externo, sino en que suficientes individuos despierten a su verdadera identidad. Esto puede sonar demasiado idealista, pero Greenberg no era un soñador, era un científico riguroso que midió y documentó todos sus descubrimientos y lo que encontró fue que la transformación de la conciencia individual tiene efectos medibles en el entorno, tanto social como físico. Ahora quiero preguntarte algo directamente. ¿Estás dispuesto a considerar la posibilidad de que todo el sufrimiento psicológico que has experimentado en tu vida ha sido innecesario? ¿Estás dispuesto a cuestionar la creencia fundamental de que eres esa voz en tu cabeza? No te pido que creas ciegamente, te pido que experimentes. La próxima vez que te sientas atrapado en pensamientos negativos, en lugar de luchar contra ellos o analizarlos, simplemente pregúntate, ¿quién está observando estos pensamientos? Y luego busca al observador, no con la mente, sino con la atención pura. Busca el espacio de conciencia en el que todos los pensamientos aparecen y desaparecen. Busca al testigo silencioso que está siempre presente, siempre en paz, siempre libre. Greenberg pasó su vida demostrando que este testigo silencioso no es una idea filosófica o una creencia espiritual, sino una realidad práctica que puede ser experimentada directamente por cualquier persona que aprenda a enfocar su atención correctamente. Y aquí está lo más hermoso. No necesitas años de práctica. No necesitas cambiar tu estilo de vida. No necesitas adoptar nuevas creencias. Sólo  necesitas aprender a hacer la pregunta correcta en el momento correcto. ¿Quién está experimentando esto? La respuesta no vendrá como pensamiento. Vendrá como reconocimiento directo, como el despertar súbito a lo que siempre ha sido, pero habías olvidado, como el regreso a casa a ti mismo. Los descubrimientos de Jacobo Greenberg siguen siendo tan revolucionarios hoy como lo fueron hace décadas. Su misteriosa desaparición sólo  añade misterio a un legado que podría transformar completamente nuestra comprensión de lo que significa ser humano. Esa voz en tu cabeza no eres tú. Tú eres la conciencia silenciosa que puede observar esa voz. Tú eres el espacio infinito en el que toda experiencia aparece y desaparece. Tú eres el testigo eterno, el observador inmutable, la presencia pura que nunca nace. y nunca muere. Y reconocer esto no es el final de tu humanidad, sino el comienzo de tu verdadera libertad. Es el despertar de un sueño que nunca supiste que estabas soñando. Es el descubrimiento de quién realmente has sido todo este tiempo. Si este mensaje ha resonado contigo, si has sentido aunque sea un destello de reconocimiento de tu verdadera naturaleza, comparte este  comunicado . No porque yo necesite más suscriptores, sino porque cada persona que despierta a su verdadera identidad contribuye a ese campo de coherencia que Greenberg documentó, facilitando el despertar de otros. Déjame saber en los comentarios si has experimentado momentos de reconocer al observador detrás de tus pensamientos. Comparte tu experiencia porque tu testimonio podría ser exactamente lo que alguien más necesita escuchar para dar el salto cuántico a su propia libertad. Y si este contenido te está ayudando en tu proceso de despertar, suscríbete y activa las notificaciones. Cada semana profundizamos en aspectos diferentes de los descubrimientos de los pioneros de la conciencia como Greenberg, integrando ciencia rigurosa con sabiduría práctica que puedes aplicar inmediatamente en tu vida. Recuerda, en este mismo momento, mientras estas palabras resuenan en tu mente, hay una parte de ti que las está escuchando. Una parte que no es las palabras, no es los pensamientos que están surgiendo sobre estas palabras, no es las emociones que puedan estar apareciendo, esa parte que simplemente está presente, consciente, observando. Esa eres tú. No la busques en el futuro a través de prácticas complicadas. No la busques en el pasado a través de memorias de momentos especiales. Está aquí, ahora, siempre ha estado aquí. Es lo más simple y lo más obvio, pero también lo más revolucionario. Tú no eres tus pensamientos. Tú eres la conciencia que puede observar esos pensamientos. Y cuando reconoces esto, cuando te estableces en esta verdad simple profunda, no sólo  te liberas a ti mismo del sufrimiento innecesario. Te conviertes en un faro de coherencia en un mundo que desesperadamente necesita más personas despiertas a su verdadera naturaleza. Jacobo Greenberg dedicó su vida a demostrar científicamente lo que los místicos han sabido durante milenios, que nuestra verdadera identidad trasciende completamente todo lo que hemos creído ser. Su legado continúa inspirando a una nueva generación de investigadores y buscadores que están dispuestos a cuestionar las creencias más fundamentales sobre la naturaleza de la conciencia y la identidad humana. La próxima vez que esa voz interior comience su charla incesante, recuerda las palabras finales que Grenberg escribió antes de su desaparición. El mayor descubrimiento que puede hacer un ser humano no es algo nuevo que deba aprender, sino algo que siempre ha sido verdad y que simplemente debe recordar. Tú no eres el pensador, tú eres la conciencia en la que todos los pensamientos aparecen y desaparecen. Cuando reconoces esto, todo cambia y al mismo tiempo nada necesita cambiar. Ese reconocimiento está disponible para ti ahora mismo, no como una idea que debes creer, sino como una verdad que puedes experimentar directamente. Sólo  tienes que hacer la pregunta correcta. ¿Quién está experimentando esto? Y luego, sin buscar una respuesta mental, simplemente reconocer al que está haciendo la pregunta. Tu liberación no está en el futuro, está en este reconocimiento, en este momento, ahora. Y cuando lo experimentes por ti mismo, entenderás por qué Grenberg dedicó su vida entera a compartir este descubrimiento con el mundo. La voz en tu cabeza no eres tú. Tú eres mucho más vasto, más libre. más hermoso de lo que esa voz podría jamás imaginar.


Primo  Precedente  2 a 2 di 2  Successivo   Ultimo  
Rispondi  Messaggio 2 di 2 di questo argomento 
Da: Kadyr Inviato: 25/09/2025 17:03


 
©2025 - Gabitos - Tutti i diritti riservati