éxito. 
  
La violencia es un 
suicidio. 
  
Nuestra 
contribución al progreso del mundo tiene que consistir en poner orden en nuestra 
casa. 
  
No me interesa 
prever el futuro. Sólo me ocupo del presente. Dios no me dio controles sobre el 
instante venidero. 
  
Hasta a los 
gobiernos más despóticos les es imposible permanecer en el poder sin el acuerdo 
de sus gobernados. Es verdad que el déspota cuenta muchas veces, gracias a la 
fuerza, con el consentimiento del pueblo. Pero apenas el pueblo deja de temer la 
fuerza del tirano, su poder se derrumba. 
  
Es criminal 
detentar un poder y poseer riquezas bajo un gobierno injusto. En este caso, la 
pobreza es una virtud". 
  
Es una costumbre 
deplorable decir que son falsos los pensamientos de otro para pretender a 
continuación que sólo los nuestros son exactos. Es no menos lamentable 
considerar a los que tienen opiniones distintas de las nuestras como enemigos de 
la patria. 
  
Si un padre se hace 
culpable de injusticia, sus hijos tienen la obligación de abandonar el techo 
paterno. Si el director de una escuela dirige su colegio sin respetar las reglas 
de la moral, los alumnos deben abandonar esa institución,. Si el presidente de 
una sociedad se dejara corromper, los miembros de la misma que no quieran 
ensuciarse las manos tienen que dimitir. Del mismo modo, si un gobierno 
cometiera una injusticia grave, el ciudadano tiene que retirarle su colaboración 
en todo o en parte, impidiendo que los dirigentes cometan sus 
fechorías. 
  
Si estuviese seguro 
de encontrar a Dios en una caverna del Himalaya, iría hacia allí de inmediato. 
Pero sé que sólo se encuentra en el corazón de la humanidad. 
  
Dios no es una 
persona. Es la potencia misma, la esencia de la vida, conciencia pura e 
inalterable. Es eterno. No obstante, resulta curioso cómo algunos son incapaces 
de recibir de esta presencia viva y omnipresente todo el provecho y la ayuda que 
ella irradia. 
  
El hombre de verdad 
no está obligado a ajustarse siempre a la tradición. Debe estar dispuesto a 
convertirse en reformador y, si él mismo descubre que cometió errores, tiene que 
reconocerlos públicamente, sean cuales fueren las consecuencias, y hacer lo 
posible para corregirlos. 
  
No soy un 
visionario. Intento ser un idealista con sentido de la realidad. La religión de 
la no violencia no está reservada únicamente a los santos. Está destinada a todo 
el mundo. 
  
Debemos hacer que 
la verdad y la no violencia sean practicadas por grupos y comunidades, no apenas 
por individuos. Tal es mi sueño: viviré y moriré tratando de llevarlo a 
cabo. 
  
Creo en la unidad 
absoluta de Dios y, por consiguiente, también en la de la humanidad. No importa 
que tengamos muchos cuerpos. Sólo tenemos un alma. La refracción multiplica los 
rayos del sol, pero todos tienen la misma fuente. 
  
Lo que procuro a 
través de la liberación de la India es impulsar a todos los hombres a que formen 
una sola comunidad fraternal. 
  
La no violencia no 
es una virtud monacal orientada a procurar la paz interna y a garantizar la 
salvación individual, sino una norma de conducta necesaria para vivir en 
sociedad, pues garantiza el respeto a la dignidad humana y permite que progrese 
la causa de la paz, sobre la base de los anhelos más fervorosos de la 
humanidad. 
  
Es preciso 
consagrarse' directamente al servicio de los demás, pues el único medio de 
hallar a Dios es salir a su encuentro en su creación y no formar con ella más 
que una sola cosa. 
  
Lo que hago, puede 
ser realizado por todos. Porque no soy sino un mortal común, sujeto a las mismas 
tentaciones y propenso a las mismas debilidades de los mejores entre nosotros. 
Cuando yo sea incapaz de practicar el mal, cuando no emita ninguna palabra 
áspera o arrogante (por un instante siquiera) mi mundo mental -sólo entonces y 
no antes y mi no violencia conquistarán el corazón del mundo entero.