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۞ GNOSIS: LA AMBICION
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Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: Georgina  (Mensaje original) Enviado: 16/06/2011 21:55
 

La ambición tiene varias causas, y una de

ellas es eso que se llama miedo. El humilde

muchacho que en los parques de las lujosas

ciudades limpia el calzado de los orgullosos

caballeros, podría convertirse en ladrón si llegase

a sentir miedo a la pobreza, miedo a sí mismo,

miedo a su futuro.

La humilde modistilla que trabaja en el

fastuoso almacén del potentado, podría convertirse

en ladrona o prostituta de la noche a la mañana si

llegase a sentirle miedo al futuro, miedo a la vida,

miedo a la vejez, miedo a sí misma, etc.

El elegante mesero del restaurante de lujo o

del gran hotel, podría convertirse en un gangster,

en un asaltante de bancos o en un ladrón muy fino,

si por desgracia llegase a sentir miedo de sí mismo,

de su humilde posición de mesero, de su propio

porvenir.

El insignificante insecto ambiciona ser elefante.

El pobre empleado de mostrador que

atiende a la clientela y que con paciencia nos

muestra la corbata, la camisa, los zapatos,

haciendo muchas reverencias y sonriendo con

fingida mansedumbre, ambiciona algo más, porque

tiene miedo, mucho miedo a la miseria, miedo a su

futuro sombrío, miedo a la vejez, etc.

La ambición es polifacética. La ambición

tiene cara de santo y cara de diablo, cara de

hombre y cara de mujer, cara de interés, cara de

virtuoso y cara de pecador.

Existe ambición en aquel que quiere casarse

y en aquel viejo solterón empedernido que aborrese

el matrimonio.

 

En el conglomerado social se necesitan

todos los trabajos, todos los oficios; ningún trabajo

honrado puede jamás ser despreciable.

En la vida práctica cada ser humano sirve

para algo, y lo importante es saber para qué sirve

cada cual.

Es deber de los maestros y maestras descubrir

la vocación de cada estudiante y orientarle en

ese sentido.

Aquel que trabaje en la vida de acuerdo con

su vocación, trabajará con amor verdadero y sin

ambición.

El amor debe reemplazar a la ambición. La

vocación es aquello que realmente nos gusta,

aquella profesión que con alegría desempeñamos

porque es lo que nos agrada, lo que amamos.

En la vida moderna por desgracia las

gentes trabajan a disgusto y por ambición, porque

ejercen trabajos que no coinciden con su vocación.

Cuando uno trabaja en lo que le gusta, en

su vocación verdadera, lo hace con amor porque

ama su vocación, porque sus aptitudes para la vida

son precisamente las de su vocación.

Ese es precisamente el trabajo de los maestros:

saber orientar a sus alumnos y alumnas,

descubrir sus aptitudes, orientarles por el camino

de su auténtica vocación.



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