Autoridad

"“Y les enseñaba como quien tiene Autoridad y no como los Escribas” Mateo 7:29 "

Uno de los principios básicos de la enseñanza es la Autoridad. Una persona sin autoridad difícilmente será escuchada y respetada. Es necesario tener una autoridad basada en lo que uno sabe de forma probada, para poder enseñar. Hay personas que enseñan lo que han aprendido de memoria. Otras enseñan lo que les han enseñado sin comprobar si lo que aprenden realmente es así. Pero hay otras personas que han aprendido por su propia experiencia. Estos tienen Autoridad, pues han comprobado por sí mismos, lo que enseñan a otros.

Estos tú podrás ver que cuando enseñan a otros se nota el fuego de haberlo experimentado. también hay otros que enseñan lo que han aprendido en la teoría, de lo que otros experimentaron, y además también lo experimentaron. Estos también tienen Autoridad. Usted aprendió de niño, que apretando la tecla de la electricidad, se enciende la luz. Ya lo hace sin pensar, pues lo ha comprobado, y salvo que existan problemas en la instalación, cuando oprima la tecla, la luz se encenderá.

Cuando los Escribas y los Fariseos enseñaban, su enseñanza dejaba mucho que desear, pues luego ellos no hacían lo que enseñaban de alguna manera estaban negando sus propias enseñanzas. Con Jesús la cosa es diferente. El no era un teórico. El tenía todo el conocimiento como Dios, recuerden cuando decía la escritura que “Jesús conocía los pensamientos de ellos” Lucas 11:17. Conocía profundamente los pensamientos y las conductas del Ser humano y además conocía perfectamente la Palabra de Dios, para cada circunstancia, el mismo había probado el fuego de las tentaciones, pero sin pecado. El podía enseñar con autoridad. Las personas que no conocen a Dios o no han tenido un encuentro personal con Jesucristo para su Salvación y escuchan hablar a alguien se dan cuenta, si es un teórico o si es alguien que vive a Jesucristo. Lo mismo ocurre en la enseñanza de La Biblia, la experiencia del que vive lo que está escrito, va acompañada del poder de Dios y es el Espíritu Santo, quien revela lo que le pertenece a Dios y produce en el corazón del hombre, los efectos para los cuales Dios ha enviado Su Palabra.

¡Señor, ayúdame a vivir de tal manera que cuando enseñe tu Palabra lo haga con Autoridad!.

GRACIAS A LA HNA. SILVIA POR EL FONDO

     PEDRO PABLO