LA VIDA DESPUÉS DE LA MUERTE
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Por Tito Martínez
LA VERDADERA INTERPRETACIÓN DE LA PARÁBOLA DEL RICO Y LÁZARO
Hay una parábola dicha por el Mesías que ha sido la más pervertida y malinterpretada por la cristiandad apóstata a lo largo de los siglos, y esa parábola es la del rico y Lázaro, registrada en Lucas 16:19-31.
En este estudio bíblico vamos a estudiar atentamente dicha parábola de Jesucristo, vamos a analizar los argumentos falsos que la cristiandad apóstata esgrime, y los voy a pulverizar uno por uno con la Palabra de Dios.
LA PARÁBOLA
“Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez. Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas, y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas. Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado por esta llama. Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado. Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá. Entonces le dijo: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento. Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos. El entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán. Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos.
LA INTERPRETACIÓN DE LA CRISTIANDAD APÓSTATA
Tanto la gran ramera (la iglesia católica romana), como sus hijas rameras (las iglesias separadas de Roma, pero que tienen doctrinas en común con su madre romana) han enseñado durante siglos que esta parábola de Jesucristo enseña la doctrina de los sufrimientos eternos en el infierno, así como la doctrina de la inmortalidad del alma.
Según todas esas sectas falsas esta parábola enseña LITERALMENTE lo que sucede con el espíritu de los salvos y de los condenados en un “más allá” ANTES de la resurrección, es decir, ellos enseñan que lo relatado en dicha parábola del rico y Lázaro sucede entre la muerte y la resurrección.
Según esas sectas rameras, dicha parábola enseña la doctrina de que los condenados ya están ardiendo en el Infierno, y los salvos ya están en el cielo. Sin embargo, en este estudio bíblico voy a demostrar la falsedad de todo eso, vamos a ver como dicha parábola ni enseña la doctrina diabólica de los sufrimientos eternos, ni enseña la doctrina diabólica de la inmortalidad del alma, ni tampoco enseña lo que ocurre con el espíritu de los muertos en un “más allá” antes de la resurrección, es decir, ¡todo lo que enseñan esas sectas falsas respecto a esta parábola es un tremendo y muy peligroso error doctrinal!, producto solamente de una pervertida y diabólica exégesis de esa parábola de Jesucristo. Por lo tanto, estudiemos ahora dicha parábola, a la luz de la Biblia.
EXÉGESIS VERDADERA DE LA PARÁBOLA DEL RICO Y LÁZARO
Lo primero que suelen decir los falsos maestros que han pervertido el verdadero significado de esta parábola es que -según ellos- no se trata de una parábola, sino de una historia real y literal. Esto es completamente falso y ridículo, ya que esta parábola es la última de seis parábolas seguidas, y que son las siguientes:
1- Parábola de la gran cena (Lc.14:15-25).
2- Parábola de la oveja perdida (Lc.15:1-7).
3- Parábola de la moneda perdida (Lc.15:8-10).
4- Parábola del hijo pródigo (Lc.15:11-32).
5- Parábola del mayordomo infiel (Lc.16:1-13).
6- Parábola del rico y Lázaro (Lc.16:19-31).
Los que han pervertido el significado verdadero de esta parábola suelen decir que no se trata de una parábola, porque se mencionan nombres propios: Lázaro y Abraham, sin embargo, ese argumento es una falacia, porque el hecho de que se mencionen nombres propios no significa que no sea una parábola. Ya ha quedado demostrado que se trata de la última de una serie de 6 parábolas, por lo tanto, es imposible que se trate de una historia real y literal. Pero no solo eso, esta parábola del rico y Lázaro empieza exactamente igual que la parábola anterior, la del mayordomo infiel, las dos parábolas empiezan así: “Había un hombre rico…” Esto demuestra sin ninguna duda que esta parábola del rico y Lázaro de ninguna manera es una historia real o literal.
Por lo tanto, el primer argumento falso que esos falsos maestros esgrimen ya ha quedado pulverizado.
Los tres estaban muertos, no vivos
Lo primero que dijo el Mesías en esa parábola es que tanto el rico, como Lázaro, estaban MUERTOS (v.22). Por lo tanto, si ellos estaban muertos, entonces no estaban vivos en ningún más allá.
El Mesías no dijo por ninguna parte que el pobre Lázaro fuera llevado al cielo, sino al SENO DE ABRAHAM, ¿y qué es el seno de Abraham?, pues sencillamente el PECHO de Abraham, ya que el seno es el pecho. Por lo tanto, decir que Lázaro estaba en el cielo es mentira, eso no lo dijo el Mesías por ninguna parte.
Seguidamente el Mesías dijo que el rico fue SEPULTADO y estaba en el HADES. ¿Y qué es el Hades? Para empezar, la Biblia jamás dice que el Hades sea el infierno, la palabra griega que aparece en ese pasaje es HADES, no infierno. El Hades, según la Biblia, es el SEOL de los hebreos, y esto lo podemos comprobar, por ejemplo, en las palabras que el apóstol Pedro dijo en Hechos 2:27 “Porque no dejarás mi alma en el Hades, Ni permitirás que tu Santo vea corrupción.” El apóstol Pedro estaba citando sencillamente el Salmo 16:10 “Porque no dejarás mi alma en el Seol, Ni permitirás que tu santo vea corrupción.”
Ahora bien, ¿y qué es el Hades-Seol? la respuesta la tenemos en Hechos 2:29 “Varones hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David, que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy.”
Por consiguiente, el Seol-Hades es sencillamente el lugar de los muertos, es decir, el SEPULCRO, el cual está dentro de la tierra, esto lo podemos comprobar una vez más en el siguiente pasaje: “Y aconteció que cuando cesó él de hablar todas estas palabras, se abrió la tierra que estaba debajo de ellos. Abrió la tierra su boca, y los tragó a ellos, a sus casas, a todos los hombres de Coré, y a todos sus bienes. Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al Seol, y los cubrió la tierra, y perecieron de en medio de la congregación” (Num,16:31-33).
El anterior pasaje es tremendamente claro y sencillo. La tierra se abrió, y se tragó a Coré y a sus aliados, y a todos sus bienes, y todos ellos descendieron vivos al Seol, cubriéndolos la tierra, por lo tanto, el Seol es la SEPULTURA QUE ESTÁ DENTRO DE LA TIERRA. La Biblia JAMÁS enseña que el Seol o Hades sea un lugar en un “más allá” donde van los espíritus de los muertos, al contrario, la Biblia enseña de forma irrefutable que el Seol-Hades está dentro de la tierra, y ahí van a parar todos los cadáveres que son sepultados y cubiertos por la tierra, ¡nadie vive en el Seol-Hades!, porque ese es el lugar de los muertos, no de los vivos.
Dicho esto, la pregunta lógica es la siguiente: ¿por qué entonces en la parábola del rico y Lázaro ellos aparecen vivos y hablando entre ellos? Esto lo sabremos en el siguiente apartado.
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(El tormento de los malditos judaizantes y demás apóstatas de la fe)