PREGUNTAS Y RESPUESTAS ESPIRITUALES

Parte IV

Prof. G. Venkataraman

Un afectuoso Sai Ram y saludos desde Prasanthi Nilayam.

Aquí estamos nuevamente abordando las preguntas espirituales de nuestros lectores / auditores.

Esta es la cuarta sesión y espero que, desde su óptica, encuentren satisfactoria esta serie.

Como ya deben haberse dado cuenta, las preguntas de que tratamos

a menudo se traslapan. Por ende, ha de haber algo de repetición en nuestras respuestas también.

Espero que lo acepten. Puede que, también, sientan que las respuestas no son lo suficientemente exhaustivas. Y bien, eso es deliberado.

Hemos de hacer una elección entre respuestas razonablemente breves que

comuniquen la esencia, o respuestas latas y divagadoras

que terminarían extraviando a lectores y auditores por igual.

Lo que intentamos hacer es lograr un equilibrio, buscamos entregar la esencia en la primera oportunidad y en sesiones posteriores reiterar los puntos básicos de diferentes maneras y en diferentes contextos, de modo que las lecciones sean absorbidas y queden permanentemente registradas. Este es un truco básico en la enseñanza, el enfoque en espiral hacia afuera como se le denomina, y meramente sigo esta táctica.

Veamos qué es lo que tenemos esta vez. Hay cuatro preguntas, todas relacionadas como de costumbre, y son las siguientes:

1.- ¿Cómo podemos realizar nuestra Divinidad innata?

2.- ¿Cuándo estará apto el hombre moderno para tomar la senda espiritual? ¿Por qué no la sigue?

3.- ¿Cómo podemos realizar nuestro verdadero Sí Mismo mirando hacia adentro?

4.- ¿Cómo y por qué es verdadera y permanente la bienaventuranza que otorga la Autorrealización?

         Las cuatro preguntas que acabo de enunciar y que espero poder abordar en esta charla están, como se esperaba, no sólo entrelazadas sino que también son bastante interesantes.

        Permítanme comenzar por la primera que trata sobre cómo puede uno realizar su Divinidad intrínseca. Aquí los devotos de Bhagavan tienen una gran ventaja, porque Swami nos ha recordado una y otra vez que todos somos Chispas de lo Divino, las Personificaciones del Atma y así sucesivamente. La pregunta se convierte entonces en : "Si Él nos lo dice tan a menudo, ¿entonces por qué este hecho no se ha registrado en nosotros?"

        La respuesta a esto es simple. La mayoría de nosotros no sabe en su cabeza que somos Dios o que, al menos, hemos venido de Dios, y que por eso tenemos algunos genes Divinos en nosotros. Mas, el simplemente conocer un hecho no es suficiente. La gran interrogante es, "¿Ese conocimiento está influyendo de alguna manera en nuestras acciones y nuestro estilo de vida?"

        Permítanme dar un simple ejemplo para ilustrar mi punto. Todos saben que mientras la demanda por agua está aumentando rápidamnte, su abastecimiento tiende a reducirse simultáneamente. Se sigue a ello de inmediato el que no debiéramos derrochar ni una gota de agua; y que, en cambio, debiéramos hacer todo lo posible por conservar hasta donde podamos el agua y también compartirla equitativamente con todos, como para que no haya conflictos debido a que algunos establezcan una suerte de monopolio sobre los recursos hídricos. Mas, ¿sucede ésto? Difícilmente : ¿por qué? Esa es la pregunta que hemos de abordar ahora.

         El conocer las verdades de la vida adquiere sentido únicamente bajo las siguientes circunstancias. Primeramente, esa verdad ha de grabarse en el corazón y no meramente en la cabeza. Después, el corazón deberá influir regularmente en todas las acciones basadas en esa verdad en particular – vale decir, al saber que algo va a producir algún impacto. Para usar las palabras de Swami, esta es la forma en que el conocimiento libresco es convertido en conocimiento práctico. Si esa conversión no se produjera, entonces todo el conocimiento en el mundo sería de muy poca utilidad.

        Hemos reducido entonces el problema a : "¿Qué es lo que evita que la gente haga algo cuando sabe que es bueno?" La respuesta breve a esto es ignorancia, y así, me abocaré ahora a una discusión de la ignorancia – la ignorancia espiritual para ser más preciso. La cuestión ahora se convierte en cómo eliminar esta ignorancia espiritual. Cada día en nuestra vida, todos nosotros empleamos uno u otro objeto fabricado de acero, a veces muchos objetos y otras, más de una vez. Estoy seguro que concuerdan con esto. Ahora bien, ¿el acero se encuentra como acero en la tierra? No, Dios nos ha provisto de fierro, y eso en forma de mineral.

        Usualmente, este mineral está en forma de algún óxido de fierro, mezclado con barro y roca. Y bien, ¿qué es lo que hace el hombre para fabricar acero? Primero extrae el mineral de fierro, luego lo refina para conseguir fierro de algún tipo – esto se hace en inmensas plantas acereras – después de lo cual el fierro metálico es aleado convenientemente para producir una variedad de aceros especiales que se necesitan para instrumentos quirúrgicos, sistemas de vacío ultra-resistentes, reactores nucleares y así sucesivamente. A lo que voy es el hecho que uno no consigue el tipo de acero que uno quiere para hacer los objetos que uno necesita a menos que no refine primero el mineral y lo siga procesando como se requiera – ese era el punto al que quería llegar.

        Volvamos ahora a nuestra pregunta : dice que cómo podemos realizar nuestra Divinidad innata. El primer punto será el que, al menos debemos creer que somos intrínsecamente Divinos. La gente se pregunta, "¿Cómo puede ser eso?" Bueno, la respuesta a esto es muy simple.

        Cada cual sabe que sus genes biológicos provienen de los padres y los ancestros; y no sólo eso, la ciencia moderna ha revelado que algunos genes son muy similares a los que poseen peces, ratas y otras especies, lo que significa que nuestros genes tienen una larga historia que llega muy atrás en el tiempo.

        Permítanme llevar esto un poco más lejos. Nuestros cuerpos está conformados por átomos y estos llegan tan atrás como, literalmente, la creación de nuestro Universo. ¿Y Quién creó el Universo? Dios, por supuesto. De modo que, en primer término arguyo que, nos guste o no, existen genes Divinos en todos nosotros – ese hecho ha de ser aceptado. Luego, hemos de permitirle a estos genes Divinos a hacer patente su presencia. Es como decir, "Hay una cantidad de buen fierro en este lugar, de modo que extraigámoslo y hagamos acero de este mineral."

        Del mismo modo, el punto de partida ha de ser , "Acepto el hecho que soy Divino de origen y que hay genes Divinos dentro de mí. Todo lo que debo hacer es volverlos manifiestos." La pregunta se convierte entonces en : "¿Por qué no se manifiestan ahora, y qué debo hacer para que eso suceda?"

        Aquí es precisamente en donde entra en el cuadro la analogía del mineral de fierro y la elaboración de acero, vale decir que mientras esté allí la 'materia prima' se requerirá de algo de refinación. Para ir al grano, preguntemos : ¿Cuándo podemos decir que una persona ha reconocido la Divinidad interna y esa Divinidad irradia ahora en ella?"

        Para responder esta pregunta, debemos saber primero ¿cuándo describiríamos a una persona como poseyendo cualidades Divinas o un aura Divina? Afortunadamente, Krishna Mismo ha dado respuesta a esta pregunta y dice que en dondequiera que brillen el Amor Puro, el Desinterés, la Compasión, Sathya, Dharma etc., allí uno puede ver el resplandor de la Divinidad.

        De modo que todo se reduce a ésto. Si el resplandor de la Divinidad ya está latente internamente, gracias a nuestra Divinidad innata, entonces, ¿por qué no se muestra? Imaginen una lámpara con una potente bombilla, pero que esté cubierta de suciedad. Así, sin que importe cuan potente sea la bombilla, la luz será opacada. Recuerden que la luz del todopoderoso y brillante Sol puede ser disminuida por una nube. Es así que lo que eclipsa nuestra Divinidad innata es la nube de la ignorancia espiritual que cubre el núccleo de nuestro ser. Si de algún modo fuéramos capaces de aventar esa nube, nuestra Divinidad brillaría automáticamente.

        De modo que si estuviéramos ansiosos por realizar nuestra Divinidad innata, entonces :

                1. Debemos creer que en verdad somos Chispas de lo Divino.

                2. Reconocer que hay una nube de ignorancia espiritual cubriendo esta Divinidad latente, y

                3. Tomar medidas para generar un fuerte viento que pueda disipar esta nube.

        Si hiciéramos todo eso, la Divinidad latente irradiaría plenamente. Entonces, ¿cómo generamos este viento? Esa es una gran interrogante en sí misma a la que tal vez llegaremos más tarde, mas si quisieran la respuesta en una palabra, ella es Sadhana. Si estuvieran apurados por saber de lo que se trata el Sadhana y no pudieran esperar hasta una próxima entrega, entonces les insto a ir derechamente a buscar la respuesta en la literatura Sai – ¡encontrarán lo suficiente como para mantenerles muy ocupados! ¡Buena suerte!

        Con esto permítanme seguir hacia la próxima pregunta que es :

Pregunta 2 :

¿Cuándo estará apto el hombre moderno para tomar la senda espiritual?

¿Por qué no la sigue?

Respuesta :

        Hay dos preguntas aquí y pienso que comenzaré por la segunda, por razones que luego se harán obvias. El hombre moderno es impulsado por un instinto primario : "Si hago tal y cual cosa, qué es lo que hay en ello para mí? Si en verdad hubiera algo, entonces ¿Cuán pronto lograré ese beneficio?" En otras palabras, todo trata acerca de grandes y rápidos retornos sobre inversiones, o resultados cortoplacistas, para decirlo de otro modo. Si alguien le dijera, "Esto es muy provechoso para tí, pero, sabes, tomará largo tiempo antes de que empieces a ver los beneficios", su respuesta sería, "¿Ah, sí? Gracias por la información, pero prefiero hacer mis inversiones en otra parte."

        En la espiritualidad no existen los atajos. Si desean un acero de altísima calidad para aplicaciones en el espacio exterior, el acero para potes de bazar no les serviría; un acero así habría de ser elaborado especialmente y con cuidada meticulosidad.

        De modo que, para volver a la segunda parte de la pregunta, mi respuesta sería : El hombre de hoy no se molesta en seguir la senda espiritual, porque en ella no ve ninguna ventaja inmediata o práctica para él. Si quiere dedicarse a la espiritualidad sobre la base de un análisis mundano de costo-beneficio, de seguro que fallará, no cabe duda.

        Esto nos lleva automáticamente a la primera parte de la pregunta, que es : "¿Cuándo estará apto el hombre moderno para tomar la senda espiritual?" Yo diría, primero debiera haber un vehemente deseo de seguir esa senda; sin ese deseo, sin esa sed por Dios, sin esa pasión por llegar a ser de alguna manera uno con Dios, el hombre ni siquiera tomará conciencia de que existe una senda espiritual y que ella puede llevar a una bienaventuranza eterna o ananda, como algo opuesto a los transitorios placeres que puedan dar la bebida, el juego o hasta la persecusión del éxito corporativo.

        Ahora bien, ¿cómo desarrolla uno esa sed? Bueno, es como preguntar, "¿Cuando un obeso apoltronado querrá dejar de comer papas fritas por toneladas y desarrolle el deseo de ser una persona saludable y fuerte, con una pasión por la vida al aire libre?" Una transformación así podrá producirse y se producirá cuando surja un profundo anhelo interno. En lo que concierne a las transformaciones espirituales, Dios está aquí en forma humana para ayudarnos a cambiar, mas cómo hacer que se produzca dicho cambio, qué ha de hacer uno para facilitarlo etc.

son asuntos que abordaré más tarde, cuando aborde cuestiones que se relacionen específicamente a ellos. Por el momento, los dos puntos que emergen de las preguntas examinadas hasta ahora son :

        1. En lo que concierne a la espiritualidad, no debemos enfocarla desde la perspectiva costo-beneficio

        2. Es mejor haber desarrollado una sed por Dios antes de pensar en tomar por la senda espiritual

        Antes de pasar a la próxima pregunta, me gustaría sugerir que aquellos de ustedes que están leyendo este artículo como grupo, puedan tal vez discutir y debatir los puntos que he delineado. Esto no sólo les ayudaría a lograr más claridad, sino también podría hacer surgir otras preguntas y puntos importantes que no hayan sido considerados por mí. De modo, queridos lectores, por favor pónganse pro-activos y escríbannos tal como lo hacen los lectores de los diarios que inundan a los editores de los periódicos que leen con todo tipo de argumentos.

        Avanzando, la próxima pregunta es :

Pregunta 3 :

¿Cómo podemos realizar nuestro verdadero Sí Mismo mirando hacia adentro?

Respuesta:

        Como preludio para responder esta pregunta, debo comentar primero acerca de dos importantes palabras que aparecen en ella. La primera es 'adentro', en tanto que la segunda es 'Sí Mismo'. Cuando miramos hacia el vasto mundo en torno a nosotros, siempre hablamos de él como siendo externo a nosotros, queriendo decir que el mundo rodea al cuerpo. En cuanto a qué hay adentro, con ello usualmente aludimos a lo que se encuentra bajo la piel del cuerpo. ¿Qué hay bajo la piel? Cuando se nos pregunta esto, usualmente respondemos en términos de órganos, huesos etc. Sin embargo, a menudo también hablamos de una entidad sutil llamada la mente.

        Pregúntenle a cualquiera acerca de donde está la mente y él/ella responderá que está adentro. Y no obstante, ¡nadie ha visto nunca esta mente! Decimos simplemente que está adentro, porque cada mente es intrínseca a esa persona. De manera similar, está 'adentro' de cada persona el "Espíritu Divino" al que me refiriera antes como el atma. Ahora, por supuesto que puede que pregunten, "Si el Atma está en cada persona, significa ello que cada individuo tiene su propio Atma?" ¡De ninguna manera! Es el mismo atma que está presente en todos. Como puede ser eso, puede que se pregunten. Bueno, consideren el aire; cubre a toda la tierra como una tela de cebolla. Y, en el proceso, una porción de este aire está también presente en los pulmones de cada ser viviente. De manera que el aire está dentro de cada ser y, al mismo tiempo, está por todas partes.

        Concentrémonos ahora en esta 'porción', por así decir, del Atma Universal que está asociada a una persona en particular. Del mismo modo en que decimos que la mente de una persona está adentro, también decimos que el aspecto átmico asociado está adentro. Este aspecto átmico es denominado de diferentes maneras como el Sí Mismo Real, el Verdadero Sí Mismo o, simplemente, el Sí Mismo, con mayúscula. Ahora bien, el término 'sí mismo' se usa a menudo en el Vedanta y uno habrá de ser muy cuidadoso al debatir sobre él en otro idioma (inglés). El Vedanta establece una clara distinción entre dos tipos de Sí Mismo que pueden estar asociados con una persona dada, no obstante, al traducir, a menudo usamos el mismo término para ambos contextos., y esto puede crear una enorme confusión en la mente de aquellos que no están plenamente familiarizados con el Vedanta.

        Desde el punto de vista espiritual, existen en realidad "dos sí mismos" adentro: el uno Real y el otro, falso. Este último, el espurio, es llamado a veces el Sí Mismo Inferior y es en realidad un aspecto del ego. El primero, por su parte, es aquel al que me refiriera antes como el Sí Mismo o el Yo Superior, y no es otra cosa que nuestro amigo el Atma. De modo que la pregunta que estamos intentando responder podría replantearse como sigue : "¿Cómo podemos realizar que no somos el falso Sí Mismo inferior o el Sí Mismo del Ego – sino el Sí Mismo Superior?"

        Obviamente, lo primero es saber que existe una entidad llamada el Sí Mismo Real, que es distinta y está separada del Sí Mismo del Ego o Inferior. La mayoría de nosotros nada sabe de esta importante verdad, y por cierto que corresponde aclarar que prácticamente la primerísima cosa que Krishna le enseña a Arjuna en el Gita es : "Arjuna, ¡tu no eres sólo el cuerpo, sino el atma!"

        Es así que hemos de ser conscientes del hecho que existen en realidad dos entidades dentro de esa respuesta a la denominación "sí mismo", una de las cuales es real y la otra, falsa. A menudo, somos totalmente ignorantes del Sí Mismo real y, si nos damos cuenta que existe, no nos molestamos ni un ápice por él. ¿Por qué es ésto? Porque somos engañados y desviados por nuestro ego. Le prestamos todo el tiempo atención al ego y le mimamos y acariciamos por todos los medios posibles, engordándolo hasta proporciones gigantescas.

        La pregunta se convertiría entonces en, "¿Cómo disminuimos nuestro ego?" La pregunta es importante, porque cuando empezamos a hacerlo, automáticamente se comenzará a manifestar más y mas el Sí Mismo real en nosotros. Estoy seguro que esto puede no quedarle muy claro a la mayoría y tal vez debiera agregar algunas palabras más a guisa de explicación.

        ¿Cuáles son las características de una persona que es muy ególatra? Estaría mayormente consciente de sí misma, de su éxito, sus ambiciones, sus logros y así sucesivamente. Todo ello la hará más bien egoísta, a veces artera e intrigante, e inclinada a ponerse celosa cuando no tiene éxito y sí lo tiene su competidor.

        Piensen ahora en una persona que sea como el extremo opuesto, vale decir, una persona amable, siempre dispuesta a compatir sin esperar nada a cambio, nada centrada en recompensas y logros, generosa a decir basta, pronta a perdonar, compasiva etc. Créanlo o no, sí existen personas así. En el caso de una persona como esa, será el Sí Mismo Superior o Atma el que se refleje en su personalidad, vale decir, en lo que piense, diga y haga. En verdad, en el Gita, Krishna le dice a Arjuna que siempre que virtudes como las que he mencionado, brillen, allí uno puede hallar el resplandor de la Divinidad.

        De modo que si queremos realizar nuestra Verdadera Naturaleza, es decir el que somos en verdad el Atma

y no la falsa entidad llamada 'ego' que simula ser el Sí Mismo, habremos de purificarnos espiritualmente en todo sentido posible – esto es lo que Swami significa con Sadhana. Al practicar sistemáticamente y con real pasión el Sadhana, uno podrá avanzar lentamente hacia la senda de la Autorrealización.  

        Vamos ahora a la cuarta pregunta de la sesión de hoy que es :

Pregunta 4

¿Cómo y por qué es verdadera y permanente la bienaveturanza que otorga la Autorrealización?

Respuesta :

        Deben haber notado que terminé mi respuesta a la pregunta previa usando la palabra Autorrealización; eso es porque esa es la palabra misma que aparece en esta pregunta. La interrogante planteada es interesante, porque alude a la bienaventuranza que es permanente, implicando con ello que podría existir también una felicidad que sea transitoria. En verdad es así y es la confusión que tienen los humanos respecto de ambas la que casi siempre es la causa del sufrimiento y la desdicha.

        Permitan que me explique. Lo primero que hemos de entender es que ananda, que significa felicidad permanente, y al que se hace a menudo referencia en inglés como "bienaventuranza" o "dicha", es la naturaleza misma del atma. Es por eso que cuando un Yogi entra en trance está en un estado de bienaventuranza, porque en él no se da cuenta de nada y experimenta un asombroso sentimiento de Unicidad., vale decir, todas las entidades aparentemente diferentes se funden en una entidad Cósmica única, vale decir el atma. En otras palabras, cuando el Yogi alcanza la unión con el atma está lleno de bienaventuranza. Es por ello que los Yogis buscan entrar a menudo en trance.

        ¿Y qué hay de la gente común como ustedes y yo? También queremos ser felices, de hecho felices todo el tiempo si ello fuera posible. De modo que, ¿qué hacemos para buscar la felicidad? Intentamos todo lo imaginable, desde jugar al golf, ver televisión, salir a comer afuera o a apostar, viajar y cosas por el estilo. Vaya, ciertamente que nos entusiasmamos – ¿mas bienaventuranza, Ananda o felicidad permanente? Nunca. ¿Por qué? Porque lo que conseguimos es placer, el cual, como Swami a menudo nos lo recuerda, no más que un intervalo entre dos dolores.

        ¿Por qué es así? Swami da la respuesta, dice , "O hombre, ¿no sabes que este mundo es transitorio? ¿Cómo podrás alguna vez conseguir felicidad permanente en un mundo que es transitorio? Es necio intentarlo. Por su naturaleza misma, este mundo es un mundo dual, queriendo decir que es un envoltorio en el que placer y dolor, felicidad y tristeza, alegría y congoja vienen alternadamente, y del cual no hay escape."

        Entonces, ¿qué ha de hacer uno para alcanzar ananda? Swami también da la respuesta para eso. Dice, "La felicidad es unión con Dios". Para decirlo de manera simple, si dominamos el arte de pasar por la vida pensando en Dios todo el tiempo y con la firme creencia que Dios es el hacedor y que cuidará de nosotros, difícilmente nos molestaríamos aunque surgieran algunos inconvenientes por el camino. Por eso es que Swami dice frecuentemente, "Comiencen el día con Amor, pasen el día con Amor y terminen el día con Amor." Si quisieran un consejo seguro mío, les diría que una manera fácil de hacerlo es el sintonizar la Radio Sai como primera cosa en la mañana, ¡y seguir escuchándola todo el día!

        Y terminaré con esta nota publicitaria. Espero en verdad que consigan algo con ella. Como de seguro lo habrán notado si son lectores regulares, muchas de las cosas que he mencionado hoy han sido dichas antes. Eso es cierto, las fórmulas no son nuevas ni en absoluto complicadas : el problema radica en que nos olvidamos fácilmente de ellas. El truco está, entonces, en desarrollar una buena memoria y mantener estos hechos siempre in mente. Esta no es más que otra manera de decir, manténganse siempre sintonizados con Dios y nunca Le olviden. Krishna nos asegura que si lo hacemos, entonces, mientras tengamos un cuerpo, tendremos largos períodos de felicidad, y que cuando abandonemos el cuerpo nos fundiríamos en Él y con ello entraríamos en un estado de bienaventuranza permanente.

        Con esto me gustaría terminar. Gracias por darse la molestia de leer esta parte de la serie y espero que se me unirán de nuevo el próximo mes. ¡Jai Sai Ram!

                                                                       (continuará ... )

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Traducción de Herta Pfeifer

Santiago, febrero 2009