BHAGAVAN SRI SATHYA SAI BABA
Extractos del
Divino Discurso del 1 de Mayo 2008
Sai Ramesh Hall, Brindavan
Swami comenzó recitando un bello poema y luego continuó:
Los Vedas le enseñaron a uno a venerar a sus padres y a su preceptor - Maatrudevobhava, Pitrudevobhava, Achaarya devobhava. Hoy en día, sin embargo, esto no se ve ya y nadie lo practica en ninguna parte. Cada cual corre detrás del dinero y los deseos se han vuelto ilimitados. Hoy en día en que hasta los extranjeros están hablando del control de los sentidos y del techo a los deseos, nosotros los indios no lo hacemos. Nada hay de malo en tener deseos, siempre que se mantengan dentro de ciertos límites.
Todo está siendo contaminado - los cinco elementos mismos están siendo contaminados. Si estos elementos que son el sustento del hombre están polutos, ¿cómo podemos esperar que el hombre sea bueno?
Hoy en día, las gentes lucen bien por afuera, siendo que por dentro tienen mentes totalmente envenenadas. Eso no está bien. ¿Quién es el hombre? No es otra cosa que la encarnación de la Divinidad. Siendo que está caminando por la maldad, ¿Cómo pueden llamarlo un hombre? Hoy en día las gentes se enorgullecen porque sus hijos tengan excelentes notas. ¿De qué sirven las notas excelentes? Ellas no conducen sino a una mentalidad centrada en hacer dinero, pero carente de amor y de verdad. Todos aprenden a dibujar una sonrisa en sus rostros, mientras que internamente están envenenados. Cuando practiquen la verdad y aprendan a amar a todos, sólo entonces descenderá la paz. Si anhelaran la paz, desarrollen el amor. Las gentes recurren a la falsedad incluso para cosas pequeñas. Se enojan por asuntos ridículos. Todo esto lleva a la violencia. La verdadera calidad humana no es otra cosa que ausencia de deseos.
En la generación actual no amamos a los padres que nos hicieran nacer y que se esforzaron durante sus vidas para hacer de nosotros lo que somos. Pero amamos fácilmente más que a nuestros padres a algún extraño que llegue a nuestra vida. ¿Es esto amor verdadero? ¡No, no!
La gente busca paz por afuera, siendo que está presente dentro de nosotros. Los rituales no confieren paz. Primero debiéramos velar porque no haya conflictos ni turbulencias en nuestro corazón. Todos los conflictos que observamos hoy se deben a la maldad que hay en el corazón humano. No encontramos a un amigo de verdad hoy. Incluso los mejores amigos se pelean entre ellos. A la gente no le interesa sino andar tras del dinero y amasar riquezas. ¿Y para qué sirve esto finalmente? Han llegado a este mundo con las manos vacías y se irán de él del mismo modo. El dinero llega y se va, en tanto que la moralidad viene y crece.
Carente de moralidad, el hombre no es otra cosa que un demonio. Cada uno es apreciado en términos de dinero, en tanto que los valores como la gratitud y el respeto han ido muriendo día a día.
Para todos estos problemas existe solamente un remedio y ese es el Nombre de Dios. Cuando piensan constantemente en Él todos los pesares se desvanecen. Dios es aquel que castiga, el que alaba, protege, ama etc. ¡Él lo es todo! Las dificultades, los placeres, el dolor, todo es un don de Dios. Si pensaran constantemente en Dios, todos sus pesares se transformarían en felicidad. El placer no es otra cosa que un intervalo entre dos dolores. La causa de todo es la mente. La mente no es más que un atado de pensamientos. No hieran a nadie. Intenten amar a todos, porque "Vishvam Vishnu swaroopam" (el mundo no es sino una forma de Dios)
Los resultados de los actos de herir o de ayudar a alguien se verán sólo más tarde. Según lo que coman será su eructo. Si comieran pepinos, ¿podría el eructo recordarles un mango? ¡No! De manera parecida, sólo debido al deseo se produce todo sufrimiento. Los resultados de sus acciones dependerán de lo que hagan. Toda la creación funciona de acuerdo a causa y efecto. Según lo que siembren, será lo que cosechen.
Si le preguntaran a cualquiera ¿quién es usted?, responderá "soy tal y cual". Mas si le preguntaran a Dios quien es, Él les dirá 'Yo soy Yo' - Aham Brahmasmi. A quienquiera que ridiculicen, eso llega hasta Dios. Si controlamos nuestros pensamientos, todo estará en su lugar. Ya sea bueno o malo - todo depende de nuestros pensamientos. Si creyeren que todo es Dios, entonces, ¿podría el amor criticar al amor? No. No puede. Hasta los animales se aman entre sí, ¿No pueden los hombres amarse los unos a los otros?
Mantengan al amor y la verdad como los más importantes principios de su vida. Dios es el único salvador y el amor verdadero se puede obtener sólo de Él. Es por eso que se le llama Apathbhandava - un amigo en tiempos de desdicha. Observen a una joven pareja de casados.
Cuando están recién casados y pasean por un camino, si el marido llega a ver una espina frente a ellos, se apresurará a retirarla de allí. Después que ha pasado algún tiempo, el marido dirá, "Mira donde caminas. Frente a ti hay una espina." Después de un buen tiempo de casados, dirá, "¿Estás ciega? ¿No puedes ver que hay una espina ahí?" De esto se trata todo el amor mundano - es de naturaleza temporal. Lo que es importante es el amor que proviene del corazón, no el cuerpo. Aquí se ha reunido tanta gente y participaron en los bhajans. ¿Llegará hasta Dios la plegaria de todos? No, no, sólo una o dos llegarán hasta Él. Mas, esa una o dos plegarias son suficientes como para proteger a cada uno. Esto fue lo que Guru Nanak respondiera cuando se le preguntó acerca de la eficacia de los bhajans. Hoy, la llegada de la política crea divisiones en todas partes - en cada hogar se dan cuatro partidos… Participen, entonces, con todo su corazón en los bhajans.
Swami comenzó a cantar "Hari bhajana bina sukha shanti nahin". Luego, después de repetir "japa dhyana bina samyoga nahin", preguntó, ¿"Cuál es la verdadera meditación? El fundir sus corazones en Dios… eso es verdadera meditación. Los cuerpos son muchos, mas no existe sino un Atma. Dios es como el sol que esparce su luz para todos. La paz no es otra cosa que la unión de amor y verdad. No corran tras de los pensamientos pasajeros. Aférrense al Dios eterno. Aniquilen al yo, al ego dentro de ustedes. Esto es lo que simboliza la Cruz."
Finalmente, Swami cantó el melodioso Rama, Rama, Rama, Sita Ram…
Om Sai Ram
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Traducido por Herta Pfeifer
Santiago, mayo 2008