BHAGAVAN SRI SATHYA SAI BABA
EL SANATHANA DHARMA ES LA
MADRE DE LA HUMANIDAD
(Capítulo 17 del libro "Prema Vahini")
El Sanathana Dharma (Dharma Eterno) es la madre de todas las religiones, de todos los códigos éticos y de todos los Dharmas de este mundo; y Bharatha Desa (país de Bharath) es el hogar en que esta Madre naciera. ¡Cuán afortunados son los Bharatahiyas! ¡Cuán sublimemente espléndida es esta Bharatha Desa!
El mundo es, en su totalidad, el Cuerpo del Señor del mundo, y esta Bharatha Desa es el órgano único de ese cuerpo : el Ojo. Sin los ojos el cuerpo no es dueño de sí mismo, ¿no es asi? Además, se puede decir que Bharatha Desa ha sido embellecida con dos ojos : Los Vedas y los Sastras. Debido a ello se puede declarar sin lugar a dudas que el Samskara logrado por los Bharathiyas no ha sido alcanzado por las gentes de ningún otro país. El Sanathana Dharma que enseña la verdad de todas las religiones y la tolerancia de todas las religiones, es el Dharma de todo el género humano. Naciendo en varias áreas, fluyendo por varios lechos, los ríos alcanzan, por último, al océano; así también, naciendo en diferentes países y practicando diferentes formas del Dharma, la gente alcanza al Océano de la Presencia del Señor, a través de diversas modalidades de culto. El Sanathana Dharma es el punto central al cual convergen todas estas sendas diferentes que se mueven en distintas direcciones. Los seguidores de diferentes religiones pueden practicar este Sanathana Dharma si fueran veraces en su lenguaje, si evitaran la envidia y la ira y actuaran siempre con un corazón amante. Todos aquellos que practican el Sanathana Dharma y que lo logran sin titubear, merecen ser llamados 'Bharathiyas'.
La religión hindú es la única que ha alcanzado y mantenido la posición adelantada entre todas las religiones ya desde los primeros tiempos, y que se ha establecido de manera permanente. Las únicas gentes que han sobrevivido sin ser destruidas durante la era histórica, han sido los hindúes. En esta religión más que en ninguna otra, la gente ha practicado una vida de amor, de igualdad y de gratitud. Los hindúes se han ganado su Dharma a través del descubrimiento de principios filosóficos y a través de los Vedas. Han bebido profundamente de la esencia de los Vedas que no conocen principio ni fin. Un tan sagrado país es en verdad una mina espiritual para el mundo. Al igual que las entrañas de la tierra revelan en cada área minas de diversos metales, en Bharatha Desa se encuentra la mina del Sanathana Dharma, la esencia de todos los principios de todos los Sastras, de todos loe Vedas y de todos los Upanishads.
Como si se tratara de la buena suerte de los Bharathiyas, junto con la aparición de la mina del Sanathana Dharma -que es como el hogar para ellos- han estado surgiendo en este mismo país, desde ese mismo momento y con el mismo propósito, líderes, pensadores, comentadores, apóstoles y maestros. De este mismo Bharatha Desa se originaron videntes, desinteresados Karmayogis, sabios y almas realizadas, al igual que personajes Divinos conectados con esta religión. Fue debido a estas personas que aquella sabiduría espiritual, avalada por la experiencia, se difundiera por todo el país. Esto hizo que el Sanathana Dharma, cargado de esencia, empezara a extenderse por todo el mundo. Mas, sin importar el país por el que se difunda, su "hogar original" seguirá siendo Bharath.
Échenle un vistazo al mundo de hoy : máquinas, automóviles, nuevos motores de uno u otro tipo han aparecido en algún país y son exportados a otros. Pero no se olvida su lugar de origen. Estos automóviles o motores se manufacturan únicamente en base a la experiencia, y nada se puede hacer sin esa base. De manera similar, el Sanathana Dharma surgió en Bharatha Desa y las gentes de otros países se han beneficiado con su contenido a través de grandes personajes y los libros que estos compusieran. De ahí que la base del lugar de procedencia no pueda ser ignorada. Ello es un imposible. No obstante, resulta preocupante observar, hoy en día, que en este Bharatha Desa, cuna de aquellos que criaron y promovieron este sagrado Dharma, se están aceptando modalidades nuevas en cuando a Dharma personal y que el Sanathana Dharma mismo se le asigne y adjudique a gentes de otros países por parte de aquellos que ni siquiera han gustado de la dulzura del Dharma, que no han captado su significado y que lo han asfixiado entre vacías controversias. Es evidente que la razón para este estado de cosas es la carencia de guías apropiados que pudieran mostrar el camino. No obstante, incluso existiendo dichos guías, las gentes se pliegan a estas formas modernas y se apegan a ellas. En verdad son como los 'pakodas' de bazar que atraen por su olor y son adquiridos por personas que no discriminan. Aunque su Swadharma (la senda de uno en su Dharma) sea en verdad el puro Sanathana Dharma, este se deja de lado porque no exhibe el esperado espectáculo exterior. Mas la Verdad no requiere de decorados fascinantes, lo que realmente importa es el sabor. La razón radica en que, en la actualidad, los hombres son motivados por el mero capricho y la fantasía. El rechazar la realidad y aceptar el Dharma de algún otro se han convertido en un hábito. Eso constituye un grave error. Va contra el Dharma de los Bharathiyas el dejarse atraer por las formas exteriores y por las apariencias. No existe ni habrá ningún otro Dharma que contenga la Verdad y el más Alto Amor que supere al contenido en el Sanathana Dharma. El Sanathana Dharma es la personificación misma de la Verdad. Representa la herencia de todos. Para la Santidad no puede haber fronteras, la Santidad es una, sin par.
Los que han alcanzado la Liberación en este vida gracias a su fidelidad para con este Sanathana Dharma, los que han merecido la gracia de Dios, los que han comprendido la naturaleza de la Verdad, los que han logrado la Realización, son todos Bharathiyas. Los Bharathiyas le han rendido culto, sin distinciones de casta, credo o sexo, a todos aquellos que hayan alcanzado este sagrado nivel, porque la santidad de ese estado reeduce a cenizas cualquier limitación. Y sólo cuando se llegue a alcanzar este estado, resulta imposible que uno pueda considerar todo como lo mismo. De modo que se hace necesario tomar denodadamente la determinación de la realización del Sanathana Dharma y ello representa el derecho de nacimiento de los Bharathiyas.
Si examinamos la historia desde sus comienzos mismos, podremos conocer en detalle qué grandes personajes han nacido en cuales sectores entre los hindúes. Encarnaciones, personalidades Divinas y Jeevanmuktas, como Rama, Krishna, Balarama, Janaka y Parikshit, Rajayogis como Viswamitra, todos ellos nacieron entre los Kshatriyas. Los Brahmarishis, los grandes Pandits, los Estudiosos de los Sastras, los Rishis de los Vedas, provienen de la casta de los Brahmines. Los Sudras predominan en los libros épicos como el Bharatha y el Bhagavatha. Entre los grandes devotos del Señor hay un gran número procedente de las castas inferiores. Para alcanzar la santidad y llegar hasta el Paramatma sin ser afectados por el mundo, es importante el Sadhana de cada uno, otras cosas, como la casta, no constituyen obstáculo alguno. Pero hay que merecer la Gracia que se requiere para ello : uno debe tomar la determinación de ser regular y disciplinado en la práctica.
Sin embargo, estos sagrados Bharathiyas de hoy día, no son sino una vergüenza para la religión hindú : han llegado a ignorar ls principios de vida establecidos por los grandes personajes que se mencionaran; no los estudian ni siguen sus instrucciones; han modificado su forma de vida para acomodarla a los cambios de la época; han llegado a ser esclavos de la fama y el renombre, las ansias de poder y de escalar posiciones y el deseo de aumentar el bienestar de sus familias, echando mano de medios egoístas. De todos modos, no hay una total carencia de personas que amen a todos por igual, que estén libres de egoísmo, que se preocupen del bienestar de todos, que se hayan dedicado al servicio del género humano y que lo sacrifiquen todo. Mas ellas son suprimidas, no se las aprecia ni se las coloca en posiciones de autoridad, por temor a que, entonces, no quede lugar para los malvados, los deshonestos y los injustos.
Por muy ancho y profundo que sea el mar, cuando la tierra del fondo tiembla, las aguas se separan y sólo vuelven a su posición original cuando la conmoción ha terminado. De manera similar, esta buena gente se mantiene al margen y no se deja arrastrar por el terremoto de la injusticia, la iniquidad, la egolatría y la ostentación; tan pronto recede la algarabía, vuelven a entrar en el mundo. La autoridad y la auto-glorificación inestables no pueden ser permanentes. Se dice que "crecer no es más que decaer". La falta de paz actual no es sino signo de decadencia y no de crecimiento. Observen, por ejemplo, como los Bharathiyas que desde un comienzo crecieron de manera recta y con sentimientos puros, con autocontrol y respeto por el buen nombre, que fueron alimentados con la leche materna de los Vedas, los Sastras y los Upanishads, que le dieron la bienvenida y honraron incluso a razas que habían sido expulsadas de sus propios países y les entregaron ese mismo amor que hoy en día reservan para el poder y el ego, ellos mismos reniegan ahora de su propia sangre, uno envidia la prosperidad del otro, engaña a sus propios hermanos enloquecido por la codicia egoísta, se aparta de los que le quieren bien, persigue únicamente sus propios fines, haciendo que se multipliquen cualidades negativas desconocidas hastra ahora en el redil hindú, se encamina por sendas y modos de vida equivocados y se convierte en víctima de los conflictos y la inquietud : todo ello debido a la ausencia del temor a Dios y al pecado, la carencia de disciplina, de reverencia y de fe. La caída ha sido verdaderamente increíble.
¡Hermanos hindúes! ¡Hijos de Bharath! ¡Seguidores del camino del Sanathana Dharma! ¿Dónde están las muchas cualidades de antes? ¿Cuándo aceptarán la Verdad, la Tolerancia, la Moralidad, la Disciplina? Yérganse, despierten, establezcan una vez más al Rama Rajya (Reino de Rama) resplandeciente con las mansiones de Sathya, Dharma y Shanti.
Amen a sus hermanos Bharathiyas. Practiquen el Sanathana Dharma. Apaguen las ardientes llamas de la Ignorancia, la falta de Paz, la Injusticia y la Envidia con las aguas del Amor, la Tolerancia y la Verdad. Desarrollen el sentimiento de lo Mutuo. Barran con toda la envidia y la ira. Recuerden las normas de los santos personajes, las características de los más eminentes y la soberanía de Dios. Cada uno debería tomar conciencia de sus propias faltas y entender que de nada le sirve buscar las faltas en los demás. Ello no es más que una pérdida de tiempo y no lleva más que a disenciones. Deben erradicar esta tendencia. ¿Si desperdician esta oportunidad, qué otra cosa cabría hacer? No se dejen descorazonar, pero pónganle fin a toda incorrección del pasado. Arrepiéntanse sinceramente y emprendan el camino de la Oración a Dios, las Buenas Obras y el Amor Fraternal. Establezcan el eterno Rama Rajya.
El "Sanathana Sarathi" (el Eterno Auriga) se ha lanzado para recobrar este Rajya; Su ejército ayudará en esta empresa por medio de la palabra y la obra. ¡Permitan que ese carro de guerra les guíe! Prepárense para la acción y comiencen el Narayana-sarana (entrega al Señor)… Los Bharathiyas son todos hijos de una misma Madre, su nombre es Sanathana Dharma. Rediman la deuda a esa Madre. Quien se olvida de su madre no merece ser llamado hijo. No puede ser bueno quien diga que su madre es mala. Su leche es como el aliento de vida mismo… y el Dador de esta Vida, el Padre de todos, es el Paramatma.
Todos son hijos de los mismos padres. Así, sin denigrarse ni acusarse, sin guardar rencores hacia los miembros de la misma familia, comprendan que los demás hermanos sienten el mismo apego por las cosas que aman, que el que sienten ustedes por las suyas. Uno no debe encontrarle defectos a lo que otro ama, ni debe reirse de ello, sino, por el contrario, debe tratar de amarlo también. Estas son las características de la Verdad y el Amor de los Bharathiyas.
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Traducción de Herta Pfeifer
del "Prema Vahini"
Santiago, septiembre 1985