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Auras: EVOLUCION AURICA Y DE LOS CHACRAS DE UN BEBE
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Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: ☼TäRA☼  (Mensaje original) Enviado: 21/05/2010 15:32
EVOLUCION AURICA Y DE LOS CHACRAS DE UN BEBE

A medida que el cuerpo crece en el vientre materno, el Alma empieza a sentir lentamente su "arrastre" y paulatinamente se va conectando con el cuerpo. En esta nota desarrollamos este proceso, detallando la primera infancia hasta el momento en que el ego se afirma y aprende a distinguirse de "el otro".

En el momento de la concepción se crea una relación enérgica entre el Alma y el óvulo fertilizado. En este instante, se forma además, una matriz etérica que protege al Alma de cualquier influencia que no sea la de la madre.

El Alma se va conectando de forma conciente y paulatina con el cuerpo, en el momento determinado, cobra súbita conciencia de esta conexión, y se produce un poderoso desarrollo de energía conciente que desciende hasta el cuerpo en formación.

El nacimiento.
El nacimiento se produce en un momento único para el Alma que llega. En est punto, el Alma pierde su útero etéreo protector, y queda sujeta la primera vez a las influencias de su entorno. También por primera vez se encuentra sola en el mar de energía que nos rodea. Es tocada por ese campo. Los campos más grandes y fuertes de los cuerpos celestes influyen además, por primera vez sobre el nuevo campo enérgico que se suma al mayor y lo enriquece.

La infancia.
El proceso del lento despertar al mundo físico prosigue después del nacimiento. El lactante duerme con frecuencia durante este tiempo, y el Alma ocupa sus campos energéticos más elevados. Deja sueltos los cuerpos físico y etérico, y les permite realizar realiza el trabajo de construcción del cuerpo.

En las faces iniciales de la vida, el niño tiene la tarea de ir acostumbrándose a las limitaciones de la sensación física y al mundo en tres dimensiones.

El Alma que llega suele entrar en el cuerpo y salir de el por e chacra corona como si empezara a trabajar para abrir el chacra nariz y penetrar con las raíces en el plano físico.

En esta fase, el chacra raíz parece un embudo muy estrecho, y el chacra corona tiene el aspecto de un embudo muy ancho. Los otros chacras parecen tacitas poco profundas, con una línea estrecha que conduce al interior del cuerpo hasta llegar a la espina dorsal. El campo general de un lactante es amorfo y deforme y tiene un color azulado y grisáceo. Como un bebé centra su atención en un objeto en el plano físico el aura se tensa y abrillanta, especialmente alrededor de la cabeza. Luego, cuando su atención cede, el color del aura se desvanece; sin embargo, retiene parte de la experiencia en forma de color en el aura . Cada experiencia añade un poco de color en el aura y aumenta su individualidad. El trabajo de construcción del aura está en marcha, y continua de este modo a lo largo de toda la vida, de manera que permite encontrar la experiencia vital de cada uno.

Después del nacimiento se mantiene una fuerte conexión energética entre la madre y el hijo. Esta conexión tiene su momento más fuerte en el alumbramiento , y prosigue durante toda la vida, aunque menos pronunciada a medida que crece el niño.

Este cordón umbilical psíquico es una conexión a través de la cual los niños se mantienen en contacto con sus padres en el transcurso de los años. En muchas ocasiones uno de los dos tiene conciencia de las experiencias traumáticas por las que pasa el otro, aunque pueden ser separados a gran distancia en el nivel físico.

El campo del niño está totalmente abierto y es vulnerable al ambiente en que vive. El niño detecta todo lo que sucede entre sus progenitores, tanto como si sus relaciones son claras como si no lo son. Reacciona constantemente a su entorno energético de forma acorde con su temperamento. Puede sentir vagos temores, tener fantasías o berrinches, o estar enfermo.

Todos los chacras del niño están abiertos, en sentido de que no cuentan con una película protectora que lo mantenga al margen de la influencias psíquicas que llegan hasta él. Ello hace que el niño sea muy vulnerable e impresionable.

Hacia los siete años de edad, sobre las aberturas de los chacras se forma una pantalla protectora que filtra muchas de las influencias del campo energético universal, de este modo, el niño pierde su anterior vulnerabilidad. Esta fase se puede observar cuando el niño crece y se individualiza. Es un momento próximo al aparición del raciocinio. Muchas veces en posible ver como el niño pequeño se sienta y acurruca en el regazo de su madre o su padre. Está siendo protegido de las influencias exteriores por le campo de su progenitor. La ira de un adulto golpea el sistema del niño como un shock psíquico, mientras la tristeza y la depresión lo envuelven como una niebla.

Además del alimento físico la lactancia proporciona al niño energía etérea. En cada pezón hay un pequeño chacra que le proporciona energía. Recuerde que los chacras del bebé no están desarrollados, y que, por lo tanto, no metabolizan todas las energías del campo energético universal que necesita para apoyar su vida.

La primera infancia.
Conforme crece el niño y comienza a desarrollar el segundo chacra, su vida emocional se va enriqueciendo. El niño vive en mundos de fantasía creados por él mismo, comienza a sentir que es una persona distinta de su madre, y esos mundos le ayudan a crear la separación. Las pertenencias del niño se encuentra en estos mundos de fantasía. Desde el campo etéreo envía proyecciones que envuelve esos objetos y cuyas formas recuerdan las de las amebas. Cuanto más importante sea el objeto de la creación se al mundo fantástico, más conciencia energética surgirá de su campo para rodearlo. El ojeto se convierte en la parte de yo. Cuando se le arrebata de la mano con fuerza, el objeto rasga el campo y causa dolor, tanto físico como emocional.

Alrededor de los dos años de edad, el niño considera a sus padres como pertenencias suyas: yo, mi papá, mi mamá... En el aura se hace más visible los colores rojo- naranja y rosa - violeta. El niño está empezando a relacionarse con los otros, aprendiendo un tipo básico de amor.

En lo que se refiere al campo el niño es capaz de separarse del de su madre, aunque entre ambos sigue existiendo un cordón umbilical etéreo. Así se inicia el proceso de separación y de identidad independiente.

HIJOS DEL SOL


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