Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

El Ojo de la Luz
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 Videos 
 General 
 13 Lunas 
 Año 2012 
 Actitud y Pensar 
 ADN-DNA 
 Agua diamantina 
 Angeles 
 Astral 
 Astrologia 
 Auras 
 Ayurveda 
 Biblioteca 
 Biografias 
 Budismo 
 Canalizaciones 
 Chakras 
 Ciencia y Cosmos 
 Civilizaciones 
 Cristales 
 Crop Circles 
 Dioses 
 Energia 
 Enigmas 
 Feng Shui 
 Flores de Bach 
 Frases y Reflexiones 
 Gaia_Tierra 
 Geometria Sagrada 
 Lugares de Poder 
 Luz y Color 
 Meditación 
 Mitos y Leyendas 
 Mancias y Rituales 
 Mandalas 
 Mantras 
 Merkaba 
 Mudras 
 Niños Indigo 
 Numerologia 
 Orar_ 
 OVNIS 
 Plantas 
 Profecias 
 Reiki 
 Religión 
 Salud y Sanación 
 Sonido 
 Sueños 
 Taichi & Kung 
 Talismanes y Simbolos 
 BUSCADOR 
 
 
  Herramientas
 
Lugares de Poder: LA VERACRUZ DE SEGOVIA Y EL TEMPLE
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: Thenard  (Mensaje original) Enviado: 30/06/2010 22:09
LA VERACRUZ DE SEGOVIA Y EL TEMPLE


VICENTE LAMPÉREZ - 13/11/2004

Enigmático templo, sito en Zamarramala, al ladito de la ciudad de Segovia, dodecagonal, que la tradición atribuye al Temple y los eruditos modernos lo desechan. Vicente Lampérez escribió ya de ella en1898



La Vera - Cruz, en Segovia





La iglesia conocida por este nombre, y también por Los Templarios, es un monumento de primera importancia, único en España, ya muy descrito y estudiado. Erróneamente lo describe Ouadrado, a quien, por otra parte, se deben curiosas noticias sobre el santuario y las rectificaciones de la inscripción votiva, mal leída por Colmenares. Dice así ésta, contenida en una lápida en el interior de la iglesia, sobre un arco del tabernáculo:


HEC SACRA FUNDANTES CELESTI SEDE LOCENTUR,
ATQUE SUBERRANTES IN EADEM CONSOCIENTUR.
DEDICATIO ECCLIE. BEATI SEPULCRI IDUS APRILIS
ERA MCCXLVI


Fué, pues, en el año de J. C. de 1208, cuando los templarios concluyeron esta iglesia para guardar una reliquia de la Cruz sobre la que habían de jurar los caballeros. El breve de Honorio III que cita, pero no vió Quadrado, es de 15 de mayo de 1224. Extinguida la Orden del Temple por el injusto y forzado decreto de Clemente V (1), la encomienda que allí había pasó a los caballeros de San Juan. Hoy es un santuario sin culto, solitario y misterioso, donde el arqueólogo y el poeta pueden estudiar y soñar de consuno.



La Vera-Cruz es de estilo románico absoluto, a pesar de la fecha de la consagración, cuyo dato es importante, porque establece una base fundamental en la teoría del arcaísmo de los monumentos segovianos. Es dodecagonal perfecta, con tres ábsides de nuestro monumento representa más especialmente el edículo del jerusalemita, con su simulacro de sepulcro, alrededor del cual se congregarían los caballeros para sus cultos y oraciones, siendo de notar el escaso número que allí cabrían, sndicándose así que el público no era admitido a las ceremonias religiosas de los templarios.


Comparando la Vera-Cruz de Segovia con otro santuario del Temple, con el de París (desapareció, aunque dejando rastros que permitieron su reconstrucción) (2), construído en 1148, se observa la identidad del tema inspirador: doble recinto concéntrico, más elevado el central, sobre la base de un dodecágono. Las diferencias principales consisten en que el interior del de París era hexagonal y no tenía más que un piso. Y en cuanto al estilo, en el Temple francés todo era más aéreo, dentro del estilo románico, que en nuestro santuario segoviano.


Señalaré en éste dos cosas: que siendo muy general que los edificios de templarios tengan los rasgos característicos de la arquitectura del Cister (pues esta regla dió las constauciones monásticas a los caballeros), el de Segovia no se halla en ese caso, pues su estilo es románico completo, sin los Purismos ni tyansicionismos cistercienses; y que, en cambio, en la cúpula nervada y en algún detalle ornamental del sepulcro se demuestra la intervención de manos mudéjares.


Por la disposición, por la forma y por el trazado, la Vera-Cruz de Segovia es un monumento completo, típico y único en España de las singulares iglesias de los caballeros templarios.



Notas



(1) Me parece oportuno recordar aquí un hecho. En Francia, la extinción del Temple tuvo de su parte al clero y a las grandes instituciones monásticas. En España, más justos, los prelados de Santiago, Lisboa, La Guardia, Zamora, Avila, Ciudad-Rodrigo, Mondoñedo, Lugo, Túy, Plasencia y Astorga, reunidos en Salamanca, declararon a los templarios libres de culpa.


(2) Dictionnaire de Viollet-le-Duc. Tomo IX, «Temple»




BIBLIOGRAFÍA ESPAÑOLA MODERNA



"Salamanca, Avila, Segovia" ("España, sus monumentos y artes, su naturaleza e historia"), por don José M. Quadrado. - Barcelona, 1884,


"La iglesia de los Templarios en Segovia", por Vicente Lampérez. (Boletín de la Sociedad Española de Excursiones. -Madrid, abril de I898.)


"Segovia: Ensayo de una crítica artística de sus monumentos, etc., etc.", por Eugenio Colorado y Laca. - Segovia, 1908.




Texto tomado del libro de Vicente Lampérez y Romba: "Historia de la arquitectura cristiana española en la Edad Media según el estudio de los elementos y los monumentos" / 2ª ed, Espasa-Calpe, 1930-
 
 
 

Iglesia templaria de Segovia



Es de todos bien sabido, que el máximo atractivo turístico de Segovia se centra en esa maravilla que es su milenario acueducto romano. Lo mismo que en su regio Alcázar, de soberbia silueta, inconfundible y único. En sus murallas; en su gran catedral, última del estilo gótico en España. También constituyen visita obligada sus números palacios. Y, naturalmente, las iglesias, sobre todo los interesantes ejemplares del románico: San Millán, la más importante de ellas, erigida en la primera mitad del s. XII; San Justo, la bella iglesia románica del mismo siglo, con magníficas pinturas murales; San Esteban (s. XIIXIII), cuya torre, de maravillosa traza, es conocida como "la Reina de las torres bizantinas"; San Martín, etc.


Pero, para el estudioso del esoterismo, hay en Segovia un templo románico realmente fascinante: la enigmática iglesia templaria de la Vera Cruz.

Esta iglesia, llamada "de los Templarios", de la Vera Cruz o del Santo Sepulcro, está ubicada en un pequeño descampado, de suelo pedregoso, al norte de la ciudad, extramuros del burgo antiguo. Junto al arrabal de San Marcos, al borde mismo del camino que sube hacia el antiguo lugar de Miraflores, después encomienda de Zamarramala.

Fue construida por la Orden monástico-militar de los Caballeros del Temple, a comienzos del siglo XIII. Más adelante, en las primeras décadas del s. XIV, fue abolida aquella Orden, tras del conocido inicuo proceso y sus bienes fueron confiscados. La segoviana iglesia de la Vera Cruz pasó a poder de los Hospitalarios o Caballeros de la Orden de Malta, que la poseyeron hasta finales del s. XVII. Quedó después abandonada, subsistiendo a duras penas. Su recuperación y salvamento constituyó el primer objetivo de la Comisión Provincial de Monumentos, en el año 1845. El año 1919 es declarada esta iglesia Monumento Nacional. Treinta años después es cedido oficialmente su uso, para la celebración del culto católico, a la Soberana Orden sanjuanista de Malta. Otorgándose escritura de cesión al año siguiente y celebrándose la solemne toma de posesión en 1951.


La extraña iglesia de la Vera Cruz, o de los Templarios, es una de las pocas iglesias de planta circular o poligonal que se conservan en España. Y, sin duda alguna, la más completa y bella de todas aquellas. "En España debió haber muchas -explica Lampérez-,(1) pero se conservan pocas". Según este autor, no existen actualmente en nuestro país más que la de Eunate, (Navarra); San Marcos, en Salamanca; y de menor importancia las de Pobla de Lillet; la de Llusá, en Prats de Llusanés y la de San Pedro de Cervera, (más que iglesia, pequeña capilla funeraria); éstas tres en suelo catalán. Hubo otras en Los Arcos, (Navarra) -añade aquel autor-, y delante de la Catedral de Vich. Habría que añadir también la iglesia de Torres del Río, en Navarra, que Lampérez no menciona.


Pero, insistimos, la más importante es ésta - la Vera Cruz, de Segovia, de la que estamos tratando. Bien es cierto que la pequeña iglesia poligonal de Eunate (en Navarra), así mismo la circular de San Marcos, de Salamanca, poseen un trasfondo esotérico indudable. Pero aún en ésto la segoviana iglesia de los Templarios resulta más misteriosa, más inquietante, como luego veremos.


La planta de la Vera Cruz es circular, por su interior. Exteriormente, en cambio, forma un polígono regular de doce lados. A tres de estos lados corresponden los ábsides, orientados al Este. Tanto la torre, al Sur, como un cuarto ábside, que acoge la sacristía, al Norte, fueron construidos con posterioridad, si bien dentro todavía del románico. Ambos añadidos contribuyen sin duda, a desfigurar el conjunto, quitándole la pureza del diseño que tuvo originariamente.

Ya es de por sí infrecuente este trazado circular-poligonal de la planta. Pero más lo es, todavía, el hecho de que, ocupando el núcleo central de esta figura, se alce otra construcción, también dodecagonal. Se trata de un edículo (2), de planta poligonal, como queda dicho, tanto interior como exteriormente y cuyos lados se corresponden con los exteriores de la iglesia. Esta pequeña y robusta edificación central, esta iglesia dentro de otra iglesia, consta de dos pisos. El bajo, al nivel del resto del templo, tiene un techo abovedado de muy poca altura y parece realmente una cripta. El piso superior, al que se accede por una doble escalinata frontal, tiene en cambio su bóveda bastante elevada y alberga en su centro una mesa de altar de piedra, bellamente decorada.


Este edículo, con su peculiar forma y disposición, es lo que confiere una extraordinaria originalidad a esta iglesia, diferenciándola netamente de otras más o menos parecidas. La iglesia, también templaria, de Tomar, (en Portugal) ofrece una cierta semejanza con ésta que estudiamos. También se parece algo, al menos en cuanto al planteamiento del diseño, la mezquita de Omar, en Jerusalén, sede inicial de la Orden de los Caballeros del Temple. También se parece algo, lejanamente, la rotonda de la Basílica del Santo Sepulcro, también en Jerusalén.

El templo que tratamos tiene dos puertas exteriores: la principal en la fachada de poniente y otra lateral, orientada al Sur. La parte baja del edículo tiene cuatro puertas pequeñas, orientadas a los puntos cardinales. La segunda planta del edículo, que semeja una pequeña capilla con altar central, presenta cuatro huecos: el de acceso, al Oeste; una ventana rasgada hasta el suelo, al Este, frente al ábside central y su altar; y otras dos ventanas, al Norte y al Sur, respectivamente. Sobre ellas hay otras ocho ventanas, al arranque de la bóveda.


Para no entrar en excesiva pormenorización arquitectónica y constructiva, diremos brevemente que toda la techumbre del templo es de estructura abovedada, con arcos fajones que dividen la nave anular en doce segmentos de planta trapecial. Los tramos rectos de los ábsides se cubren con bóveda de cañón y con bóveda de horno en su fondo. La seudo-cripta está techada con dos arcos que se cruzan en el centro, apoyados en sus arranques en sendas columnillas situadas en cuatro vértices del polígono. Y sobre aquellos arcos se tienden las correspondientes bóvedas. El techo de la capilla alta es una bóveda, análoga a la de San Millán de Segovia: cuatro arcos trazados sobre los lados del polígono. Que, al ser paralelos dos a dos, configuran en el centro, al intersectarse, un espacio cuadrangular.


No entraremos en el detalle de la portada principal, que es de un estilo netamente occidental y castellano. Ni en la descripción de los capiteles de las columnas, ni en el intento de interpretación de su sentido posible. Tampoco lo haremos con la entrada Sur, análoga, pero de menor tamaño y más sencilla. Por otra parte, el detalle de la capilla que existe en la torre, el retablo gótico (del 1520), las pinturas murales, (de la primera mitad del s. XV), etc., no nos interesa aquí, por lo que dejaremos tambien ésto de lado.


Vayamos ya a lo que nos interesa




La cuestión de las cifras y las fechas



Como es sabido, el número OCHO (símbolo del Mediador), junto con el número NUEVE (que es "ocho" exterior, octógono, explícito, visible, más el "centro", el uno implícito, sagrado, invisible e inefable) constituyen los números sagrados más conocidos peculiares del esoterismo templario. La mezquita de Omar (la Qubbat-el-Aksa) en Jerusalén, en el centro de la explanada del que fue Templo de Salomón, es de planta octogonal. Y fue la sede inicial de la Milicia del Templo, de ahí el nombre de Templarios. Numerosas iglesias templarias fueron levantadas sobre una traza octogonal. Pongamos por ejemplo de las pocas que perduran, la iglesia funeraria e iniciática de Eunate (Navarra) de la segunda mitad del s. XII; la iglesia del Santo Sepulcro de Torres del Río, también en Navarra (fines del s. XII o principios del s. XIII); la capilla de Le Puy-en-Velay, en Francia, también octogonal e iniciática. En estos casos, la geometría sagrada expresa realmente el NUEVE, el "centro inefable", definiendo material y visiblemente el ocho, el octógono que lo rodea.

Recordemos de paso que los fundadores de la Orden templaria fueron precisamente nueve caballeros.


Pero la iglesia del Temple, de París, tiene ya una planta dodecagonal. Y este es también el caso de la Vera Cruz, que ahora tratamos. Pero el doce es, a su vez, la envoltura material que rodea y define al TRECE sacrosanto. La asamblea suprema de la Orden era de doce hermanos, presidida por el Gran Maestre. Parece oportuno comentar aquí, siquiera sea brevemente, que el "doce", símbolo y representación de una "totalidad cerrada y perfecta", rodeando al "trece" sagrado central, del que toma su origen y autoridad, aparece en numerosas ocasiones y lugares: el colegio apostólico, rodeando a Jesús; el Gran Consejo circular del Dalai Lama, de doce miembros; los doce Caballeros de la Tabla Redonda, con el legendario Rey Arturo; los Doce Pares de Francia, presididos por el Rey, etc. Pues bien: este TRECE no sólo está plasmado en la geometría, en la traza de esta enigmática iglesia segoviana. También se insinúa curiosamente en ciertas fechas.


En el interior del templo, frente a la puerta lateral y empotrada en el grueso muro del edículo, hay una lápida de piedra caliza que, en latín y en caracteres góticos monacales, dice textualmente (una vez traducido el texto):

"Los fundadores de este templo sean colocados en la mansión celestial y los que entrasen en él les acompañen en la misma. Dedicación de la Iglesia del Santo Sepulcro el día TRECE de abril, era 1246".


(Respecto al año 1246, su "suma aritmosófica" da: 1 +2+4+6=13)


Por otra parte, en la iglesia parroquial de Zamarramala se conserva un documento, el Breve del Papa Honorio III que, como fe de autenticidad, acompañó a la Santa Reliquia de la Vera Cruz que se veneraba en la iglesia templaria del mismo nombre. El citado documento, cuyo texto no viene al caso, termina:

"Dado en Roma y sellado con el sello del Pescador, a TRECE de mayo de 1224"

(Aquí la “suma” aritmosófica da: 1+2+2+4= 9). Recordemos, de pasada, que el arresto de los Caballeros del Temple, en toda Francia, por orden del rey Philippe Le Bel, se hizo un fatídico día TRECE de octubre (año 1307). Y que en 1314 (aquí también aparece el TRECE, que colmaba el desarrollo histórico de la Orden y el "catorce", que no debía llegar) fueron ejecutados en la hoguera, en París, el Gran Maestre del Temple, Jacques de Molay, junto con otros altos cargos y numerosos caballeros. (Por cierto que la "suma" de 1314 da: 1 +3+ 1 +4=9). Finalmente, la contemporánea y solemne toma de posesión por parte de-la Soberana Orden de Malta, no se realiza un día TRECE, sino, como era de esperar, un día 31 (3). Como si el "giro" que representa este cambio de titularidad viniera simbolizado por la inversión del trece.




NOTAS


(1) En el capítulo dedicado a Iglesias Poligonales y Circulares, de su “Historia de la Arquitectura Cristiana”

(2) “Edículo” = edificio pequeño, a modo de templete o tabernáculo

(3) El día 31 de mayo de 1951



Este ensayo fue publicado en la desaparecida revista MUNDO DESCONOCIDO, nº 63, septiembre de 1981. A dicha publicación y al autor corresponderían los derechos correspondientes.



Las imágenes son de Ángel Almazán de Gracia


Primer  Anterior  2 a 2 de 2  Siguiente   Último  
Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: Thenard Enviado: 30/06/2010 22:09
LA VERA CRUZ DE SEGOVIA Y EL TEMPLE (3)


Ernesto Michelena - 01/12/2004

La orientación del templo de la Veracruz de Zamarramala (Segovia) "es cardinal, pero subrayando la dirección este-oeste y la dirección sur".. ¿Por qué..? ¿Tendrá algo que ver con el Alcázar ..?



B) La insólita traza




En primer lugar, la orientación tradicional :e las iglesias y ermitas románicas es con el ábside hacia el sureste. Apuntando a Tierra Santa. Aquí, en cambio, la orientación es cardinal, pero subrayando la dirección ESTE-OESTE y la dirección SUR.

EI triple ábside, símbolo de la Santísima Trinidad, es frecuente. Pero la planta dodecagonal-circular es francamente rara. Más aún el que lleve el edículo central, con esa especie de cripta, que no es subterránea, y con la capilla central elevada. El trazado de esta planta es muy singular y, desde el punto de vista funcional de la utilización del templo en base a la celebración usual de la Santa Misa, resulta absurdo. Si se llena de fieles esta iglesia, únicamente la tercera parte puede ver al oficiante y seguir puntualmente la celebración eucarística. Esto si se oficia en el altar llamémosle "frontal", en el ábside central. Porque si la Santa Misa se celebra en el altar de la capilla elevada, prácticamente no podrán seguirla más que unas pocas personas, una docena quizás o a lo sumo dos docenas. Está claro que esta extraña iglesia no sirve prácticamente para la normal celebración del culto católico. Y no vamos a caer en la tontería de imaginar que todo este planteamiento, tan inusual y complicado, se deba a un simple capricho, a una postura extravagante. No olvidemos los profundos conocimientos que detentaba aquella misteriosa Orden, su conexión con el Hermetismo, con los Constructores de Catedrales, con la Mística del Oriente Medio.



Bien. Empecemos por un detalle significativo: la orientación. El que no exista aquí una nave principal (a veces única), longitudinal, con su ábside y altar en la cabecera, orientada ésta al sur-este, en dirección a Tierra Santa, como era tradicional en el románico, nos indica que aquí el culto no está enfocado, al menos principal o básicamente, hacia el Cristo Histórico (=Jesús de Nazaret, Jesucristo). Sin embargo, es indudable que este Cristo Histórico no está excluído tampoco, puesto que está o puede estar presente, eucarísticamente, en el altar del este, del ábside principal. Pero el establecimiento de un centro, de una simetría poligonal en torno a un eje central, como de hecho se ha realizado en algunas iglesias modernas, subraya claramente un culto "cristicentrista". El eje que va de Poniente a Levante se orienta en el sentido de un culto al Cristo Mítico, ( =el también llamado Cristo Solar). Cuya radiante imagen, día a día nace en Oriente, cruza los cielos para situarse al mediodía sobre la gran roca y la fortaleza del Alcázar, para ir a morir a Occidente. Precisamente el eje transversal, o semieje, que parte del centro del templo y apunta al Sur, conecta, de algún modo a la iglesia de la Vera Cruz con el Alcázar segoviano. Pero, ¿de qué modo? ¿qué esotérica relación puede haber entre ambas construcciones, entre estos dos lugares?

El espléndido Alcázar de Segovia, pese a estar actualmente muy restaurado y reconstruido (4), ya aparece mencionado en documentos reales del s. XII. Ya existía, por lo tanto, con el mismo (aproximadamente), contorno del actual, cuando los templarios levantaron la iglesia de la Vera Cruz. ¿Y por qué la situaron en este lugar? Ya se sabe que eran extremadamente cuidadosos al elegir el emplazamiento o ubicación de un nuevo templo. Y que siempre lo hacían en base a precisos planteamientos esotéricos: de Geometría Sagrada, de Arquitectura Hermética, de Astrología, de Astronomía... ¡Ah! la observación cuidadosa y paciente, el reverente estudio del firmamento por parte de aquellos cultivadores de la Agricultura Celeste. Por aquellos años, el Alcázar era sede habitual (5) del rey de Castilla Alfonso X. Que mandó habilitar como observatorio astronómico una de las torres del regio palaciofortaleza. Sus interminables veladas nocturnas, escrutando el cielo estrellado, le dieron fama de astrólogo y nigromante, entre el ingenuo pueblo segoviano. En esta época y allí, redactó el Rey Sabio parte de las "Tablas" que tanta gloria habrían de darle.

Animados por estas consideraciones, lo natural es estudiar un poco la topografía del lugar, amén de unas buenas cartas astronómicas.



Notas


(4)- Tras el pavoroso incendio iniciado el 6 de marzo de 1862, que duró tres o cuatro días y que dejó en pie únicamente la torre oeste de la fachada principal y los muros del resto.

(5)- Al norte del Guadarrama. Como al sur lo era Toledo



Este ensayo fue publicado en la desaparecida revista MUNDO DESCONOCIDO, nº 63, septiembre de 1981. A dicha publicación y al autor corresponderían los derechos correspondientes. El dibujo fue reproducido en la citada publicación.
 
 
LA VERA CRUZ DE SEGOVIA Y EL TEMPLE (4)


Ernesto Michelena - 30/12/2004

Concluimos este ensayo de E. Michelena, pero no de la Veracruz porque continuaremos con ella en el futuro. El autor da una serie de claves astrológicas y reflexiona sobre la estructura interior


Planteándose la cuestión: ¿Hay acaso alguna "figura" estelar que sea una "cruz", o que lleve ese nombre? En el hemisferio Norte tenemos la constelación del CISNE. Y el "Cisne" constituye un importante símbolo Alquímico, bien conocido de todo estudiante del Arte de Hermes. Signo de la "fase de albura", en la Gran Obra. Pero la "albura" viene precedida siempre por la "nigredo". Por la negrura de la "muerte" y la "putrefacción". Es preciso que la "materia" de la Obra pase por la "muerte" y por el "sepulcro" (simbolizados en el color NEGRO), para que acceda gloriosamente a la "resurrección" (simbolizada por el color BLANCO). Muy curiosamente, si indagamos un poco en las cartas estelares, observamos sorprendidos que junto a esta constelación del Cisne se halla el llamado "Saco del Carbón del Norte". Que es un manchón negro, carente de estrellas aparentemente, formado por una nebulosidad, de gases y polvo, que oscurece la Vía Láctea que tiene detrás. Se ha podido saber que los Templarios reemprendieron en algunos lugares, sobre todo en Francia, la explotación de minas abiertas por los romanos y abandonadas desde entonces. En Francia lo hicieron en un lugar llamado "Les Charbonniéres". En Portugal, el bastión portuario erigido por los templarios para defensa marítima de su abadía de Alcobaca, estaba situado en el "Cabo de los Carboneros".


¿No es curioso comprobar que junto al Cisne tengamos el "Saco de Carbón"? Por otra parte, dentro de esta constelación del CISNE hay cuatro estrellas (la más importante, la supergigante Deneb, una de las estrellas más luminosas del firmamento), que configuran la llamada CRUZ DEL NORTE.


Pues bien: cuando esta CRUZ DEL NORTE se halla en lo alto, en el firmamento, sobre la iglesia de la Vera Cruz, la constelación de CAPRICORNIO se ve al Sur, sobre la roca y la fortaleza del Alcázar. Lo cual no tendría mayor importancia, si no fuera por el detalle, realmente chocante, de que el contorno de esta fortaleza tiene una forma sensiblemente semejante a la que forman las principales estrellas de Capricornio.


Como es sabido, CAPRICORNIO, que es el décimo signo del Zodíaco, comienza con el solsticio de invierno (hacia el 21 de diciembre hasta el 19 de enero). Y está regido astrológicamente por SATURNO, que simboliza metálicamente al "plomo". El solsticio de invierno, "la porte des dieux", que decían los Astrólogos galos, cuando la muerte aparente de la Naturaleza, el letargo de la materia, anuncia ya el próximo y esplendoroso despertar. Símbolo del fin de un ciclo pero, sobre todo, del inicio de un nuevo ciclo. No olvidemos que éste es precisamente el signo que inaugura el Zodíaco en el Extremo Oriente. Que en su seno "nace" el dios-Sol, la noche del veinticuatro de diciembre, para llegar a su máximo esplendor, a su culminación ígnea y brillante, seis meses más tarde, en la noche mágica de San Juan, iluminada por el resplandor de mil hogueras. El Capricornio, esa extraña figura simbólica, mitad cabrito, mitad pez; mitad "chivo expiatorio", mitad símbolo eucarístico, representación del Cristo Solar, del "Hijo" que ha de morir a la mítica edad de "treinta y tres años". Todavía hoy en día, la sanjuanista Soberana Orden de Malta oficia solemnemente en este templo dos veces al año: el día de Todos los Santos (6), y el día 24 de junio, festividad de San Juan.


Vaya una recomendación al lector curioso que desee tomarse la molestia: Disponga de un circulo con los signos del Zodiaco; prepare un triángulo equilátero de cartulina, del tamaño apropiado para que pueda inscribirse en aquél; numere los vértices, "uno", "dos" y "tres"; superpóngalo al circulo, haciendo coincidir el vértice "uno" con el signo TAURO, el vértice "dos" con el signo VIRGO y comprobará, en el vértice "tres" quien es el mítico HIJO que el "dios- padre- (7), engendra en el "virginal seno".


Hemos sugerido el sentido que cabe asignar, esotéricamente, al eje OESTE-ESTE y al semi-eje CENTRO-SUR. Pero, ¿qué papel juega aquí el eje principal CENTRAL, vertical?. Pues, sencillamente, este eje no es -siempre en opinión del que esto escribe, claro está-, sino una de las múltiples versiones del universal "Axis Mundi". Del eje místico que religa el plano terrestre-humano con el submundo infernal, o reino de los muertos, en lo inferior y con el mundo celestial, en lo alto. Que nos remite, sin duda, al Cristo Cósmico, como síntesis y culminación teológica del Cristo Histórico, del Cristo Mítico y del Cristo Místico (8).


¿Es esto todo? Pues no. Aún nos depara el misterioso templo otras sorpresas. Veamos: Casi todos los templos de la Orden Templaria, sobre todo las iglesias y capillas de planta octogonal, son "funerarias". Trazadas sobre la inspiración, posiblemente, de la Iglesia del Santo Sepulcro, de Jerusalén. Destinadas, sin duda, a rituales trascendentes, iniciáticos, relacionados con el tránsito "al más allá". La Iglesia de la Vera Cruz no podía ser menos y, en efecto, posee también este sentido y esta función.
La dedicación fundacional, que hemos transcrito más atrás, la denomina "Iglesia del Santo Sepulcro". En el documento papal que hemos mencionado se la designa "Iglesia del Santo Sepulcro del Santísimo Cristo". Se sabe que se veneraba aquí, además del Lignum Crucis, un Santísimo Cristo del Sepulcro. Piensa que estaría situado en el altar frontal, al este. Pero no era éste el único sepulcro que había en esta iglesia. Existía, y aún se conserva, otro "sepulcro", éste más enigmático y misterioso. Se halla, no bajo tierra, que sería lo natural, sino en lo alto. En parte bajo el tejado de la nave anular y en parte emergiendo fuera de él. Adosado a la cara norte del muro del edículo central, por su parte exterior. Se accede al mismo, dificultosamente, a través de un portillo que hay en lo alto del interior de la capilla central. Se precisaba para ello de una larga escalera de mano. La portezuela de madera se cerraba desde el interior de un primer recinto, pequeño. A través de éste se accede al "sepulcro", por dos enormes peldaños de piedra, difíciles de salvar. El "sepulcro" es una pequeñísima estancia, cubierta con bóveda de piedra de medio punto, de cañón seguido, en la que justamente cabe un hombre de pie o tumbado a lo largo. Únicamente posee una pequeña saetera que da a lo alto de la capilla central (9).


Hay opiniones ingenuas que señalan la posibilidad de que este "sepulcro" sirviera para ejercicios voluntarios de penitencia. O como lugar de refugio y escondrijo para personas y objetos valiosos en momentos de peligro. Descartemos esta segunda posibilidad: pocos objetos, valiosos o no caben allí y sólo una o dos personas. Que no podrían disimular su presencia en aquel escondrijo, ya que serían delatadas por la escalera de mano que quedaría allí. Y que morirían asfixiadas en cuestión de minutos, a poco que los asaltantes se les ocurriera encender una hoguera en la capilla. Si no como "lugar de penitencia" propiamente dicho, sí podría haber sido aquel un especialísimo lugar de meditación trascendental. De olvidados ejercicios espirituales relacionados con el tradicional rito del "pasaje" por la muerte.


Cabe aún otra posibilidad, en el terreno hermético. Que el altar de piedra que aún perdura, centrado, en la capilla alta del edículo fuera el privilegiado lugar utilizado para la consecución de determinadas operaciones alquímicas. Por la confluencia e interacción de la energía telúrica, que posiblemente posea este lugar y que, condensada por la "cripta" inferior, se encontraría con la energía celestial, cósmica, proveniente "de lo alto". A esto habría que superponer -nos atrevemos a pensar-, el efecto de concentración, de intensificación, logrado por la asamblea de iniciados, agrupados en torno al edículo, en la nave anular, a modo de singular "egregor" esotérico (10). Incluso cabría pensar en la especial función "catalizadora", de tipo mediumnizo, ejercida por un hermano superdotado (Y muy especialmente adiestrado para este cometido) situado en el "sepulcro" escondido en lo alto.


Si se nos permite un símil casi de "ciencia ficción", esta misteriosa iglesia de Vera Cruz, adquiría así la forma y la función de una máquina, de una especie de esotérico "ciclotrón" mental. Capaz de poner en marcha la fabulosa síntesis hermética de la Alquimia Operativa con la Alquimia Mística, siempre con un trasfondo trascendental y religioso verdaderamente profundos.


¿Qué todo esto es cosa de locos? ¿Qué no tiene ni pies ni cabeza? Puede que así sea. Aquí, evidentemente no se puede "probar científicamente" nada. Pero sí que habría que preguntarse, en este caso, ¿por qué los arcos de la portada principal están "decorados" con el signo-símbolo del "fuego" (que para los antiguos era sinónimo de "energía")? ¿Por qué este mismo signo del "fuego" forma las doce columnitas que "decoran” el referido altar central? ¿Por qué precisamente el "fuego" caracteriza la noche San Juan?



La cruz es el símbolo alquímico que designa el crisol. Y precisamente el día TRECE del mes NOVENO (=setiembre), parece ser la noche más propicia para la observación de la CRUZ DEL NORTE sobre la iglesia templaria de la Vera Cruz. Cuando CAPRICORNIO sobre la ROCA designa a ésta como el “cristóforo", como el viejo Saturno que pasará por la negrura del Saco de Carbón, por el SEPULCRO, para remontarse luego en nievo vuelo, como el maravilloso CISNE. Precisamente a medianoche de aquel día comienza la festividad católica de la EXALTACION DE LA CRUZ.




NOTAS



(6) Recordemos que el dodecágono, y el número DOCE, son siempre símbolo de la totalidad, de TODOS.


(7) En algunas religiones arcaicas, la divinidad padre, el cielo fecundante, era designado como "el Toro de los Mil Testículos".


(8) Pienso que todo esto le habría parecido bastante interesante al insigne jesuíta-paleontólogo-pensador francés TEILHARD DE CHARDIN 11881-19551.


(9) Esta misteriosa y escondida cámara fue descubierta por el Sr. Cabello y Dodero, Arquitecto Conservador de la Ciudad Monumental de Segovia, durante los trabajos de restauración que dirigió y que dieron fin en 1949.


(10) "Egregor"=entendido no en el sentido de "forma pensada" o de "ser mágico colectivo". Sino como pequeña colectividad de iniciados especialmente entrenados para centrar su meditación trascendental (seguramente en nivel mental "alfa", o incluso en ondas de registro encefafográfico moderno más lentas) sobre un determinado objetivo común, en una perfecta sincronización de onda, en el mismo espacio-lugar y tiempo.


 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados