Es esencial el control de la temperatura, que debe permitir estar desnudo sin sentir frío. La sensación del dormitorio debe ser de seguridad e intimidad, pero no de confinamiento. Cortinas y tapices pueden contribuir a generar una sensación de calidez y a generar privacidad, tanto visual como sonora.

La posición de la cama es fundamental para genera una sensación de privacía y protección. La cama no debe estar en línea recta con la puerta y no debería haber ventanas o espejos en la cabecera de la cama. Tampoco debería haber nada colgando sobre la cama.

Hay que evitar todo aditamento que no tenga que ver con el descanso (o la relación de pareja cuando la hay). Lo peor que se puede tener en el dormitorio es un escritorio con una computadora, carpetas y elementos de trabajo. Es muy importante también lo que se pone sobre la mesita de luz: se deben disponer objetos que ayuden a mantener un estado de ánimo óptimo. Evitar radio despertadores, teléfonos, aparatos electrónicos y objetos muy frágiles.

En el ámbito del dormitorio resulta tanto o más importante que la aplicación del Ba-gua (que tiene más que ver con lo que se ve desde la puerta), el examen de aquello que se ve desde la cama. Lo que está frente a la cama será con frecuencia lo último que veamos antes de dormir y lo primero que veamos al despertar. Imágenes positivas, retratos y objetos deben ser cuidadosamente seleccionados para este sector.

¿Qué decir acerca de los espejos? Una regla clásica de Feng Shui dice que no debe haber más de un espejo en el dormitorio y que uno no debe verse desde la cama mientras está acostado. La explicación tradicional es que el espejo resta energ´´ia a quien duerme, pues actúa como un imán, energéticamente.

Si en la habitación duerme una pareja, los amantes debieran mirarse uno al otro y es muy difícil tener un espejo a la vista y resistir la tentación de mirarse en él, lo cual daría la asensación de que hay alguien más en la habitación. Por lo tanto, a menos que se tenga una preferencia por el sexo grupal, no se justifica el uso de varios espejos o de amplias superficies espejadas en el dormitorio. Para quienes gusten de la originalidad, un mural de lunas y estrellas en el cielo raso es mucho mejor que un espejo.