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EL EVANGELIO COMENTADO POR UN CRISTIANO: EL EVANGELIO COMENTADO POR UN CRISTIANO...
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Respuesta  Mensaje 1 de 44 en el tema 
De: Juan30  (Mensaje original) Enviado: 23/09/2012 23:20

QUÉ NOS ENSEÑÓ JESUCRISTO REALMENTE

 

EL EVANGELIO COMENTADO POR UN CRISTIANO  AL QUE EN VISIONES EN SUEÑOS SE LE APARECIÓ EL SEÑOR...  

INTRODUCCIÓN  

Queridos amigos, busquemos con amor la verdadera Ley de Dios entregada en el Evangelio de Jesucristo.

 

En el principio Dios entregó su Ley a sus hijos e hijas para que vivieran con el amor que obra por la misericordia...  La Ley del amor que obra por la misericordia se la entregó Dios a Adán y Eva, a Noé y su familia, a Moisés y también, a través de los tiempos, se la fue revelando a sus profetas.  Pero desde Moisés hasta Cristo habían pasado muchos años y el pueblo ya no conocía la verdadera Ley de Dios, pues a los humildes se les imponía una serie de leyes de esclavitud, castigos terribles y penas de muerte que nadie podía soportar, porque, como nos dicen los profetas, la Ley de Dios había sido cambiada por los escribas.  Así nos dice Jeremías:   "Aun la cigüeña en el cielo conoce su tiempo, y la tórtola y la grulla y la golondrina guardan el tiempo de su venida; pero mi pueblo no conoce el juicio de Yavé. ¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas." (Jeremías 8:7-9).

 

JESUCRISTO NOS TRAJO DE NUEVO LA VERDADERA LEY DE DIOS

 

Como nos dice el profeta Jeremías, los escribas habían cambiado la Ley de Dios.  Muchos decían: "Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros", pero no era cierto porque la Ley de Dios la había "cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas"...   Y antes de Jeremías, el profeta Isaías también había dicho:

 

"Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado" (Isaías 29,13)...   Esto es lo que decía Isaías en la angustia de los tiempos cuando Jesucristo aún no había nacido.

 

Jesucristo era Dios hecho Hombre y vino a restablecer la verdadera Ley de Dios.  El Señor, cuando comenzó a predicar, recordando al profeta Isaías, también dijo a los escribas y fariseos:

"Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo:

Este pueblo de labios me honra;
Mas su corazón está lejos de mí.
Pues en vano me honran,
Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres
".
(Mateo 15,7-9) 

Jesucristo era Dios y venía a corregir a su pueblo..., a corregirlo y a enseñarle de nuevo la verdadera Ley de Dios.   Los escribas y sacerdotes, de labios honraban a Dios pero su corazón estaba lejos del amor que obra por la misericordia, por eso Jesús dijo de ellos:  "Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres "... y también les había dicho:   "Si hubierais comprendido lo que quiere decir: "Misericordia quiero y no sacrificios", no condenaríais a los inocentes"  (Mateo 12:7)...

 

Lo que Dios quiere es la misericordia y que unos a otros nos perdonemos nuestras faltas, por eso Jesucristo, que es Dios, con su Evangelio de amor, abolió del mundo y de las escrituras imperfectas del viejo testamento todas las leyes que faltaban al amor y a la misericordia...   Pero los religiosos celosos de sus leyes y tradiciones no recibieron la luz de Jesucristo y prefirieron las tinieblas de sus tradiciones.  Por eso, en su confusión, persiguieron al Autor de la Vida hasta que le crucificaron.

 

Después de morir Jesucristo, resucitar y ascender a los cielos, en Israel hubo una gran persecución contra el Evangelio de Jesucristo y contra todos aquellos cristianos que lo predicaron y defendieron..., persecución que han sufrido desde entonces todos los hombres y mujeres de buena voluntad que en todos los tiempos quisieron ser fieles a los piadosos mandamientos de Jesucristo. 

 

 

DIOS SE NOS HA MANIFESTADO

 

Desde que los primeros cristianos fueron tan perseguidos en Israel, y más tarde en muchos pueblos del mundo, ha habido muchas religiones que decían predicar el amor de Jesucristo, pero la realidad que nos ha entregado la historia es que los verdaderos cristianos siempre fueron muy perseguidos..., y han sido tan perseguidos que en estos últimos siglos muchos hombres y mujeres de buena voluntad han dejado su vida buscando la verdadera Iglesia sin poder encontrarla.  Sin embargo, Jesucristo había dicho que allí donde hubiera dos o tres reunidos en su nombre, allí estaría Él entre ellos.

 

Todas estas cosas que escribimos no hubiéramos podido manifestarlas sin el amor y la ayuda de Dios..., Dios misericordioso que un día se nos manifestó para enseñarnos en qué disposición estaba el mundo en cuanto a la verdadera enseñanza de Jesucristo y el porqué de la corrección final cuando Él venga en su Segunda Venida...

 

Un día, cuando yo estaba dedicado a la hermosa tarea de buscar la verdadera Ley de Dios, el Señor, en su misericordia, me entregó una visión que me dejó muy preocupado y que en las siguientes páginas os explico.

 

 

LAS MANIFESTACIONES DEL SEÑOR

 

Son varias las manifestaciones en sueños que he tenido del Señor.  La que ahora os recuerdo y escribo tiene relación con el estudio de la Ley de Dios, que es a lo que está dedicado este libro.  Ésta es la primera manifestación que tuve del Señor, y seguidamente os la escribo según mejor la puedo recordar

 

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Respuesta  Mensaje 30 de 44 en el tema 
De: Juan30 Enviado: 29/09/2012 16:42

DIFERENTES OPINIONES SOBRE LAS BIBLIAS

Unas personas dicen que no creen que las biblias sean palabra de Dios, otras dicen que ni siquiera creen en Dios.  Por el contrario, otras dicen que en las biblias todo es palabra de Dios...   Nosotros creemos que en las diferentes biblias religiosas que han sido compuestas por los hombres se encuentra la palabra de Dios pero que no todas sus leyes son palabra de Dios.

Jesucristo nos mandó predicar el Evangelio por todos los pueblos, en cambio las biblias, con todos sus libros del viejo testamento y las cartas atribuidas a Pablo, fueron impuestas por las religiones del imperio romano... Más tarde aparecerían otras biblias de otras religiones de Oriente y Occidente. De esta forma, los hombres dejaron ahogado el Evangelio de Jesucristo entre un montón de libros antiguos que recogen enseñanzas y mandamientos de hombres que en muchos casos contradicen los piadosos mandamientos de Jesucristo escritos en el Evangelio..., mandamientos que no son del Evangelio pero que siempre han sido impuestos por muchos emperadores dictadores y poderosos del mundo que han asolado la tierra con sus ejércitos y con sus religiones. Y es que los piadosos mandamientos del Evangelio sólo son amados por aquellos hombres y mujeres de buena voluntad que un día lograron librarse de la codicia de los bienes de este mundo y del deseo de dominar sobre los demás.    

Y, ya que estamos hablando de las leyes y también de los diez mandamientos del viejo testamento, debo decir que Jesucristo, cuando le da los mandamientos para la salvación al joven rico, no le entrega el décimo mandamiento de la ley escrita en el viejo testamento; ni siquiera se lo recuerda, sino que le entrega una enseñanza muy diferente.  Así nos dice el décimo mandamiento de la ley del viejo testamento:  "No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo".     (Éxodo 20,17).

¿Mi prójimo puede tener a mis hermanos de esclavos?...,   ¿puede tener esclavas?...  El Señor nos enseña que nuestro prójimo es el que nos hace bien.  A mí no me hace bien que mi prójimo me tenga a mí o a mis hermanos de esclavos...   

Cuando el joven rico pregunta a Jesucristo sobre los mandamientos que debe cumplir para hallar la vida eterna, el Señor le entrega los mandamientos, pero no le manda el décimo mandamiento del viejo testamento, sino que le manda algo muy diferente:  " Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme".     (Mateo 19:16-21).

Jesucristo al joven rico le da la Ley formulada en  mandamientos..., pero no le da el décimo mandamiento del viejo testamento...  ¿Por qué?...   El joven rico en este caso tan importante le está pidiendo al Señor que le entregue los mandamientos que debe cumplir para hallar la vida eterna, y Jesucristo no le entrega el décimo mandamiento escrito en el viejo testamento, que dice así: "No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo", pero sí le entrega un mandamiento que el joven rico no conocía, y éste es el siguiente: "vende todo lo que tienes y dalo a los pobres".

El precepto que manda vender todo lo que se tiene y darlo a los pobres (tener todo en común entre los cristianos) es completamente diferente al mandamiento del viejo testamento que nos dice que no se desee nada de los que tienen muchos bienes y esclavos.  Por este motivo, el mandamiento de Jesucristo nunca lo quisieron cumplir muchos hombres desde que se conoció El Evangelio. Así que muchos hombres codiciosos de poder y de riquezas siempre han preferido, y prefieren, los mandamientos de esclavitud y desigualdad del viejo testamento antes que los mandamientos de amor, reparto de bienes y libertad que nos entrega Jesucristo...  Según el mandamiento del viejo testamento, yo no debo desear nada de mi prójimo aunque yo no tenga nada, y mi prójimo sí puede desear todo lo que tienen sus prójimos, y hasta su vida, teniéndolos como esclavos.    Esto es una gran contradicción que nos hace reflexionar muy profundamente sobre las leyes del viejo testamento. Este mandamiento es una contradicción en sí mismo y no guarda relación con la Ley que nos enseña Jesucristo en el Evangelio.

Si yo no debo desear nada que pertenece a mi prójimo (como dice el décimo mandamiento de la ley escrita en el viejo testamento), entonces mi prójimo tampoco debe desear tener a su prójimo de esclavo, porque la libertad es un gran tesoro que pertenece a cada hombre, y entonces le quitamos un gran tesoro si se le tiene como esclavo. 

Cada hombre debe repartir con igualdad todo lo que tiene con sus prójimos para que todos vivan con más alegría y nadie se haga más grande que nadie, para que nadie viva a costa de la esclavitud y la miseria de los demás..., y para que así se cumpla lo que nos dicen los mandamientos de Jesucristo:  "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo"     (Mateo 22:37-39).

¿Cómo voy a amar a mi prójimo como a mí mismo si yo no reparto con él todo lo que tengo para que él viva como yo vivo?... Si debo amar a mi prójimo como a mí mismo, mi prójimo debe disfrutar de la libertad que yo disfruto, del respeto que a mí se me tiene..., y también debe gozar de todo lo que yo quiero gozar.  Si yo debo amar a mi prójimo como a mí mismo, entonces no lo puedo tener como esclavo. Así que el décimo mandamiento del viejo testamento contradice lo que Jesucristo nos manda que practiquemos.  El viejo testamento también nos dice:  "Si compras un esclavo hebreo, te servirá por seis años; pero el séptimo quedará libre sin pagar nada. Si entró solo, solo saldrá; si tenía mujer, saldrá él y su mujer con él. Si su amo le hubiere dado mujer, y ella le diere hijos o hijas, la mujer y sus hijos serán de su amo, y él saldrá solo".    (Éxodo 21:2-4).

"Si su amo le hubiere dado mujer, y ella le diere hijos o hijas, la mujer y sus hijos serán de su amo, y él saldrá solo".  Esto era una forma de tener a los esclavos, al menos a los esclavos que tenían mujer e hijos, siempre sujetos y esclavizados..., porque ¿qué esclavo unido a mujer e hijos quería esa clase de libertad?  El esclavo que quería a su mujer e hijos no podía estar sin ellos.  Así que ésta era una ley cruel que nada tenía que ver con la misericordia que nos predicó Jesucristo.   En estos últimos versículos (Éxodo 21:2-4) queda bien descubierto el porqué de haber puesto de nuevo todos los preceptos del viejo testamento en las biblias como si todo fuera palabra de Dios: los hombres codiciosos querían todo lo que tenían los demás y hasta sus vidas, teniéndolos como esclavos..., sin importarles el dolor ni el sufrimiento de sus semejantes; y esos hombres codiciosos fueron los que escribieron este precepto cruel e imperfecto; por eso Jesucristo no se lo recuerda al joven rico en el Evangelio, porque este mandamiento del viejo testamento no era verdadera Ley de Dios.  Los hombres codiciosos siempre impusieron como si fueran "ley de Dios" las leyes imperfectas del viejo testamento porque con ellas se han justificado para dominar sobre los demás y vivir mejor que los demás.

CUÁNDO SE ESCOGIERON Y SE IMPUSIERON LOS LIBROS DE LAS BIBLIAS Y SUS LEYES Y PARA QUÉ...

Fueron los emperadores y muchos poderosos de Roma los que escogieron todos los libros de la Biblia en el siglo IV en los concilios de Roma, y fueron ellos los que escogieron los mandamientos del viejo testamento sobre la esclavitud y lo volvieron a llamar a todo "palabra de Dios".  Desde entonces, se impusieron todos estos libros y leyes a todas las comunidades cristianas por la fuerza de los ejércitos del imperio.  Quisieron dejar sin efecto todo lo que hizo Jesucristo para salvarnos de las tinieblas en las que vivía el mundo por causa de haber cambiado la Ley en falsedad, como nos dice el profeta Jeremías:  "Aun la cigüeña en el cielo conoce su tiempo, y la tórtola y la grulla y la golondrina guardan el tiempo de su venida; pero mi pueblo no conoce el juicio de Yavé. ¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas."    (Jeremías 8:7-9).

El décimo mandamiento, que permite la esclavitud, no viene en los mandamientos que Jesucristo le da al joven rico, pero los emperadores y poderosos de Roma tenían muchos bienes y muchos esclavos, y querían una ley que les justificara..., por eso, escogieron las leyes del viejo testamento que Jesucristo había abolido para volverlo a llamar a todo "palabra de Dios" y para ponerlas a la altura del Evangelio.  Desde entonces, no se volvió a vivir como manda el Evangelio y como vivieron los primeros cristianos, y por este motivo vino al mundo una gran confusión: el sistema de esclavitud de la Edad Media, donde los señores feudales eran "dueños de almas y bienes".

El sistema de desigualdad que ha vivido el mundo desde el siglo IV, y más tarde el feudalismo, se justificó en las leyes del viejo testamento (el décimo mandamiento, la ley del Talión y otras muchas leyes del viejo testamento).  Entonces, no es muy difícil entender por qué desde antiguo existió un mundo religioso que dominó al mundo llamado "cristiano" y que impuso la creencia de que todas las leyes escritas en sus biblias eran palabra de Dios.   

¿Es que no era suficiente la Ley del Evangelio para la salvación?...   Jesucristo no nos pide otra cosa, pues Él no nos mandó predicar leyes de las biblias que no estén contenidas en el Evangelio.  

Los cristianos son libres para leer cualquier libro religioso, para recordar la historia y las profecías..., pero como Ley de Dios y Palabra de Dios, Jesucristo nos mandó predicar y creer sólo en el Evangelio para la salvación, pues así nos dijo:   "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado".   (Marcos 16,15-16)

El Señor nos dijo que fuéramos por todo el mundo predicando el Evangelio a toda criatura, no nos dijo que fuéramos predicando las biblias religiosas que se impusieron después.  Las religiones adoradoras de biblias impuestas por los hombres deberían reflexionar sobre estas cosas..., pues si los hombres hubieran amado la misericordiosa Ley de Jesucristo y hubieran tratado de vivir según ella, no se hubieran producido tantas guerras y desastres y no se hubieran cometido tampoco tantos crímenes.  Ahora volvamos al Evangelio para seguir examinando sus mandamientos: 

Cuando Jesucristo dice "amarás a tu prójimo como a ti mismo", no está pidiendo limosnas de miseria, pues nos pide que tengamos en común nuestros bienes con los pobres.  Juan, el bautista, entendió bien a lo que venía Jesucristo y así nos dice:  Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto se corta y se echa en el fuego. Y la gente le preguntaba, diciendo: Entonces, ¿qué haremos? Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo (Lucas, 3:9-11)

Los frutos que Dios quiere son la misericordia, la igualdad entre los hombres y el reparto de los bienes.

Éste es otro gran debate que aún no ha acabado y que se ha mantenido abierto desde el primer siglo del cristianismo:  ¿reparto de bienes sí?... ¿reparto de bienes no?... Pero, ¡por favor!..., ¿qué clase de cristianismo vivimos?... Una cosa tan sencilla como ésta, que está tan claramente explicada en el Evangelio, ¿cómo es que los hombres la han hecho tan difícil?... ¿no será la codicia la raíz de todos los males? ¿no será la codicia la raíz de la confusión que vive el "cristianismo"?

Los apóstoles y primeros cristianos, conociendo el ejemplo del joven rico y todo lo que Jesucristo había mandado en el Evangelio, siguieron esta santa costumbre:  ya no vivían según las leyes y costumbres del viejo testamento, sino como Jesucristo les había mandado. Y así, vivieron unidos teniéndolo todo en común. 

Todas las cosas en común

"Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos".    (Hechos 2:43-47).

"Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común. Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos. Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad. Entonces José, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé (que traducido es, Hijo de consolación), levita, natural de Chipre, como tenía una heredad, la vendió y trajo el precio y lo puso a los pies de los apóstoles". (Hechos 4:32-37)

Todo el ejemplo de Jesucristo nos enseña que repartamos nuestros bienes con nuestros prójimos. El ejemplo del joven rico es el primer ejemplo. También está el ejemplo de los dos más grandes mandamientos de la Ley:  "Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo"   (Mateo 22:37-39).  ¿Cómo voy a amar a mi prójimo como a mí mismo si yo no reparto con él todo lo que tengo para que él viva como yo vivo?... Si debo amar a mi prójimo como a mí mismo, mi prójimo debe disfrutar de la libertad que yo disfruto, del respeto que a mí se me tiene..., y también debe gozar de todo lo que yo gozo y quiero gozar.  Si los hombres poderosos y que tienen muchos bienes a su lado tienen pobres, es porque no aman a su prójimo como a sí mismos (no reparten sus bienes con ellos).  Los apóstoles nos dieron un precioso ejemplo de cómo deben vivir los cristianos, pues ellos lo dejaron todo para seguir a Jesucristo:  

 Mateo 19:27 Entonces respondiendo Pedro, le dijo: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido; ¿qué, pues, tendremos? 19:28 Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.  19:29 Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna. 19:30 Pero muchos primeros serán postreros, y postreros, primeros.

Sigue en el capítulo 20


Respuesta  Mensaje 31 de 44 en el tema 
De: Juan30 Enviado: 29/09/2012 16:51

MATEO 20

 Mateo 20:1 Porque el reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió por la mañana a contratar obreros para su viña. 20:2 Y habiendo convenido con los obreros en un denario al día, los envió a su viña. 20:3 Saliendo cerca de la hora tercera del día, vio a otros que estaban en la plaza desocupados; 20:4 y les dijo: Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que sea justo. Y ellos fueron. 20:5 Salió otra vez cerca de las horas sexta y novena, e hizo lo mismo.  20:6 Y saliendo cerca de la hora undécima, halló a otros que estaban desocupados; y les dijo: ¿Por qué estáis aquí todo el día desocupados? 20:7 Le dijeron: Porque nadie nos ha contratado. El les dijo: Id también vosotros a la viña, y recibiréis lo que sea justo. 20:8 Cuando llegó la noche, el señor de la viña dijo a su mayordomo: Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando desde los postreros hasta los primeros. 20:9 Y al venir los que habían ido cerca de la hora undécima, recibieron cada uno un denario. 20:10 Al venir también los primeros, pensaron que habían de recibir más; pero también ellos recibieron cada uno un denario. 20:11 Y al recibirlo, murmuraban contra el padre de familia, 20:12 diciendo: Estos postreros han trabajado una sola hora, y los has hecho iguales a nosotros, que hemos soportado la carga y el calor del día.
20:13 El, respondiendo, dijo a uno de ellos: Amigo, no te hago agravio; ¿no conviniste conmigo en un denario? 20:14 Toma lo que es tuyo, y vete; pero quiero dar a este postrero, como a ti.
20:15 ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia, porque yo soy bueno? 20:16 Así, los primeros serán postreros, y los postreros, primeros; porque muchos son llamados, mas pocos escogidos.

20:17 Subiendo Jesús a Jerusalén, tomó a sus doce discípulos aparte en el camino, y les dijo: 20:18 He aquí subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, y le condenarán a muerte; 20:19 y le entregarán a los gentiles para que le escarnezcan, le azoten, y le crucifiquen; mas al tercer día resucitará.  20:20 Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos, postrándose ante él y pidiéndole algo. 20:21 El le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda. 20:22 Entonces Jesús respondiendo, dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo he de beber, y ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? Y ellos le dijeron: Podemos. 20:23 El les dijo: A la verdad, de mi vaso beberéis, y con el bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados; pero el sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está preparado por mi Padre. 20:24 Cuando los diez oyeron esto, se enojaron contra los dos hermanos. 20:25 Mas Jesús los llamó y dijo:  Sabéis que los príncipes de las naciones las tiranizan, y que los grandes las oprimen con su poderío. 20:26 Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, 20:27 y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; 20:28 como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.

Comentario:... Contra esta enseñanza del Evangelio siempre han estado los hombres codiciosos de riqueza y de poder, como muchos gobiernos dictadores del mundo.

Los ancianos de los pueblos que sepan enseñar y guiar a los hombres por el camino del bien, no deben valerse de estos privilegios para dominar con tiranía sobre sus semejantes, ni tampoco tratar de vivir mejor que ellos viviendo con riquezas y en palacios mientras sus semejantes son esclavizados viviendo con miseria, que es lo que normalmente ha pasado siempre en el mundo.  Jesucristo rompió estas leyes del mundo haciéndose humilde entre los humildes y pobre entre los pobres, siendo Él el más grande..., pues Él, siendo Dios, se hizo Hombre y quiso vivir entre sus hijos e hijas para darles a todos un ejemplo de amor, misericordia y humildad.  Desde que vino Jesucristo, las leyes del viejo testamento de esclavitud y desigualdad que habían vivido los hombres y mujeres hasta entonces, quedaron abolidas por Jesucristo. Pero, después de que Jesucristo subió a los cielos y después de muertos los apóstoles, los poderosos de las naciones anularon el mandamiento de Jesús y volvieron a imponer durante siglos la desigualdad, la esclavitud y la opresión.  Las religiones impuestas por los emperadores dictadores de los pueblos, no quedaron libres de estas culpas, pues en sus biblias y enseñanzas hicieron ver al mundo que la esclavitud y la desigualdad eran cosas aceptadas y mandadas por Dios.

 Mateo 20:29 Al salir ellos de Jericó, le seguía una gran multitud. 20:30 Y dos ciegos que estaban sentados junto al camino, cuando oyeron que Jesús pasaba, clamaron, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros! 20:31 Y la gente les reprendió para que callasen; pero ellos clamaban más, diciendo: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros! 20:32 Y deteniéndose Jesús, los llamó, y les dijo: ¿Qué queréis que os haga? 20:33 Ellos le dijeron: Señor, que sean abiertos nuestros ojos. 20:34 Entonces Jesús, compadecido, les tocó los ojos, y en seguida recibieron la vista; y le siguieron.

Comentario:...  Que así sea entre nosotros..., pues los hombres de este mundo, ciegos por su codicia, y a veces crueldad, si en lo profundo de su alma tienen buena voluntad, necesitan mucho que Dios les abra su entendimiento para que puedan comprender lo delicioso que es para todos el reparto de los bienes con igualdad y la paz que llega al alma cuando los hombres y mujeres de buena voluntad ven con sus ojos y sienten con su corazón. Los hombres de buena voluntad, cuando descubren estas cosas y despiertan a comprender lo deliciosa que es la caridad, claman al cielo y a todos los hombres para que en la tierra se pueda vivir con más igualdad, más amor y más caridad.  El misterio ya quedó revelado por Jesucristo cuando Él nos entregó la verdadera Ley de Dios, que nos dice:  "todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos;  porque ésta es la ley y los profetas". (Mateo 7:12).   

Ésta es la Ley que los cristianos debemos vivir ahora:  la Ley que nos enseñó Jesucristo.  Pues las leyes imperfectas escritas en el viejo testamento quedaron abolidas.  Y no es que quedaran abolidas porque aquellas leyes eran para un tiempo y ahora estamos en otro tiempo, como nos quieren hacer ver muchos religiosos, sino que quedaron abolidas porque no eran verdadera Ley de Dios, pues eran leyes imperfectas que faltaban a la misericordia..., y la misericordia es la verdadera Ley de Dios porque es lo que Dios quiere, como así dijo el Señor: "si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes" (Mateo 12:7).

Después de lo estudiado y para terminar este capítulo, antes de seguir adelante creo que debemos volver a recordar la Ley y los mandamientos de Dios como nos los enseñó Jesucristo:  

"todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas".     (Mateo 7:12).

"Y uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo:  Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley?  Jesús le dijo:  Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento.  Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.  De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas".   (Mateo 22:34-40)

"Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? El le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones" (Mat. 19:16-22)

Sigue en el capítulo 21


Respuesta  Mensaje 32 de 44 en el tema 
De: Juan30 Enviado: 29/09/2012 16:53

MATEO 21

 Mateo 21:1 Cuando se acercaron a Jerusalén, y vinieron a Betfagé, al monte de los Olivos, Jesús envió dos discípulos,
21:2 diciéndoles: Id a la aldea que está enfrente de vosotros, y luego hallaréis una asna atada, y un pollino con ella; desatadla, y traédmelos. 21:3 Y si alguien os dijere algo, decid: El Señor los necesita; y luego los enviará. 21:4 Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo:

21:5   Decid a la hija de Sion:
He aquí, tu Rey viene a ti,
Manso, y sentado sobre una asna,
Sobre un pollino, hijo de animal de carga.

21:6 Y los discípulos fueron, e hicieron como Jesús les mandó; 21:7 y trajeron el asna y el pollino, y pusieron sobre ellos sus mantos; y él se sentó encima. 21:8 Y la multitud, que era muy numerosa, tendía sus mantos en el camino; y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían en el camino. 21:9 Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas! 21:10 Cuando entró él en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió, diciendo: ¿Quién es éste? 21:11 Y la gente decía: Este es Jesús el profeta, de Nazaret de Galilea.  21:12 Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; 21:13 y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. 21:14 Y vinieron a él en el templo ciegos y cojos, y los sanó. 21:15 Pero los principales sacerdotes y los escribas, viendo las maravillas que hacía, y a los muchachos aclamando en el templo y diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! se indignaron, 21:16 y le dijeron: ¿Oyes lo que éstos dicen? Y Jesús les dijo: Sí; ¿nunca leísteis: 

De la boca de los niños y de los que maman
Perfeccionaste la alabanza?
21:17 Y dejándolos, salió fuera de la ciudad a Betania, y posó allí.

21:18 Por la mañana, volviendo a la ciudad, tuvo hambre. 21:19 Y viendo una higuera cerca del camino, vino a ella, y no halló nada en ella, sino hojas solamente; y le dijo: Nunca jamás nazca de ti fruto. Y luego se secó la higuera. 21:20 Viendo esto los discípulos, decían maravillados: ¿Cómo es que se secó en seguida la higuera? 21:21 Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho. 21:22 Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.

21:23 Cuando vino al templo, los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se acercaron a él mientras enseñaba, y le dijeron: ¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿y quién te dio esta autoridad? 21:24 Respondiendo Jesús, les dijo: Yo también os haré una pregunta, y si me la contestáis, también yo os diré con qué autoridad hago estas cosas. 21:25 El bautismo de Juan, ¿de dónde era? ¿Del cielo, o de los hombres? Ellos entonces discutían entre sí, diciendo: Si decimos, del cielo, nos dirá: ¿Por qué, pues, no le creísteis? 21:26 Y si decimos, de los hombres, tememos al pueblo; porque todos tienen a Juan por profeta. 21:27 Y respondiendo a Jesús, dijeron: No sabemos. Y él también les dijo: Tampoco yo os digo con qué autoridad hago estas cosas.

Comentario:... Cuando Dios llena de inspiración y sabiduría las almas humildes, y luego estos humildes expresan la justicia y la sabiduría que Dios les ha inspirado, los sacerdotes y poderosos puestos en el imperio del mundo siempre preguntan a los humildes:  "¿con qué potestad o con qué autoridad haces estas cosas?"...  Los que dominan sobre los pueblos no quieren reconocer nunca la autoridad que Dios les entrega a los hombres y mujeres de buena voluntad que hablan de justicia y de ayuda mutua.  Siempre quieren acallar, por la fuerza bruta o la fuerza de las armas, la autoridad que Dios les da a las personas de buena voluntad.  Se olvidan, y en numerosas ocasiones se han olvidado, de que los que están cerca de los poderosos del mundo están propensos a dejarse arrastrar por las promesas de riquezas que les ofrecen aquellos que dominan despóticamente sobre los pueblos.  Creo que es oportuno que aquí volvamos a recordar el mandamiento de Jesucristo:  "Mas Jesús los llamó y dijo:  Sabéis que los príncipes de las naciones las tiranizan, y que los grandes las oprimen con su poderío.  Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo"...  Los hombres del mundo que se creen con más autoridad que los humildes en muchas ocasiones preguntan: "¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿y quién te dio esta autoridad?"...  Los hombres que siguen la autoridad de los hombres y no la autoridad de la justicia de Dios, cuando no tienen respuesta ante la verdad, siempre preguntan lo mismo: "¿quién te dio esta autoridad?"...  Los cristianos verdaderos no deben seguir adorando las costumbres del mundo sino que deben apreciar la voz de la verdad aunque a veces la Palabra venga de la voz de los humildes.

 Mateo 21:28 Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y acercándose al primero, le dijo: Hijo, vé hoy a trabajar en mi viña. 21:29 Respondiendo él, dijo: No quiero; pero después, arrepentido, fue. 21:30 Y acercándose al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Sí, señor, voy. Y no fue.
21:31 ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre? Dijeron ellos: El primero. Jesús les dijo:
De cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios. 21:32 Porque vino a vosotros Juan en camino de justicia, y no le creísteis; pero los publicanos y las rameras le creyeron; y vosotros, viendo esto, no os arrepentisteis después para creerle.

Comentario:...  "los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo" respondían a Jesús como aquellos hombres que se creían con más autoridad que Jesús.  Pero Él les contestaba con una autoridad y una sabiduría a las que ellos no podían contradecir.  Seguidamente, en la parábola de los labradores, el Señor les avisa de las maldades a las que pueden llegar los hombres codiciosos cuando se hacen dueños de bienes y tierras y no quieren escuchar a los profetas que Dios envía y que reclaman amor y caridad para con los pobres.

 Mateo 21:33 Oíd otra parábola: Hubo un hombre, padre de familia, el cual plantó una viña, la cercó de vallado, cavó en ella un lagar, edificó una torre, y la arrendó a unos labradores, y se fue lejos. 21:34 Y cuando se acercó el tiempo de los frutos, envió sus siervos a los labradores, para que recibiesen sus frutos. 21:35 Mas los labradores, tomando a los siervos, a uno golpearon, a otro mataron, y a otro apedrearon. 21:36 Envió de nuevo otros siervos, más que los primeros; e hicieron con ellos de la misma manera. 21:37 Finalmente les envió su hijo, diciendo: Tendrán respeto a mi hijo. 21:38 Mas los labradores, cuando vieron al hijo, dijeron entre sí: Este es el heredero; venid, matémosle, y apoderémonos de su heredad. 21:39 Y tomándole, le echaron fuera de la viña, y le mataron.
21:40 Cuando venga, pues, el señor de la viña, ¿qué hará a aquellos labradores? 21:41 Le dijeron: A los malos destruirá sin misericordia, y arrendará su viña a otros labradores, que le paguen el fruto a su tiempo. 21:42 Jesús les dijo: ¿Nunca leísteis en las Escrituras:

La piedra que desecharon los edificadores,
Ha venido a ser cabeza del ángulo.

El Señor ha hecho esto,
Y es cosa maravillosa a nuestros ojos?

21:43 Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él.
21:44 Y el que cayere sobre esta piedra será quebrantado; y sobre quien ella cayere, le desmenuzará. 21:45 Y oyendo sus parábolas los principales sacerdotes y los fariseos, entendieron que hablaba de ellos. 21:46 Pero al buscar cómo echarle mano, temían al pueblo, porque éste le tenía por profeta.

Comentario:...  A veces, cuando vemos la dureza de corazón de aquellos hombres y su dura cerviz, nos quedamos maravillados por la dureza de aquellos corazones, pero cuando Dios nos da la oportunidad de conocer a los hombres por sus frutos ("por sus frutos los conoceréis"), ya sabemos y comprendemos cada día con más seguridad las maldades tan monstruosas a las que pueden llegar los hombres cuando caminan con codicia y no tienen ningún temor de ser perseguidos:  "Pero al buscar cómo echarle mano, temían al pueblo, porque éste le tenía por profeta"...  Y es que el Señor había dispuesto las cosas así porque su hora aún no había llegado.

Sigue en el capítulo 22


Respuesta  Mensaje 33 de 44 en el tema 
De: Juan30 Enviado: 29/09/2012 16:56

MATEO 22

 Mateo 22:1 Respondiendo Jesús, les volvió a hablar en parábolas, diciendo: 22:2 El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo; 22:3 y envió a sus siervos a llamar a los convidados a las bodas; mas éstos no quisieron venir. 22:4 Volvió a enviar otros siervos, diciendo: Decid a los convidados: He aquí, he preparado mi comida; mis toros y animales engordados han sido muertos, y todo está dispuesto; venid a las bodas. 22:5 Mas ellos, sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza, y otro a sus negocios; 22:6 y otros, tomando a los siervos, los afrentaron y los mataron. 22:7 Al oírlo el rey, se enojó; y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y quemó su ciudad. 22:8 Entonces dijo a sus siervos: Las bodas a la verdad están preparadas; mas los que fueron convidados no eran dignos. 22:9 Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis. 22:10 Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados. 22:11 Y entró el rey para ver a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda. 22:12 Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? Mas él enmudeció. 22:13 Entonces el rey dijo a los que servían: Atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes. 22:14 Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.

 Mateo 22:15 Entonces se fueron los fariseos y consultaron cómo sorprenderle en alguna palabra. 22:16 Y le enviaron los discípulos de ellos con los herodianos, diciendo: Maestro, sabemos que eres amante de la verdad, y que enseñas con verdad el camino de Dios, y que no te cuidas de nadie, porque no miras la apariencia de los hombres. 22:17 Dinos, pues, qué te parece: ¿Es lícito dar tributo a César, o no? 22:18 Pero Jesús, conociendo la malicia de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis, hipócritas? 22:19 Mostradme la moneda del tributo. Y ellos le presentaron un denario. 22:20 Entonces les dijo: ¿De quién es esta imagen, y la inscripción? 22:21 Le dijeron: De César. Y les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. 22:22 Oyendo esto, se maravillaron, y dejándole, se fueron.

Comentario:...  Los discípulos de los fariseos y los herodianos se fueron al ver que no podían condenar a Jesús por sus palabras ni oponerse a su sabiduría, pero no tardaron en llegar otros preguntándole sobre la resurrección y de quién serían las mujeres que habían tenido varios maridos en este mundo:

 Mateo 22:23 Aquel día vinieron a él los saduceos, que dicen que no hay resurrección, y le preguntaron, 22:24 diciendo: Maestro, Moisés dijo: Si alguno muriere sin hijos, su hermano se casará con su mujer, y levantará descendencia a su hermano.
22:25 Hubo, pues, entre nosotros siete hermanos; el primero se casó, y murió; y no teniendo descendencia, dejó su mujer a su hermano. 22:26 De la misma manera también el segundo, y el tercero, hasta el séptimo. 22:27 Y después de todos murió también la mujer. 22:28
En la resurrección, pues, ¿de cuál de los siete será ella mujer, ya que todos la tuvieron? 22:29 Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios. 22:30 Porque en la resurrección ni se casan ni se dan en casamiento, sino son como los ángeles de Dios en el cielo.

Comentario:...  Los que están en Cristo Jesús ("en la resurrección") ni se casan ni se dan en casamiento, pues son como los ángeles de Dios en el cielo...  El Evangelio según Lucas también nos dice algo sobre este misterio:  "Entonces respondiendo Jesús, les dijo:  Los hijos de este siglo se casan y se dan en casamiento, mas los que son tenidos dignos del siglo aquel de obtener también la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento". (Lucas 20:34-35)

Los que son dignos del siglo aquel, del reino de Dios, ni se casan ni se dan en casamiento.  Y así, siguiendo este mandamiento, Jesús no se casó (Él era el Esposo de su Iglesia, la esposa)...  Y siguiendo su ejemplo, así hicieron los apóstoles..., pues el Evangelio no nos dice que se casara alguno de ellos después de haber conocido a Jesucristo.  Sin embargo, nos dice el Evangelio que a Jesús también le seguían muchas mujeres, mujeres que también acompañaban a los apóstoles.  Los que componían la Iglesia de Jesús vivían una unión y un amor que era diferente a la vida que vivían los hombres de aquel tiempo, pues los hombres podían tener varias mujeres y, de alguna forma, ellas eran esclavas de ellos..., pues ellos podían separase de ellas cuando encontraban en ellas "alguna fealdad" (cuando se cansaban de ellas)...,  sin embargo, ellas eran propiedad de sus maridos y no podían separarse de ellos mientras ellos quisieran estar con ellas.  El Señor acabó con estas costumbres de desigualdad y de esclavitud para las mujeres, por eso nos dijo "los que son tenidos dignos del siglo aquel de obtener también la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento".

Entonces, ¿qué clase de relaciones íntimas había entre los primeros cristianos?  El Señor un día les había dicho a los apóstoles "dejad que los niños se acerquen a mí porque de los que son como ellos es el reino de los cielos".  El Señor quería a los niños y le agradaba estar rodeado de ellos, y para que hubiera niños, por fuerza, tenía que haber alguna relación de amor entre los hombres y las mujeres.  El Señor había cambiado las leyes del viejo testamento en cuanto a los matrimonios de esclavitud.  Él quería que todos fuéramos iguales y nos profesáramos el mismo respeto unos a otros...  Entonces, las uniones familiares dejaron de ser tan crueles y pasaron a ser más misericordiosas.

Mucho es lo que se ha escrito sobre estas costumbres de los primeros cristianos y mucho es lo que se ha escrito contra aquellas costumbres de amor y libertad.  Pero lo cierto es que hay testimonios en los primeros escritos cristianos que nos indican que las primeras comunidades cristianas vivieron unas costumbres de amor y libertad muy diferentes a las costumbres que tenía el pueblo de Israel.  Y por estas costumbres fueron perseguidos.

Luego, desde el siglo IV, en los imperios de Roma, vendrían las religiones de los pueblos impuestas desde Roma, y luego desde otros reinos e imperios, e impondrían "castidades" desfasadas que faltaban a la caridad haciendo ver que todo acto sexual era "pecado"...  Algunas de estas religiones incluso llegaron a decir que los actos de amor entre las personas eran pecado hasta dentro del matrimonio.

Satanás y sus demonios andaban sueltos y, desde que los apóstoles murieron, la libertad, la misericordia y el amor que vivieron los primeros cristianos comenzaron a ser combatidos de una forma tan brutal que los que deseaban ser cristianos se veían obligados a cumplir con una serie de leyes impuestas por los hombres que pasaron a ser una carga que nadie podía soportar.  El mundo y sus religiones en estos tiempos modernos aún siguen viviendo las reliquias de aquellas leyes de hombres que decían ser cristianas pero que han confundido al mundo presentando un "dios" cruel e incomprensible que, con sus leyes, ha hecho dudar a muchos, y a otros muchos ha hecho perder la fe.  La carga que nos impuso Jesucristo, el único Dios verdadero, no eran aquellas cargas antiguas escritas en el viejo testamento sino que era una carga ligera y un yugo soportable, pues Él nos dijo:  "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga". (Mateo 11:28-30)

Y éste fue el yugo y la carga que vivieron los primeros cristianos: un yugo fácil y una carga ligera.  Sin embargo, las leyes y preceptos más o menos basados en las leyes del viejo testamento que impusieron las religiones después (a partir del siglo IV), llegaron a ser algo tan insoportable que ha espantado al mundo y ha hecho que una gran parte del mundo esté en contra de todo lo que se llama Dios o religión..., pues si la carga del viejo testamento era ya una carga insoportable, la carga que impusieron las religiones llamadas cristianas a partir del siglo IV y en el transcursos de toda la Edad Media, superó en mucho a las cargas y leyes crueles escritas en el viejo testamento.  La reliquia de aquellas cargas sociales y de tanta esclavitud y desigualdad aún la sufren los pueblos del mundo en estos tiempos.

Todo esto es lo que hicieron las grandes religiones desde el siglo IV.  Sin embargo, encontraron una gran resistencia en las almas nobles que conocían el Evangelio de Jesucristo.  Y de esta terrible y desigual batalla por querer mantener y vivir la verdadera Ley de Dios, rescatamos seguidamente algunas enseñanzas cristianas de los primeros siglos del cristianismo. 

Sigue...


Respuesta  Mensaje 34 de 44 en el tema 
De: Juan30 Enviado: 29/09/2012 16:58

QUÉ ES EL ADULTERIO

Uno de los textos de la Biblia que los religiosos toman como referencia para hacer malo el deseo sexual, son los versículos donde Jesucristo nos habla del adulterio que nos dicen así: "Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio; mas yo os digo que todo el que mira a una mujer con intención de codiciarla, ya cometió adulterio con ella en el corazón de él ". (Mateo 5,27-28).

En estos versículos, tal y como están escritos, se nos indica que el adulterio es la codicia:  querer codiciar la tierra, que es de todos, es cometer adulterio contra la misericordia y la igualdad que nos predicó Jesucristo;  e igualmente pasa con las casas o con cualquier fruto de la tierra.  En este caso que nos ocupa, el adulterio también es mirar a una mujer "con intención de codiciarla".  Aquí no se hace malo el deseo sexual natural sino el deseo de querer poseer en propiedad lo que se desea (la codicia)...  Pero muchos religiosos arrastrados por las tradiciones de los dictadores poderosos del mundo no quieren apuntar hacia la codicia y cambian el sentido del texto para hacer ver que el adulterio es el deseo natural que Dios ha creado. 

Estos versículos que traen confusión, en algunas biblias que ya no guardan la pureza del sentido del texto (la misericordia) están traducidos así: "Habéis oído que se dijo: No cometerás adulterio. Pues yo os digo: Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón". Y otras biblias, en estos mismos versículos, aumentan más el texto o lo distorsionan diciendo que comete adulterio en su corazón: "....... Todo el que mira a una mujer casada, excitando su deseo por ella....."

"...... Todo el que mira a una mujer casada deseándola...."

"...... Todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella......"

A los traductores que traducen así estos versículos se les ve claramente afectados por perseguir el deseo natural y también por disimular el hecho de que lo que aquí se descubre como mala es la codicia..., y se les ve tan afectados, que a veces se salen de la Escritura y aumentan el texto, como hemos visto, con palabras que no son de la Escritura. Y ahora volvamos al texto griego literal, que es el que hemos puesto al principio, para ajustarnos a los textos originales (el texto griego de las escrituras del Evangelio es la lengua que conocían los primeros cristianos y en la que fueron escritos la mayoría de los libros de los primeros cristianos). Según el texto griego, así nos dicen estos versículos:  "Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio; mas yo os digo que todo el que mira a una mujer con intención de codiciarla, ya cometió adulterio con ella en el corazón de él".

El codiciar a las personas para tenerlas como esclavas, o para tenerlas como propiedad particular, engendra la esclavitud de las personas codiciadas. Y la codicia es la que lleva a muchos hombres y mujeres a abandonar el camino de Dios y ser infieles a sus mandamientos (adulterio). 

Además de estos detalles, si examinamos bien el texto de las biblias que nos dicen: "Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón"..., podremos descubrir que esto no cuadra con la lógica, ni con lo que es razonable, ni con lo que corresponde a una enseñanza piadosa, pues es una completa contradicción.  El texto griego del Evangelio no nos habla de si la mujer es casada o soltera, solamente nos dice: "todo el que mira a una mujer", sin decir su estado. Entonces el deseo normal y natural no puede ser pecado..., porque si fuera pecado, un hombre soltero no podría desear a ninguna mujer antes de unirse a ella, esto es, que tendría que unirse a ella sin mirarla y sin saber cómo es, porque si la mira y le gusta, la desea..., y si la desea ya cometería pecado.... Y si no la mira, y no la desea, ni sabe cómo es..., ¿cómo va a unirse a ella?

Por otro lado, los que están unidos a mujer tampoco podrían desear a sus mujeres, y tendrían que hacer el amor con ellas sin desearlas, porque la escritura dice "una mujer", pero no especifica si soltera o unida a hombre. Esa forma de traducir como traducen algunas religiones deja al texto sin sentido.

El deseo natural que Dios ha puesto en cada hijo o hija suya por sus semejantes es bueno y no es pecado: "Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; macho y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Procread y multiplicaos; llenad la tierra..." (Gene 1:27-

28)...  "Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto" (Génesis 1:31)...  Dios hizo al hombre con su deseo sexual, "y he aquí que era bueno" Lo que está mal es codiciar a las personas para tenerlas como esclavas privándolas así de su libertad. Por eso el texto griego en Mateo 5:27-28 es el que le da sentido a estos versículos: 

"Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio; mas yo os digo que todo el que mira a una mujer con intención de codiciarla, ya cometió adulterio con ella en el corazón de él ". (Mateo 5,27-28).

El amor natural que Dios ha puesto en las personas es una necesidad más como es el comer o el beber o el dormir. Nada tiene de pecado.

La sexualidad es una necesidad más como el comer, beber, dormir o calentarse, y si a estas cosas, practicándolas de una forma moderada y misericordiosa, no se las hace malas porque son necesidades naturales, entonces al amor consentido entre las personas cuando lo hacen por amor, tampoco se le debe hacer malo ni relacionar con palabras como "prostitución", "idolatría", "adulterio", "corrupción" o "fornicación", que indican cosas malas.  Un ejemplo lo tenemos en la palabra "idolatría", que es en primer término lo que significa prostitución o fornicación (adorar a otros "dioses" que no sean el verdadero Dios)... Pero a un amor consentido entre dos personas que se aman, en ningún momento se le puede tachar de "prostitución" o "fornicación", porque estas palabras se refieren a la idolatría a otros "dioses" en el caso más grave y, en segundo término, cuando las mujeres están con los hombres no por amor sino sólo por dinero u otros intereses del mundo, que al final también es idolatría a las riquezas.  Un amor sincero  y desinteresado entre las personas no es idolatría ni es fornicación.  Simplemente es amor.

Dios, desde el principio, dijo a sus hijos e hijas: "creced y multiplicaos, poblad la tierra"; y para crecer y multiplicarse, las personas tienen que vivir su amor, y en ese mandamiento no está la imposición de que las personas tuvieran que estar casadas o unidas por algún vínculo religioso de esclavitud para las mujeres.

Los contratos de matrimonio que hacían los hombres antes de Jesucristo, eran hechos según sus codicias...,  hombres que tenían a las mujeres como esclavas y cuando se cansaban de ellas las echaban a la calle con pretextos de líbelos de repudio. Estos matrimonios no eran agradables a Dios, por eso el mismo que dijo a los hombres y mujeres desde el principio "creced y multiplicaos, poblad la tierra"..., también dijo después:  "Los hijos de este siglo se casan, y se dan en casamiento; mas los que son tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento". (Lucas 20:34-35).

Entonces, lo de amarse y multiplicarse, sí... porque Dios lo mandó desde el principio; pero casarse según las costumbres de esclavitud de las religiones del mundo, no... porque también lo mandó Dios: "ni se casan, ni se dan en casamiento".  Y es que la mujer no debe ser esclava de ningún hombre ni ningún hombre debe ser esclavo de ninguna mujer, y los contratos de matrimonio que hacían los hombres de aquel tiempo le daban toda la autoridad al hombre, y la mujer pasaba a ser como algo de su propiedad (como esclava). Comprendiendo estas cosas, entonces podremos entender al Señor cuando nos dice:  "Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio; mas yo os digo que todo el que mira a una mujer con intención de codiciarla, ya cometió adulterio con ella en el corazón de él ". (Mateo 5,27-28).

No es el deseo natural que Dios ha puesto en las personas lo que está condenando Jesús en este versículo, sino la codicia de los hombres por las mujeres y los contratos matrimoniales de codicia que hacían los hombres de aquellos tiempos.  Los primeros cristianos, libres ya de las leyes antiguas de esclavitud, se unían para hacer una familia por su mutuo consentimiento, pues en aquel tiempo entre ellos no se imponían el matrimonio eclesiástico.

CUÁNDO APARECIÓ EL MATRIMONIO ECLESIÁSTICO

Los matrimonios que se hacían en la antigüedad quedaron abolidos por Jesucristo, porque eran contratos de esclavitud, y en muchos casos de muerte, para las mujeres.  En los primeros siglos del cristianismo todo era regido por la misericordia, que es la enseñanza de Jesús.  Pero pronto volverían a imponerse los contratos de matrimonio engendrados de nuevo por la codicia de los hombres. 

El matrimonio eclesiástico fue impuesto por los obispos de Roma en el siglo VIII, y desde entonces, a las parejas que querían vivir juntas, se las obligó a cumplir con los ritos religiosos que imponían las religiones... Desde entonces, comenzó la obsesión y la loca carrera religiosa por hacer malo y pecaminoso todo amor fuera del matrimonio eclesiástico, incluso llegaron a hacerlo malo hasta dentro del matrimonio si se hacía por placer y no se hacía exclusivamente para la procreación (esto fue un invento religioso del mundo que no tiene base en el Evangelio..., invento destinado a hacer que muchos perdieran la fe en Jesucristo pensando que Jesucristo había mandado aquellas leyes).  

La palabra "fornicación", que en la antigüedad tenía el significado de "prostitución", luego se usaría para hacer ver que era malo y pecaminoso todo deseo o acto sexual fuera del matrimonio eclesiástico o incluso dentro del matrimonio si no se hacía exclusivamente para la procreación. 

Si entre los primeros cristianos no existía el matrimonio eclesiástico (el matrimonio eclesiástico fue impuesto por los obispos de Roma en el siglo VIII)..., ¿cómo es que la palabra "porneia", luego traducida por "fornicación", iba a ser acto sexual fuera del matrimonio?... ¿Quieren decir que los primeros cristianos cometieron todos fornicación?...  Aquí está el error de muchas religiones obsesionadas con hacer malo lo que Dios hizo bueno desde el principio (el amor entre las personas).

INFIERNOS INVENTADOS POR LOS HOMBRES

Desde el siglo VIII, para atemorizar más aún a sus seguidores, las religiones inventaron "infiernos" inexistentes que aterrorizaban a los seguidores con los hipotéticos tormentos de ese infierno que predicaban.  Desde entonces, ha sido mucho el sufrimiento y el temor que han impuesto estas religiones a muchos hombres y mujeres..., además, muchos, sintiendo que esas leyes eclesiásticas no podían venir de un Dios bondadoso, vieron derrumbada su fe.  Y es que satanás y sus demonios, desde antiguo, había proyectado esas doctrinas para quitar la fe al mundo.

CONCILIOS RELIGIOSOS QUE IMPUSIERON EL MATRIMONIO ECLESIÁSTICO

Es en el siglo Vlll cuando el concilio de Verneuil decide que las uniones se hagan públicamente. Los religiosos justifican estos cambios diciendo que era para poner fin a las uniones entre parientes consanguíneos, que ellos llamaban incestuosas. Pero no todos eran tan severos, pues Nicolás I (868-867) decía que no había pecado si las personas se unían libremente sin ritos religiosos, siempre que existiera el consentimiento recíproco.

Parece que con esto, este pontífice, de alguna forma, quiere hacer respetar la tradición de los Cristianos de los primeros siglos, en la que la unión de los hermanos Cristianos era válida siempre que hubiera un consentimiento recíproco.  Pero en los siglos siguientes se volvieron a imponer los preceptos de los hombres, pues en un sínodo local celebrado en Verona en 1184, es cuando en un documento oficial se denominó por primera vez "sacramento" al matrimonio.

¿Qué mejor matrimonio puede haber entre dos cristianos que su mutuo consentimiento y amor?... Las religiones no deben formular contratos de esclavitud para las mujeres ni para los hombres, pues a vivir en paz nos llamó a todos el Señor, y Jesús no impuso matrimonios eclesiásticos como aquellos que se hacían antes de Jesús o los que hicieron después muchos gobiernos religiosos, pues solamente dijo:  "Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne". (Mateo 19:5)

Es el hombre el que se une a su mujer..., es su responsabilidad ante Dios buscar a su verdadera mujer y unirse a ella.  Los ritos religiosos que imponen matrimonios de esclavitud nunca trajeron buenas consecuencias, especialmente para las mujeres.

LAS SEPARACIONES

Los cristianos deben unirse a sus mujeres por el amor que obra por la caridad... Pero si en algún momento de su vida él descubre que la mujer con quien vive no es su mujer porque esa mujer se prostituye o se corrompe con el mundo y no sigue el camino de Jesucristo, entonces este hombre cristiano libre es para separarse de la mujer que vive con él, porque así nos dijo el Señor: "También fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, dele carta de divorcio. Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de prostitución, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio". (Mateo 5,31-32).

Sólo la causa de prostitución de la mujer es lo que le da derecho al hombre a separarse de esa mujer ("por causa de prostitución").  Pero si la mujer es fiel al hombre que vive con ella y éste la disfrutó cuando la deseaba, después, cuando pasa la primera pasión, el hombre debe ser misericordioso y atenderla con misericordia así como nos mandó Jesucristo.

Sigue...


Respuesta  Mensaje 35 de 44 en el tema 
De: Juan30 Enviado: 29/09/2012 17:00

SEGÚN LOS PROFETAS, PROSTITUCIÓN ES IDOLATRÍA

"Mi pueblo consulta a su trozo de leño y su bastón le da respuestas, porque un espíritu de fornicación le ha seducido: adoran a los ídolos abandonando a su Dios" (Oseas 4:12)

La fornicación se nos presenta como el acto de adoración a los ídolos, que hace que el pueblo abandone a su Dios.

Prisciliano, obispo español del siglo IV, en su libro Cánones, en lo que se refiere a la palabra Fornicación, nos recuerda lo siguiente:  "Nicolaítas...... En cuanto a la fornicación de que habla San Pablo, no es absolutamente cierto que haya que tomar la palabra en sentido propio. En el lenguaje del Antiguo Testamento, la palabra designaba frecuentemente todo acto de idolatría, violación de fe profesada por la nación de Israel a Yahvé, su Esposo.

El Apocalipsis conoce el mismo lenguaje para deshonrar los crímenes de la gran prostituta. Y bajo estas imágenes se oculta la idea de Roma imponiendo a todo el universo la adoración de la "potencia divina" del emperador y del Imperio".

Prisciliano, obispo español, por estas declaraciones de las escrituras y otras parecidas, fue perseguido y degollado junto a algunos de sus seguidores, entre los que se encontraban algunas mujeres que fueron torturadas salvajemente antes de morir.  Roma y su imperio religioso persiguió a los priscilianistas durante mucho tiempo.

En el libro del Apocalipsis, cuando se refiere a la gran prostituta, si entendemos que la palabra "fornicación", como nos recuerda Prisciliano, significa prostituirse con las riquezas, con las falsas religiones y con aquellos que persiguen a los santos de Dios, entonces comprenderemos mejor lo que nos quiere decir Juan, el apóstol, en su libro "el Apocalipsis".  Por eso, en los siguientes versículos del Apocalipsis, hemos traducido la palabra "fornicación" por su antiguo y verdadero significado. Juan nos dice lo siguiente:  "Vino entonces uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, y habló conmigo diciéndome: Ven acá, y te mostraré la sentencia contra la gran prostituta, la que está sentada sobre muchas aguas; con la cual se han prostituido los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su prostitución. Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos. Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su prostitución; y en su frente un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS PROSTITUTAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA. Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús; y cuando la vi, quedé asombrado con gran asombro". (Apocalipsis 17:1-6)

"Y los reyes de la tierra que se han prostituido con ella, y con ella han vivido en deleites, llorarán y harán lamentación sobre ella, cuando vean el humo de su incendio"  (Apocalipsis 18:9)

Como hemos visto en estos versículos del Apocalipsis, Juan identifica en todo momento la prostitución con el lujo, el poder desmedido de los imperios, cómo se prostituyen unos con otros en sus codicias y afanes, y sobre todo identifica la prostitución con el odio hacia los santos y profetas de Dios (adoración a los ídolos, enemigos de Dios).

Los apóstoles y discípulos de los apóstoles escribieron casi todos sus libros y cartas en griego... Y los traductores de la religión del imperio romano, para traducir al latín la palabra griega "porneia" (prostitución) usaron la palabra "fornicación". Una vez estudiado el significado antiguo de la palabra "fornicación", no será difícil comprender mejor el verdadero mensaje de Jesucristo. 

Seguidamente, Jesús nos enseña: ¿cuál es el gran mandamiento en la ley?

 Mateo 22:31  Pero respecto a la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que os fue dicho por Dios, cuando dijo: 
22:32 Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos.
22:33 Oyendo esto la gente, se admiraba de su doctrina.    22:34 Entonces los fariseos, oyendo que había hecho callar a los saduceos, se juntaron a una. 22:35 Y
uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo: 22:36 Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? 22:37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 22:38 Este es el primero y grande mandamiento.
22:39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 22:40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.

Comentario:... "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento".  Sobre este mandamiento creo que no hace falta discusión entre los cristianos.  Sin embargo, en cuanto al segundo ya se nos avecina un problema muy diferente, pues cada religión lo interpreta según su visión de las cosas.  El segundo mandamiento así nos dice:  "Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo".  En el viejo testamento se justifica la esclavitud y que unos tengan mucho mientras otros no tienen nada.  Esos mandamientos contradicen a los mandamientos de Jesucristo.  Además, ¿cómo vamos a amar a nuestros prójimos como a nosotros mismo si los tenemos de esclavos o no repartimos los bienes con ellos? Jesucristo nos dice todo lo contrario de lo que nos dicen las leyes del viejo testamento sobre los esclavos. El viejo testamento nos dice:  "No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo".  (Éxodo 20,17).

Según este mandamiento del viejo testamento, yo no debo desear nada de mi prójimo aunque yo no tenga nada, y mi prójimo sí puede desear todo lo que tienen sus prójimos, y hasta su vida, teniéndolos como esclavos. Esto es otra contradicción.

¿Cómo voy a amar a mi prójimo como a mí mismo si lo tengo de esclavo y amenazado, o si no reparto con él todo lo que tengo para que él viva como yo vivo?... Las leyes de esclavitud del viejo testamento contradicen a lo que nos enseña el Evangelio y fueron abolidas por Jesucristo:  Sabéis que los que son tenidos por gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y sus grandes ejercen sobre ellas potestad.  Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos. Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos. (Marcos 10,42-45)

Con estas citas, el Señor deja abolidas las leyes sobre la esclavitud. No podemos amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos si a ellos les imponemos una ley cruel y a nosotros nos aplicamos una ley más favorable. Igualmente, no podemos amar al prójimo como a nosotros mismos si nos hacemos nosotros grandes y a ellos los tenemos amenazados, esclavos y en la miseria.  Los frutos que Dios quiere son la misericordia, la igualdad entre los hombres y el reparto de los bienes.

En cualquier comunidad donde hay amor las cosas se reparten con igualdad; y aquel que esconde algo que necesitan los demás y no lo reparte con ellos, es que no ha conocido el amor ni ha conocido el Evangelio.  Si decimos que amamos a los demás, es porque todo lo que tenemos lo tenemos en común con ellos.  El que no tiene en común sus bienes con los hermanos de la iglesia, es que no los ama.   Muchos se llaman cristianos de nombre, pero son muy pocos los que comprenden estas palabras: "amarás al prójimo como a ti mismo".

 Mateo 22:41 Y estando juntos los fariseos, Jesús les preguntó, 22:42 diciendo: ¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quién es hijo? Le dijeron: De David. 22:43 El les dijo: ¿Pues cómo David en el Espíritu le llama Señor, diciendo: 
22:44  Dijo el Señor a mi Señor:
Siéntate a mi derecha,
Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies?   22:45 Pues si David le llama Señor, ¿cómo es su hijo? 22:46 Y nadie le podía responder palabra; ni osó alguno desde aquel día preguntarle más.

Sigue en el capítulo 23


Respuesta  Mensaje 36 de 44 en el tema 
De: Juan30 Enviado: 29/09/2012 17:02

MATEO 23

 Mateo 23:1 Entonces habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo:  23:2 En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos.  23:3 Examinad, pues, todo cuanto os digan, mas conforme a las obras de ellos no hagáis; porque dicen y no hacen.

Comentario:... Ese versículo que nos manda "examinad" todo lo que digan los escribas y fariseos pero que no hagamos lo que ellos hacen, está tomado según el texto del Códice Beratinus, que es uno de los códices más antiguos del Evangelio que se conservan, conocido también como "Codex Purpureus Beratinus", del Archivo del Estado de Tirana, Albania (este texto, el TEXTO Φ (F ó Phi) 043, contiene el Evangelio según Mateo y Marcos).  La palabra griega "threite", según los diccionarios griego-español, significa "seguir observando" en el sentido de "seguir examinando" o "examinad".  La palabra "observar", según el diccionario de la lengua española, significa en primer término "examinar atentamente"  (Examinad, pues, todo cuanto os digan).  Y esto es lo que hizo Jesucristo con todo lo que predicaban los escribas y fariseos, pues el Señor vio todo lo que ellos predicaban según sus leyes y enseñó que las personas de buena voluntad tenían que superar aquellas leyes imperfectas que ellos tenían.  Por eso, el Señor siguió diciendo a sus discípulos que no hicieran las obras de los escribas y fariseos "mas conforme a las obras de ellos no hagáis".  Las obras de los escribas y fariseos eran, entre otras cosas, escribir las leyes que ellos tenían para luego predicarlas y obligar al pueblo a cumplir con ellas, leyes que estaban imperfectamente escritas y que en muchos casos no guardaban la misericordia.  La misericordia es la verdadera Ley de Dios. 

Estas palabras:  "Examinad, pues, todo cuanto os digan, mas conforme a las obras de ellos no hagáis", también guardan relación con otras enseñanzas de Jesús que así nos dicen: "Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos y de los saduceos".  Los discípulos de Jesús pensaban que Jesús les hablaba del pan que no habían traído, pero Jesús les dice: "¿Cómo es que no entendéis que no fue por el pan que os dije que os guardaseis de la levadura de los fariseos y de los saduceos? Entonces entendieron que no les había dicho que se guardasen de la levadura del pan, sino de la doctrina de los fariseos y de los saduceos".  (Mateo 16:6).

Los Evangelios según Marcos y Lucas, refiriéndose a los escribas y fariseos, así nos dicen:   "Y les decía en su doctrina: Guardaos de los escribas, que gustan de andar con largas ropas, y aman las salutaciones en las plazas, y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas; que devoran las casas de las viudas, y por pretexto hacen largas oraciones. Estos recibirán mayor condenación".       (Marcos 12:38-40)

"Y oyéndole todo el pueblo, dijo a sus discípulos: Guardaos de los escribas, que gustan de andar con ropas largas, y aman las salutaciones en las plazas, y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas; que devoran las casas de las viudas, y por pretexto hacen largas oraciones; éstos recibirán mayor condenación".     (Lucas20:45-47).

AHORA VEAMOS CÓMO SON TRADUCIDAS LAS PALABRAS DE Mateo 23:3 POR LA MAYORÍA DE LAS RELIGIONES:

"En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos.  Todo, pues, cuanto  os digan, haced y guardad, mas conforme a las obras de ellos no hagáis; porque dicen y no hacen".  (Mateo 23:3)

Queridos amigos, como venimos mostrando en nuestro estudio del Evangelio, este versículo del Evangelio traducido de esta segunda forma:  "Todo, pues, cuanto  os digan, haced y guardad" (Mateo 23:3), es un versículo muy polémico en el que se justifican muchos religiosos para decirnos que Jesucristo mandó a sus discípulos que cumplieran con todos los preceptos del viejo testamento como si todo lo escrito en las leyes del viejo testamento fuera palabra de Dios.  Entonces, ante estas controversias de la escritura y también doctrinales, sólo nos queda una solución para saber cuál es el camino a seguir.  Como venimos diciendo en otros temas del Evangelio, ante los puntos difíciles tan encontrados como estos, y que se recogen en unas pocas palabras, el mejor camino para saber qué palabras debemos escoger es recordar todo el contexto del Evangelio para ver de una forma más amplia qué es lo que nos predicó Jesucristo realmente.  Una palabra o unas pocas palabras mal traducidas no pueden cambiar el sentido de toda la enseñanza del Evangelio. 

Si examinamos el siguiente texto, podemos ver que en él no nos dice Jesús que guardemos y hagamos todo lo que dicen los escribas y fariseos, pues en este texto nos está diciendo todo lo contrario, esto es, que nos guardemos de la doctrina de los fariseos y saduceos: "Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos y de los saduceos". Los discípulos de Jesús pensaban que Jesús les hablaba del pan que no habían traído, pero Jesús les dice: "¿Cómo es que no entendéis que no fue por el pan que os dije que os guardaseis de la levadura de los fariseos y de los saduceos?  Entonces entendieron que no les había dicho que se guardasen de la levadura del pan, sino de la doctrina de los fariseos y de los saduceos". (Mateo 16:6).

Todo el Evangelio de Jesús recoge muchas partes donde Jesús mantiene una gran discusión con los escribas y fariseos por causa de la Ley, pues el Señor no vino a cumplir con todo lo que hacían y decían los escribas y fariseos, sino que vino a enseñar al mundo los verdaderos mandamientos de Dios que los fariseos, saduceos y escribas ya no conocían…  ¿Y por qué no conocían ya la verdadera Ley de Dios?  La respuesta está en varias partes de las escrituras de los profetas y del Evangelio que ahora seguidamente escribimos:  "Dice, pues, el Señor: Porque este pueblo se acerca a mí con su boca, y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí, y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado" (Isaías 29,13).

"Aun la cigüeña en el cielo conoce su tiempo, y la tórtola y la grulla y la golondrina guardan el tiempo de su venida; pero mi pueblo no conoce el juicio de Yavé. ¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas." (Jeremías 8:7-9).

"Pero no habléis más de "¡Carga del Señor!" La "carga" será para cada uno su propia palabra; porque vosotros falsificáis las palabras del Dios vivo, el Señor todopoderoso, vuestro Dios"   (Jeremías 23,36).

Y Jesucristo, recordando las palabras del profeta Isaías, también dijo:  "Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo:

Este pueblo de labios me honra;
Mas su corazón está lejos de mí.
Pues en vano me honran,
Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres
".
(Mateo 15,7-9)

La discusión que mantuvo Jesucristo con los escribas y fariseos por causa de la Ley está recogida en una extensa parte del Evangelio.  En cuanto a la Ley, también recogemos las palabras del Evangelista que así nos dicen: 

"Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas cosas en el día de reposo. Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo. Por esto los judíos aun más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios". (Juan 5:16-18).

Jesucristo quebrantó los preceptos que tenían sobre el día de reposo porque aquella ley no era verdadera Ley de Dios... La verdadera Ley de Dios nunca será abolida, porque la Ley de Dios es inmutable y eterna:  "Redención ha enviado a su pueblo; Para siempre ha ordenado su pacto" (Salmos 111,9)

Sigue...


Respuesta  Mensaje 37 de 44 en el tema 
De: Juan30 Enviado: 29/09/2012 17:05

EL VIEJO PACTO ERA DEFECTUOSO.

"Queda, pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de su debilidad e ineficacia (pues nada perfeccionó la ley), y de la introducción de una mejor esperanza, por la cual nos acercamos a Dios”. (Hebreos 7:18-19)

"Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas. Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo. (Hebreos 8,6-7).

"Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer". (Hebreos 8,13).

UN FARISEO ARREPENTIDO QUE DESECHÓ MUCHAS LEYES DEL VIEJO TESTAMENTO POR SEGUIR LOS PIADOSOS MANDAMIENTOS DE JESUCRISTO Y QUE ASÍ NOS DICE:

"Circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo;   en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible.  Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo.  Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo,  y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe"   (Filipenses 3:2-9)

EL CONCILIO DE JERUSALÉN

En este Concilio, los apóstoles mantuvieron una importante discusión con los fariseos que querían imponer a la Iglesia (Iglesia de los apóstoles) el cumplimiento de las leyes del viejo testamento.  Los apóstoles decretaron que los cristianos estaban libres de muchas leyes del viejo testamento y que ahora sólo tenían la Ley de Jesucristo:  

"Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían creído, se levantaron diciendo:  Es necesario circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés.  Y se reunieron los apóstoles y los ancianos para conocer de este asunto".  (Hechos 15:5-6)

El apóstol Pedro les dijo: "Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar? Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que ellos". (Hechos 15:10-11)...

"Por cuanto hemos oído que algunos que han salido de nosotros, a los cuales no dimos orden, os han inquietado con palabras, perturbando vuestras almas, mandando circuncidaros y guardar la ley, nos ha parecido bien, habiendo llegado a un acuerdo, elegir varones y enviarlos a vosotros con nuestros amados Bernabé y Pablo" (Hechos 15,24-25)

Después de esta discusión, los Apóstoles escribieron una carta a los hermanos, diciéndoles que a los Apóstoles, movidos por el Espíritu Santo, les había parecido bien no imponer ninguna carga a los cristianos más que estas cosas necesarias:  "..... a saber, que os abstengáis de las carnes inmoladas a los ídolos, de la sangre, de la impureza y no hacer a los otros lo que no queráis que se os haga a vosotros. Haréis bien en observar todo esto. Caminad en el espíritu Santo Amen".  (Hechos 15:28-30,  Forma Occidental de las escrituras).

Esto es lo que declararon los apóstoles en el Concilio de Jerusalén:  que los cristianos estaban libres de las leyes del viejo testamento que no guardaban la caridad del Evangelio y que desde entonces sólo tenían que observar la Ley de Jesucristo.   La Ley de Jesucristo nos dice así:  "todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas". (Mateo 7:12).  Ésta es la Ley que Jesucristo mandó que cumpliéramos y no todo lo que decían los escribas y fariseos.  Esta Ley de Jesucristo nos libra de las pesadas cargas de muchas leyes del viejo testamento que imponían los escribas y fariseos al pueblo.  Jesucristo sigue diciendo sobre ellos lo siguiente:

 Mateo 23:4 Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas.  23:5 Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Pues ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos;  23:6 y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas, 
23:7 y las salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamen: Rabí, Rabí.  23:8 Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. 

Comentario:...  Estas palabras demuestran claramente que no son correctas las traducciones de las biblias que dicen que hagamos todo lo que digan los escribas y fariseos, pues si ellos querían que les llamaran "Rabí", y al Señor eso no le agrada porque dice que nosotros no queramos que nos llamen Rabí, entonces ¿cómo vamos a hacer lo que dicen los escribas y fariseos?...

 Mateo 23:9 Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos.  23:10 Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo.  23:11 El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo.  23:12 Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido. 23:13 Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando.  23:14 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas, y como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor condenación.  23:15 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros.

Comentario:... Estas palabras también demuestran claramente que no son correctas las traducciones de las biblias que dicen que hagamos todo lo que digan los escribas y fariseos, pues si ellos cuando recorrían mar y tierra para hacer un prosélito, una vez hecho, lo hacían dos veces más hijo del infierno que ellos, entonces ¿cómo vamos a hacer los cristianos todo lo que dicen los escribas y fariseos?...

 Mateo 23:16 ¡Ay de vosotros, guías ciegos! que decís: Si alguno jura por el templo, no es nada; pero si alguno jura por el oro del templo, es deudor. 23:17 ¡Insensatos y ciegos! porque ¿cuál es mayor, el oro, o el templo que santifica al oro? 
23:18 También decís: Si alguno jura por el altar, no es nada; pero si alguno jura por la ofrenda que está sobre él, es deudor. 
23:19 ¡Necios y ciegos! porque ¿cuál es mayor, la ofrenda, o el altar que santifica la ofrenda? 

Comentario:...  Estas palabras también demuestran claramente que no son correctas las enseñanzas que nos dicen que hagamos todo lo que digan los escribas y fariseos, pues, si el Señor dice que son ciegos, y en otra ocasión nos enseña que si un ciego guía a otro ciego ambos caerán en el pozo, entonces ¿cómo vamos a hacer los cristianos todo lo que dicen los escribas y fariseos? (religiones que imponen las leyes del viejo testamento diferentes al Evangelio)...

 Mateo 23:20 Pues el que jura por el altar, jura por él, y por todo lo que está sobre él;  23:21 y el que jura por el templo, jura por él, y por el que lo habita;  23:22 y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios, y por aquel que está sentado en él. 
23:23 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.  23:24 ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, y tragáis el camello! 
23:25 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia.  23:26 ¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio.  23:27 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. 
23:28 Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad.  23:29 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los profetas, y adornáis los monumentos de los justos,  23:30 y decís: Si hubiésemos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en la sangre de los profetas. 
23:31 Así que dais testimonio contra vosotros mismos, de que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas. 
23:32 ¡Vosotros también llenad la medida de vuestros padres! 
23:33 ¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno? 23:34 Por tanto, he aquí yo os envío profetas y sabios y escribas; y de ellos, a unos mataréis y crucificaréis, y a otros azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad;  23:35 para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, a quien matasteis entre el templo y el altar.  23:36 De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación.

Comentario:...  En estos versículos del Evangelio donde Jesucristo reprende a los escribas y fariseos, se nos abre una puerta para comprender que aquellos sacerdotes y escribas no conocían la verdadera Ley de Dios..., y lo que enseñaban con sus ejemplos y muchas de las leyes del viejo testamento que ellos imponían, no guardaba la verdadera Ley de Dios.  El Señor, después se lamentaría sobre Jerusalén y, después de su muerte, vendría una gran destrucción sobre Israel.  El Señor les sigue diciendo:  "Por tanto, he aquí yo os envío profetas y sabios y escribas; y de ellos, a unos mataréis y crucificaréis, y a otros azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad;  para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías, a quien matasteis entre el templo y el altar.  De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación".   (Mateo 23)

El Señor dijo a los escribas y fariseos que les enviaría profetas sabios y escribas, y que estos que Él enviara serían muy perseguidos y algunos torturados y muertos.  Después de que Jesucristo nos predicara el Evangelio, las naciones han sufrido una tribulación como nunca antes se había conocido.  Igualmente, Jerusalén y el resto de Israel sufrirían un gran desastre y destrucción por parte del imperio romano:

 Mateo 23:37 ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste!  23:38 He aquí vuestra casa os es dejada desierta.  23:39 Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor.

Sigue en el capítulo 24


Respuesta  Mensaje 38 de 44 en el tema 
De: Juan30 Enviado: 30/09/2012 22:37

MATEO 24

 Mateo 24:1 Cuando Jesús salió del templo y se iba, se acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del templo. 24:2 Respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada.

Comentario:...  La destrucción de Jerusalén se cumplió en el año 70 después de Cristo, por los Romanos, bajo la dirección del general Tito.

Cuando reinaba Herodes, la ciudad de Jerusalén era una ciudad importante y bien construida, en la que había templos, murallas y fortalezas.  Antes de ser destruida nadie podría creer que aquella ciudad fortaleza pudiera ser asolada.  Sin embargo, como Jesucristo había profetizado, la ciudad fue destruida.

Las guerras entre romanos y judíos duraron muchos años, pero al final los judíos fueron vencidos por Roma y Roma tuvo poca compasión de ellos, pues llegó a torturar a muchos judíos y a crucificarlos.  Y es que, cuando muchos judíos condenaban a Jesús ante Pilatos, éste se lavó las manos y les dijo:  "Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros.  Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos"  (Mateo 27:25).  Aquellos judíos que tales cosas hicieron con Jesús, proclamaron su propia sentencia, pues fue destruida la ciudad de Jerusalén y fueron muchísimos los que murieron.   Escritos que nos hablan extensamente sobre estos sucesos entre judíos y romanos, fueron los del historiador judío Flavio Josefo ("La Guerra Judía").

 Mateo 24:3 Y estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo? 24:4 Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe.  24:5 Porque vendrán muchos usando mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán

Comentario:...  Desde Jesucristo hasta nuestros días han surgido en el mundo muchas religiones y caudillos, con sus ejércitos, que proclamaban que ellos eran los seguidores o enviados de Jesucristo, pero que en realidad, lo que hicieron fue asolar la tierra y dominarla para sus propios intereses... Algunos de estos crueles dictadores se proclamaban como enviados de Jesucristo.  El Señor nos avisó de estas cosas, pues así nos dijo:  "Porque vendrán muchos usando mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y a muchos engañarán".

 Mateo 24:6 Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin.

Comentario:...  En el primer siglo y después de que Jesucristo fue elevado a los cielos, sobre Israel vino un gran castigo, pues, como hemos dicho anteriormente, el imperio romano invadió Israel y destruyó la ciudad de Jerusalén por completo.  Jesucristo había profetizado la destrucción de Jerusalén:  "Pero cuando viereis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado.  Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes; y los que en medio de ella, váyanse; y los que estén en los campos, no entren en ella.  Porque estos son días de retribución, para que se cumplan todas las cosas que están escritas.  Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! porque habrá gran calamidad en la tierra, e ira sobre este pueblo.  Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan".  (Lucas 21:20-24).

Luego el Señor sigue profetizando y diciendo que en el futuro habría otras guerras y desastres en diversos lugares.

 Mateo 24:7 Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. 24:8 Y todo esto será principio de dolores. 

Comentario:...  Desde que Jesucristo profetizó estas cosas, en el mundo ha habido muchas guerras, entre ellas las dos guerras mundiales que hemos pasado:  "Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino"... A estas grandes guerras les seguirían otros grandes desastres:  "y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares"...  El siglo XX y los años que han seguido a este siglo han sido unos tiempos de desastres, hambres y enfermedades como nunca antes se han conocido. Pero estas grandes guerras y estos grandes desastres sólo serían el principio de los dolores antes del fin: "Y todo esto será principio de dolores".

 Mateo 24:9 Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre. 24:10 Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán.      24:11 Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos;  24:12 y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. 24:13 Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.

Comentario:...  Qué poquitos serán los que se mantengan firmes en las enseñanzas del Evangelio en estos años de tan gran tribulación..., pues nos dice el Señor que seremos aborrecidos por todas las gentes: "Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre"... Esto nos enseña que la pequeña iglesia de Jesucristo que ame vivir fielmente las enseñanzas del Evangelio será muy perseguida por el mundo...  Mientras, muchas grandes religiones establecidas en el mundo y dominadas por los hombres codiciosos de poder y riquezas harán que surjan muchos falsos profetas que, con las enseñanzas de sus biblias y leyes que no son el Evangelio, engañarán a muchos: "Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos"... Se levantarán muchos falsos profetas que engañaran a muchos, mientras que la verdadera iglesia (los que vivan sólo y fielmente la Ley del Evangelio (el amor que obra por la misericordia)) será muy perseguida y por esta causa serán muy pocos, como nos dicen los profetas:  "Volverá un resto, un resto de Jacob, al Dios fuerte. Porque, aunque fuera tu pueblo Israel corno las arenas del mar, sólo un resto volverá. Decretada está la destrucción, que acarreará la justicia"....  (Isaías  10:21) ...

"Así dice Yahveh:  Como salva el pastor de la boca del león dos patas o la punta de una oreja, así se salvarán los hijos de Israel" (Amos 3:12)... 

Muchas religiones llamadas cristianas miden su veracidad por el número de sus seguidores, sin embargo, como nos indican los profetas, la verdadera religión será muy pequeña y muy perseguida hasta que Jesucristo venga y sea salvada. 

 Mateo 24:14 Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.

Comentario:...  Desde hace mucho tiempo, el Evangelio ya ha sido predicado en todo el mundo aunque muchos pueblos lo hayan rechazado y se hayan vuelto a otras religiones después de haberlo conocido. El Evangelio sería predicado en todas las naciones "y entonces vendrá el fin".

 Mateo 24:15 Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda),  24:16 entonces los que estén en Judea, huyan a los montes.  24:17 El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa;  24:18 y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa. 24:19 Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días!  24:20 Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo;  24:21 porque habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá.  24:22 Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados. 

Comentario:... La abominación desoladora... Jesucristo nos mandó predicar sólo su Evangelio (Marcos 16:15)... Pero, como el Evangelio de Jesucristo no justificaba las penas de muerte, ni las guerras, ni la esclavitud, ni el que unos tuvieran mucho y otros poco..., no les venía bien a los poderosos de Roma.   Todo este sistema de vida tan apartado de la misericordia del Evangelio y tan poco cristiano pasó a ser una gran abominación para muchos cristianos del siglo IV, que huyeron de las grandes ciudades del imperio y, haciéndose monjes, se asentaron en tierras de Egipto y en las Galias.  En la decisión de estos cristianos se ven reflejadas las palabras de Jesucristo cuando nos dice:  "Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea, huyan a los montes " (Mateo 24:15-18).

La abominación desoladora es todo aquello que ha intentado siempre anular la autoridad de la Ley del Evangelio, pues el Evangelio nos manda cumplir siempre con el perdón y la misericordia...  "(el que lee, entienda)..."  Cuando leemos biblias religiosas u otros libros religiosos debemos entender lo que es Evangelio y lo que son preceptos de hombres que no son fieles al Evangelio..., pues en la antigüedad la Ley había sido dada a Moisés pero después de los años y los siglos los escribas aumentaron la Ley con muchos preceptos de hombres.  Recordemos de nuevo al profeta Jeremías:  "Aun la cigüeña en el cielo conoce su tiempo, y la tórtola y la grulla y la golondrina guardan el tiempo de su venida; pero mi pueblo no conoce el juicio de Yavé. ¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas." (Jeremías 8:7-9).

Jesucristo vino a restablecer la verdadera Ley de Dios que su pueblo ya no conocía porque los escribas habían aumentado la ley con muchos preceptos crueles de hombres, y cambiar la Ley de Dios en falsedad en las escrituras también es una abominación (el que lee, entienda)...  Después de hablarnos de la abominación de la desolación, el Señor nos sigue diciendo:

 Mateo 24:23   Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis.  24:24 Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.  24:25 Ya os lo he dicho antes. 24:26 Así que, si os dijeren: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad, está en los aposentos, no lo creáis.   24:27 Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre. 24:28 Porque dondequiera que estuviere el cuerpo muerto, allí se juntarán las águilas.

Comentario:...  Jesucristo, en su misericordia, sabiendo que los hombres movidos por la codicia de dinero y poder intentarían hacer ver al mundo que ellos son la señal de Dios, nos dejó la señal de cómo sería su segunda venida para que nadie nos confunda:  "Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre".  Todo ojo le verá y nadie tendrá necesidad de decir:  "¿Dónde está Jesucristo?"

 Mateo 24:29 E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas.  24:30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.  24:31 Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.  24:32 De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca.  24:33 Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas.  24:34 De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. 

Comentario:...  El día de la segunda venida del Señor será de duelo para los que no aman vivir como manda el Evangelio...  Sin embargo, para los escogidos será un día de gran alegría y consuelo, porque serán recogidos por los ángeles:  "desde un extremo del cielo hasta el otro".  ¡Qué grande será aquel día para los que amamos vivir el Evangelio del Señor!...  Pidamos vivir siempre como le agrada al Señor para que Jesús no esté triste con nosotros.  Que Dios nos ayude.

 Mateo 24:35 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.  24:36 Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre. 

Comentario:...  Sólo Dios sabe cuándo se cumplirá la segunda venida del Señor, pero las profecías de Jesús nos entregan muchas señales que, si las examinamos con amor y dedicación, podremos sentir, si Dios quiere, los tiempos (años) próximos a su Segunda Venida, pues, como dice el Señor, el cielo y la tierra pasarán pero sus palabras no pasarán.  "Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre".

 Mateo 24:37 Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre.  24:38 Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca,  24:39 y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre. 
24:40 Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado. 24:41 Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada. 
24:42 Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.  24:43 Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa.  24:44
Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.

Comentario:...  LA  SEGUNDA VENIDA DEL SEÑOR...

¿En qué debemos estar preparados aquellos que amamos a Jesús?...   Bien claro está en el transcurso de toda la enseñanza del Evangelio que en lo que debemos estar siempre preparados es en hacer las obras de caridad que Jesús nos manda:  "todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas"  (Mateo 7:12)...   Qué hermoso y qué dulce es que los hermanos habiten juntos y se amen y se ayuden y se entreguen unos a otros todo lo que tienen para que todos vivan con amor y haciendo lo que Jesucristo nos manda.  Pero, si importante es repartir entre todos los hermanos los bienes que tenemos, también es importante cuidar las profecías de Jesucristo para que nadie nos engañe y para que conozcamos los tiempos próximos de la Segunda Venida del Señor: 

"No apaguéis al Espíritu. 
No menospreciéis las profecías. 
Examinadlo todo; retened lo bueno. 
Absteneos de toda especie de mal".
(1ª Tesalonicen. 5:19-22)

"En dos días nos dará la vida y el tercero nos levantará y en su presencia viviremos".   (Oseas 6: 2-6)

"Y Él les dijo:  «Id y decid a esa raposa: "Has de saber que expulsaré demonios y haré curaciones hoy y mañana, y pasado habré terminado".  (Lucas 13:31)

"Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.   (2ª Pedro 3:8)

Nos dicen el profeta Oseas y el Evangelio según Lucas que hay dos días de trabajo y al tercero vendrá el descanso, y Pedro nos dice que un día es como mil años y mil años como un día.  Entonces, según la inspiración que se desprende de estas profecías, la obra de Jesucristo en su iglesia será de dos días (dos mil años) y el tercer día será el día de descanso.  Dos días (dos milenios) ya han pasado, y el tercero, si es que aún no ha llegado, está a punto de comenzar.  Entonces, la Segunda Venida de Jesucristo está a punto de cumplirse.  El apóstol Juan, en su libro "el Apocalipsis" nos dejó escrito que el Señor, después de su Segunda Venida, con nosotros vivirá mil años en la tierra.  En esos mil años, los hombres y mujeres de buena voluntad terminarán la última lección antes de vivir con Jesucristo para siempre en su paraíso (Apocalipsis 20). "El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.  Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas".  (2ª Pedro 3:9-10)

 Mateo 24:45 ¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo?  24:46 Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así.  24:47 De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá.  24:48 Pero si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir;  24:49 y comenzare a golpear a sus consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos,  24:50 vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe,  24:51 y lo castigará duramente, y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes.

Comentario:...  "vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe"...  El apóstol Juan vio en una visión la Segunda Venida del Señor y nos dice así:

"Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea.   Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo.   Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS.  Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos.  De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.  Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.  Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: Venid, y congregaos a la gran cena de Dios,  para que comáis carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de caballos y de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes. Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército.   Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre.  Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos".     (Apocalipsis 19:11-21)

Sigue en el capítulo 25


Respuesta  Mensaje 39 de 44 en el tema 
De: Juan30 Enviado: 30/09/2012 22:44

MATEO 25

 Mateo 25:1 Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. 25:2 Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. 
25:3 Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite;  25:4 mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas.  25:5 Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron.  25:6 Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle! 25:7 Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas.  25:8 Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan.  25:9 Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas.  25:10 Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. 
25:11 Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos!  25:12 Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. 25:13 Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.

Comentario:...   "Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta".  En el pueblo de Israel, según las costumbres antiguas, un hombre podía desposarse con varias mujeres.  En tiempos de los apóstoles la misericordia era la Ley para todos (se respetaban las costumbres de los pueblos)...  Estas costumbres que vivía el pueblo de Israel por las que un hombre podía vivir con varias mujeres cambiaron cuando los emperadores de Roma comenzaron a dominar sobre las iglesias cristianas.  Desde entonces, se instituyó el matrimonio monógamo y esa ha sido la costumbre desde aquellos tiempos.  Más detalles sobre cuándo se instituyó el matrimonio eclesiástico podemos encontrarlos en páginas anteriores de este libro, en el tema:  CONCILIOS RELIGIOSOS QUE IMPUSIERON EL MATRIMONIO ECLESIÁSTICO.

En esta enseñanza de las diez vírgenes Jesucristo nos advierte que estemos preparados para que cuando Él venga en su Segunda Venida no nos sorprenda ese día haciendo cosas malas o imperfectas.  Este ejemplo está bien claro, pero ¿por qué escogió el Señor este ejemplo que indica que los hombres podían tomar varias mujeres para su casa?...  El Señor no dice nada contra esta costumbre y usa el marco de este ejemplo para enseñarnos a ser prudentes y estar siempre preparados porque el Esposo (Jesucristo) puede llegar en el momento que menos pensemos.

El pueblo de Israel antes de Cristo vivió las costumbres de que un hombre podía vivir con varias mujeres en su casa.  En tiempos de Jesucristo y en tiempos de los apóstoles, los cristianos vivieron la Ley de la misericordia para vivir lo social y lo económico (respetando las costumbres de los pueblos)..., pero después de los apóstoles, cuando las iglesias pasaron a ser dominadas por hombres que no eran de la Iglesia y hombres de otros pueblos y costumbres diferentes, se instituyó el matrimonio eclesiástico y monógamo (siglo VII).  Es mucho lo que se ha discutido sobre estos temas de lo social y lo económico en el seno de las religiones llamadas cristianas..., pero en cuanto a la doctrina de Cristo aún queda un misterio por resolver, y este misterio se encuentra en unas pocas palabras de Jesucristo que muy pocos quieren recordar y que nos dicen así: 

"Entonces respondiendo Jesús, les dijo:  Los hijos de este siglo se casan y se dan en casamiento, mas los que son tenidos dignos del siglo aquel de obtener también la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento. Porque no pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección".   (Lucas 20:34-36)

Si los cristianos debemos seguir el ejemplo de Jesucristo, debemos comprender que Él no se casó (Él fue el Esposo de toda su iglesia)...  Y los apóstoles después de Jesucristo tampoco se casaron según las costumbres de los casamientos del mundo.  Entonces, en cuanto a lo económico y lo social que vivieron los primeros cristianos, hay un debate que ha sido silenciado durante siglos pero que el Evangelio nos lo recuerda cada día..., para que examinemos con cuidado las leyes y costumbres de los hombres y sus religiones y nos acordemos siempre que el camino de la misericordia es la Ley del cristiano.  El camino de la misericordia fue entorpecido y silenciado en muchas ocasiones por la codicia de los hombres..., hombres poderosos que desde antiguo han dominado sobre toda religión y todo pueblo y que han impuesto sus leyes de hombres.

 Mateo 25:14 Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. 
25:15 A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos. 
25:16 Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos  25:17 Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos.  25:18 Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor.  25:19 Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos.  25:20 Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos.  25:21 Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.  25:22 Llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos.  25:23 Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.  25:24 Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; 25:25 por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo. 
25:26 Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. 25:27 Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses.  25:28 Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos.  25:29 Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.
25:30 Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.

25:31 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, 25:32 y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartaralos unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.  25:33 Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.  25:34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.  25:35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis;  25:36 estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.  25:37 Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? 25:38 ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos?  25:39 ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? 25:40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.  25:41 Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.  25:42 Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; 25:43 fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis.  25:44 Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?  25:45 Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis. 25:46 E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.

Comentario:...  El amor que obra por la misericordia es lo más precioso y es con lo que Dios quiere que cumplamos... Y los que viven teniendo misericordia de los demás vivirán las delicias del amor "la vida eterna".  En cambio, los malditos serán apartados y el Señor les dirá:  "Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles"...  Tengamos siempre amor para dar a los demás, que es lo más hermoso.

CÓMO ES EL INFIERNO (fuego eterno):

"Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles".  (Mateo 25:42).

Cuando pensamos en estas cosas de los infiernos, nos vienen a la mente unas preguntas:  ¿están sufriendo los malos los tormentos del infierno desde hace miles de años y luego lo estarán para siempre?...  El mal siempre está dispuesto para escandalizar a los pequeños de Dios y para hacer ver que Dios es cruel.

Sobre esto del infierno y dónde están los muertos después de morir, hay una escritura en el libro del Apocalipsis que nos entrega muchos detalles.  Cuando Jesucristo venga en su segunda venida, la bestia y el falso profeta serán arrojados al lago de fuego (el infierno).  Y los hombres que acompañaban a la bestia y al falso profeta serán muertos con la espada que salía de la boca del Señor (posiblemente su Palabra):  "Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre.  Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos" (Apocal. 19:20-21)

Los hombres malos no fueron arrojados al infierno, sólo murieron porque tienen que comparecer ante el Juicio Final donde cada una será juzgado según sus obras.  Satanás tampoco fue arrojado al infierno todavía, pues sólo es encadenado por mil años:  "Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano.  Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años"  (Apocalipsis. 20:1-2)

Después de los mil años del reinado de Jesucristo, los muertos resucitarán para comparecer ante el Juicio Final.  El milenio de delicias en el que reinará Jesucristo sobre la tierra, aun no ha llegado.  Entonces, el Juicio Final tampoco ha llegado porque vendrá después de los mil años del reinado de Jesucristo sobre la Tierra.   Entonces, hasta que no venga el Juicio Final, nadie hay en el infierno porque los muertos están muertos hasta el Juicio Final. Veamos lo que nos dice la Escritura:  "Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años.  Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años."   (Apoca.20:4-6)

Entonces, si en la primera resurrección (el milenio del reinado de Jesucristo sobre la Tierra, que aún no ha llegado)  sólo resucitan los muertos que dieron su vida por el Señor, y los demás muertos no viven hasta el Juicio Final..., esto quiere decir que ningún muerto está viviendo ni sufriendo porque está muerto. 

Satanás y sus demonios sufren diariamente un infierno, pero no porque estén sufriendo en sus cuerpos las llamas de ningún fuego, sino porque no pueden hacer todo el daño que quieren a los hijos de Dios, ni pueden destruir a Dios ni tampoco su obra.  

Como hemos visto, está escrito que los "decapitados" por el Nombre del Señor y los que no han adorado a la bestia, que son los que tienen buena voluntad, después de morir,  volverán a la vida y reinarán con Jesucristo mil años cuando Él venga en su Segunda Venida, pero "Los demás muertos no revivieron hasta que se acabaron los mil años".  (Apocalip.  20:4-5).

Después de los mil años del reinado de Cristo en la Tierra (reino que aún no ha llegado), llegará el Juicio Final y resucitarán los muertos para que cada uno pague según obras.  Así nos dice el Apocalipsis:   "Y el mar Entregó los muertos que estaban en él, y la Muerte y el Hades entregaron los muertos que estaban en ellos; y fueron juzgados, cada uno Según sus obras.  Y la Muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda, el lago de fuego. Y el que no fue hallado inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego".    (Apocalipsis 20:14-15).

Como hemos visto anteriormente, los que dieron la vida por Jesucristo, resucitarán para vivir con Él en el paraíso, y estos no serán juzgados en el Juicio Final, pues vivirán con Jesucristo para siempre.   Pero en estos últimos versículos también nos dice Juan, el apóstol, que los demás muertos se levantarán al final de los tiempos para sufrir el Juicio Final.   Entonces, hasta el Juicio Final, ninguno de estos muertos levantará la cabeza.   Después, serán juzgados según sus obras y, hasta que no sean juzgados y condenados, los que tengan que ser condenados, no serán arrojados al lago de fuego, que es la segunda muerte.

La Segunda Venida de Jesucristo aún no ha llegado, ni la primera resurrección de los muertos, ni tampoco el Juicio Final...   Ningún muerto ha sido todavía juzgado ni condenado;  entonces, los muertos están muertos y, cuando llegue el Juicio Final, cada uno pagará según sus obras y, después, los que no estén inscritos en el Libro de la Vida, dejarán de existir.   "Pues los malvados serán exterminados, más lo que esperan en Yavé heredarán la tierra.   Un poco más y ya no existe el malo, buscas su lugar y ya no está(Salmos 37,9-10)...

"Los malos caen y no existen más, la casa de los buenos permanece en pie".  (Proverbios 12:7). 

Entonces, según la misericordia de Dios, los malos (los que no estén inscritos en el Libro de la Vida), después del Juicio Final " no existen más".

Sigue en el capítulo 26


Respuesta  Mensaje 40 de 44 en el tema 
De: Juan30 Enviado: 30/09/2012 22:48

MATEO 26

 Mateo 26:1 Cuando hubo acabado Jesús todas estas palabras, dijo a sus discípulos: 26:2 Sabéis que dentro de dos días se celebra la pascua, y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado.  26:3 Entonces los principales sacerdotes, los escribas, y los ancianos del pueblo se reunieron en el patio del sumo sacerdote llamado Caifás,  26:4 y tuvieron consejo para prender con engaño a Jesús, y matarle.  26:5 Pero decían: No durante la fiesta, para que no se haga alboroto en el pueblo.

26:6 Y estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso, 
26:7 vino a él una mujer, con un vaso de alabastro de perfume de gran precio, y lo derramó sobre la cabeza de él, estando sentado a la mesa. 26:8 Al ver esto, los discípulos se enojaron, diciendo: ¿Para qué este desperdicio?  26:9 Porque esto podía haberse vendido a gran precio, y haberse dado a los pobres. 
26:10 Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué molestáis a esta mujer? pues ha hecho conmigo una buena obra.  26:11 Porque siempre tendréis pobres con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis. 26:12 Porque al derramar este perfume sobre mi cuerpo, lo ha hecho a fin de prepararme para la sepultura. 
26:13 De cierto os digo que dondequiera que se predique este evangelio, en todo el mundo, también se contará lo que ésta ha hecho, para memoria de ella.

26:14 Entonces uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes,  26:15 y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata.  26:16 Y desde entonces buscaba oportunidad para entregarle. 

26:17 El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, vinieron los discípulos a Jesús, diciéndole: ¿Dónde quieres que preparemos para que comas la pascua?  26:18 Y él dijo: Id a la ciudad a cierto hombre, y decidle: El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa celebraré la pascua con mis discípulos. 
26:19 Y los discípulos hicieron como Jesús les mandó, y prepararon la pascua.  26:20 Cuando llegó la noche, se sentó a la mesa con los doce.  26:21 Y mientras comían, dijo: De cierto os digo, que uno de vosotros me va a entregar.  26:22 Y entristecidos en gran manera, comenzó cada uno de ellos a decirle: ¿Soy yo, Señor?  26:23
Entonces él respondiendo, dijo: El que mete la mano conmigo en el plato, ése me va a entregar.  26:24 A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él, mas ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido.  26:25 Entonces respondiendo Judas, el que le entregaba, dijo: ¿Soy yo, Maestro? Le dijo: Tú lo has dicho. 26:26 Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo.  26:27 Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos;  26:28 porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados. 26:29 Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre. 

26:30 Y cuando hubieron cantado el himno, salieron al monte de los Olivos.  26:31 Entonces Jesús les dijo: Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas. 26:32 Pero después que haya resucitado, iré delante de vosotros a Galilea.
26:33 Respondiendo Pedro, le dijo: Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré. 26:34 Jesús le dijo: De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces. 26:35 Pedro le dijo: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo. 

26:36 Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro.  26:37 Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera. 26:38 Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.  26:39 Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.  26:40 Vino luego a sus discípulos, y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora?  26:41 Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.  26:42 Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad.  26:43 Vino otra vez y los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño. 26:44 Y dejándolos, se fue de nuevo, y oró por tercera vez, diciendo las mismas palabras.  26:45 Entonces vino a sus discípulos y les dijo: Dormid ya, y descansad. He aquí ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores. 26:46 Levantaos, vamos; ved, se acerca el que me entrega. 

26:47 Mientras todavía hablaba, vino Judas, uno de los doce, y con él mucha gente con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo.  26:48 Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, ése es; prendedle.  26:49 Y en seguida se acercó a Jesús y dijo: ¡Salve, Maestro! Y le besó.  26:50 Y Jesús le dijo: Amigo, ¿a qué vienes? Entonces se acercaron y echaron mano a Jesús, y le prendieron.  26:51 Pero uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo a un siervo del sumo sacerdote, le quitó la oreja.  26:52 Entonces Jesús le dijo: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán.  26:53 ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles?  26:54 ¿Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras, de que es necesario que así se haga?

Comentario:...   EL GRAN EJEMPLO DE JESÚS NOS ENSEÑA QUE DIOS NO QUIERE QUE LOS HOMBRES SE MATEN UNOS A OTROS, y así nos vuelve a entregar el conocimiento de lo que Dios quiere, esto es, LA MISERICORDIA.  Jesucristo, siendo Dios, con el poder para destruir a quienes querían hacerle daño, no hizo nada contra ellos ni quiso que tampoco los apóstoles lo hicieran.  A todos quiso darles un ejemplo de paz, de amor y de misericordia, para que aquellos que le aman y le quieran seguir, comprendan que lo que Dios quiere es el perdón y la misericordia...  y, así,  los hombres, algún día, pierdan el miedo a ser misericordiosos y dejen de agarrar las armas para matar y hacer daño a sus semejantes.   El amor  venció al miedo y al terror... y el Gran Ejemplo de Jesús dejó abolidas para siempre todas las leyes que mandaban que los hombres mataran a sus semejantes, hicieran guerras y aplicaran castigos y penas de muerte.  Él había enseñado a sus discípulos el mandamiento que dice:  "No matarás", y lo cumplió con su ejemplo.   Y es que el amor ayuda al hombre a vencer el temor a la muerte.  Aquellas naciones que, después de haber conocido a Jesucristo, siguen aplicando penas de muerte a sus semejantes, aún siguen imponiendo las leyes de muerte del viejo testamento;  aún no han llegado a la comprensión de que la Ley de los cristianos es la que nos predica Jesucristo en el Evangelio..., y esta Ley nos manda "No matarás" y también misericordia y perdón para todos.   El día aquel cuando los hombres decidan de una vez para siempre vivir con la misericordia que Jesucristo nos mandó, un nuevo día amanecerá en el mundo, y las tinieblas de la confusión desaparecerán de todos los pueblos.  Aquellas tinieblas de confusión y dolor que vivieron los hombres y mujeres del mundo, y que muchos de ellos aún siguen viviendo, las sufrió Jesucristo en su Cuerpo para que comprendiéramos que los hombres, con sus leyes de muerte, habían torturado y crucificado al Autor de la vida, que es Jesucristo.

 Mateo 26:55  En aquella hora dijo Jesús a la gente: ¿Cómo contra un ladrón habéis salido con espadas y con palos para prenderme? Cada día me sentaba con vosotros enseñando en el templo, y no me prendisteis. 26:56 Mas todo esto sucede, para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron.  26:57 Los que prendieron a Jesús le llevaron al sumo sacerdote Caifás, adonde estaban reunidos los escribas y los ancianos.  26:58 Mas Pedro le seguía de lejos hasta el patio del sumo sacerdote; y entrando, se sentó con los alguaciles, para ver el fin. 26:59 Y los principales sacerdotes y los ancianos y todo el concilio, buscaban falso testimonio contra Jesús, para entregarle a la muerte,  26:60 y no lo hallaron, aunque muchos testigos falsos se presentaban. Pero al fin vinieron dos testigos falsos, 26:61 que dijeron: Este dijo: Puedo derribar el templo de Dios, y en tres días reedificarlo. 26:62 Y levantándose el sumo sacerdote, le dijo: ¿No respondes nada? ¿Qué testifican éstos contra ti?  26:63 Mas Jesús callaba. Entonces el sumo sacerdote le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios.  26:64 Jesús le dijo: Tú lo has dicho; y, además os digo, que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo. 26:65 Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: ¡Ha blasfemado! ¿Qué más necesidad tenemos de testigos? He aquí, ahora mismo habéis oído su blasfemia. 26:66 ¿Qué os parece? Y respondiendo ellos, dijeron: ¡Es reo de muerte! 26:67 Entonces le escupieron en el rostro, y le dieron de puñetazos, y otros le abofeteaban, 26:68 diciendo: Profetízanos, Cristo, quién es el que te golpeó. 

26:69 Pedro estaba sentado fuera en el patio; y se le acercó una criada, diciendo: Tú también estabas con Jesús el galileo. 
26:70 Mas él negó delante de todos, diciendo: No sé lo que dices. 26:71 Saliendo él a la puerta, le vio otra, y dijo a los que estaban allí: También éste estaba con Jesús el nazareno. 
26:72 Pero él negó otra vez con juramento: No conozco al hombre.  26:73 Un poco después, acercándose los que por allí estaban,
dijeron a Pedro: Verdaderamente también tú eres de ellos, porque aun tu manera de hablar te descubre.  26:74 Entonces él comenzó a maldecir, y a jurar:  No conozco al hombre. Y enseguida cantó el gallo.  26:75 Entonces Pedro se acordó de las palabras de Jesús, que le había dicho:  Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente

Comentario:... El apóstol Pedro, el discípulo que tanto amaba a Jesús, negó a Jesucristo tres veces.  Aquel apóstol a quien quería tanto Jesús, tuvo que cargar sobre sus hombros con el peso de aquel dolor que le había producido el negar a Jesucristo tres veces por causa del terror.   Pedro cargó sobre sus hombros con este hecho tan triste y lloró amargamente por ello...  Y todo ocurrió así para que ningún hombre se engría ni se crea perfecto.  Jesucristo nos dio a todos una lección de amor, y sólo el amor de Jesucristo, cuando se derrama en almas piadosas, puede hacer que los hombres venzan el temor a la muerte y a las persecuciones de este mundo.  Por eso, debemos ser humildes siempre ante Dios y pedir siempre a Jesucristo que nos guarde en el momento de la prueba.

Sigue en el capítulo 27


Respuesta  Mensaje 41 de 44 en el tema 
De: Juan30 Enviado: 30/09/2012 22:51

MATEO 27

 Mateo 27:1 Venida la mañana, todos los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo entraron en consejo contra Jesús, para entregarle a muerte.  27:2 Y le llevaron atado, y le entregaron a Poncio Pilato, el gobernador. 27:3 Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos,  27:4 diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú!  27:5 Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó.  27:6 Los principales sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: No es lícito echarlas en el tesoro de las ofrendas, porque es precio de sangre.  27:7 Y después de consultar, compraron con ellas el campo del alfarero, para sepultura de los extranjeros.  27:8 Por lo cual aquel campo se llama hasta el día de hoy: Campo de sangre. 27:9 Así se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo: Y tomaron las treinta piezas de plata, precio del apreciado, según precio puesto por los hijos de Israel;  27:10 y las dieron para el campo del alfarero, como me ordenó el Señor.  27:11 Jesús, pues, estaba en pie delante del gobernador; y éste le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Y Jesús le dijo: Tú lo dices.  27:12 Y siendo acusado por los principales sacerdotes y por los ancianos, nada respondió. 
27:13 Pilato entonces le dijo: ¿No oyes cuántas cosas testifican contra ti?  27:14 Pero Jesús no le respondió ni una palabra; de tal manera que el gobernador se maravillaba mucho.  27:15 Ahora bien, en el día de la fiesta acostumbraba el gobernador soltar al pueblo un preso, el que quisiesen.  27:16 Y tenían entonces un preso famoso llamado Barrabás.  27:17 Reunidos, pues, ellos, les dijo Pilato: ¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo?  27:18 Porque sabía que por envidia le habían entregado.  27:19 Y estando él sentado en el tribunal, su mujer le mandó decir: No tengas nada que ver con ese justo; porque hoy he padecido mucho en sueños por causa de él. 27:20 Pero los principales sacerdotes y los ancianos persuadieron a la multitud que pidiese a Barrabás, y que Jesús fuese muerto.  27:21 Y respondiendo el gobernador, les dijo: ¿A cuál de los dos queréis que os suelte? Y ellos dijeron: A Barrabás.  27:22 Pilato les dijo: ¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo? Todos le dijeron: ¡Sea crucificado!  27:23 Y el gobernador les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho? Pero ellos gritaban aún más, diciendo: ¡Sea crucificado! 27:24 Viendo Pilato que nada adelantaba, sino que se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros.  27:25 Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos.  27:26 Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado.  27:27 Entonces los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio, y reunieron alrededor de él a toda la compañía;  27:28 y desnudándole, le echaron encima un manto de escarlata,  27:29 y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de él, le escarnecían, diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos!  27:30 Y escupiéndole, tomaban la caña y le golpeaban en la cabeza.  27:31 Después de haberle escarnecido, le quitaron el manto, le pusieron sus vestidos, y le llevaron para crucificarle.  27:32 Cuando salían, hallaron a un hombre de Cirene que se llamaba Simón; a éste obligaron a que llevase la cruz.  27:33 Y cuando llegaron a un lugar llamado Gólgota, que significa: Lugar de la Calavera,  27:34 le dieron a beber vinagre mezclado con hiel; pero después de haberlo probado, no quiso beberlo.  27:35
Cuando le hubieron crucificado, repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes, para que se cumpliese lo dicho por el profeta: Partieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes.  27:36 Y sentados le guardaban allí.  27:37 Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: ESTE ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS.  27:38 Entonces crucificaron con él a dos ladrones, uno a la derecha, y otro a la izquierda. 27:39 Y los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza, 27:40 y diciendo: Tú que derribas el templo, y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios, desciende de la cruz.  27:41 De esta manera también los principales sacerdotes, escarneciéndole con los escribas y los fariseos y los ancianos, decían:  27:42 A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar; si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en él.  27:43 Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere; porque ha dicho: Soy Hijo de Dios.  27:44 Lo mismo le injuriaban también los ladrones que estaban crucificados con él.

Comentario:...   Lucas, el evangelista, recordando la Crucifixión de Jesús, nos da algunos otros detalles sobre estos hechos, pues nos recuerda lo que le dijo al Señor uno de aquellos hombres que fueron crucificados con Él:  "Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino"... Y como el Señor, compadecido, le contestó:  "De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso". 

Crucifixión de Jesús  según Lucas, el evangelista

"Y llevándole, tomaron a cierto Simón de Cirene, que venía del campo, y le pusieron encima la cruz para que la llevase tras Jesús.   Y le seguía gran multitud del pueblo, y de mujeres que lloraban y hacían lamentación por él. Pero Jesús, vuelto hacia ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos. Porque he aquí vendrán días en que dirán: Bienaventuradas las estériles, y los vientres que no concibieron, y los pechos que no criaron. Entonces comenzarán a decir a los montes: Caed sobre nosotros; y a los collados: Cubridnos. Porque si en el árbol verde hacen estas cosas, ¿en el seco, qué no se hará? 
Llevaban también con él a otros dos, que eran malhechores, para ser muertos.  Y cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, le crucificaron allí, y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. 
Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes. Y el pueblo estaba mirando; y aun los gobernantes se burlaban de él, diciendo: A otros salvó; sálvese a sí mismo, si éste es el Cristo, el escogido de Dios.  Los soldados también le escarnecían, acercándose y presentándole vinagre, y diciendo: Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo. Había también sobre él un título escrito con letras griegas, latinas y hebreas: ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS.  Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros.  Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación?  Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo. Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.  Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso. 

Cuando era como la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. Y el sol se oscureció, y el velo del templo se rasgó por la mitad.  Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró.  Cuando el centurión vio lo que había acontecido, dio gloria a Dios, diciendo: Verdaderamente este hombre era justo.  Y toda la multitud de los que estaban presentes en este espectáculo, viendo lo que había acontecido, se volvían golpeándose el pecho.  Pero todos sus conocidos, y las mujeres que le habían seguido desde Galilea, estaban lejos mirando estas cosas.   (Lucas 23 :26-49)

La misericordia de Jesucristo fue tan grande que, aun estando crucificado y en terribles dolores, todavía tuvo compasión de aquellos que le hacían tanto daño..., pues clamando al cielo así dijo:  "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen"...  De los dos malhechores que crucificaron junto a Él, uno le decía: "Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros"...  El otro malhechor crucificado, reprendiendo al primero que había hablado, le dijo:  ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación?  Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo. Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.  Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso. 

 Jesús, que en aquellos momentos sufría tantos dolores en la cruz, aún tuvo fuerzas para pedir perdón para los que le crucificaron...; luego también tuvo palabras de esperanza para aquel hombre crucificado junto a Él;  y es que lo que Dios quiere es el perdón y la misericordia, pues Jesús así había dicho: "... si supieseis qué significa: Misericordia quiero, y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes"  (Mateo 12:7).  Los hombres del mundo, después de haber recibido estas palabras de Jesús, durante muchos siglos han seguido haciendo guerras, condenando a sus semejantes, torturándolos en muchas ocasiones y matándolos..., y así es como en muchas ocasiones mataron a muchos inocentes, pues sólo Dios conoce los corazones...  Entonces, ante este desastre del mundo y tanta dureza de corazón, nosotros decimos:  "Ven, Señor Jesús"

 Mateo 27:45 Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.  27:46 Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?
27:47 Algunos de los que estaban allí decían, al oírlo: A Elías llama éste.  27:48 Y al instante, corriendo uno de ellos, tomó una esponja, y la empapó de vinagre, y poniéndola en una caña, le dio a beber. 27:49 Pero los otros decían: Deja, veamos si viene Elías a librarle.  27:50
Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu.  27:51 Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron;  27:52 y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron; 27:53 y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos. 27:54 El centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente éste era Hijo de Dios.  27:55 Estaban allí muchas mujeres mirando de lejos, las cuales habían seguido a Jesús desde Galilea, sirviéndole,  27:56 entre las cuales estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo. 27:57 Cuando llegó la noche, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también había sido discípulo de Jesús.  27:58 Este fue a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús. Entonces Pilato mandó que se le diese el cuerpo.  27:59 Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia,  27:60 y lo puso en su sepulcro nuevo, que había labrado en la peña; y después de hacer rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, se fue.  27:61 Y estaban allí María Magdalena, y la otra María, sentadas delante del sepulcro. 

27:62 Al día siguiente, que es después de la preparación, se reunieron los principales sacerdotes y los fariseos ante Pilato, 
27:63 diciendo: Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aún: Después de tres días resucitaré.
27:64 Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vengan sus discípulos de noche, y lo hurten, y digan al pueblo: Resucitó de entre los muertos. Y será el postrer error peor que el primero. 27:65 Y Pilato les dijo: Ahí tenéis una guardia; id, aseguradlo como sabéis.  27:66 Entonces ellos fueron y aseguraron el sepulcro, sellando la piedra y poniendo la guardia. 

Sigue en el capítulo 28


Respuesta  Mensaje 42 de 44 en el tema 
De: Juan30 Enviado: 30/09/2012 22:55

MATEO 28

 Mateo 28:1 Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro.  28:2 Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella.  28:3 Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve.  28:4 Y de miedo de él los guardas temblaron y se quedaron como muertos. 
28:5
Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado.  28:6 No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor.  28:7 E id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos, y he aquí va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis. He aquí, os lo he dicho.  28:8 Entonces ellas, saliendo del sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos. Y mientras iban a dar las nuevas a los discípulos,  28:9 he aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve! Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies, y le adoraron.  28:10 Entonces Jesús les dijo: No temáis; id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea, y allí me verán.  28:11 Mientras ellas iban, he aquí unos de la guardia fueron a la ciudad, y dieron aviso a los principales sacerdotes de todas las cosas que habían acontecido. 28:12 Y reunidos con los ancianos, y habido consejo, dieron mucho dinero a los soldados,  28:13 diciendo: Decid vosotros: Sus discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron, estando nosotros dormidos. 
28:14 Y si esto lo oyere el gobernador, nosotros le persuadiremos, y os pondremos a salvo. 28:15 Y ellos, tomando el dinero, hicieron como se les había instruido. Este dicho se ha divulgado entre los judíos hasta el día de hoy.  28:16 Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había ordenado.  28:17 Y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos dudaban.  28:18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo:
Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 

Comentario:...   "Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra"...  Sólo Dios puede tener toda potestad en el cielo y en la tierra.  Por eso, la Gloria de Jesucristo es la Gloria de Dios, porque Jesucristo es Dios.  Si los hechos tan maravillosos de Jesucristo no hubieran sido los hechos de Dios, otro que no era Dios tendría su Gloria..., y escrito está en los profetas que Dios no reparte su Gloria con nadie.  Por eso, Jesucristo es Dios, porque lo que hizo Jesucristo, por amor, por sus hijos e hijas, hasta morir torturado en la cruz, es una Gloria que sólo a Dios le pertenece;  por eso, Jesucristo es Dios hecho Hombre. 

El Siervo de Dios:   "He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; él traerá justicia a las naciones. No gritará, ni alzará su voz, ni la hará oír en las calles.   No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humeare; por medio de la verdad traerá justicia.  No se cansará ni desmayará, hasta que establezca en la tierra justicia; y las costas esperarán su ley".....   (Isaías)

Jesucristo traía la Ley a las naciones, pues Dios había entregado la Ley a Moisés, pero después de los años los escribas la habían cambiado (Jeremías 8:8)...  Dios se había hecho Hombre (el Siervo de Dios) y salvó de la oscuridad a las naciones enseñándolas de nuevo la verdadera Ley de Dios.  Los preceptos de la ley que tenía el pueblo de Israel cuando nació Jesucristo ya no eran todos Palabra de Dios, pues muchos de aquellos preceptos eran imperfectos y ahogaban los sencillos y piadosos mandamientos que Dios había dado a su pueblo;  por eso, el pueblo estaba en tinieblas y cuando Jesucristo vino a su pueblo, el pueblo vio una gran luz.

Las religiones seguidoras de todas las leyes del viejo testamento, aun después de haber conocido a Jesucristo y su Ley de misericordia, siguen obstinadas en hacer ver al mundo que la ley del viejo testamento no cambió desde que Dios la entregó a su pueblo.  Con esta obstinación, quieren hacer inservible el sufrimiento de Jesucristo, que dio su vida por amor nuestro y para traernos de nuevo la verdadera Ley de Dios, que es la Ley de su Evangelio.  Después de haber conocido la misericordiosa Ley del Evangelio, volverse de nuevo a las leyes del viejo testamento que mandan matar, esclavizar y hacer guerras, ha sido un gran error de las naciones llamadas "cristianas", pues el misericordioso Evangelio fue ahogado entre un montón de libros religiosos llamados "Biblia" (cada religión tiene sus biblias) y, desde que  estas biblias se impusieron al mundo (siglo IV, emperador Constantino), muchas naciones se apoyaron en estas biblias impuestas por los hombres para justificar sus guerras, sus cruzadas y sus leyes de castigos, torturas y penas de muerte.

Muchos fueron los esfuerzos de los verdaderos cristianos para predicar al mundo que la única y verdadera Ley de Dios era la Ley de Jesucristo escrita en el Evangelio.  Pero estos hombres y mujeres fieles, en todos los tiempos fueron perseguidos y difamados de todo lo peor.  Y es que las leyes de muerte escritas en las biblias religiosas daban libertad a los poderosos para esclavizar a los pueblos por medio del terror.  El Evangelio de Jesucristo, en cambio, prohíbe a todo hombre y a toda religión que se tomen la justicia por su mano..., y siempre les ha estado llamando para que vivan la Ley del amor y el perdón y que no impongan de nuevo las leyes del viejo testamento que mandaban a los hombres esclavizar y matar a sus semejantes por diversos motivos:   "Así dice Yavé Dios, Creador de los cielos, y el que los despliega; el que extiende la tierra y sus productos; el que da aliento al pueblo que mora sobre ella, y espíritu a los que por ella andan:  Yo Yavé te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones, para que abras los ojos de los ciegos, para que saques de la cárcel a los presos, y de casas de prisión a los que moran en tinieblas".......  (Isaías)

Jesús venía para que conociéramos y viviéramos la justicia de Dios.  Jesús traía el verdadero Pacto de Dios que de nuevo venía al mundo para que fuera la luz de las naciones, y esta Ley de Cristo abriera los ojos de los ciegos y sacara de la confusión a los que moraban en tinieblas (los que no conocían la verdadera Ley de Dios porque ésta había sido cambiada en falsedad).

"Yo Yavé; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas.  He aquí se cumplieron las cosas primeras, y yo anuncio cosas nuevas; antes que salgan a luz, yo os las haré notorias"   (Isaías 42:1)

"No doy yo mi gloria a ningún otro. Escúchame, Jacob, y tú, Israel, a quien yo he llamado: Yo, yo soy el primero, y yo también el último". (Isaías 48, 11-12).

Jesucristo nos dijo que Él era el primero y el último:  "Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último"   (Apocalipsis 1:11).  Entonces, Jesucristo es Dios.

El apóstol Juan, cuando escribió el Evangelio, entregándonos más sabiduría sobre el misterio de Jesucristo, así nos dijo:   "Al principio era el Verbo, y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios.  El estaba al principio en Dios.  Todas las cosas fueron hechas por EL, y sin El no se hizo nada de cuanto ha sido hecho.  En El estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.  La luz luce en las tinieblas, pero las tinieblas no la abrazaron.  Hubo un hombre enviado de Dios, de nombre Juan.  Vino éste a dar testimonio de la luz, para testificar de ella y que todos creyeran por él.  No era él la luz, sino que vino a dar testimonio de la luz.  Era la luz verdadera, que viniendo a este mundo ilumina a todo hombre.  Estaba en el mundo y por El fue hecho el mundo, pero el mundo no le conoció.  vino a los suyos, pero los suyos no le conocieron.  Mas a cuantos le recibieron dioles poder de venir a ser hijos de Dios, a aquellos que creen en su nombre;  que no de la sangre, ni de la voluntad carnal, ni de la voluntad de varón, sino de Dios son nacidos.  Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y hemos visto su gloria, gloria como de Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.  Juan da testimonio de EL, clamando:  Este es de quien os dije:  EL que viene detrás de mí ha pasado delante de mí, porque era primero que yo.  Pues de su plenitud recibimos todos gracia sobre gracia.  Porque la ley fue dada por Moisés; la gracia y la verdad vino por Jesucristo.  A Dios nadie le vio jamás; Dios Unigénito, que está en el seno del Padre, ése nos le ha dado a conocer.     

Este es el testimonio de Juan, cuando los judíos desde Jerusalén le enviaron sacerdotes y levitas para preguntarle: Tú, ¿quién eres?  El confesó y no negó; confesó: No soy yo el Mesías."  Le preguntaron:  Entonces, ¿qué? ¿Eres Elias? El dijo: No soy. ¿Eres el Profeta? Y contestó: No.  Dijéronle, pues: ¿Quién eres? para que podamos dar respuesta a los que nos han enviado. ¿Qué dices de ti mismo?  Dijo: Yo soy la voz del que clama en el desierto: “Enderezad el camino del Señor,” según dijo el profeta Isaías. Los enviados eran fariseos, y le preguntaron, diciendo: Pues ¿por qué bautizas, si no eres el Mesías, ni Elias, ni el Profeta? Juan les contestó diciendo: Yo bautizo en agua pero en medio de vosotros está uno a quien vosotros no conocéis, que viene en pos de mí, a quien no soy digno de desatar la correa de la sandalia.  Esto sucedió en Betania, al otro lado del Jordán, donde Juan bautizaba".  (Juan 1:1-28)...  Ahora, volvamos al Evangelio según Mateo, que termina con las siguientes palabras: 

 Mateo 28:19 Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;  28:20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.

Comentario:...  Lo que Jesucristo nos mandó predicar fue su Evangelio porque el Evangelio es la verdadera Ley de Dios, pues Jesús dijo a sus apóstoles que fueran a todas las naciones enseñándoles que guardaran todas las cosas que Él había mandado:  "enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado".

LAS BIBLIAS:  Las biblias religiosas se pueden leer para conocer la historia, las profecías y las leyes crueles e imperfectas que vivieron los hombres antes de Cristo..., pero siempre sabiendo que Jesucristo es Dios y que, con su Evangelio, nos volvió a entregar la verdadera Ley de Dios dada desde el principio.

Hasta aquí, hemos comentado el Evangelio de Jesucristo según el apóstol Mateo. Y ahora, para terminar este libro y por amor a Jesucristo, recordaremos algunas palabras de los otros apóstoles y discípulos que escribieron el Evangelio y, entre ellas, las palabras de Jesús que nos recuerdan lo que el Señor nos mandó predicar:  

"Predicad el evangelio a toda criatura".

"Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.  El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado".  (Marcos 16:15-16)

"Y los sacó fuera hasta Betania, y alzando sus manos, los bendijo.  Y aconteció que bendiciéndolos, se separó de ellos, y fue llevado arriba al cielo. Ellos, después de haberle adorado, volvieron a Jerusalén con gran gozo;  y estaban siempre en el templo, alabando y bendiciendo a Dios.  Amén".    (Lucas 24:50-53)

"Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro.  Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre".   (Juan 20:30-31)

 

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Respuesta  Mensaje 43 de 44 en el tema 
De: Juan30 Enviado: 30/09/2012 22:58

CÓMO ENTENDIERON LOS APÓSTOLES LA LEY DE DIOS ENSEÑADA POR JESUCRISTO

Comentario:...  Después de resucitado Jesucristo, los apóstoles y discípulos recibieron enseñanzas y recomendaciones de Jesús.  Y después de que Jesucristo ascendiera a los cielos, los apóstoles y discípulos escribieron las enseñanzas de Jesús en sus cartas, en el Evangelio según los evangelistas y en los libros de los Hechos de los apóstoles y el Apocalipsis.  El libro de los Hechos de los apóstoles nos dice así:

"En el primer tratado, oh Teófilo,  hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar,  hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido;  Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?   Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad;  pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos.  Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas,  los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo".  (Hechos 1:1-11)

Comentario:... El Señor fue "recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido"..., pero antes de ser elevado a los cielos, los reunidos en aquel lugar le preguntaron:  "Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?   Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad;  pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra".

"Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte que se llama del Olivar, el cual está cerca de Jerusalén, camino de un día de reposo.  Y entrados, subieron al aposento alto, donde moraban Pedro y Jacobo, Juan, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hermano de Jacobo.
Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.  En aquellos días Pedro se levantó en medio de los hermanos (y los reunidos eran como ciento veinte en número)"   (Hechos 1:12-15)

Comentario:... LOS APÓSTOLES ECHARON SUERTES PARA ESCOGER AL APÓSTOL QUE FALTABA:  Después de morir Jesús, resucitar y subir a los cielos a la vista de los apóstoles, estos, un día echaron suertes entre dos discípulos que les habían acompañado..., y así escogieron al apóstol que faltaba para volver a ser doce (uno de los doce había sido Judas Iscariote, que murió después de traicionar y entregar a Jesús).  De esta forma es como escogieron a Matías, que pasó a ser uno de los doce.  El libro de los Hechos así nos dice:

"Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros,  comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho testigo con nosotros, de su resurrección.  Y señalaron a dos: a José, llamado Barsabás, que tenía por sobrenombre Justo, y a Matías.   Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has escogido,  para que tome la parte de este ministerio y apostolado, de que cayó Judas por transgresión, para irse a su propio lugar.   Y les echaron suertes, y la suerte cayó sobre Matías; y fue contado con los once apóstoles".    (Hechos 1:21-26)

Comentario:...  Cuando se cumplieron las fiestas de Pentecostés, los apóstoles y los discípulos estaban juntos en Jerusalén y sobre ellos se les aparecieron lenguas como de fuego que se asentaron sobre cada uno de ellos, y fueron todos llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en lenguas.  Moraban entonces en Jerusalén varones judíos y religiosos de todas las naciones y estos estaban confusos al oír hablar en sus propias lenguas a los discípulos de Jesucristo:

"Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras.  Porque éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día. 
Mas esto es lo dicho por el profeta Joel:

Y en los postreros días, dice Dios, 
Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, 
Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; 
Vuestros jóvenes verán visiones, 
Y vuestros ancianos soñarán sueños; 
Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días 
Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán. 
Y daré prodigios arriba en el cielo, 
Y señales abajo en la tierra, 
Sangre y fuego y vapor de humo;
El sol se convertirá en tinieblas, 
Y la luna en sangre, 
Antes que venga el día del Señor, 
Grande y manifiesto; 
Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo".   (Hechos 2:14-21)

Comentario:...   Todas estas cosas ocurrían a los apóstoles y discípulos de Jesús, y Dios derramaba en ellos su misericordia con muchas señales y milagros.  Y la Ley del amor que les había enseñado Jesucristo les hacía entregar sus bienes para tener todo en común y repartir a cada uno según su necesidad:  "Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles.  Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno".  (Hechos 2:43-44) 

"Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común.  Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos. Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido,  y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad. Entonces José, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé (que traducido es, Hijo de consolación), levita, natural de Chipre,  como tenía una heredad, la vendió y trajo el precio y lo puso a los pies de los apóstoles".   (Hechos 4:32-37)

Comentario:...  Así como había vivido Jesucristo con sus apóstoles, después de que Jesucristo subió a los cielos los apóstoles y discípulos siguieron esta santa costumbre de repartir los bienes entre todos para que no hubiera necesitados.  Todo lo tenían en común.  Pero, si necesario era el reparto de los bienes para cumplir con el amor que Jesucristo había derramado sobre ellos, necesario era también que aquellos que querían seguir el camino de Jesús conocieran la verdadera Ley de Dios como Jesucristo la había enseñado.  Por este motivo, los apóstoles y discípulos se reunieron en Jerusalén para dejar establecida la Ley que debían seguir desde entonces los cristianos: 

EL CONCILIO DE JERUSALÉN

La reunión de los Apóstoles en el concilio de Jerusalén fue necesaria para dejar establecida la Ley que debían observar los cristianos, pues los hombres confundidos y celosos de todos los mandamientos del viejo testamento querían imponer a los cristianos la observancia de las leyes del viejo testamento a las que llamaban "Ley de Moisés"; querían dejar sin efecto la enseñanza de Jesús que nos traía de nuevo la verdadera Ley de Dios.  Desde Moisés hasta Cristo habían pasado muchísimos años y, como había dicho el profeta Jeremías, los escribas habían cambiado la Ley de Dios (Jeremías 8:7-8). Pero muchos hombres celosos de sus leyes, no atendían los avisos de los profetas ni tampoco la enseñanza de Jesucristo que nos había vuelto a traer la verdadera Ley de Dios. Los apóstoles, por supuesto, no estaban de acuerdo con aquellos hombres porque Jesucristo había abolido muchas de las leyes del viejo testamento porque no eran verdadera Ley de Dios sino mandamientos y tradiciones de hombres.  Los Hechos de los apóstoles nos narran esta importante discusión y así nos dicen:   "Pero algunos de la secta de los fariseos, que habían creído, se levantaron diciendo: "Es necesario circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés". (Hechos 15:5)

El apóstol Pedro, les dijo: "Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar?  Antes creemos que por la gracia del Señor Jesús seremos salvos, de igual modo que ellos". (Hechos 15:10-11)

La Ley de Dios había sido cambiada por la pluma de los escribas, como nos dice el profeta Jeremías...  Jesucristo era Dios hecho Hombre, que nos enseñó de nuevo la verdadera Ley de Dios.  Pero los hombres celosos de las leyes del viejo testamento, no querían ni oír hablar de estos avisos de los profetas (Jeremías 8:7-8) ni de las enseñanzas de Jesús referentes a la Ley.  Y éste es el porqué de aquella importante discusión que mantuvieron los apóstoles en el Concilio de Jerusalén. 

Después de esta discusión, los Apóstoles escribieron una carta a los hermanos, que decía así:  "Por cuanto hemos oído que algunos que han salido de nosotros, a los cuales no dimos orden, os han inquietado con palabras, perturbando vuestras almas, mandando circuncidaros y guardar la ley, nos ha parecido bien, habiendo llegado a un acuerdo, elegir varones y enviarlos a vosotros con nuestros amados Bernabé y Pablo"    (Hechos 15,24-25)

La carta también decía que a los Apóstoles, movidos por el Espíritu Santo, les había parecido bien no imponer ninguna carga a los cristianos más que estas cosas necesarias:    "..... a saber, que os abstengáis de las carnes inmoladas a los ídolos, de la sangre, de la impureza y no hacer a los otros lo que no queráis que se os haga a vosotros. Haréis bien en observar todo esto. Caminad en el espíritu Santo Amen".  (Hechos 15:28-30)

(La anterior cita de los Hechos con estos detalles se encuentra en la Forma Occidental de las escrituras, que nos es recordada en "Historia de la Iglesia", de Ángel Santos, Editorial Edicep y también en el comentario de la Biblia de Jerusalén que hace referencia al versículo Hechos 15:20, pg. 1618).

Hasta aquí hemos dado detalles de la declaración de los apóstoles en el Concilio de Jerusalén, esto es,  que los cristianos estaban libres de muchas de las leyes del viejo testamento y que desde entonces sólo tenían que observar la Ley de Jesucristo, que nos dice así:   "... todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque ésta es la ley y los profetas". (Mateo 7:12).

Lo que es admirable y nos deja sobrecogidos a muchos cristianos, es que aquel juicio que se entabló entre los Apóstoles y los que querían seguir imponiendo las leyes del viejo testamento..., después de casi 2000 años, no haya terminado todavía.

Y es que en el primer siglo los cristianos sólo tenían como Ley de Dios el Evangelio de Jesucristo, pero en los siglos II y III se empezaron a contaminar las cosas, y en el siglo IV ya ponían a la altura de la palabra de Dios (de Jesucristo) muchos escritos del viejo testamento y todas las cartas atribuidas a Pablo. Ni todos los cristianos ni todas las comunidades cristianas aceptaron por igual todos estos escritos de las biblias impuestas por los imperios del mundo, pues hay constancia de que hubo mucha discusión respecto a estos libros y cartas.  Pero los religiosos y paganos que en aquellos siglos dominaban en Roma impusieron sus biblias a todos los pueblos hasta donde llegaba el poder del imperio romano, y por esta causa muchos cristianos defensores y seguidores de la Ley del Evangelio, fueron muy perseguidos.

Desde que el mundo y sus religiones dejaron de seguir sólo el Evangelio como Ley de Dios y comenzaron a imponer y a vivir de nuevo las leyes del viejo testamento que mandaban hacer guerras, castigar y matar a las personas, y desde que impusieron también los preceptos de las cartas atribuidas a Pablo, en cuyos escritos se pueden encontrar justificaciones para los castigos (para el uso de la espada)..., las religiones del imperio romano sintieron libres sus manos para imponer la "justicia" según sus codicias y ambiciones de poder.  Y es desde entonces (siglo IV, emperador Constantino) cuando comenzaron a proliferar y a extenderse estas religiones que se apartaban de las enseñanzas de Jesús y que dejaron de vivir la piadosa vida del Evangelio que vivieron los primeros cristianos.  Los primeros cristianos no decretaron leyes de muerte ni castigos terribles contra las personas, y vivieron piadosamente teniendo todos sus bienes en común...

 Ven, Señor Jesús...


Respuesta  Mensaje 44 de 44 en el tema 
De: Juan30 Enviado: 30/09/2012 23:27


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