Los hombres de mala voluntad incluyeron en las Biblias preceptos de hombres.
Fueron los escribas judíos que cambiaron la Ley en mentira, como te dicen los profetas:

"...mi pueblo no conoce el juicio de Yavé. ¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Yavé está con nosotros? Ciertamente la ha cambiado en mentira la pluma mentirosa de los escribas" (Jeremías 8:7-9).