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General: JESUS ABOLIO MUCHAS LEYES DEL AT
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Respuesta  Mensaje 1 de 62 en el tema 
De: Aramea34  (Mensaje original) Enviado: 19/09/2012 22:02

JESUCRISTO NO CUMPLIÓ CON TODOS LOS PRECEPTOS DEL VIEJO TESTAMENTO, SINO QUE ABOLIÓ MUCHOS DE ELLOS.

PRIMERA PARTE

Jesucristo nos predicó el Evangelio, donde están escritas la Ley de la igualdad, la misericordia y el perdón..., pero a los hombres codiciosos que dominaban sobre los pueblos no les interesaban los mandamientos del Evangelio de igualdad, misericordia y perdón y por eso nos impusieron sus biblias, porque ellos en sus biblias volvieron a imponer a los pueblos las leyes que Jesucristo abolió, leyes de esclavitud, de torturas, de penas de muerte y de genocidios.  Y esa es la diferencia que hay entre la Ley misericordiosa del Evangelio y las leyes crueles de los hombres que nos impusieron sus biblias.

Jesucristo, cuando comenzó a predicar, nos dijo: " Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido" (MATEO 5:18).

¿Y cuál es la Ley de Dios de la cuál no pasaría ni una jota ni una tilde?... Así nos dice el Señor:

"Haced con los hombres todo lo que queráis que ellos hagan con vosotros; porque ésta es la Ley y los Profetas" (Mateo 7,12). De esta Ley de Jesucristo, que es la verdadera Ley de Dios, no pasará ni una jota ni una tilde, porque Jesucristo es Dios, y su Ley es la Ley de Dios.

Entonces todos los mandamientos crueles del Antiguo Testamento que Jesucristo cambia o deja abolidos es que no eran mandamientos de Dios..., porque la Ley de Dios no pasará "hasta que todo se cumpla". 

Ahora veamos algunos preceptos que el Señor corrige o deja abolidos:

"Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego". (Mateo 5,21-22).

Los escribas judíos habían escrito en el A. T. muchos preceptos que mandaban torturar y matar a los hermanos cuando se faltaba a algunos preceptos de sus leyes. El Señor dejó abolidos esos preceptos.

"Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón". (Mateo 5,27-28).

 

Ahora el adulterio ya no es solamente la infidelidad a Dios o engañar a un hombre o a cualquier persona, pues ahora todo el que mire a una mujer para codiciarla (tenerla en propiedad) ya adultera en su corazón. Y es que los judíos tenían a las mujeres igual que tenían a los esclavos, como parte de su propiedad, y esto faltaba a la misericordia porque las mujeres no tenían los mismos derechos que los hombres. El Señor deja abolidas estas costumbres de querer tener a las personas en propiedad y como esclavas.

Muchos religiosos dicen que el Señor en ese versículo se está refiriendo al deseo que tiene el hombre por la mujer, y así lo escriben en sus biblias..., pero esto no es lógico ni razonable. El Señor no hace malos los deseos sexuales naturales en ningún momento. Aquí de lo que se está tratando en este versículo, cuando está bien traducido, es de la codicia de las personas al quererlas tener como un bien propio (la esclavitud): "cualquiera que mira a una mujer para codiciarla".

 

"También fue dicho: Cualquiera que repudie a su mujer, dele carta de divorcio. Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de prostitución, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio". (Mateo 5,31-32).

Aquí recuerda otra vez Jesucristo otra injusticia de los judíos, pues las mujeres no tenían autoridad para separarse de sus maridos. Siempre eran esclavas de ellos, pero los hombres, en cambio, cuando ya se cansaban de una mujer, podían echarla de casa con cualquier excusa, exponiéndolas al peligro de la calle, de la soledad y del hambre. Estos preceptos judíos también faltaban a la justicia y a la misericordia..., y el Señor los deja abolidos.

En otra ocasión también nos dice el Señor que, por la dureza de corazón de muchos hombres de Israel, Moisés cambió la Ley dada desde el principio en cuanto al divorcio (el abandono de las mujeres):

"Le dijeron: ¿Por qué, pues, mandó Moisés dar carta de divorcio, y repudiarla? El les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así. Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera". (MATEO 19:7-9).

La declaración que encierran estos versículos parece dura de oír. Pero la realidad es que Moisés permitió a los hombres hacer algo que no era así desde el principio. Entonces, en el principio había una Ley dada por Dios que Moisés cambió por la dureza de los hombres... El viejo testamento en cuanto a los divorcios nos dice:

"Si un hombre toma una mujer y se casa con ella, y resulta que esta mujer no halla gracia a sus ojos, porque descubre en ella algo que le desagrada, le redactará un libelo de repudio, se lo pondrá en su mano y la despedirá de su casa". (Deuteronomio 24,1).

Jesucristo deja abolida esta ley sobre los divorcios y vuelve a restablecer la Ley del principio dada por Dios. La enseñanza que se desprende de estos versículos es que la Ley que desde el principio había dado Dios a los hombres, no solamente fue cambiada posteriormente por los escribas, como nos dice el profeta Jeremías (Jeremías 8,8), sino en este caso también por Moisés. Si esta segunda forma de la escritura que no se atiene a la ley del principio hubiera sido dada por Dios, como nos dicen algunos judaizantes, entonces podríamos pensar que Dios dio un mandamiento de justicia al principio y luego dio otro mandamiento cruel para complacer a los hombres duros de corazón de Israel. Esta interpretación no tiene sentido. 

Si esta segunda forma de la escritura que no se atiene a la ley del principio hubiera sido dada por Dios, Jesucristo no la hubiera abolido porque Jesucristo no vino a abolir la verdadera Ley de Dios. Él era Dios. Jesucristo, lo que abolió del viejo testamento, fueron todos los preceptos de hombres que faltaban al perdón y a la misericordia. En ningún momento dice Jesús que Él, que era Dios, hubiera dado ese mandamiento de Moisés, pues Él no dice: "Dios os permitió", sino que dice "Moisés os permitió". El Señor deja abolido este mandamiento de Moisés.

Examinando estos versículos que nos hablan de las leyes judías del viejo testamento que Jesucristo abolió, después podemos entender mejor a Juan, cuando refiriéndose a Moisés nos dice:

"Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo". (Juan 1:17).

Entonces, ¿qué pasó con Moisés cuando Juan nos dice que la gracia y la verdad vinieron por Jesucristo? Los hombres son hombres y no son perfectos ni santos; sólo Dios es perfecto y santo, y Jesucristo era Dios. Entonces, la verdadera Ley de Dios es la que nos enseñó Jesucristo y no todas las leyes del viejo testamento.

Sigue en la segunda parte...



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Respuesta  Mensaje 2 de 62 en el tema 
De: Aramea34 Enviado: 19/09/2012 22:03

JESUCRISTO NO CUMPLIÓ CON TODOS LOS PRECEPTOS DEL VIEJO TESTAMENTO, SINO QUE ABOLIÓ MUCHOS DE ELLOS.

SEGUNDA PARTE

OTRAS LEYES DEL VIEJO TESTAMENTO ABOLIDAS POR JESUCRISTO

"Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No perjurarás, sino cumplirás al Señor tus juramentos. Pero yo os digo: No juréis en ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello. Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede". (Mateo 5,33-37).

Los judíos tenían costumbre de jurar en muchos casos, y así lo dejan escrito en las leyes del viejo testamento... El Señor deja abolidos estos preceptos.

LA LEY DEL TALIÓN:

"Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; y a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses". (Mateo 5,38-42).

Los judíos tenían la costumbre de aplicar la ley del Talión en sus juicios (ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura..., etc.), y así lo dejan escrito en las leyes del viejo testamento (Éxodo 21,24-25), pero esta ley faltaba a la misericordia y no contemplaba tampoco el perdón que debemos a los hermanos... El Señor deja abolida la ley del Talión.

UNA CLARA CONTRADICCIÓN EN EL MISMO VIEJO TESTAMENTO:

"No seas sin causa testigo contra tu pròjimo y no lisonjees con tus labios. No digas: Como me hizo asì le harè, darè el pago al hombre segùn sus obras. Prov. 24: 28,29"

Esta cita de Proverbios es una contradicción con lo que dicen las leyes del viejo testamento, pues esta cita nos dice: "No digas: Como me hizo asì le harè", y la ley del Talión escrita en el viejo testamento dice: "ojo por ojo, diente por diente....":

"Mas si hubiere muerte, entonces pagarás vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe". (Éxodo 21:23-25)

¿En qué quedamos? ¿En la Biblia es todo palabra de Dios? ¿En el viejo testamento es todo palabra de Dios? Son muchos los que dicen que toda la Biblia es palabra de Dios; entonces, ¿por qué hay contradicciones?

Esta ley del Talión es una ley cruel que no contempla el perdón y la misericordia; entonces, si esta ley no comtempla el perdón ni la misericordia... ¿cómo va a ser palabra de Dios? Jesucristo dejó abolida esa ley, como nos dice el Evangelio.

Jesucristo, que es Dios, nos dice: "ni una jota ni una tilde pasará de la Ley hasta que todo se cumpla" (Mateo 5,18)... Entonces, las leyes del viejo testamento que Jesucristo deja abolidas, no eran Ley de Dios, porque de la verdadera Ley de Dios, que es a la que se refiere Jesucristo, ni una jota ni una tilde pasará hasta que todo se cumpla.

El viejo testamento contenía, y sigue conteniendo, muchos preceptos de hombres y por eso fue abolido por Jesucristo... El pacto verdadero que guarda la palabra de Dios no es imperfecto, es eterno y nunca será abolido:

"Redención ha enviado a su pueblo; Para siempre ha ordenado su pacto" (Salmos 111,9)

Entonces, todo precepto del viejo testamento que Jesucristo deja abolido, no era palabra de Dios..., porque el Pacto de Dios es para siempre.

El amor que debemos a todos los hombres:

"Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen" (Mateo 5,43-44).

Los judíos, siguiendo las tradiciones de los pueblos vecinos, habían endurecido sus corazones con las guerras y las penas de muerte, y en muchos casos no tenían compasión con los enemigos vencidos, pues en muchos casos los degollaban o los ahorcaban, y no solamente a ellos, sino que luego entraban en los pueblos vencidos y en muchos casos también degollaban a los niños y a las mujeres..., diciendo que era mandato de Dios; y así lo dejan escrito en el viejo testamento.

Jesucristo deja abolidos los preceptos que mandan matar o aborrecer al enemigo. Y si los deja abolidos es que no eran palabra de Dios, porque la verdadera Ley de Dios nunca será abolida:

"Redención ha enviado a su pueblo; Para siempre ha ordenado su pacto" (Salmos 111,9)

Sobre las penas de muerte que aplicaban los judíos:

Nos dice el Viejo testamento:

Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos. (Levítico 20:10)

"Y la hija del sacerdote, si comenzare a fornicar, a su padre deshonra; quemada será al fuego". (LEVITICO 21:9)

No es eso lo que hizo Jesucristo con la mujer adultera en el ejemplo del Evangelio, sino que la perdonó:

"Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo. Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. (Juan 8:3-7).

Entonces, si Jesucristo es Dios y Él nos dice que el que no haya pecado nunca, que tire la primera piedra..., como todos los hombres somos pecadores, nadie tiene autoridad ni nunca la tuvo para matar a sus semejantes. Las leyes del viejo testamento que mandan torturar y matar a las personas quedaron abolidas, y quedaron abolidas porque no eran verdadera Ley de Dios, pues Jesucristo no vino a abolir la verdadera Ley de Dios sino los preceptos crueles de los hombres, que mandaban cosas contrarias a la misericordiosa Ley de Dios.  Jesucristo era Dios, y Él no vino a abolir su propia Ley, sino a darla a conocer plenamente.

Sigue en la tercera parte...

 



 
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