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EL VIAJE ESPIRITUAL COTIDIANO El viaje
espiritual es grande al principio es como un salto cuántico y luego tiene
momentos de gran silencio y expectación.
Cuando caemos en la ansiedad de esa
expectación nos sobreviene la oscuridad, vamos así adelantando y contrayendo
nuestra alma, hasta que poco a poco entendemos que la mente debe callar y
volcar todo al alma con silencios sin expectación.
Es de tal manera que la
iluminación llega, todos piensan que la iluminación es como un torbellino
mágico de un momento, pero la verdadera iluminación nos llega gotas tras gotas
para llenar nuestro espíritu, es tan inmenso como el océano. Para recibir esas
gotitas del océano debemos estar libres para recibir.
Tú eres un
barco a vela, miras el mástil que es tú fuerza, pero necesitas un timón para
ser guiados, flotar por la vida sin rumbo podemos caer en tempestades o
confusiones, adonde iremos sin guías, como encontrar a un gran capitán, solo
con el silencio podemos comunicarnos, así que despeja la mente de esos
pensamientos del no puedo, no debo, no sé.
Las velas
son tus alas que flamean al viento, pero deben sujetarlas bien para que el
curso sea seguro, si es así, verás que el mástil es una punta fija al cielo y
el cielo te responderá.
Navegar en
las aguas de la vida mientras experimentamos que solo somos seres en un mundo
material para conocer y saber que estamos aquí para reconocernos como seres
espirituales en una tarea de experimentación material al espiritual.
Con amor Rosara
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