Sus ojos se clavaron tan impasiblemente y sin clemencia sobre los tenebrosos ojos ajenos que casi podía oír el corazón del moreno latir delirantemente dentro de su cabeza, en sus pensamientos o tal vez... en sus recuerdos. El rubio caminaba seguro de cada paso en la calle, erguido, sus piernas a un paso grácil y ligero para llegar pronto a su destino, más sin embargo serenó sus piernas justo frente a aquel misterioso hombre que ya conocía tanto... tanto… pareció incluso hacerle frente, pues se arrimó un poco más de la cuenta al rostro del oscuro, pretendiendo quizás intimidar al no respetar el espacio personal que existía entre ambos - ...Sem.. – murmuró, sin sacar aún los ojos verdes e indecorosos de la mirada ajena - ..estás tan sucio - sus pestañas se movieron finamente hacia arriba en cuanto parpadeo después de notar gotas de sangre en su ropa y su barbilla, sonriendo apenas por el simple hecho de volverlo a ver y encontrarlo en ese estado, sabía que era un asesino pero sabía también que con frecuencia se mantenía coqueto y elegante ante las demás marionetas - ...y hueles horrible – soltó una carcajada leve, antes de neutralizar su rostro con normalidad, había parado frente él pues sabía que aunque se hiciera el tonto y se fuera, él podría seguirlo a todas partes e incluso molestarle. Resultaría una verdadera molestia…

Sus pupilas le siguieron, en todo movimiento, por mucha dificultad que tuviera para verlo, aún incluso si se arrimaba a su cuello como de hecho estaba haciéndolo. Apartó su piel gradualmente, para que no le tocara siquiera sin querer. Y miró inmutablemente sus ojos en cuanto le tuvo enfrente. A decir verdad, le enloquecían sus secretos, le daba curiosidad su plácida sonrisa. Ya le había probado... pero aún así, era más bien como un juego discordante de un retorno eterno, perverso y vicioso. Miró a otra parte al notar que el moreno no retiraba su mirada penetrante de él - ..Por supuesto que no - reafirmó la oración del Teufel, el rubio odiaba el aroma a sangre. Sus brazos cruzados y sus ojos recelosos volvieron a mirarlo - ...no sería mejor si te ducharas? serías más encantador - murmuró, muy bajo la última parte y fingió no haber dicho nada cuando lo notó. Perdiendo su mirada en el suelo.. Notando que sus manos también estaban sucias. Entreabrió apenas sus labios, una leve confusión. Volviendo a sus ojos nuevamente, él había estado haciendo de las suyas... sin duda. Su naturaleza demoniaca jamás lo liberaría.

Elevó sus cejas al escuchar lo último, haciéndole frente otra vez al arrimarse aún más a él. Acercando sus bocas casi como si fueran a besarse, pero con una mueca tal digna de desprecio - ..dis..fruto – respondió en un susurro entonces. Sus ojos entrecerrados le miraban indiferente. Eso era lo que hacía al prostituirse como una puta, tal y como él había acertado. Volvió a alejarse nuevamente de él, manteniéndose a una distancia normal y apoyando, esta vez, su espalda contra la pared del edificio a su lado. Le miró a los ojos y sonrió juguetonamente, acaso creía que era tonto? - ..conozco un lago que queda a pocos metros de aquí – invitó al moreno, esquivando el hecho de ir a su casa. No era que evitara que algún tacto ocurriera con él, no podía hacerlo por más que quisiera. Pero por lo menos intentaría limitar sus conocimientos sobre sí. Un poco de sexo acuático no vendría mal tampoco, sobre todo con el… - si te interesa, sígueme – habló, deslizando sus pasos, mirándolo antes de darse vuelta completamente y darle la espalda para caminar, alejándose de la cuidad y los pueblos. Por detrás de los edificios, en los basurales y más allá aún.. Pasando el canal hasta encontrar un bosque pequeño, lugar de algunos animales, ninguno salvaje por supuesto, ya que estaban en el Palacio Imperial. Un pequeño lago asomaba… la noche hacía reflejar las estrellas y la luna en el agua. El rubio observó detrás de si, para ver si el moreno le seguía - …No me invites contigo – casi adivinó sus pensamientos - ..puedo cuidarte la ropa, pero si intentas algo conmigo…  - aclaró, elevando sus ojos - ..siquiera lo intentes – no termino la frase para no resultar demasiado amenazante. Pero no tomò en cuenta que ya lo era.