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♛ 「 ραlαcισ ιмρeяιαl 」: oɴce υpoɴ α ᆢ d e c e м в e r { priv; hermanas Jigulina }
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Respuesta  Mensaje 1 de 12 en el tema 
De: ~Ariadne  (Mensaje original) Enviado: 21/03/2012 00:01
    
 Once upon a december

"Y es aquí, querida, donde nos domina el final de nuestra luz; mi voz solo sea oída, embriagadora y eterna, en estos últimos y fugaces segundos. Manta oscura que te envuelve ágora, más plácida y suave de lo que se te antojaba en vida, arranca vuesos últimos hálitos del ánima. Un latir silente, meramente ilusorio. Un espacio vacío, aquí, latente donde antiguamente fue la raíz del alma; arrancado, extirpado, lacerante... Y sin embargo, semejante a un sútil y satírico beso. Ahora yaces, tú, mi más dulce pequeña, frente a mi. ¿Vivirás... o condensarás mi error con tu muerte? Pervive. Respira en éste mundo como cual caja de música sin melodía que tocar. Si has de caer, el frio te entumecerá y helará tu sangre gorgoteante. Y con el final, mi voz callará para siempre."
 
Desperté inmediatamente, con una mano sosteniendo un arma y la otra apretada contra mi corazón.
Silencio.
Miré a ambos lados, pero realmente ya sabía que aquello no había sido más que una pesadilla. O un recuerdo.
Vagas imágenes, palabras irreales,  vacío... Siempre estaba vacío., todo está vacío.
Me levanté de sopetón; las 6:30 am, invierno. Diciembre. La noche anterior había nevado y ahora todo el jardín de nuestra casa estaba cubierto por un manto blanco, al igual que el cielo esa misma mañana. Debería bajar, aunque aún era muy temprano para que Wika estuviese despierta y preprara el desayuno.
Deambulé por la habitación, recolocando y ordenando algunas cosas. Cuidando de mantener una perfección y armonía que hiciese creer que aquí no había vivido nadie. Ningún alma.
Me detuve en seco. La elegante figura de una caja de música reposaba sobre la mesa. Aquella dulce caja de música. Suavemente, recorrí las líneas de sus ornamentos, disfrutando del tacto, hasta al fin, apretar suavemente en un botón que abrió lentamente su tapa.
Y la música comenzó a sonar.
Brillantes figuras, ilusorias, brotaban de aquella caja e inundaban la habitación de luz y color. Me senté a contemplarlas plácidamente.
You're absenc


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Respuesta  Mensaje 2 de 12 en el tema 
De: AsCa13 Enviado: 21/03/2012 01:17
 ¿Recuerdas de que color eran sus ojos?
¿o el color de su piel?
Ahora sólo es más que una imagen borrosa, podría decirse que sólo blanco y negro.
¿El blanco será presencia de mucha luz?
¿El negro será ausencia de la luz?
¿Tú que opinas?
Nunca respondes a todas mis preguntas, pero sé que siempre me escuchas.





El frío, el inverno, ambos se juntaban en ésta época del año. Que a pesar de ser tan despiadada con su helado clima, era una  época que me animaba, hoy Mika estaba de cumpleaños, un año más... Un año más juntas. Un año más donde lográbamos estar  unidas. Siempre juntas... Esa mañana desperté muy temprano, o realmente no podía dormir pensando que sería mejor para preprara por lo mañana. Como siempre no pude decidirme así que estaba terminando de hornear un pastel, mientras lo decoraba de muchos colores, muchos colores.
Me giré a observar la alacena donde guardaba los condimentos, especies y todo aquello necesario para cocinar, los tenía ordenado alfabéticamente y por colores, recuerdo que eso lo hice estando pequeña con la ayuda de Mika, desde entonces no ha cambiado. Y como eso algunas cosas simplemente no deben cambiar.


  


Preparé la mesa, coloqué un lindo mantel,decorado con bordes, ¿dorados o plateados? No recuerdo que había dicho Mika, luego puse los platos, en  medio me dispuse a colocar el pastel, y unas tostadas. huevos y tocinetas que  había preparado junto con los frasco de mermelada y mantequilla de maní,  varios tipos de mermelada, por supuesto, uva, mora y piña.
  Me quedé frente la ventana que daba hacia el jardín, observé como la nieve cubría todo nuestro patio, extensa, blanca... De ella si estaba segura de que era totalmente blanca.




Respuesta  Mensaje 3 de 12 en el tema 
De: ~Ariadne Enviado: 23/03/2012 21:43
Cuando cerré la cajita de música me pareció oir movimiento en la primera planta. Utensilios y platos dando pequeños choques al ser colocados. "Asi que Wika ya se ha levantado." No bajar sería una falta de educación a su esfuerzo, así que me vestí con uno del centenar de vestidos elegantes que tenía y cepillé mi cabello. Luego bajé tranquilamente por las escaleras. La mansión en si era tranquila, o mejor dicho, casi parecía un cementerio. Era una lástima que para aquella casa tan grande solo nosotras dos la ocupemos. Pero, ¿qué se le iba ha hacer? No queríamos criados, eran entrometidos y podían averiguar más de lo que debieran sobre nosotras; tampoco teníamos padres.
Y no los necesitabamos.
Llegué a la cocina, el único lugar de la casa que parecía tener vida gracias a Mika. De hecho, si no fuese por ella, esta mansión no tendría ningún tipo de alegría y la gente podría pensar que nadie vivía aquí.
Me fijé en la mesa. Había puesto nuestro mejor mantel dorado y los mejores cubiertos. Solo para dos, claro. En el aire se olía el dulzón y apetitivo pastel recién horneado, olisqueé un poco de aquel delicioso aroma.
- Mmm, estás preparando pastel. ¿A qué se debe tu madrugón y tanta preparación? - Y entonces, me volví al fin para verla. - ¡Oh! Wika, volviste a confundir la ropa. No puedes llevar ese lazo verde oscuro con aquel vestido rojo. Es una combinación imposible. Ven aquí. - y me acerqué para quitarle el lazo, así al menos, eliminaba el desequilibrio. - Ay, hermana. No sé que harás si un día dejo de ayudarte a vestirte. Probablemente saldrás a la calle orgullosa de lucir como un payaso.
Quizá lo exageraba, quizá no. Lo cierto, es que siempe fuí un tanto o demasiado perfeccionista. Incluso aunque vivieramos las dos solas y no recibieramos visitas, no toleraba la suciedad o que un cuadro estuviera mal encuadrado.
- Esta tarde volveré a salir. Me reuniré con el señor Tornillos-sueltos y decidiremos, al fin, el empleo de los fondos para la ayuda a los niñs huerfanos; bueno, eso si es que no vuelve a desvariar y me hace perder el tiempo.
Mentira. De la más cruel mentira. Llevaba meses, o quizá ya uno o dos años que mentía a mi hermana sobre qué estaba haciendo para conseguir el dinero a casa. El otro día, descubrió más sacos de dinero de lo que debería haber visto y, obviamente, preguntó de donde salía tanto. Así que le dije que era una recolección de fondos de ayuda para niños huerfanos y no la verdad: dinero sucio malogrado por la venta ilegal por cotnrabando. Pero ella no debía saberlo, se enfadaría; además, había quedado muy feliz por mi supuesto acto benefico. Así que todo estaba bien, ¿no?
- No me esperes para cenar. Tengo el presentimiento que el negocio de esta noche se alargará.
Ah. Y también le conté que teníamos una empresa de caramelos que donaba una parte de los beneficios a más niños desvalidos. Irónico, ¿verdad? Teniendo en cuenta quienes éramos, ayudar a otros para que no pasen por un sufrimiento semejante era de lo más noble. Noble e irreal. Así solo lograría que me tuviera en un pedestal cubierto en gloria cuando realmente estaba al fondo de un hoyo y cubierta de inmundicia, sangre y mentiras.
------------------
tururu~ parece que escribi poco, pero creo que en verdad es mas de lo que parece x.x el priv de las hermanas continua~ cuantos secretos saldran a la luz~?

Respuesta  Mensaje 4 de 12 en el tema 
De: AsCa13 Enviado: 24/03/2012 15:54
Sin más que pensar,me quede observando por la ventana, quizás duré unos minutos o más, hipnotizada, mirando, sólo mirando.
Me giré hacia la entrada de la cocina, ciertamente ya mi hermana había abierto la puerta de su habitación, escuché sus pasos, mientras continuaba realizando mis cosas, colocando un cubierto aquí y otro allá, tratando de que todo pareciese perfecto.
- Preparo la comida para celebrar tu cumpleaños... Sé que no lo recuerdas como siempre...- Hasta que fuí interrumpida por un escandalo que la pequeña había armado, miré como me quitaba el lazo.
Refunfuñe un poco, mientras escuchaba su discurso acerca de las combinaciones y gustos, pero que al caso siempre me sucedía.- Sería divertido ser un payaso...- Le dije mirando el horno.- Al fin y al cabo... es tu culpa, debería sólo comprarme ropa blanca y negra, así nos evitaríamos este problema todas las mañanas...- Le explicaba mientras saca del horno aquel pastel, y lo sacaba de aquel embace para colocarlo en un plato más elegante que seguramente hacía juego con el resto de la platera.

Me quité el delantal y me quedé observándola mientras me explicaba de aquel negocio, y sus atareado día.
-Entonces... ¿Tampoco hoy vendrás a cenar?.- Pregunté mientras seguí explicándome todo aquello que haría.
Siempre ella se encontraba trabajando, más de la cuenta, más de lo que debía, y más de lo que yo debía permitirselo, pero la conocía, sabía en el fondo quién es realmente, aunque muchas cosas que me explicaba, y que siempre me creía, no eran de mi agrado.












Quizás de alguna forma ella me mentía y yo a ella, era un circulo vicioso del cual ninguna se atrevería a salir. ¿Y para qué? De alguna forma, ambas eramos felices así.
-Sientate...- Le dije señalando su lugar, mientras yo ocupaba mi asiento.
Ambas en la cabecera de la mesa, ambas jefas de la casa, pero donde ninguna daba ordenes.
-Por lo menos disfruta este banquete, para que trabajes con energía...- Le decía mientras servía la comida, de la forma en la que ella siempre esperaba, le arrime los frascos de mermelada para que escogiera, le acerqué un cuchillo de untar.
-Sé que tendrás mucho trabajo, yo mientras iré a comprar algunas cosas que hacen falta en la casa.- Me giré a ver la ventana.- Soy la mayor, debería ser quién sustente nuestro hogar...






Respuesta  Mensaje 5 de 12 en el tema 
De: ~Ariadne Enviado: 25/03/2012 20:57
- ¿Qué...? ¿mi... cumpleaños? - Aquello me descolocó durante unos segundos. Lo había olvidado. "O había querido olvidarlo". La nostalgía me invadió.
- ¿Divertido? Quizá como disfraz en carnaval, pero tu eres una señorita. ¡Y vestir de negro no sería la solución! Eres joven y alegre, ir de negro te haría parecer que estás de luto. - Fuí ayudándola a terminar de colcar todas las cosas, tratando de parecer atenta a los detalles.
Aunque... mi cabeza se iba distanciando cada vez más de aquel lugar.
- Mmm, no... - lo replanteé un poco más. Aquel día era especial. Tanto para mi como para ella. - Pensándolo mejor... llamaré y lo aplazaré por hoy. Deberíamos... tratar de pasarlo bien, ¿verdad? - Y sonreí, no de corazón, tan solo por que razoné que en aquel momento vendría bien.
Muchas veces olvidaba que debía sonreir, hay quien ya miedo de mi. Lo siento. Pero no era alguien que "sintiera" esa necesidad de reir o sonreir... Bien, era alguien que no sentía muchas cosas.
Me senté para comer y ella enfrente de mi.
- Ow, parece todo delicioso ~ - dije dejándome llevar un poco por la armonía de olores. Acepté el cuchilló que me ofreció y elegí la mermelada de uva. Cuando terminé con la tostada, miré con una sonrisa de perversión fingida hacia el pastel. - ¿Harás los honores de cortarlo?
- Ya hablamos de ello, ¿no? No me importa llevar los negocios, se me dan bien. Tú ya haces mucho cocinando y con la casa, ¿de acuerdo?
Miré hacia la ventana, justo como ella hacía.
- Nevó mucho anoche. Está todo completamente blanco... - Se me ocurrió una pequeña idea. - Hermana, ¿que te parece si salimos afuera ha hacer muñecos de nieve, o lo que sea que hace la gente normal, cuando terminemos de desayunar? Hay mucha ahí fuera, sería un desperdicio no crear buenos recuerdos con ella, ¿no?
Lo cierto, es que necesitaba salir un poco al aire. Que la brisa fria calmara más mis nervios; la pesadilla que tuve anoche fue de lo más oportuna para hoy... Y más cuando hacía meses que no volvía a soñar con ello.
"Pervive. Respira en éste mundo como cual caja de música sin melodía que tocar."
Aquella frase... entendía su significado en aquel contexto; pero, ¿por qué... presiento que aquel extraño símil guardaba otro significado más?

Respuesta  Mensaje 6 de 12 en el tema 
De: AsCa13 Enviado: 25/03/2012 21:52
Sus explicación con respecto al sustento de ambas  era siempre la misma, de igual forma tendía que dejar que se sintiera comoda, no quería incomodarla, desde que nos tenemos una a la otra, he tratado de que se sienta bien, aunque sus sonrisas sean fingidas, sé que se siente bien como está, aunque sea malo.
- ¿Completamente blanco?.- La miré y luego me volví hacia la ventana.- Eso lo puedo notar muy bien... Mucha nieve blanca.
Me reí un poco cuando sugirió aquello. -¿Te parece que aún somos gente normal?.- Le pregunté mientras me replanteaba la idea.- Si deseas eso podemos ir.
 


Risas, fuertes y alegres risas, se estremecian en el lugar, un gohar, una familia unida, traquilidad y alegría era lo que existía. Afuera nevaba, copos de nieves caían con lentitud y gracia.
-Hermana despierta...-
-Huele a pastel...-
-Por supuesto... ¡Es mi cumpleaños! Mamá lo ha hecho para mi, pero prometo compartirlo contigo.-
-Aún tengo sueño, vé tu primero, sé que no te lo acabarás todo.
- Alice levantaté, vamos a comerlo juntas. ¡Y después jugaremos en la nieve! Vamos Alice muévete...


 
 

 

Se me hizo muy extraño que quisiese salir a jugar con la nieve, más no lo iba anegar, pocas veces daba iniciativa a algo, practicamente siempre le obligaba a divertirse, y hoy ella proponía algo interesante.
-¿Crear recuerdos eh?.Me giré hacia ella.-¿Aún tiene en mente las cosas que haciamos de pequeña?
Quizás fue una pregunta que ambas odiariamos de recordar pero nunca etaba de más, intentar recordar, o por lo menos queria saber si aún existía en ella, los recuerdos, porqué yo habia suprimido muchos y no los recordaba, o simplemente no queria hacerlo.




Respuesta  Mensaje 7 de 12 en el tema 
De: ~Ariadne Enviado: 05/04/2012 02:51
- Jej, buen punto. Pero ¿qué hay de malo por aparentarlo? - Terminé de comer en poco tiempo; no me gustaba perder demasiado el tiempo en ello. Me levanté de la silla e inicié a recoger la mesa, no del todo para no darle prisa a ella, pero si suficiente para mantenerme algo más atareada. Abrí el grifo y el agua helada cayó sobre mi mano mientras fregaba los platos. Parecería extraño, pero realmente adoraba sentir el frio o el calor en mi piel; por mi extremos que fuese. Para las pocas cosas que era capaz de sentir, ¿quién me iba a privar de eso?
Pero ella habló de nuevo... y detecté en su tono de voz un pequeño matiz, una estela profunda al camino de los recuerdos. Recuerdos que ninguna quería recordar, pero seguían ahí, sin necesidad de ser mencionados para ser rememorados en cualquier momento. Oh, estos últimos años, la palabra "recuerdo" había sido eliminada de nuestro vocabulario y tachada como algo tabú.
Y ahora había sido yo la infractrora de aquella regla no formulada.
- ¿Las cosas qué haciamos de pequeñas...? - Dí un ligero suspiro. - No es que encuentre muchos momentos felices en aquel entonces...
Si bien había habido momentos de tranquilidad y felicidad para ambas; yo siempre sentí... que no eran reales, que no eran importantes para ellos. Tenían otras prioridades.
Me dia la vuelta cuando terminé de fregar y la encaré, para luego lentamente ir bajando la vista. Recuerdos vacíos, sin melodía que tocar.
- Oh, bueno... - Quizá no habíamos sido desdichadas siempre. - ¿Recuerdas... cómo en estas fechas siempre nos lo pasabamos genial? Inlcuso después de que las cosas empeoraran... - No, no debíamos continuar por aquel camino.- ¿Te acuerdas... de él?
Imágenes desfilaron por mi mente, colores, palabras, libros y una canción.
- Salgamos ya afuera. - Dije mientras sujetaba a mi hermana y la arrastraba hasta la puerta trasera de la cocina que conducía al jardín trasero.
El viento golpeó en mi cara, y aunque a mi no me desagradaba, quizá a ella si.
- Perdona. - volví a entrar y regresé a su lado con una chaqueta para ella. - Abrígate, cogerás un refsriado.
Anduve por la nieve, con aquellos frágiles zapatos, acariciada por el frio. Quería hablar con ella, quería que recordáramos amistosamente todos aquellos momentos.
Pero mi mente ya no estaba en aquel jardín de aquella casa desconocida junto a mi hermana. No... mencionarle había sido la dinamita que explotó aquel ladrillo firme y etereo con el que había despertado aquella misma mañana gracias a la nieve, a la nostalgía y... a una canción.
 
 
"- Mamá lo ha olvidado. - No hablaba en sollozos, ya no; mi voz tan solo contenía cansancio y algo de decepción. Otra vez.
Aquella no había sido la primera vez que ella o, más bien, ambos se habían olvidado de mi cumpleaños. Y de la promesa. Peor aún, aquella noche siquiera estaban en casa.
Hasta hacía unos meses, algo... había ocurrido con los criados; papá tuvo que despedir a todos. Contrató a nuevos, pero solo a dos de los ocho que usualmente habíamos tenido y que necesitabamos tener dado la gran extensión de la mansión... Pero últimamente, a ellos no parecía importarle que se descuidara el aspecto de su hogar, o quizás no se daban cuenta de ello. Los veía absortos en sus pensamientos, siemrpe encerrados en aquel sótano y cuando salían eran como los zombis de aquellos libros de terror. No hablaban con nadie, solo entre ellos y siempre era sobre trabajo. Apenas nos miraban.
Tumbada en la chaise con Alice al lado, acompañándome al menos en aquella soledad. De repente me levanté.
- Iré al baño. - Levanté mi mano sin mirar atrás, parándola por si acaso quería acompañarme. - Estaré bien, enseguida vuelvo.
Y salí de la sala. Mientras me dirigía al baño, trataba de recordar, una vez más, cuando las cosas habían comenzado a cambiar. Recordaba cumpleaños en los que todos habíamos estado unidos y felices... o así lo veía yo. Sin embargo, cosas extrañas habían estado sucediendo aquellos últimos años y no menos extraños habían sido nuestros padres. Deseaba que todo volviese a la normalidad, deseaba volver a la vida que llevaba antes...
Música resonó.
Por las paredes, corriendo entre aquellas vigas, abrazando la sutil frialdad de aquella mansión hasta calar en mis huesos. Elegántemente.
Era el piano, no cabía duda, pero ¿quién? ¿quién lo tocaba? mamá era quien solía tocar y no estaba en casa aquella noche. Sin darme cuenta, corría en dirección al piano, sin pararme a pensar que quizá era un intruso en nuestra casa y podría ser peligroso. "No... Alguien que sea capaz de transmitir esa hermosa melodía no debe ser malo." Llegué hasta la sala, la puerta ligeramente abierta me permitió ver a alguien sentado y encorvado delante del piano. La puerta se abrió de todo suavemente sin que yo la tocara. Una invitación para entrar.
- Es un maravilloso piano. - Habló. Su voz era tranquila, embriagadora, aterciopelada. E imponente. - Pero sin uso, tan solo se desgastará inútilmente.
Y se giró para verme. Era un hombre joven. Su pelo rubio pálido le caía por los hombros; tenía el rostro más hermoso que jamás había visto, completamente perfecto, los petulantes de la nobleza y la realeza acabarían reducidos a meros muñecos de porcelana cara a su lado. Vestía elegantemente, mi padre siempre iba formal y con buen gusto, por junto a él no tendría nada que hacer. Y sus ojos... eran del color de la noche, sagaces y quizá revelaban algo de malicia en él.
- ¿Cómo te llamas? - Me preguntó. "No... ¡esto no está bien! ¡Él es el desconocido que ha entrado en mi casa! ¿que diantres hacía observándole de aquella forma?¿es qué iba ha hacerle un traje a medida?" - ¿Y bien?
- E-eres tú quien ha irrumpido aquí, ya que has venido a robar, como mínimo deberías saber quien es ésta familia y quien soy yo. - No lograba hablar con el tono de enfado adecuado, más bien parecía una niña tonta en fase rebelde.
Él arqueó una ceja y se rió suavemente.
- Sí, si lo sé. Pero quería que te presentaras tú apropiadamente en vez de hacer acusaciones insostenibles sobre mí, ¿es así cómo te educaron para hablar a los mayores? - Ah, sabía devolver los golpes bien. - Y... ¿cómo decías que te llamabas? - Y era estricto; autoritario y estricto.
Pero tenía razón en todo ello y, aunque aún desconfiaba de él y me estaba irritando, era cierto que con aquellas ropas y su forma de hablar demostraban que podía ser cualquier cosa menos un pobre ladrón. Y yo no iba a montar una rabieta por que sí.
- Ruego que me disculpe, - me incliné levemente - mi nombre es Evelyn."
---------------------
sdfsdgfsdgfgf monstruo de post 9o9 estoy inspirada *------------*~ ya salio el <3333333 el gran inicio de una telaraña~ jiajiajia~ (?)

Respuesta  Mensaje 8 de 12 en el tema 
De: AsCa13 Enviado: 23/01/2013 21:07
Normalmente mantener una conversación que evocara recuerdos de nuestro pasado resultaba una en un millón, pero ese día, ese preciso día, por alguna razón ambas coincidimos en hacerlo.
Finalmente estábamos frente a la blanca nieve, ella fue por mi abrigo, sabia que yo me desquebrajaba ante la helada nieve, más sin embargo era un encanto para mi compartir el frío con ella.
Observaba detenidamente como ella caminaba por aquel sendero de nieve, alcé mi mirada hacia el cielo, me quedé callada por algunos segundos, quizás minutos, con certeza no sabría decir, me deje llevar por aquellos copos que caían con un compas uno tras otro, como si de un baile se tratara.
- No sé proqué sus caras se ven borrosas en mi mente.- Mencioné sin razón alguna.
Luego recordé aquella preguntaba que ya había hecho: "¿Te acuerdas de él?"
Recordarlo, es el único rostro que viene a mi mente cuando cierro mis ojos.
- Perfectamente.- Dije un poco seria al momento

En ese momento me lancé de espalda hacia la nieve, dejé que mi cuerpo se desplomara sobre ella, como si yo fuese un copo de nieve sumandome a la helada, una gran huella se hizo a mi paso, y allí me quede mirando al cielo, posé mi mirada sobre mi hermana. Con un leve gesto la invité a recostarse.
- Realmente es él, al único que recuerdo, es como si todo lo demás se suprimió con el.- Le dije con un poco de nostalgia.- ¿Bueno o malo? Pero es él quién está allí en mi memoria, lo único que aún guarda color, los únicos colores que recuerdo



Aquel día ella estaba enojada, en su rostro se le notaba y no era para menos, no sé en que momento todo comenzó a cambiar, no me dí cuenta en que instante ella dejo de ser aquella niña risueña y alegre, tampoco me percaté en que momento ellos dejaron de ser padres. Eran como zombies, así solíamos llamarle últimamente, ya no esperábamos algo de ellos, tampoco buscábamos su compañía, ¿para qué? era realmente inútil. Siempre y cuando ella estuviera allí, no tendría alguna necesidad de verle a ellos
Sonaba cruel o indiferente, pero para mi era mejor, en cierta forma a mi me dolía más que a ella, aunque fuese ella quién lo manifestase más, yo lloraba por dentro.
Allí estaba tumbada como siempre en el suelo, sin educación, obviando aquellos modales que en su momento nos habían inculcados, como siempre los cogía y los lanzaba a las llamas de la chimenea, allí se veían mejor.
Miré como se levantó, la vi desvanecerse de la sala y preferí quedarme allí echada, cómoda y relajada, realmente no me molestaba estar allí, entre aquel silencio.
Silencio, un gran silencio estaba en aquella enorme y vacía casa, mis ojos cerrados concentrados en ello, sin embargo, algo lo interrumpió, una leve melodía con una armonía preciosa, sonreí un poco, me agrado, pero enseguida entendí que eso no era normal en mi hogar.
Me levanté y traté de seguir a aquella melodía, pero se detuvo, dejándome con la incertidumbre de su origen. -¿Evelyn?- Grité hacia el vacío de la mansión esperando que me respondiera.

Respuesta  Mensaje 9 de 12 en el tema 
De: ~Ariadne Enviado: 19/02/2013 00:18
Hay recuerdos distantes, maltrechos, ajados por el tiempo; que toda persona guarda con tesón y dolor en su corazón. Y ruegan, ruegan con pavor que ni una sombra de ellos emerga, sus dilatadas pupilas nunca han de ser bañadas con la sombra del recuerdo. Solo y tristemente... con la del olvido. Son recuerdos deformados, atacados por la ponzoña del rencor que surca nuestras venas y que con dolor, solo dolor, toda memoria queda hechizada, transformada en una grotesca y eterna pesadilla.
Y por ello el olvido es el sabor del deleite. Pues no hay peor pesadilla... que la vivida, repetida en millares de sueños.
 
Los copos caían, con marcha inexorable, cubriéndonos de frío y encarcelando palabras en vaho blanco.
Promesas rotas, tubúes ignorados; nuestras miradas nada observaban, viajaban en confusas imágenes. Imágenes de recuerdos que nunca debieron ser extraídos... Por que eran nuestra pesadilla.
- Su tiempo se marchitó. Sus rostros, sus palabras, años, actos, alegrías, tristezas... Todo, todo podrido. Dejaron de carecer importancia. Más aún... después de lo que nos hicieron. - Pero mi voz no mostraba el odio que alguien debería sentir con aquellas últimas palabras. Ya no. La indiferencia lo cubría todo, deshumanizándome.
 
Verla lanzarse contra el helado suelo tan espontáneamente me sacó una sonrisa. Alice, simplemente Alice... El pasado nos ha desgarrado, pero ella continúa con su natural esencia, manchada, pero implacable. ¿Qué haría yo sin su alegría? ¿Qué haría... si dejase de ser mi dulce Alice?
Me tumbé, mucho más calmadamente que ella. El níveo suelo me abrazo con su frío tacto.
 
De repente me dí cuenta de que en todo ese rato no había parado de sonar una canción.
- Se suprimío. No creo poder encontrar una palabra mejor... Alice. - Y pronuncié su nombre después de tanto tiempo, tocándolo, disfrutándolo. Por que la nostalgía, aún dura y fría como el hielo, es un deje agradable para saborear. Suspiré.- Porque así es... Es irónico, él era solo un desconocido. Y aún después de conocerle... creo que nunca supimos quién era en realidad.
Un piano hacía eco en mi cabeza.
- Bueno o malo... -Subitamente, esa dulzura al recordar su memoria se volvió agria, ennegrecida por momentos. Y fría. Tragué saliva sin darme cuenta de mi nervioismo.- Él... Bueno, tomó parte en cierta forma... - Y no sabía por qué, pero a aquellas alturas aún me costaba hablarlo en voz alta. - Parte en aquel... experimento.
La melodía, lejana ahora, revoloteaba como fondo de mis pensamientos.
 
Sus manos convertían todo sonido en algo complejo, irreal... Sus dedos se retorcían ágilmente, con la maestría de un auténtico virtuoso sobre aquel piano en aquella noche.
 
 
《La situación era ilógica, totalmente fuera de lugar, demente, irreal, un auténtica locura... ¡Insensata!
Estaba sentada frente a un piano, al lado de un hombre desconocido que había entrado a nuestra casa sin consentimiento ni aviso y que, con pocas palabras, me había encandilado con su voz y ese aura intrigante que desprendía: «¿Te agradaría acompañarme en la balada?» Por más que le había insistido en que no sabía tocar el piano, él no escuchó ninguna de mis palabras. Se levantó, sin más, después de que planteara la pregutna y yo empezara negarme; y sostuvo mi muñeca, dirigiéndome al piano.
Aquello no hubiese ocurrido si yo no lo hubiera preguntado por la melodía que momentos antes había interpretado. Pero era una balada tan dulce... tan cuidada y nostáligca; había calado hondo en mis pensamientos. Tanto qu no era capaz de hacer otra cosa que no fuese repetirla una y otra vez, torpemente en mi cabeza.
- Prueba el tacto. - Dijo abruptamente. - Saborea el sonido de sus cuerdas. - Sus palabras eran incoherentes, ¿cómo iba a hacer algo así?- Y taña las notas, las que sean. 
No me ofreció momento de protestar; su presencia misma me obligaba a no negarme y sus actos simplemente no me esperaban. Él empezó a tocar de nuevo. El principio era diferente al primero.
Le obedecía y empecé a presionar las teclas que me apetecían, tratando de seguir su velocidad, sin pensar... Un instinto me guiaba, bailaba junto a las notas que surgían de entre mis dedos ágiles, intuitivos; y mi corazón era un director de orquesta embriagado por la atmósfera que generaba su propia melodía. Y así, sin siquiera percatarme de ello, sin capacidad de comprenderlo, nuestros sonidos se enlazaron. Creando una maravillosa melodía... Aquella que él había ejecutado antes.
Magia. Sólo podía pensar que había hechizado el piano. Pero eso era imposible... ¿o no?
- No tiene nombre. - Su voz, aún estando a octavas más bajas que el sonido del piano, era audible, clara. Y tenía la sensación de que sus cuerdas vocales acompañaban con armonía la melodía cuando contestó a mi pregunta.
- ¿No...? ¿Dónde la leísteis, pues? - No pude evitar continuar pregunando. Me causaba un deseo irrefrenable de preguntar siempre.
- No la leí. La encontré. - Precía divertirse con alguna  broma interna. Ahora era yo quién elevaba una ceja, ya era hora de que me dirigiera algunas palabras más comprensibles.- Una noche de insomnio, tratano de encontrar... respuestas; me senté al piano y comencé a revolotear sobre las teclas. Justo como ahora. Y de ahí surgió... Me gustó tanto que fuí incapaz de desprenderme de ella, sus notas continúan vibrando en mi cabeza desde aquella vez y simplemente no desperdicio oportunidad de volver a interpretarla. - Era la primera vez que hablaba tanto, aunque fuese de algo banal; sentía como si mostrase más de su interior hablando de aquella forma que de llegar a hablarme sobre si mismo. - Pero nunca oirás la misma interpretación; solo notarás su esencia entre todas las notas, fluyendo, elevándose, tronando en cada resquicio de tu corazón.
De repente aminoró la velocidad.
- Quizá quieras acompañarnos. - Elevó su voz, no mucho más, pero haciéndola más nítida. Le hablaba a alguien detrás nuestra; me giré para ver quién era.
- ¡Alice!

Respuesta  Mensaje 10 de 12 en el tema 
De: ~Ariadne Enviado: 22/02/2013 13:52
sdfdsfddsfs no podía irme sin dejar música! *A* el piano, ese momento en el que empiezan a tocar a lo loco hasta convertirse en la melodia... es así. <3 Simplemente ame tanto esa interpretacion, que me sirvio de severa inspiración!

Respuesta  Mensaje 11 de 12 en el tema 
De: AsCa13 Enviado: 27/02/2013 23:53
Recuerdos, recuerdos, a veces me preguntaba como se evocaban, de que manera llegaban a ti, que los estimula para que aparezcan en tu mente y se queden allí, haciéndote revivir la misma sensación como la primera vez. Mi deseo de saberlo, era el mismo deseo que sentía para poder evitarlos. 
Sonreír siempre, manifestar que todo está bien era estúpido, inconcebible, era mentirte a ti mismo que todo estaba bien.
Me giré a ver como se recostaba en la nieve, con delicadeza, como si meditara cada acción que deseaba hacer, un protocolo que usaba hasta para la acción más sencilla. Me reí a carcajada, una risa que quizás, o en realidad, no era apropiada para el momento. 
Escuche su respuesta, pero lo que más retumbo fue que usara aquel nombre, un nombre que en cierta forma ya había olvidado, alguien que ya había fallecido, había dejado de existir, alguien quien fue asesinada cruelmente.
-Yo si supe quién era en realidad.- Respondí repentinamente, alcé mis manos frente de mi rosto.- Alguien a quién creiste conocer, conocí a un perfecto desconocido.- Mis manos comenzaron a temblar levemente mientras hablaba ¿Miedo? ¿Nervios? No sabía, pero, evocar esos recuerdos después de tanto tiempo hacían surgir en mi, los mismos sentimientos.
Experimento
Esa palabra retumbo en mi mente, vibro dentro de mi, fue como si apuñalaran mi interior varias veces.




Sólo la llamé una vez, pero nunca respondió, todo quedo en el silencio de origen, no se observaba un alma en aquella casa, es como si Evelyn se hubiese esfumado, no me atrevia a dar un paso, por alguna razón sentía miedo, y para serme sincera a mi misma, no solía caminar sola por la casa.
Pero de nuevo allí estaba, aquella melodía, algo diferente a hora, por alguna razón mis pies comenzaron a seguir el origen, hasta llegar, en aquel momento donde la melodía tomo un compás exacto, rítmico y fonético, algo planificado, como si siempre hubiese sido de esa manera, me detuve, y observé aquel hombre junto a mi hermana.
No dije nada, hasta mi respiración se hizo lenta, era como si no quisiera interrumpirlo, seguir escuchándolos, o simplemente tenía miedo de aquel personaje. Parecía hablar mientras tocaban, pero no escuchaba, era como si sus labios estuviesen inmutados por aquella melodía.
De pronto su voz me sobreexaltó.
Me quedé en silencio por un segundo, hasta que Evelyn me hizo regresar en mi.
-¿Evelyn?-
Tragué fuerte, mientras terminaba de entrar a la habitación, más sin embargo me detuve, a observarlos,como si me hubiesen arrancado la voz, pero por alguna razón mi mirada no se apartaba de él.

Me encantó la melodía, también me inspiro para escribir 

Respuesta  Mensaje 12 de 12 en el tema 
De: MaryChain Enviado: 19/03/2013 16:01
Up!
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