“No me despiertes en Ovidio” cantan a coro,“quiero postergar mi sueño; pues pronto el largo letargo llegará a su fin”. Dormitando, continúan su cálido abrazo,“a cambio, alumbraré el camino para Primavera y, con ella, renaceré. Pero no me despiertes en Ovidio, quiero postergar mi sueño; para que el crío, en mi recóndito, al largo letargo de fin en el inicio del nuevo albor”.
Hay una suave nevada plateada, cargada de pena, cubriendo los
brazos torcidos, desamparados de verde, de seres que fundan
el frondoso bosque. Una lluvia, que crea un techo de lágrimas en
la copa de aquellos seres, y que trae consigo una nostálgica
melodía que encandila el dormir de la vida.
Esta noche es mágica; una nueva vida surgirá de las
entrañas del impertérrito bosque, un nuevo cielo se despeja y
da paso al brillo de las lunas, el orden de la vida se instaura
de nuevo. Y con la fuerza de miles de sueños y memorias de una larga hibernación.
Hay una saeta de luz que impregna el camino hacia el
centro, el corazón, del bosque. El majestuoso árbol brilla con
una intensidad que podría avergonzar a las dos lunas del
Gran Imperio Mariollette. Todos se reúnen a su alrededor,
gente de todas partes del Imperio que comparten las mismas
ansias de un nuevo despertar que embriague sus corazones.
Visitantes de diferentes partes del Imperio ponen rumbo hacia el vigoroso Cardinal de la Tierra. Y no es para menos: el inicio de la Primavera está ya aquí, en el corazón de la vida. ¡Cuantísimos frutos dará este vetusto e inmenso bosque! Interesados mercaderes apremian por ser los primeros.
Y sin embargo... No es la riqueza lo que más ostenta: la exorbitante belleza, el ardor apasionado del amor que se respira en la ncohe, la nostalgia de un oscuro horizonte ovidiano que poco a poco resplandece en un nuevo mañana para la Primavera. Esta es la única ocasión del año en el CT en el cual vereís resurgir millares de flores de infinitos colores y, sin embargo y a media noche, pequeños copos cubriran a las cálidas marionetas. Ovidio y Primavera son los principales amantes, y su fusión centelleará en el crepúsculo.
Mas, ¿cuántas rimas y leyendas aconpañan las memorias de la noche? ¿Y cuáles... ciertas? Flores que nazcan de entre los más apasionados amantes. Ojos expectantes que entornan sus miradas hacía el cielo de la noche, en espera de un copo rojo el cual compartir con su amado por el resto de sus vidas; o quizás, un copo esmeralda, que según dce la leyenda, otorga la vida eterna... Y hay quien juraría, que han oído un rugir en la espesidad de la noche...
La noche del Beso Carmín ha comenzado... ¿cuál será su desenlace? Los hilos del destino resuenan como cuerdas de un harpa; y las oportunidades de la noche harán latir a sus marionetas al compás del corazón del bosque.
La niña se sonrojó y luego pareció ciertamente sorprendida, muy afligida por algo que no lograba comprender. ¿Estaba preocupada por haberse extraviado o era algo más? De pronto comenzó a tocarse los bolsillos, la ropa, buscando algo, provocando que arqueara la ceja, mirando a la peliblanca realmente confundida ante su reacción y la no-respuesta que le había dado ante sus preguntas (¿cómo la iba a devolver si no decía nada?). No fue hasta que se abalanzó hacia ella que empezó a perder la paciencia rápidamente, luchando para que dejara de mover su ropa, quitarle las billeteras, los botones, dejar de invadirla. "Qué crees que estás haciendo, mocosa?!", gruñó furiosa al sentirla sobre su espalda, dispuesta a sacar su katana para asustarla si era necesario; ¡una niña la había derribado! no podía sentirse más humillada que en ese entonces. Pero logró abandonar la idea de cortarle la cabeza para cuando la pequeña dejó de aplastarla, abalanzándose contra las billeteras, preciado tiempo y trabajo, las cuales un par tenían algunos billetes, el resto escondido en... bueno, secreto de ladrones es casi como un secreto imperial. Sacudió su falda y su chaqueta, quitándose la tierra, realmente enojada por este hecho, mientras la pequeña corría de un lado a otro, revisaba entre algunas ramas, realmente desesperada. Comenzó a seguirla a paso lento, bufando y arreglandose el cabello; realmente no podía dejarla sola, tan torpe y distraída como andaba, aunque quería devolverla a sus padres lo más pronto posible... hasta pediría una compensación por el hecho de haberla ensuciado, sus padres deberían de estar acostumbrados a lidiar a cosas así respecto a su hija, no?... De pronto la peliblanca se adentró en las hojas de algunas ramas y se detuvo en una, cubriéndose el rostro. ¿Estaba llorando? Oh no... Parecía que cada cosa que la mocosa hacía apelaba más a un instinto maternal que daba por inexistente. Fue hasta su lado, tocando su espalda pero sin acercarse demasiado. "Perder?", le escuchó decir. Suspiró pesadamente. "Te ayudaré a buscarlo... Si prometes quedarte quieta, de acuerdo? Esa cosa debe estar cerca, supongo...", dijo, intentando hacer un trato con la menor. Al menos si no encontraba la cosa o no encontraba a los padres podría obligarla a ver el espectáculo (o dejarla abandonada por ahí si se oponía), que era lo que le interesaba ahora.
Danza de la lluvia invoco a grey y kait tuutuuutuuuu LLEGUEN! (??) okei tammy, luego de esto supongo que puede empezar a oscurecer y eso que dijo ari *u*
- ¡Al fin...! ¡Creí que no llegaría a tiempo! - Exasperado, toqué uno de los robustos árboles que había cerca del festival, como si hubiera ganado una carrera al tocar su tronco.
Y tras largas inhalaciones de aquel aire puro, levanté la vista hacía el Gran Árbol.
- Waoo...Es... es glorioso... ¡una auténtica maravilla...! - El gentío, alegre y entusiasta, pasaba por mi lado admirando la misma imagen: el corazón del Cardinal, del gran bosque, estaba brillando lentamente con más fuerza. Y su fulgor estaba alcanzando el cielo semi oscurecido. Era todo un espectáculo.
¡Y pensar que podría haberme perdido todo aquello de no haber insistido! Los capataces no estaban de acuerdo en absoluto con permitirme ir, que si obligaciones, que si entrenar, blah, blah... Por ello, la semana antes de enterarme de su existencia y de la bajada de varios emisarios del templo al Cardinal de la Tierra, me empleé a fondo en todas mis tareas y entrenamientos, no robé comida ni hice travesuras en ¡toda, toda la semana! ¡Fuí un auténtico ángel! Y como eso para la capataz gordinflona parecía un espectáculo aún mejor que la Noche del Beso Carmín, decidió recompensarme uniéndome al grupo de emisarios que bajarían.
... ¡La pobre debió pensar que sería así de bueno toda la vida! Jajajaja. No, pero en serio... Mereció la pena. Bueno, quizá me piense continuar así una semanita más...
Alguien gritó entonces una palabra que me hizo salir de mis ensoñaciones: '¡Pasteles! ¡pasteles con forma de flor carmín!'
- ¡Co-mi-da~! - Y corrí saltando en su dirección, alejándome del grupo de emisarios.
Cuando volví, traía conmigo una montaña de dulces, panes, emparedados que había pagado con el dinero que la capataz me había dado. ¡Qué generosa mujer! Aunque... ahora no estaba seguro si me lo había dado para comprar otra cosa... ¿que sería aquello?
"¡Bah! Es innecesario pensarlo ahora, ¡ya no me queda dinero!" Y me volví alegre para buscar al resto.
- ¿Eh...? ¿chicos? ¿dónde estáis...? - Miré y miré por doquier, y ¡nada! Habían desaparecido por completo. - ¡Oh, Gaia! ¡Los emisarios se han perdido! ¡ahora deben estar asustados buscándome! Debo encontrar un lugar alto para encontrarlos...
Y ví una rama perfecta y cercana para ello. No lo pensé dos veces. Con destreza, eché a un lado de mi bazo mi merienda y comencé a escalar.
"Y uno, dos, tres y cuatro... Y uno, dos... ¡Jajaja! ¡qué bien se me da ésto!" Una rama con la que apoyaba un pie se partió. Me agarré rápidamente a la que estaba subiendo y, como todo un profesional y amante del buen comer, ¡no permití que ni un solo bollito callera!
Pero ahora me encontraba a algo de altura, bueno, una altura que parecía dolorosa. Y con solo una mano sujetándome...
Sintió a la linda señorita que había suavizado su caída acercarse tras ella. Ante su pregunta, mas lágrimas silenciosas cayeron de su rostro, asintiendo, mientras su mirada se dirigía al suelo.
Y luego la marca roja en su cabello brilló, suave, una sola vez, y la chica ahogó un gritito. Llevó su mano extendida a su boca ante la sorpresa, y se puso de pie, frente a Hoshi, y luego miró tras ella, a sus pies, como si viera a través de la rama sobre la que estaban, y de nuevo atrás de Hoshi.
Salió corriendo a toda velocidad en línea recta hacia la punta de la rama, frenó en seco con sus talones, se giró rápidamente, su cabello agitándose y sus orejas alertas, a toda potencia hacia Hoshi, tomó su mano, giró a la pelinegra para cambiar de dirección, y salió disparada con el mismo rumbo, esta vez arrastrando a la ladrona.
Chiquilla peliblanca fuerzuda engañadora. Huh.
Saltó, Hoshi en mano, y se formó un arco inicial cual estrellas fugaces, y luego cayeron en picada hacia el suelo, en dirección de las tiendas...
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Raki-chaaaan!! avsldbaldal <3 Su mala fortuna ha tocado a Dakini (?) ahaha Grey yo te elijo !! Shou-taaan esto es batalla doble dbasldblasbdlab ahahah
La pequeña sollozó un poco otra vez, casi en completo silencio y asintió con su cabeza, aceptando la propuesta. Se sonrió levemente, queriendo acercarse para ayudarla a bajarse de aquel árbol y empezar a buscar la "cosa", que aún no le decía que era, pero algo rojo dio un destello cerca de la peliblanca. La pequeña miró hacia su espalda, a ella, y atrás de nuevo, realmente sorprendida, con la boca cubierta con sus manos en un gesto de completo asombro. ¿Podría tratarse de alguien más? Disponía voltearse y armarse con su katana para enfrentar a lo que creía era una persona, pero la peliblanca comenzó a correr muy rápido hacia su dirección. "¿¡Qué ha-aaah!!" No supo cómo, pero la pequeña tomó su mano y se elevó increíblemente alto, asombrada por la altura que habían logrado y algo encantada con la vista del paisaje, pero aún demasiado atónita de la fuerza increíble de la pequeña, la cual no se esperaba en absoluto. Estaban flotando, era increíble, y pudo sentir los recuerdos de aquella competencia, la velocidad, el vuelo de los dragones, el viento en su cara. Casi se deja llevar por la maravillosa y envidiable sensación de poder volar, cuando notó que comenzaron a caer en picada al suelo. A la velocidad y altura que iban, podrían no solo morir si se estrellaban con el suelo, sino destruir una tienda completa y/o matar a alguien de paso, lo que no sería bueno, en absoluto. Había, entonces, que amortiguar la caída, pero no tenia idea de cómo... Y mientras más se acercaban, siendo arrastrada por la niña, logrando divisar de mejor manera a la gente, a su propia muerte, fue que tuvo la idea. Sostuvo con fuerza la mano de la peliblanca y la atrajo hacia si, sosteniéndola con ambos brazos y mucho cuidado, como a un recién nacido; juntó sus pies, dobló las rodillas y sombras comenzaron a rodear sus piernas, espesas sombras que se deshicieron lentamente al llegar al suelo, desenvolviendo con suavidad los pies de Hoshi, los que quedaron de forma adecuada en el piso, dejando a Hoshi y la peliblanca en un suave aterrizaje, la pelinegra de pie con la niña en sus brazos. Dejó a la pequeña a su lado y comenzó a arreglarse el cabello, mirando a la pequeña entre sorprendida y entre molesta. "Pudimos haber muerto! No hagas eso otra vez, por favor... Aunque fue increíble no imaginé que fueras tan fuerte y ágil... Estoy sorprendida", gruñó al comienzo, para luego sonreírse y mirar con una amplia sonrisa a la pequeña, sonrojándose y mirando a otra parte, acabando de ordenar su cabello. La gente paseaba entre las tiendas, demasiado emocionadas con el festival; ya estaba oscureciendo, así que pronto sería el gran momento... Debía apresurarse. "Por cierto, qué es lo que perdiste? Fue por aquí?", le preguntó, mirando el suelo y otros lados. Iba a ser algo complicado si se trataba de una cosa pequeña, entre tanto paseo y movimiento de gente, quizás alguien la haya tomado... No, debía ser algo grande para encontrarlo de inmediato y largarse hacia el gran árbol.
Okei tammy-sama le dejo el resto a usted! cortemos las cabezas que haya que cortar, huhuhuuu! (???)
No se consideraba una experta en lenguaje corporal ni mucho menos, pero su mera intuición le decía que Tateki estaba incómodo por algo. No, no, sus rápidos vistazos a los lados no tenían nada que ver, era pura intuición. Pero antes de que pudiera preguntarle al respecto, sintió un toque en la espalda. No había terminado de voltear cuando supo de quién se trataba, una mariposa del característico color turquesa de los ojos de dario sirviendo como prefacio."Taicho Alik, que bueno es encontrarla. Verá, tengo un pequeño perdi... Tateki? Vaya, qué coincidencia" la leben sonrió "Lo es!" recibió el dulce agradecida, algo de azúcar era... medicamente beneficioso luego de un día tan atareado, dándole un mordizco al tiempo que daba un paso a un lado para no tapar tanto a Tateki, y notó al pequeño que Dario tenía consigo. Se colocó frente a él, turnando la vista entre Dario y el niño, escuchó la explicación del primero, sonriéndole acogedoramente al menor.
"Pero no estés triste-" le sacó el cabello de la cara, con cuidado "-que no estás perdido..mira, aquí estás!" le pica en el pecho, haciéndole cosquillas "Sólo tenemos que hacer saber a tus padres que aquí estás!" Se irguió completamente de nuevo, escuchando al resto del escuadrón. "Separados cubrimos mas espacio.." mira al pequeño y ladea la cabeza levemente, haciendo que todas sus plumas bailaran con el movimiento, y vuelve a sonreírle "..Y tengo un amigo que podría distinguir un ratón en un pastizal desde gran distancia, y sé que no dudará en ayudarnos!" mira hacia Dario y asiente "y un pastel y té de celebración suena bien! Vamos! La Taicho paga al que los encuentre prime..." La frase jamás la completó, pues su atención fue avertida hacia un hombre alto y pelirrojo que caminaba en línea recta hacia su grupo. Lo observó hasta que había llegado hasta ellos, con calma, y sin mucitar palabra alguna, se inclinó lo suficiente para plantar un suave beso en las mejillas del peliblanco. Había sido tan inesperado, sencillo y personal que sentía que no debía haber mirado, pero en vez de despegar la vista, sus ojos se mantenían abiertos completamente, contemplando en callada fascinación lo que aquel simple acto implicaba. Miró el rostro de Tateki encenderse, la expresión del hombre a su lado, y de nuevo a Tateki, que miraba atónito al suelo. Fue cuando dirigió la vista allí, no que necesitara comprobación, pero sí, definitivamente allí estaba. Prácticamente tuvo que morderse los labios para no gritar de alegría, y apretó el brazo de Dario como única exteriorización.
Pues sin duda alguna estaba allí; una flor. Una tímida flor que se asomaba aún por entre la roca, y sea quien sea aquel hombre, él... él había llegado, y con poco más que un roze, había hecho surgir la materialización más bella y pura de un cariño verdadero. Quería reír y quería llorar, y por primera vez creía entender a Haokah de verdad, ceder ante ese momento en que la alegría desea salir en su forma mas expresiva, y probablemente lo habría hecho si no estuviera apretando fuertemente el brazo del músico. Se atrapó a sí misma, y lo liberó antes de que pudiera hacerle daño, dando un paso adelante, hacia el alto pelirrojo, practicamente parándose de puntillas para estar tan cerca de sus ojos como le fuera posible. Estudió su mirada, luego observó su espíritu. "Alik Aenohe, lebentaicho del escuadrón Duo" se presentó, y con un leve asentimiento de cabeza, volvió a plantar los talones en el suelo, y se dio la vuelta para volver a su lugar junto a Dario en lo que esperaba fuera un ademán elegante. Pero apenas había dado un paso, cuando no lo resistió, y rápidamente volvió a girarse, lanzando sus brazos alrededor del cuello del más alto, abrazándolo cálidamente. Quizá un 'bienvenido' hubiera sido suficiente para transmitir el mensaje, pero nunca había sido buena con las palabras cuando más importaba. Y ahora, sí que importaba. Esa era una razón, la otra era porque, a esta distancia, secretos se intercambiaban facilmente. "Cuidarás de él, ¿No es así?" Susurró, sólo para que él lo oyera. Cerró los ojos y asintió levemente, sonriendo para sí, más tranquila, y separándose de él finalmente, volvió hasta Dario. Miró de reojo a Tateki, mientras revolvía el cabello del niño, y sonrió divertida. "Y tú deja de aplastar esa pobre flor."
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - HUG ATTACK *siendo invocada* ya, lo siento era inevitable ; u ; loqueesestaroxidada pero pero los feeeels! 9 9 amé demasiado la idea de las flores! y asdasdsadasdad los posts de tammy son todo un deleite para leer ;////; como siempre <3 y los de mary y cherry y ari y kait y todos y ya extrañaba leerlos ; ; iba a poner.. otra cosa pero no recuerdo X'DDDD -cerebro apagandose en 3-2-1
A lo que los pensamientos de Tateki avanzaban con una velocidad casi espeluznante, Teo permanecía en silencio y con la vista fija en esas personas extrañas. Aunque le parecía haber visto en algún lado al hombre que tenía al niño de su mano. Cuando Tateki lo miró alarmado, Teo solo le dirigió una mirada serena sin ningún otro tipo de expresión más que la calma que le caracterizaba. Fue en ese momento cuando la mujer emplumada se arrimó inesperada y confiadamente a él.
"Alik Aenohe, lebentaicho del escuadrón Duo", el escuadrón. Esa gente entonces pertenecía al escuadrón del que era el albino, del que le había hablado alguna vez el ojimiel. No dió siquiera un mísero paso hacia atrás cuando esa mujer se colgó de su cuello y la observó como a todos y a cada uno de ellos, de forma inexpresiva. Aunque separó apenas sus labios al oírla susurrar, preguntar si lo cuidaría. Permaneció en silencio, otorgando una respuesta positiva mientras ella volvía a su lugar.
"Y tú deja de aplastar esa pobre flor." los ojos de Teo observaron el suelo y volvieron a subir a los ojos miel. Estaba... pisando una flor? una flor. Había oído algo con respecto a una leyenda o algo asi que... notó que el ambiente se ponía un poco menos cálido y el viento soplaba con más confianza. Dando lugar el que pronto sería un fresco anochecer.
- Quieto Osh-san! venimos a una fiesta, ella no puede estar en peligro asi como así ne... - detuvo al lobo que caminaba a su lado. Lloraba al oler a la princesa en alguna parte y hacía tiempo parecía sentirla en peligro, Armand arrugó la nariz - tks... el akuma no pudo habersela llevado así como así, simplemente! - habló más para sí mismo. No la había encontrado donde acordaron asi que había salido a buscarla por donde las demás personas la habían visto pasar.... volando junto a otros seres que no pudieron distinguir - AH DOKO!!? - Se apresuró al oir gritos y se levantó en el aire, volando a una velocidad impresionante a la que Osh-san siguió corriendo entre los árboles. Se internó bajando por la pendiente hasta ver algo junto a un robusto árbol - .....Pr-! Purinsesu-san!? - abrió los ojos y la boca a más no poder - PurinsesuS-san! - se corrijió al encontrar tambien a Shirahoshi, otra reconocida princesa! y...un tipo - Demo... do shite!?..... Daijobu desu kaaa? - se acercó rapido hasta los tres - Ginko... - lo dijo casi de un modo lleno de preocupación.. acercándose con tranquilidad, en lo que mostraba sus manos, ambas, para que la princesa las tomara - .....daijobu.... desu ka? - habló con calma, sin sonreir.. era extraño. Se sentiría culpable si algo le pasaba en su ausencia. A los minutos llegó Osh-san, ladrando y deteniendo sus pasos para oler a Shirahoshi animadamente. Moviendo la cola.
Camino por el lugar, intentando no distraerse con las luces o los arboles... o los deliciosos y pecadoramente tentadores dulces. Sacudio su cabeza alejando las tentaciones banales de su cerebro, tenia una mision; llevar a un pequeño "escuadron" de Lichts a la famosa Noche del Beso Carmin, un nombre demasiado... extraño si le preguntaban, pero no era su asunto, lo que le importaba ahora era encontrar al pequeño Licht que se habia perdido. Sabia que no debio confiar en las palabras de su superior cuando le dijo que el niño habia "cambiado", seguia siendo el mismo problematico de siempre y ahora ella estaba a cargo de su seguridad. Observo las grandes copas de los arboles, deleitandose por un momento con las luces de distintos colores, ciertamente no veias un espectaculo asi en el templo del cielo. Una fria rafaga azoto moviendo su cabello y haciendo que se abrazara a si misma, se habia vuelto debil ante el frio despues que salio de la carcel, algo que sospechaba era mas psicologico que fisico... Siguio caminando forzando su vista a encontrar al muchacho albino, en cuanto lo encontrara lo encerraria en el salon de refleccion y no le dejaria ver la luz del sol al menos por tres dias.
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opd que oxidada estoy ;_; Reencuentro en ME *llora gheimente* ;_;
"Sus padres no deben estar muy lejos de aquí... ¿Vamos todos juntos? ¿O nos separamos...?" "La idea de separarnos para hacer una búsqueda más efectiva es la mejor opción que tenemos ahora", le dijo con calma a Tateki, para luego observar a la Lebentaicho hablarle al pequeño con una animosidad propia de ella. "Pero no estés triste que no estás perdido... mira, aquí estás! Sólo tenemos que hacer saber a tus padres que aquí estás!", observaba atentamente a Alik, no recordaba que fuera tan buena con el trato a los niños; él había intentado lo mejor que podía al tener que tratar con niños al momento de hacer sus reparaciones, incluso con sus hermanos pequeños, pero conocer aquel lado de la Lebentaicho ciertamente le sacó una sonrisa. El niño lo miraba algo confundido, pero le afirmó con la cabeza para darle seguridad a él y a las palabras de la Lebentaicho. "Y tengo un amigo que podría distinguir un ratón en un pastizal desde gran distancia, y sé que no dudará en ayudarnos!", la Taicho lo miró, no sabía con certeza de quien hablaba, pero afirmó con su cabeza. "y un pastel y té de celebración suena bien! Vamos! La taicho paga al que los encuentre prime..." Quedó mirando a Alik, esperando una respuesta, pero nada; el pequeño también pareció distraído de pronto, qué podría ser? Y fue el movimiento de una de sus mariposas lo que le explicó todo: alguien se unía al grupo. "Ah, Teo--", y el pelirrojo besó en la mejilla a Tateki. Oh, lo había besado... Un momento, qué? Eso significaba que eran muy cercanos, que era su novio... Tateki tenia un novio, a aquel pelirrojo de novio y oh vaya, estaban interrumpiendo la escena, no... estaban interrumpiendo el encuentro completo, Tateki y Teo se habían reunido y ellos estaban interrumpiendo, la idea poniéndolo tenso por completo. Bajó rápidamente la vista para no incomodarlos por haber observado aquel cariñoso saludo de parte del pelirrojo, pero fue ahí que observó la pequeña y colorida flor nace--- Sin previo aviso la mano de la Taicho se aferró a su brazo, robando un grito ahogado de su garganta, haciendo que se pusiera recto de nuevo, algo sonrojado, dirigiendo su vista a Teo y Tateki, el último rojo a más no poder. Sus ojos iban y venían en todas direcciones, tímido y nervioso, fijándose en el niño que seguía comiendo sin importarle nada más que aquel sabroso dulce y quiso hacer lo mismo, pero no podía dejar a la Lebentaicho liberar toda la energía sobre el recién llegado, debía contenerla y dejar su brazo a plena disposición de la mujer a cambio de no incomodar al pelirrojo. Cuando le soltó, dejó escapar un suspiro aliviado, mirando a Tateki y luego notando a la Lebentaicho inclinarse, muy cerca del rostro del pelirrojo. Dio un paso adelante, queriendo volverla a su posición, aunque rápidamente meditó que eso podría molestarla, considerando que él estaba a su cargo y no viceversa. "Alik Aenohe, lebentaicho del escuadrón Duo", dijo, dando la vuelta para regresar a su lado, lo que le calmó bastante, pues solo se había presentado (de una forma tan peculiar como ella, cabe destacar), pero rápidamente giró y se lanzó a su cuello, quedando colgada del pelirrojo. "L-Lebentaicho Alik... N-No debería incomodar al novio de Ta-- a-aah... a-al recién llegado", dijo nervioso, mirando a Tateki e inclinando la cabeza en su dirección a modo de disculpas. Alik decidió regresar a su lado, lo que le sacó un suspiro aliviado, pero debía calmarse; estaba demasiado nervioso por el hecho de estar interrumpiendo a la pareja y la repentina información del novio de Tateki (lo que lo había sorprendido, realmente nada parecía indicar que su compañero estaba comprometido) que no podía pensar con claridad, y ya que la Taicho se había presentado en nombre del escuadrón, no podía dejar mal al equipo. Inspiró y expiró, antes de dar un paso adelante, algo más calmado. "Soy Dario, Lebenmaske del Escuadrón Duo. Es un gusto conocerte, Teo", dijo, sonriendo amablemente, las mariposas rozando suavemente el cabello del hombre, queriendo reconocer al hombre y luego volviendo a ocultarse en su bufanda; Tateki tenía sentimientos por él y viceversa, aquellas flores no florecen si no es algo mutuo y sincero, por lo que estaba completamente seguro de que ambos estarían bien. "Bueno, por ahora... creo que Taicho Alik y yo nos retiraremos, debemos encontrar a los padres de este niño, verdad, Taicho Alik?", dijo,mirando al niño que ya casi acababa de comerse la bolsa de dulces, para luego mirar a Alik fijamente y sujetar su brazo con suavidad, esperando comprendiera la indirecta de que ambos debían retirarse, sin Tateki, por supuesto. El Escuadrón completo reunido para beber té y comer galletas... Por mucho que adoraba la idea, tendría que esperar a otro día.
Lo único que puedo decir es O-T-PEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE <333333! *grito gutural* (?)
Mentiría si dijera que no esperaba ver tan lleno el lugar. Es mas, se le hacia mas poblado, suponía que mas gente había encontrado el amor desde hace un año.
Eso o que había incrementado su deseo de ser inmortal.
Fuera cual fuese la razón, esas también eran sus razones.
Ambas o solo una, le daba igual, pero estaba decidido que esa noche jugaría en serio y atraparía alguno (o los dos copos)
Admitía que se habían esmerado este año con las decoraciones. Y el pasaje comercial (el distrito de tiendas) le resultaría un oponente bastante fuerte; pues su razón de estar ahí era meramente de negocios. Hazuki solo buscaba vender, y eventos como este siempre le atraían.
Ahora, el problema en cuestión, no era su (casi) tardía llegada al cardinal. No, no, eso lo adjudicaba al pequeño tropiezo que tuvo en el camino, el cual termino en 3 días en cárcel y que le confiscaran ciertas mercancías (al igual que unas cuantas monedas de oro).
El problema era que todos le miraban. No era debido a su falta de pareja, mucho menos a su forma de vestir (pues estaba seguro de que había elegido el atuendo mas corriente y común que había encontrado de entre toda su mercancía), pero claro, resultaba difícil pasar desapercibido cuando cargabas una bazooka acuestas.
Especialmente después de un incidente que había pasado hace poco.
-Realmente fue un accidente- Quería decir con su sonrisa nerviosa, pero las palabras se le atropellaban en la boca, y terminaba torciendo los labios aun mas.
- Por su culpa es nina casi se mata
- si la viste? Pobrecita. No parecia ni de aqui.
Eso le exaspero mas, pues no podia (ni queria) tener mas problemas. Especialmente si tenia cosas mas importantes que hacer entrada la noche.
Preguntando de aquí a allá, dio con ella -Oi!- la llamo una, dos, y luego tres veces. Era evidente que seguía a la pelipurpura, pero ella no volteaba.
-Oye! Tu!- no sabia por como llamarle -NIÑA!-
Al ver que esta no le respondía intento alcanzarla por la ropa con su makhaira pero la tela estaba tan desgastada que rebano una manga "!"
Sus ojos se abrieron.
"Fue un accidente! En serio! Otra vez!" Trato de disculparse "ADEMAS! La tela es de mala calidad! No es culpa mía que andes en trapos tan malos" quiso echarle la culpa a la pobre.
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Agradezco a Cherry por no cansarse hasta que volviera ;w; Y a mi mal horario nocturno para tenerme noches en vela (?) Pero ya :v regresé y y le respondí a Raki btw~ para que no haya confusiones Uu Also! Es la primera vez que uso a Hazuki! Así que perdonen.
Tenía el mejor lugar para patrullar, desde este gran árbol podía ver a cualquier maleante que decidiera hacer el mal. Quizá decir que Jann los había traído para que patrullaran era un malentendido. Quizá la palabra correcta eran "vacaciones", pero él sabía que el mal no descansaba, y por lo tanto ellos tampoco. Y quizá decir que estaba viendo al suelo en busca de maleantes tampoco era del todo correcto, pues su vista estaba mas bien fijada en el cielo, en los distintos tonos que este tomaba con el anochecer, y solo podía pensar en lo mucho que le gustaría estar allá arriba ahora.
Jann había creído buena idea que tomaran un descanso del entrenamiento, y había querido visitar la noche del beso carmín en específico, aunque Eryx no tenía idea del porqué. De hecho, no tenía idea del porqué Jann hacía gran parte de lo que hacía. ¡Pero no tenía problema con eso! ya que cuando le pidió traer a Aleix en sus pequeñas vacaciones familiares, él había accedido siempre y cuando la familia del chico estuviera de acuerdo. Siempre le ponía de nervios visitar la casa de Aleix, sus hermanos siempre le veían de manera... extraña?..y decían cosas que no terminaba de comprender, pero al final sus padres habían accedido! Y era así que ahora se encontraba junto a su mejor amigo entre cientos de marionetas, contemplando desde lo alto la vida y los cientos de colores que el cardinal de la tierra podía ofrecerles.
Fue unos minutos después cuando al fin pudo arrancar su mirada del cielo, dándole una gran mordida a la manzana caramelizada que tenía en mano. "Qué piensas de ese?" Preguntó al pelirrosa, señalando otro puesto de juegos. Jann les había dado 15 monedas a cada uno para que se distrajeran, pero a él solo le quedaban tres. Así qué sí, pensaba aprovecharlas. "O ese! Tiene premios más grandes!.... Además es de puntería, seguro te gano~" lo codea, sacando su lengua y riendo, cuando escucha algo. Era cerca, lo que le pareció raro, pues estaba casi seguro que se encontraban solos allá arriba. "¿Escuchaste eso?" Miró a todas partes hasta que lo vio: un chico peliblanco, unas cuantas ramas más allá, y agarrado apenas con una sola mano de una rama que amenazaba con quebrarse completamente "Aleix! ¡Hay que hacer algo!!!" Saltó de la rama en la que habían estado sentados, volando hasta donde estaba el chico y se colocó debajo de el con las manos extendidas. "Vamos, suéltate" debía admitir que no era su plan mejor pensado, pero al menos era un niño y no un adulto, y jann lo había cargado antes, y qué clase de poder windsohn sería si no ayudaba a alguien por la duda?....así que esperaba que sus alas pudieran aguantarlos a ambos... O algo
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No es el código de color de Eryx, pero lo escribí en iPod, y no me lo sabía uvu;
Anyways ya entré kasaru ovo/ y espero se mande bien ; ;
Obsevaba las luces en el cielo, maravillada por los colores, la musica tambein le parecia hermosa, pero lo mas importante eran los dulces, millones y millones de diferentes tipos de dulces de casi todos los cardinales, el dinero que le habia dado Jann paso a mejor vida antes de llegar al arbol, habia literalmente revoloteado por todas las tiendas comprando diferentes tipos de cualquier cosa que tuviera azucar. Estaba.en.la.gloria. Observo a su amigo a su lado, encantado con el cielo, siempre tan distraido, sonrio malvada limpiando un poco la azucar en su mano sobre su chaqueta y llevandola lentamente al bolsillo de Eryx donde relucian perfectamente unas monedas - Un poco mas -se dijo mentalmente, ella le daria mejor uso a las monedas, ademas habia un dulce que no habia podido probar porque se habia agotado y como lider de los PowerWinsohn necesitaba mas dinero ¿no?. Rozando el borde de una de las monedas, por alguna razon le vino el rostro lloroso de su amigo por perder las monedas y un Jann reprimiendolo por su falta de responsabilidad. Estupida consciencia. Detuvo su mano soltando una palabra que habia escuchado a sus hermanos cuando se enojaban y metio las manos en los bolsillos de su chaqueta claramente enojada - Qué piensas de ese? O ese! Tiene premios más grandes!.... Además es de puntería, seguro te gano~ - levanto la cabeza para observar los juego que señalaba el chico- Nada mal -aprovecho el momento de distraccion para robarle una mordida a la manzana de Eryx- Aun te falta mucho para ganarle al power windsohn rojo -rio limpiandose los restos de la manzana. Alzo la cabeza al escuchar una extraña voz, lo cual era raro considerando a la altura a la que estaban- ¿Escuchaste eso? -asintio buscando la voz, hasta que llego a un chico albino sostenido de una pequeña rama y... con dulces, muchos dulces-Aleix! ¡Hay que hacer algo!!-Eryx ya habia saltado de la rama y ella lo siguio rapidamente. Vio a su compañero abrir los brazos invitando a que se soltara el albino traficante de dulces- Vamos, suéltate- Aleix se soloco a su lado imitando su accion- Suelta los dulces o te caeras! -advirtio intentando lucir lo mas preocupada que podia- yo los sostendre por ti, no se me caera ninguno, te lo prometo- y no era mentira, tenia el record de velocidad entre los windsohn, solo esperaba que Eryx aguantara el peso del chico el tiempo suficiente para comerse los dulces y despues ayudarlo. Despues de todo los dulces eran criaturas vivientes que necesitaban ser salvadas y puestas a salvo en su estomago.
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cpodkfpdo *A* Eryx~~ tan bello y mi aleix tan ella uwu
El camino hacia el Cardinal de la Tierra era largo, pero llegar a tan esperado evento era una meta que valia la pena cumplir. Lllevaba tiempo caminando, no podría decir con exactitud cuanto, pero si lo suficiente como para no parar de hacerlo el día de hoy.
¿Por qué una asecina se dirigía a algún evento tan romantico como este? La respuesta era tan sencilla, que incluso muchos creerían que fuese una mentira. No hay razón especifica. Les diría que quiero cobrar unos asuntos pendientes, que robaría a los ingenuos, asaltaría establecimientos, pero nada de eso me apetecía hacer... ahora. Tampoco es que fuese atraída por aquel lúgar, como si "algo me dijera que debía de ir", simplemente me había enterado al ver el evento anunciado en mi tierra natal, y era algo muy tentador salir a conocer tierras nuevas, ademas habia escuchado que las tierras de este Cardinal eran más frescas que las de mi hogar, aunque claro, no era algo dificil de creer. Otra poderosa razón era que mi amado Orozlán se merecía un poco de descanzo, pero conociendome no lo iba a conseguir.
Un árbol vi a lo lejos y, al ser ya el anochecer, fuimos a descanzar bajo su ya poca sombra, cuando vi a un niño sobre él, me limite a observarlo y esperar a que él notara mi presencia.
...En serio, cuando se dio cuenta, ya estaba en el Distrito YoQuéSéCuál del Cardinal de Tierra, en medio de la nada. Fue como si hubiese tenido una resaca tenaz que duró más de una semana. Alguien respondería 'Entonces esa fiesta debió haber sido la mejor en el siglo', y reirían todos--
--Pero eso sólo pasará en su mente; no tendría a quién comentarle casualmente, sólo podrá dar excusas y excusas. Pero por ahora sólo debía preocuparse por vender esa calavera y volver.
Aunque sentía algo extraño, como que la perseguían... Usualmente era todo lo contrario, le huían, pero esta vez hasta la llamaban. "Oi!"
Nah, de seguro era a alguien más, no era con ella, no, no--
Pero la llamada insistía. Miró a un lado y al otro, viendo si alguien más reaccionaba a las llamadas, porque no era con ella, no era con ella-- pero nadie prestaba atención. Entonces caminó más rápido, sin detenerse en tiendas con compradores potenciales; de seguro quien la seguía era el dueño de la calavera, y y venía a reclamarle. Lo más sensato que haría cualquiera era devolverle lo que le pertenecía, pero Raki no se detenía, y no se detendrá--¡ella necesitaba más de esa reliquia!
Caminaba más rápido, tratando de mezclarse entre la gente que justo en ese instante no estaba en medio camino, formándose una leve sonrisa que no pudo evitar. No se dio cuenta de que quién le perseguía estaba por alcanzarle, solo sintió que su capa fue halada por algo y luego -riiiiip- hizo esta. "¡Eeeeeep-- heehehee!", su chillido de horror se transformó en risillas que no pudo controlar, su sonrisa congelada en su rostro; era una reacción nerviosa, reír cuando estaba en problemas (y generalmente no le ayudaba). Raki no se detuvo a pesar de aquello, sus pasos hasta volviéndose un leve trote.
"Fue un accidente! En serio! Otra vez! ADEMAS! La tela es de mala calidad! No es culpa mía que andes en trapos tan malos" ¿Y ahora hablaba de su ropa? No, de seguro era para distraerla y baje la guardia.
"¡Tampocoesmiculpa!", le dijo, medio volteando hacia atrás, recogiéndose la manga que casi se caía, nunca deteniendo sus pasos. ¡Era verdad, no era su culpa! ...O eso creía. De cualquier forma, tenía que quitárselo de encima. "¡Es porque no tengo dinero~!", cambió su tono a uno más triste, haciéndose la víctima, exagerando su historia al absurdo. "Me robaron to~do mi equipaje~", se giró hacia quien le perseguía, mostrándole que no cargaba nada. Volvió su espalda nuevamene hacia Hazuki, retomando su andar rápido, "Oh si tan solo alguien pudiera ayudarme a conseguir ropa linda~ ¡Como la que está usando~!". Hablaba de lo más casual, cuando de repente giró y se metió a una de las carpas donde vendían ropa.
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ohhhh siiiii Vickyyyy *q*/ y en realidad todos ;A;! hagamos esto super divertido u///u
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