Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Masoneria
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 El Águila Masónica 
 EL CUADRO SIMBÓLICO 
 
 
  Herramientas
 
General: Mirando hacia tu propio Sueño y tu posible Despertar.
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: Alcoseri  (Mensaje original) Enviado: 29/11/2011 04:20

Mirando hacia tu propio Sueño y tu posible Despertar.

 

En una lúgubre cripta solamente alumbrada por la débil luz de una vela, tenue luz que me hace ver un féretro y un esqueleto, una hoja triangular y una pluma para contestar tres preguntas, ese momento me hace recordar cuando alguna vez estuve muy próximo a la muerte.

 

Escudriñaba esa cámara sombría detenidamente – me obsesionaba la idea de mi propia muerte y mi paso al más allá, de pronto giro mis ojos hacia el féretro y me vi no sé porqué ahí dentro, me angustia dejarlo todo, dejar mi familia que tanto amo, dejar este mundo, pensar que mi cuerpo se convierta en un esqueleto idéntico al que ahora observo.

 

A la luz de la vela leo en una Hoja Triangular tres preguntas que infiero la Masonería me hace: ¿Qué le debo a Dios? ¿Qué le debo a la Humanidad? Y ¿Qué me debo a mi mismo? Mi mente da vueltas, entiendo que esas preguntas deben ser importantes y mi correcta contestación, decidirá si soy apto o no para ser buen masón.

 

En ese momento de cuestionamiento recuerdo vívidamente un sueño recurrente: -Voy caminando por una gran avenida, llena de ruidos y de personas en movimiento, algo me hace sentir que busco algo muy importante, pero no sé que es.

 

Una sola idea me preocupa y embarga toda mi atención, encontrar eso que tanto busco y que angustiado no encuentro, entro en un edificio que parece por su gran altura tocar el mismo cielo, subo piso tras piso, observo a hurtadillas las puertas, preguntándome ¿cuál será? ¿Cuál será? De pronto diviso, claramente, esa puerta, algo me dice que es esa la puerta que necesito cruzar. El corazón me palpita con fuerza; sé lo que debo hacer, penetro rápidamente, la puerta se cierra tras de mí, sé que no puedo regresar y que el paso hacia dentro es definitivo.

 

Estoy ahí dentro de esa misma cámara masónica de nuevo. Lo único que escucho es el tictac de un viejo reloj. Bien sé lo que significa para mí el cadencioso rumor de aquel reloj que marca horas distintas a las medidas del tiempo profano, que me anuncian que muy pronto moriré, y me angustia no haber hecho nada por la Humanidad, y nunca haber buscado a Dios.

 

Atento e inquieto, enarcando las cejas, miro a un lado y a otro, tratando de recordar algo importante... Es siempre esa misma escena donde me olvido complemente de mi, un lugar aislado y desolado, que solamente yo conozco, sumida en una profunda soledad de un abandono que sé remota a miles de años.

 

Todo está allí exacto tal cual como en el pasado que si bien he olvidado, pero también recuerdo; pues recuerdo bien que este es el sitio de mi propio sepulcro donde otras tantas veces he estado sepultado, ahí justo mi cuerpo comienza a descomponerse.

 

 Avanzo hacia una Luz, mi cuerpo es ligero y comienzo a subir una escalera bañada por una luz violeta. ¡Ah! Yo he subido otras veces esta escalera de caracol pero, ¿dónde? Y ¿cuándo?

 

Ante mis ojos absortos se extiende y alarga la escalera, multiplicando sus escalones hasta tocar el mismo cielo. Me veo en otras ocasiones subiendo lentamente la escalera como un actor que un público silencioso contempla, pero bien sé que este público es únicamente mi propia consciencia, y subo, subo, cada vez más y más alto, estoy solo ahí, simplemente soñando el mundo que me rodea y que a la vez tantas otras veces me atrapó, un mundo que se que no existe y que yo invento, paréceme que marcho para desafiar el destino, y descubrir el enigma, mi propio enigma.

 

Al final de las gradas, se alza ante mí un portal de oro, se encuentra cerrado, pero me parece ridículo, pues a los lados del portal no hay muros, y bien se puede pasar por un lado del portal, y así ingresar a lo que parece ser un paraíso. En ese paraíso todo es luz y tranquilidad, pero nada veo de pronto; Pero luego poco a poco se empieza a dibujar una ciudad majestuosa, es como si se respirase allí un ambiente tibio, como si irradiase una profunda paz y armonía.

 

De pronto puedo sentir la mirada atenta de alguien invisible para mí, un toque ligero sobre mi nuca basta para hacerme recordar parte del asunto, esto me inquieta, siento desnuda mi consciencia.

 

Luego avanzo, poco a poco al centro mismo, poniendo cuidado en no mirar hacia atrás, miles de ojos invisibles me observan. ¿A dónde voy? Me detengo un momento a reflexionar. Recuerdos de un pasado me atormentan, algunos tan remotos y olvidados, que ni aún sé si realmente lo he vivido o imaginado.

 

De pronto mi memoria se aclara; pero no es mi memoria actual, sino la otra, la que perdura por siglos.. Me recuerda que tengo una misión que cumplir, una misión inexorable para llenar, un deber imperioso del que jamás podré eximirme hasta que haya sido cumplido. ¡Eso es! ¡Eso es! Y ahora lo recuerdo vívidamente; es alguien que me espera y me llama desde entonces, desde aquellos tiempos remotos; alguien que está allí, no sé dónde, agitando sus manos, tendidas hacia mí para tomar mis manos. En ese momento consciencia despierta, ¡anda! Es necesario cumplirlo rápidamente, yo apresuro el paso, que de pronto se convierte en carrera, en una carrera desenfrenada.

 

El dolor que siento en la frente me advierte que tengo las cejas levantadas en arco con expresión de angustia, ¡si llegare, si llegare aún es tiempo!

 

Llego al fin a la ultima puerta, mi corazón late con fuerza, toco a la puerta.... veo girar la manivela ¡la puerta comienza a abrirse, lenta, lentamente! Y lo que veo tras ella es imposible de describir y a la vez sorprendente, estoy perplejo soy de nuevo niño, y de nuevo tengo que decirle a la Humanidad lo mismo que otras tantas veces, que este mundo es solamente un sueño, y que despertar de este sueño es imperiosamente necesario.

 

Oh, ese Buen Dios que me sueña, y que me ahora me pide despertarlo de Nuevo.

Alcoseri

http://groups.google.com/group/secreto-masonico



Primer  Anterior  Sin respuesta  Siguiente   Último  

 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados