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General: Mucho se habla del liberalismo masónico,
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: Alcoseri  (Mensaje original) Enviado: 13/03/2013 18:01
Mucho se habla del liberalismo masónico, pero poco o nada se atiende sobre este tema que es en sí la columna vertebral de todo del andamiaje masónico, por ello qué es este liberalismo al estilo masónico. El liberalismo masónico es en esencia una idea de liberar al hombre de las ataduras dogmáticas y oscurantistas que lo atan, y no le permiten el progreso. Procura, en última instancia, el progreso total material y espiritual de hombre, se ocupa tanto del bienestar material, como también directamente, desde luego, de sus necesidades espirituales. En sí promete al hombre felicidad y contento; la satisfacción de aquellos deseos que, a través del mundo sensorio, cabe atender. Mucho se ha hablado del liberalismo masónico por actitud puramente positivista. No sólo vive para comer y beber, nacer y morir como animal irracional. Hay necesidades humanas por encima de tener bienes, educación y comida. Las riquezas no dan al hombre la felicidad total, pues dejan el alma insatisfecha y vacía. El propósito del liberalismo masónico consistió, en su preocupación por las más nobles y espirituales aspiraciones humanas. Quienes así evidencian el plan masónico en pro del liberalismo ven cuán perfecto y verdaderamente espiritual es su propio concepto de esas tan encontradas aspiraciones. La política, cualquiera que sea su tendencia, con los medios que tenga a su disposición, puede enriquecer o empobrecer a la gente; lo que está más allá de sus posibilidades es darle la felicidad. En ese terreno, ningún bien material es suficiente. Sin embargo, un ordenamiento liberal adecuado puede suprimir múltiples causas de dolor y de sufrimiento; puede dar de comer al hambriento, vestir al desnudo y procurar habitación al que de ella carece. Es que el liberalismo masónico atiende lo espiritual y, por eso, concentre su atención en el bienestar total de los pueblos. Es que sus aspiraciones son mucho más ambiciosas que solo brindarle esperanzas en un paraíso después de muerto, como la dicen las religiones, es posible darle bienestar al hombre en esta vida-. El liberalismo masónico no sólo aspira a procurar a los hombres las condiciones externas para el desarrollo de su vida interior. Es incuestionable que un hombre moderno de clase media puede atender mejor sus necesidades espirituales que, por ejemplo, un individuo empobrecido, que no puede abandonar por un instante la tarea de garantizar su simple subsistencia. Cierto es que el liberal masón nada puede argumentar ante los irresponsables quienes consideran como un ideal la pobreza y la libertad de los desposeídos que no quieren atender sus derechos y obligaciones. La mayoría de nuestros los masones, sin embargo, ni comprendemos ni buscamos el ideal ascético enclaustrados en un monasterio. El liberalismo masónico es racionalista. Se dice que los liberales masones pretenden ordenarlo todo de un modo lógico, olvidando las pasiones patrioteras y las irracionalidades. No niega, desde luego, el liberalismo masónico que las gentes proceden, a veces, de modo irracional y caótico, y es nuestro deber proceder contra los irresponsables. Si los hombres actuaran siempre racionalmente, resultaría superfluo el exhortarles a proceder de acuerdo con los dictados de la razón. Desde luego, el liberal masón no dice que el hombre sólo se mueva por la inteligencia; lo que asegura es que a los hombres, en aras de su interés bien entendido, les conviene actuar de modo racional. El liberalismo masónico aspira a que se le conceda la misma preeminencia a la razón en la política social que en todas las demás esferas de la acción humana, incluso a que la religión sea racionalista y analítica. Pocos considerarían sensata la actitud del paciente que le dijera a su médico: Doctor, comprendo que lo que me aconseja sobre la transfusión sanguínea es bueno para mi hijo que muere, pero mis sentimientos religiosos no me permiten seguir sus indicaciones. Lo que yo creo es lo que no me permite ayudar a mi hijo a vivir. Nosotros los masones para alcanzar cualquier objetivo que nos hayamos propuesto, siempre procuramos actuar razonablemente. En cada esfera de la actividad humana, se han descubierto las técnicas adecuadas para conseguir ciertos objetivos sean políticos o religiosos. Todo el mundo coincide en la necesidad de dominar las técnicas que van a permitir vivir mejor. Es por eso que se rechaza como charlatanes a los que pretenden ejercer una profesión u oficio sin la oportuna maestría, así es el masón, primero tiene que dominar el saber masónico antes de actuar. En lo tocante a la política , sin embargo, parece como si este planteamiento tuviera que ser distinto. Por lo visto, en este terreno de la política y la religión las pasiones y los impulsos deben de prevalecer sobre la razón. La cuestión de cómo debe iluminarse una ciudad se discute y se resuelve con arreglo a la razón y a la lógica. Pero en cuanto se trata de completar el tema y decidir si la correspondiente central eléctrica debe ser de propiedad privada o municipal, toda razón y toda lógica desaparecen; ya no se apela más que a sentimientos, a cosmovisiones y, en definitiva, a lo irracional. El ordenar las sociedades en un Nuevo Orden Mundial para facilitar que los hombres puedan alcanzar sus metas no es un problema excesivamente complicado. Es menos complejo que tender ferrocarriles, producir tejidos o construir plantas eléctricas. Desde luego, la política y la religión tienen mayor importancia que otros temas de la actividad humana porque establecen el orden social que constituye la base de todo lo demás. La gente sólo puede prosperar y alcanzar sus objetivos bajo una organización propicia a esos fines , esto es un Nuevo Orden Mundial. Pero, por elevada que situemos la esfera de lo político y social, estaremos de acuerdo en que los asuntos a tratar son de naturaleza puramente humana, debiendo, en su consecuencia, ser abordados de forma exclusivamente racional. Indudablemente, nuestra capacidad de comprensión en masa es muy limitada. Jamás llegaremos a develar los secretos últimos y más profundos del universo. Pero el que no consigamos desentrañar la razón de nuestra existencia, en nada impide recurrir a los medios más adecuados para conseguir alimentos o ropa. Debemos, por la misma razón, organizar la sociedad de acuerdo con las normas más efectivas para alcanzar nuestros fines. No son, en verdad, tan elevados, grandiosos o benéficos el estado y el orden legal, el gobierno y la administración pública, como para atemorizarnos y hacernos renunciar a someter tales instituciones a la prueba de la racionalidad. Los problemas que la política social suscita son simples cuestiones tecnológicas; hay que abordarlos por las mismas vías y con los mismos métodos que para resolver todos los demás problemas científicos, es decir, mediante la reflexión racional y la adecuada observación de las circunstancias existentes. El raciocinio masónico confiere condición optima al hombre; es lo que le diferencia y eleva por encima de las bestias


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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: pocotropotarantulo Enviado: 16/05/2013 16:18
Muy bueno y ampliamente aclarado el consepto de El liberalismo Masònico...y la verdad creo que no van por mal camino,tratando de mostrarle al mundo profano lo importante de el auto conocimiento y el cambio de el re aprendisaje...En lo personal mi vida diò un giro de 180 grados y serìa excelente que otras personas pasaran por dicha experiencia,con cariño,respeto y admiraciòn Manuel Torres.-


 
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