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General: La Busqueda del Santo Grial Masónico
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De: Alcoseri  (Mensaje original) Enviado: 15/07/2010 01:39
La Busqueda del Santo Grial Masónico
Cuando los francmasones se ponen en camino para la búsqueda de su particular Santo Grial masónico, experimentan el deseo de partir de algo en lo que puedan convenir todos, incluso los “no masones”. Ahora bien: esta unidad inicial no puede encontrarse en el simplemente estar informado de masonería, porque las palabras confunden y ocultan la concordia secreta y real, y sucede, sobre todo, en la misma esencia masónica, que teorías que parecen contrarias ente ellas llevan a consecuencia a una deformación en la opinión pública de lo que es en realidad la masonería. De esta manera, en la acción masónica, tanto el idealista masón, como el materialista profano infiltrado en logias que niega la existencia del alma humana, jamás llegarán a un punto de encuentro. El que quiera, conocer la realidad masónica nunca deberá confundir estar simplemente informado con estar formado como masón. Los Templos Masónicos responden a todo tipo de requerimientos y necesarios para lograr el grado de desarrollo que es posible conseguir en el presente a fin de alcanzar ese estado espiritual ideal. Por nuestra condición de simples seres humanos sólo podemos esperar hacer en el tiempo que dura la vida lo que corresponde a nuestra capacidad genética, y son pocos los que se acercan algo a esos límites, lo que no puede ser tomado como excusa para eludir esfuerzos de forma deliberada. Así pues, la función principal de cualquier Templo es proporcionar unas condiciones ambientales que nos ayudan en nuestros ejercicios espirituales para evolucionar hacia un estado de perfección humana. Incluso el más ligero avance en el camino que conduce a ese objetivo es útil a la humanidad en general y en particular. Todos los avances tienen su origen en intenciones, y si cualquier Templo logra infundir en los humanos la inclinación a conseguir la perfección, habrá realizado una importante aportación al Cosmos. Las escuelas y universidades con frecuencia han sido llamadas en inglés "temples of learning" (templos del aprendizaje), un título honorable y muy adecuado. La prueba decisiva es determinar si las prácticas que se llevan a cabo en el Templo ayudan realmente a los humanos a convertirse en unos seres mejores o no. ¿Llegan realmente hasta la raíz de las cosas y favorecen el desarrollo de las posibles virtudes a la vez que impiden el desarrollo de los defectos? Tal efecto habrían de tener, y si no lo tienen, entonces hay algo que falla, bien la metodología es inadecuada para las almas interesadas, o éstas no son capaces de responder adecuadamente a ella. En cualquiera de los dos casos hay una incompatibilidad, pues sobre todo ha de existir una afinidad mutua entre los humanos y la metodología utilizada con ellos. Resulta inútil y contraproducente forzar la unión de unas almas con unos sistemas inadecuados para las mismas. Tal vez, lo mejor sería encontrar cierto sistema espiritual que fuera tan amplio, suave y moderado que reportase unos beneficios mínimos a la mayor cantidad de gente. Aunque hay mucho sitio en este mundo para tales sistemas, generalmente los más importantes son los sistemas selectivos y altamente especializados que han producido un gran efecto en una cantidad mínima de humanos. Así pues es indispensable que haya una correspondencia adecuada entre las almas y los sistemas para que las prácticas realizadas en el Templo resulten efectivas. Hay tal variedad de religiones públicas en este mundo que prácticamente cualquier temperamento humano puede encontrar satisfacción, y sólo es necesario que el individuo realice una selección para decidir qué religión va a profesar, si es que desea profesar alguna. Cuando se trata de los tipos de Templos esotéricos, mucho más exclusivos, el asunto va complicándose, dado que el esoterismo interesa fundamentalmente a una pequeña minoría de seres humanos, y su disponibilidad queda reducida a un mínimo. Además el número de miembros suele estar condicionado por la necesidad de poseer unas características muy definidas. A los Templos esotéricos en general sólo pertenecen unos cuantos tipos de seres humanos altamente especializados. La mayoría de las iglesias cristianas están abiertas a todo el que desee aportar dinero para incrementar sus fondos, en cambio los establecimientos esotéricos son departamentos cerrados para todos, con la excepción de unos cuantos, que no sólo creen en los principios fundamentales y se sienten comprometidos sino que también están deseosos y son capaces de participar en aquellas prácticas que se recomienden o adopten. La mayoría pasan por un período de prueba en el que son adoctrinados y reciben cierta preparación. Los neófitos deberán hacerlo antes de entrar en contacto con el "círculo interno" de los miembros iniciados que realmente dirigen todas las sesiones regulares, en las que se llevan a cabo actividades conectadas con cada tipo de Templo. Muchos están a su vez clasificados en distintos "grados" que se supone han de estar relacionados con la situación espiritual de los individuos, aunque suele ser más bien una presunción que una realidad. En resumen, tenemos pruebas que muestran que cuanto más abierto es un sistema espiritual en lo relativo al número de sus miembros, tanto más lento y menos especializado resulta. Eso puede no ser malo, en vista de las habilidades del hombre, pero realmente define la diferencia que existe entre las realidades y da ciertas directrices a la hora de escoger el camino que uno ha de seguir en la vida. Por ejemplo, es muy importante valorar la capacidad del individuo y relacionarla con las exigencias de cualquier sistema individual, y la auto-selección pocas veces tiene el grado de precisión que desearíamos. Ésa es la razón por la cual todo el que aspire a convertirse en miembro de un Templo esotérico debería pasar unas pruebas de idoneidad efectuadas por un comité de control. No es más de lo que cabría esperar si se buscara un empleo normal y ninguna persona razonable esperaría conseguir un trabajo de responsabilidad sin que le hicieran una entrevista de estas características. Además, sería muy injusto contratar a alguien para un trabajo si él o ella no estuvieran capacitados para realizarlo, aunque sólo fuera por los futuros empleados. ¿Por qué entonces hay que admitir a un ser humano para que acompañe a otros que están especializándose en ciertas actividades espirituales de determinada clase sin haber investigado suficientemente a fin de descubrir las incompatibilidades existentes? Eso no sería justo para ninguna de las dos partes. Sin embargo, los Templos son fundamentalmente unas organizaciones centrales donde se desarrollan las actividades humanas, y como tales son en un principio similares a otro tipo de entidades ocupacionales, incluidas las empresas ordinarias. Veamos el parecido. Ambos están integrados por un conjunto de seres humanos que se muestran interesados en asociarse para la consecución de unos supuestos beneficios que puedan ser compartidos por todos los implicados. Ambos tienen un local físico apropiado para la promoción y promulgación del resultado final al que aspiran, y disponen de todas las instalaciones posibles para la consecución de ese objetivo. Aquí se incluyen equipos de personas especialmente preparadas para conseguir unos resultados satisfactorios por cualquier medio, preferiblemente a través de unos medios éticos. Finalmente, ambos equipos deben ser totalmente conscientes de sus acciones, de la responsabilidad que tienen los unos para con los otros, y del objetivo común. Además de cumplir las normas morales ordinarias con los seres humanos que están fuera de su esfera de intereses. Por tanto, estar dotado para llevar una empresa es una cualidad útil cuando se trata de organizar y dirigir los Templos de la tierra. Hay tantas necesidades que sólo pueden satisfacer aquellas personas que son prácticas y tienen los pies en la tierra. Las almas puramente espirituales tienden excesivamente a descuidar y pasar por alto las cosas necesarias para el funcionamiento de una asociación ordinaria de seres humanos. Cosas como el alquiler, la luz y la calefacción, o incluso aquellas cosas que se necesitan en cualquier reunión ordinaria. Alguien tiene que organizarlo para que todo esté coordinado, y para ello se necesita lo que podría llamarse una cierta habilidad para los negocios. Los que hayan reflexionado sobre la difusión del cristianismo en los primeros tiempos y se hayan preguntado cómo fue posible, tal vez acierten si en lugar de atribuirlo tanto al poder de predicación de los Apóstoles, piensan algo más en aquellas personas que se hicieron cargo de sus gastos, les ofrecieron su hospitalidad generosamente, organizaron los itinerarios que habían de seguir, y les dieron todo el apoyo sin el cual no habría sido posible cumplir ni una sola misión. En los primeros tiempos de la Iglesia eran los obispos (o inspectores) quienes tenían la función de viajar para asegurar que las diversas congregaciones estaban más o menos de acuerdo con las doctrinas que se enseñaban y constituían las creencias comunes. Posteriormente, sin embargo, se instituyó el cargo de cardenal para asegurar que la Iglesia tuviera suficientes fondos y poder político a fin de que su influencia se dejara sentir en todo el mundo. Originariamente, los cardenales no eran sacerdotes sino unos hombres ricos y poderosos que también protegían las artes y que contribuyeron de forma muy valiosa al desarrollo de la cultura y a la expansión socioeconómica. Ocupaban un puesto más importante que los obispos y todavía controlan la sección católica de la Iglesia, aunque ahora es obligatoria su ordenación. Aunque no es conveniente que en los círculos esotéricos muchos individuos ocupen puestos de mucho poder, este ejemplo ilustra hasta qué punto es necesario que ciertos individuos dotados para los negocios manejen las empresas esotéricas. La mayoría de los Templos esotéricos de la actualidad son realmente agrupaciones muy pequeñas de personas que se reúnen en torno a un personaje central que posee el carisma necesario para producir tal efecto, Aunque esto puede producir buenos resultados y de hecho los produce a menudo, dichos grupos frecuentemente fracasan y se terminan con la muerte, la deshonra, la deserción o cualquier otro tipo de percance que acabe quitando del medio al fundador que hizo las veces de núcleo. Ningún asunto de naturaleza espiritual que dependa exclusivamente de una persona durará mucho tiempo, una vez desaparecida ésta. Sólo unos lazos espirituales muy fuertes servirán para mantener reunidos a los humanos durante un tiempo superior a la duración de una vida normal. Ésa es la razón por la cual los vínculos basados en unos lazos de tipo étnico o familiar, o toda clase de creencias basadas en la sangre, han pervivido más tiempo. El Cristianismo puede incluirse dentro de esta categoría por ser una doctrina en la que la "salvación está basada en la Sangre", aunque su significación haya sido muy distorsionada y mitificada. Una gran parte del antiguo esoterismo pagano se limitaba, y todavía se limita, a las tradiciones de las familias y los clanes, y había leyendas vinculadas a unos lazos de sangre específicos que se piensa que procedían de una fuente muy superior existente en la antigüedad. Con independencia de la envoltura externa, tuvo que haber un núcleo central de poder que atrajo a las personas y las hizo reunirse y mantener una relación comunitaria. En el caso de los seres humanos, este poder con frecuencia está basado en el sexo, el dinero, la raza, la clase o la mutua supervivencia. Bien las amenazas externas los obligan a mantenerse unidos para defenderse de una amenaza común (como una guerra contra su especie) o existe una energía central interna que los mantiene unidos, al igual que el sol mantiene a los planetas en órbita. A veces puede darse una combinación de ambos factores, pero el principio nuclear se aplica en todos los casos. ¿Qué es lo que mantiene unidos a todos los seres humanos como si fueran un cuerpo, una mente y un alma en funcionamiento que abarca todo lo que pensamos como si de una inteligencia individual se tratara? Puede haber una multiplicidad de fuerzas totalmente diferentes coordinadas para producir este fenómeno, pero el factor centralizador es la intención activa de ser, o lo que a veces se llama el "deseo de vivir". Si ese deseo se debilita y pasa a estar por debajo de ciertos límites, a causa de la edad, por ejemplo, o por una enfermedad, por la desesperación o algún otro motivo, entonces el individuo muere sencillamente y, al estar privado de su energía nuclear, el conglomerado de átomos y unidades que constituían la persona pronto empieza a disociarse, se descompone y se pudre. Si bien es cierto que estos átomos y unidades experimentan un reciclaje y finalmente reaparecen habiendo adoptado otras combinaciones, no podrán seguir relacionados unos con otros cuando el Espíritu unificador los haya abandonado. Eso también es cierto con relación a los esotéricos. Así pues, para mantenerlos unidos es fundamental conservar su "deseo común de vivir como si fueran uno". Ello sólo es posible si el elemento que funciona como núcleo y eje es de naturaleza puramente espiritual. En los Templos más antiguos la figura central solía ser el sacerdote o la sacerdotisa, que eran una personificación de Dios y por ello se vestían y actuaban de una forma determinada, lo cual era origen de numerosas complicaciones y errores, cuando intervenía la propia personalidad del sacerdote o la sacerdotisa y cuando daban su propia interpretación a cada pronunciamiento. En algunos Templos una imagen artificial del concepto de Dios hacía las veces de foco, también podía utilizarse una sencilla piedra natural que tuviera una forma y un aspecto singulares. El sacerdote o la sacerdotisa eran considerados entonces como los principales servidores de este Concepto. Esto fracasaba cuando las personas no sabían diferenciar entre la Idea y su imagen simbólica. Esto es el origen de la horrible idolatría de tiempos posteriores. Los hebreos construyeron unos templos en los que había un Sancta Sanctorum, que era el santuario donde pensaban que su Dios invisible se concentraba en torno al Arca de la Alianza. En las sinagogas de tiempos posteriores, esto se redujo a un armario en el que se guardaban los Rollos de la Ley, y esa Ley era el propio Dios. Es esencialmente lo mismo que ocurre en el Sagrario de la Iglesia Cristiana, que es una pequeña caja fuerte en la que se almacenan los vasos sagrados y el Sacramento, que se cree que es realmente el cuerpo y la sangre de Cristo. Posteriormente, los miembros de las sectas protestantes llegaron a ver a Dios como una presencia invisible que se hacía evidente fundamentalmente a través de las predicaciones de la palabra contenida en las Escrituras. Éstas ya no se guardaban bajo llave sino que estaban a disposición de los miembros letrados, se mostraban y hacían circular ampliamente. Finalmente, empezó a haber minorías que creían que su Dios sólo se manifestaba en ellos mismos y a través de ellos mismos. Todos estos ejemplos se basan en la misma fórmula de constitución de un Templo. Según dicha fórmula un Espíritu universal se manifiesta a la humanidad a causa de la atracción mutua existente y proporciona un foco físico para tal fin a las congregaciones humanas. Los Templos de todas las religiones están basados en estos principios. Se puede decir que es totalmente cierto que la religión del comunismo tiene su santuario central en la tumba de Lenin y que sus leyes y escrituras son el Manifiesto y El Capital. Los piadosos servicios religiosos de otros tiempos con maravillosos efectos corales se han convertido en comités de trabajadores que cantan la "Internacional", pero el comportamiento subyacente sigue siendo el mismo. Traduzca el comportamiento básico de los seres humanos utilizando cualquier término y siempre habrá paralelismos. En el caso de los Templos esotéricos, la pregunta que normalmente surge es ¿qué tipo de agrupaciones nucleares hay que adoptar a fin de lograr la máxima adhesión mutua? O, ¿qué factor hará que un determinado grupo de humanos pueda mantener una relación armónica y beneficiosa para unos y otros durante el mayor tiempo posible? En primer lugar, este factor ha de ser espiritual, en segundo lugar debe producirnos satisfacción, y en tercer lugar debe contribuir a la realización de nuestras ambiciones. Habría que añadir que tal núcleo debería funcionar como un intercambiador de energía entre los reunidos, de forma que todos ellos se interrelacionaran unos con otros a través del mismo. Tiene que actuar como el sol alrededor del cual las personas desfilan como los planetas, cada uno con su órbita y objetivo particular y sin embargo formando juntos el mismo sistema, como partes de un universo total. Por regla general, la expresión de este núcleo central es una idea espiritual positiva que atrae a su alrededor electrones negativos, que son en realidad las necesidades de los seres humanos que buscan satisfacción. Es un caso sencillo de + uno como compensación a — uno. Dado que los humanos tienen en sí mismos algo en exceso y algo en defecto, si es posible hacer que entren cuidadosamente en contacto unos con otros gracias a un símbolo central, esto hará que lleguen a estar en mutua armonía de forma que mejorará la relación. Dicho de otro modo, sí alguien con un genio vivo y una tendencia a emitir juicios precipitados entrara en contacto con una persona que tiene mucha paciencia y tranquilidad y que medita sus decisiones, a través de cierto medio espiritual que ambos consideraran muy válido, entonces el precipitado se moderaría y sería más cauto, en tanto que el otro pasaría a ser más rápido y decidido. Éste es un ejemplo ideal de la posible conversión de los fallos de una persona en las virtudes de la otra. Depende enteramente de que se adopten los medios idóneos para el desarrollo de la relación mutua, y ése es el motivo por el cual es tan importante la evaluación del temperamento de todos los miembros de un Templo esotérico antes de su admisión, con el fin de que haya un equilibrio. Tal vez algún día se cree un computador que determine la "compatibilidad de caracteres" y pueda ser utilizado para tal fin, algo parecido a los computadores que se utilizan en las agencias matrimoniales para hallar el modelo ideal. No es fácil determinar si este procedimiento sustituirá algún día al método astrológico que durante muchos siglos se ha utilizado con bastante éxito para emparejar a los seres humanos. Es extremadamente importante seleccionar y escoger un símbolo que actúe como núcleo central y que represente el tipo especial de Espíritu que se desea encontrar en cualquier Templo en concreto. Es de vital importancia. Por ejemplo, la Escuadra y los Compases Masónicos que representan la relación del hombre con Dios a través de la profesión que uno tiene o del trabajo que uno realiza en este mundo, son símbolos que están muy extendidos por todo el mundo y se comprenden con facilidad. Es un claro llamamiento a aquellos artesanos buenos y cuidadosos para que trabajen con el mayor esmero posible a fin de que haya una buena relación entre Dios y el hombre. Es como si los hombres estuvieran construyendo algún edificio terreno, lo cual exige mucha dedicación y precisión. La creación de semejante estructura espiritual implica la existencia de unos sentimientos de fraternidad y lealtad entre los hombres. Su contraseña es "Obra". Generalmente lo que representa es la Gran Obra o magnum opus. Mediante la simbología utilizada, consistente en herramientas y sistemas de Trabajo, tienen presentes las cualidades y el carácter que han de esforzarse por tener a fin de llegar a ser unos constructores mejores de un Templo apto para que Dios more en él, es decir, para ellos mismos, y para mejorar el mundo en que viven. Todos los valores éticos y culturales necesarios para mejorar las versiones existentes de la especie humana. Esto debe animar a los iniciados en la Masonería. En el caso del simbolismo Rosacruz, su implicación inmediata es el cuaternio para la búsqueda cósmica y la Rosa para el secreto espiritual. La búsqueda secreta de la propia alma y del Espíritu, que han de emprender los humanos. Dado que la rosa es la flor especial de Venus, la diosa del amor sexual y sensual, lo que se indica es que la vida humana ha de concentrarse en posibilitar la búsqueda de la Perfección. De todas formas una relación tan íntima es algo que es mejor mantener en secreto y no revelar a aquellos que probablemente lo malearían o emplearían mal. El tipo correcto de cruz empleado con esta idea de Dios ha de ser una rueda solar o cósmica par indicar la interunión del tiempo, el espacio y los acontecimientos, más todas las variantes de nuestra Creación. La utilización de una cruz alargada como la Cristiana representa la valencia Cristiana de su significado y la existencia de una faceta "subrosa" de la fe, lo cual habrá de ser místicamente interpretado por los iniciados en tales círculos. Esto se representa con los pétalos de una rosa y sus atribuciones numéricas. Subraya en concreto que el Amor en su sentido más profundo y auténtico es efectivamente la fuerza que hace que el mundo gire, porque la rosa roja que lo representa puede ser considerada como el eje del círculo de nuestro globo que está dividido en cuatro. El color rojo de la rosa significa la Sangre Bendita que está detrás de nuestro ser. Sin embargo, a veces se expresa mediante unos pétalos rojos que representan la sangre alternando con unos blancos que representan el semen, reflejando de este modo los elementos productores de nuestra existencia. Desde un punto de vista Cristiano el símbolo podría ser la expresión del mandato principal de su fundador: "Amaos los unos a los otros". El símbolo del Árbol de la Vida se utiliza para resumir y centralizar la ideología esotérica. Tiene un significado especial para aquellos con mentalidad matemática, que tienden a ver todo en términos de valores exactos y a través de exposiciones precisas de razonamientos lógicos y de aproximaciones graduales. Existe una significación espiritual muy especial detrás de cada punto del plano del Árbol, aunque el conjunto de sus atractivos es intelectual más que emocional. Su sorprendente multiplicidad de significados es un gran estímulo para provocar pensamientos y especulaciones encaminadas a abordar desde dentro el Enigma Eterno. Sus singulares combinaciones de Esferas y Caminos cubren el Cosmos desde un extremo al otro con una línea prácticamente ilimitada de preguntas. Proporciona un campo sobre el que realizar investigaciones durante muchas vidas, además de los procedimientos para la búsqueda de la respuesta última, si es que existe. Una gran ventaja de este Árbol es que nunca resultará aburrido para aquellos que se dedican a descubrir las verdades que se esconden en los enigmas cósmicos. Todo aquel para quien la vida es un constante reto al ingenio humano, descubrirá que el plano del Árbol es un eterno rompecabezas. Cuando parece haber dado con una solución, surgirá otro problema a partir de esa solución. Los eruditos llevan muchos años trabajando en los interrogantes del Árbol y todavía no han logrado unos resultados definitivos. Los que están centrados en este símbolo han escogido una línea de pensamiento cuyo seguimiento habrá de durar toda la vida. Aquellos que admiten como idea central el Sangreal, con la simbología primitiva consistente en una Luz detrás de la Sangre, tratan de descubrir la Divinidad que existe dentro de su propio ser y el de sus compañeros utilizando todos los medios de que disponen los esotéricos de occidente. Es decir, las almas nacidas dentro de la Tradición Interna Occidental buscan su desarrollo espiritual a través de las creencias y comportamientos que los llegan por sus propias líneas de sangre en lugar de hacerlo mediante creencias pertenecientes a sistemas espirituales que, siendo igualmente efectivos, les son ajenos. Su símbolo particular resulta de la combinación de los principales signos sagrados del misticismo occidental. Nuevamente tenemos el cuaternio de la búsqueda rodeado del lazo de la verdad. Todos los elementos auxiliares de la Caza Sagrada. La propia Cruz es el Escudo, la punta de la Vara o del Bastón representa un arco y una flecha, la punta de una lanza también podría ser una Espada o la punta de una flecha, y finalmente el Vaso o Grial contiene la Sangre Sagrada, que podrá ser administrada a quienes se la hayan ganado. Las gotas de esa Sangre que descienden hasta introducirse en el Vaso forman el dibujo del Árbol de la Vida, en tanto que el diseño del Vaso tiene una base cuadrada que representa a la humanidad, y el cuenco circular a Dios. La Cuerda tiene treinta y dos vueltas que son los Caminos del Árbol. De hecho, todos los elementos esenciales de nuestro linaje esotérico y nuestra fe en el futuro están expresados en el Signo Sangreal. Deberá resultar particularmente atractivo para aquellos que podrían ser llamados los "innovadores tradicionalistas", o por aquellas almas que creen que aunque las costumbres antiguas deben respetarse y conservarse en el espíritu, sólo podrán seguir existiendo y sobrevivirán si van adaptándose constantemente a las condiciones del mundo contemporáneo. El lema del Grial es "Trato de servir", y las implicaciones de este dicho tan sencillo son realmente profundas. Ciertamente estos cuatro ejemplos no son las únicas centralizaciones del esoterismo occidental, pero sí son una buena muestra de las mismas. Claramente indican que lo mejor que se puede hacer si uno realmente desea seguir una filosofía o trabajar en un Templo en este mundo, es averiguar qué símbolo nuclear parece resultarle más atractivo, y luego avanzar partiendo de ahí. Si un determinado tema parece adolecer de esa idea central, es mejor no entrar en él, o bien abordarlo con idea de descubrir o crear este concepto central. Merece la pena recordar que todo aquello que esté basado en una personalidad totalmente humana no podrá pervivir mucho más tiempo de lo que viva esta persona, a menos que se encuentre un sustituto espiritual y se coloque como núcleo tan pronto como sea posible. Los Cristianos no pueden poner a su líder como única excepción, porque han personalizado el poder que predicó como imagen de todos los ideales espirituales que representó mientras habitó en la tierra con un cuerpo humano. Así pues, a la hora de crear la idea central no se han basado tanto en la personalidad de Jesús como en el Espíritu que motivó su misión. Si se pretende que el esoterismo dure tanto tiempo como el Cristianismo lo aconsejable es seguir un camino similar. Así pues, resumiendo lo expuesto en esta sección diremos que la tendencia instintiva de los seres humanos a crear unos Templos en los que tratar sobre la Divinidad es tan antigua como la propia humanidad, y la única cuestión importante es hallar algo apropiado para el tipo de alma implicada. Esto no habrá de resultar demasiado difícil si admitimos que los Templos auténticos no son edificios físicos sino un espacio libre en nuestra propia conciencia que hace posible la existencia de una relación íntima entre uno mismo y un ser espiritual. Las circunstancias externas como la localización física son simplemente unas ayudas para crear tal situación. No obstante hay unas reglas básicas sobre cómo hay que comportarse y unos códigos de conducta que hay que observar a fin de lograr los mejores resultados en el proceso que tiene lugar en el Templo, consistente en impulsar a los seres humanos para que estén, aunque sólo sea una fracción, más cerca de la meta de perfección. Por tanto analicemos desde un punto de vista esotérico las razones por las que existen dichas reglas y códigos.


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De: Alcoseri Enviado: 17/02/2015 01:52
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