- Entonces, no nos queda otra cosa más que... - Dice Shun de forma entre cortada, mientras aprovecha que su técnica ya ha rodeado a Escorpión aunque no con el resultado que él quería. - Caballero... mis amigos y yo, no debemos de perder ni un minuto más, Saori está a punto de morir en nuestro tiempo y no podemos perder la posibilidad de derrotar a Hades. - Entonces aquel aire se transforma en una tormenta que no solo hace sentir sus fuertes vientos, si no que ahora, centenares de líneas de pura energía aparecen y buscan golpear a Kardia por todos lados de su cuerpo - ¡TORMENTA NEBULAR! - dice Shun para dar la orden de que esas líneas se engrosen y se tornen verdaderos ken cuya intensión en derrotar al escorpión dorado aprovechando que se encuentra dentro de todo aquel caos de viento y energía

Shun de Andrómeda

*Seiya al escuchar las palabras emitidas por el escorpión y por su camarada el caballero de Andrómeda su corazón late fuertemente pues está frente a un caballero dorado de gran convicción más aún le recuerda al caballero del escorpio de la última era Milo, “vaya es muy tenas pero no podemos rendirnos ahora, luchamos todos por causas diferentes, sin embargo el propósito final creo será el mismo derrotar a Hades, no debemos rendirnos aquí debemos seguir combatiendo” es así como camina hasta ponerse al lado de su camarada Shun, el viento de la tormenta oscila su cabellera con fuerza, las heridas del combate con el caballero dorado han dejado sus huellas provocándole un gran sangrado, sin embargo su tenacidad y fuerza interior lo incentiva a mantenerse de pie, -Tienes razón luchamos por ideales diferentes, reconozco que eres un caballero de una convicción muy poderosa, pero esto es por Saori, nuestra intensión tampoco es llegar a hacerle daño a Athena, ojala pudiésemos evitar ello, pero por ahora solo debemos encontrar la forma de llegar hasta donde se encuentra para poder comentarle que sucede, si no nos dejas pasar, pues deberemos… ¡combatir hasta la muerte caballero!- exclama Seiya quien con su cosmos aumentado y la figura del caballo alado de la mitología griega con su alas extendidas a sus espaldas, levantando su brazo izquierdo y colocando su brazo por delante ejecuta –Pegasus Ryu Sei Ken!- cientos de haces de luz se unen a la tormenta creada por el caballero de Andrómeda viajando en conjunto a ella hacia la posición del escorpión dorado combinando la fuerza de ambos ataques,  -vamos Shun esto es por Saori- le mira con mucho dolor a causa de las heridas del combate*

*Habiendo superado las gradas entre la Casa de Libra y la de Escorpio, con paso vacilante y casi exánime, apoyándose a cada paso sobre las mismas gradas o los eventuales arbustos en el camino. “Al fin…” Con este pensamiento acompaña su visión al observar en su horizonte nebuloso la Casa de Escorpio, sin embargo aquel hálito de energía parece multiplicarse a cada paso, en cuanto siente la gran potencia del cosmos de sus amigos y cómo poco a poco, el espíritu de uno de ellos se debilita y casi en un efímero instante desaparece del todo. – Shun! – Y con tal brío, las piernas empujan el cuerpo del bronceado hasta arribar en la Octava Casa. Sin pérdida de tiempo y como si hubiese estado presente en aquella confrontación, entiende casi al instante lo ocurrido al encontrar el cuerpo de Andrómeda en tal posición y de igual manera el cuerpo del Dorado. “Así que te has sacrificado Shun… A ti que nunca te gustaron las peleas y que siempre has preferido sacrificarte por los demás…” Trazas de lágrimas entre un aire nostálgico recorren al peli largo. Los pasos de sus amigos se escuchan transponiendo la Casa del Escorpión Dorado, lo cual aviva el ánimo del joven oriental. Con una última mirada, dedica unos instantes a su hermano de combates y luego con reconocimiento observa al Dorado. “Debiste ser un gran luchador… Es una pérdida que sea necesario enfrentarnos entre miembros de una misma casta… Pero seguiremos avanzando hasta salvar a Atenea, esa es nuestra promesa.” Y con mayor esfuerzo aplica más fuerza en sus pasos, hasta cobrar cierta velocidad en su trote y así visualiza en breve la salida de aquel Templo, mientras considera el siguiente Templo y el posible enfrentamiento con uno de los Signos más particulares del Zodiaco. “Sagitario…”.*

Ryuu Seiza no          Shyriuu          || Kibo no Senshi