**El impulsode Io de Scylla es detenido en seco mientras atacaba a su oponente gracias a su medio de defensa. El cuerpo del general es golpeado y enviado de regreso a su lugar donde cae de espalda, sin titubeo ni queja el mismo Marina se reicorposa colocándose con una rodilla en el suelo tocando su peto tal vez por el golpe _-Que buena defensa es esa Alberich, utilizas los medios de la naturaleza como una herramienta, he logrado comprobar ya muchas cosas mientras te atacaba y te defendías-_ Io quita la mano del pecho y toce poniéndose de pié, mostrando en su peto una rajadura y grietas profundas. Su cosmos no merma así como lo agudo de sus sentidos animales, principalmente el oido que comienza a formar un mapa entero de la zona percibiendo sus cambios.

El General Marina eleva la mano derecha y apunta con su índice a su oponente, Io mira lo que rodea a Alberich, tierra húmeda y removida ya dos veces, ni las mismas tejas del suelo estan en su lugar más regadas por todas partes. El General sonríe _-Esta bestia es imparable, ¿Estas listo?...-_ La punta de su dedo y un adorno en su muñeca brillan intensamente despidiendo aces de luz bailarines _-... Te presento a la Abeja Reina, una monarca que ni la misma naturaleza puede domar... Queen Bee’s Sitiger-_ Clama el Marino disparando de su índice un rayo muy fino a la velocidad de la luz. Es la Abeja Reina que vuela intrépida contra Alberich, terrible y sutil será su modo de ataque que busca con toda potencia atravezar el corazón de la víctima con su fino aguijón, no solo injectando una parálisis inicial a causa del dolor más intenso que puedan registrar los nervios, sino un desangramuento imparable una vez que atraviece el vital órgano del oponente. Pero la sutileza de la Reina de las Abejas va más allá de su letal piquete, capaz de adaptarse a las defensas y evaciones, la Reina puede moverse y responder a las acciones del oponente para dar siempre en el blanco, ni un muro de tierra o roca podría detenerla, nadie ha escapado de la mortal picadura.**

**La abeja ha dado en el blanco, es cuestión de milésimas para que el cuerpo de la víctima sienta el dolor más punzante de su vida, un dolor tal que paraliza los sentidos pero solo es un paso a la muerte, el aguijón que atravieza el corazón pronto comenzará a desangrarse sin escusa, sería imposible resistir la hemorragia al disminuir el flujo sanguineo por que el corazón debe latir y cada latido significa perdida de sangre. Sin duda una de las bestias más temibles de Scylla pero el General se encuentra atrapado en una prisión de coral que le absorve hasta cubrirle enteramente _"Demonios, es imposible, mientras más me esfuerzo por safarme más fuerza ejerce la naturaleza, tal vez no tenga escapatoria, ya no puedo moverme... Le fallé a Poseidón... por lo menos sé que no le quedará mucha vida por delante a ese hombre"_ Los músculos de Eo se relajan, sus brazos y piernas no buscan pelear más mientras reposa en su ataúd de coral, sin fuerza físca que le ayude a seguir tal General se centra en su Dios Poseidón esperando que este pueda ganar la batalla contra los guerreros de Asgard... _"Poseidón, me entrego a tí..."_ mentaliza sin batalla alguna cuando su relajamiento se proyecta en su prisión... _"¿Será posible"_**

(Oh, bueno de todos modos ya había pedido a Thor revisar la batalla. Gracias Alberich la verdad me pusiste en aprietos.)