*El silencio del caballero de sagitario permite escuchar con claridad el sonido del helado viento romperse al tiempo que sus atentos ojos permanecen clavados en la figura del maestro de las tierras del norte. Inmóvil solo en apariencia con músculos tensos el escudo de Athena retrocede en el instante que frene a si su alas se extiendan sirviendo de barrera entre la pierna del maestro de Asgard y el arquero dorado cuya armadura y cuerpo son rodeados por un poderoso cosmos en el instante del impacto recibido. Las botas del caballero generan un leve sonido metálico que  acompaña el retroceder de su cuerpo erguido de apenas unos centímetros. –Athena…- balbucea notándose el esfuerzo puesto en rechazar el movimiento de ataque abriendo las alas contra el cuerpo de su rival tratando que de esta manera su cosmos que aumenta un poco mas y su armadura aunado a su fuerza física sean suficientes para hacer retroceder a su rival, -Yo soy el escudo de Athena, que protege este mundo de el mal- su voz se escucha con esfuerzo buscando recuperar la postura erguida mas escuchándose de igual manera el crujir de su armadura dorada señal del esfuerzo emprendido por el guerrero*

*La tensión cede por momentos en la defensa del caballero de sagitario que observa con atención los movimientos de su rival, su cuerpo permanece tenso sus brazos se cruzan delante de si siendo ahora estos la defensa al embate de su rival. Por instantes una sonrisa se forma en el los labios del caballero de sagitario que al igual que su oponente aprovecha el impulso propinado por el golpe recibido  apoyando sus piernas hacia atrás y hábilmente dando un salto sintiendo la tensión en sus brazos a causa del impacto mas apenas demostrando una mueca a causa del dolor y esfuerzo. Un sonido de choque metálico se antepone al rugir del viento del norte al notarse la figura del sagitariano dando un salto y finalmente un giro que da más distancia al caer de frente al sacerdote envuelto su cuerpo en un aura dorada que genera un calor gentil a su alrededor, sus brazos bajan notándose en su armadura el golpe del sacerdote mas sus brazos solo sintieron la presión gracias a la protección de su armadura. –Entiendo que no me escucharas, pero yo no tengo tiempo para perder con una persona cuya ambición le ciega completamente, los caballeros de Athena luchamos por la justicia, somos sus armas en esta batalla y en ella confiamos para llegar a la victoria-, lentamente el cuerpo del santo de sagitario recupera su postura erguida y su mirada decidida s clava en su rival adoptando una postura de batalla nuevamente.*

*Los parpados del caballero de sagitario se cierran manteniendo una expresión seria completamente ante las palabras soberbias del sacerdote de las tierras del norte, sus puños se cierran y su postura de batalla se mantiene manteniendo una calma sonrisa como respuesta única a sus acusaciones. –Nunca debes confundir con cobardía mi papel en esta guerra- replica con tranquilidad al momento que su vista se clava fulminante en la figura del sacerdote, el aura dorada que su cuerpo emana enmarca elegantemente su figura y las alas a su espalda se abren al contraerse sus brazos con los puños cerrados a la altura de su cintura cerrando los puños firmemente e inclinando levemente su cuerpo al frente. –Derbal, te he dicho que soy el escudo de Athena, pero si es necesario me convertiré también en la flecha que atraviese a los enemigos de la justicia, ahora te mostrare el poder de los caballeros dorados- su voz muestra determinación y su cuerpo inmóvil mostrándose completamente calmado y sereno aun en una situación de batalla sintiendo su cosmo energía sin igual amable y decidida pese a ser agresiva*

*Basta con una mirada del caballero de Sagitario que alcanza a notar el resplandor cósmico en la mano de Derbal para que su cuerpo comience a ceder a causa de la presión ejercida por el sacerdote de Odín. Su cuerpo opone fuerza al tiempo que su armadura parece más pesada mas es la fuerza de su cosmos la cual se manifiesta destellando en dorados tonos al momento que sus alas parecen cerrarse. –Tienes razón Derbal, hasta ahora solo has escuchado mis palabras pero no será ya así.- Su cuerpo lucha contra la fuerza manteniéndose erguido y sus alas que se habrían contraído se extienden moviéndose al frente al igual que sus puños en un solo movimiento, una cálida energía se desprende del cuerpo del caballero de sagitario buscando de inicio contrarrestar la de su rival notándose incluso en el viento el cosmos de su creador. –Impulso de luz de Quirón- Exclama para luchar con toda su fuerza contra el ataque enviado a su ser y mente manteniéndose erguido y aleteando una vez mas mientras desde su figura y puños extendidos el viento toma forma de corriente dorada de energía que se dirige cruzando el espacio a la velocidad de la luz en contra del poderoso Derbal buscando alcanzarle envolverlo e impulsarlo hacia atrás con fuerza suficiente para marcar gran diferencia en un combate o incluso terminarlo si el ataque es acertado*

*Con la vista en el suelo la figura del santo de Sagitario permanece inmóvil escuchando con atención las palabras del llamado maestro de Asgard, solo sus puños se aprietan y su cosmos que permanece a su alrededor manteniéndose  su cuerpo erguido al momento que una fuerza mayor proveniente de su oponente provoca que sus ojos se abran alzando la mirada a donde este sintiendo aquella fuerza y presión que buscan arrastrarle, haciéndolo algunos metros más tensando su figura por acción de la fuerza sintiendo su cuerpo sometido a una gran presión al oponerse al poder del sacerdote. -Athena... Perdóname-, Exclama al encender su cosmos extendiendo su brazo diestro con firmeza de manera perpendicular a su con la palma abierta y el izquierdo que flexiona a la altura de su hombro al dibujarse una delgada luz dorada en su mano diestra que finalmente toma forma del sagrado arco de sagitario. -Pero, no dejare que mi debilidad sea un impedimento... Si alguna vez vuelvo a verte... perdóname- ,menta para sí dejando el rastro de su cosmos en aquella arma para formarse cual luz en in inicio una flecha de oro que toma forma en aquella arma sostenida por su mano izquierda que se tensa por completo. -Derbal... este es el poder de los Santos de Athena- , clama al liberar en un solo disparo aquel dorado proyectil que termina con el dorado destello de su ser buscando surcar el espacio e incluso el portal buscando el pecho del sacerdote en el instante que la figura del joven caballero cede bajando sus brazos y siendo arrastrada poco a poco manteniéndose solo de pie buscando observar el desenlace de su ataque con una sonrisa en su rostro y una mirada pacifica... "Athena... el deber de nosotros, tus guerreros es protegerte, se fuerte pues la guerra sera siempre cruel, pero la esperanza brillara mientras tu estés del lado de la tierra...." mantiene en pensamiento al momento que aquel portal comienza a atraparle sintiéndose ya sin escape alguno, mas manteniendo la esperanza encendida como regalo para su diosa y camaradas*

*Solo un gesto de sorpresa se observa en un el rostro del guerrero cuyos ojos se cierran en el punto que su cuerpo comienza a ceder por la fuerza de atracción del maestro de Asgard, su rostro baja y una tenue sonrisa se forma en sus labios al instante que su memoria recuerda a los caballeros que protegen la paz y su capacidad para entregar la vida por su diosa y la tierra misma. “Derbal, ¿Qué ser tan terrible eres?, ni siquiera fue necesario que incrementaras tu cosmos para vencerme, lo único mas temible que tu poder es tu ambición…” Mantiene en un pensamiento claro al momento que sus ojos pierden su vista y los sonidos se escapan a su percepción sintiéndose sin escape ante la técnica de su rival. “Sin embargo, la esperanza seguirá ardiendo aunque yo termine cayendo en esta batalla…” menta inmóvil capturado en un sitio donde solo puede sentir la presencia de Athenea y su sonrisa se amplía pues al menos ha conseguido el encontrarle nuevamente. “Athena, perdona por mi error” continua en un monologo interno al tiempo que en el exterior de aquella dimensión paralela su cosmos y figura se pierden, dejando únicamente algunas doradas plumas formadas de restos de su cosmo-energía que habría sido usada en aquella fallida flecha y flotando por los restos de la nórdica tierra cual  restos de la voluntad de aquel joven guerrero guardián de la paz*

Sisífo de Sagitario.