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Je, la bestia hebrea acepta confrontarse al ángel dorado, habrá que esperar las condiciones por parte de un juez, solamente. 

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 "Sobre mis actos se encuentran sus ojos y apara esos ojos, la victoria será mi ofrenda."

Violette de Behemoth Vs Aioros de Sagitario.

Lugar: Calles de Paris por la noche.

Contexto: Diversos eventos han sido desencadenados llegando a la resurrección de un espectro de la anterior guerra Santa, El Angel Dorado es enviado de incognito a investigar los hechos y ha  al encontrar la amenaza tiene órdenes de neutralizarla. Termino: Hasta que uno de los dos Muera o se rinda.

Inicia: Violette.

Roll On

 

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**Diversos y extraños sucesos acontecen en la capital francesa, el caos y destrucción decoran ahora la cuidad preferida por los amantes, bélica escena que se engalana con el rojizo carmesí de la plutónica luna… Gritos, sollozos desesperados son el infernal coro que recorren el largo y ancho de París, almas en desgracia que mientras intentan huir inocentemente creen buscar la salvación; pero su búsqueda vana y errónea, pues no hay otra salvación existente en este mundo más que el regalo de la muerte, aquella que libera la pura esencia del ser y le regala el descanso eterno… Fuertes pasos resuenan al chocar contra la piedra que recubre las calles, pisadas que denotan poderío y confianza en cada uno de aquellos choques, dejándose ver acompañados por una imponente sombra, reflejada entre el caos y los rayos ensangrentados que desprende la luna sobre sí, largas hebras capilares danzan al compás de la suave corriente misma que dispersa aquellos sonorosos gritos de ignorante auxilio desesperado… Un bestial cráneo logra sobresalir entre las sombras, ornamentaría que majestuosa se destaca  entre las sombras en el hombro izquierdo de aquel soldado del Dios de las ánimas, sombras que solamente permiten ver su silueta y el brillo de su ojo derecho ante la penumbra, brillo alimentado por el éxtasis de aquella escena**

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 "Sobre mis actos se encuentran sus ojos y apara esos ojos, la victoria será mi ofrenda."

*... Y justo en ese momento, en el fondo de un sendero muy oscuro de aquella devastada París, se pueden oír con mayor frecuencia constantes pisadas metálicas y determinadas al mismo tiempo que se ve poco a poco la silueta de una persona que destila muchísimo misterio al estar envuelta de pies a cabeza por flameantes túnicas blancas que se mesen con suavidad hacia el lado derecho a causa de una corriente de viento que se apodera de hasta el más mínimo rincón de la capital de Francia... "Como era de esperarse, el Patriarca tenía razón al respecto... e hizo bien al enviarme con tanta urgencia a estas tierras..." son los pensamientos que circundan por su cabeza al instante que comienza a ascender con solvencia y tranquilidad algunas rocas de una caída edificación... sin embargo, este enigmático personaje deja a su paso unos diminutos hazes de cosmos que van tomando forma al cabo de los segundos a tal punto en que tienen la apariencia de unas plumas de oro que se van desplazando por la atmósfera que ahora sufre un cambio abrupto al emitir una sensación tan majestuosa como solemne que resulta inexplicable en esa situación... "Puedo sentir claramente esa energía tan negativa y maligna rondando por esta zona..." aclara, llevando su afligida mirada a todos los sentidos del escenario para observar con mayor detenimiento el verdadero infierno que se ha desatado sobre el terreno... "No puedo permitir que esto continúe así de ningún modo... tengo que salvar a esta gente aún a costa de mi propia vida..." piensa con nobles sentimientos el extranjero que queda a la expectativa de lo podría llegar a pasar...*

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Iteza Aiorosu // el ángel dorado
"... Guardián del IX Templo del Zodiaco..."

 

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**Y es pues,  entre el fuego y sangre que alimentan el nuevo escenario de la capital francesa, la figura de aquel ente se denota con mayor claridad al avanzar entre las llamas, como si estas mismas le abrieran el camino para facilitar su avance; es así que logra distinguirse la imponente figura cubierta por purpúreos ropajes que le distinguen como miembro del ejercito del inframundo y aquel cráneo ahora toma la delineada forma de un rinoceronte, lo que la reconoce como la representante de la bestia terrenal de los hebreos: El Behemoth…  Aquel espectro se detiene lentamente a observar aquella obra que con sus propias manos ha logrado crear, alimentando aún más el brillo de su único ojo visible, el derecho -Aiacos-sama, este es mi regalo para usted, le entrego esta dulce sinfonía y las almas de estos  débiles seres- comenta para sí al tiempo que sus sentidos parecieran detectar algo inusual en el ambiente, la presencia de un ente ajeno al lugar que pareciera recién haber llegado al mismo, siendo pues que al notar esto, en los labios de la estrella de la soledad una sonrisa de dibuja en los labios, como si algo interesante estuviera por ocurrir**

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 "Sobre mis actos se encuentran sus ojos y apara esos ojos, la victoria será mi ofrenda."