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Respuesta  Mensaje 1 de 31 en el tema 
De: GAVIOTA LIBERTAD  (Mensaje original) Enviado: 04/05/2011 03:26

Enviado: 28/06/2009 21:20

 

El encuentro con la palabra de Dios nos lleva a reflexionar

sobre nuestra mision , comportamiento y fe,  aqui dejare unas reflexiones

sobre  ella, el estar cerca de el, el hacerlo dueno de nuestra alma

el que haya dejado a su hijo derramar su sangre , por nosotros

nos hace perdonar nuestras faltas

Espero , la conversion real autentica en la gracia de Dios

gracias mis gaviotas

  

 

 

  



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Respuesta  Mensaje 17 de 31 en el tema 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 04/05/2011 04:29

REFLEXIÓN BÍBLICA

 

Así que ustedes me conocen y saben de dónde soy?

Jn 7, 1-2.10.14.25-30

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

1.    JESÚS RECORRÍA LA GALILEA

En el fragmento de este Evangelio de san Juan, observamos que el Padre se revela por Jesús, al mismo tiempo que esta revelación del Padre en Jesús, no solo no es aceptada por los judíos, sino que además es rechazada absolutamente. Si embargo Jesús, ha de cumplir su misión, independientemente de la dureza y fuerte oposición de los hombres. El misterio del origen y la naturaleza de Jesús, se revela solo en la fe, al que tiene fe y el que con fe mira.

Jesús recorría la Galilea; no quería transitar por Judea porque los judíos intentaban matarlo. El milagro de la piscina de "Betsata" hecho en sábado, había excitado tan fuertemente los ánimos, que le hace retirarse al ambiente más tranquilo de Galilea.

2.    ESTABA CERCA LA FIESTA DE LOS TABERNÁCULOS.

Era ésta una de las fiestas de peregrinación a la Ciudad Santa (Dt 16:16). Era la llamada fiesta de las cabañas o chozas. El sentido primitivo de estas fiestas, fue agrícola: agradecer a Dios las recolecciones finales, que terminaban con la vendimia, pidiendo la bendición de Dios sobre las futuras cosechas (Dt 16:15). Posteriormente se le unió también otro significado: conmemorar la obra de Dios, que, sacando a Israel de Egipto, le hizo habitar en el desierto en chozas (Lev 23:43). Últimamente vino a tomar también un sentido profético y escatológico, anunciando las alegrías y bendiciones que habría en la era mesiánica (Zac 14:16-19). Se celebraba del 15 del mes de Tishri al 21 del mismo (septiembre-octubre): era el final del año agrícola. Se celebraba durante siete días, más un octavo de clausura (23:33-36; 2 Mac 10:6); Durante todos estos días se debía morar en chozas (Lev 23:42), instaladas incluso en los terrados y patios de las casas, en las plazas y hasta “en los atrios de la casa de Dios” (Neh 8:16.17). Era la fiesta más popular.

3.    “CUANDO SUS HERMANOS SUBIERON PARA LA FIESTA, TAMBIÉN ÉL SUBIÓ, PERO EN SECRETO, SIN HACERSE VER.”

La actitud de Jesús se ve perfectamente cuál era al no ir con sus “hermanos. Era el no ir en caravana. Esta estaba compuesta de galileos entusiasmados con su Profeta, al que habían querido ya proclamarle “rey” (Jn 6:15), y seguramente en aquel propósito estaba el llevarle para ello a Jerusalén, para proclamarle allí, en el templo, Rey-Mesías. Todo lo cual era entrar ostentosamente en Jerusalén con aquel Profeta-Mesías, lo que era desatar más aún la hostilidad de los dirigentes, “porque los judíos intentaban matarlo” y, en lo humano, precipitar los acontecimientos, lo que sería adelantar la “hora” de su pasión y muerte; lo que El debía evitar. Y precisamente por esto andaba entonces por Galilea y no quería andar por Judea, pues ya lo buscaban para matarle.

4.    TAL ERA LA EXPECTACIÓN QUE POR EL ALLÍ HABÍA, QUE LOS JUDÍOS LE BUSCABAN EN LAS FIESTAS.

Al ver que no había llegado con las caravanas galileas, había cuchicheo para saber si había venido, y discusión sobre El: para unos era “bueno,” para otros “seducía a las turbas”; es decir, pensaban que daba una interpretación errónea, antitradicional e impropia de la Escritura (Jn 7:47-53).

Por eso, si El va a Jerusalén, fue después que ellos y las caravanas festivas habían subido, “él subió, pero en secreto, sin hacerse ver”. Evitó la entrada espectacular y triunfal; o fue solo, o se unió a algún pequeño grupo ya en ruta, con el que pudiese pasar inadvertido en su llegada a Jerusalén. Lo que no excluye el que haya sido ya acompañado por sus discípulos.

5.    JESÚS SUBIÓ AL TEMPLO Y COMENZÓ A ENSEÑAR

En cambio, eliminada esta entrada suya con las caravanas, se explica el que aparezca luego enseñando en el templo, en las solemnidades de estos días. Con sus partidarios en la ciudad, y temerosos de una revuelta, con las posibles repercusiones políticas de Roma, no se atreven allí a prenderle. Que era lo que se proponían, cuidadosamente, evitar en el acuerdo que tomaron definitivamente los dirigentes los días antes de la pasión: “No sea durante la fiesta, no vaya a alborotarse el pueblo” (Mt 26:5 par.). No obstante esto, en alguna coyuntura que les pareció propicia, enviaron a los ministros para que le precediesen; pero éstos, impresionados por su manera y autoridad de hablar, no se atrevieron a prenderle (Jn 7:45). Esto era lo que hacía cuchichear acerca de El, en un principio, por temor a los dirigentes judíos.

San Juan, recoge aquí una serie de temas de los que no se dice cuándo tuvieron lugar, aunque sí lo fueron ante grupos y momentos distintos. Abiertamente va a hacer, ante un grupo de gentes, en el templo, una afirmación de lo más trascendente sobre la naturaleza de su mesianismo: la divinidad del mismo.

6.    NO ES ÉSTE AQUÉL A QUIEN QUERÍAN MATAR

En contraposición a los grupos “judíos”, a los que antes se refirió, y ante los que Jesús habló en el templo, San Juan presenta ahora a “algunos de Jerusalén.” La escena no se realiza ante Jesús. Jesús habla en el templo, y un grupo de gentes de Jerusalén, apartadas de El, lo oyen hablar, y cuchichean (Hablar en voz baja o al oído, para que los demás no se enteren): entre ellas sobre Jesús. Están al corriente de cómo lo quieren “matar.” Sea porque la noticia había trascendido, sea porque recogen la acusación que Jesús hizo de cómo quieren matarlo.

Lo que les extraña es cómo, si quieren matarlo, permiten que hable así tan claramente en el templo. No piensan en la maldad de los “dirigentes” ni en su acuerdo definitivo para eliminar al Jesús. Hasta creen, ingenuamente, en la posibilidad de que los dirigentes, pensando mejor las cosas, hayan venido a convencerse de que Jesús fuese en verdad el Mesías.

7.    PERO NOSOTROS SABEMOS DE DÓNDE ES ÉSTE

Pero contra esta suposición se les presenta una objeción que era una creencia popular.

De Jesús “sabemos de dónde viene.” Jesús pasaba ante el vulgar, ignorante de la concepción virginal, como hijo de José y María y como un Galileo originario de Nazaret (Mt 10:47; 21:10.11,).

En cambio, ellos estaban imbuidos en la creencia popular según la cual el Mesías estaría oculto antes de su aparición, y así nadie sabría de dónde vendría. Sea que este rumor se hubiese extendido por Jerusalén, sea que este grupo estuviese en el templo, San Juan introduce en la escena siguiente la respuesta de Jesús a este tipo de objeción. Parece que son aquí dos temas yuxtapuestos.

Jesús responde a esto; “enseñando en el templo, Jesús concede que ellos saben de dónde es, “Pero nosotros sabemos de dónde es éste”; en el sentido de que es, por su nacimiento, de la tierra; pero va a contraponerles a esto su ignorancia sobre su alto origen:

8.    ¿ASÍ QUE USTEDES ME CONOCEN Y SABEN DE DÓNDE SOY?

Entonces Jesús, que enseñaba en el Templo, exclamó: "¿Así que ustedes me conocen y saben de dónde soy? Sin embargo, Yo no vine por mi propia cuenta; pero el que me envió dice la verdad, y ustedes no lo conocen. Yo sí lo conozco, porque vengo de él y es él el que me envió".

En este pasaje, esta “procedencia” de Jesús, ¿a qué se refiere? ¿Es sólo el hecho de ser “enviado” como Mesías o expresa la divinidad del mismo con relación a su encarnación?

El es un “enviado.” Es el Mesías “enviado.” Pero los judíos no conocen al que le envía, al Padre, “el que me envió dice la verdad, y ustedes no lo conocen”. Su ignorancia del origen verdadero de Jesús proviene de su ignorancia culpable con relación a Dios, que lo envió. En cambio, Jesús es el único que sabe que El es enviado, porque le conoce y porque procede de El. “Yo sí lo conozco, porque vengo de él”. Sin embargo, esto, en el contexto del evangelio de san Juan, y además en este mismo contexto, rebasa la simple enseñanza de presentarlo sólo como Mesías, para hacer ver en ello la divinidad.

9.    EL QUE ME ENVIÓ DICE LA VERDAD, Y USTEDES NO LO CONOCEN.

Ya, en primer lugar, si dice que El es enviado, por lo que ellos no lo conocen, intenta con ello decir o elevar el pensamiento a un ámbito superior sobre su origen, pues todos sabían que el Mesías procedía de la “casa de David.” Esta elevación de su origen sobre la “casa de David” ya la plantea El a los fariseos, como relatan los tres evangelios Y, aunque en absoluto pudieran pensar que no fuese el Mesías, por conocer a sus “padres” y considerarlo originario de Nazaret y Galilea, aquí la respuesta de Jesús rebasa este posible erróneo enfoque.

Por tanto, si tiene un origen superior a la simple procedencia de la “casa de David”,” este origen resulta que es trascendente, puesto que ellos no lo conocen — no pueden conocerlo —, sino sólo El. Porque sólo El “conoce” al Padre y procede de El. Luego esta “procedencia” afecta al origen del mismo. Y, por ello, su origen es trascendente.

10.                      ENTONCES QUISIERON DETENERLO

Y así, precisamente, lo entendieron los oyentes; pues, al oír esto, buscaban prenderle, “Entonces quisieron detenerlo”. Lo que está, sin duda, en el mismo plano de equivalencia a la actitud de los judíos cuando, al oírle conceptos semejantes, “tomaron piedras para arrojárselas” como a un blasfemo, porque se “hacía Dios” (Jn 5:18; 10:31-33; 8:59). Se trata, pues, de la divinidad de Jesús.

El comentario mejor a esta expresión, aparte de toda la doctrina que se está enseñando a través de todo el evangelio de san Juan, es lo que El mismo dice en el cenáculo, lo que permite valorarlo mejor:

“Salí del Padre y vine al mundo. Ahora dejo el mundo y vuelvo al Padre” (Jn 16:28). Y a continuación ruega al Padre que le glorifique junto a El: “Ahora, Padre, dame junto a ti la misma Gloria que tenía a tu lado antes que comenzara el mundo” (Jn 17:5).

En este ambiente evangélico de san Juan, esta expresión se refiere manifiestamente a la divinidad de Jesús.

11.                      PERO NADIE PUSO LAS MANOS SOBRE ÉL, PORQUE TODAVÍA NO HABÍA LLEGADO SU HORA.”

Pero, como hay correlación entre “salir-venir” y “retornar-ir” de nuevo al Padre, tan frecuentemente, en el capítulo 16 de san Juan, también ha de haberlo entre la expresión “vengo,” del capítulo 7 y su “iré” al Padre del mismo capítulo. A este “vengo” del Padre ha de corresponderle este “retorno” al Padre (Jn 6:62). Y si se trata de un retorno, no se puede referir a la “eterna generación” en sí misma, en la que no hay “retorno,” sino a la divinidad encarnada.

Ante una declaración tan sustancial, los oyentes judíos, no allí mismo, seguramente, sino en maquinaciones posteriores y repetidas, como lo indica la forma imperfecta usada, “Entonces quisieron detenerlo, pero nadie puso las manos sobre él, porque todavía no había llegado su hora.” la hora señalada por el Padre para subir a la cruz.

Jesús, es verdaderamente enviado del Padre. Es enviado para la salvación del mundo. Ahora, nosotros somos los enviados por Jesús, a fin de colaborar en esta misión salvadora. Esta tarea, nos es porque tengamos meritos, cualidades especiales o algún determinado talento, sino por la virtud que EL nos envía. Entonces hagamos esta tarea con la seguridad y la confianza que es una misión que es acompañada con fuerzas por Jesús, el nos ayudará y pondrá las palabras necesarias, “El Espíritu Santo le enseñara en ese momento que decir” (Lc 12, 11-12). Jesús siempre hablo abiertamente, con sinceridad y honestidad absoluta, en otras palabras con firmeza, pero por sobre todo sin sentir vergüenza, habiendo aprendido esto de El, hagámoslo ahora nosotros.

El Señor les Bendiga

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds


Respuesta  Mensaje 18 de 31 en el tema 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 04/05/2011 04:29

PARA LA LECTIO DIVINA  (3)

 

SOBRE EL MISTERIO DE LA PERSONA DE JESÚS Y ADHERIRNOS A ÉL CON MAYOR AMOR

Juan ubica el drama mesiánico en el interior de la historia del pueblo de Dios; en particular, une la vida de Jesús con las celebraciones de las grandes fiestas hebreas, que tenían como objetivo mantener viva la memoria de las grandes obras de Dios. Como siempre, en el cuarto evangelio, los pequeños detalles adquieren un valor simbólico. ¿Por qué aparece el complot contra Jesús pocos días antes de la celebración de la fiesta de las Tiendas? En esta fiesta se agradecía a Dios las cosechas y se recordaban los cuarenta años pasados en el desierto. Se construían chozas con ramas -también en Jerusalén-, a las que se iba a meditar: retiro en un desierto simbólico.

La controversia que relata Juan se sitúa precisamente en vísperas de este tiempo propicio a la reflexión. Es como si Jesús hiciese un último esfuerzo para invitar a los adversarios a reflexionar sobre su persona y sobre sus "obras". Sabemos que el resultado fue negativo. ¿No podríamos quizás nosotros, acogiendo la sugerencia de la liturgia de hoy, hacer este alto en nuestro camino hacia la pascua, tomarnos un tiempo para dedicarlo a releer y meditar este texto tan denso e inagotable, para interrogarnos más profundamente sobre el misterio de la persona de Jesús y adherirnos a él con mayor amor?

 

ORACION (3)

 

¡Ven, Espíritu Santo de Dios!

Hemos endurecido nuestros corazones como una piedra a causa de nuestro pertinaz orgullo, la violencia finamente perpetrada, las grandes o pequeñas ambiciones que perseguimos a toda costa. Cada día condenamos al Inocente a una muerte infame, cuando nos mueve un principio distinto de el del amor. El mal que hacemos, quizás sin darnos cuenta, aplasta hoy a los inocentes.

¡Ven, Espíritu Santo, crea en nosotros un corazón nuevo!

Tú, luz santísima, esclarece la conciencia, ilumina la inteligencia: pretendíamos conocer a Dios y hemos despreciado a su Cristo en la multitud de pobres humillados por la vida que, sin apariencia ni brillo, han pasado junto a nosotros.

¡Ven, Espíritu Santo, crea en nosotros un corazón nuevo!

Dulce huésped del alma, ayúdanos a descubrir el origen del Humilde que soportó en silencio la iniquidad de todos nosotros sin avergonzarse de llamarnos "hermanos". Confórmanos a él para que comprendamos la gracia de vivir como hijos del único Padre, enviados por él con Cristo a llevar el amor a todo ser humano.

¡Ven, Espíritu Santo, crea en nosotros un corazón nuevo!

 


Respuesta  Mensaje 19 de 31 en el tema 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 04/05/2011 04:30

REFLEXIÓN BÍBLICA

 

“La palabra de Jesús es la Palabra del Padre”

Jn 7, 40-53

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

1.      "ÉSTE ES VERDADERAMENTE EL PROFETA".

La predicación de Jesús, produce una profunda impresión en la gente que lo escucha, observan en Jesús, palabras extraordinarias, actitudes fuera de todo lo común, es Jesús alguien especial.

Jesús, habla en nombre del Padre, habla por quien lo ha enviado, entonces Jesús es el Profeta del Padre, su mensaje es el del Padre y a El quiere llevarnos, de este modo, Jesús cumple su misión profética.

Algunos de la multitud, que habían oído a Jesús, opinaban: "Éste es verdaderamente el Profeta". Otros decían: "Éste es el Mesías". La falta de profeta podía ser uno de los mayores castigos para Israel, y esta ausencia fue muy larga, de siglos. En los días de los Macabeos se suspiraba por un profeta que precisase ciertos puntos (1 Mac 4:46; 14:41). Por eso, sobre la base del Deuteronomio (18:18), se esperaba incluso a un profeta especial, que preludiase, al estilo de Elías, los días mesiánicos. Y así, cuando el Bautista apareció en las orillas del Jordán, con su atuendo de profeta y su vida de austeridad, las multitudes pensaron si no sería “el Profeta” (San Juan 1:21.25).

2.      “OTROS, EN CAMBIO, DECÍAN SI NO SERÍA EL MISMO MESÍAS.”

En el cristianismo primitivo se interpretó el anuncio de Moisés en un sentido mesiánico (Act 3:22; 7:37; cf. San Juan 6:14.15; 1:45). Pero, en cambio, en los escritos judaicos nunca ha sido identificado este Profeta con el Mesías. Y en los escritos de Qumrán se distinguen las venidas del Profeta y del Mesías, y se basaban para ello en el pasaje de Moisés (Dt 18:18) 40. De aquí la exactitud de esta distinción entre el Profeta y el Mesías. Aunque en el pueblo esta distinción andaba confusa (cf. San Juan 6:14.15).

“Otros, en cambio, decían si no sería el mismo Mesías.” Ya antes, ciertos grupos habían pensado que debía de serlo, pues los milagros que hacía los persuadían de ello. Mas para esto se les presentaba la objeción de su nacimiento. Según las Escrituras, el Mesías procedería de la casa de David (2 Sam 7:12ss, etc.). Pero desde la profecía de Miqueas (Miq 5:2), se había interpretado por ciertas fracciones judías que el nacimiento del Mesías sería en el mismo Belén (Mt 2:4). Y siendo desconocida de las gentes la concepción virginal de Jesús y pasando éste por hijo “legal” de José (San Juan 6:42) y como “el profeta de Nazaret de Galilea” (Mt 21:11), ya que el nacimiento en Belén no parece haber trascendido, durante la vida de Jesús, del círculo de familiares e íntimos, se les planteaba esta oposición entre los hechos que veían, lo que ellos sabían y lo que la Escritura decía de los orígenes del Mesías.

3.      “Y POR CAUSA DE ÉL, SE PRODUJO UNA DIVISIÓN ENTRE LA GENTE”

Por eso se originó un desacuerdo en la multitud por su causa, “Y por causa de él, se produjo una división entre la gente” .Y, ante todo esto, algunos querían apoderarse de El, así dice el Evangelio: “Algunos querían detenerlo, pero nadie puso las manos sobre él” Es el fanatismo religioso oriental, tan pronto a estallar y traducirse en medidas tan incontroladas como radicales.

Los guardias fueron a ver a los sumos sacerdotes y a los fariseos, y éstos les preguntaron: "¿Por qué no lo trajeron?". Sucedió que hubo diversos pareceres y reacciones ante las enseñanzas del mismo, como consecuencia de la admiración y la impresión profunda que Jesús causaba en los oyentes, la grandeza del mismo, su doctrina, la autoridad propia con que hablaba. En este pasaje se dice que dos veces dio sus enseñanzas en el templo y explicando. Todo esto causó una impresión tal en los guardias del mismo, que tenían la misión de prenderle, y no solamente no procedieron a ello, sino que alegaron, sorprendidos, ante sus jefes, para justificar su desobediencia, así fue como ellos respondieron: "Nadie habló jamás como este hombre". Acusa ello la convicción de los guardias en la grandeza que concibieron de Jesús y su mensaje.

4.      "¿TAMBIÉN USTEDES SE DEJARON ENGAÑAR?“

La réplica de los fariseos se veía venir; no podía comprender lo inverosímil de esta conducta, por eso los fariseos respondieron: "¿También ustedes se dejaron engañar?“. Ellos, que eran los tradicionalistas del mosaísmo y los rectores espirituales de Israel. Lo que ellos no creían, pensaban que nadie podía admitirlo, luego preguntaron; ¿Acaso alguno de los jefes o de los fariseos ha creído en él? Y concluyeron, en su orgullo, que esta gente ignora la Ley, por eso dicen; “ Esta gente que no conoce la Ley, está maldita". es decir “son unos malditos”. Los rabinos y fariseos despreciaban profundamente al pueblo, porque no dedicaba su actividad al estudio de la Ley. Despectivamente lo llamaban el “pueblo de la tierra”. Porque, ignorando todo lo que tiene poco valor o escasa importancia y la aplicación de los principios morales a casos concretos rabínicos, no podían cumplirlos. Por lo que así la Ley, mejor su casuística, venía a caer sobre ellos, “maldiciéndoles.”

5.      EXAMINA LAS ESCRITURAS Y VERÁS QUE DE GALILEA NO SURGE NINGÚN PROFETA".

Nicodemo, uno de ellos, que había ido antes a ver a Jesús, les dijo: "¿Acaso nuestra Ley permite juzgar a un hombre sin escucharlo antes para saber lo que hizo?". Nicodemo es uno de ellos, sin embargo muestra actitud discordante y defensiva de Jesús. La defensa de Nicodemo es velada, pues aún no es un discípulo abierto de Jesús; pero su argumentación es la propia de un doctor de la Ley: la Ley no condena a nadie sin oírle y permitir su defensa. Pero ellos ya lo habían condenado antijurídicamente a muerte (San Juan 7:25). La respuesta de los sanedritas a Nicodemo es una fuerte y doble injuria camuflada: "¿Tú también eres galileo?” De sobra sabían el origen noble de Nicodemo. Al aludirle a una hipotética relación galilea, no pretenden tanto el querer ponerle en el bando defensivo de un compatriota cuanto, veladamente, injuriarle, puesto que, para los de Judea, los galileos eran considerados como judíos inferiores, por su origen mixtificado, y tratados despectivamente. Un proverbio judío decía así: “Todo galileo es un leño.” El término de “estúpido” hablándose de galileos aparece en los escritos rabínicos. La segunda injuria es remitirle a que investigue las Escrituras, para que vea que de Galilea no ha salido profeta alguno, así es como le dicen: “Examina las Escrituras y verás que de Galilea no surge ningún profeta".

Sin embargo, esto, tomado estrictamente, no era verdad, ya que, según el libro de los Reyes, Jonás era Galileo (2 Re 14:25). Pero no deja de ser extraño este error en boca de sanedritas. Acaso quisieran decir que ningún profeta notable había salido de Galilea. En todo ello se ve que, para estos dirigentes, Jesús pasaba como oriundo de Galilea. Así lo denominarán un día las multitudes: “Jesús, el profeta de Nazaret de Galilea” (Mt 21:11). Mas, en todo caso, la opinión de los sanedritas nada probaba. Porque, si ningún profeta notable había provenido de Galilea, esto no imposibilitaba el que, en el futuro, pudiese provenir alguno de allí.

6.      LA PALABRA DE JESÚS ES LA PALABRA DEL PADRE

Termina el fragmento del evangelio; “Y cada uno regresó a su casa”. La reunión se disolvió. La injuria se dirigió a Nicodemo. Pero las razones de éste no fueron rebatidas. Y contra la injuria quedó entonces flotando sobre el sanedrín una acusación formidable: de modo injusto se había ya condenado, en forma más o menos oficial, a Jesús a muerte.

El cristiano ha de ser un profeta de Jesús. En efecto, nosotros participamos de la misión profética de Jesús y debemos cumplir esta misión, tomando conciencia de que somos profetas de Jesús, enviados por El, para transmitir su palabra, su mensaje de salvación. Predicar el misterio de la salvación, darlo a conocer, comunicarlos con fidelidad, es nuestra misión como cristianos.

"Nadie habló jamás como este hombre" La palabra de Jesús es la Palabra del Padre, por El llegamos al Padre y el Padre llega a nosotros. Pedro respondió: Señor, “Tu tienes palabra de vida eterna” (San Juan 6,68). No nos apartemos de las palabras de Jesús, palabras que son de vida y verdad. Escuchemos a Jesús y los que nos hablan en su nombre, a los que transmiten su mensaje, porque Jesús nos habla también por ellos.

El Señor les Bendiga

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

PARA LA LECTIO DIVINA  (3)

 

¿DÓNDE ESTÁ HOY JESUCRISTO? ¿DÓNDE PODREMOS RECONOCERLO Y SEGUIRLE?

La Palabra de Dios siempre es viva, pero, ciertamente, hoy nos presenta temas particularmente impactantes. La confesión dolorosa del profeta Jeremías nos dice hasta qué punto hay que estar dispuestos a padecer por ser fieles a Dios, sirviéndole con corazón recto. Pero no menos chocantes son las preguntas sobre la identidad del Mesías que aparecen en el Evangelio. Hoy también se nos pregunta, a veces angustiosamente, quién es Jesús. La gente se divide en el modo de pensar y buscar la verdad. Muchos "se marchan a su casa" encerrados en la duda o la indiferencia porque rechazan al único que es capaz de unificar el corazón y los hombres. ¿Y qué decir de las amenazas, persecuciones y condenas de inocentes? Un cuadro oscuro aparece ante nuestros ojos... Sin embargo, siempre existen figuras egregias que, como Nicodemo, desafían la opinión de los "poderosos" con su indómita pasión por la verdad.

Por cierto, no fue nada fácil para los contemporáneos de Cristo creer en él. Debe brotar en nosotros un inmenso agradecimiento hacia los que le reconocieron y siguieron, pues abrieron con su fe el camino de la salvación.

¿Dónde está hoy Jesucristo? ¿Dónde podremos reconocerlo y seguirle? Quizás sea ésta la única pregunta que nos interese, y nadie puede responder por nosotros. Leer estos textos, confrontándolos con la historia actual, significa adentrarse en la Palabra de Dios, vivir a Cristo.

ORACION (3)

 

ORACIÓN

Oh Dios, Padre omnipotente, noche y día te dirigimos la pregunta angustiosa: ¿hasta cuándo durarán en la tierra tantos males? ¿Hasta cuándo triunfarán los prepotentes y prosperarán los malvados? ¿Hasta cuándo calumniarán al inocente sin que lo defiendas, perecerá el justo sin que le socorras? Ábrenos los ojos de la fe para poder reconocer que tú das sentido a todo, desde el momento en que estás siempre presente al lado de todo ser humano en tu Hijo amado, el Santo, el Inocente, el Cordero manso llevado por nosotros al matadero. Haz que vivamos para él y nos adhiramos a su Palabra, en la que creemos y en la que queremos creer con todas nuestras fuerzas.

Aumenta nuestra fe, que nos mantengamos firmes y perseverantes en la hora en la que el misterio extiende su sombra sobre nuestro corazón amedrentado, hasta que se revele en plenitud tu sabio designio de amor.


Respuesta  Mensaje 20 de 31 en el tema 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 04/05/2011 04:32

REFLEXIÓN BÍBLICA

 

“La palabra de Jesús es la Palabra del Padre”

Jn 7, 40-53

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

1.      "ÉSTE ES VERDADERAMENTE EL PROFETA".

La predicación de Jesús, produce una profunda impresión en la gente que lo escucha, observan en Jesús, palabras extraordinarias, actitudes fuera de todo lo común, es Jesús alguien especial.

Jesús, habla en nombre del Padre, habla por quien lo ha enviado, entonces Jesús es el Profeta del Padre, su mensaje es el del Padre y a El quiere llevarnos, de este modo, Jesús cumple su misión profética.

Algunos de la multitud, que habían oído a Jesús, opinaban: "Éste es verdaderamente el Profeta". Otros decían: "Éste es el Mesías". La falta de profeta podía ser uno de los mayores castigos para Israel, y esta ausencia fue muy larga, de siglos. En los días de los Macabeos se suspiraba por un profeta que precisase ciertos puntos (1 Mac 4:46; 14:41). Por eso, sobre la base del Deuteronomio (18:18), se esperaba incluso a un profeta especial, que preludiase, al estilo de Elías, los días mesiánicos. Y así, cuando el Bautista apareció en las orillas del Jordán, con su atuendo de profeta y su vida de austeridad, las multitudes pensaron si no sería “el Profeta” (San Juan 1:21.25).

2.      “OTROS, EN CAMBIO, DECÍAN SI NO SERÍA EL MISMO MESÍAS.”

En el cristianismo primitivo se interpretó el anuncio de Moisés en un sentido mesiánico (Act 3:22; 7:37; cf. San Juan 6:14.15; 1:45). Pero, en cambio, en los escritos judaicos nunca ha sido identificado este Profeta con el Mesías. Y en los escritos de Qumrán se distinguen las venidas del Profeta y del Mesías, y se basaban para ello en el pasaje de Moisés (Dt 18:18) 40. De aquí la exactitud de esta distinción entre el Profeta y el Mesías. Aunque en el pueblo esta distinción andaba confusa (cf. San Juan 6:14.15).

“Otros, en cambio, decían si no sería el mismo Mesías.” Ya antes, ciertos grupos habían pensado que debía de serlo, pues los milagros que hacía los persuadían de ello. Mas para esto se les presentaba la objeción de su nacimiento. Según las Escrituras, el Mesías procedería de la casa de David (2 Sam 7:12ss, etc.). Pero desde la profecía de Miqueas (Miq 5:2), se había interpretado por ciertas fracciones judías que el nacimiento del Mesías sería en el mismo Belén (Mt 2:4). Y siendo desconocida de las gentes la concepción virginal de Jesús y pasando éste por hijo “legal” de José (San Juan 6:42) y como “el profeta de Nazaret de Galilea” (Mt 21:11), ya que el nacimiento en Belén no parece haber trascendido, durante la vida de Jesús, del círculo de familiares e íntimos, se les planteaba esta oposición entre los hechos que veían, lo que ellos sabían y lo que la Escritura decía de los orígenes del Mesías.

3.      “Y POR CAUSA DE ÉL, SE PRODUJO UNA DIVISIÓN ENTRE LA GENTE”

Por eso se originó un desacuerdo en la multitud por su causa, “Y por causa de él, se produjo una división entre la gente” .Y, ante todo esto, algunos querían apoderarse de El, así dice el Evangelio: “Algunos querían detenerlo, pero nadie puso las manos sobre él” Es el fanatismo religioso oriental, tan pronto a estallar y traducirse en medidas tan incontroladas como radicales.

Los guardias fueron a ver a los sumos sacerdotes y a los fariseos, y éstos les preguntaron: "¿Por qué no lo trajeron?". Sucedió que hubo diversos pareceres y reacciones ante las enseñanzas del mismo, como consecuencia de la admiración y la impresión profunda que Jesús causaba en los oyentes, la grandeza del mismo, su doctrina, la autoridad propia con que hablaba. En este pasaje se dice que dos veces dio sus enseñanzas en el templo y explicando. Todo esto causó una impresión tal en los guardias del mismo, que tenían la misión de prenderle, y no solamente no procedieron a ello, sino que alegaron, sorprendidos, ante sus jefes, para justificar su desobediencia, así fue como ellos respondieron: "Nadie habló jamás como este hombre". Acusa ello la convicción de los guardias en la grandeza que concibieron de Jesús y su mensaje.

4.      "¿TAMBIÉN USTEDES SE DEJARON ENGAÑAR?“

La réplica de los fariseos se veía venir; no podía comprender lo inverosímil de esta conducta, por eso los fariseos respondieron: "¿También ustedes se dejaron engañar?“. Ellos, que eran los tradicionalistas del mosaísmo y los rectores espirituales de Israel. Lo que ellos no creían, pensaban que nadie podía admitirlo, luego preguntaron; ¿Acaso alguno de los jefes o de los fariseos ha creído en él? Y concluyeron, en su orgullo, que esta gente ignora la Ley, por eso dicen; “ Esta gente que no conoce la Ley, está maldita". es decir “son unos malditos”. Los rabinos y fariseos despreciaban profundamente al pueblo, porque no dedicaba su actividad al estudio de la Ley. Despectivamente lo llamaban el “pueblo de la tierra”. Porque, ignorando todo lo que tiene poco valor o escasa importancia y la aplicación de los principios morales a casos concretos rabínicos, no podían cumplirlos. Por lo que así la Ley, mejor su casuística, venía a caer sobre ellos, “maldiciéndoles.”

5.      EXAMINA LAS ESCRITURAS Y VERÁS QUE DE GALILEA NO SURGE NINGÚN PROFETA".

Nicodemo, uno de ellos, que había ido antes a ver a Jesús, les dijo: "¿Acaso nuestra Ley permite juzgar a un hombre sin escucharlo antes para saber lo que hizo?". Nicodemo es uno de ellos, sin embargo muestra actitud discordante y defensiva de Jesús. La defensa de Nicodemo es velada, pues aún no es un discípulo abierto de Jesús; pero su argumentación es la propia de un doctor de la Ley: la Ley no condena a nadie sin oírle y permitir su defensa. Pero ellos ya lo habían condenado antijurídicamente a muerte (San Juan 7:25). La respuesta de los sanedritas a Nicodemo es una fuerte y doble injuria camuflada: "¿Tú también eres galileo?” De sobra sabían el origen noble de Nicodemo. Al aludirle a una hipotética relación galilea, no pretenden tanto el querer ponerle en el bando defensivo de un compatriota cuanto, veladamente, injuriarle, puesto que, para los de Judea, los galileos eran considerados como judíos inferiores, por su origen mixtificado, y tratados despectivamente. Un proverbio judío decía así: “Todo galileo es un leño.” El término de “estúpido” hablándose de galileos aparece en los escritos rabínicos. La segunda injuria es remitirle a que investigue las Escrituras, para que vea que de Galilea no ha salido profeta alguno, así es como le dicen: “Examina las Escrituras y verás que de Galilea no surge ningún profeta".

Sin embargo, esto, tomado estrictamente, no era verdad, ya que, según el libro de los Reyes, Jonás era Galileo (2 Re 14:25). Pero no deja de ser extraño este error en boca de sanedritas. Acaso quisieran decir que ningún profeta notable había salido de Galilea. En todo ello se ve que, para estos dirigentes, Jesús pasaba como oriundo de Galilea. Así lo denominarán un día las multitudes: “Jesús, el profeta de Nazaret de Galilea” (Mt 21:11). Mas, en todo caso, la opinión de los sanedritas nada probaba. Porque, si ningún profeta notable había provenido de Galilea, esto no imposibilitaba el que, en el futuro, pudiese provenir alguno de allí.

6.      LA PALABRA DE JESÚS ES LA PALABRA DEL PADRE

Termina el fragmento del evangelio; “Y cada uno regresó a su casa”. La reunión se disolvió. La injuria se dirigió a Nicodemo. Pero las razones de éste no fueron rebatidas. Y contra la injuria quedó entonces flotando sobre el sanedrín una acusación formidable: de modo injusto se había ya condenado, en forma más o menos oficial, a Jesús a muerte.

El cristiano ha de ser un profeta de Jesús. En efecto, nosotros participamos de la misión profética de Jesús y debemos cumplir esta misión, tomando conciencia de que somos profetas de Jesús, enviados por El, para transmitir su palabra, su mensaje de salvación. Predicar el misterio de la salvación, darlo a conocer, comunicarlos con fidelidad, es nuestra misión como cristianos.

"Nadie habló jamás como este hombre" La palabra de Jesús es la Palabra del Padre, por El llegamos al Padre y el Padre llega a nosotros. Pedro respondió: Señor, “Tu tienes palabra de vida eterna” (San Juan 6,68). No nos apartemos de las palabras de Jesús, palabras que son de vida y verdad. Escuchemos a Jesús y los que nos hablan en su nombre, a los que transmiten su mensaje, porque Jesús nos habla también por ellos.

El Señor les Bendiga

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds


Respuesta  Mensaje 21 de 31 en el tema 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 04/05/2011 04:32

PARA LA LECTIO DIVINA  (3)

 

LA RESURRECION DE LAZARO

Se da una conexión progresiva en los grandes textos de Juan leídos a lo largo de estos últimos domingos de cuaresma. Después de haber hablado del don de Dios (el agua viva), Jesús, verdadera Luz, ha abierto los ojos al ciego de nacimiento. Estas acciones simbólicas anunciaban el bautismo, es decir, el renacimiento por el agua y el Espíritu. Hoy, otra acción simbólica nos habla de las consecuencias del bautismo: la vida nueva e imperecedera.

Entre las múltiples consideraciones posibles, nos detenemos en el llanto de Jesús junto a la tumba de su amigo Lázaro. Si sabía que iba a devolverle la vida, ¿por qué llora? Sus lágrimas, tan reales, tienen también un valor simbólico. Se trata de todas las miserias humana -cuyo culmen es la muerte corporal-, que producen en Jesús esas lágrimas de compasión. Todo el misterio de la redención es un misterio de compasión y de amor.

La resurrección de Lázaro provocará directamente la condena a muerte de Jesús, que libra a los demás de la muerte a precio de su propia muerte.

Los judíos dirán: "¡Ha resucitado a Lázaro, que se salve a sí mismo!". Pero si Jesús se salvara a sí mismo, no podría salvarnos. El amor es don. En Jesús vence el amor precisamente al no salvarse a sí mismo, sino muriendo por nosotros. Pues el amor, para vencer, debe saber perder: ésta es la ley fundamental del cristiano. No podemos obtener ningún bien para los demás sin perder nosotros mismos por amor.

 

ORACION (3)

 

Señor Jesús, eres nuestro amigo. Sabemos que nos amas muchísimo y que con frecuencia haces con nosotros lo mismo que con tus amigos de Betania. Cuántas veces y en cuántas circunstancias te llamamos, y tú no acudes enseguida. Tus demoras nos dejan preocupados. Tus retrasos nos hacen morir.

Pero tú sabes por qué. Tú sabes lo que favorece a tus amigos. Tú sabes lo que más conviene a los que amas. Todo lo dispones para hacer que creamos, para llevarnos a una fe más madura y a una esperanza más firme. Mejor es tu llanto por nosotros que nuestro vivir tranquilo. Mejor es morir para resucitar escuchando tu grito que nos llama. Señor Jesús, cuando por nuestra miseria estemos muertos, desintegrados, no permitas que dejemos de creer que tú lo puedes todo, porque lo quieres por la fuerza de tu amor y tu obediencia al Padre.

El Padre siempre te escucha porque se complace en ti. Tú, que eres la vida y compartes nuestro morir cotidiano, tú nos harás salir del sepulcro, de todos los sepulcros en los que caemos por la debilidad de nuestra fe.


Respuesta  Mensaje 22 de 31 en el tema 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 04/05/2011 04:33

REFLEXIÓN BÍBLICA

 

“Yo tampoco te condeno le dijo Jesús. Vete, no peques más en adelante”.

Jn 8, 1-11

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

 

1. ¿ESTÁN EN CONCIENCIA EN CONDICIONES DE CONDENAR?

Cada vez que leo este fragmento del Evangelio de san Juan, no me puedo apartar de la idea de donde estaba el hombre con el cual se cometía el adulterio, pues también tenía que responder por la falta, talvez estaba oculto en la multitud acusadora, o con una piedra escondida en las manos. El evangelista no lo dice. La acusada esta indefensa ante la ignominia, esta en una situación y estado de quien ha perdido el respeto de los demás, en este caso por su conducta, considerado como acto vergonzoso, pero y los acusadores, ¿están en conciencia en condiciones de condenar?

Como en otras ocasiones, los escribas y fariseos, intentan tenderle una trampa a Jesús, tratando de enfrentarlo al pueblo y hacerlo aparecer como alguien que quebranta la ley, así entonces tener motivos para acusarlo y condenarlo.

2. “ENTONCES SE SENTÓ Y COMENZÓ A ENSEÑARLES”

Jesús fue al monte de los Olivos. Al amanecer volvió al Templo, y todo el pueblo acudía a él. Se está en los días de la fiestas de los Tabernáculos (Jn 7:1.14; 8:2.12). Jesús tenía costumbre de retirarse, cuando estaba en Jerusalén, a pasar la noche al monte de los Olivos (Mt 24:3; 26:30 par.) y especialmente pernoctaba en Getsemani (Jn 18:2). — Pero ya muy de mañana volvió otra vez al templo, para aprovechar el concurso de los peregrinos y enseñar. El evangelio dice, “Y todo el pueblo acudía a El”, lo que hace notar el gran concurso de gentes que le escuchaban. Esta misma afluencia es una clara indicación de ser uno de los días festivos.

Jesús estaba en uno de los atrios del templo “Entonces se sentó y comenzó a enseñarles” No pretende decir el evangelista que estuviese sentado en las cátedras de los doctores, sino en uno de los escaños o pequeña alfombra en donde se sentaban los discípulos oyentes (Lc 2:46; Hech 22:3); y, aunque éste era el modo ordinario de enseñar allí, esta precisión mira, sin duda, a participar lo que se describe mas adelante, cuando dice que Jesús escribía con su dedo en tierra.

3. LE TRAJERON A UNA MUJER QUE HABÍA SIDO SORPRENDIDA EN ADULTERIO

En esta situación, “Los escribas y los fariseos le trajeron a una mujer que había sido sorprendida en adulterio”. No se dice cuándo, por los que podría pensarse que la traían al tribunal para juzgarla y que, al pasar por allí y ver a Jesús, quisieron comprometerle. Pero tampoco sería improbable el que se la trajesen ex profeso para enredarle en su resolución y para hacerle caer en contradicción.

Se la pusieron “en medio de todos”, medio del círculo de gentes que lo rodeaban. No dicen que ellos hayan sido los testigos. Pero, ya en sus manos, nadie duda que sea verdad el delito del que la acusan.

4. “DECÍAN ESTO PARA PONERLO A PRUEBA, A FIN DE PODER ACUSARLO”

Asegurado el hecho, le plantean una cuestión más que de derecho, pues le “decían esto para ponerlo a prueba, a fin de poder acusarlo” Le alegan lo que dice la Ley. Según Moisés, la adúltera debía ser apedreada (Lev 20:10ss; Dt 22:23ss; Ez 16:40). En época más tardía se legislará la estrangulación. Y alegada la legislación mosaica, le hacen, “tentándole,” la siguiente pregunta: y ante este caso, “Y tú, ¿qué dices?". Con ello, resalta el evangelista, buscaban poder “acusarle”. Era un dilema claro en el que querían meterle: si aprobaba la legislación mosaica en aquel caso, podrían desvirtuarle, ante el pueblo, su misericordia; si no la aprobaba, lo acusarían de ir contra la Ley de Moisés. La cuestión era malévolamente planteada y hasta incluso apuntando a posibles complicaciones con el poder civil romano, ya que la pena de muerte era de competencia exclusiva del procurador romano (Jn 18:31).

5. “INCLINÁNDOSE, ESCRIBÍA CON EL DEDO EN TIERRA.”

Jesús, que estaba “sentado,” sin duda, en un pequeño y bajo estrado de los oyentes, o sobre una estera o alfombra, “inclinándose, escribía con el dedo en tierra.” ¿Qué significado tiene esto? El sentido de este gesto no ha sido dilucidado con certeza. San Jerónimo proponía, conforme a una interpretación material de Jeremías (Jer 17:13), que escribía en tierra los nombres de los acusadores y sus culpas. Sin embargo, el gesto podría muy bien ser el de una persona que no quería intervenir en un asunto que se le propone (Lc 12:13.14). Y la prueba de esto es que nadie leyó lo que El escribía. Era, sin duda, el gesto de una persona que no quiere inmiscuirse en un asunto ajeno y menos aún en la trampa que le tendían.

6. "AQUÉL DE USTEDES QUE NO TENGA PECADO, QUE ARROJE LA PRIMERA PIEDRA"

Por eso ellos “insistían en preguntarle.” Pero ante la malicia de su intento, Jesús les da una doble lección de justicia y de misericordia. E “incorporándose” en su asiento, pero sin ponerse de pie, mirándolos y acaso señalándolos con el dedo, les dijo: "Aquél de ustedes que no tenga pecado, que arroje la primera piedra" En la represión de la apostasía mandaba la Ley que los testigos denunciadores arrojasen los primeros las piedras contra el condenado enjuicio (Dt 13:9; 17:7). A esto es a lo que alude la frase de Jesús. No es que Jesús negase el juzgar ni que los jueces cambiasen su oficio; pues siempre está en pie el “dad al César lo que es del César” (Mt 22:21 par.). Pero condenaba, en los que eran “sepulcros blanqueados,” que estaban “llenos de hipocresía e iniquidad” (Mt 23:27.28), un falso celo por el cumplimiento de la Ley en otros cuando ellos no la cumplían.

7. LES DABA A SU CONCIENCIA UN MAYOR VOLUMEN DE ACUSACIONES.

Mas su palabra, que era acusación, pronto hizo su efecto. Empezaron a marcharse los acusadores, “uno a uno, comenzando por los más ancianos.” Rodeado de gentes que lo admiraban y que podían estallar abiertamente a su favor, máxime si la acusación proseguía contundente, vieron que el mejor partido era abandonar aquella situación enojosa. Y empezaron a salirse hábilmente, inadvertidamente, uno a uno, comenzando por los más “ancianos.” Acaso los más jóvenes, con un celo más exaltado, eran los que querían mostrarse más celadores; pero, mientras, los más “ancianos,” con más experiencia de la vida y de las multitudes, y posiblemente de otras intervenciones del mismo Jesús, fueron los primeros en salirse de aquella situación torpe y peligrosa. Y también una vida más larga de “fariseísmo” les daba a su conciencia un mayor volumen de acusaciones.

8. “JESÚS QUEDÓ SOLO CON LA MUJER, QUE PERMANECÍA ALLÍ.”

Se quedó El solo, y la mujer en medio. La contraposición se hace entre los acusadores y la mujer, por lo que este quedarse ellos solos no excluye la presencia de la turba que lo estaba escuchando cuando le trajeron aquella mujer.

Y hecha la lección de justicia contra los acusadores, da ahora la gran lección de la misericordia. Si ellos no pudieron, en definitiva, “condenarla,” cuando era lo que intentaban, menos lo hará Jesús, que vino a salvar y perdonar. Por eso le dijo: "Mujer, ¿dónde están tus acusadores? ¿Nadie te ha condenado?". Ella le respondió: "Nadie, Señor".

"Yo tampoco te condeno -le dijo Jesús-. Pero, contando con un arrepentimiento y un propósito en ella. “Vete, no peques más en adelante". Y la adúltera encontró a un tiempo la vergüenza, el perdón, la gracia y el cambio de vida.

9. NO HAY PECADO QUE EL SEÑOR NO PERDONE SI ACUDIMOS A EL

La respuesta de Jesús, dejo totalmente confundido a sus perseguidores, por una parte, se puso del lado de la ley, por tanto ya no podían acusarlo, por otra parte perdona a la acusada. Algo natural en El, Jesús con su bondad, confunde la malicia de los hipócritas acusadores.

Este fragmento del Evangelio, nos muestra a un Jesús siempre bondadoso, amable, compasivo con los pecadores, pero duro al mismo tiempo con los soberbios y los hipócritas. En este relato, Jesús se nos muestra como alguien absolutamente misericordioso, manifestado en el perdón amplio y generoso en la mujer acusada. Si Jesús hubiese condenado a la mujer, esta habría sido lapidada hasta morir, al no hacerlo, comprendemos que nadie esta condenado a morir por haber pecado. No hay pecado que el Señor no perdone si acudimos a El. No es la gravedad de la falta lo que mira el Señor, sino que la honestidad de nuestro arrepentimiento.

Vuelvan a mí de todo corazón, porque soy bondadoso y compasivo, dice el Señor. (Jn 12, 12-13)

El Señor les Bendiga

Respuesta  Mensaje 23 de 31 en el tema 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 04/05/2011 04:34

PARA LA LECTIO DIVINA  (3)

 

"ANDA, Y NO PEQUES MÁS".

Hoy, lunes quinto semana de cuaresma tiene como característica peculiar la intensidad de la voz del Justo rodeado por sus perseguidores. Es un presagio de la pasión.

Jesús está cada vez más solo. Está solo sobre todo porque ha decidido llevar a cabo su misión hasta sus últimas consecuencias llegando donde nadie ha llegado y nadie le puede ayudar fuera del Padre. Es admirable que, precisamente en esta hora de mayor soledad, él manifieste plenamente la grandeza de su amor por los hermanos, su capacidad de cargar con todo el peso del pecado de los hombres para expiarlo. Tenemos una prueba patente en el evangelio que nos ofrece la liturgia de hoy, y que podemos vivirlo como protagonistas.

La escena es impresionante: escribas y fariseos someten a Jesús a una especie de proceso poniéndole delante la mujer adúltera. En el silencio se oyen graves palabras..., los acusadores se alejan bajo el peso de su orgullo y su mentira. Sólo se queda la mujer, pobre pecadora, bajo la mirada misericordiosa de Jesús. Así puede recibir el perdón y ser renovada en su amor: "Anda, y no peques más".

También nosotros debemos presentarnos a él, junto con nuestros hermanos, para pedir no la condena, sino el perdón. El perdón nos hace fieles al "mandamiento nuevo", nos hace pasar a la "novedad" de vida, convirtiéndonos en testigos de esperanza, fuertes por la ayuda del Señor. Nos es necesaria la constancia para perseverar en nuestro camino de conversión y llegar a la pascua con plenitud de gozo.

ORACION (3)

 

Jesús, misericordia del Padre, que has venido a encontrarte con nuestra miseria en los caminos del mundo, en las plazas de nuestras ciudades. Tú siempre te vuelves a nosotros con tus brazos infinitos, abiertos para abrazar al que estaba perdido, en el ímpetu de tu piedad. No queremos ser "escribas ni fariseos" acusadores de nuestros hermanos, dispuestos a lanzar a otros la piedra de nuestro pecado.

Jesús, Señor del soberano silencio, en medio del tumulto de nuestras pasiones, haznos capaces de callar ante ti mientras nuestra alma, desnuda y avergonzada, se confiesa sencillamente dejándose mirar por tus ojos de pastor humilde. ¿Quién nos condenará si tú nos absuelves? ¿Quién nos despreciará si tú nos amas? Tú eres el único que te quedas con nosotros, oh Inocente, oh Puro, oh Santo, que no puedes ver el mal. Míranos purificados por tu perdón: no queremos pecar más. Confírmanos en la fidelidad del amor. Amén.

SANTORAL (4)


Respuesta  Mensaje 24 de 31 en el tema 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 04/05/2011 04:35

REFLEXIÓN BÍBLICA

 

"yo hago siempre lo que le agrada"

Jn 8, 21-30

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

1.        "YO ME VOY”

Oír, no es estar de acuerdo o admitir, y a los judíos les sucede esto, escuchan las enseñazas de Jesús, pero no admiten su palabra, pero aún más, rechazan a Jesús. De este modo, los judíos se pierden en las esperanzas, pero lo peor pecan contra la verdad.

En efecto, la obstinación judía en desconocer a Jesús como Mesías le lleva a hacerles esta advertencia. "Yo me voy”. Es su ida por la muerte al Padre. Es el aspecto triunfal de la muerte de Jesús. Ahora que lo tienen presente como “la luz del mundo” no lo quieren reconocer como tal.

2.        “USTEDES ME BUSCARÁN” Y NO ME HALLARÁN.

Y, sin embargo, Jesús les advierte cómo “ustedes me buscarán” y no me hallarán. El sentido de la frase de Jesús es amplio. Los judíos siempre estaban expectantes en su historia por el Mesías; máxime en los días de Jesús había una excepcional expectación mesiánica, como se ve bien en el movimiento creado en torno al Bautista. En todo ello, los judíos buscaban implícitamente al Mesías, que es Jesús. Y, al buscarle fuera de él, no le podrán encontrar, como les dijo más explícitamente “morirán en su pecado”. Con lo que Jesús le expresa una responsabilidad personal. Por lo mismo, les dice "Adonde yo voy, ustedes no pueden ir"

3.        ADONDE YO VOY, USTEDES NO PUEDEN IR

Judíos y fariseos no concebían que ellos no pudiesen dejar de estar en todo lo que fuese lo mejor. De ahí la malévola insidia que lanzan. "¿Pensará matarse para decir: "Adonde yo voy, ustedes no pueden ir"? Si hubiese pensado ir a predicar a la “diáspora,” también allí tenía el Sanedrín sus medios de espiarlo y hacerse con El. Lo sabían muy bien ellos (Jn 7:35). Pero el pensamiento es ahora presentado en una forma más terminante. “¿Pensara matarse?” El suicidio era considerado como un gravísimo delito. Era, a un tiempo, una injuria a Jesús y un modo de manifestar farisaicamente la seguridad de su santidad y del cielo. ¡Sólo a la gehenna (El fuego del castigo eterno) era a donde ellos no podían ir!

4.        "USTEDES SON DE AQUÍ ABAJO, YO SOY DE LO ALTO”

Pero Jesús decía con insistencia el abismo radical que había entre El y ellos, y el lugar adonde El iba: "Ustedes son de aquí abajo, yo soy de lo alto. Ustedes son de este mundo, yo no soy de este mundo”

No sólo Jesús es de “arriba” porque siempre hace lo que es de agrado del Padre, la única norma de su actividad y enseñanza, sino también en el sentido de que El bajó del cielo por la encarnación. Y así ahora El va al Padre, al que lo envió; y a donde ellos no pueden ir sin creer en El, porque El es el camino (Jn 14:6) para ir al Padre (Jn 14:6b). Sin creer en El, morirán en sus pecados.

5.        "USTEDES MORIRÁN EN SUS PECADOS".

La redacción del evangelio dice así: "Ustedes morirán en sus pecados". Porque si no creen que yo soy, morirán en sus pecados. Jesús dice “yo soy”, el es el enviado, el Mesías, el Hijo de Dios. El Dios de Israel, y el único Dios verdadero. Jesús, al decir “yo soy” quiere identificarse y caracterizarse con esta palabra, es, pues, el único Salvador. Del Dios único.

El curso del diálogo al preguntarle: “¿Tú quién eres?” les respondió: "Esto es precisamente lo que les estoy diciendo desde el comienzo” .Jesús le quiere decir, ustedes me preguntan quien soy, pero ante todo es preciso conocer cuál es mi doctrina, porque sus palabras son las que dan testimonio por El. También le hace ver como El, al principio y después le ha hablado y enseñado y les continua hablando y enseñando.

6.        “DE USTEDES, TENGO MUCHO QUE DECIR, MUCHO QUE JUZGAR”

Luego Jesús les dice: “De ustedes, tengo mucho que decir, mucho que juzgar. Pero aquel que me envió es veraz, y lo que aprendí de él es lo que digo al mundo". A pesar de la mala comprensión e incredulidad de los judíos con relación a Jesús, El les dice que tendría que decir aún muchas cosas precisamente acerca de ellos, de su actitud hostil e incrédula; y, como consecuencia de ese enjuiciamiento que tendría que hacerles, se seguiría el condenarles muchas cosas de su conducta y, sobre todo, la actitud e incredulidad ante El.

Pero omite seguir ahora por este camino. ¿Por qué? La razón que alega pudiera extrañar: “Pero el que me ha enviado es veraz y Yo hablo al mundo lo que oí a El. La palabra que califica al Padre es “veraz,” y Jesús sólo dice la verdad. Así ahora lo que enseña el sentido de “fidelidad.” “Dios es veraz”: fiel a sus promesas (Rom 3:4; cf. v.3). Como Jesús sólo se atiene al plan del Padre, y éste es “fiel” al mismo, no quiere que Jesús condene ahora, sino que ejerza su función de Salvador.

7.        "CUANDO USTEDES HAYAN LEVANTADO EN ALTO AL HIJO DEL HOMBRE, ENTONCES SABRÁN QUE YO SOY”

Pero la enseñanza continúa. Esa actitud hostil e incrédula que tengan con El, sería un día vencida por la evidencia de la historia. Cuando “eleven” al Hijo del hombre, conocerán que “soy yo.”

El anuncio de "Cuando ustedes hayan levantado en alto al Hijo del hombre, entonces sabrán que yo soy” es cuando ellos lo “eleven” en alto se refiere a la cruz. Pero esto evocando el sentido triunfal, es decir, por la cruz, la subida al Padre. Y por su “elevación” a la cruz y por su ida a la derecha del Padre, manifestada en prodigios, tendrán que comprender la verdad de todo lo que les diga: que sólo hizo aquello para lo que el Padre le envió, que sólo hizo “lo que es de su agrado” (Is 38:3), y que su Padre “estuvo con El siempre”. Como dice Jesús: “El que me envió está conmigo y no me ha dejado solo, porque yo hago siempre lo que le agrada"..

8.        “HABLÓ COMO JAMÁS HOMBRE ALGUNO HABLÓ”

Pero el “Yo soy” además expresa la divinidad de Jesús, no sólo porque los milagros confirmaron la doctrina de su filiación divina, sino también porque ella evoca el nombre inefable de Yahvé, y aquí aplica sobre El este nombre y su realidad: “Yo soy”.

Sin embargo, este conocimiento que los judíos, según les anuncia, tendrán de El, no es un anuncio de su conversión. Pues antes les había dicho que lo buscaran y al no creer en El, “morirían en su pecado”. Se refiere Jesús, a la experiencia que, por fuerza de los hechos, les hará ver que El era el que dijo. Los hechos triunfales en su resurrección, el cumplimiento de las profecías, la fundación y crecimiento de su Iglesia, la destrucción anunciada de Jerusalén, etc., serían otros tantos hechos que se imponían objetivamente sobre la realidad subjetiva de su apreciación; Jesús, en todo, sólo obedecía al Padre. Y éste confirmó su obra.

El vigor y convicción de estas palabras de Jesús, que “habló como jamás hombre alguno habló” (Jn 7:46), y que atrajo a El a los ministros sanedritas, impresionó al auditorio. Y “muchos” entonces “creyeron en El.” Pero esta fe podía tener muchos grados y adhesiones, como El mismo dijo en otra oportunidad.

9.        “PORQUE YO HAGO SIEMPRE LO QUE LE AGRADA”.

Los evangelios de san Juan, necesitan mas que investigar o escudriñar, introducirse en el mundo de Jesús. Ser de este mundo, es hacer un vida material, la misma que menoscaba la dignidad humana, y ser del otro mundo, es hacer la vida espiritual de la divina gracia. Es así como los que son de este mundo, no pueden comprender las cosas del alto, esa que son del mundo de espíritu. En otras palabras, para comprender las cosas de Dios, con facilidad y gozar de ellas, no hay que ser de este mundo. En efecto, si somos de este mundo, no apreciaremos las cosas del Padre, no las comprenderemos y no las valoraremos. Introducirse en el mundo de Jesús, es ver nuestra sociedad con una escala de valores distintos a las que Jesús nos propone en cada Evangelio.

Refiriéndose al Padre, Jesús dice: “porque yo hago siempre lo que le agrada”. Esta debe ser nuestra norma de vida, esta debe ser nuestra conducta, ese debe ser nuestro mundo.

El Señor les Bendiga

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds


Respuesta  Mensaje 25 de 31 en el tema 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 04/05/2011 04:35

PARA LA LECTIO DIVINA  (3)

 

SABRÉIS QUE YO SOY

Al leer atentamente los grandes textos del evangelio de Juan, nos sentimos un poco perdidos. Se condensan muchas ideas que a veces parecen casi contradictorias. Por ejemplo, Jesús dice: "Donde voy yo, vosotros no podéis venir". ¿Por qué? Porque no creemos suficientemente. La fe nos permite ir donde va él. ¿No dijo a sus discípulos: "Donde yo voy, no podéis seguirme ahora; me seguiréis más tarde" (cf. Jn 13,36)? ¿Sólo le podremos seguir después de nuestra muerte corporal? Creer y esperar con amor es ir donde Jesús se encuentra siempre, junto al Padre.

En el contexto, Jesús alude a la salvación por medio de la cruz. Los medios de gracia derivados de la cruz nos permiten encaminar nuestros pasos por el sendero justo. Es cierto que no podemos ir donde Jesús se encuentra, en el sentido de que no podemos ser artífices de nuestra propia salvación. Pero si nuestros ojos, oscurecidos por el pecado, se elevan al que, como dice Pablo, se hizo pecado por nosotros, en este intercambio de miradas -porque él también nos mira desde lo alto de la cruz- descubriremos no sólo que estamos en el buen camino, sino también que ya ha comenzado nuestra felicidad eterna.

Cuando adoremos la cruz el Viernes Santo, podremos recordar dos expresiones de la lectura de hoy: el que miraba a la serpiente "quedaba curado" (Nm 21,9) y "sabréis que yo soy" (Jn 8,28). Contemplada ya desde lejos, la cruz revela quién es Jesús: es el camino, la verdad, la vida.

ORACION (3)

 

Oh Padre, Dios de amor y de piedad, tú te has compadecido del hombre y no le has dejado perecer encerrado en la dureza de su pecado y de sus rebeliones. Ya en el Antiguo Testamento quisiste que la serpiente, portadora de muerte, se transformase, por tu gracia, en medio de curación.

Más aún: has permitido que tu Hijo amado asumiese en su cuerpo todo el horror del pecado para que el que lo contemple no vea ya en el duro suplicio de la cruz -culmen y síntesis de la crueldad humana- la ignominia del desprecio, sino el misterio de un amor sin medida. Enséñanos a creer siempre que eres Padre y que no hay una experiencia desoladora de muerte ni horror de pecado que no pueda convertirse, por el misterio de tu compasión omnipotente, en lugar de manifestación de tu misericordia, signo de vida y de esperanza.


Respuesta  Mensaje 26 de 31 en el tema 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 04/05/2011 04:36

REFLEXIÓN BÍBLICA

 

Si Dios fuera su Padre, ustedes me amarían, porque yo he salido de Dios y vengo de él

Jn 8, 31-42

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

1.        "SI USTEDES PERMANECEN FIELES A MI PALABRA”

Jesús dijo a aquellos judíos que habían creído en él: "Si ustedes permanecen fieles a mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos: En esta ocasión, Jesús hace un discurso para enseñar y aconsejar a “aquellos judíos que habían creído en él”. La fe de sus amigos seguidores, es distintita en cada uno de ellos. Sin embargo, a pesar de que esta sea grande o pequeña, ellos eran sus discípulos. Entonces Jesús, les hace ver que para ser verdaderamente sus discípulos, han de permanecer fieles a su “palabra,” que es su enseñanza: el Evangelio. Esta permanencia es el sentido de una fuerte unión y muy intima con EL, en otras palabras es hacer vida en su palabra, instalarse en ella, alimentarse de toda su savia.

2.        CONOCERÁN LA VERDAD Y LA VERDAD LOS HARÁ LIBRES

Pero el ser discípulos verdaderos de Jesús lleva consigo, entre otros privilegios, éste es conocer la verdad, pero de manera auténtica, profunda y vital, y la verdad los librará, por eso les dice; “conocerán la verdad y la verdad los hará libres". Sin embargo ellos no comprendieron inmediatamente las palabras de Jesús, sobre de que los hará libres, por eso ellos entablan un dialogo con cierta polémica.

“Ellos le respondieron: "Somos descendientes de Abraham y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo puedes decir entonces: 'Ustedes serán libres'?".

Por la forma como emplazan a Jesús, casi con rigidez, estos judíos convertidos parecen mas preocupado por su linaje de Abraham y que no han sido esclavos de nadie y es porque ellos tomaron las palabras de Jesús en sentido material, entonces adoptan una postura despectiva. Por otra parte, el hecho de pertenecer al linaje de Abraham les hacía sentir superiores. Pero también ellos quieren que Jesús les aclare lo que les esta diciendo, pero al mismo tiempo quieren ponerse a resguardo de que Jesús les haga alguna censura. Así es como se preguntaban, de que, los podía liberar Jesús.

3.        "LES ASEGURO QUE TODO EL QUE PECA ES ESCLAVO DEL PECADO”.

Jesús les respondió: "Les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado”. De esta forma, El les hace ver la más terrible servidumbre en que están y pueden permanecer: “el que comete pecado es esclavo del pecado.” La historia de Israel les hacía ver que las invasiones experimentadas eran el castigo a las infidelidades externas a Yahvé, aparte de los pecados personales íntimos. Pero el pensamiento de Jesús se orienta concretamente a una nueva perspectiva de su trasgresión moral: su actitud hostil ante Jesús, el Mesías; su obstinación en no reconocerle. Esto los hace reos de un pecado gravísimo (Jn 9:39-41); son, pues, esclavos. Necesitan creer en El, para que esta verdad los haga libres de su error judío.

El pecado es siempre el dominio de la concupiscencia sobre el espíritu, de la pasión sobre la razón, de la parte animal sobre la espiritual. No es menos cierto que una desenfrenada pasión hace cometer increíbles abusos, pues la pasión no permite ver las cosas con serenidad, incluso, no es capaz de determinarse con libertad, por esa razón la esclavitud del pecado, es la más grande de las servidumbres.

4.        “EL ESCLAVO NO PERMANECE PARA SIEMPRE EN LA CASA; EL HIJO, EN CAMBIO, PERMANECE PARA SIEMPRE”

Pero Jesús les hace ver que todo descendiente de Abraham era considerado como un hombre “libre”. Pero la simple pertenencia material racial no salva. Y el pensamiento, se ilustra con una evocadora comparación, en la que se expresa también la necesidad de esta fe liberadora en Jesús

Dice Jesús: “El esclavo no permanece para siempre en la casa; el hijo, en cambio, permanece para siempre.” En efecto, en una casa, el esclavo siempre está expuesto a ser despedido y a no permanecer en ella; el “hijo,” en cambio, es como dueño de ella y heredero natural de la misma: “el hijo permanece para siempre.” Sin la fe en Jesús, Israel está expuesto a ser echado fuera de la “casa,” del reino. Su pensamiento se entronca con las parábolas y alegorías en que se anuncian la expulsión del pueblo elegido del reino mesiánico (Mt 22:1ss, etc.). Pero, al mismo tiempo, se enseña que la verdadera “liberación,” que es la moral, no la da la Ley, sino que es obra del Hijo. Jesús es el Redentor de todo pecado.

5.        “POR ESO, SI EL HIJO LOS LIBERA, USTEDES SERÁN REALMENTE LIBRES”

Luego Jesús les dice: “Por eso, si el Hijo los libera, ustedes serán realmente libres. Yo sé que ustedes son descendientes de Abraham, pero tratan de matarme porque mi palabra no penetra en ustedes.” Pero, además, para hacerles ver que no son verdaderos hijos de Abraham, en el sentido moral, es que no hacen las obras del padre de la fe. Pues aquél “creyó” en el Mesías futuro, Jesús, y éstos, en lugar de creer en Jesús, pretenden matarle (Mt 21:33-46 par.). Eran enemigos de creer en aquel en quien creyó Abraham. Por eso no tenían la verdadera filiación del padre de los creyentes, y aun creyéndose libres, eran “esclavos” de pecados y del gran pecado de no creer en Jesús, el liberador de la servidumbre.

Jesús nos ha enseñado, que la verdadera libertad de los hijos de Dios, solamente se consigue con la vida de la gracia, y es el triunfo del bien sobre el mal, el triunfo de la gracia sobre el pecado.

6.        YO DIGO LO QUE HE VISTO JUNTO AL PADRE, Y USTEDES HACEN LO QUE HAN APRENDIDO DE SU PADRE.

Luego, Jesús les responde: “Yo digo lo que he visto junto al Padre, y ustedes hacen lo que han aprendido de su padre". Ellos le replicaron: "Nuestro padre es Abraham". Y Jesús les dijo: "Si ustedes fueran hijos de Abraham, obrarían como él”. Al no hacer las obras de Abraham, Jesús los acusa de hacer las “obras que han aprendido del padre de ellos y este es el diablo.

Observamos que el diálogo es polémico y se inicia con la protesta que los judíos hacen a Jesús, que les dijo que siguen al “padre” de ellos, diciendo que "Nosotros no hemos nacido de la prostitución; tenemos un solo Padre, que es Dios". Es la protesta de su fe y fidelidad al Dios de Israel (Ex 20:2-6,). Naturalmente, no se alude a ninguna descendencia ilegítima. En el vocabulario profético se expresa con el término “prostitución” o “fornicación” la idolatría, la infidelidad de Israel adorando a otros dioses, fuera de Yahvé, el Esposo de Israel (Os 1:2; 2:6; Jer 2:20; Ez 16:15ss). “Cuando se volvió de la cautividad, se consideraba impureza el unirse a una mujer pagana, y al hijo nacido de tal matrimonio se lo tenía por ilegítimo y perteneciente a la familia de Satán, el dios de los gentiles. Probablemente es en este sentido en el que los judíos dicen que no tienen más padre que a Dios. Es decir, que nacieron en las circunstancias normales teocráticas y no corre por ellos sangre idólatra”. Pero no basta esto.

7.        "SI DIOS FUERA SU PADRE, USTEDES ME AMARÍAN, PORQUE YO HE SALIDO DE DIOS”

Jesús prosiguió: "Si Dios fuera su Padre, ustedes me amarían, porque Yo he salido de Dios y vengo de Él. No he venido por mí mismo, sino que Él me envió".

Si tuviesen verdaderamente a Dios por padre, creerían en El, pues de El “salió” por la encarnación. Jesús es el legado y el gran don de Dios. Si ellos aman a Dios, tenían que amar a Jesús, que es su enviado. Pero si ellos no pueden entender el lenguaje de Jesús ni pueden oír su palabra, es debido a sus malas disposiciones morales para ello. Pues Jesús viene como su legado (Jn 7:28), y ha sido “sellado” por el Padre (Jn 6:27, etc.) con milagros, que son “signos.” Es todo el tema del evangelio de san Juan.

Quien ama al Padre, no puede menos que amar al Hijo, del mismo modo, quien ama al Hijo, con es mismo amor abraza al Padre y se entrega a El.

Muchas veces nos quejamos de falta de amor, y Jesús nos da la respuesta, es porque no consideramos a Dios como nuestro Padre, es decir no vemos a Dios como nuestro amado Padre. No nos acerquemos al Padre solo porque tenemos temor y algo nos angustia, vayamos a El porque le amamos y porque confiamos en Dios, de ese modo será más fácil descubrir la paternidad de Dios.

Después de esta hermoso discurso de Jesús, sobre lo que es sentirse libre de verdad, le pediremos a Dios, que nos limpie el corazón de todo pecado y sus influencias, y vayamos a buscar el sacramento de la penitencia, a fin de ir purificando nuestras culpas.

El Señor les Bendiga

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds


Respuesta  Mensaje 27 de 31 en el tema 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 04/05/2011 04:37

PARA LA LECTIO DIVINA  (3)

 

SÓLO JESÚS, EL HIJO, NOS REVELA LO QUE ES LA VERDADERA LIBERTAD

Cuando el Señor ya no es una idea abstracta, sino que se ha convertido en vida de nuestra vida, entonces se experimenta la libertad cristiana. ¿Es por ello la vida más fácil? Ni hablar. Como esencia de esa pertenencia a Cristo, en relación personal con él en la fe y el amor, aparecen exigencias hasta entonces insospechadas, que crean nuevos vínculos, pero no esclavizan, sino más bien dilatan el corazón para correr por el camino de los divinos mandamientos.

Nos llamamos cristianos, como los judíos se vanagloriaban de ser hijos de Abrahán, por ser fieles a ciertas observancias. Pero esto no basta para hacer de nosotros hijos de Dios, hijos de la Iglesia. Ser hijos significa ante todo ser libres. Sólo Jesús, el Hijo, nos revela lo que es la verdadera libertad: una total renuncia a sí mismos para afirmar al Otro, a los otros. El pecado, por el contrario, es el polo opuesto: todo lo refiere a uno mismo y a poner el propio yo como centro del universo. Esta es la esclavitud de la que nos habla Jesús. Se puede ser esclavos y querer seguir siéndolo aunque se tengan siempre en la boca las palabras libertad y liberación. Y es que no podemos liberarnos solos, sino que es preciso ser liberados. Esto acontece cuando abrimos el corazón a la Palabra -presencia de Cristo en nosotros- y a su poder salvador. El puede convertirnos apartándonos de la idolatría y de nosotros mismos para guiarnos a la libertad del amor.

ORACION (3)

 

Señor Jesús, tú sabes cuánto nos gusta no perder nuestra libertad, pero conoces también cómo la malgastamos tontamente, sin darnos cuenta, plegándonos a los ídolos de moda.

Ten piedad de nosotros. Haznos comprender que sólo tú puedes y quieres arrancarnos de toda esclavitud, con el don de tu Palabra de salvación, que nos hace habitar en ti. Suelta las cadenas de los compromisos y pecados del egoísmo que nos ata.

Que tu cuerpo despedazado y tu sangre derramada, precio de nuestra libertad, sean para nosotros prenda y fuente de una vida continuamente renovada por el amor, dilatada en don incansable de nosotros mismos a ti y a los hermanos. Haz que comencemos a gustar el gozo de aquella libertad que llegará a su plenitud cuando tú, libertad infinita, seas todo en todos.


Respuesta  Mensaje 28 de 31 en el tema 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 04/05/2011 04:39

REFLEXIÓN BÍBLICA

 

“Yo lo conozco y soy fiel a su palabra.”

Jn 8, 51- 59

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

JESÚS DIJO A LOS JUDÍOS: LES ASEGURO QUE EL QUE ES FIEL A MI PALABRA NO MORIRÁ JAMÁS.

Esta afirmación de Jesús, que El es dispensador de vida eterna, da lugar a una declaración trascendental del mismo. Sin embargo los judíos le discutieron que si acaso El se creía superior a Abraham y los profetas. La diferencia esta que estos anunciaban una nueva vida, pero no la dispensaban, y por eso murieron. Los judíos le preguntan a Jesús: Acaso eres más grande que nuestro padre Abraham, el cual murió. Y Jesús sin ir directo a la pregunta, le dice una solemne afirmación: Abraham, el padre de ustedes, se estremeció de gozo, esperando ver mi Día: lo vio y se lleno de alegría. Con esta afirmación nos hacemos dos preguntas: Cual es este mi día, que a expresado Jesús? ¿Cual es este mi día que Abraham, el padre de ustedes, se estremeció de gozo? Jesús, adapta aquí, conforme al procedimiento por insinuación, la expresión reservada a Dios en el A.T.: el día de Yahvé. Ya con ello esta enlazándose con la divinidad.

EL PADRE DE USTEDES, SE ESTREMECIÓ DE GOZO, ESPERANDO VER MI DÍA

Este mi día que deseo ver Abraham ha sido entendida por San Agustín como el día de la encarnación, por San Crisóstomo por el día de la pasión y por San Cirilo, por el día de la encarnación y la pasión (BEC). Pero también, mi día, no solo significa un día, puede significar también una época (Jn 14:20; 16:23.26). No he encontrado ninguna referencia que asigne limitar este día a un momento determinado de la vida de Jesús. Jesús ha dicho a sus discípulos: Muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron (Lc 10:24). Entonces podemos pensar que ese deseo de Abraham de ver este día, se refiere a esta expresión de Cristo. En efecto, muchos israelitas tenían ansias de los días del Mesías. Sin embargo, teniéndolo ellos presente, no lo quieren ver. Jesús dice lo vio y se lleno de alegría, entonces cabe otra pregunta, si Abraham vio este día, como lo vio

UNA VISIÓN PROFÉTICA DE LA GLORIA DE CRISTO.

Dios le hablo a Abraham y le dijo: yo te he constituido padre de una multitud de naciones. Te haré extraordinariamente fecundo, de ti suscitare naciones, y de ti nacerán reyes (Gen 17, 1-9). Entonces puede ser probable que aquí se habla, más que de una revelación manifiesta, de una visión que Abraham tuvo de alguna forma, cuando se le prometió que en su descendencia serian bendecidos los pueblos de la tierra. Ante esta promesa de Dios, Abraham hubo de ver así al Mesías y exultar de júbilo ante ello. En la fe murieron todos (los patriarcas), sin recibir (en sus días el cumplimiento de) las promesas; viéndolas de lejos y saludándolas (Heb 11:13; cf. Num 4:17). Y el mismo Juan escribe mas adelante: Esto dijo Isaías porque vio su gloria y hablo de El (Jn 12:41). Y con esto alude el evangelista a la visión que Isaías tuvo en el templo (Is 6:1-4, parte de ella la cantamos en la Plegaria Eucarística: Santo, Santo, Santo, Santo es el Señor, Santo es el Señor, Dios del Universo. Llenos están los cielos y la tierra de tu gloria, y que se interpreta por el evangelista como una visión profética de la gloria de Cristo.

LES ASEGURO QUE DESDE ANTES QUE NACIERA ABRAHAM, YO SOY.

Abraham tenía 100 años cuando nació Isaac, por este hijo vendría la línea mesiánica, este hijo había sido prometido por Dios. Después que Yahvé visito a Sara, esta dijo: Dios me ha dado de que reír (Gen 21:6), y le produjo una gran alegría,, entonces habría percibido, por la prolongación en que terminaría aquel nacimiento, el día de Cristo. A esta enseñanza de Jesús responden, irónicamente, los judíos, diciéndole Todavía no tienes cincuenta años y has visto a Abraham La respuesta de los judíos esta planteada ex profeso en un terreno irreal. Pero se explica. Cabría que hubiesen admitido que Abraham hubiese podido ver a Jesús. Pero como la insinuación hecha por Jesús a Abraham esta en la suposición de que Abraham vio al Mesías, cosa que ellos rechazan para Jesús, no queda otro remedio que plantear este asunto en un terreno ilógico: que Jesús no pudo ver a Abraham. Esta objeción irónica de los judíos da lugar a la gran afirmación de Cristo: Les aseguro que desde antes que naciera Abraham, Yo Soy. Antes de que Abraham existiese, Jesús ya existía. No se utiliza el mismo verbo para indicar esto. Dijo Dios a Moisés, Yo soy el que soy, y añadió: Así dirás a los israelitas (Ex 3:14) evocación del nombre de Dios. Es decir Yo existo = Yahvé. Es el Verbo, que existía ya antes de la creación del mundo (Jn 1:1.2.15.30). Logísticamente es la misma contraposición que se establece en el prologo entre el mundo que fue creado y la encarnación del Verbo el Verbo que existia en la eternidad. Es también la forma con que en el A.T. se habla de la eternidad de Dios (Sal 90:2; Jer 1:5; Prov 8:25).

“LES ASEGURO QUE EL QUE ES FIEL A MI PALABRA NO MORIRÁ JAMÁS.”

Entonces tomaron piedras para apedrearlo. La lapidación era la pena legislada contra los blasfemos (Lev 24:16). En estos casos la multitud procedía, sin mas consideración jurídica, lapidándolos (Act 6:12.58). Por Flaviano Josefo (Historiador Judío),se sabe que el pueblo, estando en el mismo templo, tomo piedras allí mismo y apedreo a la legión romana que estaba presente. Aun el templo estaba en obras. Pero no pudieron apedrear a Cristo, pues este se oculto y salio del templo. No era la hora de Dios (Jn 7:30; 8:20).

Volvamos al inicio: Jesús dijo a los judíos, “Les aseguro que el que es fiel a mi palabra no morirá jamás.” Esta afirmación de Jesús, es una declaración muy importante del mismo, es trascendental, El nos esta señalando cual es el camino para conseguir la vida eterna, guardar su Palabra, pero para eso, es preciso no solo oírla, además, aceptarla, sentirla que es salvadora y la debemos llevar atesorada en nuestro corazón, en nuestras obras, pensamientos y sentimientos. Aprendamos del ejemplo de Jesús, el que es Dios, oye la Palabra de Dios, el se guía por esta Palabra.

El Señor les Bendiga

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds


Respuesta  Mensaje 29 de 31 en el tema 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 04/05/2011 04:39

PARA LA LECTIO DIVINA  (3)

 

"ANTES QUE NACIESE ABRAHÁN, YO SOY".

Si la liturgia de hoy ha escogido el texto del libro del Génesis como primera lectura es porque se habla también de Abrahán en el Evangelio. Aunque no se trata de una relación artificial.

Abrahán es modelo del creyente porque su fe está vivificada por la caridad y por la humildad: baste recordar su acogida a los misteriosos personajes (Dios mismo) en el encinar de Mambré, su intercesión a favor de las ciudades pecadoras, el ponerse en segundo plano ante su sobrino Lot, dejándole elegir la tierra más fértil. El fragmento de hoy expresa de modo particular su disposición interior, manifestada en el gesto de postrarse en adoración al recibir la "promesa" de convertirse en bendición para todos los pueblos. Apoyándose humildemente en la Palabra de Dios a pesar de que todo parecía imposible, Abrahán creyó que llegaría a ser fecundo.

La fe es una lucha por la vida. Y afronta la muerte en la forma más insidiosa y cotidiana, la que podemos llamar "inutilidad de la existencia". Jesús es el verdadero descendiente de Abrahán, porque en el combate entre la muerte y la vida, su fe abre a todos una esperanza inesperada. En el muro de la angustia que nos oprime, Jesús abre una brecha para que pueda irrumpir la vida, y es que él es la vida: "Antes que naciese Abrahán, yo soy".

ORACION (3)

 

¡Señor Jesucristo, tú eres el mismo ayer, hoy y siempre! Tú eres el único en el que podemos anclar con seguridad nuestra vida. Tú nos has justificado no por nuestras obras, sino con la fuerza de la fe, con el don de tu gracia. Queremos vivir contigo y en ti sólo para Dios Padre. Queremos vivir crucificados a tu amor inconcebible y vivir y morir de este amor, morir para vivir. Que no prevalezca el hombre de carne y sangre, ni el ídolo de nuestro yo, sino que tú, sólo tú, seas nuestra vida; tú, nuestra santificación; tú, nuestro indecible gozo, amándote hasta el extremo como tú nos has amado. ¡Oh Cristo!, no has muerto en vano, ya que tu amor nos ha hecho revivir y renacer y nosotros -crucificados y libres-creemos firmemente en ti, verdadero hermano nuestro, que desde siempre y por siempre eres Dios. Cristo, tú eres el único, el Señor; todo ha comenzado en ti, todo llegará a pleno cumplimiento en ti.


Respuesta  Mensaje 30 de 31 en el tema 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 04/05/2011 04:40

REFLEXIÓN BÍBLICA

 

“Así reconocerán y sabrán que el Padre está en mí y yo en el Padre”

Jn 10, 31-42

Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant

LOS JUDÍOS TOMARON PIEDRAS PARA APEDREAR A JESÚS.

La escena pasa en Jerusalén, en los días en que se celebraba la fiesta de la Dedicación. Esta fiesta tenía por objeto conmemorar anualmente la purificación del templo por Judas Macabeo. La fiesta duraba ocho días Para la fiesta de la Dedicación no era obligatoria la peregrinación a Jerusalén, como en las otras tres grandes fiestas de Pascua, Pentecostés y Tabernáculos. La escena tiene lugar cuando Jesús se paseaba en el templo, por el llamado pórtico de Salomón. En este escenario, un día de la fiesta de la Dedicación, los judíos, que son indudablemente, por su argumentación, los fariseos, lo rodean, lo estrechan así en un círculo para forzarle a una respuesta.

La respuesta de Jesús, es que ya se lo dijo repetidas veces, no tomando la misma palabra de Mesías, pero sí con las obras, que, hechas en nombre de mi Padre, dan, por lo mismo, testimonio de El. Pero, a pesar de todo, ellos no creen en El. Jesús les había dicho a los judíos, Lo que mi Padre me dio es mejor que todo, y nadie podrá arrebatar nada de la mano de mi Padre. Porque es un don que le dio el Padre, el cual es el don es más precioso que todas las cosas. Nada es comparable a la vida eterna, que Jesús dispensa. El mismo lo dijo en otra ocasión:

YO Y EL PADRE SOMOS UNA COSA.

¿Qué aprovecha al hombre ganar todo el mundo si pierde su alma? (Mt 16:26; Lc 9:25) Por último, Jesús, como garantía de este poder salvífico que tiene para sus ovejas, proclama su divinidad, diciendo: Yo y el Padre somos una cosa. Directamente se expresa esta unidad entre el Padre y el Hijo en el poder. El Padre y el Verbo encarnado son una sola cosa. Pero lo son no sólo como un profeta, en el plan, conocimiento y actividad de Jesús para su obra salvadora. Sino también, por razón de la persona divina, tiene una unión ontológica divina con el Padre. En el prólogo, San Juan enseña abiertamente que el Verbo, que se va a encarnar, era Dios.

Entonces Jesús dijo: Les hice ver muchas obras buenas que vienen del Padre y les pregunta por cuál de ellas le quieren apedrear. Los judíos fariseos que le oyeron, trajeron piedras de las que había allí mismo en el templo aún en construcción, y de las que se sirvieron los judíos en más de una ocasión para apedrear a la guarnición romana. Los judíos le respondieron: No queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino porque blasfemas, ya que, siendo hombre, te haces Dios. Al argumentarle los fariseos, sacando la conclusión que encerraba su enseñanza, que se hacía Dios, quisieron apedrearle, puesto que este tipo de pena era el que correspondía a los blasfemos.

YO SOY HIJO DE DIOS.

Y el argumento que Jesús va a esgrimir contra ellos es éste: ¿No está escrito en la Ley de ustedes?: Yo dije: Ustedes son dioses. Si la Ley, llama dioses a los que Dios dirigió su Palabra -y la Escritura no puede ser anulada-¿cómo dicen: Tú blasfemas, a quien el Padre santificó y envió al mundo, porque dijo: Yo soy Hijo de Dios. Si no hago las obras de mi Padre, no me crean; pero si las hago, crean en las obras, aunque no me crean a mí.

En la Ley, que son los Salmos, pero que san Juan así en otras ocasiones las Escrituras, se lee la siguiente personificación escenográfica: Dios cita a su juicio a los jueces inicuos, y para nombrarles y constituirles como tales, les dice: Yo dije: Sois dioses, todos vosotros hijos del Altísimo (Sal 82:6). A los jueces, por recibir su poder de Dios (Rom 13:1) y porque el juicio es de Dios (Dt 1:17; cf. Dt 19:17), se los llama, en esta mentalidad semita, dioses, por participadores de este poder divino (Gen 1:27).

ASI RECONOCERÁN Y SABRÁN QUE EL PADRE ESTÁ EN MÍ Y YO EN EL PADRE.

Partiendo de esto, Jesús va a usar un argumento, la Escritura no puede ser anulada, si llama dioses a unos hombres por participar un simple poder judicial, no puede ser blasfemia que El, a quien el Padre consagró y envió al mundo, y la prueba de lo que dice son los milagros, diga que es Hijo de Dios. Los milagros de Jesús eran tan evidentes, que aquí mismo los alega como testimonios inexcusables; precisamente los milagros fueron lo que hizo creer en El a Nicodemo y a otros grupos de fariseos. Más que un simple juez — Dios — era el que el Padre envió al mundo como su Mesías, y que, proclamándose el Hijo de Dios, lo rubricaba apologéticamente con milagros. Por eso alega esto, como en otras ocasiones, en el mismo evangelio de San Juan, para que sepáis y conozcáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre. Si Dios estaba jurídicamente presente en los jueces, tenía que estarlo realmente en el que se decía su Hijo. Jesús luego les dice; Así reconocerán y sabrán que el Padre está en mí y yo en el Padre.

EL QUE ME HA VISTO A MÍ (COMO HIJO), HA VISTO AL PADRE

San Juan nos escribe en el capítulo 14, que Jesús dijo: El que me ha visto a mí (como Hijo), ha visto al Padre. El Padre, que mora en mí, hace sus obras. Creedme, que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí; al menos, creedlo por las obras. Así como también nos dice en el capitulo 1:1 del Verbo encarnado que el Verbo estaba en Dios (en el Padre), y el Verbo era Dios.

Es la profunda presencia y unión con el Padre en sus obras, ya que El nada hacía sin el Padre (Jn 5:30). Pero la lógica de la argumentación es que, no habiendo retirado nada de su proposición primera, es por la que querían lapidarle. Ellos intentaron nuevamente detenerlo, pero él se les escapó de las manos.

Jesús volvió a ir al otro lado del Jordán, Y en ese lugar muchos creyeron en él. Y queriendo apoderarse de El, se salió de sus manos. No había llegado su hora. El mismo logró evadir aquello, porque una vez más, la grandeza de Jesús, sin aparatosidad, se impone.

AL NO PODER REPLICAR A JESÚS, SE ENFURECEN Y QUIEREN APEDREARLO.

Este evangelio, nuevamente nos hace ver como los judíos eran sumamente reacios a creer en la divinidad de Jesús, a pesar de lo que oían y veían. Así es como Jesús les argumenta con buenas razones, las que son visibles y fáciles de entender. A los judío no le faltaban motivos para conocer la verdad, solo necesitaban fijarse en los milagros que hacia Jesús, pero ellos eran gentes de corazón duro y se mostraban duros para recibir la verdad. Por eso esto judíos, molestos, al no poder replicar a Jesús, se enfurecen y quieren apedrearlo.

Hoy día, nos encontramos también con muchos enemigos de Jesús, y al no tener argumentos que oponer, persiguen sus enseñanzas. Así es como día a día, la Iglesia recibe ataques. Esto, lejos de separarnos de Dios, debe unirnos aún más a El. En la adversidad, es cuando se demuestra si actuamos por amor a Dios.

El Señor les Bendiga

Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds


Respuesta  Mensaje 31 de 31 en el tema 
De: GAVIOTA LIBERTAD Enviado: 04/05/2011 04:40

PARA LA LECTIO DIVINA  (3)

 

FRECUENTAR ASIDUAMENTE LA PALABRA DE DIOS ES FORTALECER NUESTRA FE EN ESTA PALABRA

El cuarto evangelio presenta siempre situaciones en las que se dividen los ánimos: se ofrece bastante luz para poder creer, pero también la suficiente oscuridad para justificar el rechazo de adhesión a Cristo. También el fragmento que hemos leído hoy concluye afirmando que "muchos creyeron en él", pero no todos. Algunos se dejan convencer, mientras que otros se atrincheran en su postura. Estos últimos actúan de buena fe, porque desean "defender a su" Dios. Durante la última cena Jesús dirá a sus discípulos: "Llegará la hora en la que os quiten la vida pensando que dan culto a Dios" (Jn 16,2).

¿Acaso estas tendencias extremas, diversas y contradictorias referentes a la fe no se encuentran, aunque sea en grado menor, en nuestro corazón? Nuestra fe pasa con frecuencia por altibajos. Es como si la muchedumbre de la que habla Juan estuviera dentro de nosotros. Jesús con su ejemplo nos enseña cómo superar oscilaciones tan peligrosas dictadas por el sentimiento o por el estado de ánimo, o el escepticismo sutil que se respira en la mentalidad de nuestros días. La fe cristiana, para que arraigue en lo hondo de nuestro ser y permanezca firme, a pesar de los temporales de superficie, precisa fundarse sólidamente en la Sagrada Escritura, que llega en el Nuevo Testamento a su cumplimiento y plenitud. Frecuentar asiduamente la Palabra de Dios es fortalecer nuestra fe en esta Palabra que tiene rostro: el del Hijo igual al Padre.

ORACION (3)

 

Señor, ¿cómo creer que eres Hijo de Dios cuando te haces presente en medio de nosotros de modo tan desconcertante? ¡Cuántas veces quisiéramos también nosotros reducir al silencio las exigencias de tu Palabra, cuando nos toca en lo vivo pidiéndonos opciones costosas y coherentes! ¿Acaso nuestras resistencias, nuestros rechazos o indecisiones no pesan en tu corazón como las piedras que los judíos cogieron para lapidarte?... Pero tú huyes.

Señor, tú huyes siempre de la presa, de los que tratan de reducirte a su medida, a sus ideas, a sus imágenes, a sus absurdas pretensiones de comprender y explicar todo. Tú huyes de las miradas de los que se miran a sí mismos y sus ideas, cuando deberían fijar los ojos en ti y en tu luz.

Señor, concédenos acogerte en tu Palabra de verdad, de acogerte a ti, que te revelas como Hijo del hombre e Hijo de Dios. Derrama tu luz sobre nosotros para que nos permita creer sin vacilar, para que nos conceda perseverar en la fe sin ceder a compromisos alienantes.



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