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De: 2158Fenice  (Mensaje original) Enviado: 23/05/2010 09:52

El idioma de la infancia

La escuela, el patio, una canción patria, el dulce de leche, Manuelita ... primeras postales de la argentinidad.

Hernán Casciari
Para LA NACION

 

BARCELONA

¿A que cuesta explicar la patria en abstracto? Ustedes, los que viven en ella, están casi obligados a hacerlo en estos días, por culpa del Bicentenario. Se rompen la cabeza para encontrarle una respuesta a dos preguntas: ¿Qué es Argentina?, ¿Qué es ser argentino? Los números redondos generan la urgencia, falsa, de practicarle un subtotal a la identidad. La patria cumple 200 años y entonces, a las apuradas, ustedes tienen que explicarla, tienen que decir por qué quieren a la patria, por qué vale la pena quererla. De repente, tienen que trazar la línea del afecto y de la filiación para seguir adelante. Les diré algo: claudiquen. No se rompan la cabeza, dense por vencidos. Los que vivimos fuera del país (y sobre todo, los que tenemos hijos que han nacido fuera de Argentina) hacemos ese esfuerzo vano todos los días -mañana, tarde y noche-, no una vez cada doscientos años. Y nunca llegamos a ninguna conclusión.

Por las mañanas, con cada pregunta infantil, mi hija me hace pensar en el abstracto de la argentinidad. Tengo que explicar la patria en el desayuno, de camino al colegio, con ella de la mano.

-Ser argentino, hija mía, es precioso -le digo-. Si vos vivieras allí ahora, con tus seis añitos, tendrías que ir al cole a las siete treinta AM, que en invierno es todavía noche cerrada; tendrías que ir al cole a veces con cero grados, pisando la escarcha del pasto, y la señorita te haría formar en el patio junto a otros nenitos en estado de coma profundo, y todos cantarían alta en el cielo un águila guerrera, y sentirías el frío de mayo congelándote el purpurado cuello, y así durante los primeros doce inviernos de tu vida, hasta que te entre en el pecho la argentinidad o la neumonía, lo que llegue primero. Ser argentino, hijita, es sentarse en un pupitre y aprender a decir yo, tú, él, nosotros, vosotros, ellos, durante una década entera, y después salir a la calle y no decir Tú ni Vosotros nunca más, ni aunque te fajen. Ser argentino es tomar mate los primeros cuarenta años de tu vida sin saber por qué; y tomar Uvasal los segundos cuarenta años sin saber por qué. Ser argentino es no encontrar relación entre la mateína y la acidez.

Y por las tardes, durante la merienda infantil, mi hija me hace plantear otra vez el problema de la argentinidad. No una vez cada doscientos años: cada tarde.

-¿Qué estas comiendo, hija mía? -le pregunto- ¿Por qué no le estás poniendo dulce de leche a esa banana, a ese pan con manteca, a ese pedazo de queso, a esa torta de coco, a ese yogur, a ese flancito? ¿Por qué no le estás poniendo dulce de leche a todo, hija, me querés matar de un disgusto? Ser argentino es ponerle dulce de leche a lo frío. Ponerle queso rallado a lo caliente. Ponerle limón a lo frito. Ponerle cara de asco a lo hervido. Eso es ser argentino, hija mía. Andá a buscar el dulce de leche antes de que me ponga violento.

Y por las noches, cuando escuchamos canciones infantiles antes de dormir, cuando ella me pregunta "¿Otra vez Manuelita"?, que es su forma de preguntar "¿Por qué soy argentina?", ensayo otra vez mis respuestas bicentenarias:

-Ahora tenés seis años, pero después, un día, vas a tener veinte. Y entonces podrás descubrir las "otras" canciones de María Elena Walsh. No. No quiero decir que te vas a olvidar de Manuelita, o del Twist del Mono Liso o de la Reina Batata. Eso es imposible: las vas a tener en la cabeza siempre y te van a hacer feliz toda la vida. Porque eso es argentinidad. Pero más adelante estarás en edad de conocer las otras canciones. Cuando seas grande será hora de que esa mujer deje de ser, en tu cabeza, la que canta cosas para chicos, y empiece a ser la representación de la dignidad. Vas a empezar por "Serenata para la tierra de uno". Y si la letra de esa canción te hace llorar justo en el verso que dice "porque el idioma de infancia es un secreto entre los dos", si justo ahí empezás a llorar y a sospechar que María Elena hablaba de vos y de mí, de un padre y de una hija, es porque ya serás argentina para siempre, aunque hayas nacido en otra parte.

Cuando mi hija se duerme yo también me acuesto. Y no una vez cada doscientos años, sino cada noche, pienso en el día en que ya no estemos juntos. En el día que sea ella sola en el mundo. Y a veces escribo en secreto unas palabras más, para que ella lea cuando yo no no esté:

-Papi nació en un lugar maravilloso -dice esa carta secreta-. Si escuchás en la tele otra cosa, es mentira. Papi nació en un país al que nunca le fueron bien las cosas, pero que huele a tierra mojada y en el que, mires para donde mires, siempre hay algo que es verde y alguien que es tu amigo. Hacele acordar a mamá, todos los días, que querés pasar un mes al año en ese lugar que hoy cumple doscientos años. Si te dice este verano no, volvé a insistir. Si es necesario llorale una noche entera, pero no dejes de ir nunca, porque también naciste allá. El cuerpo nace en un único lugar, pero el corazón puede nacer en dos, hija; por eso existe la frase "se me parte el corazón". No creas en lo que dicen los DNI, ni el tuyo ni el de nadie. Los que anotan fechas y ciudades en los documentos no saben nada. Y si los chicos de tu colegio te preguntan por qué vas cada verano al culo del mundo, vos deciles: "Porque quiero estar completa".

© LA NACION

El idioma de la infancia.Precioso relato,un aplauso desde Italia.Es justo lo que nos pasó y pasa a padres y madres en el exterior...explicar a los hijos nacidos afuera,el porqué saben y entienden el castellano(o mejor el porteño :mrgreen: ),el porqué de ese nudo en la garganta si sentimos en algún mundial el himno argentino o si en éste o en otro 25 de Mayo se nos cruzan a la vista,en algún sitio que frecuentamos,las palabras de la Marcha de San Lorenzo o de Aurora ... rápido sale la música como por magia y en silencio y muy adentro nuestro le cantamos desde el alma a la tierra.

Feliz día Argentina,una hija tan lejos...pero tan cerca...FENICE



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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: 2158Fenice Enviado: 24/05/2010 08:15
Siete días que cambiaron nuestra historia
 
Siete días que cambiaron nuestra historiaCornelio Saavedra
 

Sábado 19 de mayo

Tras la caída de la Junta de Sevilla, Saavedra y Belgrano se reúnen con el alcalde de primer voto Juan José de Lezica y Castelli con el síndico procurador, Julián de Leiva, para pedir cita con el virrey y transmitirle la decisión de realizar un Cabildo Abierto.

Domingo 20 de mayo

Lezica transmitió el pedido al virrey Cisneros, quien antes de tomar una decisión citó a los jefes militares. Estos le solicitaron la cesación en el mando del virreinato, y ante la falta de apoyo Cisneros aceptó la propuesta. Se decidió un Cabildo Abierto para el día 22.

Lunes 21 de mayo

Descreído de que Cisneros cumpliera, un grupo de hombres armados, entre ellos Domingo French y Antonio Beruti, ocupó la Plaza de la Victoria. La gente se dispersó ante la intervención de Saavedra, jefe del Regimiento de Patricios, y se entregaron invitaciones para el día siguiente.

Martes 22 de mayo

En el Cabildo Abierto hubo dos posiciones enfrentadas: una consideraba que la situación debía mantenerse sin cambios, respaldando a Cisneros, y la otra sostenía que debía formarse una junta de gobierno en su reemplazo. Se resolvió destituir al virrey por 155 votos contra 69.

Miércoles 23 de mayo

Tras la finalización del Cabildo Abierto se colocaron, en diversos puntos de la ciudad, avisos que informaban sobre la creación de la Junta y la convocatoria a diputados de las provincias, y llamaban a abstenerse de intentar acciones contrarias al orden público.

Jueves 24 de mayo

Se forma la nueva Junta y se nombra presidente y comandante en armas a Cisneros, junto con vocales locales. Cuando la noticia trascendió la Plaza fue invadida. Esta permanencia de Cisneros en el poder fue vista como una burla a la voluntad del Cabildo Abierto.

Viernes 25 de mayo

Una multitud comenzó a reunirse en la Plaza. Se reclamaba la anulación de la resolución del día anterior, la renuncia definitiva del virrey Cisneros y la formación de una Junta de gobierno. Sin apoyo militar, Cisneros abandonó el poder y se conformó la Primera Junta.

Apostillas

Por Roberto Elissalde

Idea de independencia

Aunque no mencionada de modo explícito, esta idea estaba latente en el espíritu de algunos criollos, aunque no era conveniente mencionar la palabra independencia, porque todavía había muchos frentes abiertos que cuidar, la revolución aún era frágil, y por eso la Junta usó lo que se dio en llamar la "máscara de Fernando VII".

El rol de la Iglesia

Al Cabildo Abierto concurrieron 27 eclesiásticos, 19 del clero secular y los restantes de las órdenes religiosas. En su mayoría eran criollos y con distintas variables votaron por el cese del virrey en el mando, a excepción del Pbro. Bernardo de la Colina, que pidió se asociara al gobierno al virrey. Los obispos Lué, Orellana y Videla en sus respectivas sedes de Buenos Aires, Córdoba y Salta encabezaron la oposición al movimiento porteño.

Esclavos rioplatenses

La población negra en el Río de la Plata era en 1810 de unas 9000 almas. Casi un 14% había obtenido la libertad en vida de sus amos, otros a la muerte de éstos, y si la debían comprar era generalmente por una suma exigua. Los protocolos notariales de Buenos Aires documentan esto, como también las propiedades que habían adquirido o recibido en donación. Ejercían oficios diversos: carpinteros, zapateros, panaderos y sastres. Hubo cofradías, como la de San Baltasar, en la parroquia de la Piedad, y otras en la de Montserrat, barrio en el que muchos se instalaron

Los invitados al Cabildo

La Imprenta de los Niños Expósitos remitió al Cabildo 600 esquelas, pero se distribuyeron 450 y concurrieron sólo 251. La mayor representación la dieron los militares y los comerciantes (59 cada uno), funcionarios del Consulado, Audiencia, alcaldes de barrio, etcétera (42); eclesiásticos (27), abogados (17), y el elenco se completó con simples vecinos, médicos, escribanos, marinos. Algunos invitados no concurrieron para evitarse problemas, todavía no se sabía qué suerte correría la revuelta. El abogado Benito González Rivadavia (padre de Bernardino) se excusó en larga carta por haber tomado la noche anterior unas lavativas.

Noticias de la Revolución

Ante los hechos del día 25, el virrey Cisneros envió emisarios a Córdoba y la Banda Oriental. El 27, la Junta participó la formación del nuevo gobierno y el deseo de incorporar en su seno a los pueblos del interior. El primer Cabildo que adhirió al movimiento porteño fue el de San Luis. En Córdoba, la contrarrevolución encabezada por el gobernador Juan Gutiérrez de la Concha, el ex virrey Santiago de Liniers y el obispo Orellana fracasó y terminó con la muerte de sus autores

El mayo gastronómico

En la época, las comidas eran por lo general abundantes, y muchos agasajos llevaban más de 20 platos. El francés Ramón Aignasse era quien ofrecía la mejor oferta. Sirvió la mesa de los virreyes y, también, la de los invasores británicos. En la semana de Mayo, debido a las extensas sesiones del Cabildo Abierto, que se prolongaron hasta el día 25, se proveyó de vino de Málaga y bizcochos, y los patriotas compraron muchísimas vituallas que pusieron en la mesa de la casa de Nicolás Rodríguez Peña, centro de sus reuniones.

Discordias familiares

Muchas familias quedaron divididas por la revolución. La madre de Ignacio Álvarez Thomas hizo innumerables esfuerzos para arrancar a su hijo del seno de la revolución y para que regresara al Perú, donde su padre había sido gobernador de Arequipa. Los hermanos Manuel, Matías y Miguel de Irigoyen votaron por la deposición del virrey y adhirieron a la revolución, una de cuyas primeras víctimas fue su cuñado, el gobernador de Córdoba don Juan Gutiérrez de la Concha, casado con doña Petrona de Irigoyen y de la Quintana.

Donaciones patrióticas

La difusión del programa de gobierno de la junta, a través de La Gaceta,ayudó a difundir los ideales de la revolución. En general eran destinadas a la formación de los ejércitos, pero también, a partir de septiembre de 1810, a la Biblioteca Pública. Fray Pedro Zambrano no sólo liberó a su esclavo Francisco Xavier para que fuera empleado en el ejército, sino que mantuvo su obligación de alimentarlo y mantenerlo durante su vida para que el erario público se ahorrara el sueldo y el vestuario del nuevo soldado.

América latina, la independencia y un lenguaje común

Las fronteras nos separan y la lengua nos une, eso debemos celebrar en 2010: la unidad esencial que el castellano nos procura.

Carlos Fuentes
Para LA NACION

Durante el Encuentro de las Academias de la Lengua Española en Rosario, hace pocos años, un grupo se manifestó en contra del castellano como lengua del conquistador y a favor de los idiomas precolombinos. Mi pregunta, entonces y ahora, fue esta: ¿Y en qué lengua se entienden un maya de Yucatán y un quechua de Perú? La respuesta: en castellano, que es la lengua común a todos, y no en maya o en quechua, habla privativa de un solo pueblo y una sola nación.

Al conmemorar el Bicentenario de las independencias hispanoamericanas, conviene reafirmar que nuestra cultura se ha desarrollado con rasgos raciales diferentes: más indígenas en México y Guatemala, en Ecuador, Perú, Bolivia; más europeos en el Cono Sur; más afroamericanos en Brasil y en el Caribe. También los sistemas políticos han diferido y difieren, de dictaduras personalistas a democracias representativas. Las fronteras nos separan.

Y la lengua nos une. Si algo debemos celebrar en 2010 es la unidad inicial, esencial que el castellano nos procura. Digo "castellano" porque en la propia España vascos, catalanes y gallegos reclaman una lengua propia. Sólo el castellano nos reúne a todos nosotros, los hispanoamericanos. Esto no significa desprecio o exclusión de las lenguas prehispánicas. Todo lo contrario: la universalidad del castellano, por suerte, por tenerla, dio cabida a todas las lenguas anteriores al castellano en las Américas. Recordemos solamente que las lenguas del centro de México fueron salvadas por Bernardino de Sahagún y Vasco de Quiroga en el siglo XVI y, hoy, por el padre Angel Garibay y su traducción de la poesía náhuatl de México.

Las fechas de la independencia son, así, fechas de la lengua que nos une -el español- y de las lenguas que nos diversifican -náhuatl, maya, zapoteco, quechua, guaraní, mapuche-, a las cuales hay que añadir las voces de origen africano que, despojadas de sus orígenes, vinieron a enriquecer el habla europea de las Américas.

© LA NACION

Mujeres que hicieron la historia

La presencia femenina tuvo un lugar destacado en los sucesos de Mayo y el papel de la mujer en la sociedad cambió drásticamente después de la Revolución, cuando se contemplaron sus derechos a la educación y a la cultura, pero también el derecho a elegir libremente en cuestiones de amor.

María Saenz Quesada
Para LA NACION

Mujeres que hicieron la historiaMariquita Sánchez
 

El pensamiento de la Ilustración que en el siglo XVIII desafió la continuidad del Antiguo Régimen cuestionó la visión tradicional de la mujer. En coincidencia con estas ideas, un sector de avanzada de la Francia revolucionaria propuso -sin éxito- que se consultara a las mujeres acerca de las leyes que las concernían directamente. También se reclamó que la educación femenina fuera responsabilidad del Estado. Estos dos enfoques se difundieron a través de libros y periódicos.

En el virreinato del Río de la Plata, las primeras publicaciones de los criollos criticaron la costumbre de arreglar los casamientos entre familias sin darle lugar al amor, muy valorado por las nuevas tendencias del romanticismo. Por su parte, Manuel Belgrano recomendó vivamente que se educara a las mujeres, algo que constituía también una forma de reconocer a su madre, Josefa González Casero, sostén del hogar y entusiasta de la buena educación.

La defensa del derecho de las mujeres al amor, a la educación y la cultura, y fundamentalmente a una vida propia, tuvo una representante genuina en Mariquita Sánchez (1786-1868). Su lugar en la historia suele limitarse al de anfitriona de un salón refinado en el que se dieron cita las personalidades de la política, la ciencia y la cultura y en el que se habría cantado el Himno Nacional por primera vez. Pero más allá de esto, ella se convirtió en símbolo de la modernidad porque recurrió a la ley para defender su derecho a elegir marido contra la voluntad de sus padres.

Ese rol protagónico en la revolución de las costumbres la impulsó a participar más tarde en la conspiración de Mayo de 1810, junto con su esposo, Martín Jacobo Thompson. No se conocen datos concretos sobre su actuación, peroa algunas cartas suyas indican que estaba al tanto de los riesgos que se corrían, que temió por sus seres queridos y que apoyó desde un principio el cambio político.

Esta patriota de 1810 y su grupo de amigas del patriciado porteño se plantearon el tema de cuál sería el lugar de la mujer en la sociedad después de la Revolución. Según puede leerse en El Grito del Sud , pronto entendieron que el gobierno no había tomado ninguna medida dirigida a mejorar su educación: a "las madres, las esposas, las hijas, hermanas y compatricias de los americanos no les han debido hasta ahora un solo rasgo de atención y de liberalidad, no han podido conseguir que den una sola ojeada compasiva hacia ese sexo degradado inmemorialmente y que forma la más dulce mitad de su especie".

Las esperaba un largo camino. Por lo pronto, tuvieron que bregar ante el Primer Triunvirato para que Angelita Castelli no fuera castigada por haberse casado con el capitán Igarzábal sin el consentimiento paterno. En efecto, Juan José Castelli, el ultrarrevolucionario tribuno de Mayo, estaba enemistado con su futuro yerno porque éste era saavedrista y por lo tanto presunto adversario. Esta clase de dificultades fueron frecuentes en las luchas facciosas desatadas por la Revolución.

Amar en esos tiempos revueltos significaba para la mayoría la larga espera del marido ausente. Otras arriesgaban su reputación y su comodidad por estar junto al hombre amado. Fue el caso de María Josefa Ezcurra de Ezcurra, casada con un primo muy rico quien debido a su simpatía por la causa realista se marchó del país; ella aprovechó la ausencia y se jugó abiertamente por su amado Manuel Belgrano a quien acompañó a Tucumán. Tuvieron un hijo, Pedro Rosas y Belgrano.

Amazonas, indígenas y mestizas

El escenario de la guerra en las provincias norteñas, donde los ejércitos patriotas y realistas avanzaron y retrocedieron durante quince años, representó otro desafío para las mujeres. En Salta unas fueron realistas y otras patriotas. Atrapada en este dilema, Magdalena (Macacha) Güemes desobedeció a su marido (realista) y sirvió a la causa patriota que encabezaba su hermano Martín Miguel. El historiador Roberto G. Vitry aporta numerosos ejemplos de otras mujeres patriotas entre los que se destaca el de Martina Silva de Gurruchaga, quien formó a su costa un destacamento de soldados y mereció el reconocimiento de Belgrano.

Hubo casos excepcionales de guerreras, como la emblemática Juana Azurduy, teniente coronel del ejército de las Provincias Unidas. Esta rica propietaria en la provincia altoperuana de Charcas, y su marido, Manuel Ascensio Padilla, lideraron la "Guerra de las Republiquetas". A su lado lucharon "amazonas" indígenas y mestizas. Por otra parte, en la "guerra gaucha" abundaron las "bomberas", que aprovecharon su condición femenina para llevar informaciones en papeles que ellas no estaban en condiciones de leer porque eran analfabetas.

Fuera de los ejemplos sobresalientes, el grueso de las mujeres que acompañó a los ejércitos lo hizo de manera informal ("mamitas", "vivanderas"). Su símbolo histórico son las "Niñas de Ayohuma", lavanderas morenas, venidas de Buenos Aires. Aunque las crónicas de guerra apenas mencionen a esas mujeres humildes, su compañía resultaba imprescindible en fuerzas militares improvisadas sin servicios adecuados de sanidad y abastecimiento. No se las admitió en cambio en los ejércitos profesionales como el que formó San Martín en Cuyo. "No me entiendo con mujeres sino con soldados sujetos a la disciplina militar", decía el Libertador.

Todas estas historias no difieren sustancialmente de otros relatos de la independencia latinoamericana. La diferencia radica en la Argentina en el énfasis que los gobiernos patrios, pasado el momento inicial, pusieron en educar a las mujeres. A ese respecto la administración de Bernardino Rivadavia es un ejemplo: fundó en 1821 la Sociedad de Beneficencia de Buenos Aires con la misión de abrir escuelas de niñas en todos los barrios porteños y en las poblaciones de campaña. Sarmiento, como Jefe del Departamento de Escuelas del Estado de Buenos Aires (1855), recibió esa herencia y se aplicó a modernizarla y nacionalizarla. Esta fue la base sobre la que después se construiría el sólido edificio de la educación pública argentina, verdadera epopeya cívica protagonizada por las mujeres maestras.

© LA NACION



 
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