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LOS DISCIPULOS DE YAHSHUA DE NAZARET
 
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General: LAS PARABOLAS DE YAHSHUA
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De: soldadosdejesucristo  (Mensaje original) Enviado: 19/05/2012 12:44

LAS
PARABOLAS
 DE  YAHUSHUA

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¿Qué son exactamente las parábolas?

Las parábolas son relatos, historias escuetas, usualmente cautivantes,  y su finalidad es  transmitir una enseñanza  (usualmente acerca  de algún aspecto del Reino), a menudo en varios niveles de profundidad y utilizando figuras del lenguaje comunes y corrientes.
    En otras palabras, el mundo de la parábola bíblica abarca las áreas de la comparación, alegoría, ilustración y ejemplificación.


En todas destaca la pequeñez de los comienzos,  y el crecimiento progresivo de este Reino.  Proveen fuerza regeneradora para los llamados por Yhwh a la salvación, que alcanzarán si corresponden a esa vocación.

Yahushua Ja Mashiaj  comienza a predicar detalles acerca de Su Reino utilizando frecuentes parábolas, es decir, ejemplos vivos, imágenes tomadas de la vida ordinaria, dándoles contenidos variados y amplios, después de un año de recorrer los caminos de (Filistea) Palestina,  predicando el Evangelio del Reino y confirmando su doctrina con innumerables milagros.   Muchos creen, otros no.   A los que no han de creer,  el significado mas profundo que las parábolas puedan tener les permanece oculto. 
Ejemplo de una de sus parábolas mas cortas, encontrada en Mattityahj:


"El Reino de los Cielos es semejante a un comerciante que busca perlas finas y, cuando encuentra una perla de gran valor, va y vende todo cuanto tiene y la compra"


Yahushua habla del  futuro Reino de Yhwh con tacto y utiliza parábolas en las que revela algunas cosas a la vez que parcialmente oculta lo que está diciendo del público no llamado.  Sus parábolas incitan a los oyentes a interesarse y al terminar los relatos por costumbre les advierte: "quién tenga oídos para oír, que oiga". Entenderán los que tengan un corazón dispuesto a la conversión a Yahweh con el rechazo del pecado (incluso en sus formas mas sutiles)  y la aceptación de Su Hijo Yahushua.

Ahora quiero que nos demos cuenta de un hecho muy importante que la mayoría nunca ha comprendido.   ¿Supone usted, como casi todo el mundo, que  Yahushua  habló en parábolas para hacer sus explicaciones más sencillas y claras, a manera de ilustración, para que la gente entendiera mejor lo que quería decir?

Si así es, está equivocado. Por el contrario, aunque muchos no lo crean, Yahushua  habló en parábolas para encubrir, para ocultar el verdadero significado de sus profundas palabras a las multitudes que constantemente le seguían.   El conocimiento de tal verdad pone en nuestras manos la CLAVE que da acceso a la comprensión de los símbolos del Apocalipsis.


Algunos de sus oyentes mas allegados, sus discípulos,  le preguntaron a Yahushua el motivo por el que a veces hablaba en parábolas.  Veamos el texto completo, incluyendo la respuesta dada por Yahushua, según Mateo:

"Los discípulos se acercaron y preguntaron a Yahushua: “¿Por qué les hablas en parábolas?”


Yahushua les respondió:  “A ustedes se les ha concedido conocer  los misterios del Reino de los cielos, pero a ellos, no.      Porque al que tiene se le dará más y tendrá en abundancia,  pero al que no tiene,  se le quitará  aun lo  que tiene.    Por eso les hablo en parábolas, porque miran, y no ven; oyen, pero no escuchan ni entienden. 

En ellos se verifica la profecía de Isaías:    Por más que oigan  no entenderán,   y por más que miren no verán.     Este es un pueblo de conciencia  endurecida.    Sus oídos no saben escuchar,  sus ojos están cerrados.   No quieren ver con sus ojos,  ni oír  con sus oídos ni comprender con su corazón..   Pero con eso habría  conversión y yo  los sanaría.

¡Dichosos   los ojos de ustedes,  que ven!;   ¡dichosos  los oídos de ustedes,  que oyen!   Yo se lo digo: muchos profetas y muchas  personas santas ansiaron  ver lo que ustedes  están viendo,  y no lo vieron; desearon  oír lo que  ustedes están oyendo,   y no lo oyeron."

Lucas y Marcos presentan parte la respuesta de Yahushua  de forma un poco diferente: 


"Pues la mente de este pueblo está embotada:  son duros de oído y han cerrado sus ojos,  para no ver ni oir,   para no entender ni volverse a mí y que  yo los sane;"   (Lucas)

Observemos cuidadosamente lo que paralelamente afirma Yahushua en  la Escritura Kodesh de Yahweh acerca de la parábola del sembrador, y confirmemos lo que acabamos de leer en Mateo y en Lucas:

"Cuando estuvo solo, los que estaban cerca de él con los doce le preguntaron sobre la parábola. Y les dijo: A vosotros os es dado saber el misterio del REINO de  Yhwh; mas a los que están fuera, por parábolas todas las cosas; para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no entiendan; para que no se conviertan, y les sean perdonados los pecados"   (Marcos 4.10-12) … y luego Yahushua procedió a explicar a sus discípulos, en lenguaje claro, el significado de la parábola.


Yahushua Ja Mashiaj entonces les habla en parábolas,  para que NO entiendan,  los que de todas formas no iban a entender!   Yahushua sigue  el precepto  mencionado por Isaías  cuando enseña:  "Sólo los  entendidos entenderán."

La parábola pertenece al mundo de la sabiduría sabiduría de lo alto---sabiduría hecha palabra y modelo para nosotros en la Tierra.  
También es una verdad qué hay que aprender a calibrar y comprobar.   Por ello,  la parábola  (para quien no la entienda)  no es una norma,  sino una costumbre,  historia o reporte,  por su valor reducido de comprensión.   Debido a esto, puede tener varias moralejas que podrían ir desde lo mas elemental hasta mas complejas.  


Para el entendido, la parábola es  un importante  consejo o advertencia qué tomar en cuenta (meditación);   una invitación y  provocación a buscar respuestas (interpelación), un constante símbolo por descubrir  hasta que le sea revelado  y con el cual sintonizar su relación con Yhwh.  Las parábolas de Yahushua proponen cambios de conducta en forma sutil, sin imposiciones ni la preocupación de gustar o no, de ser aceptadas o rechazadas, de motivar o alejar, de comprometer o de volver cínico a quien las escuche, lea o conozca.

Más allá de ser temas que dan información para nuestra formación,   las parábolas son unas herramientas útiles para la meditación  individual o grupal,   que llevan a la revelación y  transformación del analista.  Por ello, cada parábola puede trabajarse en forma de meditación personal o como sesión colectiva de estudio, pero siempre orientada al compromiso con la verdad que le sea revelada.


Yahushua mismo es un tipo de gran PARÁBOLA DE YHWH,  por muchos no  comprendida;  pero que nos ha sido dada a algunos llamados no sólo para saber más de Yhwh, sino para llegar a El;  y la totalidad de la Sagrada Escritura, un lenguaje parabólico que nos permite recibir los misterios del Creador, del hombre y de las relaciones entre ambos.


Conozcamos algunas de las mas famosas parábolas:

 

1. El médico y sus enfermos (Mc 2,17);

2. El esposo y sus compadres (Mc 2,18-20; Mt 9,15; Jn 3,29-30);

3. El sastre y el cantinero (Mc 2,21-22);

4. El hombre fuerte y el ladrón (Mc 3,27);

5. El sembrador (Mc 4,3-8; Mt 13,3-8; Lc 8,5-8);

6. El predicador y su auditorio (Mc 4,13-20; Mt 13,18-23; Lc 8,11-15)

7. El labrador paciente (Mc 4,26-29);

8. El jardinero confiado (Mc 4,30-32; Mt 13,31-32; Lc 13,18-19);

9. El hombre limpio (Mc 7,14-23; Mt 15,10-20)

10. Los discípulos atrevidos (Mc 8,34-38; Mt 16,24-28; Lc 9,23-27)

11. El niño inocente (Mc 9,35-37; Mt 18,1-5; Lc 9,46-48)

12. Los primeros y los últimos (Mc 10,31; Mt 19,30; 20,16; ; Lc 13,30)

13. El mago de los imposibles (Mc 11,22-23; Mt 17,20; 21,21)

14. Los viñadores perversos (Mc 12,1-11; Mt 21,33-44; Lc 20,9-18);

15. El hombre doble y equivocado (Mc 12,38-40; Mt 23,6-7; Lc 29,45-47);

16. El campesino sagaz (Mc 13,28-29; Mt 24,32-34; Lc 21,29-33);

17. Doña Sal y Doña Luz (Mt 5,13 -14);

18. El hombre y la vela (Mt 5,15-16);

19. El enojón y el ofensivo (Mt 5,22)

20. El donador verdadero (Mt5,23-24)

21. Los enemigos (Mt 5,25-26; Lc 5,58-59);

22. El hombre y la lámpara (Mt 6,22-23; Lc 11,34-36);

23. El trabajador con dos patrones (Mt 6,24; Lc 16,13);

24. El ciego y el lastimado (Mt 7,3-5; Lc 6,41-42);

25. El papá cuidadoso (Mt 7,9-11; Lc 11,11-13);

26. El recolector de fruta (Mt 7,16-20; Lc 6,43-44);

27. El hombre que supo escoger la entrada (Mt 7,13-14; Lc 13,24);

28. Los dos albañiles (Mt 7,24-27; Lc 6,47-49);

29. El patrón con pocos trabajadores (Mt 9,37-38; Lc 10,2)

30. Los niños y su juego (Mt 11,16-19, Lc 7,31-35);

31. El hombre y los espíritus dañinos (Mt 12,43; Lc 11,24-26);

32. El campesino y su enemigo (Mt 13,24-30);

33. La cocinera sabia (Mt 13,33; Lc 13,20-21);

34. El arqueólogo emprendedor (Mt 13,44);

35. El coleccionista arriesgado (Mt 13,47-48);

36. El pescador (Mt 13,47-48);

37. El jefe de familia (Mt 13,52);

38. El guardián (Mt 13,33-37; Lc 12,35-38);

39. El ciego guía (Mt 15,13-14);

40. Reyes y súbditos (Mt 17,25-26);

41. El escandaloso castigado (Mt 18,6-11)

42. El pastor auténtico (Mt 18,12-14; Lc 15,4-7);

43. El criado malcriado (Mt 18,23-35);

44. El rico y el camello (Mt 19,24)

45. El buen patrón (Mt 20,1-16);

46. Los hijos desiguales (Mt 21,28-32);

47. Los invitados a la fiesta (Mt 22,1-10; Lc 14,16-24);

48. El invitado descuidado (Mt 22,11-13);

49. El visitante intempestivo (Mt 24,27-28; Lc 17,23-24.37);

50. El ladrón (Mt 24,43-44; Lc 12,39-40);

51. El velador atento (Mt 24,45-51; Lc 12,42-46);

52. Las damas de compañía (Mt 25,1-13);

53. El prestamista y sus deudores (Mt 25,14-30; Lc 19-12-27);

54. El buen catador (Lc 5,39)

55. Los dos deudores (Lc 7,41-43);

56. El prójimo (Lc 10,30-37);

57. El vecino molesto (Lc 11,5-8);

58. El prepotente en acción (Lc 11,21-22)

59. El rico ambicioso (Lc 12,16-21);

60. El campesino y el tiempo (Lc 12,54-56);

61. El patrón y el jardinero (Lc 13,6-9);

62. El jefe de familia y las visitas inoportunas (Lc 13,24-30; [Cf. Mt 25,10-12]);

63. Cada invitado en su lugar (Lc 14,7-11);

64. El constructor y el guerrero (Lc 14,28-32);

65. La mujer y la moneda (Lc 15,8-10);

66. Un Padre con corazón de madre (Lc 15,11-32);

67. El empleado sagaz (Lc 16,1-8);

68. El rico y el pobre (Lc 16,19-31);

69. El asalariado (Lc 17,7-10);

70. El juez y la viuda (Lc 18,1-8);

71. El devoto y el hombre común (Lc 18,9-14);

72. El hombre espiritual (Jn 3,8);

73. El hombre celeste y el terrestre (Jn 3,31-34)

74. El vendedor de agua viva (Jn 4,13-14)

75. Los campesinos y la siega (Jn 4,35-38);

76. El hijo y el siervo (Jn 8,34-35);

77. El Señor del pan (Jn 6,35-51);

78. El caminante (Jn 8,12);

79. El ganadero y el intruso (Jn 10,1-5);

80. El guardián y el ladrón (Jn 10,7-10);

81. El pastor y el boyero (Jn 10,11-14);

82. El hombre que regaló su vida (Jn 10,17-18);

83. El vivo y el difunto (Jn 11,25-27);

84. El caminante (12,24);

85. El hombre es como el grano (Jn 12,24);

86. El anfitrión y sus huéspedes (Jn 13,4-15)

87. El patrón y el sirviente (Jn 13,16; 15,20)

88. El hombre que se volvió camino (Jn 14,6-7);

89. El viñador y la vid (Jn 15,1-11);

90. La mujer que da a luz (Jn 16,21-22)

91. El joven y el viejo (Jn 21,18-19)

















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