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    FAREWELL
 1
 
 Desde el fondo de ti, y arrodillado,
 un niño 
triste, como yo, nos mira.
 
 Por esa vida que arderá en sus 
venas
 tendrían que amarrarse nuestras vidas.
 
 Por esas manos, hijas de 
tus manos,
 tendrían que matar las manos mías.
 
 Por sus Ojos abiertos 
en la tierra
 veré en los tuyos lágrimas un día.
 
 
 2
 
 Yo no 
lo quiero, Amada.
 
 Para que nada nos amarre
 que no nos una 
nada.
 
 Ni la palabra que aromò tu boca,
 ni lo que no dijeron las 
palabras.
 
 Ni la fiesta de amor que no tuvimos,
 ni tus sollozos junto 
a la ventana.
 
 3
 
 (Amo el amor de los marineros
 que besan y se 
van.
 
 Dejan una promesa.
 No vuelven nunca más.
 
 En cada puerto 
una mujer espera:
 los marineros besan y se van.
 
 Una noche se acuestan 
con la muerte
 en el lecho del mar.
 
 4
 
 Amo el amor que se 
reparte
 en besos, lecho y pan.
 
 Amor que puede ser eterno
 y puede 
ser fugaz.
 
 Amor que quiere libertarse
 para volver a amar.
 
 Amor 
divinizado que se acerca
 Amor divinizado que se va.)
 
 5
 
 Ya no se 
encantarán mis ojos en tus ojos,
 ya no se endulzará junto a ti mi 
dolor.
 
 Pero hacia donde vaya llevaré tu mirada
 y hacia donde camines 
llevarás mi dolor.
 
 Fui tuyo, fuiste mía. Qué más? Juntos hicimos
 un 
recodo en la ruta donde el amor pasò.
 
 Fui tuyo, fuiste mía. Tú serás del 
que te ame,
 del que corte en tu huerto lo que he sembrado yo.
 
 Yo me 
voy. Estoy triste: pero siempre estoy triste.
 Vengo desde tus brazos. No sé 
hacia dònde voy.
 
 ... Desde tu corazòn me dice adiòs un niño.
 Y yo le 
digo adiòs.
 
  Pablo 
Neruda      
   
  
 
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