Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Cuarto Camino
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 
 
  Herramientas
 
General: La metáfora de la Prisión
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: Alcoseri  (Mensaje original) Enviado: 24/08/2011 23:34
Este grupo que encontré en Moscú usaba metáforas y parábolas orientales, y una de las cosas de la que gustaban hablar era de la prisión: que el hombre está en prisión; por tanto, ¿qué puede desear, qué puede anhelar? Si es un hombre más o menos sensible, puede desear una sola cosa: escapar. Pero incluso antes que pueda formular este deseo, que quiere escapar, debe tomar consciencia de que está en prisión. Si no comprende que está en prisión, no puede desear escapar. Entonces, cuando formula este deseo, empieza a comprender las posibilidades de fuga, y entiende que, por sí mismo, no puede escapar, porque es necesario cavar debajo de los muros, y cosas por el estilo. Comprende que, en primerísimo lugar, debe contar con algunas personas que deseen escapar con él: un pequeño grupo de personas. De modo que comprende que tal vez pueda escapar cierta cantidad de personas. Pero no todas pueden escapar. Una no puede, y todas no pueden, pero un número pequeño de personas puede. Además, ¿en qué condiciones? Aquél llega a la conclusión de que es necesario tener ayuda. Sin ésta, no pueden escapar. Deben tener mapas, limas, herramientas, etc., por lo que deben contar con ayuda exterior. Esta es exactamente, casi literalmente, la posición del hombre. Podemos aprender cómo emplear las partes de nuestra máquina, que no usamos. Esta prisión significa realmente que estamos sentados en la cocina y el sótano de nuestra casa y no podemos salir. Uno puede salir, pero no por sí mismo. Sin escuela, uno no puede. Escuela significa que hay personas que ya están escapando o, en cualquier caso, están preparándose para escapar. La escuela no puede empezar sin ayuda de otra escuela, sin ayuda de los que escaparon antes. De ellos podemos obtener ciertas ideas, cierto plan, cierto conocimiento: estas son nuestras herramientas. Repito: todos no pueden escapar. Hay muchas leyes contra ello. Para plantearlo con sencillez: sería demasiado perceptible, y eso produciría de inmediato una reacción de las fuerzas mecánicas. P. ¿El deseo de escapar es instintivo? R. No. Sólo es instintivo el trabajo interior del organismo. Debe ser intelectual y emocional, porque la función instintiva pertenece realmente a las funciones inferiores, las físicas. Aún, en algunas condiciones, puede haber un deseo físico de escapar. Suponga que hace demasiado calor en la habitación y sabemos que afuera hace frío; ciertamente podemos desear escapar. Pero comprender que estamos en prisión y que es posible escapar requiere razón y sentimiento. P. Parece difícil, sin mayor observación de sí, saber cuál es su objetivo al escapar. R. Sí, ciertamente. La prisión es sólo un ejemplo. Para nosotros, la prisión es nuestro sueño y, sin metáforas, queremos despertar cuando comprendemos que estamos dormidos. Esto debe comprenderse emocionalmente. Debemos entender que en el sueño somos inútiles; algo puede suceder. Podemos ver imágenes de la vida, ver por qué las cosas ocurren en un sentido u otro —cosas grandes y pequeñas— y comprender que ello ocurre porque las personas están dormidas. Naturalmente, durante el sueño nada pueden hacer. Usted sabe que, en relación con estas ideas y estos métodos, vivimos en un tiempo más bien extraño en un sentido, porque las escuelas están desapareciendo rápidamente. Hace treinta o cuarenta años, era posible hallar muchas clases de escuelas que ahora prácticamente no existen o son mucho más difíciles de hallar. P. ¿Están desapareciendo en Oriente igual que en Occidente? R. Me refiero a Oriente, por supuesto. En Occidente, cesaron de existir hace ya mucho tiempo. Pero pienso que mejor tendríamos que hablar de las escuelas por separado, Es un tema interesantísimo, porque no sabemos cómo efectuar las divisiones correctas. Hay diferentes clases de escuelas. P. Cuando por primera vez se trata de observar, ¿es mejor escoger un montón de ocupaciones breves que enfrascarse en prolongadas ocupaciones? ¿Eso constituye una diferencia? R. No. Usted debe tratar de observarse en diferentes condiciones, no solamente en las mismas condiciones. P. ¿Entonces, es bueno analizar después? R. No. Hablando en general, al comienzo y durante largo tiempo, no debe haber análisis. A fin de analizar, usted debe conocer las leyes; porqué las cosas sucedieron de ese modo y no pudieron suceder de otro. De manera que antes que conozca las leyes, es mejor que no trate de analizar. Limítese a observar las cosas como son y trate de clasificarlas más o menos en funciones intelectuales, emocionales, instintivas y motoras. Cada una de estas funciones tiene su propio centro o mente, a través del cual se manifiesta. En conexión con las funciones y estados de consciencia y desde el punto de vista de su evolución posible, el hombre se divide en siete categorías. Las personas nacen sólo en una de las tres primeras. La persona en quien predomina la función instintiva o motora, y en quien están menos desarrolladas las funciones intelectuales y emocionales, se llama hombre nº 1; pero si la función emocional predomina sobre las otras funciones, se llama hombre nº 2; y si predomina la función intelectual, es el hombre nº 3. Más allá de estas tres clases de hombres, pero no nacido como tal, está el hombre nº 4. Esto significa el comienzo del cambio, principalmente en la consciencia, pero también en el conocimiento y la capacidad de observación. Luego sigue el hombre nº 5, que ya ha desarrollado en sí mismo el tercer estado de consciencia, esto es, la consciencia de sí, y en quien trabaja la función emocional superior. Después viene el hombre nº 6 y, finalmente, el hombre nº 7, que tiene plena consciencia objetiva, y en quien trabaja la función intelectual superior. P. ¿Cómo puede reconocerse un hombre superior a nosotros cuando no sabemos qué buscar? R. Cuando sepamos mejor qué nos falta, cuáles son las cosas que nos atribuimos pero no poseemos, empezaremos a ver algo acerca de eso, aunque concretamente podamos distinguir personas de un nivel superior sólo por su conocimiento. Si ellas saben algo que no sabemos, y si nos damos cuenta de que nadie más lo sabe, y que no podría aprenderse de ninguna manera corriente, eso puede servir de guía.


Primer  Anterior  Sin respuesta  Siguiente   Último  

 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados