¿Quién muere?
Muere lentamente quien se transforma en
esclavo del hábito, repitiendo todos los días los mismos trayectos,
quien no cambia de marca y no arriesga vestir un color nuevo y no le
habla a quien no conoce.
Muere lentamente quien evita una
pasión, quien prefiere el negro sobre blanco y los puntos sobre las
“íes” a un remolino de emociones, justamente las que rescatan el
brillo de los ojos, sonrisas de los bostezos, corazones a los
tropiezos y sentimientos.
Muere lentamente quien no voltea la
mesa cuando está infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto
por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien no se permite por
lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos.
Muere lentamente quien no viaja, quien
no lee, quien no oye música, quien no encuentra gracia en si mismo.
Muere lentamente quien destruye su amor
propio, quien no se deja ayudar.
Muere lentamente, quien pasa los días
quejándose de su mala suerte o de la lluvia incesante.
Muere lentamente, quien abandona un
proyecto antes de iniciarlo, no preguntando de un asunto que
desconoce o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe.
Evitemos la muerte en suaves cuotas,
recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que
el simple hecho de respirar.
Solamente la ardiente paciencia hará
que conquistemos una espléndida felicidad.
Anonimo.....