… los vi venir con sus piedras de rubí y de diamante,
brillando cegadoramente;
yo esgrimí mi tosca lengua céltica, y paciencia, y valor,
y luz aún sin descifrar;
pero con el corazón ardiendo los llevé al manantial de agua viva
y de él bebieron;
[mientras, yo prendí mi candil,
más aún, regué mi laurel]
… nos despedimos justo junto al brocal del aire,
donde medra la rosa pura y blanca y los mundos parten
en todas direcciones;
… estoy velando la virtud del agua
y es de noche;
los arcontes del fuego beben al amanecer.
Orión