Las 
puertas de la eternidad se abren tan sólo en respuesta a la libre elección de 
los hijos de Dios.
 
Libro 
de Urantia. Pág.71
 

 
 
El aprender a 
darle significado a nuestras tareas cotidianas, es lo que hará que ellas se 
transformen en herramientas de evolución, porque es ir más allá de las 
apariencias de las cosas y de las personas y encontrar a Dios en todas ellas, 
recordemos que Jesús nos dijo:"debéis prestad oído a mis palabras, para no 
cometer el error de escuchar mi enseñanza con la mente, mientras vuestro corazón 
no comprende el significado."2052
 
Si logramos 
tener cada vez más chispazos frecuentes de despertar volitivo a la realidad del 
minuto que estamos viviendo, nuestra vida comenzará a cambiar lentamente pero en 
forma segura, porque encontrar a Dios por nosotros mismos y donde nunca antes lo 
habíamos encontrado no tiene precio, porque es lo que nos hace verdaderamente 
libres. Recién entonces comprendemos que la adoración, que el orar y el meditar 
“no son un proceso para alcanzar lo que uno quiere, sino que más bien son un 
programa para aceptar el camino de Dios, una experiencia de aprendizaje para 
reconocer y cumplir su Voluntad.”  
1946
 
 "Es debido al fragmento de Dios que reside en ti que puedes 
esperar, según progresas en armonía con la dirección espiritual del Ajustador, 
discernir más plenamente la presencia y el poder transformador de esas otras 
influencias espirituales que te rodean y sobrecogen"64  Por 
eso,  si comenzamos 
a considerar la meditación desde este punto de vista, descubriremos que ella nos 
reporta una fuerza extra que nos permite solucionar o mitigar gran parte de las 
circunstancias adversas, haciendo así nuestra vida mucho más llevadera, porque 
ciertamente que este mundo “ no es un valle de lágrimas. Jesús la consideraba 
más bien, la esfera donde nacen los espíritus eternos e inmortales en la 
ascensión al Paraíso, un valle para forjar almas” 1675
 
La meditación hecha 
durante nuestras labores cotidianas y comunes, en verdad nos permite renacer a 
cada momento, nos llena de serenidad y una paz profunda que nos permite ver más 
allá de las simples apariencias y podremos ser como una roca firme en medio del 
océano de las prisas y de las preocupaciones. Las dificultades que puedan 
ensombrecer nuestro cielo no nos asustan, porque sabemos que “cuando se acumulan 
las nubes, nuestra fe debe aceptar el hecho de la presencia del Ajustador 
residente y así deberíamos poder  
contemplar más allá de las nieblas de la incertidumbre mortal, el brillo 
claro del sol de la rectitud eterna.· 1194
 
yolanda silva 
solano