" El concepto de 
igualdad no conduce nunca a la paz, a menos que exista un reconocimiento mutuo 
de una influencia controladora de soberanía superior. Sólo cuando se conciba a 
Dios Padre, como Supremo, los hombres podrán llegar a ser hermanos religiosos y 
a vivir juntos y en paz sobre la tierra. 
1487
 
Para´que esto llegue a 
ser posible, es preciso que haya un Gobierno Soberano capaz de fomentar la 
hermandad, porque "el mantenimiento de una civilización mundial depende de que 
los seres humanos aprendan cómo vivir juntos en paz y en fraternidad. Sin una 
coordinación eficaz, la civilización industrial se ve puesta en peligro por la 
ultraespecialización y sus amenazas:  la limitación y la tendencia a engendrar 
desconfianza y celos."911
 
Esta fraternidad debe 
comenzar por el respeto y la unión de las diferentes religiones, porque "la paz 
religiosa y la fraternidad, no puede existir a menos que todas las religiones 
estén dispuestas a despojarse completamente de toda autoridad eclesiástica, y a 
renunciar plenamente a todo concepto de soberanía espiritual. Sólo Dios es el 
soberano espiritual.- El reino del cielo en el corazón de los hombres creará la 
unidad religiosa (no necesariamente la uniformidad), porque todos y cada uno de 
los grupos religiosos, compuestos de estos creyentes religiosos, estarán libres 
de toda noción de autoridad eclesiástica y soberanía 
religiosa."1487
 
Los que deseamos la Paz Mundial, debemos tener muy 
presente que: "las guerras en Urantia no han de acabar 
nunca, mientras las naciones se afierren a las nociones ilusorias de ilimitada 
soberanía nacional. Tan sólo hay dos niveles de soberanía relativa en un mundo 
habitado: el libre albedrío espiritual del mortal como individuo y 
la soberanía colectiva de toda la humanidad. Entre el nivel del ser humano 
individual y el nivel de la humanidad total, todas las agrupaciones y 
asociaciones son relativas y transitorias. Tienen valor, únicamente si mejoran 
el bienestar y el progreso del individuo y de la humanidad en 
conjunto."1488
 
"No 
habrá paz en Urantia hasta que todas las naciones llamadas soberanas entreguen 
el poder de declarar la guerra en las manos de un gobierno representativo de 
toda la humanidad. La soberanía política es innata en los pueblos del mundo. 
Cuando todos los pueblos de Urantia creen un gobierno mundial, tendrán el 
derecho y el poder de hacer que dicho gobierno sea SOBERANO; y cuando esa 
potencia mundial representativa o democrática, controle las fuerzas terrestres, 
aéreas, y navales del mundo, la paz en la tierra y la buena voluntad entre los 
hombres podrán prevalecer, pero no hasta entonces" 
1489
 
Oremos 
y trabajemos con amor para este fin,  que es el que nos permitirá hacer una 
realidad el Reino de Dios
 
yolanda 
silva solano